Rebeldes sin Causa – por Jose Francisco Fernández Bullón

 

Leemos con frecuencia en la prensa digital alternativa que los grupos terroristas islámicos como ISIS han sido financiados, adoctrinados y entrenados por los servicios de inteligencia occidentales como la CIA, el MI6 o el MOSSAD, la trinidad diabólica que preside todas las intrigas que han convertido el mundo en un inmenso polvorín y una inmensa carnicería, pero nadie nos explica cuál es la doctrina con que adoctrinan a los asesinos, ni las técnicas que utilizan para descerebrar a los descerebrados.

No hay ni un sólo versículo en el Corán que pueda justificar las prácticas inmundas a las que se entregan los militantes de ISIS en sus bacanales sangrientas. Puesto que no se trata meramente de asesinar al enemigo en combate, sino de cometer actos tan inmundos y execrables qué sólo el más descarnado satanismo puede sancionar y que repugnan a la conciencia de cualquiera que no esté completamente envilecido. En nada se diferencian las atrocidades cometidas por los yihadistas de ISIS de las que los cometen las élites occidentales en sus aquelarres secretos.

¿Cuál es el secreto del triunfo de semejante alianza contra natura? No basta para explicarlo que de vez en cuando se descubra que algún agente del Mossad como Ephrain Benjamin se ha infiltrado en sus filas o en sus cuadros de mando, una práctica en la que descuellan los militares jázaros cuyo lema ya sabemos que es “by way of deception”.

Ephrain Benjamin operaba a la sazón en Libia. He aquí un enlace al respecto:

https://x.com/DrLoupis/status/1809778089754276094?t=9xwLEP9k0mOFxcEJYcZ5ZA&s=08

Yo me atrevería a aventurar una hipótesis que explicaría el extraño fenómeno mencionado: sin duda la mayoría de los terroristas del ISIS son auténticos psicópatas atraídos por unas organizaciones que “santifican” sus crímenes.

La “mística” del terror que profesan los rodea de una aureola heroica, los ingredientes de la fórmula satánica que cubre con un manto de santidad sus fechorías se cocieron hace mucho tiempo en Polonia entre los miembros de la secta de los sabateos frankistas que defendían a ultranza la santidad del pecado y que han conquistado el mundo de forma subrepticia con el respaldo teórico de intelectuales de alcurnia como Sholem o como Nietzsche; ellos fueron los que engalanaron a la bestia con sus especulaciones más físicas que metafísicas y cubrieron los horrores del bruto con una capa de sofisticados conceptos muy del gusto de los intelectuales o satanistas de salón o de los salones de la nueva aristocracia gnóstica. El Sabateísmo no agota el pensamiento de Nietzsche, desde luego, sumamente complejo, pero hay puntos de contacto muy significativos que nadie se ha molestado en explicar.

La secta no dejó de existir, simplemente se volvió invisible, “it went underground” como sostienen algunos y se ha convertido finalmente en el gobierno en la sombra mundial. Ésta y no otra es la doctrina que profesan los militantes de ISIS (y sus patrocinadores occidentales) que profanan el nombre de Alá cada vez que lo proclaman.

Hablar de una mística del terror o del espanto no habría tenido el menor sentido antes del siglo XVIII, cuando el término se empleaba exclusivamente para las experiencias sobrenaturales de algunos santos, pero a partir de dicho siglo el dios que abrazaban los nuevos “místicos” era otro, era el demonio. La palabra mística pasó a designar toda encuentro con lo sobrenatural, ya fuera con lo sublime o lo execrable.

Que los militantes de ISIS se declaren musulmanes carece pues completamente de importancia, son sabateos lo sepan o no, los sabateos también se declaraban (y se declaran) católicos, musulmanes o protestantes cuando les parecía oportuno y uno de los objetivos que perseguía la secta era la fusión de todas las religiones en una sola: la satánica; un objetivo coronado en la actualidad con el éxito en gran medida.

