Apocalipsis Canibal – por Jose Francisco Fernández Bullón

 

Se anuncia con frecuencia en la prensa más o menos alternativa, más menos que más en demasiados casos, el estallido inminente de una nueva y pavorosa guerra mundial, pero lo cierto es que dicha guerra mundial, la tercera, ya ha estallado. Esa espantosa contienda dio comienzo con la operación genocida conocida como la falsa pandemia de Coronavirus, pero se trata de una guerra que todos los gobiernos del mundo con notables excepciones le han declarado a sus propios pueblos; pueblos a los que con toda probabilidad acabarán bombardeando. En realidad, ya lo han hecho; tanto el ataque al metro de Londres como a la estación de Atocha fueron ejecutados por agentes de los servicios secretos occidentales o del Mosad (éste último no sé muy bien si se puede o se debe considerar occidental) y lo mismo puede decirse del ataque a las Torres Gemelas y de todos los ataques terroristas recientes de una cierta envergadura. En el caso del atentado a Atocha no constituye ningún secreto que la OTAN realizó el día previo al siniestro un simulacro de atentado terrorista por parte de Al Queda denominado ejercicio CMX 2004. El simulacro se convirtió en atentado auténtico al día siguiente y se cobró la vida de centenares de personas. Pero sus autores no fueron los yihadistas islámicos que hicieron de cabeza de turco, fueron los agentes gnóstico – cabalistas se los servicios de inteligencia globalistas que es lo mismo que decir comunistas o satanistas.

En cuanto al atentado a las Torres Gemelas la fuente de información más fidedigna no es otra que el sitio web de Christopher Bollyn del cual aquí tienen el enlace.

https://www.bollyn.com/911/

Esto es preciso repetirlo mil veces: no existe ningún desacuerdo real entre los dirigentes de Ucrania y de Rusia, o entre los de Estados Unidos y China aunque puede que hayan enfrentamientos personales y luchas intestinas dentro de la cúpula del poder globalista. En todos los grupos mafiosos estallan rivalidades suscitadas por la ambición o la envidia. El desacuerdo real se produciría si el nacionalismo creciese de forma significativa en alguno de esos países. Un gobierno verdaderamente nacionalista tendría que enfrentarse a la mayoría de los gobiernos en la sombra del mundo así como a la mafia jázara, de ahí que sólo si se produjese un levantamiento nacionalista en una cantidad considerable de pueblos al unísono podrían estos aplastar a la hidra globalista. La escasa o nula cooperación entre estos movimientos a escala internacional explica su debilidad y su escasa repercusión, de momento sólo la revuelta de los agricultores ha adquirido una dimensión transnacional y por eso es tan importante respaldarla. Resulta revelador que el campo o las zonas rurales siempre hayan sido furiosamente anticomunistas. El comunismo es un dogma que no es ni natural, ni sobrenatural; ni aspira al cielo, ni está apegado a la tierra. Es un credo ctónico y escatológico que surge del subsuelo, del inframundo, de los más profundos recovecos de la psique. En realidad sí es sobrenatural porque es un satanismo, pero es un satanismo inconsciente en la mayoría de los casos. Un satanismo que se desconoce. Y es que las potencias sobrenaturales siguen operando en el hombre por mucho que éste niegue su existencia. Al negarlas se vuelven automáticamente subconscientes. El hombre se convierte en un desconocido para sí mismo. El juguete de fuerzas ocultas. Desde que la ciencia es la religión oficial de todo el mundo, el diablo nos zarandea y nos aventa como si fuéramos paja.

El estado en la sombra globalista ha decidido exterminar a sus siervos de la gleba, que es en lo que se convertirían los habitantes de las ciudades de quince minutos, más o menos lo que se tarda en reducirla a cenizas con las armas de energía dirigida. Los financieros mafiosos del nuevo orden mundial, que se ceban en la muerte como los buitres y han hecho de la muerte su negocio, ya decidieron hace tiempo que la población mundial era demasiado numerosa y que había que reducirla drásticamente por medio de vacunaciones masivas, hambrunas o recurriendo a todo tipo de conflictos regionales como el que se desarrolla ahora entre rusos y ucranianos.

Aunque el gobierno mundial es uno, los actores que escenifican la farsa política diaria no dejan de sembrar la escena de falsas pistas que hagan creer a sus víctimas que existen varios centros de poder en el mundo o que son los ciudadanos de países soberanos. Y una de esas falsas pistas son los BRICS.

