Los momentos más polémicos del segundo debate presidencial en México
Una confrontación en la que el izquierdista y puntero, Andrés Manuel López Obrador (Juntos Haremos Historia), acaparó los reflectores mientras el centroderechista y segundo lugar en las encuestas, Ricardo Anaya (Por México al Frente), el oficialista José Antonio Meade (PRI) y el independiente Jaime Rodríguez ‘El Bronco’, buscaron mermar la ventaja del exalcalde de la Ciudad de México.
“Voy a cuidar mi cartera”
La primera polémica de la noche se dio cuando Anaya se acercó físicamente a López Obrador para recriminarle que se “desplomó” la inversión cuando fue jefe de Gobierno de la Ciudad de México. Y mientras esto sucedía, el candidato de Morena señaló que iba a cuidar su cartera ante la aproximación de su adversario, insinuando que Anaya es un ladrón.
Otro episodio fue el enfrentamiento entre López Obrador y Anaya, quienes se acusaron mutuamente de “mentirosos y farsantes”. Más tarde, algunos medios mostrarían las imprecisiones en los datos presentados por ambos candidatos, en relación a las cifras de inversión extranjera durante el mandato de López Obrador como alcalde de la Ciudad de México.
Sin embargo, Anaya recriminó que López Obrador incluyó números de 2006, cuando ya no gobernaba. “¿Quién tiene razón? En realidad, ambos candidatos usan los números a modo”, concluyó la iniciativa Verificado que integra a varios medios de comunicación, tras revisar el tema.
“Ricky Riquín Canallín”
Uno de los momentos más comentados de la noche, fue cuando Anaya atacó a López Obrador por el hecho de que uno de los hijos del izquierdista había estudiado en España. A lo cual, el candidato de Morena llamó a Anaya como “Ricky Riquín Canallín” en alusión al personaje de historietas y la fortuna del candidato del PAN. En ese contexto, AMLO aprovechó su réplica para mostrar un ejemplar de la revista Proceso donde se documentan ingresos inexplicables de la esposa de Anaya por 1,4 millones de dólares.
Otro enfrentamiento se dio cuando Anaya atacó al oficialista Meade por poner al mismo nivel la política migratoria de los presidentes de Estados Unidos, Donald Trump y Barack Obama. Un reproche que provocó la reacción de Meade, quien llamó “cínico” al candidato del PAN, quien fue presidente de la Cámara de Diputados.
Meade protagonizó otro momento polémico al acusar a López Obrador de promover a una “secuestradora” como candidata plurinominal al Senado por el partido Morena. El candidato se refería a Néstora Salgado, expolicía comunitaria de Guerrero, quien fue encarcelada injustamente y exonerada por la Justicia mexicana, luego de que en 2016 el Grupo de Trabajo sobre Detención Arbitraria de la ONU declarase en un informe que la detención de Nestora era arbitraria e ilegal.
Meade también acusó a López Obrador de beneficiarse con la constitución de Morena como partido político, el cual, dijo, es manejado por los hijos del político tabasqueño. En este conexto, Meade señaló: “ahora nos enteramos que tiene un médico que ni Obama”, en relación a las fotografías donde López Obrador aparece retratado con un equipo de médicos de Miami que supuestamente lo atienden del corazón tras haber sufrido un infarto en 2013.
Por insistencia del independiente Jaime Rodríguez, López Obrador terminó abrazando a sus adversarios Meade y Anaya, en un momento emblemático que sin embargo no se pudo ver durante la transmisión por una mala dirección de cámaras. “Abrazos, no balaos”, fueron las palabras del izquierdista antes de estrechar la mano y abrazar a los candidatos de “la mafia del poder” en un acto que desató algunas risas entre el público asistente al debate realizado en Tijuana.
En su comentario más polémico, Jaime Rodríguez propuso expropiar Banamex, uno de los más grandes del país, propiedad del banco estadounidense Citigroup, con el fin de presionar a Estados Unidos en las negociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).