El Último Jubileo de la Reina – por Jose Francisco Fernández-Bullón

 

Todo parece indicar que los acontecimientos en Rusia están desbordando a Putin y su corte de matasanos pro israelíes y barbudos de la Chabad. Si hay algún patriota en el establishment ruso debe de ser entre las filas de ejército donde reina de todas formas un verdadero caos ideológico o doctrinal fruto de un equívoco legado, aunque probablemente no tanto como en los ejércitos occidentales todos ellos al servicio del patriarca de los Rothschild y de la reina de Inglaterra convertida recientemente en un mero holograma. Fue un holograma de la reina lo que paseó en carroza por las calles de Londres durante el último jubileo. La reina de Inglaterra sería capaz de ganar batallas como el Cid hasta después de muerta, solo que sus batallas las libra contra su propio pueblo.

Inglaterra está muerta. Benidorm es más inglés que Londres que me recuerda cada vez más a Hong Kong. A los ingleses se les ve perdidos por su ciudad como si hubieran sido tele transportados a un metaverso muy virtual pero muy poco virtuoso. Son los fantasmas de un pasado imperial que pereció en una guerra que se pensaban que habían ganado, pero que en realidad perdieron como todos los pueblos de Europa. Sólo que la suya fue una derrota de efecto retardado. La guerra la ganó en realidad la mafia.

Los soldados occidentales serían, como el Cid, excelentes vasallos si tuvieran buenos señores y no fueran los vasallos de lacayos masones lameculos. Todos los altos mandos leales a sus naciones han sido jubilados y los ejércitos los dirigen amazonas como Úrsula von der Leyen que la única arma que enarbolan (aparte de la escoba con la que vuelan a Davos o a la sede de la ONU) es la jeringuillla mortal de Pfizer que para eso les paga.

Urge, por cierto, inventar una palabra impactante en español para el término “establishment” que está tan de moda, establecimiento me suena a estanco que es lo que les regalaban antes los estraperlistas a sus queridas. Aunque es cierto que el estado español se parece mucho a un estanco o un compartimento estanco. Sólo que ahora el estanco se lo regalan las parlamentarias que contrabandean vacunas a sus queridos. Yo apuesto por tingladillo. En España se prohibieron o casi los toros, pero no las banderillas que son las jeringuillas y los toros somos nosotros.

El anti semitismo está adquiriendo en Rusia tales proporciones que Putin podría quedar convertido en una mera figura decorativa o en otro quimérico holograma de la noche a la mañana. Un antisemitismo que se dirige sobre todo contra los líderes de la Chabad Lubavitch

Es muy posible que en un futuro inmediato las charlas de Putin con el rabino de la Chabad tengan que desarrollarse sino de forma secreta, al menos más bien discreta.

https://www.haaretz.com/opinion/2022-06-16/ty-article-opinion/.premium/jewish-conspiracies-israeli-neo-nazis-is-it-time-to-leave-russia/00000181-6d43-d82b-a3ab-edff83150000

Cundo al ministro de asuntos exteriores ruso Serguéi Lavrov le preguntaron recientemente en una entrevista que cómo podía afirmar que Ucrania estaba gobernada por un régimen nazi cuando su presidente, Zelenskyy, era judío. Lavrov respondió que “Hitler también tenía sangre judía” y que “los antisemitas más ardientes son por regla general judíos”.

Para la revista Pravda, la postura de los israelíes es que “cuanto más rusos y ucranianos se maten entre sí en la guerra “civil” ucraniana mejor que mejor. Ésa es desde luego la postura de los globalistas, que sea la de todos los israelíes no lo tengo tan claro, pero desde luego los globalistas o la masonería gnóstica y la mafia farmacológica mandan en el Israel sionista (como en la mayoría de países incluyendo, por supuesto a Rusia y China)

Para lo que la revista Haaretz describe como la extrema derecha rusa: “un variopinto grupo de monárquicos, estalinistas e imperialistas”, los judíos habrían colaborado con los nazis en la perpetración del Holocausto judío. Los capos de los campos de concentración (que no de exterminio) y la policía especial de los guetos fueron según estos grupos reclutados por la Gestapo entre los sionistas. Lo cual es falso, pero sí que es cierto que en los campos de concentración nazis eran con frecuencia los comunistas judíos o jázaros los que imponían su disciplina ideológica entre los reclusos y muchos de ellos declararon que no merecía la pena salvar la vida de un judío si no era comunista.

