Más de 20 guardias civiles heridos, algunos por cal viva, tras el asalto a la valla de Ceuta por inmigrantes. Responsables: la casta política
La mañana del jueves, la valla que separa la frontera española de la marroquí en Ceuta ha vivido una nueva situación de tensión, después de que decenas de inmigrantes subsaharianos fueran protagonistas de otro salto a la valla fronteriza. Si bien en un principio se habló de unas 400 personas que habrían logrado acceder a Ceuta, la Cruz Roja de Ceuta ha confirmado que sus Equipos de Respuesta Inmediata en Emergencias (ERIE) han atendido a un total de 592 personas. De los que han logrado pasar del lado marroquí a la ciudad autónoma, 132 han resultado heridas en el salto, y once de ellos han tenido que se trasladados a centros hospitalarios, bien por heridas o por fracturas.
Sin embargo, también ha habido heridos entre las fuerzas de seguridad españolas. Según han indicado fuentes de la Guardia Civil a la agencia EFE, un total de 22 guardias civiles han resultado heridos, cuatro de ellos después de que se les arrojara cal viva, tras el salto a la valla ceutí. La Delegación del Gobierno ha elevado hasta los 602 la cifra que dio la Cruz Roja de inmigrantes que han logrado pasar a territorio español.
Además, los efectivos sanitarios han atendido a un total de 22 guardias civiles —cuatro de ellos, trasladados al Hospital Universitario de Ceuta—. Desde la Cruz Roja han señalado que todo su personal está “trabajando en ello”. Según han informado a Efe fuentes de la Guardia Civil, el salto se produjo sobre las 7.00 horas en la zona fronteriza próxima a la Finca Berrocal, donde existe una mayor facilidad para llegar hasta el perímetro debido a áreas ciegas donde las cámaras no llegan a detectar a los inmigrantes.
Durante algo más de una hora, los agentes marroquíes y los guardias civiles han intentado contener el asalto, aunque finalmente más de 600 inmigrantes han logrado entrar en Ceuta. Los subsaharianos que lograron acceder a Ceuta se dispersaron a la carrera y se dirigieron al Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI), donde se había desplazado efectivos de la Cruz Roja para atenderlos.
Hacía meses que no se producía una entrada masiva por el perímetro fronterizo y la principal vía de acceso a Ceuta desde Marruecos para los inmigrantes era la marítima.
Salto con violencia
Las fuentes de la Guardia Civil han destacado la violencia empleada por los inmigrantes en este nuevo asalto masivo en el que han usado, además de cizallas, palos y objetos cortantes, cal viva, lo que ha provocado que 22 guardias civiles hayan resultado heridos y cuatro de ellos trasladados al hospital.
https://youtu.be/rN9rnTW8sgQ
Esta asociación señala que ya advirtieron de que el anuncio de la retirada de las concertinas de las fronteras de Ceuta y Melilla “iban a traer problemas de seguridad” sin que se pusieran en marcha medidas adicionales como un aumento de la plantilla y más material antidisturbios y de autoprotección.
Se pregunta la AEGC “dónde quedan los derechos y la seguridad de los guardias civiles” y critica la “improvisación” con la que se actúa en estos asuntos de seguridad.
España ya sufre un colapso migratorio: fugas, brotes infecciosos y funcionarios al límite
La situación en Andalucía es límite por la llegada masiva de inmigrantes, sobre todo en los puertos de Algeciras (Cádiz) y Motril (Granada). Desde la primera semana de julio, según ha podido saber este periódico, los jueces no están decretando el internamiento de los extranjeros en el CIE de Algeciras por falta de plazas. Se acelera el procedimiento administrativo, se les da la orden de expulsión y se les deja en libertad. Se están habilitando pabellones municipales y trasladando a los inmigrantes a otras provincias porque las comisarías están saturadas. El Colegio de Abogados de Cádiz ultima un turno de oficio específico de extranjería que no existía hasta la fecha. Cruz Roja no da abasto y los efectivos de la Policía Nacional están al límite.
El Gobierno confirma la saturación tanto en el Estrecho como en el Mar de Alborán. Desde el lunes, más de 1.200 personas han sido rescatadas por los servicios de Salvamento Marítimo. El delegado del Gobierno en Andalucía, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, confirma que las últimas 48 horas están siendo muy complicadas y ratifica a El Confidencial que la llegada de extranjeros a las costas andaluzas ya está por encima de todos los que fueron rescatados en todo 2017. Las previsiones indican que en agosto la llegada será más masiva. “Hacemos todo lo que está en nuestra mano”, sentencia.
Colapso en varias provincias
El CIE de Motril está también desbordado y se trasladan al pabellón deportivo municipal. Alcaldes de municipios como los de Barbate, Tarifa y Algeciras, todos de la provincia de Cádiz, advierten de que están al límite y se habilitan hasta casetas de obra para dar cabida a los extranjeros mientras que son atendidos por la policía y los abogados del turno de oficio.
En los últimos días hubo un intento de fuga de un grupo de marroquíes que permanecían a la espera de repatriación en un polideportivo en Algeciras. Desde la Delegación del Gobierno aseguran que son “episodios puntuales”, pero miembros de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado hablan bajo anonimato y señalan que la situación “es límite”. “No podemos más”, alertan. Hay agentes que exceden todos los turnos de guardia, los inmigrantes huyen despavoridos aunque no puedan ser detenidos si no hay acuerdos de repatriación con sus países de origen. La ley marca que los inmigrantes no pueden estar retenidos más de 72 horas. El juez debe decretar orden de internamiento en los CIE de 10 días prorrogables hasta 60, pero esto no está ocurriendo, confirman letrados del turno de oficio, porque no hay plazas desde principios de julio.
