Colombia: amiga de EE.UU. con beneficios (Cómo Colombia desplazó a Venezuela y se convirtió en el mayor exportador de petróleo de Sudamérica a Estados Unidos)

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Hace unos pocos años era algo difícil de imaginar, pero Colombia acaba de superar a Venezuela y es el nuevo mayor exportador sudamericano de petróleo crudo a Estados Unidos.

De acuerdo a datos de la Administración de Información Energética de Estados Unidos (EIA, por su sigla en inglés), hechos públicos esta semana, los colombianos exportaron 426.000 barriles diarios de petróleo (BPD) a territorio estadounidense en febrero de 2018.

Venezuela, en cambio, colocó 409.000 barriles en el mismo mes, según esa entidad gubernamental con sede en Washington D.C.

La EIA mantiene el registro de los volúmenes de importaciones de petróleo crudo estadounidenses desde 1993 y, a partir de entonces, es la primera vez que esto sucede.

En 2017, el promedio anual de barriles diarios venezolanos importados por EE.UU. era de 618.000, mientras que Colombia en ese mismo periodo alcanzó 311.000 por día. Apenas un poco más de la mitad.

Importaciones netas de Estados Unidos de petróleo crudo (en barriles diarios de petróleo BDP)

  • Canadá 3.587 BDP
  • México 653 BDP
  • Arabia Saudita 626 BDP
  • Irak 617 BDP
  • Colombia 426 BDP

La brecha era mucho más amplia en 1997, por ejemplo, cuando Venezuela exportaba en promedio 1.394.000 barriles diarios, mientras su país vecino no superaba los 270.000.

De esta manera, por ahora, Colombia se acomoda entre las cinco primeras fuentes de importación de petróleo crudo de Estados Unidos, detrás de Canadá, México, Arabia Saudita e Irak.

Autoridades colombianas y expertos señalan que estos índices suelen cambiar mes a mes de acuerdo a diversos factores, entre ellos la producción que realiza cada país o los márgenes demandados por EE.UU.

La diferencia que existe entre los barriles diarios que Estados Unidos importa de Colombia y Venezuela, por tanto, puede ampliarse como revertirse.

Sin embargo, los analistas también señalan que la tendencia que se ha visto en los últimos años muestra claramente cómo uno de los países pierde terreno de manera sostenida frente a otro.

Los buenos síntomas colombianos

Después de una drástica caída de la producción de crudo desde 2014 hasta 2016, por la caída mundial de los precios del petróleo y otros factores, 2017 fue el año en que Colombia logró contener aquel fenómeno negativo.

Así lo destaca la Asociación Colombiana de Petróleo (ACP), que señala que “la mayor inversión en 2017 permitió en el segundo semestre detener la tendencia decreciente de la producción, estabilizándola alrededor de 857.000 barriles diarios”.

El reporte enviado a BBC Mundo añade que se estima que la producción podrá subir en este año hasta 880.000 BPD.

Una encuesta realizada por la ACP al 90% de las empresas del sector de los hidrocarburos colombiano revela que el país es considerado atractivo para el negocio gracias a su potencial geológico, política fiscal y contractual, aspectos sociales y estabilidad regulatoria.

Sin embargo, también se apunta entre los puntos débiles de Colombia a la incertidumbre que generan las elecciones de este año, la implementación de los acuerdos con las FARC, la conflictividad social y otras presiones locales.

El Ministerio de Hacienda anunció que en 2018 se invertirá 88% más en la petrolera estatal Ecopetrol, en comparación con el año pasado.

La caída venezolana

A principios de año se supo que la producción petrolera de Venezuela cayó casi un 13% en 2017, de acuerdo con datos divulgados por la Organización de Países Exportadores de Petróleo OPEP), bajando a su menor nivel en 28 años.

Fue, además, el mayor descenso registrado el año pasado entre los 13 países de la OPEP.

Entre los motivos anotados por los expertos están la falta de inversiones en exportación y producción, deudas acumuladas con otros actores del mundo petrolero, masiva fuga de cerebros y también las sanciones y “mala voluntad” del gobierno de Estados Unidos.

El experto en hidrocarburos Bernardo Prado apunta que las realidades opuestas entre Venezuela y Colombia son un ejemplo de lo que se debe y, fundamentalmente, lo que no se debe hacer en políticas de petróleo.

Lo de Venezuela es un ejemplo de malas políticas que derivaron en la paralización de las inversiones en exploración, deudas y compromisos gigantes, caída de la producción y PDVSA (Petróleos de Venezuela Sociedad Anónima, estatal) al borde del abismo”, afirmó a BBC Mundo el experto.

Sin embargo, la caída de las compras estadounidenses de petróleo venezolano también es señalada por algunos como parte de las medidas que Washington viene tomando contra el país sudamericano.

Al respecto, Prado opina que primero hay que preguntarse si los niveles de producción actuales de Venezuela le permiten cumplir con las cantidades de barriles diarios comprometidas.

Es claro que hay factores políticos también, pero la caída en la industria venezolana es más que evidente“, concluyó.

Otro experto, Francisco Monaldi, lo describió así:

“La caída supone uno de los peores colapsos de producción en la historia. Ocurrió sin que hubiera una invasión como en Irak, la ruptura de un país como en la Unión Soviética, o una guerra civil como en Libia”, dijo a la agencia Reuters el académico y experto venezolano de la Universidad Rice de Houston.

El gobierno venezolano atribuye la crisis económica a un bloqueo financiero de Estados Unidos.

Importaciones de Estados Unidos de petróleo crudo (en miles de barriles de petróleo por día)
Año Venezuela Colombia
2008 1.039 178
2009 951 251
2010 912 338
2011 868 397
2012 912 403
2013 755 367
2014 733 294
2015 766 373
2016 741 432
2017 618 311

La oportunidad

Que Colombia desplace a Venezuela como mayor proveedor sudamericano de crudo a Estados Unidos era algo que fue anticipado por algunos analistas.

Así lo señaló, por ejemplo, Antoine Halff, jefe de investigaciones del Centro de Política Energética Global de la Universidad de Columbia, con sede en Nueva York, y que visitó Colombia hace poco.

El experto sostiene que al país se le presenta “una oportunidad de mercado por la crisis del petróleo en la región“.

“La crisis de Venezuela es dramática (…) Le va a tomar tiempo reparar los efectos de esta situación. En su sector petrolero ha habido grandes daños: en los campos, en el sistema de transporte, en las refinerías, en la confianza internacional, en el negocio, nadie confía en Venezuela”, afirmó Halff.

Por ello y otros factores, el investigador sostiene que “es un momento de oportunidad para Colombia, que podría dar un paso al frente con su petróleo”.

En una anterior conversación con la ACP, el experto añadió que el país se encuentra en una buena posición no solo por la crisis venezolana, sino también por los problemas internos que atraviesa México y el lento crecimiento de la industria en Brasil.

Sin embargo, Colombia también tiene sus propios problemas y Halff apunta, por ejemplo, a la corrupción o las dificultades en el reparto de ganancias entre el Estado central y las poblaciones.

Pese a todo lo señalado, tanto autoridades colombianas como expertos señalaron que esto todavía está lejos de significar que Colombia se convertirá en el nuevo líder petrolero de la región.

 

Fuente BBC, 4 mayo 2018

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