Trump y Corbyn (y la advertencia de Rusia sobre Siria) – por Israel Shamir

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A medida que se acerca un nuevo enfrentamiento militar en Siria, ideado por Israel, preparado por los británicos y ejecutado por los Estados Unidos, el futuro de Occidente depende, en gran parte, de dos francotiradores: el presidente estadounidense Donald Trump y el líder de la oposición del Reino Unido, Jeremy Corbyn. Ambos son tan diferentes el uno del otro: uno de ellos está a favor del capitalismo; el otro es socialista, pero se les considera a ambos muy indulgentes respecto a Rusia, al menos no echan espuma por la boca al escuchar el nombre de Putin. Los dos son enemigos de Wall Street y de la City, ambos se oponen al Estado Profundo y a la OTAN, además de ser enemigos del globalismo y de un gobierno mundial. Uno es amigo de Israel y el otro de Palestina, pero ambos son acusados de racismo y antisemitismo.

Es una particularidad pintoresca de nuestro tiempo que el antisemitismo sea considerado el gran pecado imperdonable, tomando el lugar de la negación de Cristo. Una actitud negativa hacia los judíos negadores de Cristo era en otra época lo esperado, y la Iglesia, o su tribunal la Inquisición, juzgaba a los acusados. Hoy en día, los medios de comunicación dominantes, judíos en su gran mayoría, son los acusadores, pero además son a la vez juez y jurado, y la actitud anti-judía es considerada por ellos como la peor forma de racismo. Nuestros dos dirigentes no son culpables, sino sólo acusados, pero el tribunal de los medios no ofrece absolución jamás.

En efecto, el racismo es feo (aunque la codicia es peor), y el odio hacia los judíos por el simple hecho de ser judíos tampoco es algo bonito (supongo que usted no esperaría una respuesta distinta viniendo de un hijo de padres judíos, ¿verdad?). Los judíos son divertidos, listos, astutos, sentimentales y les gusta la aventura, lo que los hace capaces de realizar cosas. Pueden ser buenos, por eso la Iglesia los quiere acercar a Cristo. Si fueran intrínsecamente malos, ¿por qué preocuparse por sus almas? ¿Son los judíos codiciosos? Cualquiera vendería a su abuela por un puñado de dólares, pero sólo un judío la entregaría, dicen los judíos. Los judíos tienden a predicar y a adjudicarse un alto estatuto moral, pero esa es una tradición, en una nación de sacerdotes. Sin embargo, el universalismo y el antirracismo no son precisamente su punto fuerte, y resulta pasmoso que se autonombren jueces en materia de racismo.

Los nazis estaban en contra de los judíos, así que los judíos son los anti-nazis por excelencia: esa es la lógica detrás de este autonombramiento. Resulta más fácil tratar con categorías étnicas o raciales que con ideas. Sin embargo, una vía más fácil puede acarrear resultados erróneos, y eso es lo que vamos a demostrar recurriendo no a los judíos malos como Netanyahu o Sharon, sino a los mejores entre los judíos.

¿Llamaría usted “izquierdista y liberal” a un hombre que quiere crear reservas para los negros, un Estado separado para los negros, para darles los derechos de voto en este Estado separado? ¿Un hombre cuyo lema sea “ustedes allá; nosotros aquí”? Lo dudo. Dependiendo de su color, probablemente lo describiría como un racista blanco, o como miembro de la organización Nación del Islam. Pero para los judíos, existen patrones diferentes.

Uri Avnery, el recién difunto activista israelí por la paz, recibió espléndidos elogios[1]. Muchos israelíes se despidieron de él antes de que su cuerpo fuera cremado y sus cenizas lanzadas en las costas de Tel Aviv. Medios masivos de comunicación de todas partes del mundo, hombres de Estado, políticos y activistas dedicaron magnánimas palabras a su memoria. Un hombre valiente, un espíritu noble, un luchador por la paz, todo eso se dijo y era cierto. Pero este hombre, el más progresista y liberal de izquierda de todo Israel, fue el padrino del muro de la separación; fue él quien acuñó el eslogan “ustedes allá; nosotros aquí”. No quería vivir con árabes en un mismo Estado común. Impulsó la creación de un gueto para los no-judíos.

