Inmigración de masas: Fabricando el choque de civilizaciones

“El hecho de pedir un mundo de puertas abiertas y repleto de intervenciones ”humanitarias”, lejos está de ser la solución, sino por el contrario agrava aún más la desigualdad norte-sur, y avasalla la soberanía política, económica, social, y cultural de los pueblos tanto del norte como del sur”

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Por la década del noventa, el politólogo estadounidense Samuel Huntington, publicó la tesis llamada ”Choque de Civilizaciones”; la cual argumentaba que los futuros conflictos de la humanidad no iban a estar relacionados con factores políticos, económicos, sociales o territoriales; sino que estos estarían marcados por la cultura y el conflicto civilizatorio. Ni bien salió la tesis, hubo dos reacciones en el mundo políticamente correcto de las plutodemocracias liberales y capitalistas; una de ellas fue la plena adhesión a las tesis del autor, y otra las condenas lisas y llanas sin desmentirlo con altura. Quienes tenemos la dicha de vivir en este tipo de sociedades y tenemos formación académica seria y científica, no podemos decir sino que la tesis en realidad es el fundamento actual de la geopolítica norteamericana y sionista.

Todos hemos sido testigos en los últimos días del desastre humanitario en el Mediterráneo y la avalancha migratoria que padece Europa. Ante estos sucesos, en Occidente, civilización a la que pertenecemos, han aflorado las posturas más histéricas e irracionales con respecto a la interpretación de este fenómeno. Por un lado tenemos al empresariado occidental que ve tal avalancha como una bendición económica sin importarles demasiado el drama humano; en el mismo bando tenemos a la progresía y a la nueva izquierda que considera que todo inmigrante y todo refugiado por el mero hecho de serlo es maravilloso y lógicamente olvida que no es la condición ideal del Hombre. En la pretendida vereda opuesta tenemos principalmente a los sectores de una pretendida derecha, compuestos por grupos pretendidamente nacionalistas y ultramontanos incapaces de tener una perspectiva global del problema por tener gravísimas limitaciones intelectuales en pleno siglo XXI, también en el mismo bando tenemos a grupos del llamado sionismo ”cristiano” que incluye a neoconservadores y paleoconservadores; los cuales si bien en su masa de adherentes observamos un nivel intelectual que deja demasiado que desear, sus líderes no son precisamente gente estúpida y sus intenciones son más que claras.

En todos los grupos anteriormente mencionados, el pensamiento en el mayor de los casos primario y simplista que roza con una concepción similar al de la Mitología, elaborando dogmas por los cuales, en su falta generalizada de argumentos no se duda en titular a quien sea oponente como el peor criminal que pueda existir sobre el planeta tierra.

Hoy en día, en estos mitos se desarrollan tres problemáticas típicas de estos días. Nos referimos aquí a la inmigración, la convivencia intercultural, y las concepciones civilizatorias.

Para el caso de los elementos empresariales y progresistas de Occidente, la inmigración y el multiculturalismo por el mero hecho de ser, son una bendición; otro mito recurrente, consiste en que las culturas y las cosmovisiones no existen, y por lo tanto los únicos fundamentos del Hombre son puramente materiales.

Para el caso de la pretendida derecha, integrada por los nacionalismos, los sectores ultramontanos, sectarios, y los conservadores se trataría el tema de la inmigración y la coexistencia física de culturas diversas, que por el mero hecho de ser, son una desgracia inmensa, una blasfemia, y la destrucción de Occidente; otro mito muy recurrente en estos grupos consiste en la creencia de que todas las culturas y cosmovisiones son absolutamente falsas, siendo solo la Occidental y Cristiana verdadera, además de que la pertenencia racial y cultural son fatales, y dentro de tal fatalismo está el triunfo o el fracaso de ese mismo grupo humano.

Ambas visiones, no resisten el menor análisis académico, son absolutamente infantiles, y además aportan poco para la resolución de conflictos. Para algo, si bien bastardeadas por el marxismo cultural, existen las Ciencias Sociales; que contrarias a la creencia generalizada de que las mismas nacieron con la Revolución Francesa y el pensamiento secular, las mismas han estado desarrolladas en todas las civilizaciones y durante varios períodos históricos.

La mitología progresista

Tal como diría el muy acertado Alain de Benoist en su brillante texto: ”Migrantes, las intervenciones humanitarias suelen en general agravar las cosas” [1], es necesario ser bastante inhumano y no tener sangre para no sentir empatía con quienes se ahogan en el Mediterráneo. Ciertamente resulta un espectáculo horroroso y extremadamente triste ver el cuerpo muestro del niño sirio Aylan Kurdi en el mar, como así también los cuerpos de muchos subsaharianos en las costas de Italia y España; sentimiento innato a los seres humanos (o al menos aquellos no bestializados por sus propios ideales políticos y religiosos), sin embargo el hecho de pedir un mundo de puertas abiertas y repleto de intervenciones ”humanitarias”, lejos está de ser la solución, sino por el contrario agrava aún más la desigualdad norte-sur, y avasalla la soberanía política, económica, social, y cultural de los pueblos tanto del norte como del sur.

