Desmontando a Gandhi

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Mohandas “Mahatma” Gandhi nació en Porbandar (India británica), 2 de octubre de 1869- y fue asesinado en Nueva Delhi (Unión de la India), 30 de enero de 1948. Es uno de los padres de la patria India y una de las personas más importantes e influyentes del siglo XX debido a su prédica de la no violencia y la resistencia pasiva. Pero no todo lo que nos han mostrado de Gandhi es cierto, el hombre que se nos ha mostrado en documentales, series y películas no existe.

Ciertamente los conocimientos que tenemos de Gandhi son a través de la cultura popular, y de la famosa película de Richard Attenborough, protagonizada por Sir Ben Kingsley, en la cual la vida del indio queda novelada saltándose los episodios menos místicos de este hombre.

Racismo en Sudáfrica (1893 a 1914)

En Sudáfrica, donde acudió tras aceptar un trabajo con una compañía india que operaba en Natal, se hizo sensible frente a la situación de segregación que vivía la comunidad india en la Colonia británica y comenzó a desarrollar su interés por la no violencia y la resistencia pasiva, aunque no se interesó nunca por la realidad de los negros sudafricanos a los que incluso llegó a despreciar. De hecho declaró que los indios eran: “un poco mejores que los salvajes nativos de África“, y los calificó como “sucios y viven casi como animales“, y les llamaba: “Kaffir” un insulto sudafricano. En 1903 llegó a declarar que la “raza blanca en Sudáfrica debía ser la raza predominante” y se mostró en contra, incluso, de que los niños indios se mezclaran con los negros en las escuelas o que hubieran relaciones personales de compañerismo o amistad entre ellos.

Su lucha contra el racismo se centró en lograr un estatus de igualdad de sus compatriotas indios con los blancos Bóers e Ingleses en territorio sudafricano, incluso llegó a fundar el Partido Indio del Congreso de Natal en 1894, desde el cual presionaría por la igualdad de derechos. Cuando fue condenado a la cárcel por sus actividades políticas se quejó de que se encerrara a los indios con los africanos y no con los presos de raza blanca.

El profesor Jacob Worm-Müller, asesor del comité de premios Nobel emitió un informe en el que recogía ciertas declaraciones como las siguientes:

Se podría decir que su bien conocida lucha por África del Sur es en beneficio de los indios residentes allí, y no de los negros, que viven en condiciones peores“; “La nuestra es una continua lucha en contra de la degradación infligida sobre nosotros por los europeos, quienes desean degradarnos al nivel de vulgares kafires (Africanos), cuya ocupación es cazar y su única ambición es recolectar ganado para comprar una esposa, y luego morir en indolencia

Su posición no cambió con el tiempo, aunque se fue moderando.

Malos tratos y misoginia

Existen testimonios sobre su vida privada que avalan que Gandhi maltrataba a su esposa Kasturbá y que era bastante violento con sus hijos. Consideraba que la mujer provocaba en los hombres un deseo sexual irrefrenable y por eso debían de ser controladas o castigadas, se sabe de un episodio en el que cortó el cabello de dos de sus seguidoras cuando fueron agredidas sexualmente por un seguidor suyo. Gandhi dijo que fue para evitar que las chicas provocaran deseo sexual hacia los hombres.

El escritor Michael Connellan, residente en Nueva Delhi, declaró para el periodico The Guardian que Gandhi sentía que: “las mujeres perdían su humanidad en el momento en que los hombres las violaban“. Y la opinión que tenía sobre las mujeres era bastante dura. Rita Banerji, una escritora, fotógrafa y activista por los derechos de las mujeres en la India, recogió en su libro Sexo y Poder las opiniones de Gandhi sobre la menstruación calificándola de “manifestación de la distorsión del alma de una mujer por su sexualidad“.

A su esposa no la trataba mejor, frente a su desprecio por las mujeres y su alergia a la sexualidad femenina, el desprecio hacia Kasturbá era constante, siendo ella quién le cuidaba y le ayudaba en sus sesiones maratonianas de ayunos ininterrumpidos, mientras él decía de su esposa que: “Su expresión suele ser como la de una vaca mansa y le da a uno la sensación de que en su propia manera tonta está diciendo algo“. Incluso cuando ella enfermó de neumonía y, ante la posibilidad de ser salvada si tomaba penicilina, él se negó a que se la suministraran declarando que “esa sustancia desconocida no sería aceptada por su cuerpo“, el resultado fue la muerte de Kasturbá mientras que él, tal vez más concienciado por la muerte de su esposa, si tomó un tratamiento a base de quinina para superar su malaria.

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Mahatma Gandhi e Indira Gandhi

 

Experimentos sexuales con niñas

Si, tal cual está leyendo. Gandhi a la edad de 36 años decidió hacerse célibe para combatir la lujuria, sin consultárselo a su esposa. Practicaba la doctrina Hindú de la brahmacharia, debido a eso decidió probarse cada noche durmiendo con niñas o con mujeres (a veces esposas de sus seguidores o incluso con las esposas de sus familiares).

