Ucrania: para dar sentido a la guerra – por Israel Shamir

 

Nos hemos esforzado por entender los trágicos sucesos de Ucrania, estudiando minuciosamente la actualidad para descubrir el plan maestro de la estrategia de Putin. No lo hemos conseguido. Entonces miramos hacia atrás, a diciembre del año pasado. De repente, todo encajó.

El 15 de diciembre de 2021, Rusia envió un ultimátum a Estados Unidos y a la OTAN. Dos días después se publicó, y el Ministerio de Asuntos Exteriores ruso invitó a Occidente a firmarlo y a aceptarlo, o al menos a empezar a discutirlo. No sólo no se firmó, sino que ni siquiera se reconoció debidamente. Se ignoró descaradamente, como si fuera una exigencia de un adolescente a un adulto.

Lástima, porque habría salvado al mundo de la guerra de Ucrania, a los europeos de costosas facturas, y a los Estados Unidos de la terrible destrucción y las muertes masivas de la Tercera Guerra Mundial. Putin había dejado claro lo que quería, y era una petición razonable. Todo lo que ocurrió posteriormente se produjo para lograr, al menos, una discusión adulta de estos documentos.

Putin envió el ejército a Kazajistán, y en febrero a Ucrania, y más recientemente su ejército ha comenzado a destruir la infraestructura ucraniana, que antes se había abstenido de dañar.

Hay un chiste ruso sobre un hombre que visitaba con frecuencia a la mujer de otro. El marido lo encontró y lo tiró por la ventana. Cuando llegó a casa unos días después, descubrió al amante de su mujer con las piernas y los brazos enyesados. Lo llevó a la ventana, pero antes de arrojarlo, le dijo: “Amigo, ésta es mi mujer. Déjala en paz”. Y el amante le contestó: “¿Por qué no me lo dijiste antes? ¿Por qué sólo lo insinuaste?”.

La OTAN y Estados Unidos deberían haber escuchado a Putin en diciembre del 21, en lugar de esperar hasta diciembre del 22. Todas las penas de Ucrania han venido de sutiles insinuaciones del señor Putin, que ni siquiera estaba muy interesado en Ucrania.

Veamos lo que Rusia quiere de Estados Unidos.

Artículo 1

Las Partes cooperarán sobre la base de los principios de seguridad indivisible, equitativa y sin menoscabo, y a estos efectos, no emprenderán acciones ni participarán o apoyarán actividades que afecten a la seguridad de la otra Parte no aplicarán medidas de seguridad adoptadas por cada Parte individualmente o en el marco de una organización internacional, alianza militar o coalición que puedan socavar los intereses fundamentales de seguridad de la otra Parte.

Artículo 2

Las Partes procurarán que todas las organizaciones internacionales, alianzas militares y coaliciones en las que participe al menos una de las Partes se adhieran a los principios contenidos en la Carta de las Naciones Unidas.

Artículo 3

Las Partes no utilizarán los territorios de otros Estados con el fin de preparar o llevar a cabo un ataque armado contra la otra Parte u otras acciones que afecten a los intereses fundamentales de seguridad de la otra Parte.

Artículo 4

Los Estados Unidos de América se comprometerán a impedir una mayor expansión de la Organización del Tratado del Atlántico Norte hacia el Este y a denegar la adhesión a la Alianza a los Estados de la antigua Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas.

Los Estados Unidos de América no establecerán bases militares en el territorio de los Estados de la antigua Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas que no sean miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, no utilizarán sus infraestructuras para ninguna actividad militar ni desarrollarán una cooperación militar bilateral con ellos.

Artículo 5

Las Partes se abstendrán de desplegar sus fuerzas armadas y armamento, incluso en el marco de organizaciones internacionales, alianzas o coaliciones militares, en las zonas en las que dicho despliegue pueda ser percibido por la otra Parte como una amenaza para su seguridad nacional, con la excepción de dicho despliegue en los territorios nacionales respectivos de una u otra Parte.

Las Partes se abstendrán de hacer volar bombarderos pesados equipados con armamento nuclear o no nuclear o de desplegar buques de guerra de superficie de cualquier tipo, incluso en el marco de organizaciones internacionales, alianzas o coaliciones militares, en las zonas situadas fuera del espacio aéreo nacional y de las aguas territoriales nacionales, respectivamente, desde donde puedan atacar objetivos en el territorio de la otra Parte.

