‘Corrección política’: Si eres neutral en situaciones de injusticia, has elegido el lado del opresor

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El silenciamiento de los críticos de Israel utilizando el antisemitismo como pretexto está muy lejos de estar restringido a la actual ola de ataques contra Jeremy Corbyn y su Partido Laborista. Ahora se usa para intimidar a cualquiera que se salga de la línea de Israel. Una vez nos enfurecimos contra la fusión de antisemitismo y el antisionismo. Hemos perdido de tal forma esa batalla que ahora es un procedimiento operativo común para los apologistas de Israel mezclar el antisemitismo por simples críticas al actual Gobierno ultranacionalista de Israel.

Aquí hay una ilustración de nuestra derrota, publicada en el diario israelí Haaretz. Se trata de lo que en otras circunstancias sería una caricatura satírica bastante estándar: está publicada por el diario alemán Süddeutsche Zeitung acerca de que Israel ganó el concurso de Eurovisión la semana pasada. El primer ministro israelí Benjamin Netanyahu se muestra en el escenario vestido como la cantante ganadora de Israel, Netta, y proclamando “¡El próximo año en Jerusalén!”.

Después de la protesta habitual el dibujante, Dieter Hanitzsch, fue despedido. Aparentemente no hay preocupaciones por el estilo de Charlie Hebdo sobre la libertad de expresión en esta ocasión.

Como se ha vuelto familiar en estos casos, Wolfgang Krach, editor en jefe del Süddeutsche Zeitung, parecía inseguro de si la caricatura era realmente antisemita. Pero, presumiblemente, pensó que era mejor despedir al dibujante para estar seguro. Esperemos que Hanitzsch pueda llevar a Krach y su periódico a aclararse ante un tribunal laboral.

Un crítico, Jonas Mueller-Töwe, que suena como la versión alemana de Jonathan Freedland, ha afirmado que “una estrella judía”, que sería el emblema de Israel de la Estrella de David, en un cohete sostenido por Netanyahu sugiere que “detrás de cada guerra se esconden los intereses judíos”. En cambio, simplemente podemos confiar en nuestros ojos, que proporcionan un significado diferente: que Israel, un Estado altamente militarizado, ganó el concurso de Eurovisión al mismo tiempo que devastaba Gaza, una vez más, y ahora podrá usar su calificación para un evento cultural popular en Jerusalén el próximo año para blanquear sus crímenes de guerra.

Antes de inclinarnos demasiado sobre la importancia de cada detalle, debemos recordar que las caricaturas políticas, por su propia naturaleza, necesitan usar símbolos como abreviatura de ideas más complejas. Exigimos lo imposible de un caricaturista si esperamos que nos ofrezca sátira política mientras le niegan la posibilidad de usar símbolos.

Entonces, ¿qué es antisemita en la caricatura? No se trata de judíos, se trata del primer ministro israelí y su agenda de guerra. Y, supuestamente, la “nariz, orejas y labios de gran tamaño” de Netanyahu seguramente están dentro de los límites normales de una caricatura. ¿Realmente queremos imponer una demanda unilateral a los dibujantes cuando se trata de dibujar a los líderes de Israel con imágenes anatómicamente precisas?

El problema aquí -como con el debate de la “crisis” antisemita sobre el Partido Laborista- es que está totalmente divorciado de cualquier sentido de proporción o realidad. La pregunta que deberíamos estar haciendo en un caso como este es, ¿qué tipo de historieta satírica que critica a Israel podría satisfacer los criterios exigidos por los actuales guardianes del antisemitismo?

Y en consecuencia, ¿qué dibujante se atreverá a desplegar sus habilidades satíricas contra Israel cuando la respuesta invariablemente los llevará a ser acusados ​​de antisemitismo y posiblemente perder su carrera y su reputación?

Eso es precisamente lo que significa el antisemitismo armamentista. Entrega a Israel una tarjeta de impunidad. Intimida a los formadores de opinión (periodistas, humoristas, comediantes, políticos, líderes de la sociedad civil, activistas de derechos humanos) al hacer que el tema de Israel sea tan tóxico que ninguno se atreva a tocarlo. Basta con mirar a la BBC para ver el resultado: una mezcla de cerco y censura absoluta a la hora de cubrir a Israel.

Como el arzobispo Desmond Tutu nos recordó: “Si eres neutral en situaciones de injusticia has elegido el lado del opresor”. Una sumisión a aquellos que abusan del antisemitismo para hacer a Israel inatacable conlleva terribles consecuencias para los palestinos. Requiere que, después de décadas de traicionarlos, nosotros -en occidente- una vez más nos volvemos ciegos a su sufrimiento. Y como se destacó la semana pasada en la matanza de Israel de los manifestantes desarmados de Gaza, despeja el camino hacia un futuro en el que Israel pueda y vaya a cometer atrocidades cada vez más graves contra los palestinos.

Jonathan Cook, 21 mayo 2018

Fuente original

Fuente traduccion Traducido del inglés por J. M.

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