La guerra de la OTAN contra Rusia en Ucrania y otros escenarios de la geopolítica mundial – por Luis Alvarez Primo

 

Noticias:

  • La incursión del régimen neo nazi ucraniano en la región rusa de Kursk.
  • Los BRICS en Kazán
  • El genocidio palestino
  • Dilapidación del patrimonio argentino.

 

En un diálogo reciente entre el filósofo ruso Alexander Duggin y el famoso periodista internacional de origen brasileño Pepe Escobar, ambos coincidieron en que la Unión Europea prácticamente carece de intelectuales de relieve y que sus burócratas y políticos no tienen cultura histórica. También, suscribiendo esta tesis, la ex ministro austríaca de relaciones exteriores, Karin Kneissl, hizo un reproche similar a la dirigencia política alemana que, a pesar de su humillante situación de vasallaje ante la judeo masonería anglo estadounidense, persiste en obrar en contra de los intereses nacionales de Alemania.

 

La incursión del régimen neo nazi ucraniano en la región rusa de Kursk

Antes de ocuparnos de la incursión de marras, veamos  brevemente algunas referencias sobre Kursk, ciudad ubicada en los confines occidentales de Rusia, cercana a la frontera con Ucrania, en la confluencia de los ríos Kur, Tuskar y Seym. Es un centro ferroviario e industrial que cuenta con una planta nuclear y una población de más de 415 mil habitantes.

La primera mención que se registra de Kursk data del año 1032 en el “Cantar de las huestes del Príncipe Igor”, tiempos en los que era tributaria de la Rus de Kiev (federación de pueblos eslavos orientales) y capital de un principado menor. En 1297 se descubrió el ícono de “Nuestra Señora de Kursk”, desde entonces la imagen más venerada de la historia de la ciudad, expresada en multitudinarias procesiones de piedad popular. Luego de formar parte de la Gran Lituania, Kursk pasó a pertenecer al principado de Moscú. En el siglo XX se comenzaron a explotar sus ricos yacimientos de hierro y se convirtió en un importante núcleo ferroviario. Ocupada por los alemanes en 1941, Kursk fue liberada por el ejército soviético tras la famosa “batalla de Kursk”, el mayor combate de fuerzas acorazadas de la historia mundial (más de 6000 carros de combate).

El régimen filo nazi del judío Zelenski y sus titiriteros rusofóbicos de los EE.UU. y la OTAN, en una aventura que el jefe de la diplomacia rusa Sergei Lavrov caracterizó como “terrorista”, se lanzaron a ocupar Kursk con el objetivo de tomar su planta nuclear y capturar civiles como rehenes (los rusos tienen fresca la memoria de la humillación que sufrieron cuando terroristas chechenos tomaron 912 rehenes en un cine de Moscú en octubre del 2002). Antes de que llegaran a Kursk, el ejército ruso frenó a los invasores ucranianos y a los mercenarios de la OTAN, quienes no pudieron alcanzar su objetivo, pero sí tuvieron enormes bajas y armamento destruido con drones y misiles de alta precisión. Muchos soldados ucranianos y mercenarios de la OTAN están todavía atrapados y los que pueden, se rinden. La aventura también fue caracterizada como terrorismo medioambiental puesto que los ucranianos atentaron contra la planta nuclear de Zaporigia que, si bien no sufrió daños graves, corrió serios riesgos.

Rusia comunicó una seria advertencia al colectivo occidental: no tendrá reparos en utilizar armas nucleares tácticas ni tampoco en entregárselas a sus aliados, tal como ya lo ha hecho con Bielorrusia, si las circunstancias lo exigen.

Con gran enojo la diplomacia china se sintió estafada por los ucranianos porque poco antes de la incursión a Kursk recibieron al ministro de Relaciones exteriores del régimen de Zelenski, Dimitri Kuleva, para mediar en negociaciones de paz. Por supuesto, después de esta aventura ucraniana terrorista, el Kremlin, que siempre se ha mantenido abierto a sostener negociaciones, ahora no quiere hablar del asunto. Lo cierto es que la OTAN busca prolongar la guerra, por lo menos hasta las elecciones presidenciales de noviembre en los EE.UU., para que sea otro gobierno estadounidense el que asuma el costo de la derrota, mal que le pese al payaso Boris Johnson, quien como columnista del Daily Telegraph londinense se ha convertido en el gran propagandista del régimen ucraniano, conspirador y enemigo de la paz.

En medio de la catastrófica debacle ucraniana, la junta de Zelenski persigue a la Iglesia Ortodoxa Ucraniana acusándola de espiar para los rusos, y con cinismo, ordena que no le manden los muertos para que la agobiada población ucraniana no tome mayor conciencia del desastre y se subleve. En tanto, la locura rusofóbica y la hipocresía anglo estadounidense busca subterfugios, excusas, coartadas, mentiras y culpables para no hacerse cargo de sus dislates e iniciativas terroristas. Así lo ha hecho recientemente un agente del “Deep State” en un artículo del Wall Street Journal tratando de diluir la responsabilidad material y formal anglo-estadounidense en el atentado al gasoducto Nord Stream en el Báltico: “nosotros no sabíamos, nosotros no fuimos”; ¡quieren hacernos creer que fue la tripulación de la exitosa comedia La Isla de Gilligan!.