La confusión acerca de lo que fue realmente el nazismo es lo que conduce a que se pueda ver, por ejemplo, a un judío con una esvástica tatuada en el cuello rezando en el muro de las lamentaciones. Pero un judío, ya sea verdadero o falso, puede permitírselo todo, excepto cuestionar el holocausto que es la nueva religión de Occidente como luego veremos.

El autor del artículo nos recuerda que para la mayoría de los rusos La Alemania nazi fue antes que nada, no la nación que perpetró el Holocausto, sino la que atacó a la Unión Soviética el 22 de junio de 1941 y fue responsable de la muerte de 27 millones de ciudadanos soviéticos. Al retratar a Hitler como judío y vincular a otros judíos con los nazis, Lavrov estaba identificando a los judíos como enemigos del pueblo soviético.

Los rusos por supuesto se olvidan de los 60 millones de compatriotas asesinados por los revolucionarios soviéticos (la mayoría de ellos jázaros o falsos judíos) entre los cuales hay que contar los prisioneros de guerra rusos ejecutados por Stalin al final de la contienda por el espantoso crimen de sobrevivir a la guerra. En realidad no sabemos si lo olvidan o simplemente no lo saben; los horrores del comunismo no creo que se airearan en las escuelas de la Rusia soviética y dudo mucho que se airearan en la Rusia post soviética que fue una inmensa resaca histórica de la cual todavía no se han recuperado.

Las declaraciones no sólo de Lavrov sino también de María Zajárova, directora del departamento de información y prensa del ministerio de asuntos exteriores de la federación rusa y portavoz del mismo, constituyen la postura oficial rusa: “Hitler era judío, los peores antisemitas suelen ser judíos, los judíos colaboraron con los nazis en la Segunda Guerra Mundial y continúan colaborando con los nazis ucranianos en la actualidad”.

Un artículo en el periódico “derechista” ‘Zavtra’, que quiere decir ‘Mañana’, (escribo derechista entre comillas porque izquierda y derecha son conceptos que urge revisar a toda costa) advirtió que una camarilla judía internacional estaba librando una campaña global contra Rusia. Se dice que esa camarilla está compuesta por Zelenskyy, los principales rabinos de la Chabad en Rusia y Ucrania como Berl Lazar y Shmuel Kaminetsky, y oligarcas judíos de Rusia y Ucrania (incluido Roman Abramovich, un empresario cercano a Putin y al Kremlin). En cuanto a la Chabad, el autor del artículo en Zavtra agregó: “Yo caracterizaría la actitud de Chabad hacia los no judíos como fascista… La Chabad sostiene la idea de que sólo los judíos son seres humanos… ¿No es eso nazismo? Se pregunta finalmente el autor del artículo. Pues no, no es nazismo, es supremacismo jázaro o británico israelita. No hay ni un sólo principio o postulado siniestro de los atribuidos al nazismo que no estuviera ya presente de forma superlativa entre la “intelligentsia” británica de principios de siglo. Se forjaron en las logias y los colegios rosacruces ya fueran invisibles o visibles.

Este tipo de opiniones aberrantes en torno al nazismo y los judíos que esconden, sin embargo, un fondo de verdad distorsionada son extremadamente populares, no sólo entre lo que la revista calificada de extrema derecha que no es más que la etiqueta con la que la masonería sionista intenta desacreditar a todos los que se oponen al empeño demencial de crear una dictadura mundial totalitaria y tecnocrática dirigida por los financieros psicópatas que rodean a los Rothschild, sino entre la mayoría de la población rusa.

