![\"\"](\"https:\/\/redinternacional.net\/wp-content\/uploads\/2021\/09\/aviones-9S-300x174.jpg\")
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Gracias a valientes investigadores, en los meses siguientes se publicaron en Internet muchas anomal\u00edas en la explicaci\u00f3n oficial de los sucesos del 11 de Septiembre, que aportan pruebas de que se trat\u00f3 de una operaci\u00f3n de bandera falsa, y de que Osama bin Laden era inocente, como declar\u00f3 repetidamente en la prensa afgana y pakistan\u00ed y en Al Jazeera[1].<\/p>\n
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Las pruebas de este espantoso fraude se han ido acumulando desde entonces, y ahora est\u00e1n al alcance de cualquiera que est\u00e9 dispuesto a dedicar unas horas de investigaci\u00f3n en la Red. (Aunque, mientras preparaba este art\u00edculo, me he dado cuenta de que Google est\u00e1 dificultando ahora el acceso a esa investigaci\u00f3n m\u00e1s que hace cinco a\u00f1os, priorizando artificialmente los sitios anticonspiraci\u00f3n).<\/p>\n
Por ejemplo, los miembros de Architects and Engineers for 9\/11 Truth han demostrado que era imposible que los accidentes de avi\u00f3n y los incendios de combustible de los aviones provocaran el colapso de las Torres Gemelas. Incluso Donald Trump lo entendi\u00f3. De hecho, hablar de “colapso” es quiz\u00e1s enga\u00f1oso: las torres literalmente explotaron, pulverizando el hormig\u00f3n y proyectando trozos de vigas de acero de varios cientos de toneladas a cientos de metros lateralmente a gran velocidad. El polvo pirocl\u00e1stico que inund\u00f3 inmediatamente las calles, no muy diferente del polvo de un volc\u00e1n, indica una mezcla a alta temperatura de gases calientes y part\u00edculas s\u00f3lidas relativamente densas, un fen\u00f3meno imposible en un simple colapso. Tambi\u00e9n es imposible que el WTC7, otro rascacielos (47 pisos), que no hab\u00eda sido golpeado por un avi\u00f3n, se derrumbara sobre su propia huella a una velocidad casi de ca\u00edda libre, a no ser que fuera por “demolici\u00f3n controlada”.<\/p>\n
Los testimonios de los bomberos grabados poco despu\u00e9s de los hechos describen secuencias de explosiones justo antes del “colapso”, muy por debajo del impacto del avi\u00f3n. La presencia de metal fundido en los restos hasta tres semanas despu\u00e9s del atentado es inexplicable, salvo por la presencia de explosivos incompletamente quemados. El bombero Philip Ruvolo declar\u00f3 ante la c\u00e1mara de \u00c9tienne Sauret para su pel\u00edcula Da\u00f1os colaterales (2011): “Bajabas abajo y ve\u00edas acero fundido: acero fundido corriendo por los canales, como si estuvieras en una fundici\u00f3n, como la lava”.<\/p>\n
Los profesionales de la aviaci\u00f3n tambi\u00e9n han informado de imposibilidades en el comportamiento de los aviones. Las velocidades registradas de los dos aviones que chocaron contra las Torres Gemelas, 443 mph y 542 mph, excluyen que estos aviones sean Boeing 767, porque estas velocidades son pr\u00e1cticamente imposibles cerca del nivel del suelo. En el improbable caso de que se pudieran alcanzar esas velocidades sin que los aviones se desintegraran, estrellarlos con precisi\u00f3n contra las torres era una misi\u00f3n imposible, especialmente para los pilotos aficionados a los que se atribuye el secuestro. Hosni Mubarak, antiguo piloto, dijo que nunca podr\u00eda hacerlo. (No es el \u00fanico jefe de Estado que ha expresado sus dudas: Ch\u00e1vez y Ahmadinejad est\u00e1n entre ellos). Recordemos que nunca se encontr\u00f3 ninguna de las cajas negras de los aviones, una situaci\u00f3n incomprensible.<\/p>\n
Y, por supuesto, est\u00e1n las evidentes anomal\u00edas de los lugares donde se estrellaron Shanksville y el Pent\u00e1gono: no se ve ning\u00fan avi\u00f3n ni restos de avi\u00f3n cre\u00edbles en ninguna de las numerosas fotos f\u00e1cilmente disponibles.<\/p>\n
