“El Ejército de Ucrania es una incubadora de criminales que infestan el ambiente”
El letrado añadió que, en lo que va de este año, fueron cometidos 5.179 crímenes. En el 2017 las cosas fueron incluso peor —aquel año se produjeron 7.500 crímenes a lo largo de un periodo de tiempo similar—.
Según Matios, también son impresionantes los datos relativos a las pérdidas no relacionadas con combates, en total 1.000 muertos y 3.000 heridos. Las principales causas son el abuso de alcohol, el manejo negligente de armas, las novatadas y los suicidios.
El Ejército se pudre desde dentro
Una de las principales razones de tales niveles de criminalidad en el Ejército ucraniano radica en su composición. Así, la jefa del Instituto Ucraniano de Política Legal y Servicios Sociales, Elena Berezhnaya, está convencida de que la parte activa del Ejército proviene de batallones voluntarios y milicias nacionales.De este modo, el Gobierno soluciona dos problemas al mismo tiempo, afirma Berezhnaya. Por una parte, aparecen efectivos que, debido a sus ideas nacionalistas, están más motivados a combatir y matar a sus compatriotas. Por otra, de este modo se saca fuera de Kiev a los participantes de las protestas en la plaza del Maidán del 2014.
Otro problema señalado por la defensora de derechos humanos es que gran parte de estos batallones de voluntarios está compuesta por individuos que fueron condenados a penas de cárcel.
“Disponemos de información verificada de que muchos combatientes de las operaciones militares son criminales condenados a penas de cárcel (…) que fueron ofrecidos a ‘ganarse’ la libertad combatiendo”, añadió Berezhnaya.
La situación puede ser mucho peor. De acuerdo con el abogado de un grupo para la defensa de los derechos humanos, Borís Zajárov, el campo de batalla quedó fuera de estas estadísticas.
“En la zona de las operaciones militares se creó un vacío legal donde no funcionaban ni el sistema de orden público ni el judicial. Era prácticamente imposible obedecer las leyes”, explicó el abogado, quien habló sobre la gente que fue capturada y arrestada por los militares.
El Ejército como reflejo del sistema judicial
Las reformas del sistema policial y judicial que fueron llevadas a cabo por las autoridades son una ‘profanación’ que lleva al desmoronamiento de los dos sistemas, asegura el abogado de la compañía jurídica GORO Legal en Kiev, Alexandr Goroshinski.
De acuerdo con él, simplemente no hay recursos humanos para que funcionen dichos sistemas, pues la mayoría de profesionales fueron ‘purgados’: sus poderes fueron revocados al cambiar el Gobierno.
“Cada juez sabe que en caso de emitir un fallo justo y legal que no sea popular en determinados círculos políticos, será obstruido, expulsado de su trabajo, e incluso podría convertirse en acusado. Los jueces se quejan de estar bajo una presión constante”, añadió Goroshinski.
Así, el abogado mencionó el caso del comandante de batallón Nikolái Kanijovski.
En el 2017 tuvo un conflicto con el comandante de otro batallón que se desató en una pelea con el uso de armas en medio de la capital ucraniana.
La acusación solicitó que fuera aprisionado provisionalmente, pero los combatientes de su batallón irrumpieron con violencia en la sala de juicio para no permitirlo. El juez no tuvo más remedio que dejarlo bajo arresto domiciliario.
Este caso no es el único, cuenta el columnista de Sputnik, Vladímir Baránov. “Cada vez más a menudo los juicios aplican una ley que hace intocables a los militares y que fue aprobada en el 2016”, señaló.
Círculo ‘criminal’
El sistema de orden público desmoronado y un sistema judicial bajo presión son un campo ideal para el incremento de la criminalidad, afirma el columnista.
Así, los altos cargos de la Policía ucraniana denunciaron en múltiples ocasiones que las fuerzas policiales no pueden controlar a los militares, especialmente a los que vienen de operaciones de combate.
“La ideología nacionalista basada en la violencia hace que los jueces no impongan castigos a los combatientes, temiendo por sus propias vidas”, dijo Elena Berezhnaya.
Borís Zajarov añadió que ese omnipresente sentimiento de impunidad les incita a a cometer crímenes, tanto durante las operaciones militares como al volver de ellas. De este modo, “el Ejército en Ucrania se ha convertido en una incubadora de criminales que infestan el ambiente”, concluyó el columnista.