No tuvo reparos en visitar a los árabes, en jugar ajedrez con Yasir Arafat durante el asedio israelí; o en defenderlos si eran maltratados por judíos de mala hierba. ¿Pero vivir con ellos como iguales? No, de ninguna manera. La postura de Avnery era la de un bóer nacionalista de antaño, un auténtico creador de bantustanes, esos enclaves territoriales cerrados destinados para negros en la Sudáfrica del Apartheid. Se sentiría como en casa con los fundadores de Rodesia.

Había para todo esto una razón práctica y pragmática: Avnery y los de su clase habían despojado a los palestinos de sus tierras y de sus medios de subsistencia en 1948, los habían expulsado de sus casas, los acorralaron en reservas y se repartieron el botín. Se volvieron ricos. Y por nada del mundo  quisieron permitir el regreso de refugiados y renunciarasí al botín robado.

Avnery creía que la paz era posible porque los árabes estarían agradecidos si se les dejaba en paz en sus bantustanes. Estaba a favor de la paz con Hamas, ya que estaba seguro de que también ellos se conformarían con lo que se les diera.

Esa es la izquierda israelí: gente que sació su sed de propiedades árabes y que ya no necesita más.

Los adversarios de Avnery no eran árabes, sino judíos que llegaron posteriormente. Estos judíos no habían participado en el gran saqueo de 1948; y por eso querían su tajada del pastel.

Esa es la derecha israelí: gente que quiere exprimir más a los palestinos, incluso si eso significa la continuación del conflicto armado.

Lo que tienen en común la izquierda y la derecha israelí es su rechazo a dar su libertad a los palestinos y a devolver los bienes robados. La diferencia es que la izquierda, los judíos ricos, quisieran dejar en paz a los palestinos en sus bantustanes. Mientras que la derecha, los judíos pobres, quieren seguir saqueando a los palestinos.

El finado Sr. Avnery detestaba a los judíos más pobres que migraron a Palestina después de 1948. Siempre negó que fueran maltratados por sus camaradas. El discurso sobre la explotación y el abuso hacia los judíos orientales (o sefardíes) tras su llegada a Israel lo irritaba inmensamente.

Sin embargo, era un hombre simpático. Con mucho pesar, debo admitir que los individuos ricos que buscan la paz (mientras mantienen su botín intacto) son mucho más agradables que los pobres aficionados a robar al prójimo.

Uri Avnery fue uno de los mejores de su especie. Pero no fue un liberal, ni un antirracista, ni mucho menos un izquierdista rabioso. Como ya lo precisó Ron Unz en su muy leído artículo titulado “Judíos y Nazis”[2], fue el vivo ejemplo de un judío formateado por la Alemania nazi. Había crecido allá, y cuando llegó a Palestina, se volvió miembro de un grupo terrorista fascista que coqueteaba con la Alemania nazi. Escribió en periódicos fascistas, participó de forma activa en casos de limpieza étnica y lo reconocía con toda libertad.

Su actitud hacia los árabes era similar a la que Adolf Eichmann tenía con los judíos en los años 30, mutatis mutandis. Como ya lo dijo acertadamente Unz, Eichmann era un gran admirador de los judíos y estaba muy vinculado con los sionistas de la época. Quería que los judíos prosperaran, pero no en Alemania. Avnery quería que los árabes prosperaran, pero del otro lado de la frontera.

Si él era el mejor de los judíos, imagínese al hombre promedio de la izquierda israelí (la derecha israelí es incluso peor). El anterior dirigente del Partido Laborista Israelí, el Sr. Isaac Hertzog, se volvió el presidente de la Agencia Judía para la Tierra de Israel, y declaró[3] que su principal tarea era combatir “la plaga de los matrimonios mixtos”, es decir, los matrimonios entre judíos y no-judíos. El actual líder del Partido Laborista Israelí, Avi Gabbay, dijo[4] en una reunión de activistas del partido que “los árabes nos deben tener miedo”. Y agregó: “Si lanzan un misil, ustedes lancen veinte. Es todo lo que entiende la gente, en el Medio Oriente”. También prometió nunca entrar en una coalición con un partido no-judío (haciendo aquí referencia a la Lista Unificada, un grupo parlamentario que representa a los ciudadanos palestinos).

Puntos de vista como estos son absolutamente inaceptables para cualquier partido dominante en los EUA o en el Reino Unido. Serían probablemente demasiado radicales hasta para el KKK.

