Del feminismo feminizador al feminismo masculinizador – por Alain Soral

“La guerra de sexos no existe, es un señuelo engañoso del Capital. Si existiera, ¡las mujeres la perderían inexorablemente!”

 

Apuntes sobre el triunfo del masculinismo con la colaboración de las feministas

La historiadora feminista Marie-Jo Bonnet tiene razón, a través de las victorias del feminismo, se mantiene paradójicamente  la dominación del género masculino, que es a lo que conduce en última instancia el feminismo… algo que ya estaba contenido en germen en los libros de Simone de Beauvoir. Se pasó del feminismo feminizador al feminismo masculinizador.

 

El feminismo original era feminizador

De origen anglosajón y poco filosófico, valora las cualidades femeninas derivadas de su naturaleza (maternidad, crianza, inducción de su psicología y cultura (dulzura, pacifismo, etc.) frente a la brutalidad masculina (ligada al falo y a los músculos…).

A esto se le llama feminismo bostoniano. Pero es un enfoque considerado esencializador por Simone de Beauvoir, supuestamente una mujer filósofa, pero que era sobre todo una mujer de Sartre, que quiso adaptar el pensamiento de él, dictaminando que el feminismo es, o debe ser,  un existencialismo).

Así, frente al feminismo construido sobre la apología de la naturaleza femenina (articulación de lo bio-psico-socio), Simone de Beauvoir decretó el corte radical entre naturaleza y cultura, lo bio-orgánico por un lado y lo psico-social por otro; de modo que en adelante, según ella:

“No se nace mujer, se llega a serlo” (pero la compleja realidad es que se nace mujer Y se llega a serlo, lo mismo ocurre con los hombres).

A partir de entonces, la feminidad ya no sería inducida por la naturaleza (maternidad, sentido materno de la vocación femenina, pacifismo…) sino un hecho histórico y social… (esto ya es la puerta abierta a la teoría de género).

Y, por tanto, inevitablemente, entramos al campo de la política, y podemos acusar a los hombres de todos los sufrimientos femeninos, es decir que estaríamos ante ¡una conspiración del poder masculino, y de los hombres por extensión!

 

Entramos en el paradigma de la dominación

Ddonde antes se hablaba de complementariedad en una visión de la pareja, y no de primacía del individuo indiferenciado, Simone decreta, pues, que la feminidad (en cuanto trama  forjada por la mente masculina) es una inferiorización.

Así, la feminidad se vuelve inferioridad (la maternidad impide el “ascenso social”); de hecho, el acceso directo a la producción-consumo se ha convertido en sinónimo de realización.

Así pues, pasamos del feminismo como apología y valorización de la diferencia femenina (el poder y prestigio de la maternidad y la maternidad misma, que le confiere un poder indirecto a la mujer con su sicología fina, en el marco de la complementariedad social entre hombres y mujeres) al feminismo como lucha contra la inferioridad femenina… resultante de la trama masculina de dominación, con el hombre como enemigo a combatir, pero también como modelo y meta.

En otras palabras, presenciamos la transición de la mujer fina, sutil y psicológica, que sabe jugar con sus debilidades, a la mujer ruda y varonil. Se trata de una regresión objetiva, compensada por el trabajo asalariado (que confiere independencia económica) considerado como un criterio de elevación social (opuesto y confundido con la realización personal).

El poder adquisitivo se toma meta, y se decreta escala de medición del triunfo femenino.

Basta comparar el estatus de la matriarca mediterránea con el de la empleada superior occidental moderna, es decir, del prestigio simbólico al poder adquisitivo. De ahí la hiperagresividad, sin fuerza real, de la feminista masculinizante, sometida a este pacto de tontos y que, de hecho, ¡juega con los restos de la caballerosidad masculina patriarcal para que no la pillen! ¿Pero hasta cuándo?

 

Acerca de la guerra de sexos

La guerra de sexos no existe, es un señuelo engañoso del Capital. Si existiera, ¡las mujeres la perderían inexorablemente!

El efecto esquizofrénico (histeria) en las feministas: el hombre es a la vez el enemigo a combatir (de la lucha de clases a la lucha de género, todo en beneficio del Capital) y el modelo a imitar, la meta a alcanzar… El feminismo masculinizador conduce a un ser simiesco, la mujer imitadora del hombre odiado. Y, además, sin conseguir darle alcance nunca (por ejemplo, en el deporte, que siempre está perfectamente sexualizado, excepto en la hípica, donde el trabajo lo hace el caballo)

Así que hemos pasado del siglo XIX (las bostonianas) al XX (la Beauvoir, del 68), del feminismo feminizador al feminismo masculinizador…

El delirante neofeminismo estadounidense: del concepto mal digerido (sub-Sartre) al rechazo (emocional, histérico) de lo conceptual, concebido como herramienta histórica de dominación masculina. Es decir, woke y cancelación de la cultura… O sea, concientización y borrado… de la Razón.