¿Son sinceros los dirigentes como Lavrov al afirmar lo que afirman en sus declaraciones o están intentando aplacar a dicha población y frenar su descontento creciente ante las políticas demenciales de su propio gobierno? Un descontento que rezamos porque crezca lo suficiente para desplazar del gobierno ruso a todos los globalistas genocidas.

Para mí lo que revelan opiniones semejantes es la negativa o la incapacidad del pueblo ruso (a causa de sus prejuicios o su ignorancia) de cuestionar el mito del Holocausto que ha arraigado profundamente en el imaginario colectivo a causa de las campañas propagandísticas de los medios de comunicación masónicos y de la industria cinematográfica estadounidense y también la soviética. Ya que no se puede negar el Holocausto (porque para empezar esta penado con cárcel en numerosos países incluida Rusia) se atribuye la responsabilidad del mismo a los judíos y lo cierto es que fueron no los judíos, sino una facción de los mismos: la Sabatea junto con las agencias de inteligencia británicas y soviéticas los que crearon el mito del Holocausto.

El falso genocidio judío constituye la piedra fundacional del nuevo orden mundial que intenta implantarse en todas partes, sin ella simplemente se desmoronaría. Los dirigentes masones son plenamente conscientes de ello, de ahí que persigan con tanta saña a los historiadores revisionistas (incluyendo, por supuesto, a los judíos), que lo cuestionan con todo tipo de documentos, pruebas y testimonios. O sea: con la verdad en la mano. Los judíos que han cuestionado el mito del Holocausto han sido objeto de todo tipo de represalias, incluido el asesinato. Es muy probable que Primo Levi, por ejemplo, fuera defenestrado por agentes masónicos del estado profundo para que no declarara lo que sabía mejor que nadie. Su supuesto suicidio resulta demasiado inverosímil, no nos convence. Es preciso aclarar las circunstancias de su muerte a fin de rescatar su figura. Yo veo claramente la larga sombra asesina del Mossad en ella.

La nueva religión del Holocausto que constituye un verdadero culto a la muerte supone reemplazar el verdadero sacrifico o la pasión de un Dios; es decir de Jesucristo, por la falsa inmolación del pueblo judío considerado por la mayoría de los líderes sionistas el nuevo mesías colectivo de la humanidad.

El verdadero mesías resucitó al tercer día tras su inmolación, el falso mesías judío colectivo no resucitó tras su supuesta muerte en los campos de concentración, aunque muchos judíos reaparecieron vivos en otra parte después de haber sido dados por muertos para inflar las estadísticas del holocausto.

De la misma forma la doctrina o pseudo religión comunista no consiste más que en reemplazar la fraternidad sobrenatural de los hombres en Cristo, por una fraternidad o camaradería natural imposible de los hombres reducidos a poco más que bestias de carga. Una camaradería de “posesos” desposeídos. El comunismo está basado en un mito: el del buen salvaje, que nunca existió, reemplazado por el proletario o el trabajador industrial no cualificado. Después de los sacerdotes, el intelectual, el hombre instruido es el mayor enemigo de los regímenes comunistas que exaltan al bruto descerebrado hasta el delirio. Mientras que en Occidente los intelectuales, la mayoría de ellos gnósticos sin saberlo, cantaban las excelencias de los regímenes comunistas, en la Unión Soviética incontables miembros de lo que acabó por llamarse profesiones “liberales” (Es decir aquellas que en la Edad Media y no por casualidad las ejercía sobre todo el clero) se pudrían en las mazmorras; de esta forma prohibían los dos grandes motores de toda sociedad: la imaginación y la auto crítica. Si en el alba sangrienta de la revolución soviética (la hora que se escoge siempre para ejecutar a los escogidos héroes disidentes) un puñado de poetas visionarios como Mayakovski, que tuvo que suicidarse poco después por cierto para escapar a la infamia, cantaron hechizados por una quimera las excelencias del delirio, a la mañana siguiente por así decirlo la plana mayor de los intelectuales rusos se convirtieron en enemigos del pueblo. (del pueblo jázaro, por supuesto).