Los sumos pontífices de las tres religiones monoteístas se estrechan las manos manchadas de sangre en Abu Dabi traicionando o prostituyendo sus respectivos credos. En realidad no cabe hablar de fusión, sino de suplantación, pues la nueva religión mundial que se proyecta o que proyecta su sombra ominosa sobre la humanidad entera no recoge ningún principio de las religiones abrahámicas como pretenden, ni del Islán, ni del Cristianismo, ni de lo que la gente entiende por Judaísmo; es decir: la Antigua Alianza que recoge el Antiguo Testamento que en realidad no tiene nada que ver con la religión judía que practican los rabinos que es una mezcla de paganismo y de la gnosis, la nueva religión global es tan falsa como el demonio; una fachada humanística esconde una trasfondo transhumanista; la nueva religión mundial es la vieja masonería que lleva muchos años infiltrando todos los credos. la casa Abrahámica de Abu Dabi no es más que un escaparate donde se venden o nos quieren vender los hábitos que no hacen al monje y en cuya trastienda hacen su agosto mafiosos y narcotraficantes de toda índole.

¿Qué saben, por otra parte, muchos musulmanes del Corán que recitan con mucha frecuencia en una lengua, el árabe clásico, que ignoran? No lo han leído. Y los líderes religiosos supuestamente musulmanes designados por los masones se dedican a torcer su sentido, como hacen los prelados cristianos con los Evangelios o los rabinos con los versículos de la Torá. La religión mundial ya es una: la gnosis satánica ante la cual las masas se arrodillan sin saberlo. Que lo blanco se puede volver negro ya lo han demostrado los cristianos sionistas que es como decir cristianos anticristianos, en realidad la mayoría de cristianos son sionistas, ya sean radicales o moderados, son cristianos anticristianos pues ambas doctrinas son completamente irreconciliables. Son ciegos guiados por ciegos que acabarán todos en la hoya.

Se trata de una ceguera doctrinal o ideológica que afecta a todos los idealistas por igual ¿no marcharon muchos de ellos a luchar con los ucranianos por la libertad y la democracia? ¿Al tiempo que otros marcharon al frente ruso a librar una guerra simulada?

Si buscan una causa noble que se vayan a luchar con los hutíes de Yemen, todos los demás ejércitos son mercenarios al servicio de la banca, incluyendo por supuesto el chino, no sabemos qué cartas guardan los chinos bajo la manga, pero su defensa de la causa palestina es tan tibia o tan falsa como la doctrina comunista.

Uno se pregunta cuántos rusos y ucranianos deben morir para que los líderes de ambos bandos se decidan a poner fin a una guerra que quieren que acabe como siempre ha permanecido: en tablas. ¿Cuándo abrirá los ojos la población en Rusia y en Ucrania y comprobará que su mayor enemigo son sus propios gobiernos dirigidos por los mafiosos jázaros de la Chabad Lubavitch?

Por lo demás no encontraremos ninguna hipótesis que explique por sí sola el extraño fenómeno del terrorismo integrista de grupos como ISIS, una aberración cuya existencia sólo se explica por un conjunto de factores sumamente heterogéneos.

Están los aventureros que abandonaron su patria de adopción engañados por las consignas de los propagandistas de la muerte; las élites de occidente se han prostituido, el pueblo se entrega al más absoluto hedonismo intentando imitar en la manera de lo posible la licencia de sus líderes, y aquellos musulmanes tan idealistas como incautos que marcharon a luchar por el nuevo califato descubrieron bien pronto que militaban a las órdenes de psicópatas sin principios; se convirtieron de la noche a la mañana en parias condenados a matar o morir a manos de su propia retaguardia.

Algunos consiguieron escapar de ese callejón sin salida sangriento, otros quedaron atrapados en los presidios de las fuerzas democráticas sirias, o sea: los kurdos, que ahora han liberado a cientos de terroristas de ISIS sin duda siguiendo las directrices de sus patrones estadounidenses e israelíes, causando la alarma de las fuerzas iraquíes que se han desplegado en la frontera a fin de asegurarla.

