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Antes del siglo XX, se afirmaba com\u00fanmente que los hombres son m\u00e1s inteligentes que las mujeres. Adem\u00e1s de la relativa falta de logros de las mujeres en la historia, esta opini\u00f3n parec\u00eda estar respaldada por la biolog\u00eda. Por ejemplo, en 1887, un profesor de medicina de Oxford inform\u00f3 de que el cerebro masculino medio pesaba cinco onzas m\u00e1s que el de la mujer media.<\/p>\n
Ahora bien, poco despu\u00e9s de que Binet y Simon desarrollaran los primeros tests de inteligencia en 1905, los investigadores empezaron a informar de que la diferencia de inteligencia media entre los sexos era nula o muy peque\u00f1a. Richard Lynn cita no menos de 40 testimonios en este sentido entre 1910 y 2021; la mayor\u00eda datan del a\u00f1o 2000 y posteriores. A menudo se refieren a pruebas “abrumadoras” o a un “consenso general” que se ha “establecido convincentemente”.<\/p>\n
Sin embargo, el cerebro masculino es, como promedio, un 12% m\u00e1s grande que el femenino, tanto en reci\u00e9n nacidos como en adultos. Estudios recientes que utilizan im\u00e1genes de resonancia magn\u00e9tica (IRM) in vivo indican que el tama\u00f1o del cerebro tiene una correlaci\u00f3n de entre 0,31 y 0,43 con la inteligencia. Por ello, los promedios de Cociente Intelectual id\u00e9nticos o casi id\u00e9nticos por sexo eran un rompecabezas.<\/p>\n
Arthur Jensen plante\u00f3 la hip\u00f3tesis de que los hombres y las mujeres podr\u00edan tener el mismo n\u00famero de neuronas, siendo las de las mujeres m\u00e1s densas. Sin embargo, investigaciones posteriores han demostrado que la ventaja masculina en neuronas es incluso mayor que en el peso del cerebro: un 16% de m\u00e1s, o el equivalente a cuatro mil millones de neuronas.<\/p>\n
La soluci\u00f3n al rompecabezas es controlar la edad. La mayor\u00eda de las pruebas mentales se realizan en ni\u00f1os en edad escolar, y la investigaci\u00f3n del profesor Lynn confirma que las diferencias seg\u00fan el sexo en este grupo son leves. Sin embargo, los estudios neurol\u00f3gicos muestran que la materia blanca del cerebro sigue creciendo m\u00e1s en los varones que en las mujeres despu\u00e9s de la mitad de la adolescencia. A partir de los 16 a\u00f1os, aproximadamente, los chicos tienen una peque\u00f1a ventaja en el coeficiente intelectual con respecto a las chicas, que aumenta gradualmente hasta cuatro puntos o m\u00e1s en la edad adulta.<\/p>\n
Seg\u00fan el profesor Lynn, \u201cExisten pruebas de inteligencia dise\u00f1adas para su uso con ni\u00f1os muy peque\u00f1os, y \u00e9stas muestran una clara ventaja femenina. Esto es especialmente claro en la capacidad verbal. Las ni\u00f1as tienen, por t\u00e9rmino medio, m\u00e1s vocabulario que los ni\u00f1os, y la diferencia alcanza su punto m\u00e1ximo entre los dos y los tres a\u00f1os, cuando las ni\u00f1as tienen un vocabulario medio un 50% mayor que el de los ni\u00f1os.<\/p>\n
El factor com\u00fan de estos resultados es que las ni\u00f1as se desarrollan m\u00e1s r\u00e1pidamente que los ni\u00f1os, pero dejan de hacerlo despu\u00e9s. Entre los cinco y los 15 a\u00f1os, los efectos de un desarrollo cerebral m\u00e1s r\u00e1pido se ven gradualmente anulados por la ventaja masculina en cuanto al tama\u00f1o del cerebro, por lo que las diferencias de inteligencia medidas desaparecen. A mediados de la adolescencia, el cerebro femenino ha alcanzado su plena madurez, mientras que el masculino sigue desarroll\u00e1ndose durante varios a\u00f1os m\u00e1s.\u201d<\/p>\n
