La moribunda Europa ha vuelto a dar ejemplo de sumisión y vasallaje. Después de las “conversaciones” entre Trump y Juncker cualquier atisbo de que Europa es algo debería desestimarse. Ese zombi que es la UE ha vuelto a dar una nueva muestra de sumisión y vasallaje. ¡Y todavía hay “progres” que siguen con la estupidez de que “otra Europa es posible”! ¡Qué peña, madre mía! Y qué poca cabeza , si es que tienen.
En síntesis, el “acuerdo” alcanzado es:
1.- Alemania puede seguir adelante con el gasoducto con Rusia “Corriente del Norte 2”, pero a cambio Europa tiene que construir instalaciones para el procesamiento del gas licuado de EEUU, que es mucho más caro que el ruso (además de innecesario).
2.- Eso significa que Europa va a depender del gas de EEUU, que tarda más tiempo en llegar y, como digo, es mucho más caro. En el documento de habla de “cooperación estratégica” en el tema del gas natural licuado.
3.- La UE se ha comprometido a reducir, o retirar, lo aranceles que con tanto alboroto decía que iba imponer a EEUU en aluminio y acero, por ejemplo. No está claro que EEUU haga lo mismo si la UE no se pliega del todo aunque si se ha comprometido a reducir los aranceles a las importaciones de coches.
4.- Mientras se multiplican las amenazas de China de imponer aranceles a los productos agrícolas de EEUU en represalia por los que se le imponen al país asiático, los vasallos europeos se comprometen a aumentar la compra de productos agrícolas estadounidenses. Si se tiene en cuenta que las contra-sanciones rusas se dirigen, precisamente a los productos agrícolas europeos, es de suponer que los agricultores estén encantados y que no voten a los populistas (como en Italia, como en Francia, como en Austria, incluso como en Polonia) que rechazan tal grado de sumisión y vasallaje. Sin embargo, no parece que sea posible compensar los millones de dólares que van a costar los contra-aranceles chinos en productos agrícolas. Y, de hecho, eso va a provocar una mayor autosuficiencia china, al igual que ha ocurrido con Rusia gracias a las sanciones.
El comportamiento miserable de la UE es de tal calibre que defender siquiera la idea de “otra Europa” no sólo es estúpido, es irreal. Europa no tiene solución y sólo saliendo de la UE es posible la vida. Dentro no es más que la muerte, ya ni siquiera lenta. ¿Alguien se acuerda de las bravuconadas de Merkel o de Macron sobre “desarrollar nuestros propios vectores económicos” o “no ceder a los caprichos de Washington”?
La UE está muerta. Totalmente. Es un cadáver viviente. Sus únicos pasos van en la línea de más sumisión y más vasallaje. Porque no contento con esto, Juncker se ha alineado explícitamente con EEUU contra China. De hecho, al aceptar ampliar la compra de productos agrícolas estadounidenses -base electoral de Trump- debilita los aranceles de represalia que China impone a EEUU y pone de relieve el vasallaje y la sumisión.
Tomad nota de lo dicho: “Hoy acordamos unir fuerzas para proteger mejor a las empresas estadounidenses y europeas (sic) de las prácticas desleales de comercio mundial. Por lo tanto, trabajaremos estrechamente con socios de ideas afines para reformar la OMC y abordar prácticas comerciales desleales, incluido el robo de propiedad intelectual, la transferencia forzada de tecnología, los subsidios industriales, las distorsiones creadas por empresas estatales y el exceso de capacidad”. Adivina, adivinanza ¿a quién se están refiriendo?
Tal vez sea un torpe intento de cerrar la grieta que se les ha abierto por el Este, donde los países quieren más y mejores relaciones con China.
Y mientras señor y vasallos escenifican de nuevo la sumisión a gran escala, en Sudáfrica hoy y mañana se reúnen los BRICS con un anuncio espectacular: India, Brasil y Sudáfrica van a trabajar con Rusia y China en un sistema alternativo al occidental de control de las transacciones financieras internacionales. Rusia ya tiene el suyo propio, aunque sólo para trabajar dentro del país. China también lo tiene, pero a nivel internacional y operativo desde hace dos años. Dado que el sistema SWIFT está controlado por Occidente y dado que controla todas las transacciones internacionales en dólares en todo el mundo -y eso está directamente bajo control de EEUU- el anuncio es espectacular. Se puede tardar uno o diez años en lograrlo, pero el simple anuncio indica, otra vez, por dónde van las cosas: el fin de la hegemonía occidental.
El Lince, 26 julio 2018