ISIS es la síntesis de nuestro tiempo; refleja como un espejo el horror en que se ha convertido un mundo sin convicciones o que se aferra a ideologías completamente desacreditadas como el marxismo; la historia las ha desmentido; la historia es el gran enemigo del marxismo, la historia cuya marcha el marxismo pretendía explicar lo ha desenmascarado, hay que estar completamente ciego para creer en un credo comunista abrazado por los multimillonarios del foro económico mundial como Klaus Schwab, no sabemos cuándo se producirá el fin de la historia pero esta acabará con la segunda venida y no con la implantación de una dictadura del proletariado como pretende el milenarismo hebreo marxista.

Posiblemente las sectas antinómicas como la Sabatea que difuminan la frontera entre el bien y el mal surjan de la incapacidad del hombre para comprender los designios divinos que a menudo se nos antojan arbitrarios o incluso injustos; esto solivianta a algunos temperamentos que se revelan y pretenden asumir su papel en un afán destructivo que nace de una soberbia sin límites; se trata, en pocas palabras, de la hibris griega.

Asistimos en todas partes a la misma adhesión superficial de los fieles de todas las grandes religiones a unas doctrinas que no comprenden ni conocen atentos como están a las prédicas de unos clérigos que las adulteran.

Durante la falsa pandemia las iglesias que no fueron clausuradas estaban llenas de zombis enmascarados de rodillas frente a Satanás que no la cruz; fue la hora de la gran ceguera universal; ninguna luz alumbraba sus mentes enfebrecidas; lo cual demuestra sin ambages lo falso de su devoción y lo inmensa que es su credulidad; vacunaron a sus hijos con la vacuna mortífera al mismo tiempo que salían en procesión con sus exvotos; temblaban como viejas pusilánimes frente a un microbio invisible inexistente al que temían mucho más que al mismo Dios. No podemos creer en la piedad de todos esos incautos que practican la cábala sin saberlo; la cábala es desde luego la religión natural de todos los papas tras el concilio vaticano II controlado por los masones, su interpretación de las sagradas escrituras resulta tan arbitraria como la que hacen los rabinos y como estos le encienden una vela a Dios y otra al demonio, los sacerdotes cristianos peregrinan a Jerusalén escoltados por los sionistas que barren las calles a su paso para que no contemplen como les escupen a los patriarcas y a los monjes, su cristianismo es un cristianismo de estampita y son tan pelagianos como Rousseau; todos veneran al buen salvaje y creen en la beatitud natural del hombre, pero si hay algo de natural en el hombre es su demencia. Se habla con frecuencia de un nuevo despertar, de un resurgir de una espiritualidad auténtica entre las masas que buscan con ansia las bendiciones celestes, pero es un despertar boicoteado de momento por los altos jerarcas de la iglesia vendidos a los globalistas, tanto las autoridades civiles como las eclesiásticas viven de espaldas al pueblo.

Lo que está claro es que el genocidio en Ucrania sigue su curso, así como el genocidio en Gaza, y resulta sumamente difícil determinar el grado de sinceridad de los líderes musulmanes que han participado en el encuentro de la Organización de Cooperación Islámica nada menos que en un país como Arabia Saudita, alarmados por los desmanes israelíes.

¿No saben que Amazon, Google y Microsoft están financiados por el pentágono, que sus servicios han sido esenciales a la hora de arrasar los territorios ocupados palestinos y que su país anfitrión, Arabia Saudita ha invertido enormemente en esos gigantes con pies de barro? ¿Por qué eligen para sus encuentros una nación tan comprometida con la causa globalista?

Uno de los miembros de la OIC es por cierto Turquía que mantiene todavía, a día de hoy, estrechos vínculos comerciales con Israel.