Ahora, agárrese bien de su asiento y prepárese para un shock. El Partido Laborista Israelí, el cual podría considerarse como un partido nazi donde sea, decidió romper relaciones con el Partido Laborista de Jeremy Corbyn porque tal partido británico es “antisemita”, dijeron. Qué pena que Corbyn no haya sido el que tomara este primer paso. Si mantienes lazos con cualquier partido israelí, entonces no deberías tener ningún problema en fraternizar con los nazis de Hollywood, y mucho menos con el Ku Klux Klan. Y Jeremy Corbyn, con razón, comparó a los sionistas con los nazis. Ahora los judíos británicos se lo están comiendo vivo.

Pusieron la misma portada[5] en sus tres periódicos (el Jewish Chronicle, el Jewish News y el Jewish Telegraph) diciendo que Corbyn representa una amenaza existencial para los judíos británicos, sólo porque no está de acuerdo con su definición del antisemitismo. No es anti-judío pero tampoco elogia a los judíos y además no es judío. Un joven elector judeo-británico del Partido Laborista se lamentó[6] de que Ed Miliband, el pasado dirigente judío del Partido Laborista, no estuviera ahora en el poder, de ser así “no habría ningún Brexit, ni Jeremy Corbyn, y tendríamos a un adorable primer ministro judío”. ¿No es ésta acaso una declaración racista? Pero recordemos que los judíos son los antirracistas por excelencia…

Corbyn había hecho todo lo posible por tener en consideración a los judíos. Expulsó a sus partidarios más devotos cada vez que los judíos exigían sus cabezas. De compromiso en compromiso, denunció a los judíos que se quedaban en su bando a pesar de las presiones comunitarias. Y todo esto en vano, porque a los judíos no les importan las definiciones, lo que les preocupa es la hostilidad de Corbyn hacia los ‘banksters’ (fusión de banquero y gángster), su excesiva (según ellos) simpatía hacia los trabajadores británicos y su negativa a participar en guerras a favor de Israel. Claro que no lo dicen de forma abierta, y es por eso que mantienen apretado el botón del antisemitismo con la esperanza de quitarse a Corbyn del camino e instalar a un Blair versión 2.0.

Mi respetado amigo, Jonathan Cook, el gran periodista británico basado en Nazaret, lo resumió[7] perfectamente bien:

“Asediado por cuatro años, Corbyn ha sido abandonado. Muy pocos políticos reputados quieren tomar el riesgo de ser desterrados al desierto, como Ken Livingstone, tachados de antisemitas. El mismo Corbyn cedió amplio terreno en el asunto del antisemitismo. Intentó apaciguar en vez de desafiar a los difamadores”.

Cook señala[8] que al ceder terreno, Corbyn traicionó a los palestinos y a los judíos anti-sionistas expulsados en masa por el Partido Laborista. Hasta Tony Greenstein[9], un judío nacionalista y anti-sionista, había sido expulsado; el mismo Tony Greenstein que me atacó[10] y también a Gilad Atzmon por nuestro antisemitismo[11] (pueden consultar lo que le respondí aquí[12], en inglés). A él también lo enviaron a casa a hacer las maletas. El ya difunto Hajo Meyer, un sobreviviente del holocausto y defensor de los derechos de los palestinos, amigo personal de Corbyn, había sido denunciado. Los palestinos fueron traicionados[13], y deberíamos preocuparnos más por ellos que por los sentimientos judíos.

¿Pero por qué deberíamos interesarnos en Corbyn y/o en los palestinos si ni somos electores británicos? Ahora se lo explico.

En el establishment británico, las fuerzas pro-judías decidieron alinearse con el partido de la guerra en Washington para arrastrarnos al borde de una guerra. La reciente visita a Washington del ministro de asuntos exteriores británico Jeremy Hunt (el hombre que figura en la lista de agentes de Israel[14] dentro del establishment británico), donde pronunció un discurso apelando a una guerra total contra Rusia “ha sido interpretado como un alineamiento con la facción anti-rusa en la dividida y separada administración estadounidense”, dijo el Guardian[15].

El discurso es sólo un aperitivo, le seguirán muy pronto los misiles. Hoy, mis contactos me informaron que los rusos mandaron una diligencia al Departamento de Estado, aconsejando a los norteamericanos desistir de sus planes de atacar a Siria. Los servicios de inteligencia rusos se percataron de que ocho tanques con cloro habían sido transportados a la localidad de Halluz en la provincia de Idlib, donde se había desplegado un grupo de milicianos especialmente entrenados para simular el rescate de víctimas de un ataque químico [por fuerzas del gobierno sirio]. Estos milicianos fueron entrenados por la empresaprivada militar británica Oliva (la cual se fusionó con el American ConstellisGroup).

