Yuri Slezkine, historiador ruso-estadounidense, describió nuestros tiempos como El Siglo Judío. Parece que este siglo judío se ha terminado. Los estadounidenses reunieron bastante coraje para votar a favor de sus intereses (Trumo), en vez de hacer lo que se les dice. Aquélla fue una gran sorpresa para los judíos, que ya habían planeado disfrutar del milenio judío. El NOM (New World Order) había sido construido para durar, pero así también lo fueron muchas otras empresas humanas, incluido el Imperio Comunista.
Probablemente usted no disfrutó de estos últimos años del dominio del NOM, a menos que usted pertenezca al 1% de los muy ricos y muy poderosos, y tal vez ni siquiera así. Probablemente usted tenía menos seguridad en su trabajo y sus ingresos; probablemente usted tuvo que cuidar lo que decía más diligentemente; probablemente usted se sintió fuera de lugar sólo por ser un hombre cristiano Blanco y heterosexual. Quizá a usted no le gustó que su país le hubiera sido robado y poblado de nuevo por extranjeros. Quizá usted no disfrutó de ello cuando Lena Dunham, actriz, escritora y directora judía de televisión, n. en 1986, pidió vuestra extinción. Pero usted no tenía ninguna forma de oponerse siquiera sin ser llamado un “nazi”, y aquélla era una etiqueta mortal.
Sin embargo, los judíos disfrutaron del mejor momento de su historia. A quienquiera que ellos acusaran de “anti-semitismo”, era expulsado de la vida pública. Chemi Shalev, un columnista judío estadounidense-israelí del periódico Haaretz, derramó lágrimas por estos grandes tiempos: “Probablemente no es ninguna coincidencia que durante el período de Obama los judíos estadounidenses alcanzaran el pináculo de la aceptación social y cultural. Ser un judío estadounidense estaba de moda. Era algo fantástico. Era lo que había que ser. Las encuestas de Pew Research confirmaron repetidamente que los judíos eran el grupo religioso más amado y más admirado en todo Estados Unidos”.
La realidad es más complicada que lo que él afirma. Shalev dijo que los judíos querían el NOM. Quizás eso es verdadero en cuanto a los dirigentes no elegidos de los judíos estadounidenses. Pero una minoría importante y poderosa de judíos no está de acuerdo con los judíos. Algunos de ellos prefieren el Sionismo.