Es de izquierda la Ideología de Género?: ‘La Dictadura de las minorías consentidas’ – por Níkolas Stolpkin

“La izquierda debería tener en cuenta, que el creciente éxito de los euro-realistas en Europa, y que los Medios demonizan como de “ultra-Derecha”, se debe a que han sabido ocupar un espacio abandonado por la izquierda tradicional que dejó de creer en la lucha por los intereses de las mayorías, enfocándose hoy en los intereses de ciertas minorías. ¿Vamos a dejar que la Derecha en Latinoamérica comience a ocupar esos espacios vacíos?”



“Primero vinieron a buscar a los comunistas y no dije nada porque yo no era comunista.
Luego vinieron por los judíos y no dije nada porque yo no era judío.
Luego vinieron por los sindicalistas y no dije nada porque yo no era sindicalista.
Luego vinieron por los católicos y no dije nada porque yo era protestante.

Luego vinieron por mí pero, para entonces, ya no quedaba nadie que dijera nada.”

Martin Niemoller

I. Ideología de Género

Quieran o no reconocer, estamos siendo testigos hoy de una singular y poderosa reingeniería social que se está apoderando de cada uno de los espacios de nuestra sociedad. La civilización Occidental y su modelo de Democracia, tal como la conocemos, están siendo hoy amenazados por una corriente de pensamiento contrario a la ciencia y a la razón: la ideología de género.

Se preguntarán entonces por qué ideología. Definamos ideología. Según la RAE es: “Conjunto de ideas fundamentales que caracteriza el pensamiento de una persona, colectividad o época, de un movimiento cultural, religioso o político, etc.”.

Las ideologías son un “análisis de la realidad más una agenda política de transformación de esa realidad”.

Por tanto no es descabellado hablar de “ideología de género” cuando se trata de imponer un conjunto de ideas a como de lugar desde plataformas políticas, comunicacionales, institucionales u organismos globales.

La ideología de género, es una ideología distinta a las conocidas en el siglo XX (nazismo, marxismo), las cuales tenían un modelo económico, de sociedad y de Estado. La presente ideología, lo que persigue es un “modelo de ser humano”.

Su principal pilar observable corresponde a grupos “feministas” y homosexuales, todo lo demás (partidos, simpatizantes, políticos, gobiernos, etc.) vendrían a ser los “tontos útiles” o derechamente sus cómplices. De su pilar no observable, por otro lado, se debería estudiar más (los que organizan a los primeros y les inyectan sus dosis económicas para que no dejen de patalear. Llámese Élites económicas, fundaciones, ONG, etc.).

Pero se preguntarán cómo ciertas minoría han podido instalar sus ideas e influenciado en los Medios, clase política e instituciones (Nota: en otro capítulo les tendré la respuesta a esto y a otras cosas más, como, por ejemplo, el negocio detrás de todo esto. Pero vayan olvidando, por mientras, esa idea absurda de que el marxismo, los “progresistas”, la “izquierda”, están detrás de todo ello. Eso es una falacia, un mito creado desde voces anti-comunistas). Pues todo este poder de influencia se ha construido en varias décadas, principalmente desde mediados de los años 90′ del siglo pasado, y a través de un conjunto de cambios que habrán de instalar progresivamente en países fundamentalmente “desarrollados”. Es así como habremos de escuchar poco a poco, cosas impensables para la época, tales como “matrimonio homosexual”, “legalización de drogas”, etc. Mañana también tendremos que prepararnos para habituarnos a otras cosas más, tal como ayer aquellas cosas nos parecían aberrantes o impensables para la época.

En la actualidad, el panorama con respecto a las minorías y sus demandas es muy distinta a décadas atrás. Se ha llegado a un punto en que las voces de las minorías tienen más volumen e influencia que las voces de las mayorías. Y eso sucede por una razón sencilla: han invisivilizado a las mayorías, las han anulado, y han inmovilizado el poder de influencia de la iglesia, porque con ellas difícilmente habrían de abrir paso a sus ideas. Pero el éxito que hoy está teniendo la ideología de género, al igual que otras ideas de ciertos grupos minoritarios, tiene más que ver con el silencio de aquellas mayorías o a la nula resistencia hacia aquellas ideas. No se podría entender de otra manera. El éxito del nazismo tuvo que ver mucho con ese silencio, acompañado además del miedo. Hoy todavía estamos a tiempo, mañana podría ser muy tarde.

