Los Mormones en la CIA: Actores-Espias perfectos (el ejemplo de Joshua Holt en Venezuela) – por José Negrón Valera
Al hacer entrega del espía Joshua Holt, Venezuela acaba de quitarle a Estados Unidos, de momento, su excusa para emprender una acción militar contra el país. Sin entrar en detalles sobre la forma que se produjo la liberación, la acción táctica por parte del Gobierno bolivariano le permite un nuevo respiro.
Cuatro días antes de que se llevaran a cabo las elecciones presidenciales en Venezuela, presos comunes provocaron un motín en la sede del Servicio Bolivariano de Inteligencia (SEBIN), conocida como El Helicoide, que fue rápidamente capitalizado por las grandes corporaciones mediáticas que operan contra el país.
En la confusión provocada por las contra informaciones que estallaban en las redes sociales, resaltó un testimonio que fue usado como bandera contra el gobierno bolivariano.
Joshua Holt, un ciudadano norteamericano, detenido por las fuerzas de seguridad de Venezuela por estar involucrado en planes de desestabilización contra el país, filtra una declaración donde se encuentra muy preocupado por su vida:
“…quieren matarme y pintar las paredes con mi sangre”, expuso.
ÚLTIMA HORA | El ciudadano estadounidense, Josh Holt, quien está preso en El Helicoide filtra mensaje clamando por ayuda: “Ayúdame, por favor, ¿cuánto tiempo debo sufrir injustamente en este lugar? Quieren matarme y pintar las paredes con mi sangre. Soy un prisionero político” pic.twitter.com/dmeAv1eFkQ
— Alberto Rodríguez (@AlbertoRodNews) May 16, 2018
Por su supuesto, el aparato de inteligencia estadounidense olió su oportunidad para usar el argumento histórico y tantas veces trabajado en la psiquis colectiva del rescate del rehén en el extranjero.
Estamos muy preocupados por el motín en El Helicoide. Joshua Holt y otros ciudadanos estadounidenses están en peligro. El gobierno de Venezuela es directamente responsable por su seguridad y le haremos responsables si algo les sucede.
— US Embassy, VE (@usembassyve) May 16, 2018
Para hacer el camino corto, las elecciones presidenciales se realizaron con total normalidad y transparencia; Joshua Holt es entregado al Gobierno estadounidense a través de la intermediación del senador republicano Bob Corker. Algunas horas después, el propio Donald Trump recibe a Holt en la Casa Blanca, mientras que las corporaciones mediáticas hacían acrobacias para crear una narrativa que le permitiera equiparar Abu Ghraib con el “infierno” que vivió el espía estadounidense en Venezuela.
El manto con el cual los medios siempre cubrieron a Holt podría considerarse apto para una película romántica. Un misionero mormón que atraviesa el hemisferio en busca del amor perdido, parece un buen colchón para asentar su defensa.
Dominaba el español, tenía una certificación de piloto expedida por la FAA (Administración Federal de Aviación de EEUU), además de amplios conocimientos en telecomunicaciones e informática y un gusto bastante arraigado por los fusiles de asalto.
El para entonces ministro del Interior, Justicia y Paz de Venezuela, Gustavo González López, expuso en su momento que durante el procedimiento de captura de Holt se encontraron “un fusil de asalto AK47, un facsímil de fusil M4, varias municiones, una granada MK2, así como otros elementos empleados por agentes de inteligencia”. Para el dirigente político Diosdado Cabello, Holt solo utilizaba “la religión como una fachada” y además dirigía a su juicio “una red de espionaje en Latinoamérica”.
A pesar de las burlas automáticas y la campaña de desprestigio emprendidas por las corporaciones mediáticas alineadas con la Casa Blanca, no era la primera vez que a los mormones se les acusaba de estar ligados estrechamente a organismos de inteligencia estadounidenses como la CIA y el FBI.
En un artículo de The New York Times que reposa en los archivos de la propia Central de Inteligencia estadounidense se relata ya para el año 1981 que constantemente los misioneros mormones en el extranjero eran señalados de servir a una compleja red de espionaje alrededor del mundo.
En dicho artículo, el reclutador de la CIA Jack Hansen comentaba que “Utah —el estado donde existe mayor cantidad de mormones— es de nuestras mejores fuentes”.
Pero aún hay una razón más por la que el perfil de los mormones es tan apetecible para la comunidad de inteligencia norteamericana: la propia naturaleza de la religión mormona.
Fundada hace menos de doscientos años por Joseph Smith, la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días expone en uno de sus documentos doctrinarios conocido como ‘Los artículos de la fe‘, lo siguiente:
“10. Creemos en la congregación literal del pueblo de Israel y en la restauración de las Diez Tribus; que Sion (la Nueva Jerusalén) será edificada sobre el continente americano; que Cristo reinará personalmente sobre la tierra, y que la tierra será renovada y recibirá su gloria paradisíaca”.
La fe mormona considera que es en Estados Unidos, específicamente en el estado de Missouri, donde se ha de establecer el Reino de Dios.
Si a este papel sagrado que se le asigna al territorio estadounidense le agregamos “un tiempo relativamente fácil para obtener autorizaciones de seguridad, dada su abstención de drogas y alcohol; y una ferviente voluntad de servir” tenemos, en palabras de la investigadora Sarah Laskow, razones “perfectamente lógicas” para que se enrole a mormones en misiones de inteligencia en el extranjero.
¿Qué es lo próximo que le espera a Venezuela?
Ante el descalabro interno que sufre la oposición venezolana, Washington solo espera por los resultados de las elecciones de la segunda vuelta en Colombia para darle la bienvenida formal a dicho país a la OTAN y trabajar el flanco externo como única posibilidad de derrotar a Maduro. En el ínterin, han decidido que su principal blanco será dividir el liderazgo del chavismo para debilitarlo no solo electoralmente sino desde el punto de vista de la cohesión institucional y de Gobierno.
Han puesto en el punto de mira en Diosdado Cabello, quien ha demostrado ser uno de los mayores referentes dentro de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana. Intentarán a través de campañas de intrigas y rumores incitar a una confrontación entre el liderazgo del Partido Socialista Unido de Venezuela y el Ejecutivo nacional.
Los tres momentos que utilizarán son: el diálogo con la oposición convocado por el presidente Maduro, la conformación del próximo gabinete de Gobierno y el congreso del partido, convocado para el mes de julio.
Otro elemento a considerar es que la noche de este 31 de mayo, Nicolás Maduro se ha reunido con representantes de la oposición venezolana, quienes le han solicitado se libere a los políticos que se encuentran procesados judicialmente por delitos graves contra la estabilidad de la nación.
No es una solicitud casual.
En un contexto donde aún permanecen abiertas las posibilidades de que Lula pueda volver a gobernar Brasil, el Pentágono se encuentra desesperado por dar un zarpazo definitivo a la democracia venezolana antes de que los vientos en el sur comiencen a cambiar de nuevo, esta vez, a favor de los pueblos de Latinoamérica.
José Negrón Valera, 1 junio 2018