Rusia no se ha librado aún del yugo gnóstico que aflige a prácticamente todos los pueblos y naciones, pero es preciso aclarar un punto.

No cabe dudar ya que tras la segunda guerra mundial se produjo una verdadera nacionalización del comunismo en Rusia que conllevó la purga de un gran número de judíos de los puestos directivos a los que se acusaba de ser agentes de occidente y falsos comunistas. En suma: la ideología comunista o el paradigma gnóstico luciferino se mantuvo, pero se eliminaron a los agentes asquenazi que lo habían introducido (y se habían ensañado salvajemente con los eslavos) reemplazados por gentiles; y esa fue la causa sin duda del estallido de la guerra fría. De ahí que un desalmado como Trotski que era el “alma” de la revolución acabara exiliado y finalmente ejecutado. Stalin es vindicado por muchos rusos porque los vengó de la masacre perpetrada por muchos revolucionarios asquenazi. Fue una venganza que yo no sé cómo calificar como no sea de “pírrica”. El reinado de Stalin fue desde luego brutal, aunque no peor que el de Lenin cuya figura se intenta blanquear. Bajo la tutela de Lenin innumerables desdichados fueron víctimas de las más espantosas torturas.

La guerra fría fue básicamente una lucha entre los comunistas judíos o pro judíos norte americanos (igual podríamos decir sionistas) y los comunistas gentiles de Rusia o de la URSS. Ambos compartían la misma religión gnóstica o masónica. Aunque los primeros utilizaron su falso y coyuntural anti comunismo para ganar a los nacionalistas americanos para su causa. Y sin duda muchos nacionalistas norte americanos recibieron la guerra fría con alborozo, la lucha entre comunistas judaizantes estadounidenses y comunistas gentiles rusos les hizo un hueco provisorio en la vida pública norte americana. Un hueco que ya han perdido. Si los nacionalistas norte americanos quieren recuperar las riendas de su nación tendrán que acabar con la masonería que es el verdadero templo de Satanás y está en contra de todas las naciones.

No es que la administración estadounidense (que había colaborado abiertamente con los revolucionarios soviéticos) se volviera de la noche a la mañana anti comunista, simplemente se mostró como lo que siempre había sido: anti rusa. McCarthy tenía razón: La administración norte americana estaba trufada de comunistas, pero McCarthy fue confundido por Roy Cohn un agente de los Rothschild vinculado con la mafia jázara que se dedicó a acusar de comunistas a verdaderos patriotas norte americanos. En esto se revela nuevamente que las cazas de brujas siempre las lideran las propias brujas. Roy Cohn desacreditó completamente a McCarthy al acusar a innumerables ciudadanos inocentes estadounidenses de ser comunistas mientras que la mayoría de los verdaderos agentes comunistas permanecían en la sombra y salieron impunes.

Resulta grotesco que un notorio homosexual como Roy Cohn se convirtiera en la mano derecha o la izquierda, no sabemos muy bien cual, de un hombre como McCarthy que también emprendió una cruzada contra los homosexuales, esto nos da una idea de su simpleza o su bienintencionada miopía. No me extrañaría nada que hubiera arruinado con ésta última campaña la reputación de algún heterosexual notorio. Es cierto que algunos conservadores tienen la fea e indiscreta costumbre de meter las narices en la cama o en los líos de faldas (ahora todo el mundo las lleva y si no son faldas, son mandiles) de sus rivales, una intromisión intolerable de lo que se valen los progresistas para pasar al contra ataque haciendo la apología no de la libertad, sino del libertinaje. Todo está permitido en el amor y en la guerra salvo una cosa: amar. A mí nunca me interesaron los devaneos amorosos de amigos o enemigos. Aquí lo que importa son los niños, violados, pervertidos, secuestrados, torturados y asesinados, con vacunas o con lo que sea.