El profesor Lynn esboz\u00f3 por primera vez esta “teor\u00eda del desarrollo de las diferencias de sexo”, como \u00e9l la denomina, en una serie de art\u00edculos de la d\u00e9cada de 1990, y sus resultados han sido respaldados por las investigaciones de Helmuth Nyborg y otros. Sin embargo, los libros de texto habituales siguen asegurando a los estudiantes de psicolog\u00eda que no existen diferencias significativas entre los sexos en materia de inteligencia.<\/p>\n
Seg\u00fan Helmuth Nyborg, \u201cLos resultados relativamente iguales por sexo en la mayor\u00eda de los tests de inteligencia son en parte una reliquia del dise\u00f1o de los tests. Como dijo un investigador “desde el principio, los desarrolladores de los tests de las escalas de inteligencia m\u00e1s conocidas tuvieron mucho cuidado en contrarrestar o eliminar de su escala final los \u00edtems o las subpruebas que emp\u00edricamente daban una puntuaci\u00f3n m\u00e1s alta a un sexo que a otro”. Por ejemplo, los tests de Wechsler restan importancia a las tareas de relaciones espaciales porque muestran una ventaja masculina. Por lo tanto, la estimaci\u00f3n final del profesor Lynn de una diferencia de cuatro puntos de CI entre hombres y mujeres adultos -que es la media de los resultados de Wechsler, las Matrices Progresivas de Raven y otras pruebas- puede ser baja\u201d.<\/p>\n
En cuanto a las causas evolutivas de la mayor inteligencia de los machos, el profesor Lynn escribe: “En todas las especies de mam\u00edferos que viven en grupo, los machos compiten por el territorio o por un estatus elevado en las jerarqu\u00edas de dominaci\u00f3n para asegurarse el acceso a las hembras y la reproducci\u00f3n. Otra explicaci\u00f3n probablemente evolutiva reside en la selecci\u00f3n sexual”. Se\u00f1ala que puede haber selecci\u00f3n sexual para la inteligencia, independientemente de que las mujeres se sientan atra\u00eddas por la inteligencia en s\u00ed misma o s\u00f3lo por las cosas que ayudan los hombres a conseguir, como recursos y estatus.<\/p>\n
“La explicaci\u00f3n evolutiva probable de la maduraci\u00f3n m\u00e1s temprana de las chicas”, escribe el profesor Lynn, “es que es ventajoso para ellas empezar a reproducirse en la pubertad temprana, cuando son lo suficientemente maduras para tener beb\u00e9s y cuidarlos”. (La consternaci\u00f3n contempor\u00e1nea por el “sexo adolescente”, con su implicaci\u00f3n de que las chicas no deber\u00edan reproducirse hasta al menos los 20 a\u00f1os, habr\u00eda desconcertado a los primeros hom\u00ednidos).<\/p>\n
Las diferencias de inteligencia entre los sexos var\u00edan seg\u00fan la raza. Gerhard Meisenburg se encuentra entre los que han encontrado una ventaja masculina entre los blancos de m\u00e1s del 35% de una desviaci\u00f3n est\u00e1ndar (escrita 0,35 d, y equivalente a 5 puntos de CI), en comparaci\u00f3n con s\u00f3lo 0,10 d (1,5 puntos) entre los negros. Esto concuerda con el hallazgo de J. P. Rushton de que las diferencias de masa cerebral por sexo son menores, tanto absoluta como relativamente, entre los negros que entre los blancos. El profesor Lynn comenta: \u201cLa explicaci\u00f3n evolutiva m\u00e1s probable es que, en el entorno evolutivo tropical y subtropical del \u00c1frica subsahariana, los varones negros s\u00f3lo ten\u00edan una escasa necesidad de mayor inteligencia que las hembras, ya que los alimentos vegetales y los insectos estaban disponibles durante todo el a\u00f1o y las hembras pod\u00edan recolectarlos para ellas y sus hijos sin la ayuda de los varones. Cuando los primeros humanos emigraron a Europa, se encontraron con que los alimentos vegetales y los insectos no estaban disponibles en invierno y primavera, y los machos tuvieron que cazar grandes animales para conseguir comida para ellos y para sus hembras e hijos. La caza de grandes animales es m\u00e1s exigente desde el punto de vista cognitivo que la recolecci\u00f3n de alimentos vegetales e insectos\u201d.<\/p>\n