En general, el problema de la inmigración o el multiculturalismo, no es que sea lo más bello o la peor desgracia. Quien conozca un poco de Historia y de Sociología sabrá que existieron y existen sociedades pluriétnicas y pluriculturales en varias partes del mundo; y que este fenómeno no sólo es propio de estos tiempos, sino que han existido en todos los períodos históricos. La diferencia existente con respecto a la problemática actual precisamente centrada en Occidente y todavía más en Europa Occidental, es que tales poblaciones tenían un ethos unificador, sea este filosófico, religioso o político, por el cual la diferencia de etnia, cultura o religión si bien no era lo que unía, tampoco era lo que separaba. Así como también abundan ejemplos de sociedades absolutamente homogéneas cuyo conflicto social interno es demasiado pronunciado. El tema no es diversidad sí, o diversidad no; el problema real consiste en qué tipo de diversidad existe y cual es la razón por la que existe.

Lo que hoy se observa en Occidente, precisamente es un conflicto netamente social, pero originado en causas filosóficas, políticas y económicas.

El principal problema radica en una aberrante desigualdad entre el norte y el sur del planeta. Esta desigualdad se originó exclusivamente en el colonialismo, y se agravó aún más con el capitalismo y el neocolonialismo [2]. Hoy en día somos testigos de cómo las antiguas metrópolis coloniales, actualmente privatizadas siguen manejando la superestructura de sus antiguas colonias, tal como vemos el caso a lo largo de Latinoamérica, África y Asia con sus materias primas, es decir la banca privada y los monopolios se roban cuanto pueden, y al primer atisbo de soberanía y desarrollo autónomo dos son los espectáculos posibles; el primero es un Golpe de Estado por el cual un militar socio del Imperialismo retorna al antiguo Status Quo; el segundo espectáculo posible es la ingenierización de un conflicto social que conlleva a una guerra civil, inundándose el país víctima de mercenarios (en neolengua rebeldes) que dejará al país en la bancarrota y además de seguir saqueando sus recursos naturales, contraerá nuevas deudas con la usurocracia internacional [3].

Aquí está el principal error del progresismo actual, su amor por el humanitarismo y la inmigración que por el solo hecho de ser, será considerada como una experiencia enriquecedora, juega un papel de complicidad con el poder internacional. Ciertamente ayudar a otro Ser Humano y ser hospitalario es una de las más bellas cualidades humanas, pero en tal amor, jamás atacan las consecuencias de tal éxodo humano. En su materialismo, el progresismo olvida que el ser humano, no vive solo de pan, por repetir la enseñanza evangélica, el Ser Humano tiene necesidades espirituales, tiene la necesidad de su propia tierra, su propia gente y su propia cultura, tiene la necesidad de llevar una vida digna, un trabajo digno, un futuro digno para su persona y su descendencia; y lógicamente la necesidad de que su país sea soberano y no sea víctima de corridas bancarias, golpes de estado, guerras civiles o bombardeos ‘’humanitarios’’ cuando al poder global le vengan las ganas.

Bien, por lo tanto tenemos cuáles son las principales causas del éxodo humano desde el sur al norte, y se pueden resumir en los siguientes puntos:

  • Los países del sur no son los verdaderos dueños de sus recursos naturales, ni de planificar su vida política, económica y social según sus propias formas orgánicas, por fuera de la mentalidad plutodemocrática, liberal y capitalista. En caso que aspiren a su verdadera soberanía, dos son las opciones, golpe de estado o guerra civil orquestada desde el extranjero.
  • Los países del sur, al tener la imposibilidad del desarrollo autónomo, no pueden generar condiciones óptimas de vida para sus habitantes, ni una planificación demográfica para asegurar el porvenir de futuras generaciones.
  • La ambición de los grupos monopólicos y usureros controlados por el sionismo con base en Estados Unidos, Israel y la Unión (anti) Europea, generan corridas bancarias y devaluaciones programadas; además de servirse de las ”misiones humanitarias” cuando determinada nación les resulta incómoda, generando mayor mano de obra y mayor plusvalía.
  • La falta de soberanía de las naciones occidentales para, desde el estado, oponerse a tales grupos monopólicos y usureros, y cooperar con las naciones restantes para solucionar el conflicto humanitario.

A grandes rasgos, estos son los principales puntos, que generan los éxodos que actualmente se padecen. Ahora ¿por qué el sector progresista que en teoría debería poner el grito en el cielo por estas situaciones de injusticia, no menciona estas situaciones?.

Bien, en primer lugar debemos decir, que el progresismo como tal, es un reciclado políticamente correcto de lo que ha sido el marxismo. El experimento llevado a cabo en las universidades de los Estados Unidos en conjunto con el trotskismo, evidentemente cumplió con su objetivo, neutralizar al Bloque Socialista. De allí que en Occidente experimentamos el marxismo cultural, el cual no pone en cuestión el neocolonialismo, el capitalismo, la economía de mercado, el decadentismo burgués o la plutodemocracia; sino que se suma a la tiranía del liberalismo con un derechohumanismo contrario a los derechos colectivos, por los derechos de las minorías contra los derechos de las mayorías, propaganda anti-religiosa, o negación de la necesidad de raíces. Precisamente algo que los Estados Unidos difunden por el mundo desde su nacimiento como nación, y que de hecho lleva a cabo espantosos bombardeos ”humanitarios” para castigar siempre a esa nación tercermundista rebelde que se niegue a cumplir tales ”valores universales”.