Que la Unión Soviética se liberase de la tutela de los comunistas occidentales que plagaban la administración norteamericana no quiere decir que estos últimos no consiguieran infiltrar a algunos de sus agentes en los cuadros directivos de la Unión Soviética.

Es imposible comprender la historia reciente de la humanidad sin situar el supuesto holocausto en sus verdaderas proporciones. Los judíos no fueron las únicas, ni las mayores víctimas de la Segunda Guerra Mundial provocada por la masonería internacional, (sobre todo por los checos, los británicos y los polacos); todos los europeos lo fueron. La Segunda Guerra Mundial fue una espantosa carnicería que afectó a todas las naciones y todos los pueblos por igual.

Uno no puede sino compadecer a los jóvenes israelíes a los que se obliga todos los años a viajar a Polonia para ser adoctrinados en el miedo y el odio a los gentiles. Se trata de un adoctrinamiento traumático que no hace sino fomentar su exclusión y su aislamiento del resto de los pueblos y del conjunto de la humanidad.

De la misma forma, es imposible también comprender el universo y la vida si se suprime o se proscribe de la conciencia la dicotomía natural versus sobrenatural, que es lo que ha hecho la gnosis. Dicha supresión es la que mantiene en pie el paradigma racionalista que se impuso en todas las conciencias con el triunfo de la modernidad. Aquellos que hasta el comienzo de la misma eran considerados por todas las sociedades y civilizaciones del mundo como los miembros más insignes de las mismas: los videntes, los mensajeros del cielo, cayeron a partir de entonces en el ostracismo.

Las voces celestes o infernales que interpelan al hombre se tacharon como delirios o alucinaciones. Privados de sus verdaderos guías espirituales, lo hombres quedaron indefensos a merced de su demonios interiores o exteriores. Los únicos que tienen demonios interiores son, por cierto, los poseídos, los endemoniados, para los demás los demonios son, afortunadamente, exteriores.

Los psicólogos modernos no solo inventaron el subconsciente, lo ensancharon; relegaron al mismo nada menos que la realidad del mundo; lo único oficialmente real pasó a ser a partir de entonces el ego inflado de cada cual. Sobre todo el del déspota o el tirano.

La des-ocultación del inconsciente vino acompañada del ocultamiento o el eclipse del cielo y la proliferación de ocultismo, de las asociaciones secretas, del secretismo en la vida pública y la política. El psicoanalista se convirtió en el nuevo confesor, un confesor que le robó al paciente la verdadera salud.

Es muy normal que el nacionalismo ruso como señala el autor del artículo de Haaretz de forma crítica, se definiera en oposición a Occidente y al republicanismo francés; la revolución francesa que fue el preludio de la rusa no pretendía implantar la igualdad, la libertad y la fraternidad, de ninguna forma, lo que de verdad perseguía era acabar con el cristianismo y con cualquier tipo de nacionalismo y crear un imperio universal gnóstico y sionista.

No es tan normal sin embargo que en la época soviética, las autoridades promovieran la tesis de que el colectivismo y el socialismo eran tradiciones eslavas, que se remontaban a las comunas campesinas rusas, en contraste con la apuesta occidental por el individualismo y el capitalismo. El colectivismo es una cosa y el socialismo otra. El primero es un tipo de organización social que puede ser cristiana o no serlo, el segundo es una variante de la religión gnóstica alumbrada en las logias para acabar con el cristianismo.

Está muy claro que el pueblo ruso no se ha reconciliado con su pasado. no ha podido aceptar su derrota frente al gran capital de Wall Street y la City de Londres que fue quien financió la gran revolución “anti capitalista” soviética para convertirlos en sus esclavos.

