Este es uno de los indicadores más precisos de la historia de una inminente crisis financiera
O, la extraña relación entre las torres más altas del mundo y las crisis económicas…
El 15 de abril de 1185, hace más de ocho siglos, un poderoso terremoto golpeó la región de East Midlands de Inglaterra cerca de la ciudad de Lincoln.
Los científicos modernos estiman la magnitud del terremoto en 5.0 en la escala de Richter de hoy … que era un gran problema en aquel entonces.
La Inglaterra medieval no tenía ningún método de construcción a prueba de terremotos, y gran parte de la región estaba nivelada.
Una de las estructuras que se destruyó fue la catedral de Lincoln. Y el nuevo obispo, Hugh de Burgundy, lanzó un audaz proyecto de reconstrucción para reconstruir una catedral aún mejor utilizando los últimos avances en diseño arquitectónico y tecnología.
Los sucesores de De Burgundy continuaron haciendo mejoras a la catedral, hasta que, a mediados del siglo XIII, la aguja de la catedral se elevó a 160 metros (525 pies), por lo que es la estructura más alta del mundo.
Curiosamente, una crisis económica severa estalló en toda Europa poco después de que el rey de Inglaterra incumpliera sus deudas debido a reveses militares en la Guerra de los 100 Años.
Avance rápido varios siglos a finales de 1700, cuando, en la ciudad de Ditherington, Inglaterra, el molino local de lino tomó el título como el edificio más alto del mundo en 1797.
Ese mismo año, comenzó una gran crisis económica en Gran Bretaña y Estados Unidos luego de que estalló una enorme burbuja inmobiliaria. Los bancos y las empresas de ambos países sufrieron pérdidas importantes.
La finalización del edificio Equitable Life en la ciudad de Nueva York a principios de la década de 1870, que se convirtió en el edificio más alto del mundo, coincidió con el pánico de 1873, y la larga depresión que duró más de una década.
La torre del New York World rompió el récord de construcción más alta del mundo cuando se completó en 1890 … que también resultó ser el mismo año en que estalló el pánico económico de 1890.
El ayuntamiento de Filadelfia mantuvo brevemente el récord del edificio más alto del mundo cuando se completó justo a tiempo para el pánico de 1893, una crisis tan grave que tuvo que rescatar al Departamento del Tesoro de los Estados Unidos.
La torre de seguros Met Life en la ciudad de Nueva York rompió el récord del edificio más alto del mundo cuando se terminó en 1907, justo cuando estalló el pánico de 1907.
(El pánico de 1907 fue tan extremo que condujo a la creación de la Reserva Federal unos años más tarde).
Otra crisis financiera estalló en 1914, justo después de que el edificio Woolworth de Nueva York se convirtiera en el más alto del mundo.
Y en la víspera de la Gran Depresión, varios proyectos competían simultáneamente para convertirse en el edificio más alto del mundo, incluido el Empire State Building, el Chrysler Building, y el Manhattan Bank Trust Building (ahora conocido como el Edificio Trump).
La construcción del World Trade Center y la Torre Sears de Chicago a principios de la década de 1970, que se convirtieron en los edificios más altos del mundo, precedió inmediatamente a la crisis del precio del petróleo de la OPEP en 1973 y la subsiguiente crisis bancaria y recesión económica.
Las torres Petronas se completaron en 1998 en Malasia, tomando el título como el más alto del mundo, justo antes de que estallara la crisis financiera asiática.
La construcción de la torre Taipei 101, que se convirtió en el edificio más alto del mundo, comenzó unos meses antes de que estallara la burbuja Dot-Com y comenzó la recesión de principios de la década de 2000.
Y, por supuesto, el Burj Khalifa en Dubai se convirtió en el edificio más alto del mundo cuando su altura alcanzó 688 metros (1.257 pies) el 1 de septiembre de 2008 … literalmente días antes de que Lehman Brothers se declarara en quiebra y se iniciara la crisis financiera mundial.
¿Es todo esto una loca coincidencia?
¿O quizás hay un vínculo con los edificios más altos del mundo y las crisis económicas?
Ciertamente, es lógico pensar que los edificios enormes son extremadamente caros y requieren grandes cantidades de fondos, algo que es relativamente fácil de conseguir cuando la economía está cerca de su pico cíclico.
El ego y la arrogancia también son abundantes cuando una economía está cerca de la cima, ya que los auges y los picos a menudo van acompañados de demostraciones ostentosas de riqueza, incluidos ambiciosos proyectos de construcción.
Durante los siglos XII y XIII, por ejemplo, cuando las ciudades-estado italianas eran las potencias dominantes de Europa, había prácticamente una competencia entre los ciudadanos más ricos de Bolonia, que construyeron hasta 180 torres para mostrar su riqueza.
A mediados de la década de 1300, por supuesto, el poder de Bolonia se desvaneció, y la ciudad cayó en la oscuridad económica.
Es interesante considerar la gran cantidad de proyectos nuevos, principalmente en Asia, que se están construyendo febrilmente para competir con el edificio más alto del mundo.
Desde la torre de Goldin Finance en Tianjin (que se completará este año), hasta el Wuhan Greenland Center (también 2018), a la Torre Jeddah en Arabia Saudita (ya en 2019), no hay escasez de arrogancia, o financiamiento basado en deuda, para impulsar estos proyectos a niveles récord.
Todas estas torres nuevas, por supuesto, se están construyendo en un momento en que los mercados financieros están cerca de máximos históricos y la deuda global alcanza un nivel sin precedentes, récord de $ 233 billones, varias veces el tamaño de la economía global.
Ciertamente es posible que estos ejemplos históricos sean simplemente coincidencias salvajes.
Pero incluso si ese fuera el caso, una persona prudente y racional aún debe reconocer que los auges económicos nunca duran para siempre.
Siempre hay períodos de expansión, seguidos por períodos de recesión. Y cuanto más excesivo es el auge, más dolorosa es la corrección.
Hemos estado viviendo uno de los períodos más largos de expansión económica en la historia moderna, uno que ha sido financiado por enormes cantidades de deuda, tasas de interés baratas, y trillones de dólares de dinero nuevo evocado de la nada.
Sería completamente absurdo suponer que esta expansión persistirá para siempre … y elegir voluntariamente NO prepararse para la inevitable recesión.
Simon Black
9 de marzo de 2018
Santiago, Chile