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Entre el creciente n\u00famero de estadounidenses que no creen en la versi\u00f3n oficial de los atentados del 11-S, compiten dos teor\u00edas b\u00e1sicas: La del “trabajo interno” y la del “trabajo del Mossad”. La primera es la tesis dominante dentro del llamado movimiento de la Verdad del 11-S, y culpa al gobierno estadounidense, o a una facci\u00f3n dentro del Estado profundo estadounidense. La segunda afirma que los autores intelectuales eran miembros de una poderosa red israel\u00ed profundamente infiltrada en todas las esferas de poder de Estados Unidos, incluidos los medios de comunicaci\u00f3n, el gobierno, el ej\u00e9rcito y los servicios secretos.<\/p>\n
Esta tesis del “trabajo del Mossad” ha ido ganando terreno desde que Alan Sabrosky, profesor de la Escuela de Guerra del Ej\u00e9rcito de Estados Unidos y de la Academia Militar de ese pa\u00eds, public\u00f3 en julio de 2012 un art\u00edculo titulado “Desmitificando el 11-S: Israel y la t\u00e1ctica del error”, donde expresaba su convicci\u00f3n de que el 11 de septiembre fue “una operaci\u00f3n cl\u00e1sica orquestada por el Mossad”.<\/p>\n
Podemos notar desde el principio que incriminar a los israel\u00edes o a los \u00e1rabes son ambas teor\u00edas de “trabajo externo” (de hecho, son im\u00e1genes especulares la una de la otra, lo cual es comprensible a la luz de lo que Gilad Atzmon explica sobre la “culpa proyectada” jud\u00eda)[2] Antes incluso de mirar las pruebas, “trabajo externo” suena m\u00e1s cre\u00edble que “trabajo interno”. Hay algo monstruoso en la idea de que un gobierno pueda enga\u00f1ar y aterrorizar a sus propios ciudadanos matando a miles de ellos, s\u00f3lo por iniciar una serie de guerras que ni siquiera son del inter\u00e9s de la naci\u00f3n. En comparaci\u00f3n, una potencia extranjera que ataca a Estados Unidos bajo la falsa bandera de una tercera potencia casi parece un juego limpio. De hecho, la sospecha del papel de Israel deber\u00eda ser natural para cualquiera que conozca la reputaci\u00f3n del Mossad como “Comod\u00edn”. Despiadado y astuto. Tiene capacidad para atacar a las fuerzas estadounidenses y hacer que parezca un acto palestino\/\u00e1rabe”, en palabras de un informe de la Escuela de Estudios Militares Avanzados del Ej\u00e9rcito de Estados Unidos citado por el Washington Times, el 10 de septiembre de 2001, el d\u00eda antes de los atentados.<\/p>\n
Este es un punto importante, porque plantea la cuesti\u00f3n de c\u00f3mo y por qu\u00e9 el movimiento de la Verdad del 11-S ha sido llevado a respaldar masivamente la escandalosa tesis del “trabajo interno” sin siquiera considerar la tesis m\u00e1s probable de un ataque por parte de una potencia extranjera actuando bajo una falsa bandera isl\u00e1mica -\u00bfy qu\u00e9 potencia extranjera sino Israel har\u00eda eso?<\/p>\n
Por supuesto, las dos tesis discrepantes no se excluyen necesariamente la una a la otra; al menos, nadie que incrimine a Israel niega que elementos corruptos de la administraci\u00f3n estadounidense o del Estado profundo estuvieran involucrados. El “apego apasionado” entre Israel y Estados Unidos lleva d\u00e9cadas, y el 11-S es uno de sus monstruosos reto\u00f1os.<\/p>\n
No se me ocurre mejor s\u00edmbolo de esa realidad que el matrimonio de Ted y Barbara Olson. Ted Oslon, tras haber defendido a Bush en las disputadas elecciones de 2000, hab\u00eda sido recompensado con el puesto de Procurador General (tambi\u00e9n defendi\u00f3 a Dick Cheney cuando se neg\u00f3 a presentar al Congreso documentos relacionados con Enron). Barbara era una famosa reportera de la CNN, pero antes hab\u00eda nacido como Barbara Kay Bracher, de padres jud\u00edos, educada en la Yeshiva University School of Law, y contratada por el bufete jur\u00eddico WilmerHale, del que tambi\u00e9n formaba parte Jamie