Las Dos Caras de Jano – por Jose Francisco Fernández Bullón

 

Una crítica del libro de Paul Williamas “Operation Gladio” mediante la cual se expone el doble juego sucio practicado por organizaciones como la CIA o el CFR.

En 2014 se publicó el libro Paul L Williams “Operation Gladio: the Unholy Alliance between the Vatican, the  CIA, and the Mafia” que se proponía denunciar la corrupción reinante en el Vaticano y la alianza que numerosos prelados entablaron con miembros de la mafia y de la logia masónica Propaganda Due. Sin pretender negar muchos de los hechos que se exponen en el libro, es preciso afirmar que su autor no acierta a interpretarlos correctamente y que se ha dejado engañar por el falso enfrentamiento entre miembros de la extrema derecha nacionalista erróneamente calificados de fascistas y las organizaciones de extrema izquierda comunistas; parece ignorar así mismo la terrible presión que la masonería internacional triunfante en todo el mundo tras la Segunda Guerra Mundial ejerció sobre el Vaticano y el desamparo que debieron experimentar numerosos sacerdotes, obispos y cardenales que no contaban con el apoyo de ninguna gran potencia o un ejército poderoso que salvaguardara sus intereses. El autor no parece ser consciente de que los agentes masones globalistas se infiltraron masivamente tras la Segunda Guerra Mundial tanto en las organizaciones de izquierda como en las de derecha provocando un enfrentamiento entre ambos bandos que en todo momento estuvo bajo su control y que utilizaron para sus verdaderos fines: la creación de una tiranía global satánica.

Paul Williams nos presenta a Allen Dulles director de la CIA y a William J. Donovan director ejecutivo de la OSS, la organización precursora de dicha organización, y Presidente de la “World Commerce Corporation” como paladines en la lucha contra el comunismo soviético cuando en realidad no eran más que los agentes de la banca globalista o para ser más exactos: comunista.

¿Cómo podía Dónovan ser un anticomunista cuando fue él quién asumió la tarea de depurar a Italia de fascistas tras la Segunda Guerra Mundial colocando en su lugar a masones y mafiosos? Todos o la mayoría de los líderes de la Revolución Soviética pertenecían a logias masónicas, incluyendo por supuesto a Trotski y a Lenin.

Donovan trabajó para la fundación Rockefeller y la banca JP Morgan dos de los bastiones del globalismo comunista.

Fue Donovan, probablemente, quien ordenó el asesinato del General Patton que era un auténtico anti comunista y anti sionista a diferencia suya, así lo declaró al menos el agente especial al servicio de la CIA Douglas DeWitt Bazata que colaboró en la trama para asesinar al General.

https://www.winterwatch.net/2022/01/patton-assassinated-to-suppress-his-criticism-of-post-war-policy/

Si por un lado, como afirma el autor de la obra en cuestión, fueron Donovan (y Allen Dulles) los encargados de organizar las “Stay Behind Armies” y la red Gladio para luchar supuestamente contra el comunismo, fue el mismo Donovan quien presionó a Roosevelt para que sometiera a juicio a los supuestos criminales de guerra nazi en la farsa que fueron los procesos de Nuremberg en un momento en que tanto los mandos del ejército estadounidense así como el Departamento de Estado se mostraban sumamente indiferentes ante semejante cuestión. Así al mismo tiempo que reclutaba a Gehlen y el general Karl Wolff a fin de que dirigieran las organizaciones paramilitares mencionadas se esforzaba por llevar a la horca a numerosos militares nazis que confesaron sus supuestos crímenes bajo coacción, es decir: tras ser torturados en muchos casos de la forma más atroz. La operación Paper Clip que escandaliza a tantos demócratas no tiene ningún misterio, a través de la misma las autoridades estadounidenses privaron a Alemania de muchos científicos y militares de valía a los que utilizaron para sus propios fines. No tiene nada de extraño que numerosos militares nazis reciclados o reeducados se prestaran a participar en la farsa que fue la Guerra Fría: no tenían otra opción. La disyuntiva era ingresar en las logias masónicas de “derechas” o enfrentarse al paredón.

La logia masónica falsamente fascista Propaganda Due orquestó toda una serie de atentados de falsa bandera contra objetivos civiles en los que perecieron numerosos ciudadanos inocentes e intentó responsabilizar a los comunistas de los mismos. El auge del comunismo en Italia estaba financiado por otra parte por los soviéticos que fueron financiados a su vez por los banqueros de Wall Street y la City de Londres con los Rothschild a la cabeza.

