Las tenazas del sionismo se disponen a estrangular a México – por Jorge Santa Cruz
México está entre dos fuegos. Por un lado, el de las oscuras fuerzas del sionismo internacional de derecha, encabezado por el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu y, por el otro, el del sionismo anárquico de izquierda, de George Soros.
Netanyahu, como es de todos sabido, proclama la superioridad racial de su pueblo y es partidario de la construcción de muros para evitar el roce con los palestinos.
Para Netanyahu, la de los muros es una cuestión de seguridad nacional
Esta doctrina tiene un ferviente partidario en el actual presidente de los Estados Unidos de América, Donald Trump.
Soros, judío nacido en Hungría, está impedido de ingresar a esta nación porque financia la llamada corriente del marxismo cultural que tiene como propósito la destrucción de la cultura occidental cristiana (a la que también combate Netanyahu).
Para conseguirlo, Soros patrocina las caravanas migrantes, está detrás del separatismo catalán y es uno de los principales promotores del lobbie lésbico gay; su fundación Open Society se dedica a subvertir la gobernabilidad de los países donde se enquista y, como experto en delitos financieros, provoca crisis artificiales para comprar barato y vender muy caro.
La Fundación Open Society dice defender los derechos humanos pero, en realidad, se dedica a desprestigiar a las instituciones y a los funcionarios de los países que se oponen a sus políticas abortistas, de legalización de las drogas, de invasiones culturales disfrazadas de migraciones humanitarias y de fragmentación de las naciones.
México está, pues, bajo el devastador ataque de estas dos fuerzas del sionismo.
Lo que implican las caravanas de migrantes
La llegada a México de las primeras caravanas de migrantes centroamericanos, constituye un claro desafío de Soros al presidente de los EUA, Donald Trump; pero, también, es una buena oportunidad para que el aliado israelí de míster Donald, Benjamín Netanyahu, propine un fuerte golpe a su enemigo Soros.
A la hora de escribir el presente artículo, nos enteramos de que Trump quiere cerrar la frontera debido a las presiones de los migrantes centroamericanos. Esta decisión, muy del estilo de Netanyahu, agudizaría las tensiones con Washington y colocaría a México en un grave riesgo diplomático y de seguridad nacional. Trump siempre tiene en mente que puede mandar tropas a territorio mexicano para acabar con los “bad hombres”.
Este escenario le vendría bien a Trump, quien trabaja para su reelección, luego de perder la mayoría en la Cámara de Representantes, en las elecciones de medio término.
Por paradójico que parezca, a Soros también le vendría bien una crisis entre México y los Estados Unidos de América. ¿Por qué? Porque fragmentando a México y Centro América provocaría una crisis de seguridad nacional en Estados Unidos.
Según los cálculos de Soros, la caída del actual sistema yanqui y su posterior control le permitirían imponer su dictadura en América y Europa, valiéndose de la decadencia política, económica, financiera, militar, educativa, social y cultural que ha promovido durante décadas en ambos continentes.
De hecho, Soros utiliza las caravanas de migrantes para acelerar el proceso de decadencia de México. Sus armas son la promiscuidad sexual, la ideología de género, el aborto, el consumo legal de drogas y la balcanización. Sí, la balcanización, a partir de la división de la nación mexicana por medio del reconocimiento de la soberanía de los llamados “pueblos originarios”, so pretexto de reconocerles sus derechos sobre los recursos naturales.
La división de México en micropaíses que quiere Soros es muy similar a la estrategia de Netanyahu en Medio Orfiente: dividir y reducir a los pueblos árabes a su mínima expresión, para que carezcan del poder de oponerse al Gran Israel que está en construcción.
Conclusión
Es un hecho que el presidente electo de México, Andrés Manuel López Obrador, cuenta con un proyecto económico que pretende beneficiar a la mayoría de la población, a la mayoría que ha sido golpeada por una economía neoliberal salvaje. Esta visión económica le ayudó a superar los 30 millones de votos en la elección del pasado 1 de julio.
Sin embargo, este programa económico-social es eclipsado por la plataforma sorosiana de autorizar la práctica indiscriminada del aborto, de la imposición (con todo el rigor persecutorio) de la ideología de género y de la legalización del consumo de drogas. Soros tiene en Olga Sánchez Cordero, designada para la Secretaría de Gobernación, a su principal operadora.
López Obrador tiene el deber de proteger a México del sionismo derechista de Netanyahu y del sionismo de izquierda de Soros. La esencia sionista es la misma. Lo único que cambia es el enfoque para su aplicación.
El de Netanyahu es invasivo, guerrerista, terrorista, persecutor, discriminador, violador de la dignidad humana.
El de Soros funciona a base de la infiltración, es decir, del debilitamiento interno. En lugar de la guerra abierta, atiza la lucha de clases, el rencor social y la degradación humana.
En el fondo, estas dos concepciones coinciden en algo: en que pretenden el sometimiento de los demás pueblos de la tierra. Usted puede comprobarlo: ambos, son enemigas de la identidad nacional y de la autoridad legítima de cada pueblo.