De ahí que no sea raro que el progresismo haya avalado a mercenarios disfrazados de rebeldes, intervenciones ”humanitarias”, o sanciones contra ”naciones retrógradas”. Cayendo así en el eterno problema intelectual de Occidente, que tal como bien diría uno de los últimos metafísicos de Occidente, René Guénon, consiste en creer que solo Occidente es capaz de crear pensamiento, y que sus formas son las únicas válidas; negando así la riqueza intelectual y cultural de otros pueblos.

Bien, por otra parte, dentro del empresariado y los sectores económicos pasivos de Occidente, tal avalancha de masas humanas desesperadas por razones lógicas, la reciben con total alegría. Los empresarios podrán maximizar sus ganancias y reducir costos, o mejor dicho sacar más plusvalía de los trabajadores, lo que en criollo llamamos vivir de arriba o chuparle la sangre a un pobre tipo. Lógicamente, en el anti-natural sistema plutodemocrático, liberal y capitalista, el obrero en realidad es alguien que vende su fuerza de trabajo, y el precio de todo bien y servicio se fija por la oferta y la demanda. Al ser el obrero quien vende su fuerza de trabajo, y su número aumentar considerablemente, sumando a la desesperación, lógicamente por haber demasiada oferta, a los salarios se los puede congelar, se los puede bajar, y se puede precarizar aún más el trabajo; fenómeno que ya se ha bautizado como la esclavitud del salario. Por otra parte, los sectores económicamente pasivos también se ponen contentos, dado que habrá un número mayor de aportantes, aportes de los cuales viven.

Por lo tanto, y en conclusión, no se trata de ninguna cuestión de solidaridad progresista, y como ya nos tienen acostumbrados, siempre mirando al Tercer Mundo como niños que no pueden valerse por sí mismos, una mirada paternalista absolutamente insultante. Lo que aquí estamos viendo es una inmensa injusticia cometida por el capital contra los pueblos del mundo. En materia cultural vemos cómo se destruyen todos los fundamentos teológicos y filosóficos de la humanidad mediante la propaganda del Relativismo Cultural fomentada tan bien por el virus ideológico del liberalismo, sustentado en un inmenso aparato mediático y propagandístico [4], con el fin de desarraigarlo e imponerle el modelo único que impera en Occidente. En materia política vemos cómo el imperialismo occidental, actualmente privatizado y monopolizado por los grandes grupos económicos y mediáticos, avasalla las soberanías nacionales con el afán de maximizar sus beneficios a cero costo, dado que nunca vemos a Rockefeller, Rothschild, o sus títeres políticos sangrando en el campo de batalla, sino que sangran los pueblos por guerras que no les pertenecen. Y finalmente tenemos el desastre social que produce que masas enteras deban de sufrir un sistema anti-natural e injusto, todo para seguir maximizando ingresos por la plusvalía, la especulación y la usura.

Allí es donde vemos cómo el progresismo pretendidamente revolucionario, juega en favor del capital, más allá de su retórica y sus cautivantes discursos.

La mitología de una pretendida derecha occidental.

En un afán por ser políticamente incorrectos, en lugar de veraces, quizás sea desde la pretendida derecha desde donde se esgrimen los más bestiales argumentos, y se justifican las más odiosas barbaridades. Por lo tanto es hora de comenzar a desmantelar mitos de quienes pretenden ser disidentes y terminan jugando para el gran capital.

En primer lugar tenemos el tema de que la inmigración por el sólo hecho de serlo es una desgracia absoluta, y que todo grupo humano se encuentra fatalmente destinado por su pertenencia a determinado grupo racial, religioso o cultural al éxito o al fracaso.

Bien, este primer mito, desde ya tiene abundantes datos históricos que lo arruinan, y ejemplos sociológicos actuales. Incluso la misma Historia Universal desmantela tal discurso, los indoeuropeos, antes de asentarse en Europa y el occidente de Asia, vagaron por las estepas euroasiáticas, incluso pueblos europeos actuales como los húngaros, franceses, ingleses, y los mismos españoles han tenido un pasado emigrante no muy lejano en el tiempo. En nuestro caso, los pueblos y naciones latinoamericanas, como bien se sabe, tenemos origen migratorio, ya sea de quienes vinieron de Asia o de quienes vinieron de Europa, generándonos tal como somos con un grado general de mestizaje mayor o menor sea en términos étnicos como culturales.

