La disolución de ETA, ¿o de España?
Este es un relato de una traición consumada.
ETA ha anunciado la “disolución de todas sus estructuras”. Los oropeles mediáticos y políticos del régimen, que ya lanzaron campanas al vuelo con aquella entrega vodevilesca de cuatro armas viejas y desvencijadas, cantan ahora las típicas y ya tópicas alabanzas a la “victoria de la democracia” y del “Estado de derecho”.
Esta mascarada farsante, de candidez ilusoria, cuando no de cretinismo despampanante, no puede ser más cínica.
Recapitulemos y recordemos. ¿No ha sido ETA la organización que desde 1959 ha lanzando docenas de comunicados de tregua y proposiciones de fin de lucha armada para volver a matar cuando ha querido? ¿No es ETA la organización que tiene 370 crímenes a sus espaldas sin resolver, negándose a aportar luz alguna sobre sus autores?¿ No son los proclamadores del reciente comunicado de “disolución” de la banda un puñado de prófugos huidos de la Justicia, como Josu Ternera, el asesino del Cuartel de Zaragoza?¿Por qué estos prófugos, localizados en su inmensa mayoría -como es el caso de Ternera- no son capturados por el Gobierno de España? ¿Por qué el Estado español les permite montar su campaña internacional publicitaria a través de medios, como la BBC, para blanquear su imagen y presentarse como cándidos luchadores de la libertad? ¿Por qué los medios políticos e informativos nacionales nos han dado hasta las trancas con el famoso “ ETA debe pedir perdón” y “entregarse” pero no entonan un serio y severo “el Estado debe derrotarlos y desarmarlos” por haber matado a 1000 españoles? ¿Por qué dirigentes peperos, como Borja Semper u Oyarzabal, no descartan escenarios como el acercamiento de presos a Vascongadas y reclaman a Bildu como interlocutor político necesario?
Pues porque España ya está troceada, vendida, y entregada en su soberanía y unidad a todas las escorias separatistas de la mano de Rajoy. De cara a los independentistas de Cataluña, Rajoy les ha financiado el golpe separatista, desde 2012, con el ‘Fondo de Liquidez Autonómica’ (FLA). Ha permitido las urnas del 1-O, ha permitido huir a Puigdemont, ha estafado a España con el falso 155, ha bendecido al gobierno extranjero que libera y protege a los criminales golpistas (el alemán) y ha ungido como presidenciable a la separatista Elsa Artadi, posible nueva presidenta de Cataluña y de la familia política de Puigdemont.
De cara a la escoria separatista vasca, la subida de las pensiones pactada con el PNV a cambio de su apoyo a los presupuestos no es más que la cortina de humo idónea cuyo fondo soterrado es el pacto siniestro que acercará a Vascongadas a los presos etarras dispersados para después, liberarlos.
¿Podrían sorprender a alguien estos sucios enjuagues siniestros, pero palpables y reales? Sí. Tal vez al lego o desconocedor de los niveles de la traición de Mariano Rajoy y de toda la clase política española. Una traición que, desde 2013, ha liberado a decenas de etarras con la excusa de la derogación de la dotrina Parot, que ha legalizado a la ETA política (Bildu), y que ahora pacta con el PNV el acomodamiento de ETA política y social en el sistema. O dicho en román paladino: ETA anuncia su falsa disolución porque tiene escaños parlamentarios, ayuntamientos, dinero público, poder social, presos en la calle, y sus objetivos de destrucción de España cada vez más cercanos. La guinda del pastel etarra, que es la anexión de Navarra será cuestión de tiempo.De momento, esta autonomía, que debiera haber sido intervenida ya por el Ejecutivo, mandada por Geroa Bai y Bildu está imponiendo el euskera- conocido solo por un 6 por cien de la población-; permitiendo impunes homenajes a etarras; regalando concesiones y concursos públicos a nacionalistas vascos y luciendo ikurriñas en actos oficiales. La anexión se barrunta. El Gobierno español quieto, complaciente y de perfil; la pose del traidor.
Nos están vendiendo un comunicado de disolución de la ETA que no es de la ETA. Es de España, de nuestra dignidad y nuestra unidad.
J. M. Pérez
Fuente , 3 mayo 2018