El deber de López Obrador, a partir del 1 de diciembre de 2018, será el de preservar a México de estos dos peligros. Deberá ser independiente de Netanyahu y de Soros. Su único “amo”, ha sido, es el pueblo de México.
Si AMLO no mete en cintura a Sánchez Cordero, ésta provocará que la desintegración de América Central se expanda a México. Entonces, Trump aplicará con mayor facilidad el cierre de fronteras y el levantamiento del muro. Soros -por su parte- provocará un infierno inédito, con base en grupos delincuenciales como la mara salvatrucha y los mini cárteles de la droga, del secuestro, de la trata de personas, del turismo sexual infantil, etcétera.
En este escenario, la nación mexicana será estrangulada por dos verdugos sionistas: el de derecha, Netanyahu, y el de izquierda, Soros.
El aviso a López Obrador se le da a tiempo. Veremos de qué está hecho y quién es su verdadero amo.
Jorge Santa Cruz, 28 noviembre 2018
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Kushner y la abyecta subordinación de Peña y Videgaray
El agónico gobierno de Enrique Peña Nieto tuvo el cinismo de distinguir con la Orden Mexicana del Águila Azteca, la más importante que concede nuestro país a personajes extranjeros, ni más ni menos que a Jared Kushner, yerno del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump.
Según la versión oficial, Peña Nieto y su canciller, Luis Videgaray Caso, decidieron reconocer a Kushner en su calidad de asesor senior de Trump, debido asus “significativas contribuciones” para lograr la negociación del nuevo Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá.
En realidad, esa decisión confirma la subordinación de ambos (de Peña y de Videgaray) al gobierno de los Estados Unidos, a pesar de éste que prosigue con el proyecto del muro fronterizo, de que violenta la dignidad humana de millones de personas y de que llega al extremo de mantener separados de sus familias a decenas de menores de edad.
Detengámonos en el tema del muro. Lo que hace Trump no es sino imitar (o tal vez obedecer) al primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, quien levantó recientemente un de 12 kilómetros entre la frontera de Israel y el Líbano. Se trata de una barrera de hormigón, de nueve metros de alto, rematadacon trampas de acero.
Netanyahu asegura que este muro garantiza la seguridad de Israel ante los combatientes chiitas de Hezbolá, apoyados por Irán.
Trump, por su parte, asegura que el muro que ordenó construir en la frontera con México garantizará la seguridad de Estados Unidos, porque evitará la entrada de delincuentes muy peligrosos y de trabajadores indocumentados que quieren quitar los empleos a los estadounidenses.
Los méritos de Kushner
En rigor, el yerno de Trump carece de méritos para recibir la Orden Mexicana del Águila Azteca porque la que le importa, en realidad, al igual que a su esposa Ivanka y a su suegro, Donald, es el águila calva de la Doctrina Monroe y del Destino Manifiesto.
Kushner la recibirá para simbolizar que el puritanismo yanqui se ha impuesto, otra vez, al México mestizo y todavía católico.
La cancillería mexicana, aún bajo el mando de Videgaray, explicó su decisión de distinguir a Kushner con estas palabras:
“La participación del Sr. Kushner fue determinante para dar inicio al proceso de renegociación del TLCAN, evitando una salida unilateral de Estados Unidos de dicho tratado, y su constante y eficaz involucramiento fue clave para lograr un cierre exitoso de las negociaciones. El nuevo T-MEC, que sustituirá al TLCAN en caso de que así lo apruebe el Senado mexicano, ofrece un importante elemento de estabilidad para la economía nacional, y da certidumbre a millones de trabajadores mexicanos cuyo empleo depende de las exportaciones de bienes y servicios de México a Estados Unidos y Canadá”.
Lo que no dijo, ni dirá el canciller saliente es que con el T-MEC, nuestro país se volverá todavía más dependiente de los Estados Unidos. Trump no hubiera aceptado un tratado favorable a México.
¿Por qué Kushner?
Porque es uno de los operadores más eficientes de Estados Unidos y de Israel.
Kushner viajó a Jerusalén el 22 de junio pasado, para negociar con Netanyahu una salida a la crisis humanitaria de Gaza, sin afectar la seguridad del Estado judío.
Él mismo, acompañado por Ivanka, había inaugurado la nueva sede de la embajada yanqui ¡en Jerusalén!, cinco semanas antes (el 14 de mayo).
Por eso, el gobierno de Peña Nieto y Videgaray Caso tomó la decisión de distinguir a Kushner con la Orden Mexicana del Águila Azteca.
Las caravanas de migrantes
De manera paralela, el agónico gobierno de Peña y Videgaray sincronizó el homenaje a Kushner con el avance de las caravanas de personas procedentes de Centroamérica, para que el presidente Trump pudiera mantener vivo su discurso racista y a favor del muro fronterizo.
Todo lo calcularon hasta el mínimo detalle o -muy probablemente- todo lo aplicaron al pie de la letra, como se los ordenaron desde los oráculos de Washington. (¿Será que tal vez lo hicieron con la esperanza de ser contratados en el extranjero, por poderosas transnacionales, luego de dejar el poder, al estilo de Ernesto Zedillo?).
Jorge Santa Cruz, 29 noviembre 2018
Fuente Red Internacional