- Lewis Eisenberg (en la foto) fue el presidente del puerto de Nueva York que vendió el World Trade Center justo antes de los atentados del 11 de septiembre de 2001. Hoy es embajador de Estados Unidos en Italia y está convirtiendo la península en un polvorín estadounidense.
El 8 de agosto 2018 hizo escala en el puerto italiano de Livorno el gran carguero Liberty Passion (o sea, “Pasión por la Libertad”), el 2 de septiembre lo hizo el Liberty Promise (“Libertad Prometida”). Después vendrá el Liberty Pride (“Orgullo de la Libertad”), el 9 de octubre. Esos 3 grandes cargueros deben volver a Livorno, uno detrás del otro, el 10 de noviembre, el 15 de diciembre y el 12 de enero 2019.
Estos tres cargueros son barcos enormes del tipo Ro/Ro (o sea, Roll-On/Roll-Off, lo cual significa que cargan vehículos que entran y salen del barco “rodando”), tienen 200 metros de largo y, con 12 puentes, son capaces de transportar cada uno 6 500 automóviles. Pero no transportan precisamente automóviles sino tanques y blindados. Esos 3 barcos son parte de una flota estadounidense de 63 navíos pertenecientes a compañías privadas que, por cuenta del Pentágono, transportan constantemente armas y material de guerra a través de un circuito mundial entre los puertos de Estados Unidos, del Mediterráneo, del Medio Oriente y de Asia.
La principal escala mediterránea es el puerto italiano Livorno, porque está conectado a la base estadounidense limítrofe de Camp Darby. La importancia de esta base estadounidense [en Italia] fue mencionada recientemente por el coronel Erik Berdy, comandante de la guarnición US Army en Italia, durante una visita del diario La Nazione de Florencia.
Esta base logística [estadounidense], emplazada entre las ciudades italianas de Pisa y Livorno, es el mayor arsenal estadounidense fuera de Estados Unidos. El coronel Erik Berdy no precisó qué hay en los 125 búnkeres de Camp Derby. Pero su contenido está estimado en más de 1 millón de proyectiles de artillería, bombas aerotransportadas y misiles, así como miles de tanques, vehículos militares y todo tipo de material de guerra. No puede excluirse la posibilidad que en Camp Derby haya habido en el pasado o que haya actualmente –y quizás en el futuro– bombas atómicas.
Camp Darby, según subrayó el coronel estadounidense Erik Berdy, tiene un papel fundamental al permitir abastecer las fuerzas terrestres y aéreas estadounidenses en plazos mucho más cortos que si los envíos se hiciesen directamente desde Estados Unidos. De esa base situada en Italia salió la mayor parte del armamento utilizado en las guerras contra Irak, Yugoslavia, Libia y Afganistán. Desde marzo de 2017, con los grandes barcos que hacen escala mensualmente en Livorno, las armas que salen de Camp Darby fluyen constantemente hacia los puertos de Aqaba (Jordania) y Yedda (Arabia Saudita) y otros puntos del Medio Oriente para su uso ulterior por fuerzas estadounidenses y otras fuerzas aliadas de Estados Unidos que participan en los conflictos de Siria, Irak y Yemen.
En su primer viaje, el Liberty Passion descargó en el puerto jordano de Aqaba 250 vehículos militares y otros tipos de material de guerra. Entre las armas enviadas mensualmente por vía marítima desde Camp Darby al puerto saudita de Yedda también hay ciertamente bombas estadounidenses que la aviación de Arabia Saudita utiliza para masacrar civiles en Yemen (de ello existen pruebas fotográficas). También existen serios indicios de que, en sus viajes mensuales entre Livorno y Yedda, los 3 grandes navíos mencionados transportan igualmente bombas que la fábrica Rwm Italia, de Domusnovas, (Cerdeña) envía a Arabia Saudita para la guerra contra Yemen.
Es tan intenso el flujo de cargamentos de material de guerra desde Camp Derby que ya no basta el transporte a través del canal fluvial y de la vía terrestre que conecta la base con el puerto de Livorno y con el aeropuerto de Pisa. Así que se ha decidido proceder a una gran reorganización de la infraestructura –dato confirmado por el coronel estadounidense Berdy–, con la instalación de una nueva vía férrea. Ese plan implica el derribo de 1 000 árboles en una zona protegida… pero las autoridades ya lo aprobaron.
Pero hay más. Al recibir al coronel Berdy, el presidente del consejo regional de Toscana, Eugenio Grandi (Partido Democrático) se comprometió a desarrollar «la integración entre la base militar estadounidense de Camp Derby y la comunidad alrededor de esa instalación». Una posición que en lo esencial comparten el alcalde de Pisa y el de Livorno, miembros respectivamente de la Liga del Norte y del Movimiento 5 Estrellas (formaciones la coalición de gobierno italiana). Para recibir al coronel Berdy y, posteriormente, al embajador estadounidense Lewis Eisenberg, el alcalde de Livorno incluso ordenó izar sobre la alcaldía la bandera de las barras y las estrellas.