Tal como bien diría Israel Shamir, con respecto a la exclusividad occidental, resulta que en Oriente se es ”multicultural” antes que Occidente venga a decir al mundo qué cosa es la convivencia entre culturas distintas, y menciona cómo en Europa Oriental, una mezquita, una iglesia, tártaros y eslavos en el caso de Minsk, compartían la misma plaza, y la convivencia dentro de la unidad imperial era muy buena [5]. Por otra parte, precisamente la Península Itálica, étnica y culturalmente homogénea durante más de 1000 años no conoció la unidad, sino ciudades estados que comerciaban entre sí y también guerreaban entre sí, o Alemania durante el período de las ciudades estados, tales no han podido congeniar en un proyecto nacional común durante décadas; mismo actualmente en Italia perviven conflictos entre el norte y sur del mismo país, despectivamente llamados entre sí pontelones (norte) y terrones (sur), o como sucede con el caso de Cataluña y el País Vasco en España, o en las Islas Británicas con Escocia e Irlanda del Norte, por dar conflictos puramente occidentales.

Si miramos al mundo, fuera de Occidente, otro mito muy casual es sostener que los no-occidentales por naturaleza son incapaces de construir formas de civilización y tener éxito. Por lo tanto todo no-occidental nace con un odio innato a Occidente y al hombre blanco, que jamás puede superar por tal Fatalismo; de allí que haya que festejar todas las desgracias que se le ocasionen a los pueblos no occidentales.

Evidentemente la formación histórica y antropológica de la pretendida derecha deja demasiado que desear, y guiándome por experiencias locales, a duras penas podría cursar dignamente un colegio secundario. Tenemos en África el Imperio de Mali, con un gran adelanto en Medicina y Ciencias Jurídicas, los reinos de Ghana y Shongai, el Gran Zimbabwe, o la milenaria historia de Etiopía. Por ejemplo también se encuentra la Edad de Oro del Islam que ha sido base para el futuro desarrollo de Occidente, las Civilizaciones Precolombinas, y desde ya India, el Sudeste Asiático, China, Corea y Japón como referencias civilizatorias [6].

El grave problema, en este caso en la pretendida derecha, repitiendo nuevamente el error de Occidente, consiste en creer que fuera de Occidente no hay pensamiento y creación civilizatoria, sumándole la creencia de que sólo las pautas de Occidente son válidas.

Nuevamente observamos la misma visión infantil en esta corriente. Sin embargo las realidades de estos fenómenos migratorios, ya han sido enumeradas y analizadas por una enorme cantidad de académicos para intentar corregirlas. Sin embargo, en esta corriente se es especialista en esgrimir argumentos con declaraciones extrapoladas de la Edad Media, conflictos entre Oriente y Occidente antiguos cuya relación con los actuales es absolutamente nula, utilizar frases apócrifas de dirigentes no-occidentales, o argumentos pseudoteológicos que puedan ser fácilmente desmentidos con un mínimo de lecturas teológicas y metafísicas [7].

Sin embargo, tanto en las corrientes progresistas, como en las de la pretendida derecha, podemos encontrar puntos de coincidencia esenciales, si bien errados; actualmente los dominantes en los círculos de pensamiento en Occidente.

  • La superioridad innata de la Civilización Occidental, ya sea por motivos ”humanitarios”, como culturales, teológicos, económicos, y sociales.
  • Paternalismo de Occidente con el resto de las civilizaciones, sintiendo la obligación moral de ”ayudar” al resto de los pueblos, a pesar que lo mismo conlleve a las más aberrantes bestialidades.
  • Intento de imposición a nivel universal del pensamiento único, con demasiados rasgos de totalitarismo.

Bien, ahora en el siglo XXI, estos mitos, si bien son rasgos muy generalizados en ambas corrientes, es precisamente la pretendida derecha la que los cacarea abiertamente, tales posturas han quedado bastante aisladas en materia de altos estudios académicos. Generalmente estas teorías repuntan en sucesos de crisis, o con falsas banderas a las cuales el sionismo nos tiene acostumbrados.

Desmontando el primer mito, observamos una inconsistencia muy influenciada por un dogmatismo ciego, más que con una realidad.

Occidente no tiene ninguna superioridad sobre ninguna civilización tradicional, muchísimo menos esta versión bastardizada que conocemos en la actual modernidad crepuscular. Cabe destacar que cualquiera con el más mínimo conocimiento de Historia Universal, sabrá que la escritura tal cual la conocemos en Occidente tiene su origen en la Mesopotamia, al igual que todo el sistema de creencias metafísicas que luego conformaran el corpus teológico de las religiones abrahámicas, tomando además características de Egipto y Persia, esta última aporta sobre todo las nociones del más allá, de la Angelología y Demonología, y las concepciones escatológicas de juicio final y vida en el más allá [8]; mucho que añadir con respecto a la Mitología greco-romana no hay, sino que es una manifestación de la religiosidad tradicional indoeuropea análoga a la de India y el Mundo Germánico. Lo mismo cuenta para su ciencia, y aquí es primordial los aportes hechos por el Mundo Islámico y China que serán la base de la inmensa capacidad tecnológica que en el renacimiento serán los que lleven a Occidente al triunfo planetario de su civilización. A todo esto no se debería obviar caso de civilizaciones cuyo grado de desarrollo en ciertos campos se encontraba en superioridad con el de Occidente. En cuanto a materia política, económica y social no podemos ser sino absolutamente críticos con el rol que Occidente ha jugado en los últimos 500 años en el mundo, llevando al actual estado de cosas que actualmente observamos; llámese a esto democracia, liberalismo, marxismo cultural, relativismo, cientificismo, capitalismo o colonialismo, herramientas de la subversión moderna con las cuales se aniquiló las últimas civilizaciones tradicionales existentes tanto en el Occidente como en el Oriente.