Gorelick, futuro miembro de la Comisi\u00f3n del 11-S, y entre cuyos clientes se encuentran poderosas empresas israel\u00edes como Amdocs, una compa\u00f1\u00eda de comunicaci\u00f3n digital acusada de espiar para Israel en Estados Unidos. El 11 de septiembre de 2001, Barbara Olson se encontraba supuestamente en el vuelo AA77, desde el que realiz\u00f3 dos llamadas telef\u00f3nicas a su marido. Sus llamadas fueron difundidas por la CNN por la tarde, y contribuyeron a cristalizar algunos detalles de la historia oficial, como los “cajeros” utilizados como \u00fanicas armas por los secuestradores. Invitado en repetidas ocasiones a programas de televisi\u00f3n despu\u00e9s del 11-S, Ted Olson se contradijo con frecuencia al ser preguntado por las llamadas de su esposa. En un informe de 2006, el FBI s\u00f3lo identific\u00f3 una llamada de Barbara Olson, y fue una llamada sin conexi\u00f3n que dur\u00f3 0 segundos. Al igual que todas las dem\u00e1s llamadas telef\u00f3nicas de pasajeros desesperados de las que se ha informado (incluida la famosa “Hola, mam\u00e1. Soy Mark Bingham”), la llamada de Barbara era sencillamente imposible, porque la tecnolog\u00eda necesaria para realizar llamadas telef\u00f3nicas a gran altura no se desarroll\u00f3 hasta 2004[3].<\/p>\n
El 11-S fue posible gracias a una alianza entre adoradores secretos de Israel y elementos estadounidenses corruptos. La pregunta es: \u00bfqui\u00e9nes, de los dos, fueron los autores intelectuales de esta operaci\u00f3n incre\u00edblemente audaz y compleja, y con qu\u00e9 “prop\u00f3sito superior”?<\/p>\n
Otra pregunta es: \u00bfpor qu\u00e9 los que siguen repitiendo como un mantra “el 11-S fue un trabajo interno” ignoran totalmente las convincentes pruebas que apuntan a Israel? En otras palabras, \u00bfhasta qu\u00e9 punto constituyen una “oposici\u00f3n controlada” destinada a encubrir a Israel? Plantear este tipo de preguntas no significa sospechar que quien defiende una teor\u00eda err\u00f3nea o incompleta sea un hip\u00f3crita. La mayor\u00eda de las personas que defienden una u otra teor\u00eda lo hacen sinceramente, bas\u00e1ndose en la informaci\u00f3n a la que tienen acceso. Yo mismo he sido creyente de la teor\u00eda oficial durante 7 a\u00f1os, y de la teor\u00eda del “trabajo interno” durante 2 a\u00f1os, antes de pasar progresivamente al argumento actual a partir de 2010. Por otra parte, podemos suponer que quienes inducen al error al p\u00fablico a largo plazo no s\u00f3lo se equivocan sino que mienten. En cualquier caso, es leg\u00edtimo investigar los antecedentes de los creadores de opini\u00f3n, y cuando se les sorprende mintiendo o distorsionando la verdad, podemos especular sobre su motivaci\u00f3n. Volver\u00e9 sobre esta cuesti\u00f3n al final del art\u00edculo.<\/p>\n
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Los investigadores que creen que Israel orquest\u00f3 el 11-S citan el comportamiento de un grupo de individuos que han llegado a ser conocidos como los “israel\u00edes bailarines” desde su detenci\u00f3n, aunque su objetivo era pasar por “\u00e1rabes bailarines”. Vestidos con atuendos aparentemente “de Oriente Medio”, fueron vistos por varios testigos de pie en el techo de una furgoneta aparcada en Jersey City, animando y haci\u00e9ndose fotos con el WTC de fondo, en el mismo momento en que el primer avi\u00f3n impact\u00f3 contra la Torre Norte. A continuaci\u00f3n, los sospechosos trasladaron su furgoneta a otro lugar de aparcamiento en Jersey City, donde otros testigos les vieron realizar las mismas ostentosas celebraciones.<\/p>\n