De esta forma tanto la izquierda como la derecha acabaron en manos de la masonería satánica que las enfrentaba para sembrar el caos y la violencia y mantener a la población civil atemorizada y confusa.

Donovan y Dulles no crearon la Logia supuestamente fascista Propaganda Due para luchar contra el comunismo en Italia, como el autor del polémico libro pretende, sino para sembrar el caos en Europa, mantener a la sociedad dividida abortando todo posible diálogo entre los representantes de las diferentes organizaciones políticas y poner de rodillas a toda Europa ante la Mafia.

En el libro se declara que la CIA organizó el tráfico de drogas para luchar contra el comunismo, la verdadera razón es la contraria: la supuesta lucha contra el comunismo que sus dirigentes últimos, los banqueros globalistas, financiaron fue la escusa para organizar en todas partes el tráfico de estupefacientes a gran escala; ése fue siempre su verdadero objetivo. ¿Acaso es preciso que recordemos al lector las guerras del Opio desencadenadas por la Est Indian Company, dirigida por los Rothschild, contra el gobierno chino a fin de obligarlo a legalizar el consumo y la distribución de dicha droga? Los Rothschild, los Rockefeller y sus agentes como Henry Kissinger son los auténticos directores de la CIA. Si entonces era preferentemente el opio la droga a la que se recurrió para drogar y esclavizar a la población, más tarde sería la heroína o la cocaína.

Fue el régimen fascista de Mussolini quien acabó con el poder de la Mafia en Italia, un poder que el falso anticomunista Donovan se encargó de restablecer. ¿Existe acaso una forma más efectiva de sojuzgar a la población de un país que someterla al chantaje de todo tipo de gánsteres? ¿Una forma más eficaz de controlar a los ciudadanos que ponerlos a trabajar para una organización criminal donde el que desobedece o cuestiona la autoridad del líder es automáticamente eliminado? La mafia italiana y la rusa no son más que una de las muchas rama de la masonería cómo que fueron creadas a imagen y semejanza de ésta última por masones como Giuseppe Mazzini.

Hombres como Donovan y Dulles fueron los responsables de la corrupción general que reina tanto en Europa como en Estados Unidos.

Los fascismos prebélicos eran ferozmente anti comunistas y antimasones, es ridículo calificar de fascista a la logia Propaganda Due, su supuesto fascismo no era más que una máscara con la que se pretendía atraer a los anticomunistas de derechas.

Está claro que muchos sinceros anticomunistas, ya fueran o no fascistas, vendieron su alma al diablo al ingresar en las logias masónicas como Propaganda Due a fin de luchar contra el comunismo (posibilitando de esta forma su triunfo último). Cayeron pues en la trampa que les habían tendido los servicios de inteligencia globalistas que es lo mismo que decir comunistas y se convirtieron en sus títeres. Eso suponiendo que su verdadero motivación al ingresar en la logia fuera luchar contra el comunismo y no meramente las ansias de poder.

Al empujar a antiguos fascistas o nacionalistas a ingresar en las logias para luchar supuestamente contra el comunismo los Rothschild podían controlarlos y dirigir sus movimientos en su propio provecho.

La creación de la Red Gladio cumplía varios objetivos: poner a la sociedad civil en manos de la mafia, organizar el enfrentamiento entre el este y el oeste por medio de la guerra fría (un enfrentamiento que mantuvo dividida por cierto a Alemania durante mucho tiempo) y lo que es más importante: la creación de un estado secreto o en la sombra del que los políticos electos que daban la cara ante la opinión pública no eran más simples marionetas, aquellos políticos independientes que aspiraban a entablar un diálogo entre las diferentes facciones como Aldo Moro fueron asesinados.

En la villa donde se realizaban las ceremonias de iniciación de los miembros de Propaganda Due se exhibían retratos de Mussolini y Hitler, jurados enemigos de la masonería internacional y eliminados precisamente por ésta, a fin de engañar a los incautos nacionalistas de derechas convertidos en los peones de sus mayores enemigos: los grandes maestres masones dirigidos por los Rothschild que estaban siguiendo al pie de la letra la recomendación de los seguidores del falso mesías Sabbatai Zevi y Jacob Frank de no ser lo que se pretende, de hacerse pasar por cualquier cosa y de disfrazarse de lo que haga falta para engañar a los incautos, la práctica en suma de la duplicidad y la mentira.