Con respecto al segundo mito, por el cual Occidente tiene el deber moral y la obligación de ”ayudar” al resto de los pueblos, reproduciendo eternamente la carga del hombre blanco de Rudyard Kipling, resulta que se trata de un cinismo totalmente insultante. Si bien durante la Edad Media, principalmente musulmanes y mongoles han asolado las fronteras de Occidente, sucede que el contra ataque occidental logró superar con creces las tropelías cometidas por los orientales. La primera gran víctima de la expansión occidental fue sin dudas África, además de la esclavitud que siempre existió en el continente se llevó a cabo una completa invasión y colonización del mismo que logró, en la inmensa mayoría del continente, destruir la identidad de tales pueblos, a tal punto que no quedan registros de que las culturas allí existentes en la actualidad hayan seguido su curso evolutivo. Con América, si bien no hubo la intención de genocidio, sí hubo una intención deliberada de aculturar al indígena y borrar su memoria cultural. Con Asia, la mejor organizada, el avance ”civilizatorio” fue mucho más lento dado que las naciones asiáticas se encontraban mucho mejor organizadas y con una capacidad de resistencia aún mayor; conocemos el desastre ocasionado por los británicos en la India, la hambruna artificial de los bengalíes, la narcotización de China, y los ”civilizatorios” bombardeos de los Estados Unidos en Japón, Corea y el Sudeste Asiático.

El tercer mito, precisamente, es fácilmente desmontable ahora citando los casos anteriores, que no son los únicos, sino simplemente los más conocidos para la opinión pública de Occidente. Nuevamente citando al maestro René Guénon, no habrá entendimiento mientras Occidente se plantee de forma exclusivista con respecto al resto del mundo, y el maestro Julius Evola, coincidencia, bien mencionaba la peligrosidad del exclusivismo dogmático y sectario. Occidente, si bien se victimiza argumentando que todos conspiran contra tal civilización, es precisamente la civilización que más se ha caracterizado por anular toda forma no desarrollada en su seno, y el caso de América es paradigmático, en el cual no quedan modos de vida basados de forma autónoma en las tradiciones indígenas que pervivan; y en la misma Europa también sucede lo mismo con los modos de vida típicos greco-romanos, celtas y germánicos, la modernización precisamente impidió el natural desarrollo de los mismos. Lógicamente, el cinismo es algo que causa rechazo a cualquier ser humano, y el resto de las civilizaciones, también compuestas por humanos, no se mantienen ajenas a tal sentimiento [9 y 10].

La crisis de refugiados en 2015 y la ingeniería social

A medida que pasa el tiempo, el mundo resulta ser un lugar muchísimo más inestable y peligroso, dando por tierra con las tan cacareada y muy políticamente correctas tesis del fin de la historia y el triunfo a nivel global de la plutodemocracia liberal y capitalista que tanto profetizaba Francis Fukuyama.

Este problema que actualmente está enfrentando Europa era, a todas luces, un problema predecible desde que el capitalismo global decidió intervenir a su antojo en el Medio Oriente. Anteriormente he mencionado el origen de los movimientos migratorios masivos, y sus causas; como se verá está perfectamente orquestado y controlado.

Las naciones de Occidente cuyos estados nacionales se encuentran controlados por las corporaciones económicas, que son las que saquean a las naciones y reducen a los pueblos a la miseria y la esclavitud, en caso de que haya ”naciones rebeldes” intervienen organizando golpes de estado, y en caso de que sea una operación inviable, se financian grupos opositores y se entrenan mercenarios con el objetivo de generar desestabilización o guerras civiles cuyo objetivo es retornar al status quo derrocando al ”gobernante rebelde”, y en caso de que las anteriores sean inviables, se procede a la directa intervención militar que será mostrada al público como humanitaria y profundamente altruista. Esto genera principalmente masas empobrecidas que al no poder desarrollar su vida con normalidad ni asegurarse un futuro optan por emigrar. El sistema así está matando dos pájaros de un tiro, robar a cero costo materias primas y con el despoblamiento producto de las misiones ”humanitarias” y la concentración de medios productivos, generar mano de obra para aumentar la oferta de fuerza laboral.

El colonialismo ciertamente está dando frutos, y los proyectos geopolíticos del anglosionismo ciertamente mejor no podrían salir. Desde ya es contundente la financiación de Occidente de distintos grupos extremistas en el mundo, como la ha realizado con el wahabismo desde hace siglos en el Medio Oriente, con los grupos fundamentalistas budistas en Asia, o mismo con los grupos ultramontanos, realizando acciones que dan fundamento a la opinión pública mundial para tolerar cada uno de los proyectos geopolíticos del sionismo; que como todos sabemos apoya determinados grupos religiosos y étnicos en el lugar y el momento justo en que le conviene [11].

