Aviso de tormenta en Oriente Medio – por Israel Shamir

Irán, miembro del Eje del Mal, ha sido atacado por las Fuerzas del Bien. ¿Llegaremos a la Tercera Guerra Mundial? Ya lo veremos. Por ahora volvamos al principio.

Tras las recientes elecciones, Bibi Netanyahu formó su sexto gobierno después de una pausa de año y medio; ahora los israelíes que se oponían a Bibi iniciaron una revuelta callejera contra el nuevo gobierno. Tomaron una hoja del manual “Ucrania-2014” y armaron un Maidan en Tel Aviv, con hasta cien mil ciudadanos reuniéndose en las plazas de los barrios cada sábado. Los aspirantes a revolucionarios se parecen a los demócratas estadounidenses, mientras que los partidarios del Gobierno nos recuerdan a los republicanos estadounidenses. Para complicar aún más la comparación, hay que tener en cuenta que los judíos israelíes apoyan mayoritariamente a los republicanos estadounidenses, y los judíos estadounidenses votan a los demócratas. Sin embargo, esta revolución naranja en las calles y plazas de Tel Aviv es una revuelta pro-estadounidense (como es habitual en las revoluciones de colores). Y los demócratas estadounidenses, con sus análogos israelíes, están acostumbrados a ganar sus revoluciones como sea…

El nuevo gobierno ha declarado un plan de reforma legal, enfrentándose directamente al Poder Judicial, que históricamente viene dominando al Poder Ejecutivo en Israel. A los jueces israelíes no les gustan los hombres fuertes, suelen torpedear las medidas que tomen. A los jueces del Tribunal Supremo los elijen por otros jueces, y el Tribunal Supremo puede anular cualquier decisión parlamentaria o gubernamental. En Israel existe la tensión étnica adicional entre los judíos europeos (asquenazíes) y los orientales (sefardíes). Todos ellos están en contra de los palestinos, a excepción de los comunistas. Sería un error considerar a algunos de ellos de izquierdas. Prácticamente no hay izquierda en Israel. Este título se lo han apropiado las lesbianas de Tel Aviv obsesionadas con el género. En cuanto a los hombres israelíes, eligen entre derechistas o ultraderechistas.

Bibi Netanyahu cae muy mal a muchos, pero la mayoría sigue votándole.

Sus enemigos esperan utilizar a sus jueces domesticados para enviar a Netanyahu a la cárcel por algún delito terrible, como haber recibido una caja de habanos de un amigo productor de Hollywood.

Mientras tanto, han hecho tambalearse a Arye Der’i, el ministro del Interior. Creen que no merece ser ministro. Bibi planea promulgar una ley que despojará a los tribunales de sus poderes para inhabilitar a un ministro, o incluso para tenerlo en la mirilla. La coalición gubernamental pretende promulgar una ley “No toques a Der’i”. Pero Bibi está aún más preocupado por sí mismo.

Cree que los jueces le destituirán y le enviarán a la cárcel. Para defenderse ha decidido azuzar a los iraníes. Bibi tiene un largo historial de provocar a Irán. Hace años presentó un dibujo de una bomba nuclear iraní, para diversión del mundo entero. Después de eso, luchó contra el acuerdo nuclear entre Estados Unidos e Irán. A lo largo de los años, ha intentado convencer a todos los presidentes estadounidenses de que bombardearan Irán, después de que sus propios generales se negaran a hacerlo. Ahora envía algunos drones para bombardear una instalación de Ispahán, con la esperanza de que incite una respuesta iraní y una al pueblo de Israel detrás de él.

Los iraníes no han respondido, todavía. Mientras Israel no admita oficialmente el acto de guerra, cabe esperar que cualquier respuesta iraní sea igualmente negable, como ha pasado  todas las veces anteriores. Por ejemplo, Irán sabía que Israel destruyó camiones iraníes a lo largo de la frontera siria, pero prefirió negar que fueran iraníes. La agresión israelí está avalada por Estados Unidos, y Estados Unidos sigue siendo demasiado fuerte para que Irán -o incluso Rusia, un país con sentimientos de amistad hacia Irán- tome represalias eficaces contra el Estado judío. EE.UU. gasta más dinero en defensa que el resto de la humanidad, y sigue siendo muy fuerte. Para colmo de males, el presupuesto militar sin fondo no perjudica el bolsillo de los ciudadanos estadounidenses, ya que simplemente lo añaden a su deuda.

Recientemente, un periodista judío, Bret Stephens, comparó desfavorablemente a Netanyahu con Zelensky en un artículo titulado “Historia de dos líderes judíos”, publicado en el NY Times. Por desgracia, su paralelo falla cuando se confronta con la realidad. Zelensky llevó a Ucrania a la guerra con Rusia. Ha provocado que más de la mitad de su población abandone el país. Está llevando a Ucrania al colapso económico y a la derrota militar.