Todo ello se ve favorecido por el poder del Capital (la incomprensión del marxismo cultural por parte de los reaccionarios, así como el freudo-marxismo, es decir, la destrucción del marxismo por el Deseo, opuesto a la Razón…).

A quién le pueda interesar, tenemos el caso de la diputada francés Sandrine Rousseau izquierdista quien declara: “el trabajo es un valor de derechas”. Así es cómo la izquierda social se vuelve antisocial.

De hecho, el pseudo poder feminista o el “empoderamiento” de las mujeres son un señuelo ilusorio, lleva el sello de una voluntad de la oligarquía (masculina) para reforzar la dominación, su dominación.

La primera ganancia evidente es distraer la atención de la lucha de clases. Crear la división sexual en la clase explotada. Crear la ilusión de la lucha progresista de las feministas, en realidad emanación de unas pequeñoburguesas reaccionarias.

Nota: la feminista es la mayoría de las veces una burguesa que se engaña a sí misma sobre su lucha social, que la mayoría de las veces no es más que una reivindicación de privilegios de clase insostenibles….

Por eso los marxistas auténticos y los comunistas serios siempre han sido antifeministas: de Louise Michel a Rosa Luxemburgo, peleando  dentro de la solidaridad de clase contra la guerra de sexos, lo serio contra lo frívolo…

Del mismo modo, las grandes mujeres de la burguesía cultural, por tanto de derechas, frente a las de la clase obrera de izquierdas (Colette, Marguerite Yourcenar) siempre se han burlado de las feministas por su pesadez e ingenuidad (querer competir con los hombres en el terreno de ellos es una falta de inteligencia y ambición).

Primera ganancia para la oligarquía, estamos ante un feminismo como incomprensión de la política (primacía de lo económico-social) a través de la reducción psicologista.

Recordatorio: la reducción psicologista a través de la disimetría del edipo: del amor de la madre a la seducción del padre por parte de la niña, desde el amor de la madre a la rivalidad con el padre, por parte del niño. Continuidad a nivel psíquico por un lado. Ruptura de lo psi por la irrupción de lo social -la ley del padre- por otra…) fundando prácticamente las dos categorías de lo psi y lo político (que la mujer suele confundir).

Segunda ganancia: la ampliación del Mercado.

Consecuencia: la entrada de la mujer en el sector terciario (compatible con el femenino, contrariamente a los sectores primario y secundario) y en el mercado del consumo, frente al amor maternal gratuito (parto, maternidad, cuidado del hogar…) de antaño.

Nota: el mercado de la adopción y la asistencia médica a la maternidad sin acudir a la penetración masculina, física y natural (aquí entrevemos uno de los objetivos profundos del movimiento LGBT, la reproducción lo más artificial posible, ) son extensiones de esto.

Tercera ganancia: feminismo y desnatalidad programada (es el proyecto globalista) implican liberación máxima del derecho al aborto (“mi cuerpo me pertenece”) y agenda LGBT (esterilización… ¡mayormente de blancos!)

Cuarta ganancia: la normalización a través de la indiferenciación. La productividad tiene interés en la estandarización, en la mezcla para abaratar costes: como primera etapa, tenemos las escuelas mixtas.

La realidad: no hay corte de lo orgánico a lo psicosocial, sino un engendramiento…

Así la dinámica Penetrante / Penetrado > conlleva la dimensión Dominante / Dominado: observamos la incidencia de lo biológico-orgánico sobre lo psicológico-afectivo y de lo psicológico-afectivo sobre lo económico-social: lo político.

 

El placer de ser dominado: el feminismo como renuncia al placer y a la plenitud

La contradicción femenina del placer y la dominación, o la dominación como renuncia al placer. Véanse los aportes de Weininger, en Sexo y Carácter; la feminidad tradicional era una forma de dominación indirecta.

Observación sobre el movimiento LGBT:

Dicho movimiento es mayoritariamente consecuencia del feminismo masculinizador: niñas que quieren convertirse en niños (esterilización paulatina por varios medios conyugados, y compensación de la frustración por una fecundación artificial, acudiendo a las instituciones médicas…) debido a la devaluación de la feminidad por parte del feminismo masculinizador dominante…

 

La estafa de la teoría de género, que estimula la disforia de généro

La disforia de género es algo copiado de la disforia de identidad corporal: ¡conlleva mutilación delirante en ambos casos!

De modo que la terapia de conversión de las personas tentadas por el homosexualismo, prohibida como tal en nuestros países, debería ser reconocida y preconizada en el marco de la lucha contra la patología de la representación.

La moda de los adolescentes transexuales: ¡Hoy te hacemos creer que puedes elegir tu sexo como eliges tu look!