El saqueo y la destrucción de naciones enteras generaron la marea humana que deja despoblada a África y el Medio Oriente siendo para las grandes corporaciones dicho saqueo todavía más fácil. Es sumamente importante tener en cuenta que un ingreso tan masivo de personas genera choques de convivencia, si a todo esto le sumamos la facilidad de infiltrarlas por parte de los mismos grupos terroristas creados por Occidente, que cuando lo consideren oportuno los presentarán como chivo expiatorio de alguna falsa bandera con el objetivo de seguir avanzando en sus intereses globales. Como todos sabemos, en este tipo de avalanchas humanas, así como gente desesperada, entra la peor escoria, y precisamente así se generan muchos choques de adaptación; no es lo mismo recibir un flujo migratorio constante pero reducido, como por ejemplo las migraciones internas en Latinoamérica, a encontrarse con cientos de miles, e incluso millones en un solo año, dado que se plantea el problema de la adaptación a la nueva sociedad, el deseo de asimilación, y el respeto intercultural. Lógicamente tales choques naturales por una llegada masiva, y como siempre algún que otro ataque de falsa bandera o accionar delictivo, suelen encender la mecha de un barril de pólvora perfectamente orquestado para lograr una opinión pública favorable, y cuyas consecuencias de seguro no las pagará la élite, sino precisamente los sectores populares que son quienes pondrán tanto la sangre en la lucha, como la sangre en las víctimas [12].

La crisis civilizatoria universal

A lo largo del siglo XX, no han sido pocos los pensadores que advirtieron el rumbo peligroso que estaba tomando la Civilización Occidental, y los peligros que el actual estado de cosas representan para el mundo y la vida humana. Los más lúcidos al respecto sin duda han sido Oswald Spengler, René Guénon, y Julius Evola.

Para Oswald Spengler [13], las civilizaciones no eran entes abstractos, sino que las mismas funcionaban de la misma forma que funcionaban los organismos vivos; es decir, estas nacían, obtenían su apogeo, maduraban y finalmente llegaban al crepúsculo. En esta última instancia se encuentra la Civilización Occidental para el autor. El principal argumento que da es el ethos fáustico de la misma, es decir, perseguir y maquinar algo que será imposible de alcanzar consumiendo así sus energías. Precisamente tal ethos fáustico es observable hoy con el capitalismo, a cuyo objetivo lógicamente jamás podrá llegar.

Tanto René Guénon como Julius Evola [14], si bien en varios aspectos discordantes con Spengler, sostenían que las civilizaciones y la humanidad tenían ciclos, los que en la metafísica hindú se denominan manvantaras, los cuales se encuentran muy presentes generalmente en el Mundo Tradicional, principalmente en la Tradición Indoeuropea. Estos ciclos o manvantaras son degenerativos, es decir involutivos, compartiendo en gran medida la visión de Spengler. Tanto para Guénon como para Evola, los ciclos son en mayor o menor medida universales y coinciden además en que precisamente la modernidad y la posmodernidad representan precisamente el ciclo crepuscular en la humanidad.

Ciertamente, en la medida que la subversión moderna logró conquistar a la Civilización Occidental, y esta con su expansión logró difundir sus errores en el mundo, lo más lógico es que el problema civilizatorio sea global. Por lo tanto se debe pues partir del hecho de que de errores de cosmovisión se sucedieron errores teológicos y filosóficos, los cuales originaron errores políticos que derivaron en catástrofes económicas y sociales. El principal problema de la humanidad radicó en que se negó lisa y llanamente la metafísica, lo que originó exclusivismos religiosos y sectarismos completamente ajenos al Mundo Tradicional, que abrieron las puertas a la modernidad, y de allí el puro materialismo que comenzó a dominar la vida misma de los pueblos [15].

En Occidente ciertamente padecemos esta visión errada, y en el actual estado de las cosas podemos observar cómo la política propiamente dicha, hablamos aquí del estado, ha sido subordinada a la economía, y los estados legislan y actúa ya no por un bien propiamente comunitario sino en favor de los grupos económicos, ocasionándose una gravísima pérdida de soberanía. De allí que actualmente observamos estos tristes fenómenos de la miseria humana. Nuevamente este esquema se repite ya en el resto de las civilizaciones, dado que en la actualidad no existe ningún foco civilizatorio tradicional de referencia que sea considerable; no obstante, los sucesos en Europa del Este y la persistencia de la resistencia en Medio Oriente, de a poco abren nuevas perspectivas civilizatorias alternativas a la modernidad.

Lo que actualmente está quedando al desnudo es precisamente la inviabilidad de la modernidad; el rey está quedando al desnudo, por más que abunden los cortesanos alcahuetes que le digan que luce sus mejores prendas.