Ante el colapso, varias fuentes de la Policía Nacional confirman que se están acelerando las diligencias y entregando la identificación sobre la marcha, lo que les permite quedar en libertad con la orden de expulsión en el bolsillo. Las ONG aseguran que los albergues y pensiones en ciudades como Algeciras están ya saturados. Allí cobijan a los extranjeros, sobre todo subsaharianos, porque para marroquíes y argelinos sí hay orden de expulsión inmediata, una vez superados todos los trámites legales. De esto se encargan fundamentalmente Cruz Roja y CEAR, que les dan auxilio y techo tres o cuatro días hasta que parten la mayoría hacia Madrid, Barcelona y otras ciudades de Europa, donde se encaminan la gran mayoría.
Turno específico de extranjería
El Colegio de Abogados de Cádiz envió una circular hace unos días para ‘reclutar’ abogados en la provincia en un turno específico de extranjería que hasta la fecha solo existía en provincias como Málaga. Mañana acaba el plazo de inscripción y la semana próxima harán un curso de reciclaje y especialización. Letrados del turno de oficio de Algeciras confirman a este periódico que la media de los últimos días es que en dos horas atiendan a 120 personas, con unos 12 extranjeros atendidos por abogado de oficio en una comisaría “absolutamente atestada y donde no pueden dedicarse a otra cosa”. Se han repartido unos nuevos kits de máscaras y guantes tras detectarse un brote infeccioso que investiga Seguridad e Higiene de Trabajo entre los efectivos de la Policía en Motril (Granada).
La mayoría de inmigrantes que están siendo atendidos sufre brotes de sarna, de ahí que se hayan extremado las cautelas para evitar contagios. Pasan semanas en situación límite antes de embarcar en el norte de África. Las comisarias han empezado a recibir un kit de mascarillas y guantes por encima del codo, y la Delegación del Gobierno asegura que la dotación de emergencia destinada incluirá nuevas ropas de protección para los efectivos policiales.
“Hay una crisis política, no humanitaria”, advierte la presidenta de Andalucía Acoge, Elena Tajuelo. Sus conversaciones con los compañeros de Algeciras le permiten afirmar que “el procedimiento legal no se está llevando a cabo porque no hay recursos humanos para asistir a estas personas”. Las ONG elevan la voz para exigir medidas definitivas por parte de la Unión Europea y que “no se siga parcheando”. “El blindaje de Grecia e Italia empuja a otras puertas de acceso y llegadas a través de otros puertos”, advierte. Las alarmas ya se encendieron el pasado año sin que se tomaran las medidas necesarias. La Comisión Europea lanza propuestas como el pago a cada Estado miembro de 6.000 euros por inmigrante acogido, pero “¿cuánto vale la vida de una persona?, ¿esto qué es, un globo sonda?”, se pregunta la presidenta de Andalucía Acoge, que no duda en señalar una situación “insostenible”.
Rumí, en Andalucía
La asistencia a los inmigrantes que llegan en pateras implica a tres ministerios, Fomento, Interior y Trabajo e Inmigración. La secretaria de Estado de Inmigración, Consuelo Rumí, se desplazó este miércoles a Andalucía, según confirmaron fuentes de la Delegación del Gobierno. Ahora mismo, el colapso se registra hasta en la primera fase de una asistencia que implica en cadena a Salvamento Marítimo, Cruz Roja, Policía Nacional y Guardia Civil, abogados del turno de extranjería y de nuevo ONG y responsables del Ministerio de Trabajo. Si hay colapso desde el primer momento, las consecuencias se suceden en cadena.
No hay medios para atender a los extranjeros una vez que son desembarcados. De ahí que en una última decisión, Salvamento Marítimo haya decidido no desembarcar a los inmigrantes rescatados por el buque María Zambrano, que permanece en el puerto de Algeciras y al que han subido voluntarios de Cruz Roja para las primeras asistencias médicas. “No podemos desembarcar más personas porque no se las puede dejar tiradas en el muelle”, admiten desde la Delegación del Gobierno. “Tenemos que ofrecer las mínimas condiciones de atención”.
Intervención de la UME
El atasco ha llevado a tomar medidas de urgencia implicando a Defensa. El delegado del Gobierno, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, confirma que se ha aprobado destinar de forma urgente 3,4 millones de euros desde la Secretaría de Estado de Seguridad y que la Unidad Militar de Emergencias (UME) trabaja contrarreloj para habilitar un centro de primera recepción en el puerto de Algeciras, que se situará ya en agosto en las naves de Crinavis, un antiguo centro de formación de la Junta en San Roque. Ahí ya se trabaja, según Rodríguez Gómez de Celis, en limpieza y mantenimiento para superar esta crisis y dar la primera asistencia a partir de unos días. Esos 3,4 millones de euros aprobados de emergencia costearán las obras y después el mantenimiento, comida, ropa, calzado… en este lugar de recepción. Se instalará también una comisaria de Policía.
Desde el Gobierno andaluz, la presidenta Susana Díaz reclama “lealtad institucional” y confía en que el Gobierno español emprenda acciones, llamando a la “solidaridad” de todas las comunidades autónomas. En otro plano, reclaman que la Unión Europea “comprenda la realidad a la que nos estamos enfrentando en Andalucía” y asuma de una vez por todas sus responsabilidades.
Fuente: El Confidencial y otros, compilado/redactado por EED , 26 julio 2018