Como leemos en el artículo cuyo enlace suministramos más abajo:

“Una empresa energética de propiedad turca abastece a las bases militares israelíes a pesar de la prohibición comercial. El Ministerio de Defensa de Israel ha ampliado un contrato con la empresa turca Dorad Energy, que gestiona una planta de energía en la ciudad de Ashkelon, según informó el Jerusalén Post el 9 de agosto. Esto se produce a pesar de la creciente retórica anti israelí del presidente turco Recep Tayyip Erdogan y de la prohibición impuesta por Ankara a las exportaciones e importaciones israelíes. Israel ha seguido permitiendo la financiación por parte de su Ministerio de Defensa a la empresa Zorlu Holding, un conglomerado turco encabezado por Ahmet Nazif Zorlu, que al parecer es íntimo amigo del presidente turco, según el informe. El conglomerado con sede en Estambul es socio de Dorad Energy y es copropietario de la planta con un grupo de empresarios israelíes. La empresa suministra energía al ejército israelí y al Ministerio de Defensa desde 2004.”

https://thecradle.co/articles/turkish-owned-energy-firm-powers-israeli-army-bases-despite-trade-ban-report

Por su parte Jordán, miembro igualmente de dicha organización, consiente que Israel utilice su espacio aéreo a fin de repeler los ataques iraníes.

https://thecradle.co/articles/jordan-allows-israel-use-of-its-airspace-to-repel-iranian-strikes-report

Uno se pregunta si todas esas declaraciones y encuentros no cumplen simplemente la función de apaciguar a las masas de esos países airadas por el genocidio en Palestina que les preocupa mucho más que a la mayoría de sus líderes cuya única preocupación es por lo visto mantener su posición e incrementar su fortuna.

Es cierto que Paquistán se dispone a proveer a Irán con los misiles balísticos de medio alcance Sahheen-III y que Rusia ha empezado suministrar a las autoridades iraquíes equipos de defensa aérea que podrían incluir el sistema anti misil aéreo S-400, pero cabría preguntarse si detrás de todas estas maniobras los billonarios aconfesionales, multi confesionales o de confesión secreta o subterránea que controlan el mundo no persiguen otra cosa que mantener a toda costa un estatus quo que los favorece, es decir: un equilibrio de poderes entre todas las grandes potencias de forma que ninguna predomine sobre las otras y amenace con invadir sus respectivos cotos de explotación del hombre o de caza del hombre, o quizás pretenden alimentar la farsa de que existe un enfrentamiento real entre las grandes potencias mientras ellos continúan saqueando impunemente el mundo.

Resulta cómico o tragicómico que EEUU se empeñe en mantener sus bases en el polvorín asiático mientras las bandas de narcotraficantes se adueñan de su frontera y cientos de inmigrantes ilegales armados hasta los dientes se pasean ufanos por sus ciudades empobrecidas, deberían trasladarlas a Texas. ¿Porqué se empeñan los globalistas en destruir esa nación que ha defendido al estado canalla del Israel de los jázaros a capa y espada? ¿Qué carta guardan bajo la manga? ¿Tan seguros se sienten de la lealtad incondicional a sus espurios intereses de Rusia y China? Están sembrando vientos y cosecharán tempestades. No cabe la menor duda de que vivimos bajo una plutocracia global y los multimillonarios de todas las naciones se codean a escondidas o abiertamente en los mismos palacios y los mismos casinos y cierran filas contra sus pueblos.

El único gobierno que ha dado pruebas fehacientes de defender la causa palestina y ha sufrido por ello terribles represalias no es otro que el yemení, ese pequeño estado se engrandece a nuestros ojos por momentos, es el último reducto del verdadero heroísmo; si queremos averiguar la verdaderas intenciones de los otros líderes musulmanes basta con observar su aptitud frente al mismo.

No se afirma aquí que todos los líderes musulmanes estén guiados por mezquinos intereses personales, pero desde luego están lejos de presentar un frente común y su actitud resulta demasiado ambivalente o demasiado cauta, cada minuto de su indecisión se cobra innumerables vidas humanas.

