Comer chocolate negro reduce el estrés y la inflamación
Los beneficios para la salud del chocolate han sido demostrados en diversos estudios científicos. Ahora, dos nuevas investigaciones muestran que comer chocolate negro reduce el estrés y la inflamación, y también tiene efectos positivos en la cognición y otras funciones cerebrales, mejorando la memoria, la inmunidad y el estado de ánimo.
El chocolate tiene un alto contenido en flavonoides, un compuesto natural que tiene efectos antioxidantes extremadamente potentes, neuroprotectores y antiinflamatorios. Trabajos anteriores ya han mostrado que esta sustancia tiene un efecto beneficioso sobre el rendimiento cognitivo, pero esta es la primera vez que se ha llevado a cabo un ensayo con humanos para determinar cómo actúan para favorecer la salud cognitiva, endocrina y cardiovascular.
En concreto, los científicos han analizado los efectos del chocolate negro con alta concentración de cacao, con un mínimo del 70% y un 30% de azúcar de caña orgánica.
En uno de los ensayos, los científicos han podido comprobar que el cacao regula la respuesta inmune celular, la señalización neuronal y la percepción sensorial. En el segundo, el equipo estudió la respuesta de la encefalografía al consumo de 48 g de chocolate amargo con 70% de cacao después de un período de 30 minutos y de 120 minutos, observando que mejora la neuroplasticidad para los beneficios de la salud mental y del comportamiento.
“Durante años, hemos analizado la influencia del chocolate negro en las funciones neurológicas desde el punto de vista del contenido de azúcar: cuanto más azúcar, más felices somos”, explica Lee S. Berk, director de la investigación. “Esta es la primera vez que observamos el impacto de grandes cantidades de cacao en dosis tan pequeñas como una tableta de chocolate de tamaño normal en humanos durante cortos o largos períodos de tiempo, y nos alientan los hallazgos”.
Los resultados revelan que cuanto mayor es la concentración de cacao, más positivo es el impacto sobre la cognición, la memoria, el estado de ánimo o la inmunidad. El equipo señala que todavía es necesario llevar a cabo ensayos con poblaciones más grandes, especialmente para evaluar la importancia de los efectos beneficiosos para las células inmunes y el cerebro.
Sandra Arteaga, 25 abril 2018