El estado profundo que ejercía de fascista o capitalista en el oeste y de comunista en el este desplazó de los puestos decisorios a cualquier político o empresario occidental independiente, impidió la participación efectiva de la ciudadanía en el gobierno de la nación en mano de los capos y propició el sometimiento total de todos los europeos convertidos en siervos del estado profundo y de la mafia. Si en Italia los comunistas no estaban directamente vinculados con la mafia (indirectamente sí lo estaban pues eran financiados por los soviéticos) los comunistas soviéticos si lo estaban; funcionaban de hecho como una mafia y eran en gran medida indistinguibles de ella. No debemos olvidar, por otra parte, que la CIA recurrió a las mafias de los estados comunistas de Albania y Bulgaria para que se encargasen del transporte y la distribución de la droga procedente de Afganistán.

Fue en la comunista Bulgaria donde los narcotraficantes “fascistas” turcos miembros de la organización “los lobos grises” y los capos italianos traficantes de drogas se reunieron para limar sus diferencia,s y sus encuentros fueron financiados por Kintex, la Agencia de Seguridad que no era sino un brazo del estado comunista búlgaro. Tanto la OTAN como la CIA recurrieron a Kintex pare venderle armas a Israel.

En Operación Gladio se alega igualmente que la CIA respaldó y financió a todas las dictaduras de derechas o neo fascistas latinoamericanas y puso en marcha la operación Cóndor, una vez más para acabar con las guerrillas de izquierda respaldadas entre otros por el régimen castrista acerca del cual el capitalista Rockefeller se deshizo en elogios.

En su libro “Partners in Treason. The CFR, the CIA and the Castro Connection”. el escritor Servando González desvela finalmente lo que muchos sospechábamos: que fue la CIA precisamente quien maniobró entre bastidores para convertir a Fidel Castro en el máximo mandatario de Cuba y quien traicionó a los que participaron en la invasión del Bahía de Cochinos a fin de consolidarlo en el poder. En el citado libro se afirma igualmente que fue Castro quien avivó las llamas de la Guerra Fría al promover las actividades guerrilleras y el terrorismo en todo el mundo, pero especialmente en América Latina. Las guerrillas en América Latina provocaron por cierto la fuga de capitales a los bancos de Wall Street.

La instigación de las guerrillas comunistas en Latino América por parte del masón Fidel Castro a instancias de la CIA constituía para las clases altas una especie de chantaje: si querían conservar su estatus debían aliarse con la masonería disfrazada de fascista y con las corporaciones comunistas norteamericanas.

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Al denunciar la guerra sucia de los generales argentinos que tomaron parte en dicha operación, Williams olvida mencionar la campaña de terror que los militantes de grupos revolucionarios como los Montoneros llevaban décadas practicando en Argentina y que desencadenaron en dicho país una verdadera guerra civil entre nacionalistas y comunistas. La guerra sucia la practicaron pues ambos bandos. En realidad todas las guerras son sucias, sobre todo las iniciadas por las sociedades secretas que pretenden ser lo que no son.

Cabe preguntarse porqué la CIA favoreció las tiranías de derechas en América Latina cuando apoyó a los comunistas en otras latitudes, pero la banca ya había decidido que la América Hispana gravitara en el ámbito de influencia de Estados Unidos y convertirla en su patrio trasero; y Estados Unidos era un país donde existía una aversión generalizada al comunismo y una poderosa clase media que ahora están erradicando. Una clase media poderosa e influyente es la verdadera garante de la libertad en cualquier país, no los multimillonarios, ni los trabajadores no cualificados que carecen de educación y son por tanto los más manipulables. Ya declaró Lenin que a las clases medias había que estrangularlas por medio de la inflación y de los impuestos y eso es lo que están haciendo precisamente todos los gobiernos globalistas.

Las dictaduras de derechas anticomunistas les resultaban preferibles que los regímenes comunistas a numerosos dirigentes norteamericanos y a la mayoría de los ciudadanos estadounidenses.

Todos los dictadores latinoamericanos calificados de “fascistas” que recibieron el espaldarazo de los servicios secretos masónicos como la CIA estaban por supuesto obligados a colaborar con las ·comunistas” corporaciones norteamericanas y a no obstaculizar el tráfico de drogas si querían mantenerse en el poder.

Resulta irónico que la masónica CIA eliminara al masón Allende sin duda porque se proponía nacionalizar las empresas chilenas en manos de las corporaciones anglosajonas. Acerca de Videla es preciso señalar que si por una parte encabezó la lucha contra las organizaciones revolucionarias como los Montoneros, por otra fue el más firme aliado de la banca globalista y de su principal agente el comunista Henry Kissinger y el responsable de que la deuda exterior argentina se disparase.

