Cohn-Bendit, uno de tantos degenerados del parlamento europeo

cohn bendit pedofilo
Como política y personalmente Cohn-Bendit no es más un degenerado al que nunca logré encontrar ningún punto atractivo, mi duda versa sobre lo que más repulsa me causa. Eludiré su adscripción política a Los Verdes, pero no puedo olvidar que siempre se prestó a presentarse como lo que nunca fue: uno de los fantoches del famoso Mayo del 68 en París, aquel fasto celebrado por la burguesía hasta el hartazgo… después de tergiversarlo y manipularlo para aupar a sujetos como éste, con la aureola de “anarquista” y el sobrenombre de “Dany el Rojo” con el que ha sobrevivido hasta hoy.
Pero no sólo la burguesía. Así le llama también otro degenerado a su altura, Pepe Gutiérrez-Álvarez, cuyo estúpido artículo (*) sigue siempre el canon burgués establecido: estamos en contra del culto a la personalidad de Stalin pero a favor del culto a degenerados de baja estofa como “Dany el Rojo”

Ahora a cualquier mequetrefe le califican de rojo. “Dany” es tan “rojo” que siempre se ha pronunciado a favor de todas y cada una de las masacres del imperialismo estadounidense. Primero en Afganistán, luego en los Balcanes y finalmente en las dos Guerras del Golfo. Los bombardeos indiscriminados y las masacres siempre le supieron a poco. Era uno de esos pacifistas peligrosos a los que les va la sangre. Sus recientes declaraciones contra Maduro producen un verdadero asco renovado.

En 1975 Cohn-Bendit publicó su libro de memorias, titulado “El gran bazar”. Es otra estupidez que no tiene una explicación fácil porque entonces “Dani El Rojo” tenía sólo 30 años y las memorias se suelen escribir cuando queda poco para ir al agujero… Por lo menos antiguamente.

En él cuenta que antes de ser eurodiputado trabajó en Frankfurt en una guardería, reconociendo su pedofilia: “Algunos niños me abrieron la bragueta varias veces. Reaccioné de diferentes maneras, según las circunstancias, pero el deseo de aquellos niños me planteaba un problema. Yo les preguntaba: ¿por qué no jugáis juntos, por qué me elegís a mí y no a otros niños? Pero si insistían de todos modos, los acariciaba”. El eurodiputado acababa añadiendo: “Podía sentir perfectamente cómo las niñas de cinco años habían aprendido a excitarme”.

En aquellos tiempos no había vídeos pedófilos, pero sí literatura de la misma índole, en la que “Dani El Rojo” confesó abiertamente sus inclinaciones sexuales hacia los niños. Cuando era director de la revista “Pflasterstrand” (Arena de playa bajo los adoquines) publicó varios artículos de contenido pedófilo, como el que vio la luz en 1978 bajo el título Recuerdos de un dinosaurio: “El último año me sedujo una niña de seis años. Fue una de las experiencia más hermosas que haya tenido y con esto no quiero escribir un tratado ni a favor ni en contra de la pedofilia”.

En 1982 participó en un programa de la televisión francesa en el que reconoció: “La sexualidad de un niño es algo fantástico”, admitió. “Es divino ver como se desnuda una niña de cinco años, porque es un juego. Un gran juego erótico”.

https://youtu.be/C5NX7gUJODM

“Dani el Rojo” tenía 13 años cuando sus padres le internaron en una escuela que, según reconoció, al quedarse huérfano fue el único hogar que conoció. En el internado se destapó en 2010 un escándalo de violaciones de niños cuyos detalles Cohn Bendit negó haber conocido, a pesar de que permaneció en él hasta 1965, aunque reconoció que en su interior reinaba “una atmósfera sexualmente promiscua”. El periódico Frankfurter Allgemeine Zeitung afirmó que en el internado más de 100 alumnos habían sido víctimas de los pederastas.

Los periódicos británicos The Observer y The Independent, el italiano La Repubblica y el alemán Bild denunciaron sus reconocidas violaciones de niños, pero a nadie pareció importarle, y a Los Verdes menos que a nadie. Por eso la censura ha eliminado de internet un vídeo que reproducía esas confesiones que a todos les gustaría poder olvidar:

Cohn-Bendit y el lobby pedófilo verde:
Pero el círculo de impunidad se fue cerrando. El 20 de abril del año pasado “Dany el Rojo” recibió en la ciudad de Stuttgart el premio Theodor-Heuss. El principal orador en el acto debía ser Andreas Vosskuhle, presidente del Tribunal Constitucional alemán, que días antes de la ceremonia informó de que no asistiría para evitar que el buen nombre del Tribunal quedara asociado al de un pedófilo.

Naturalmente que no es sólo un prolema de Los Verdes sino del conjunto del Parlamento Europeo, podrido hasta el tuétano. Así que en las próximas elecciones vota a ese sonriente diputado que con el primer sueldo que le paguen viajará a Camboya para que un niño le meta la mano en la bragueta. Y luego vendrán Pepe Gutiérrez-Álvarez, Revolta Global y otros parecidos para que riamos sus aventuras.

Juan Manuel Olarieta, 2014

(*) Daniel Cohn-Bendit o la revolución que enterramos tan pronto, Revolta Global, 1 de julio de 2010

Print Friendly, PDF & Email