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Sigue la expansión de Camp Darby, base militar yanqui en Italia
Desde de su reorganización de 2012, la base militar estadounidense de Camp Darby, en Italia, ya no abriga hospitales de campaña para las tropas de Estados Unidos desplegadas en el Medio Oriente. Camp Darby se ha convertido en un enorme almacén de productos para los comercios abiertos en las demás bases militares estadounidenses y en un gigantesco arsenal. Lejos de reducirse, como se había anunciado, Camp Darby sigue creciendo.
Ya han sido cortados los primeros y los demás están marcados con pintura. Al menos 937 árboles están siendo talados en el área natural «protegida» del parque regional de San Rossore, entre las ciudades italianas de Pisa y Livorno.
Es el primer «daño colateral» de la gran reorganización, iniciada en estos días, de las infraestructuras de Camp Darby, el mayor arsenal de Estados Unidos en el mundo fuera del territorio estadounidense [1]. El mando estadounidense promete que plantará más árboles de los que va a cortar, pero la construcción de una vía férrea y de otras infraestructuras fragmentará los hábitats naturales del parque, perturbando así un vasto ecosistema.
El proyecto prevé la construcción de una nueva línea ferroviaria común que conectará la estación de trenes de Tomobolo (en la línea Pisa-Livorno) a una nueva terminal de carga y descarga, cruzando el Canale dei Navicelli [en el puerto de Livorno] a través de un puente giratorio metálico. La terminal de carga y descarga, con casi 20 metros de altura, tendrá 4 vías de 175 metros de largo capaces de recibir cada una 9 vagones, o sea 36 vagones en total.
Esa terminal estará conectada con el área de almacenamiento de municiones (Ammunition Storage Area) mediantes grandes vehículos de carga. Gracias a transportes elevadores de contenedores, las armas enviadas a esa instalación serán trasladadas de los vagones a los vehículos de carga y el armamento que sale de la instalación se trasladará de los vehículos de carga a los vagones. Esa terminal permitirá el tránsito de 2 convoyes ferroviarios al día, que conectará la base militar al puerto a través de las líneas normales de las Ferrovie di Stato (la compañía ferroviaria nacional de Italia).
El plan de reorganización de las infraestructuras de Camp Darby, que acaba de comenzar, se debe a que, dado el aumento del tránsito de armamento en Camp Darby, ya no basta el enlace a través del canal y por carretera de la base militar estadounidense con el puerto de Livorno y el aeropuerto de Pisa. En los 125 búnkeres de Camp Darby, continuamente aprovisionados desde Estados Unidos, se almacenan (según estimados aproximativos) más de un millón de proyectiles de artillería, bombas aerotransportadas y misiles. A eso se agregan miles de tanques, vehículos y material de guerra en general.
Desde marzo de 2017, enormes barcos de transporte hacen escala mensualmente en Livorno, donde descargan o cargan armamento que se envía, en un flujo constante, hacia los puertos de Aqaba (Jordania), Yedda (Arabia Saudita) y otros lugares del Medio Oriente para su utilización por parte de las fuerzas de Estados Unidos y de sus aliados en las guerras que desarrollan en Siria, Irak y Yemen.
No hace falta ser un especialista para ver los peligros que eso implica para la población de la región italiana de Toscana. El continuo desplazamiento de miles de artefactos explosivos de gran poder destructivo a través de un territorio densamente poblado implica riesgos muy evidentes. Aunque los responsables del proyecto lo califican de estratégico para «la salud humana y la seguridad pública», no es puede excluir la posibilidad de un accidente de consecuencias catastróficas. Ni el riesgo de un sabotaje o de un ataque terrorista para provocar la explosión de todo un convoy ferroviario cargado de bombas. Así lo confirma el hecho que el plan prevé la construcción de una segunda terminal que se destinará a las operaciones de verificación e inspección de «vagones sospechosos», o sea de vagones donde alguien pudiera haber instalado (por ejemplo, dentro de un contenedor) una bomba accionada mediante un dispositivo de control remoto cuya explosión provocaría una reacción en cadena de proporciones catastróficas.
¿Y qué hacen las instituciones [italianas] ante todo eso? En vez de asumir sus funciones para garantizar la protección de la ciudadanía y del territorio, la región de Toscana, las comunas de Pisa y Livorno y las autoridades del parque natural no sólo aprobaron la ampliación de la base estadounidense de Camp Darby sino que además le aportan su contribución.
Las obras públicas realizadas en los últimos años para proyectos de desarrollo económico verdaderos o supuestos (como la construcción naval de lujo) –en particular los trabajos para mejorar la navegabilidad del Canale dei Navicelli y los enlaces ferroviarios del puerto de Livorno– son exactamente los que el mando de la base militar estadounidense Camp Darby pedía desde hace años. El más alto representante de ese mando, el coronel Berdy, fue recibido en estos últimos meses por todo lo alto por el presidente del consejo regional de Toscana (miembro del Partido Democrático), quien se comprometió a promover «la integración de la base estadounidense de Camp Darby a la comunidad que la rodea». El coronel Berdy fue recibido igualmente por el alcalde de Livorno (del Movimiento 5 Estrellas) y por el alcalde de Pisa (de la Liga del Norte), quienes expresaron la misma posición.
En definitiva, existe un consenso entre partidos italianos de gobierno y oposición para permitir que los árboles del parque natural sean talados y mantener el trasiego de bombas desde y hacia Camp Darby.