El Hombre, contrario a lo que el liberalismo sostiene, tiene tres relaciones dialécticas básicas, estas consisten en la relación Hombre-Dios, Hombre-Hombre, Hombre-Naturaleza. Las tres relaciones dialécticas no se encuentran por lo tanto separadas la una de la otra, sino que por el contrario se interrelacionan. Con la modernidad, la ruptura de la relación Hombre-Dios, se procede a la desacralización generalizada de la vida humana, alterando profundamente los vínculos naturales Hombre-Hombre, y Hombre-Naturaleza. A partir de la modernidad se exacerbó el instinto de competencia entre los hombres, teniendo como fundamento meras cuestiones materiales, y siempre reducida al fin y al cabo a meros intereses económicos [16]. Este cambio de visión, conllevó a la anulación de la organicidad social en el marco de la normalidad, para ser dominada por el dinero, y las relaciones sociales antes fundamentadas en funciones específicas según la propia esencia y capacidad, pasarían a estar fundamentadas por la mayor o menor posesión de dinero. Así, también a la naturaleza no se la contempló como la contenedora del Hombre, sino como un mercado inmenso sujeto a la privatización y como una adversaria en la supervivencia. Tal es la visión capitalista de la vida. Sin embargo, tal cosmovisión se choca con la realidad. Con respecto a la naturaleza, el planeta Tierra tiene un límite, y lógicamente es una actitud fáustica creer en el crecimiento económico ilimitado acudiendo a la obsolescencia planificada y a la creación de necesidades de forma artificial, como así también la producción de porquerías transgénicas, lo cual ya se encuentra demostrado es imposible dado que la inmensa mayoría de los recursos naturales si no se explotan de forma sustentable son agotables. Tales alteraciones, sumadas a las problemáticas políticas, económicas y sociales anteriormente mencionadas, lógicamente crean artificialmente personajes extremadamente ricos, crea masas extremadamente pobres, lumpenizándolas, borrando su cosmovisión y pertenencia a un grupo nacional y cultural; generando así los inmensos problemas sociales que actualmente aquejan al mundo, y llegando finalmente al hombre masa sin Tradición, patria, cultura, ni pertenencia.

Pero, tal como bien sostendría Oswald Spengler un siglo atrás, las civilizaciones fáusticas no caen por invasiones externas que le causen una muerte violenta, en todo caso una invasión externa simplemente da el golpe de gracia, sino que las mismas suelen suicidarse al agotar todas sus energías en un objetivo imposible; y al parecer ese es el camino que toma Occidente, estas crisis, sumadas a las que vendrán, no harán sino poner dos cosas en evidencia, que el rey está al desnudo, y que el rumbo suicida y autodestructivo va llegando a su fin, porque de no decidirlo así el hombre, lo decidirá la propia naturaleza.

Matías Benítez, 13 septiembre 2015

Fuente

 

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REFERENCIAS

[1] Alain de Benoist: Migrantes, las intervenciones ”humanitarias” suelen en general agravar las cosas: http://www.elmanifiesto.com/articulos.asp?idarticulo=5170

[2] Para comprender en líneas generales el funcionamiento perverso, circula un video con una breve explicación sobre la pésima distribución económica en el mundo, el cual en varias universidades y casas de estudio profresores de economía, o de sociología, suelen difundir. Tal vide se titula así funciona el mundo: https://www.youtube.com/watch?v=QuTKoMuALoc

No obstante, para aquellos más interesados en el profundo estudio de la Economía Global, comparto aquí las fuentes utilizadas:

United Nations Development Programme – Human Development Report: http://hdr.undp.org/en/reports/global/hdr1999

Global Financial Integrity – Illicit Financial Flows from Developing Countries: 2001-2010: http://www.gfintegrity.org/report/illicit-financial-flows-from-developing-countries-2001-2010/

The World Bank – International Debt Statics: http://data.worldbank.org/data-catalog/international-debt-statistics

Robert Pollin – Counters of Descent, U.S economic fractures and the landscape of global austerity (Ver en Google Books).

Fred Pearce – The land grabbers, the new fight over who owns the earth (Ver en Google Books)

OXFAM – The cost of inequality: how wealth and income extremes hurt us all: https://www.oxfam.org/sites/www.oxfam.org/files/cost-of-inequality-oxfam-mb180113.pdf

[3] Tal como lo hemos visto con las revoluciones coloridas surgidas en los últimos 15 años en varios puntos del globo, siendo los casos de Libia, Siria y Ucrania los más paradigmáticos.

[4] El fenómeno del marxismo cultural: http://www.mov-condor.com.ar/gcultural/escuela-frankfurt-marxismo-cultural.htm

Citando textualmente al sociólogo noruego Johan Galtung: “Seis compañías encabezadas por judíos controlan el 96% de todos los medios de información”, escribió el científico en una entrevista concedida por correo electrónico a la revista Haaretz.”: http://actualidad.rt.com/sociedad/view/42488-Galtung-Los-jud%C3%ADos-controlan-medios-internacionales

Al respecto otra voz extremadamente interesante, radica en el lingüista norteamericano Noam Chomsky: http://www.voltairenet.org/article145977.html

[5] Cita textual de Israel Shamir: ”Bielorrusia no padece conflictos nacionales, étnicos ni religiosos. Las iglesias católicas y ortodoxas comparten la misma plaza; las muchas mezquitas y sinagogas fueron edificadas siglos antes de que surgiera el multiculturalismo. Oriente siempre ha sido multicultural: campesinos ortodoxos, nobleza católica, negociantes judíos, y jinetes tátaros ya vivían juntos en Bielorrusia mucho antes del siglo XV cuando esta tierra era parte del gran ducado de Lituania, el Estado de mayores dimensiones entonces en Europa. La lengua antigua de Bielorrusia era la de los germanos, y los guerreros bielorrusos –junto con los soldados polacos y rusos– derrotaron a los cruzados en los campos de Grunwald hace 500 años.’ (http://www.israelshamir.net/Spanish/Minsk1-Sp.htm)