Si la guerra con Ucrania ha exacerbado el nacionalismo de los rusos también ha demostrado que su gobierno es globalista no por obligación sino por devoción. Son todos sumamente devotos del desarrollo sostenible, de la farsa del cambio climático, y de seres microscópicos o invisibles como ha demostrado la feria de san Petersburgo que se parece a la feria de las vanidades de Davos como una gota de agua a otra. Han cambiado al Dios invisible y todopoderoso por un microbio invisible que según ellos tiene super poderes como los héroes de la Marvel. Dentro de poco los veremos en los comics cubierto por una capa con todos los colores del arcoíris que antes era el símbolo de la alianza de Dios con los hombres y ahora lo es de alianza de satanás con los réprobos. ¿Durante cuánto tiempo seguirán engañando al pueblo ruso?

Elvira Nabiulina, la directora del Banco Central Ruso, sigue por cierto con su devoción al foro económico internacional globalista, la nueva divinidad tricorne y el oro ruso sigue viajando de Moscú a Londres a pesar de la guerra, los robos y las sanciones de los nuevos templarios.

Recientemente Putin firmó una ley que cancelaba los requisitos para la repatriación de ingresos en divisas de “exportaciones no energéticas” y el oro se encuentra en esa categoría.
Rusia no solo envía casi todo el oro que extrae a los mercados extranjeros, sino que ahora las ganancias de estas ventas privadas se pueden guardar en una cuenta bancaria suiza (por ejemplo). Hay un término para esto y no es otro que fuga de capitales.

Sólo en octubre de 2021, 30 toneladas de oro se desplazaron de entre todos los lugares del mundo al Reino Unido, el mayor enemigo de los rusos. Si eso no es una prueba de connivencia no sé qué lo pueda ser. Pero después de todo ¿No se halla en el Reino Unido el centro de la religión gnóstica luciferina que los dirigentes rusos, lo sepan o no, profesan? Se trata sin duda de un diezmo religioso, sólo que el diezmo no consiste en el diez por ciento de los ingresos, sino en el 99,9 por ciento.

Con la Perestroika los comunistas jázaros o judios occidentales y sus adláteres gentilesvolvieron a hacerse con las riendas de Rusia, se entregaron al más brutal pillaje y desencadenaron un caos espantoso en Rusia a raíz del cual cientos de niños acabaron desamparados en las calles, no estoy en condiciones de examinar con precisión ese tumultuoso período, pero uno tiene la impresión que las autoridades rusas no acabaron con los abusos, simplemente los “moderaron”.

No es extraño que sea en San Petersburgo, el centro del liberalismo en Rusia, donde se ha celebrado la feria que es una copia exacta de los planes globalistas para un gran reinicio que más bien debería llamarse un gran final apocalíptico.

Hay que dejar muy claro que el liberalismo no es una doctrina política, es una versión moderada de una religión: la gnosis, lo único que tienen en común los liberales es su oposición al credo cristiano resumido en el símbolo niceno. En vano se intentará formular un programa político que todos los liberales compartan, cada cual defendía o defiende las medidas que les placen en cada momento histórico frecuentemente opuestas e irreconciliables. Lo único que los define es su aversión al cristianismo, punto.

Los liberales son gnósticos sólo que la mayoría no lo saben, ellos prefieren considerarse agnósticos que es exactamente lo mismo sólo que con un a delante. Dejo para otra ocasión definir su credo cabalístico aunque urge hacerlo para que los liberales se enteren de una vez de qué es exactamente en lo que creen, pero si tuviera que resumir dicho culto en una frase o un axioma sería precisamente éste: la gnosis remplazó el culto al logos o la razón divina absoluta por el culto a la finita y falible razón humana representada con frecuencia como una diosa.

El liberalismo surgió tras la derrota de los jacobinos durante la revolución francesa como una facción supuestamente moderada que lo único que pretendía era desplazar al cristianismo del poder sin recurrir a una violencia excesiva y sin espantar a las masas.