Sabemos que el objetivo del bloque de los BRICS, una iniciativa ideada nada menos que por los directivos de Goldman Sachs y que algunos pretenden presentarnos como una alternativa al Occidente globalista no es convertir a la ONU en la base de operaciones del nuevo imperio global gnóstico sionista como algunos afirman, y no lo es porque ese objetivo se alcanzó ya hace mucho tiempo; todas las políticas implementadas por todos los países se originan en la ONU que es una organización comunista, tan comunista como la Organización Mundial de la Enfermedad que no de la Salud dirigida por un terrorista de extrema izquierda, el verdadero objetivo es ejercer de oposición controlada y abortar cualquier movimiento verdaderamente nacionalista que pueda surgir en dichos países o en Occidente. Movimientos nacionalistas que surgirán inevitablemente (en realidad ya están surgiendo) conforme las intrigas criminales y las conspiraciones genocidas de la ONU, la OTAN y el resto de organizaciones masónicas se vuelven más y más evidentes,

De cuando en cuando aparecen noticias en la prensa oficial globalista con las que se pretende desorientar al público. Así Bloomberg anunciaba hace poco que el gobierno chino había creado un Gran Fondo destinado a posibilitar que empresas nacionales, como Huawei dependan en menor medida de los procesadores avanzados y de los equipos de semiconductores procedentes de Estados Unidos o Europa. Según el autor del artículo la creación de este gran fondo supone una apuesta decidida por parte de China para aumentar su autosuficiencia tecnológica frente Occidente.

A continuación declara que el gobierno de Biden está gastando decenas de miles de millones de dólares para impulsar la industria estadounidense de semiconductores y reducir su dependencia de China. Lo cual en su opinión refuerza el cambio global hacia un estado multipolar.

Una vez más no dudamos en afirmar que esto no es más que un simple farol destinado a mantener a los sufridos gobernados o desgobernados de todos los países en la más absoluta inopia.

Porque lo cierto es que si China quiere desvincularse de Occidente ¿por qué se deja asesorar por el ejecutivo de Blackstone, Steven Schwarzman y acepta sus “filantrópicas” donaciones? Schwarzman insiste en la necesidad de crear un pacto global en lo referente a la investigación, introducción y despliegue de la Inteligencia Artificial y aboga por una estrecha colaboración al respecto entre Estados Unidos y China.

En 2016 creó el programa Schwarzman Scholars por medio del cual entre 100 y 200 estudiantes de todo el mundo realizan un máster en Asuntos Globales en la Universidad Tsinghua de Beijing. El objetivo oficial del programa consiste en “crear una red creciente de líderes globales que construirán vínculos sólidos entre China y el resto del mundo”.

Kissinger nos reveló poco antes de morirse y reunirse con su amo y señor, el demonio, la razón del empeño de los dirigentes globalistas o comunistas en desarrollar los sistemas de inteligencia artificial. Según sus propias palabras “la Inteligencia Artificial hace que sea técnicamente posible y más fácil controlar a la población”.

El objetivo de los sistemas de Inteligencia Artificial no es hacernos la vida más cómoda, ni aumentar nuestra seguridad o bienestar, sino en convertirnos en presidiarios espiados constantemente por el ojo del gran hermanos a través de sus cámaras de vigilancia.

Las máquinas no tienen intuición, ni empatía, no tienen las cualidades más necesarias para enfrentarse a una situación imprevista o sacarnos de un súbito embrollo. Tratar con un dispositivo de inteligencia artificial siempre resulta en la mayoría de los casos sumamente frustrante; antes o después caes en la cuenta que estás frente a un simple programa. No es posible entablar un auténtico diálogo con una máquina, pero la palabra diálogo no se encuentra en el diccionario personal de los psicópatas globalistas; es un término tabú para ellos. Puede que para los individuos completamente programados convertidos en semi autómatas la relación con semejantes dispositivos resulte satisfactoria, pero no para un espíritu libre si es que queda alguno; pero muchos los adoran porque adoran la técnica y las máquinas del mismo modo que los egipcios adoraban a inmundos animales como la serpiente o el cocodrilo.

Muchos de estos pobres infelices se sienten culpables cuando la máquina se avería, algo que ocurre con frecuencia o el programa no funciona. Piensan que no han sido suficientemente condicionados. La máquina los castiga, en su opinión, por sus pecados, por su incorrección política.