Desde luego los líderes de los países árabes aun no se han recuperado de la resaca que supuso para ellos la cruzada gnóstica, que no cristiana, emprendida tras el ataque de falsa bandera a las Torres Gemelas, obra sin la menor duda de los sionistas. Asistieron estupefactos a la caída de Iraq, de Libia y la destrucción de Siria mientras los grandes jeques árabes temblaban en sus tronos. La caja tonta que es la tele al servicio de los servicios marrulleros de inteligencia lograron convertir a los musulmanes en el enemigo público número uno de las falsa democracias occidentales con sus elecciones amañadas, cuando el verdadero enemigo es el terrorismo sionista.

El ataque a las torres gemelas fue una verdadera jugada maestra por parte de los servicios de inteligencia israelíes, si por una parte galvanizó el apoyo de gran parte de la población occidental a las campañas bélicas que desestabilizarían todo el Cercano Oriente en beneficio de Israel, por otro halagaba la vanidad de muchísimos musulmanes complacidos con la idea de que un puñado de correligionarios exaltados pudieran asestar semejante golpe en el corazón de Norte América, algo completamente imposible para cualquiera que conozca los rigurosos controles a que está sometido el espacio aéreo estadounidense. Las torres se derrumbaron además por medio de explosiones controladas, no por el impacto de las aeronaves que todavía ignoramos quien secuestró. Aquel fue uno de los factores que obstaculizaron que la verdad se abriera paso durante mucho tiempo, un tiempo precioso.

Creemos en la sinceridad de las tribus árabes que se han sublevado contra los invasores estadounidenses en Siria, no creemos en la sinceridad de Erdogan o de Bin Salmán, las soflamas del primero contra los sionistas se nos antojan el fruto de un cálculo egoísta: sin duda si la presión popular se incrementa espectacularmente, cosa difícil en naciones tan sumamente autoritarias, los veremos hacer todas las concesiones que hagan falta con tal de no verse aplastados por sus súbditos; no vemos en el horizonte a ningún nuevo Ciro de momento que nos libere esta vez de los falsos judíos que siguen ebrios de poder

Mientras que las naciones parece que se reagrupan en dos bandos es decir Oriente y Occidente, los líderes de ambos siguen con sus proyectos de control totalitario, sus pasaportes vacunos para ganado, poniendo trabas a la agricultura y obstaculizando el desarrollo.

Como señala acertadamente Israel Shahak en su obra: “Historia judía y religión judía, el peso de tres mil años” a lo largo de toda su historia posterior al exilio, los judíos estaban en mejor posición cuanto más políticamente disociado estaba el régimen de la gente a la que gobernaba, y de la misma forma cuanto mejor era dicha posición mas terrible era la tiranía que los rabinos ejercían sobre el resto de los judíos.

Nada resultaría más terrorífico para estos que verse sometidos una vez más al despotismo despiadado de sus rabinos que ejercían sobre ellos un control absoluto, algo que en opinión de dicho autor es lo que persigue en realidad el sionismo. No creo que haya existido en toda la historia de la humanidad unos gobiernos más disociados de sus gobernados que los nuestros, unos gobiernos que una vez más utilizan a los judíos como el brazo ejecutor de sus abusos o como coartada de los mismos, quizás esperan con ello desviar la ira de sus poblaciones contra estos últimos en caso de producirse una sublevación general y a fin de que sus inmundos crímenes queden impunes, es fundamental en todo momento no dejarse arrastrar por odios raciales, no hay razas buenas o malas ni inferiores o superiores, sólo hay individuos inicuos de todos los colores y doctrinas erradas.

Se podría afirmar pues que como ocurrió en el pasado con algunos señores feudales, las élites carroñeras gentiles habrían recurrido a los judíos para oprimir a sus poblaciones convertidas una vez más en siervos de la gleba, sólo que ahora los líderes judíos no tiemblan ante los príncipes gentiles ni se sienten subordinados a ellos, se pasean altaneros codo con codo por el mundo, han emparentado unos con otros en muchos casos y en gran medida los soberanos son ahora vasallos de los grandes jerarcas judíos. Pero la mayoría de estos últimos caerían de nuevo en la más abyecta servidumbre si las maquinaciones de las élites globalistas se vieran coronadas definitivamente con el triunfo.

Jose Francisco Fernández Bullón, 16 de agosto de 2024

 

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