Los liberales podrían considerarse gnósticos moderados por el simple hecho de que no quieren exterminar a los cristianos, sólo apartarlos de la vida pública y de los puestos decisorios, silenciarlos, impedir que prediquen o hagan manifestación pública de sus creencias, recluirlos en una especie de gueto y confinar la religión cristiana al ámbito doméstico. Los gnósticos radicales, es decir los comunistas, sí desean exterminarlos o al menos “reeducarlos” a la fuerza. No pueden tolerar la existencia del cristianismo, ni tampoco del teísmo aunque sólo sea en el ámbito privado. Los liberales se consideran tolerantes por el mero hecho de no promover el asesinato de los cristianos. Pero no toleran que prediquen, sólo ellos pueden predicar su credo gnóstico en los parlamentos o los foros públicos. En cualquier caso el liberalismo o la gnosis moderada siempre fue una estratagema de los satanistas destinada a erradicar el cristianismo de la sociedad de forma gradual y sibilina por así decirlo, y recurrieron a ella tras la derrota de los jacobinos simplemente porque no tenían el poder suficiente para exterminar a los cristianos o para silenciarlos completamente. Es preciso recordar que para la gnosis el Dios del Antiguo Testamento es una divinidad malévola de la que el demonio nos libera. Esta creencia aberrante, a menudo inconsciente, está en la base del comunismo y también del anarquismo de ahí que sus seguidores exalten a Satanás con frecuencia. Es una creencia que intuyo que los medios de comunicación mayoritarios llevan mucho tiempo inculcando en las masas de forma subliminal.

Todo parece indicar que tras la disolución de la Unión Soviética las autoridades rusas pasaron de ser gnósticos radicales a gnósticos moderados, el patriarca ortodoxo no es por lo tanto de momento otra cosa que una figura decorativa.

Después de todo el comunismo no es más que la coartada ideológica para apropiarse de los bienes del prójimo ¿Por qué habían de convertirse al cristianismo? ¿Para tener que responder de sus actos ante Dios antes de tiempo?

De los últimos acontecimientos en Rusia se desprende claramente de todas formas que todos los dirigentes por brutales y despóticos que sean son sensibles y responden a la presión de las masas. Putin arremetía hace poco contra las compañías farmacéuticas occidentales algo que ni un sólo gobernante en occidente se ha atrevido que yo sepa a hacer. Me resulta imposible descifrar la verdadera personalidad de ese hombre camaleónico, es un enigma, pero tampoco me importa gran cosa, un hombre no hace a un país. Lo que está claro es que vive inmerso en el tambaleante paradigma aberrante que se impuso con la era moderna; en un mundo desacralizado donde lo único sagrado es la bestia y sus inmundos apetitos. En el nuevo orden de cosas el dragón acaba con san Jorge y conquista a la doncella. El dragón aplastando a san Jorge es el verdadero emblema de la nueva Inglaterra. Deberían estampar la imagen en los pasaportes a ver si se enteran de una vez los británicos de quién manda en su país. Pero no se atreven “todavía”.

Putin llegó a declarar que la disolución de la URSS fue una tragedia para los rusos, pero la verdadera tragedia no fue la disolución de la URSS, sino del imperio cristiano ruso que abarcaba prácticamente los mismos territorios, ¿por qué alude a la URSS y no al imperio zarista? Pues simplemente porque no es cristiano y si lo es, se avergüenza de serlo. El imperio ruso a diferencia de la URSS fue un foco de civilización en Asia, si los dirigentes rusos quisieran reconstruirlo los defenderíamos a ultranza, pero no es eso lo que quieren, quieren apuntalar a toda costa el paradigma gnóstico globalista porque fomenta como ningún otro la impunidad, el saqueo de las arcas públicas y la incompetencia.

Jose Francisco Fernández-Bullón, 10 julio 2022

Publicado originalmente en Red Internacional

 

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