Las Partes mantendrán el diálogo y cooperarán para mejorar los mecanismos de prevención de actividades militares peligrosas en alta mar y sobre ella, incluyendo el acuerdo sobre la distancia máxima de aproximación entre buques y aeronaves de guerra.

Artículo 6

Las Partes se comprometen a no desplegar misiles terrestres de alcance intermedio y de menor alcance fuera de sus territorios nacionales, así como en las zonas de sus territorios nacionales, desde las que dichas armas puedan atacar objetivos en el territorio nacional de la otra Parte.

Artículo 7

Las Partes se abstendrán de desplegar armas nucleares fuera de sus territorios nacionales y devolverán a sus territorios nacionales las armas ya desplegadas fuera de sus territorios nacionales en el momento de la entrada en vigor del Tratado. Las Partes eliminarán toda la infraestructura existente para el despliegue de armas nucleares fuera de sus territorios nacionales.

Las Partes no entrenarán al personal militar y civil de los países no nucleares en el uso de armas nucleares. Las Partes no realizarán ejercicios o entrenamientos para fuerzas de uso general que incluyan escenarios que impliquen el uso de armas nucleares.

Prestemos atención a los artículos 4, 5 y 6. Son relevantes para el caso de Ucrania.

Veamos la propuesta rusa a la OTAN, empezando por el artículo 4:

Artículo 4

La Federación Rusa y todas las Partes que eran Estados miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte al 27 de mayo de 1997, respectivamente, no desplegarán fuerzas militares y armamento en el territorio de ninguno de los demás Estados de Europa, además de las fuerzas estacionadas en dicho territorio al 27 de mayo de 1997. Con el consentimiento de todas las Partes, tales despliegues podrán tener lugar en casos excepcionales para eliminar una amenaza a la seguridad de una o más Partes.

Artículo 5

Las Partes no desplegarán misiles terrestres de alcance intermedio y corto en zonas que les permitan alcanzar el territorio de las otras Partes.

Artículo 6

Todos los Estados miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte se comprometen a abstenerse de cualquier nueva ampliación de la OTAN, incluida la adhesión de Ucrania, así como de otros Estados.

Artículo 7

Las Partes que son Estados miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte no llevarán a cabo ninguna actividad militar en el territorio de Ucrania, ni tampoco de otros Estados de Europa Oriental, del Cáucaso Meridional y de Asia Central.

Para excluir los incidentes, la Federación Rusa y las Partes que son Estados miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte no realizarán ejercicios militares ni otras actividades militares por encima del nivel de brigada en una zona de anchura y configuración acordadas a cada lado de la línea fronteriza de la Federación Rusa y los Estados en alianza militar con ella, como tampoco lo harán las Partes que son Estados miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte.

Ahora todos podemos entender lo que quiere Putin. No hay condiciones difíciles u ocultas, todo está perfectamente claro. Putin insiste en formalizar las condiciones que acordaron el Sr. Gorbachov y sus homólogos occidentales en los años 80 y 90 del siglo pasado. La Rusia del señor Putin no quiere apoderarse de los territorios ni de los recursos de otros países. Lo que propone no es el Tratado Sykes-Picot; es una propuesta generosa a Occidente. Si no la aceptan los EEUU, entonces aceptemos la inevitable aniquilación nuclear de la humanidad. Los orgullosos caerán, los humildes heredarán la tierra. Y lo realmente chocante es que todas las condiciones y razones se expusieron hace un año, y hubo tiempo de sobra para llegar a un acuerdo. Esto explica la relativa falta de interés de Putin en Ucrania. Incluso la retirada de Jerson no le ha angustiado mucho. Putin no quiere anexionarse Ucrania, sólo lo hará si no hay otra opción.

ISRAEL SHAMIR, 28 NOVIEMBRE 2022

 

Articulo Original : https://www.unz.com/ishamir/to-make-sense-of-war/

Traduccion MP para Red Internacional

Del mismo autor, sobre el mismo tema: https://redinternacional.net/2022/10/14/ucrania-una-guerra-tediosa-por-israel-shamir/

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