La operación, dicen los rusos, ha sido planificada por los servicios de inteligencia británicos para justificar un inminente ataque aéreo dirigido contra el ejército sirio y la infraestructura civil. Para efectuar este ataque, llegó al Golfo Pérsico el destructor estadounidense The Sullivans con 56 misiles de crucero a bordo y se envió también el bombardero B-1B de la Fuerza Aérea de los EUA con 24 misiles de crucero aire-superficie a la base aérea de Al-Udeid en Catar.

La idea es israelí, los planes operacionales son británicos, las armas y los buques son estadounidenses y la posibilidad de un enfrentamiento no hace más que crecer día a día. El éxito de Corbyn pondría un alto a estos planes de guerra. ¿Pero se le dará la oportunidad de hacerlo?

Ron Unz escribió[16] que el establishment británico en acuerdocon la comunidad judía organizada habían podido empujar a la reticente nación estadounidense hacia dos guerras mundiales en dos ocasiones, y tal vez logren repetir esta hazaña por tercera vez. Tal parece que la cuestión palestina, una de las razones para la entrada de los EUA en las guerras mundiales anteriores, podría desencadenar otra guerra.

¿Quién es el amo y quién es el esclavo de los dos: la comunidad judía organizada o el establishment inglés? Éste es el viejo dilema de quién existió primero, si el huevo o la gallina, y para ello presentamos algunas respuestas opuestas:

*MohamedenOuld-Mey, profesor de geografía de la Universidad de Indiana, aportó sólidos argumentos para considerar a los ingleses como los amos. Presenté sus argumentos aquí[17].

*El punto de vista opuesto es el del corresponsal del Times Douglas Reed[18], expresado en su libro críptico “La Controversia de Sión”[19]. Los defensores de ambos puntos de vista han sido censurados y por demás marginados. Simplemente no tenemos derecho ni a reflexionar al respecto.

No pretendo dictar quién tiene la razón; sin embargo, la polémica zona donde se cruzan las dos líneas de fuerza es un punto candente. Los amigos conservadores de Israel y los amigos laboristas de Israel son los grupos que se juntan en este cruce. Su deseo de una guerra contra Rusia nos transmite una poderosa señal de peligro.

Del lado de los opositores, hay dos grupos que se entrecruzan: los amigos de Palestina y los opositores de los judíos.

Los antisemitas raciales y tribales tienen muy poco peso, ya que no son particularmente brillantes y se les engaña y manipula muy fácilmente. No les gustan las narices judías, pero ¿a quién le importa?

Pero quienes rechazan el globalismo, el gobierno de los bancos, el neoliberalismo, el empobrecimiento de los trabajadores nativos, el desarraigo, la negación de Cristo, la migración masiva y el reemplazo de la población, el plan “invita e invade”, son quienes constituyen el núcleo de la resistencia. Se les tacha de “antisemitas”, aunque nunca mencionen a los judíos, y aunque sean judíos.

Hay gente que rechaza enérgicamente este paradigma y que prefiere hacer caso omiso de cualquier reflexión sobre Palestina. Bannon y los de su clase, los nacionalistas británicos, nunca desaprovechan una oportunidad de expresar su admiración por Israel. Esto prueba que son inmorales y deshonestos. Y mientras quieras elegir entre el reinado de los banksters o el yugo de los sionistas[20], seguirás padeciendo la opresión de los dos.

Palestina está en el centro de toda esta cuestión. Palestina es la razón por la que los judíos quieren atacar a Siria.

Palestina es el instrumento que nos permite desenmascarar la naturaleza racista de nuestro enemigo y así derrotarlo. Es el camino hacia la compasión y el camino hacia Cristo. Si la única forma de salvarse del sambenito antisemita es a través de la traición a Cristo y a Palestina, entonces prefiero cargar con dicha etiqueta con orgullo.

Trump y Corbyn confluyen en el mismo terreno pero desde ángulos distintos. Los dos están combatiendo a un enemigo fuerte y bien afianzado. Ambos están cansados, ambos están llenos de imperfecciones, pero encarnan la oportunidad de salvar nuestro preciado mundo de la destrucción. Sería absurdo que fracasaran si vence el miedoal antisemitismo.