La salud mental de los trastornados representantes del colectivo occidental está en cuestión. El director de la CIA, Richard Burns, dice que “hay que pinchar la hybris de Putin” (¿?). El “Deep State”, dividido, proyecta su propia hybris y no ve la realidad. Evidentemente, su hora ha pasado y ha perdido el tren. Rusia ha regresado a la historia. Con mirada religiosa y lenguaje paulino bien se puede decir que es el último katejón contra el Anticristo. Las autoridades de la Iglesia ortodoxa rusa y las del Kremlin cooperan en lo que se llama una “sinfonía de poderes” y la figura de Vladimir Putin se proyecta cual un verdadero césar, un monarca sin corona, un nuevo zar de la gran nación rusa, tras la larga noche oscura del comunismo bolchevique. ¿Estamos en presencia de la Tercera Roma, garante de la cultura cristiana europea, hoy en vías de extinción?

 

Los BRICS en Kazán

La alianza de Rusia con China es sólida y se proyecta a largo plazo.  La superioridad de todo orden de ambas potencias es cosa que no necesita demostración y su asociación se consolida, asentada en los principios del derecho internacional recogidos en la Carta de la ONU, con el desarrollo de los acontecimientos diplomáticos en curso.

Así del 22 al 24 de octubre próximo, con la presidencia de Rusia, se realizará la cumbre de los BRICS en Kazán, uno de los principales centros económicos, políticos, científicos, educativos, culturales y deportivos del país, cuyo “complejo histórico y arquitectónico” está incluido por la Unesco dentro del Patrimonio de la Humanidad. Participarán 159 países con el objetivo de “promover todo tipo de asociación y cooperación en el marco de la vinculación en torno a tres vertientes clave: política y seguridad; economía y finanzas; y lazos culturales y humanitarios». El desarrollo de un sistema de pagos internacional fuera del sistema SWIFT y del dólar (desdolarización) es un objetivo principal de la cumbre de los BRICS que desvela a al imperialismo internacional de la usura globalista.

El genocidio palestino

Mientras tanto en Medio Oriente el genocidio continua en Gaza: esta semana hubo nuevas bajas de civiles palestinos como consecuencia de un nuevo ataque misilístico israelí, con historias trágicas y conmovedoras, como por ejemplo la de un padre que fue a registrar el nacimiento de sus mellizos  recién nacidos y, al regresar,  su esposa y los niños  había desaparecido bajo los escombros.  Al parecer hoy en Tel Aviv hubo un fallido atentado suicida de un palestino. Al parecer Hamás y la Jihad Islámica habrían asumido el hecho.

El secretario de estado de EE.UU., Anthony Blinken, alias el mentiroso del Holocausto, se encuentra en Israel para dar respaldo al genocida gobierno israelí de Benjamin Netanyahu. Este seguramente lo impondrá de algunos de sus planes para escalar el conflicto con un ataque a Hezbollah en el Líbano y nuevas provocaciones a Irán a fin de que el moderado nuevo presidente iraní tome la determinación de responder al asesinato del negociador de Hamas Ismail Haniyeb en Teherán, con lo cual Israel espera que Estados Unidos se involucre aún más directamente en la guerra. Netanyahu actúa como acreedor, dueño y patrón del gobierno estadounidense, al punto que un académico y politólogo de enorme prestigio como John Measheimer, ante la repugnante obsecuencia del Congreso de los EE.UU., que aplaudió a Netanyahu 58 veces de pie en su reciente visita, ha dicho “me da vergüenza ser estadounidense”. La evidencia del genocidio israelí contra el pueblo palestino, en gran parte aportada por las propias fuentes israelíes, “constituye el documento más completo (en el sentido de abrumador y contundente) de la historia mundial”. La Corte Internacional de Justicia ha ratificado el caso contra Israel como responsable de genocidio contra los palestinos.

 

Dilapidación del patrimonio argentino

Mientras tanto en la Argentina el gobierno vendepatria pro sionista del desquiciado Milei, de la mano de sus ministros Luis Caputo, Federico Sturzeneger, Diana Mondino y el representante de  la secta judía Jabad Lubavitch, el estafador  Eduardo Elztain en control de la Administración de Bienes del Estado, no sólo se apresta a dilapidar lo que queda del patrimonio nacional sino que, además, entregado como está al servicio del imperialismo judeo masónico anglo estadounidense, frustra y posterga nuestras mejores oportunidades poniendo a la Argentina a contramano de la historia en el escenario de la geopolítica mundial.

 

Luis Alvarez Primo, Bella Vista, 18/08/2024

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