De acuerdo con el habitual patr\u00f3n racial tripartita analizado por Rushton, cabr\u00eda esperar encontrar diferencias seg\u00fan el sexo a\u00fan mayores en la inteligencia media de los asi\u00e1ticos del noreste. Esta expectativa se confirma con las comparaciones de 45 conjuntos de puntuaciones del test de CI completo de Wechsler: “Ocho de estas muestras eran de asi\u00e1ticos del noreste en los que la ventaja masculina media era de 0,31 d. Los otros 37 eran europeos en los que la ventaja masculina media era de 0,21 d”.<\/p>\n
Los cient\u00edficos de la corriente dominante han sido m\u00e1s francos a la hora de reconocer las diferencias seg\u00fan el sexo en capacidades espec\u00edficas que en la inteligencia global, o sea el factor general g. Incluso los profanos se dan cuenta de que los chicos tienden a ser mejores en matem\u00e1ticas que las chicas, mientras que \u00e9stas obtienen mejores resultados en las pruebas verbales. Las investigaciones formales lo corroboran.<\/p>\n
Los hombres adultos tienen una ventaja de 0,29 d, o 4,35 puntos de CI, sobre las mujeres en el razonamiento no verbal. En razonamiento verbal, su ventaja es menor: 0,16 d en comprensi\u00f3n. Los hombres tienen una mayor capacidad de resoluci\u00f3n de problemas matem\u00e1ticos de 0,29 d en la escuela secundaria, que aumenta a 0,32 d en la universidad. La ventaja media de los hombres en el examen de matem\u00e1ticas del SAT ha disminuido, pero los chicos obtienen sistem\u00e1ticamente mejores resultados que las chicas, especialmente en los niveles m\u00e1s altos.<\/p>\n
Sin embargo, las mayores ventajas masculinas no se encuentran en las matem\u00e1ticas, sino en las habilidades espaciales. Un meta-an\u00e1lisis de 2019 encontr\u00f3 ventajas masculinas de 0,23 d en visualizaci\u00f3n, 0,48 d en percepci\u00f3n espacial y 0,66 d en “rotaci\u00f3n mental”, es decir, la capacidad de visualizar c\u00f3mo se ver\u00e1 un objeto cuando se rote para ser visto desde otro \u00e1ngulo. Esta \u00faltima cifra es la mayor diferencia seg\u00fan el sexo de cualquier tipo que se haya identificado, y los tests Wechsler est\u00e1n dise\u00f1ados para excluirla por completo. En la capacidad espacial en general, los hombres tienen una ventaja de 0,46 d, equivalente a unos siete puntos de CI. Estas diferencias se correlacionan con los niveles hormonales; las mujeres expuestas a niveles m\u00e1s altos de testosterona prenatal tienen mejores habilidades espaciales que otras mujeres. La superioridad masculina en habilidades espaciales es probablemente una adaptaci\u00f3n evolutiva a la caza.<\/p>\n
Los hombres tienen ventaja sobre las mujeres en conocimientos generales. Un estudio realizado en 2002 por Richard Lynn y dos colegas midi\u00f3 la diferencia en 0,51 d. La diferencia es mayor en las categor\u00edas de Asuntos de Actualidad, Salud F\u00edsica y Ocio, Artes y Ciencias. Las mujeres punt\u00faan m\u00e1s que los hombres en la categor\u00eda de Familia.<\/p>\n
Los hombres tienen tiempos de reacci\u00f3n m\u00e1s r\u00e1pidos que las mujeres, y a nadie le sorprender\u00e1 que los hombres lancen con m\u00e1s precisi\u00f3n que las mujeres, ya sea apuntando a objetivos fijos o en movimiento. La diferencia aparece a los cuatro a\u00f1os, y es independiente de la superioridad masculina en habilidades espaciales. La ventaja evolutiva para la caza deber\u00eda ser obvia.<\/p>\n