En realidad parece como si todas las idolatrías y todas las herejías de la historia del Cristianismo hubieran estallado de pronto al mismo tiempo y la gente huye despavorida en todas direcciones sin encontrar sagrado.

China, Rusia o la India no son menos globalistas que Occidente son más globalistas, la resistencia a los planes de los psicópatas satanistas es mucho menor que en Occidente; la disidencia está mucho más férreamente controlada y criminalizada, quizás por eso han decidido desmantelar completamente Occidente y hundirlo en el subdesarrollo, encuentran a sus ciudadanos menos dóciles, menos condicionados por increíble que parezca.

Resulta sumamente revelador que a la boda de la hija del presidente Indio asistieran personalidades tan globalistas como Bill Gates y otros de la misma catadura: uno se pregunta porqué no invitaron a Jimmy Barbecue Chérizier, el gánster haitiano acusado de canibalismo que se ha convertido en el hombre más poderoso de la isla caribeña. Quizás no tenga buenos modales en la mesa e ignore qué cubiertos debe utilizar en cada momento para trinchar lo que sea. Lo cierto es que no desentonaría mucho en semejante compañía, como no desentonaría para nada en los banquetes de Marina Abramovich y podría convertirse en la guinda del pastel de los mismos sólo que no sabemos quién acabaría devorando a quién. Si Barbecue Chérizier practica efectivamente el canibalismo no estaría haciendo sino imitar humildemente a la camarilla de satanistas que nos gobiernan desde sus logias y sus cámaras secretas. Desde sus despachos aterciopelados donde conspiran contra la salud del mundo. Según algunas fuentes que no me he molestado en contrastar, bandas de caníbales haitianos han cruzado la frontera estadounidense dispuestos a cebarse con los rollizos ciudadanos norteamericanos. Si han podido cruzar la frontera, podrían también acabar algún día en la Casa Blanca o en el palacio de Buckingham o convertirse en la nueva guardia pretoriana del rey de Inglaterra al que seguro que les encantaría hincarle el diente. Quizás un asunto semejante podría convertirse en el guion de una nueva película de Netflix muchas de cuyas producciones siempre nos sorprenden, aunque no deberían sorprendernos, por su tono sumamente macabro siniestro y lúgubre. Yo ya predije que se avecinaban horrores semejantes que no tienen nada de sorprendentes por espeluznantes que sean teniendo en cuenta que la religión extraoficial de todos los gobiernos del mundo en la sombra es la masonería o lo que es lo mismo: el satanismo.

Ahora que el comunismo triunfa en todas partes podemos afirmar sin ambages que podemos esperar de esa aberrante doctrina: la guerra, la peste, la muerte y el hambre, así como la más espantosa y totalitaria tiranía.

Es muy posible que el marxismo o el comunismo, hijo de la soberbia al igual que el calvinismo con el cual parece que guarda una extraño parentesco, se origine como consecuencia de pulsiones autodestructivas inconscientes; es un credo propio de aquellos que confusamente se sienten condenados al infierno y condenan al resto de la humanidad al infierno en la tierra; su materialismo supone la exaltación de lo más ínfimo, lo más bajo como lo único real; lo que adora el materialista es la descomposición de la materia. El marxismo es fruto del resentimiento, de la rabia por considerarse exiliados de este mundo y del otro; los ateos y agnósticos de tiempos pasados que siempre fueron mejores sentían indiferencia acerca de los cultos religiosos o como mucho se burlaban de los mismos, pero a los comunistas les enfurecen. La saña, propia de un poseso, con que los persigue (en especial al Cristianismo) es lo que nos revela que se trata de un satanismo disfrazado de teoría científica. Son los mayores enemigos de la humanidad; es preciso combatir a toda costa su doctrina que no persigue la justicia social, todo lo contrario, la imposibilita. El marxismo es en el fondo una exaltación de la miseria, miseria que nace de proscribir el cielo. De eliminarlo a la fuerza del horizonte del hombre. Es la contemplación de las realidades celestes lo que hace que la tierra se torne habitable, el cielo no puede ser otra cosa que el espejo en el que la tierra se mira de lo contrario se enloda y nos enloda ¿Qué otra cosa puede hacer un hombre que le da la espalda al cielo sino morder eternamente el polvo que somos?

Jose Francisco Fernández Bullón.

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