P.S. El primer juicio de un negador del holocausto en Rusia se está llevando acabo en Perm, la ciudad del Doctor Zhivago. Roman Yushkov, un profesor de la Universidad de Perm, fue despedido de su puesto, sus redes sociales fueron erradicadas, así como sus presentaciones en Youtube; la publicidad sobre su caso es prácticamente inexistente. Posteó un artículo donde expresaba sus dudas sobre el número de judíos muertos, y un residente local miembro de una lubavitch (centros de instrucción y promoción judía) lo denunció a las autoridades. No hay ley que prohíba la negación del holocausto en Rusia, pero sí hay una ley que prohíbe impulsar disputas interétnicas. Se espera el veredicto para el 4 de septiembre. Se puede contactar al profesor Yushkov en la siguiente dirección electrónica: roman@prpc.ru

Israel Shamir, 26 agosto 2018

 

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Traducido por Daniel Osuna

Fuente original: TheUnzReview

Fuente original traducción en español : Red Internacional

Para contactar a Israel Shamir: adam@israelshamir.net

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REFERENCIAS

[1] Ver en inglés: https://www.independent.co.uk/voices/uri-avnery-dead-israel-palestinian-talks-yasser-arafat-peace-middle-east-process-a8499181.html

[2] Disponible en inglés: http://www.unz.com/runz/american-pravda-jews-and-nazis/

[3]https://mondoweiss.net/2018/06/israeli-intermarriage-solution/

[4]https://www.independent.co.uk/voices/israel-palestine-labor-party-gabbay-netanyahu-settlements-two-state-bds-movement-a8005136.html

[5]https://www.thejc.com/comment/leaders/three-jewish-papers-take-the-unprecedented-step-of-publishing-the-same-page-on-labour-antisemitism-1.467641

[6]https://www.haaretz.com/jewish/.premium-what-young-jewish-labour-voters-think-about-corbyn-1.6407067

[7]https://www.jonathan-cook.net/blog/2018-08-16/corbyn-labour-fail-design/

[8]https://www.jonathan-cook.net/blog/2018-08-08/labour-crisis-israel-anti-semitism/

[9]https://electronicintifada.net/blogs/asa-winstanley/labour-expels-jewish-anti-zionist-tony-greenstein

[10]http://www.marxists.de/racism/antisemitism/counterpunch.htm

[11]http://azvsas.blogspot.com/2008/02/israel-shamir-unique-advanced-thinker.html

[12]http://www.israelshamir.net/Left/Left1.htm; en español, ver el artículo de Israel Shamir “Los marxistas y el lobby”, publicado en 2003 aquí: https://www.rebelion.org/hemeroteca/palestina/031221shamir.htm

[13]https://www.middleeasteye.net/columns/jeremy-corbyn-s-support-palestine-cause-real-reason-why-he-must-be-silenced-943563493

[14]http://www.gilad.co.uk/writings/2015/5/6/naming-and-shaming-the-list-of-israels-agents-within-british-politics

[15]https://www.theguardian.com/politics/2018/aug/21/hunt-to-call-on-trump-to-impose-fresh-sanctions-on-russia

[16]http://www.unz.com/runz/american-pravda-our-great-purge-of-the-1940s/

[17]https://www.counterpunch.org/2011/07/20/why-palestine-is-important/. En español, ver “La guerra en Tierra santa”, por Israel Shamir, de 2003 (http://www.israelshamir.net/Spanish/Sp58.htm ); de 2009, “Por Palestina, lo que habría que hacer”, artículo incluido en el volumen No temáis, publicado por la editorial Ojeda, de Barcelona, volumen por ahora embargado por la policía catalana; de 2011, la entrevista de Silvia Cattori a Israel Shamir: “La igualdad de derechos en Palestina/Israel no es una utopía” (http://www.silviacattori.net/spip.php?article77)

[18]https://www.controversyofzion.info/A_Biography_of_Reed.htm

[19] Libro disponible aquí en español: https://www.controversyofzion.info/Controversy_Book_Spanish/Controversybook_es/Reedes.pdf

[20]Véase el artículo de Israel Shamir de 2006 « El yugo de Sión » (http://www.israelshamir.net/Spanish/Sp25.htm ) y la colección de artículos reunidos bajo el mismo título, publicada por la editorial Ojeda de Barcelona, volumen por ahora embargado por la policía catalana.

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