Resulta sumamente revelador que Kissinger fuera el asesor de ocho presidentes estadounidenses y de cinco líderes supremos de la China Comunista. Kissinger es un hombre que como Jano, el dios romano que presidía el comienzo y el final de todos los conflictos, tiene dos caras. Es fascista en América Latina y comunista en China.

En este sentido resulta sumamente oportuno recordar los elogios que este hombre maquiavélico le dedicó al comunista Deng Xiaoping durante una entrevista reciente que mantuvo con la agencia oficial de noticias de la República Popular China. Según sus propias palabras: El difunto líder chino Deng Xiaoping fue uno de los hombres más importantes del siglo XX, que contribuyó en gran medida al desarrollo en China.

No fue Deng Xiaoping quien posibilitó el desarrollo en China sino la banca globalista que desmanteló la poderosa industria estadounidense y la trasladó a la República Comunista China.

China, Rusia y Estados Unidos eran las tres potencias que se dividían el mundo con el beneplácito de los Rothschild, durante la guerra fría, las dos primeras dictaduras comunistas. La tercera capitalista, pero con comunistas secretos infiltrados en lo más alto de la cadena de mando y en todas las instituciones. Eran ellos en definitiva los que tenían la última palabra. La capitalista EEUU era necesaria para alimentar la guerra fría que sirvió para que numerosos países del tercer mundo fueran aplastados y explotados por unos o por otros. Se convirtieron en pocas palabras en botín de guerra. Las guerras entre las distintas facciones empezaron a provocar por otra parte el éxodo masivo de numerosos nacionales de dichos países que emigraban a Occidente y comenzaban a diluir la identidad de los países occidentales.

Hay que añadir que a muchos miembros de las clases adineradas de América Latina sólo les preocupaba y les preocupa conservar su posición y su estatus y no tienen el menor escrúpulo en cambiar de religión o de doctrina si eso sirve a sus intereses. Su miedo o su avaricia los puso en manos de los servicios secretos occidentales.

La estrategia empleada por la CIA en Europa fue similar a la empleada por ejemplo en Vietnam, donde financió a los dos bandos en conflicto, pero asegurándose de que el bando comunista se alzase finalmente con el triunfo.

¿Por qué presionaron hombres como Walt Rostow, miembro del globalista Council for Foreign Relations e hijo de un marxista convencido a Kennedy para que le declarase la guerra a Vietnam del Norte, mientras que otro miembro de la CIA y del CFR, el coronel Edward Landsdale se dedicaba a desarticular las más poderosas organizaciones anti comunistas en Vietnam: la secta Cao Dai, la secta Hoa Hao y el ejército privado de Le Van Vien?

Porque la CIA o los miembros del comunista o globalista CFR que sabotearon en todo momento en secreto el esfuerzo bélico de Estados Unidos en Vietnam podían de esta forma presentarse como una organización anticomunista defensora de la democracia ante la opinión pública confundiendo a los sinceros nacionalistas estadounidenses. Si la CIA o el CFR hubieran tomado el partido de los comunistas abiertamente la mayoría de los estadounidenses le habrían dado la espalda. Al presentarse falsamente como anticomunista atraía a los patriotas los dirigían, los controlaba y en última instancia los eliminaban como eliminaron a James Forrestal por su postura anti sionista. Y es que el Israel de los Jázaros es la verdadera patria de todos los globalistas, la única nación cuyos intereses defienden “de momento”, y digo de momento, porque su verdadero objetivo nunca fue la creación de un hogar nacional para los judíos sino convertir a Jerusalén, una de los lugares santos del cristianismo, en el centro del satanismo mundial.

Como afirma Servando González en el libro anteriormente mencionado, el CFR es en realidad una agencia de servicios de inteligencia, y la CIA es el brazo armado secreto a cargo de las operaciones encubiertas de sabotaje, asesinato, subversión, terrorismo y guerra psicológica.

Al igual que sucedió en Vietnam, la CIA se presentó falsamente en Europa como una organización anticomunista enfrentada a los soviéticos cuando su verdadero objetivo era garantizar la implantación final del comunismo en todas partes; ése y no otro es el régimen político que se pretende implantar en el mundo por medio del gran reinicio del Foro Económico Internacional.