Las chicas tienen una ventaja en habilidades verbales, que persiste hasta el final de la escuela secundaria, pero se pierde en la edad adulta. Sin embargo, su ventaja en la fluidez verbal -definida como “la capacidad de producir un mayor n\u00famero de palabras en una categor\u00eda particular (por ejemplo, p\u00e1jaros, perros, etc.)”- persiste durante toda la vida. Las chicas obtienen mejores resultados que los chicos en las pruebas de capacidad de lectura, comprensi\u00f3n lectora y capacidad de escritura. Estas ventajas se deben probablemente a su mayor capacidad verbal en la juventud.<\/p>\n
Las chicas y las mujeres tambi\u00e9n disfrutan de una ventaja en el aprendizaje de idomas. Esto se debe probablemente a que, tanto en los primeros humanos como en los grandes simios, las hembras eran ex\u00f3gamas: se desplazaban para unirse al grupo al que pertenec\u00eda su pareja, mientras que los machos se quedaban quietos. Tambi\u00e9n en los casos de conquista, las hembras se convert\u00edan en presa de los vencedores, y sus posibilidades de supervivencia y maternidad exitosa eran mejores si eran buenas para captar el habla extranjera.<\/p>\n
Las mujeres disfrutan de una ventaja en la memoria visual y en recordar d\u00f3nde se encuentran las cosas. Estas parecen ser adaptaciones a la b\u00fasqueda y recolecci\u00f3n de alimentos vegetales, al igual que las habilidades espaciales y de lanzamiento de los hombres son adaptaciones a la caza. La ventaja femenina en ortograf\u00eda es probablemente una consecuencia de la mejor memoria visual.<\/p>\n
Las mujeres son m\u00e1s r\u00e1pidas en la percepci\u00f3n y el procesamiento en tareas que implican “la capacidad de hacer comparaciones r\u00e1pidas entre una serie de dise\u00f1os (letras, n\u00fameros o im\u00e1genes)”. Las ni\u00f1as muestran una mejor coordinaci\u00f3n mano-ojo que los ni\u00f1os.<\/p>\n
La memoria epis\u00f3dica es la capacidad de recordar experiencias pasadas, como lo que uno hac\u00eda ayer. Las mujeres son mejores en este aspecto para los datos verbales, as\u00ed como para “cosas que no se pueden situar f\u00e1cilmente en el continuo verbal-espacial, como las caras, el olor, el sabor y el color”. Los hombres tienen mejor memoria epis\u00f3dica para las tareas espaciales.<\/p>\n
Por \u00faltimo, las mujeres tienen una mejor cognici\u00f3n social, es decir, la capacidad de descodificar se\u00f1ales no verbales e inferir lo que piensan otras personas. El profesor Lynn no encuentra una explicaci\u00f3n evolutiva para esto, pero he o\u00eddo especular que puede ser una adaptaci\u00f3n al cuidado de ni\u00f1os demasiado peque\u00f1os para hablar o porque tienen que tratar con hombres, que son m\u00e1s fuertes y violentos que ellas.<\/p>\n
Una de las diferencias de sexo mejor atestiguadas en la inteligencia es la distribuci\u00f3n m\u00e1s amplia de la inteligencia masculina, con m\u00e1s hombres que mujeres en los extremos altos y bajos de la curva de campana. Aunque la ilustraci\u00f3n de la portada del libro del profesor Lynn parece basarse en esta diferencia, \u00a1s\u00f3lo se refiere a ella en el \u00faltimo p\u00e1rrafo! Esta diferencia puede explicar, al menos, el alto rendimiento masculino como una diferencia media de cuatro puntos en el coeficiente intelectual.<\/p>\n
ROGER DEVLIN – 7 ENERO 2022<\/p>\n
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Original: https:\/\/www.unz.com\/article\/how-and-why-men-and-women-differ-in-intelligence\/<\/a><\/p>\n