En cambio, Bibi Netanyahu ha sido cauto y prudente con su país. Una diferencia obvia es que Zelensky ha arrastrado deliberadamente a Ucrania a una guerra incondicional contra Rusia, mientras que Netanyahu ha anotado repetidamente puntos políticos contra Irán sin comprometer a su pueblo a una guerra total. Ahora, inspirado por Bret Stephens y otras figuras mediáticas, Bibi se ha visto impulsado a atacar abiertamente a Irán.

Puede que los neoconservadores amen a Israel, pero sueñan con que el Estado judío luche en primera línea con el Imperio estadounidense. El problema actual de Netanyahu es que quiere mantener su amistad con Rusia, y los neoconservadores no se lo permitirán. De hecho, hoy el Ministro de Asuntos Exteriores del nuevo gobierno israelí ha dicho que tiene la intención de visitar Kiev lo antes posible. Israel ha apoyado sistemáticamente las ambiciones ucranianas. El anterior gobierno dirigido por Bennett y Lapid envió 500 asesores de guerra para ayudar al ejército ucraniano y se mostró abiertamente hostil a Putin.

Rusia ha condenado en los términos más enérgicos el ataque estadounidense/israelí contra Irán. Rusia considera que Estados Unidos es el principal instigador de ambos. Esto no es en absoluto seguro: Bibi mantiene una larga enemistad con Irán. Aun así, el prudente Netanyahu ha evitado la guerra abierta. Sin embargo, ahora parece que iría a la guerra para que los neoconservadores estadounidenses le aprobaran.

Mientras tanto, el frente palestino se está acalorando. No está claro si la Tercera Intifada (levantamiento) ha comenzado, pero desde luego falta poco. Durante mucho tiempo, se ha dejado a los palestinos tranquilos pero no en paz. Las fuerzas de defensa matan un promedio de uno o dos al día, cada día. Y de pronto se produjo el ataque israelí contra el campo de refugiados de Yenín, con sus diez víctimas. Los palestinos respondieron con tres atentados en Jerusalén; murieron diez israelíes. Aunque el ataque en Yenín pasó sin comentarios, el contraataque en Jerusalén despertó la condena del Presidente Biden. Dijo: “Ha sido un ataque contra el mundo civilizado”. El ataque israelí inicial ni siquiera fue mencionado. Las atrocidades israelíes no molestan al mundo civilizado.

En un hecho relativamente nuevo, uno de los contraataques en Jerusalén se atribuyó a “un terrorista de 13 años”. Sí, se llamó “terrorista” a un niño de trece años que murió en el acto. Pero habían asesinado a siete niños de su edad el mes pasado, y a 34 el año pasado.

La incursión en Yenín fue probablemente una maniobra del nuevo gobierno. Los palestinos no se unieron a las manifestaciones contra Netanyahu. Pensaban razonablemente que estas luchas políticas son un asunto interno judío. Pero los nacionalistas extremistas del gobierno, el Sr. Smotrich y el Sr. Ben-Gvir, llevan mucho tiempo queriendo aplicar una Solución Final al Problema Palestino; ya sea con matanzas o trasladaos forzosos al extranjero. Esta es probablemente la razón del reciente aumento de la violencia antipalestina, y la actual oleada de víctimas puede atribuirse a Smotrich y Ben -Gvir.

Ben-Gvir y Smotrich encajan perfectamente en la aventura ucraniana. Son los típicos seguidores de Stepan Bandera. Son halcones disfrazados que podrían unirse al regimiento Azov en cualquier momento. Hacen todo lo posible por destruir el mito de que “los judíos no pueden ser nazis”. Ciertamente dominan el discurso, y su retórica es cada vez más extrema. Sin embargo, la diferencia entre ellos y los israelíes de a pie es mínima. Estos dos quieren arruinar pueblos y matar de hambre a la gente, pero muchos otros miembros de la Knesset estarán de acuerdo. A los adversarios de Netanyahu les importa preservar el Alto Tribunal con sus privilegios, y lo que les ocurra a los palestinos les da igual.

Probablemente las cosas no cambiarán en Oriente Próximo hasta que se reclame la deuda estadounidense y el dólar deje de actuar como medio de pago internacional. Esperemos que llegue pronto. Hace poco, Mohammed Al-Jadaan, ministro de finanzas de Arabia Saudí, declaró a Bloomberg TV en Davos que “no hay ningún problema en discutir cómo liquidamos nuestros acuerdos comerciales, ya sea en dólares estadounidenses, en euros o en riales saudíes”. ¡El fin del Apartheid israelí y de la dominación global de EEUU puede estar más cerca de lo que crees!

Israel Shamir, 1 de febrero de 2023

Traducido al Espanol por Red Internacional

 

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