En el libro de se sostiene, sin aportar pruebas por cierto. que Pío XII dio su venia a la alianza entre el Vaticano y la Mafia a fin de luchar contra el comunismo, si lo hizo cayó en la trampa que le tendieron los globalistas empeñados en desacreditar al cristianismo y en especial al catolicismo. Es sumamente dudoso en cualquier caso que Pío XII hubiera podido hacer gran cosa para oponerse a la penetración de la mafia en todas las instituciones de Italia y en el mismo Vaticano cuando ésta contaba con el apoyo del todopoderoso ejército norte americano. A quién podía recurrir para oponerse a la misma: ¿A la guardia suiza?

Es difícil hacerse una idea exacta de la alarma que debió crear entre el clero el éxito creciente del comunismo en Italia, un éxito que no encierra ningún misterio si tenemos en cuenta que estaba subvencionado por la inmensa fortuna de los Rothschild y otros banqueros sabateos. Esta alarma podría explicar el hecho de que muchos se aliaran con los mafiosos que al menos bautizaban a sus hijos y se casaban por la iglesia.

Hay que precisar en cualquier caso que cualquier sacerdote, cardenal u obispo que ingrese en las logias masónicas por la razón que sea, adjura de su fe y queda automáticamente excomulgado; deja de ser católico, y por tanto no se puede responsabilizar a la iglesia católica de los crímenes que cometa.

Fueron Juan XXII y Pablo VI quienes organizaron el Concilio Vaticano II por medio del cual la iglesia católica dejó de ser cristiana y pasó a ser gnóstico cabalística, desde entonces sólo cabe hablar de un catolicismo de “base” la mayoría de los líderes de la iglesia son apóstatas de grado o por fuerza. Los globalistas satánicos se han apoderado de la cúpula de la Iglesia Católica como la de la mayoría de los gobiernos en todas partes; han secuestrado dicha institución como han hecho con la mayoría de organizaciones supranacionales.

En Operación Gladio se afirma igualmente que la publicación en el Osservatore Politico por parte de Mino Picorelli de una lista con el nombre de 121 clérigos y seglares católicos que eran miembros de las logias masónicas vinculadas a Propaganda Due causó la alarma de Juan XXIII.

La alarma del anti papa Juan XXIII no fue ocasionada por el hecho de que esos líderes supuestamente católicos fueran masones, él también lo era, sino por que eran cómplices de numerosos crímenes. Sin duda Juan XXIII era un masón despistado que consideraba, como tantos otros masones de bajo grado que la masonería era una especie de una institución humanitaria, cuando no es más que una organización criminal y de las más truculentas. En cualquier caso Juan XXIII era un racionalista gnóstico y por tanto hereje y antipapa, todos los que lo conocieron coinciden en afirmar en que era un simple y un papanatas. No era sin embargo un criminal y fue asesinado por la CIA tan pronto como se propuso depurar de criminales la Santa Sede.

La Guerra Fría o el enfrentamiento entre Occidente y la Rusia soviética eran necesarios en un momento en que el “Establisment” occidental no estaba todavía completamente controlado por la masonería internacional como lo está ahora; es por eso que se eligió al anticomunista Juan Pablo II como papa en su momento y los servicios secretos masónico se propusieron asesinarlo tan pronto como intentó dialogar con los dirigentes soviéticos, es muy posible, por otra parte, que los banqueros globalistas hubieran perdido el control de la Rusia Soviética durante esos años. Ahora que el poder de los globalistas comunistas se ha consolidado ya no es necesario disfrazarse de ultraderechista y se condiciona al antipapa Bergoglio a que presente una cara comunista ante el mundo.

Por las mismas fechas en que la CIA atacaban a la Unión Soviética por medio de la guerra en Afganistán, los banqueros globalistas propiciaban el desarrollo en China, la nación modelo cuyo sistema totalitario se quieren implantar por doquier.

En todos los regímenes comunistas férreamente controlados por la masonería, el proceso siempre es el mismo: primero se nacionalizan los bienes y las empresas para arrebatárselas a los propietarios cristianos o simplemente no satanistas; y luego se privatizan y son vendidos a mafiosos y satanistas masones a precio de saldo. Esto es lo que sucedió en Rusia con la Perestroika. Así la riqueza se va concentrando en unas pocas manos. Y se afianza el poder de una élite satánica que gobierna el mundo con un despotismo sin precedentes en la historia.