Para ello decía que dormía con las diferentes mujeres que le cuidaban en su Ashram, al principio en la misma habitación, luego dormían en colchonetas separadas por una distancia, más tarde dormían en la misma colchoneta y por ultimo dormían juntos y desnudos. El propio Gandhi se vanagloriaba de sus “éxitos” y escribía a Ghanshyam Das Birla (en abril de 1945) diciendo que «mujeres o niñas que han estado desnudas conmigo». De hecho llegaría incluso a dormir desnudo con su sobrina nieta Manu Gandhi, es más incluso se lo comunicó a su sobrino y padre de la niña Jaisukhlal Gandhi.

Estos experimentos, que se hicieron públicos, provocaron que fuera atacado por sus oponentes y al mismo tiempo abandonado por algunos de sus seguidores, dos son los casos más flagrantes. El de R. P. Parasuram, su estenógrafo, que renunció a seguir trabajando con Gandhi cuando le sorprendió durmiendo desnudo con su sobrina nieta Manu, y otro fue el caso de Nirmal Kumar Bose, uno de sus seguidores, después de que hubiera una pelea entre él y Sushila Nayar (una de las mujeres con las que experimentaba), en dicha trifulca, según Bose, Gandhi habría golpeado a Nayar en la frente .

Olvidando a los parias

En la India el sistema de castas continúa vigente desde hace miles de años y, si bien el sistema se sostiene de forma más o menos estable, los indios que no pertenecen a ninguna casta, los intocables de la India, sufren la violencia de las castas superiores y viven en la más absoluta indigencia. Tal es el nivel de rechazo que no pueden vivir en las ciudades y no pueden realizar labores normales, sino únicamente los trabajos más penosos. Este sistema se sostiene mediante todo el conglomerado de creencias religiosas Hindúes.

Gandhi no fue indiferente a esta realidad, aunque la pasó por alto. Si, los pobres de la India son los descastados pero a Gandhi no le preocupaba, es más, incluso consideraba que la liberación de los intocables era una quimera y un objetivo poco realista y, por ende, no debían de tener una participación activa en la política, más bien lo contrario. Deberían seguir siendo complacientes con lo que el sistema les otorgaba, dejando a los olvidados de la India y esperando que algún avatar de la historia los liberara en un futuro.

¿No violencia?

Hasta cierto punto se podría decir que Gandhi realizó una profunda estrategia de no violencia, aunque algunas veces esas creencias se tambalearon cuando se hizo posible el fantasma de la guerra entre India y Pakistán, como en el conflicto de Cachemira. En ese momento declaró que había dejar de lado la política pacifista y lanzarse a la guerra contra Pakistán (que era un país que le desalentaba plenamente).

Curiosamente su belicismo en la contienda entre India y Pakistán contrasta con su posición pacifista de la II Guerra Mundial en la cual realizaba declaraciones como esta: “Dejen las armas, por cuanto estas no van a servir para salvarles a ustedes ni a la humanidad. Deben invitar a Hitler y Mussolini a que tomen todo lo que quieran de sus países. Si ellos quieren ocupar sus casas, váyanse de ellas. Si no les permiten salir sacrifíquense a ellos, pero siempre rehúsen rendirles obediencia“.

Incluso declaró que los judíos debían de ir a la muerte de forma voluntaria para ganarse el amor de Dios escribiendo el siguiente texto: “Si fuera un judío nacido en Alemania y me ganara la vida allí, reclamaría a Alemania como mi hogar tanto como el más alto gentil alemán, y le retaría a dispararme o a arrojarme a una mazmorra; rechazaría ser expulsado o someterme a un tratamiento discriminatorio. Y para hacer esto no esperaría a que los otros judíos me acompañaran en mi resistencia pasiva, sino que tendría confianza en que el resto habrían de seguir mi ejemplo. Si un judío, o todos los judíos aceptaran esta receta, él o ellos no estarían peor de lo que están ahora. Y sufrir voluntariamente les traerá una fuerza y alegría interior… la violencia calculada de Hitler puede resultar en una masacre general de los judíos en respuesta a esta declaración de hostilidades. Pero si la mente judía pudiera estar preparada para el sufrimiento voluntario, incluso la masacre que he imaginado podría convertirse en un día de acción de gracias y de alegría de que Jehová ha acogido a la raza, incluso a través de las manos de un tirano. Para el temeroso de Dios, la muerte no conlleva terror“.

¿Quién es Gandhi? o mejor planteado ¿Quién nos ha dicho quién es Gandhi?. A veces parece que se hable de Gandhi como un santo, un segundo Cristo o el avatar de uno de los innumerables dioses de la India, cuando en realidad no es más que un lavado de cara, se ha hecho con un ingente esfuerzo por pulir esta figura y presentarla como limpia e inmaculada, casi irreal. Todo a costa de exagerar sus virtudes y ocultar sus enormes defectos. Nos han hecho creer una mentira porque el Gandhi que nos llevan años enseñando, no existe.

 

 

Koldo Salazar López,

Fuente

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