5 millones de mercenarios chinos protegen las inversiones de la Ruta de la Seda
A partir de 2009 se está desarrollando en China, como los demás países capitalistas, el floreciente negocio de seguridad privada, los subcontratistas militares y lo que siempre se calificó como ejércitos mercenarios.
Las empresas de seguridad se han impulsado por las inversiones ligadas a la Ruta de la Seda. En 2013 había 4.000 empresas de ese tipo que empleaban a más de cuatro millones de mercenarios. El año pasado la cifra aumentó a 5.000, con un número de mercenarios en torno a los cinco millones.
Como en los demás países, la mayor parte de los mercenarios son veteranos del Ejército Popular de Liberación, reclutados por las multinacionales chinas con negocios repartidos por los cinco continentes. Al menos 20 subcontratistas prestan servicios internacionales, empleando a 3.200 mercenarios en países como Irak, Sudán y Pakistán.
Una de esas empresas es COSG (Chinese Overseas Security Group), un consorcio que desde 2016 opera en Pakistán, Turquía, Mozambique, Camboya, Camboya, Malasia y Tailandia, pero con pretensiones de desplegarse en 50 ó 60 países.
Aunque la legislación china y muchos de los países en los que operan prohíbe oficialmente a los mercenarios llevar o usar armas, la realidad es bien distinta porque operan en zonas de guerra, más o menos encubiertas. En 2012 mercenarios chinos armados tuvieron que prestar asistencia al personal de rescate del ejército sudanés en Al-Abbasiya.
Dos años después 1.000 empresarios chinos se vieron obligados a huir de Samarra a Irak, tras los choques del gobierno de Bagdad con el Califato Islámico y en 2016 evacuaron a más de 300 trabajadores del sur de Sudán.
En el CPEC, un corredor económico entre Pakistán y China, han invertido 62.000 millones de dólares. Es una red de carreteras, ferrocarriles y oleoductos de 3.000 kilómetros para que China pueda salir directamente al Mar Arábigo por el puerto de Gwadar. En total unos 30.000 trabajadores chinos están empleados en diversos proyectos en Pakistán.
Los chinos han sido blanco de agresiones en Quetta y Karachi. En diciembre del año pasado el gobierno de Pekín advirtió a los ciudadanos que trabajan en Pakistán de ataques inminentes.
Fuente original, 20 agosto 2018