En la obra de Williams se defiende a los representantes de la teología de la liberación y se denuncia la persecución que sufrieron los mismos. Pero la Teología de la Liberación es una especie de cajón de sastre. Si es cierto que muchos clérigos a los que se engloba en dicha corriente se dejaron influir por el marxismo ateo y se propusieron darle un imposible sesgo cristiano. Otros como Monseñor Romero o las hermanas de la orden Maryknoll se mantuvieron completamente fieles al credo católico y se limitaron a tomar partido o interesarse por la suerte de los miembros de las clases bajas, así como a denunciar los crímenes de los regímenes totalitarios latinoamericanos controlados por la CIA.

Por medio de la Operación Cóndor o el Plan Banzer los esbirros de la CIA asesinaron a numerosos sacerdotes o religiosos que no tenían nada de comunistas y eran por así decirlo simples activistas sociales comprometidos con la causa de los desfavorecidos o que trabajan para aliviar su suerte. Cualquier activista social era tildado automáticamente de comunista durante esos terribles años.

Hay que dejar bien claro que marxismo no es un instrumento para entender la historia ni para implantar la justicia social en ninguna parte, es una falacia, una herramienta para erradicar o ridiculizar la creencia en lo sobrenatural y para abortar y criminalizar cualquier diálogo con Dios y poner obstáculos a su providencia.

Según algunas fuentes tanto Marx como Engels eran miembros de la logia masónica Unidad por la Verdad. Semejante revelación, de ser cierta, situaría su figura en una perspectiva completamente diferente. Marx sería en realidad un hipócrita, y toda su doctrina consistiría en una burda estratagema para condicionar a sus “fieles” y prohibirles reflexionar acerca de la dimensión sobrenatural del mundo en la que él sí creía. Marx no sería pues marxista, sino un simple satanista disfrazado de materialista o racionalista.

El fascismo fue completamente derrotado tras la segunda guerra mundial y ya no cabe hablar del mismo en el presente. Las dictaduras latino americanas estaban dirigidas por masones no por fascistas lo mismo que las dictaduras comunistas en los países orientales. En la actualidad la resistencia al globalismo la encabezan organizaciones que cabría calificar de nacionalistas paganas (en realidad muy minoritarias) o nacionalistas cristianas. El odio al judaísmo es lo que ha empujado a estos grupos nacionalistas neo paganos a rechazar sus supuestos libros sagrados: es decir el Antiguo Testamento y por extensión al Cristianismo. Y digo supuestos porque los verdaderos libros sagrados de los judíos son el Talmud y los tratados cabalísticos.

Sin duda muchos comunistas se proponían luchar simplemente por los derechos de los trabajadores al menos en Occidente donde eran la oposición controlada (como que las brigadas rojas tenían su centro de operaciones en la escuela de idiomas Hyperión financiada por la CIA;) ahora la oposición controlada es la derecha falsamente nacionalista. Pero en el Este de Europa donde constituían la máxima autoridad y la única organización política permitida por el estado, muy pocos comunistas podrían jactarse de tener las manos limpias de sangre.

Una y otra vez el libro Operación Gladio nos presenta a la CIA como una organización anticomunista que perpetraba ataques de falsa bandera para acabar con el comunismo, Pero la CIA era y es una organización comunista hasta la médula y su supuesto anti comunismo no fue más que una escusa para organizar el tráfico de estupefacientes a gran escala y mantener a los países del tercer mundo en un conflicto permanente de forma que las corporaciones comunistas pudieran explotar impunemente sus recursos.

Tenía que ser Allen Dulles el mismo que puso en marcha el proyecto de control mental y lavado de cerebro MK Ultra quién manejara a los antiguos fascistas o derechistas como títeres (numerosos prisioneros de guerra alemanes se convirtieron, por cierto, en los conejillos de indias de los experimentos llevados a cabo mediante dicho proyecto) . Ése era el verdadero objetivo de hombres como Dulles, no luchar contra el comunismo, sino convertir a la población mundial en zombis o meros autómatas mediante la hipnosis y las técnicas de manipulación mental. En realidad la operación de manipulación de masas que constituye la falsa pandemia, podría considerarse una nueva operación del proyecto MK Ultra sólo que esta vez a escala mundial. Una operación siniestra que constituye el mayor crimen cometido jamás contra humanidad y con la que se pretende, no lo olvidemos, instaurar definitivamente en todo el orbe el régimen comunista del que los miembros del Foro Económico Internacional como Klaus Schwab cantan en todo momento las excelencias.

 

Jose Francisco Fernández Bullón, 30 de abril de 2023

Publicado originalmente en Red Internacional

 

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