La gran importancia que reviste la ideología de género es por su intromisión en las libertades individuales y la familia. Hoy nos podría parecer imperceptible dicha intromisión, pero en cuanto menos esperemos estará golpeando a nuestra puerta. La introducción de textos escolares con temática homosexual, “perspectiva de género” o hipersexualizados, la instalación de negocios exclusivamente para mujeres o favorables a ellas, la aplicación del “lenguaje inclusivo” o su promoción, el cambio en el lenguaje basado en un “enfoque de género”, son sólo algunos de los síntomas con los cuales se está manifestando la ideología de género y que comienzan a afectar directamente a los individuos, en unos lugares más que en otros.

Debemos señalar, además, que la ideología de género no se circunscribe a un solo país, esto se está llevando de manera global, gradual y especialmente dentro de nuestra civilización occidental, con la finalidad de cambiar al ser humano y otras, por supuesto, que habremos de dar a conocer en otra oportunidad.

Incluso podríamos encontrar cierta similitud con el nazismo alemán: en la imposición de una ideología o creencia irracional.

Mientras el nazismo consideraba a los judíos como una “raza inferior” o que no eran seres humanos, la ideología de género prácticamente señala que el sexo de las personas no existe (hombre y mujer), que aquello es una “construcción cultural”, que lo correcto sería llamarle “género”, ya que es un término más amplio a la imaginación y que no discrimina (mujer, hombre, LGTBI+). Mientras el nazismo alemán consideraba que los hijos les pertenecían al Estado y éstos tenían el poder incluso de denunciar a sus propios padres, la ideología de género ya está pensando en “Democratizar la familia” para que los niños y adolescentes puedan tener voz y voto ante sus padres: “no son propiedad de sus familias, sino titulares de derechos, con voz y voto”. Mientras el nazismo alemán consideraba válido que los juguetes para niños era una manera efectiva para difundir su propaganda racial y política, e inculcar el militarismo, la ideología de género comienza a influenciar en la fabricación de juguetes con enfoque o “perspectiva de género” para inculcar desde la infancia sus ideas.

Por tanto, hay que detenerse a pensar y a razonar seriamente. De nada sirve alterarse con el presente texto (que algunos quizá cataloguen de “derecha”, “homofóbico”, “conservador”, “machista”, etc. Curiosamente con los mismos términos que acostumbran a señalar a los que opinan libremente en contra de la ideología de género.), y el cual seguiremos desarrollando. Esto no se trata de ser de izquierda o ser de derecha. Esto no se trata de ser creyentes o ser ateos. Esto se trata de cada uno de nosotros, como seres humanos pensantes, con criterio formado. Porque tarde o temprano irán a chocar con nosotros, quieran o no, si es que no lo han hecho ya. El poema arriba expuesto del pastor alemán Martin Niemoller, ambientado en la Alemania nazi, no está puesto al azar, grafica en parte el silencio en que está sumergida nuestra sociedad con respecto a esta ideología.

La izquierda debería tener en cuenta, que el creciente éxito de los euro-realistas en Europa, y que los Medios demonizan como de “ultra-Derecha”, se debe a que han sabido ocupar un espacio abandonado por la izquierda tradicional que dejó de creer en la lucha por los intereses de las mayorías, enfocándose hoy en los intereses de ciertas minorías. ¿Vamos a dejar que la Derecha en Latinoamérica comience a ocupar esos espacios vacíos?

Quedan pues invitados a levantarse, a perder el miedo, a golpear la mesa, a abrir los ojos, a poner orejas, a abrir la boca y a escupir la sopa, porque no habremos de tragar semejantes barbaridades. Somos mayoría y tenemos la obligación de ejercer ese poder. Las opiniones e ideas de las minorías no pueden estar por sobre las opiniones e ideas de las mayorías. Eso es violencia.

Níkolas Stolpkin, 1 septiembre 2018
***
Próximo capítulo: II. La Democracia amenazada. ¿Hacia dónde vamos?

“Así que si se llaman demócratas, empiecen por tener muy presente que democracia es el respeto a la mayoría y que las mayorías son las que mandan, las que determinan su propio destino…” 
Fidel Castro, La Habana, 13 de marzo de 1959

Print Friendly, PDF & Email