Se está dando un paso adelante hacia el absurdo, del relativismo cultural al relativismo biológico: De Boas a Butler…

Pero Foucault nunca llegó a tales extremos, la teoría francesa del transexualismo no existe. Nada que ver con Derrida, cuya reflexión se basa en la deconstrucción y el Talmud, ni con Deleuze y Foucault (que encarnaron el marxo-freudismo, la ideología del deseo)…

 

Del relativismo cultural a la cultura woke y cancel

El relativismo cultural es la negación del materialismo histórico y, por tanto, de la Historia como proceso y jerarquía. Para Boas, hay que rechazar todo proceso y toda jerarquía como figura del mal y del macho. En otras palabras, se busca la destrucción de la Razón (Hegel).

La disforia de género es un negocio…, tras la cirugía estética, se impulsa a los jóvenes al cambio de sexo: se trata de renovar el mercado de la cirugía sin motivo terapéutico… Todo ello en consonancia con la agenda del transhumanismo, que consiste en incentivar el Hombre supuestamente aumentado por un lado (Attali), y disminuido por el otro (el o la adolescente trans esterilizado o esterilizada).

La realidad es que los bloqueadores de la pubertad y la administración de hormonas deberían ser castigados como instrumentos que agravan el delito de tortura en adolescentes que sufren.

Mutilación sexual y esterilización van juntas, aunque hayas múltiples fórmulas y grados variables en la mentira.

Cuando oímos mujer transexual, ¡debemos entender hombre travesti!  Y a la inversa el hombre transexual no es más que una mujer travesti, la mujer barbuda que se ofrecía antes en el circo!

El hombre que no puede penetrar a una mujer, la mujer que no puede salir embarazada ni dar a luz, son dos mutilados sexuales que ya no pueden reproducirse: el resultado es la esterilización consentida. El complemento es la producción de niños en el tercer mundo, para consumo de los países ricos, mediante la uberización de las técnicas reproductivas, que viene a renovar el mercado de la adopción, y favorece la desnatalidad occidental (blanca).

 

El movimiento LGBT combina feminismo + juvenilismo

El máximo de mentalidad reivindicativa e inconsciencia social (la joven burguesa de izquierdas en alianza al perfecto idiota atraído por el homosexualismo que lo emascula): es el mejor aliado del poder para simular luchas sociales y desviarlas hacia el nivel de lo “societal”. Todo es manipulación del capricho y malestar adolescente.

Volviendo a la frivolidad frente a seriedad, tenemos la llamada escritura inclusiva (estupidez y esquizofrenia): en francés, se dice “la pensée”: el pensamiento es masculino, y sin embargo, siempre se ha ortografiado en femenino, ahí está la sutileza creativa de la racionalidad profunda del lenguaje tradicional, en todos los pueblos. ¿Por qué pisotear esta riqueza heredada?

 

Consecuencia: el deporte femenino actual

Habría que establecer categorías: hay deportes femeninos que realzan (incomparables) y otros que devalúan (mimetizados con los hombres).

En lugar de jugar con su cualidad específicamente femenina, hay deportes como la gimnasia (Nadia Comaneci), o la danza clásica (ballet), donde las mujeres  son incomparables a los hombres; pero el feminismo impulsa a la competencia femenina con los hombres en disciplinas que demuestran su  inferioridad fisiológica: fútbol femenino, ciclismo femenino (que combinan fuerza de piernas, morfología, porciento de masa grasa, como un lastre radical…). Dan lugar a unos espectáculos penosos impuestos al público en prime time para respetar la agenda globalista (uniformización, mixtificación, desnaturalización) mediante la coartada del igualitarismo abstracto (contra la igualdad social traicionada).

 

Conclusión

Masculinizar el feminismo es apropiación cultural, e incluso usurpación. El extremismo LGBTQ+ desemboca en la instrumentalización de la crisis adolescente hasta la esterilización y la muerte (a nivel individual, la población transexual se suicida dos veces más que la población normal, y a nivel social, el derrumbe de los modelos masculino y femenino complementarios significa la muerte de cualquier comunidad humana.

Alain Soral, “Comprender la Epoca”, 2022

*

 

Traducción y adaptación: Maria Poumier

Publicado originalmente al espanol por Red Internacional

*

Artículos relacionados de Alain Soral

https://redinternacional.net/2022/07/26/comprender-la-epoca-capitulos-i-a-iii-por-alain-soral/

https://redinternacional.net/2022/08/05/comprender-la-epoca-capitulos-iv-y-v-por-alain-soral/

https://redinternacional.net/2022/08/07/comprender-la-epoca-capitulos-vi-vii-viii-por-alain-soral/

 

Comprar el libro Comprender la época

https://edicionesfides.wordpress.com/2022/05/09/comprender-la-epoca-por-que-la-igualdad/

 

Articulos relacionados de Maria Poumier

https://redinternacional.net/2022/07/26/comprender-la-epoca-capitulos-i-a-iii-por-alain-soral/

 

 

Print Friendly, PDF & Email