 

 

Para agregar información, recomendamos además:

Katarzyna Górak-Sosnowska – Muslims in Poland and Eastern Europe, Widening the European Discourse on Islam: http://www.academia.edu/1092752/Muslims_in_Poland_and_Eastern_Europe._Widening_the_European_Discourse_on_Islam

Tártaros Lipka: https://en.wikipedia.org/wiki/Lipka_Tatars

[6] Quien desee profundizar en las relaciones tradicionales y los aportes civilizatorios no-occidentales recomendamos los siguientes textos:

René Guénon – Influencia de la Civilización Islámica en Occidente: http://www.musulmanesandaluces.org/hemeroteca/83/influencia%20del%20Islam%20en%20Occidente.htm

Columbia University, Asia for Educators – China’s gifts to the West: http://afe.easia.columbia.edu/song/readings/inventions_gifts.htm

Columbia University, Asia for Educators – Chinese Ideas in the West: http://afe.easia.columbia.edu/song/readings/inventions_ideas.htm

Ancient India’s Contributions to the World: https://www.youtube.com/watch?v=QxgK0dX872k

Leslie Bethel – Historia de América Latina: http://www.bsolot.info/wp-content/pdf/Bethell_Leslie%20-%20Historia_de_America_Latina_I.pdf

Museo Nacional de Costa Rica – Un vistazo de los aportes de la América Precolombina al Mundo Entero: http://www.museocostarica.go.cr/es_cr/tema-del-mes/encuentro-de-culturas.html?Itemid=117

UNESCO – General History of Africa: http://www.unesco.org/new/en/culture/themes/dialogue/general-history-of-africa/

[7] Tiberio Graziani – La creación del enemigo islámico en el marco de la geopolítica mundial de poder norteamericana: http://www.eurasia-rivista.org/la-creacion-del-enemigo-islamico-en-el-marco-de-la-geopolitica-mundial-de-poder-norteamericana/6886/

Florencia Beltrame (Universidad de Buenos Aires) – La construcción Occidental de la figura el enemigo islámico. La nueva hegemonía de Estados Unidos: http://www.apostadigital.com/revistav3/hemeroteca/beltrame1.pdf

Red Voltaire – Daniel Pipes, experto del odio: http://www.voltairenet.org/article126383.html

Thierry Meyssan – La obsesión del complot islámico mundial: http://www.voltairenet.org/article150688.html

Jean-Michel Vernochet – ¿¿Es musulmán el wahabismo?: http://www.voltairenet.org/article186380.html

[8] Henry Corbin – Cuerpo Espiritual y Tierra Celeste, del Irán Mazdeísta al Irán Chiita

Jan Assmann – Moises el egipcio

[9] René Guénon – Oriente y Occidente

[10] Julius Evola – Oriente y Occidente. ¿Civilizaciones en guerra?

[11] Claudio Mutti – ¿El islamismo contra el Islam?: http://www.eurasia-rivista.org/el-islamismo-contra-el-islam/18522/

Open letter to Al-Baghdadi (Muslims Scholars): http://www.lettertobaghdadi.com/

Tony Cartalucci – Myanmar (Burma) “Pro-Democracy” Movement a Creation of Wall Street & London: http://landdestroyer.blogspot.com.es/2011/11/burmese-pro-democracy-movement-creation.html

Sufyan bin Uzayr – Buddhism in Myanmar: Extremism and Crimes Against Humanity: http://www.globalresearch.ca/buddhism-in-myanmar-extremism-galore/5396471

Stephen Sizer – El sionismo cristiano, la nueva herejía que hunde a los Estados Unidos: http://sionismocontracristiano.blogspot.com.ar/2012/09/el-sionismo-cristiano-la-nueva-herejia.html

Roberto Montoya – El Imperio Global

[12] Thierry Meyssan – La falsa crisis de los refugiados: http://www.voltairenet.org/article188619.html

Francisco Herranz – Los refugiados sirios y la mano negra de la CIA: http://mundo.sputniknews.com/firmas/20150829/1040827267.html

[13] Oswald Spengler – La decadencia de Occidente

[14] René Guénon – La crisis del Mundo Moderno

Julius Evola – Rebelión contra el Mundo Moderno

[15] René Guénon – Oriente y Occidente

[16] De hecho, a lo largo de la Historia Universal, la inmensa mayoría de las víctimas de guerra o persecuciones, no han sido por causas religionas (93 % de los casos)

The Myth that Religion is the first Cause of War: https://carm.org/religion-cause-war

”Religious motivations for war are miniscule in comparison to other causes. Even accepting the most generous of definitions, the carnage from all the “religious wars” in history COMBINED never reaches that of the SINGLE MOST DEADLY WAR IN HISTORY. The hypothesis fails.”: http://www.quora.com/Why-have-the-majority-of-wars-been-about-religion

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