Comprender el Imperio: Mañana, ¿la gobernanza global o la insurrección de las Naciones? – por Alain Soral

 

El best-seller de Alain Soral, Comprender el Imperio, acaba de salir a la venta en español.

El bestseller de Alain Soral se difunde lenta pero seguramente (data de 2011 y su desarrollo ha sido frenado por los guardianes del Sistema) en Francia y en el extranjero. Su tirada se acerca a los 120.000 ejemplares (80.000 para la prensa generalista, que intenta reducir este éxito editorial) y sigue siendo la obra de referencia para cualquier resistente que se precie como tal.

Ningún otro libro político ha desencadenado tantas indignaciones defensivas y agresiones por parte de los agentes del poder profundo y del poder visible, lo cual es un signo de la “peligrosidad” de la obra. Su autor ha sido atacado financieramente, en los medios de comunicación y en los tribunales. Por no hablar de las agresiones físicas y las amenazas de muerte, que no parecen afligir a las plañideras profesionales que se apresuran a llorar ante la menor crítica a un oligarca.

La enciclopedia propagandística en línea Wikipedia, por ejemplo, tiene cinco bloques de críticas negativas, incluida la de Frédéric Haziza, que no era conocido por ser un intelectual, y dos breves párrafos de críticas positivas. Afortunadamente, todavía queda algo de información objetiva en Wikipedia, que puede concluir entonces:

Anunciado como un “bestseller”, Comprender el Imperio ha vendido más de 100.000 ejemplares hasta octubre de 2014 y se ha situado en el primer puesto de los libros de la subcategoría “Política Social” en Amazon desde su lanzamiento, a pesar de su casi nula promoción en los medios de comunicación y el fuerte rechazo de algunos críticos. Una parte importante de las compras se realiza a través del sitio web de Égalité & Réconciliation.

“Anunciado como un bestseller”… No sabemos lo que pretenden. ¿Qué querrán insinuar? ¿ que deberíamos mejor hablar de los bestsellers de Bernard-Henri Lévy (BHL), que a duras penas alcanzan los… 3.000 ejemplares, incluyendo al menos 1.500, regalados como servicios de prensa (que los periodistas afines a BHL ya no leen, porque el contenido es hueco)?

Por el contrario, Comprender el Imperio es un libro claro, vivo, denso y radical. Está muy por encima de la producción de la edición francesa especializad en esos temas, porque el libro político medio es el de un jerarca que generalmente “escribe” con la ayuda de uno o varios escribidores ocultos (y cuyos libros se venden a un mercado cautivo: los militantes). Es el caso de Éric Zemmour, que recurre nada menos que a siete historiadores o archiveros, a su elección. Al menos, comparado con BHL, sigue siendo legible.

La traducción al español es interesante por cuanto los españoles no tienen los escrúpulos y complejos (adquiridos) de los franceses con el nacionalismo. Hay que repetirlo: los principales nacionalismos han sido “prohibidos” o criminalizados por la prensa dominante globalista, excepto, por supuesto, el de EEUU e Israel. Los otros son simplemente “peligrosos”. Uno se imagina la cara que pusieron un Mendès o un Reichstadt al leer Comprender el imperio, pero sobre todo la de un Aphatie o un Christophe Barbier [figuras omnipresentes en los medios franceses]: sus neuronas deben estar pasándolo mal todavía.

La página de la editorial: https://edicionesfides.wordpress.com/2021/04/20/comprender-el-imperio/.

Libro original en frances:

https://www.egaliteetreconciliation.fr/Comprendre-l-Empire-traduit-en-espagnol-63917.html

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Aquí un fragmento del libro (p. 120-121):

 

CONTRA LA MENTIRA IZQUIERDA / DERECHA : LA UNIÓN DE LA IZQUIERDA DEL TRABAJO Y DE LA DERECHA DE LOS VALORES

 

¿Cuál es el punto común entre la derecha de los valores y la derecha financiera? Ninguno, salvo la pretensión de su dominación política de dos grupos sociales que

en realidad son irreconciliables:

– uno basado en un orden moral y la jerarquía del viejo mundo;

– el otro sobre el amoralismo integral y moderno de la ley del lucro, puerta abierta a todos los arribismos, a todas las decadencias y a todas las movilidades sociales.

Una unión de dos grupos con pretensión de dominar donde el primero, que no tiene los medios, se pone al servicio del segundo que no comparte ninguno de sus valores: los

liberales instrumentalizando una y otra vez a los reaccionarios – a los que históricamente han derrotado y expulsado del poder – en tanto que idiotas útiles para seguir teniendo una

mayoría contra el pueblo, con la famosa: “unión de las derechas”.

O sea, la eterna manipulación de la muy respetable derecha de los valores, arraigada en la clase media, por el mundo del dinero, nacido de la izquierda histórica.

 

CERRAR PASO A LA IZQUIERDA, CERRAR PASO A LA DERECHA, UN MISMO COMBATE

A esa estúpida y falsa “unión de las derechas para cerrar paso a la izquierda” responde por supuesto la no menos estúpida y falsa “unión de las izquierdas para cerrar paso a la derecha”, defendida por Jean-Luc Mélenchon.

Un Mélenchon que sin embargo sabe muy bien que la izquierda libertaria y societal de un Cohn-Bendit es el peor enemigo, económica y socialmente, de la izquierda del trabajo aún defendida por las bases del PCF y la CGT.

Un análisis implacable del que debemos concluir lógica y políticamente que ante esta falsa oposición izquierda / derecha, enmascarando en realidad la alianza cruzada de la derecha financiera y la izquierda libertaria, solo la unión simétrica de la izquierda del trabajo y de la derecha de los valores puede constituir una oposición verdadera…

 

PARA IMPEDIR LA UNIÓN SAGRADA POPULAR : LA MECÁNICA ANTIFASCISTA

Una unión ganadora entre el proletariado y la clase media que el poder del dinero debe absolutamente impedir perpetuando, a través de los medios de comunicación y de los oficiantes remunerados (véase el capítulo 3), la ficción de la oposición izquierda / derecha.

Una oposición izquierda / derecha esencializada y mantenida artificialmente desde 1945 por el “pacto antifascista”.

Un antifascismo ahora sin fascistas, pero sellando sobre la espalda de los vencidos de la Segunda Guerra Mundial, el reparto del poder y la discreta alianza de liberales atlantistas y comunistas.

Comunistas reemplazados después de Mayo del 68 por los trotsko-izquierdistas.

Un antifascismo sin fascistas que es literalmente la herramienta del adoctrinamiento, la propaganda y el terror moral que aún hoy permite, a pesar de la evidencia económica, el mantenimiento electoral del auténtico fascismo imperial:

La dominación del Capital en su forma más parasitaria – anti-industrial y financiera – obligando al pueblo a la servidumbre mediante su explotación y su empobrecimiento…

Publicado originalmente en Red Internacional

 

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