Una llamada an\u00f3nima a la polic\u00eda de Jersey City, de la que inform\u00f3 el mismo d\u00eda NBC News, mencionaba “una furgoneta blanca, con dos o tres tipos dentro. Parecen palestinos y van alrededor de un edificio. […] Veo al tipo por el aeropuerto de Newark mezclando algunos trastos y tiene esos uniformes de jeque. […] Est\u00e1 vestido como un \u00e1rabe”. La polic\u00eda no tard\u00f3 en emitir la siguiente alerta BOLO (be-on-the-look-out) para un “Veh\u00edculo posiblemente relacionado con el ataque terrorista de Nueva York. Una furgoneta Chevrolet blanca del a\u00f1o 2000, con matr\u00edcula de Nueva Jersey y con el letrero “Urban Moving Systems” en la parte trasera, fue vista en Liberty State Park, Jersey City, NJ, en el momento del primer impacto del avi\u00f3n en el World Trade Center. Tres individuos con la furgoneta fueron vistos celebrando despu\u00e9s del impacto inicial y la posterior explosi\u00f3n”.<\/p>\n
Por casualidad, la furgoneta fue interceptada alrededor de las 4 de la tarde, con cinco j\u00f3venes en su interior: Sivan y Paul Kurzberg, Yaron Shmuel, Oded Ellner y Omer Marmari. Antes de que se hiciera ninguna pregunta, el conductor, Sivan Kurzberg, estall\u00f3: “Somos israel\u00edes. No somos vuestro problema. Vuestros problemas son nuestros problemas. Los hermanos Kurzberg fueron identificados formalmente como agentes del Mossad. Los cinco trabajaban oficialmente para una empresa de mudanzas (una tapadera cl\u00e1sica para el espionaje) llamada Urban Moving Systems, cuyo propietario, Dominik Otto Suter, huy\u00f3 del pa\u00eds hacia Tel Aviv el 14 de septiembre[4].<\/p>\n
El periodista Paulo Lima inform\u00f3 por primera vez de este hecho al d\u00eda siguiente de los atentados en el peri\u00f3dico de Nueva Jersey The Bergen Record, bas\u00e1ndose en “fuentes cercanas a la investigaci\u00f3n” que estaban convencidas del conocimiento previo de los sospechosos de los atentados de la ma\u00f1ana: “Parec\u00eda que sab\u00edan lo que iba a pasar cuando estaban en el parque estatal Liberty”.El informe del FBI de 579 p\u00e1ginas sobre la investigaci\u00f3n que sigui\u00f3 (desclasificado parcialmente en 2005) revela varios hechos importantes. En primer lugar, una vez reveladas, las fotos tomadas por los sospechosos mientras ve\u00edan arder la Torre Norte confirman sus actitudes de celebraci\u00f3n: “Sonre\u00edan, se abrazaban y parec\u00edan chocar los cinco”. Para explicar su satisfacci\u00f3n, los sospechosos dijeron que simplemente se alegraban de que, gracias a estos atentados terroristas, “Estados Unidos tomara medidas para detener el terrorismo en el mundo”. Sin embargo, en ese momento, antes de que se estrellara la segunda torre, la mayor\u00eda de los estadounidenses cre\u00edan que el choque era un accidente. Los cinco israel\u00edes fueron encontrados vinculados a otra empresa llamada Classic International Movers, que empleaba a otros cinco israel\u00edes detenidos por sus contactos con los diecinueve presuntos secuestradores suicidas. Adem\u00e1s, uno de los cinco sospechosos hab\u00eda llamado a “un individuo en Sudam\u00e9rica con aut\u00e9nticos lazos con militantes isl\u00e1micos en Oriente Medio”. Por \u00faltimo, el informe del FBI afirma que “el veh\u00edculo tambi\u00e9n fue registrado por un perro adiestrado para el rastreo de bombas que dio un resultado positivo en cuanto a la presencia de rastros de explosivos”.<\/p>\n
Despu\u00e9s de todas estas pruebas incriminatorias viene el pasaje m\u00e1s desconcertante del informe: su conclusi\u00f3n de que “el FBI ya no tiene ning\u00fan inter\u00e9s de investigaci\u00f3n en los detenidos y deben proceder con los procedimientos de inmigraci\u00f3n correspondientes”. De hecho, una carta dirigida al Servicio de Inmigraci\u00f3n y Naturalizaci\u00f3n de Estados Unidos, fechada el 25 de septiembre de 2001, demuestra que, menos de dos semanas despu\u00e9s de los hechos, la sede federal del FBI ya hab\u00eda decidido cerrar la investigaci\u00f3n, pidiendo que “el Servicio de Inmigraci\u00f3n y Naturalizaci\u00f3n de Estados Unidos proceda con los procedimientos de inmigraci\u00f3n apropiados”. Los cinco “israel\u00edes danzantes”, tambi\u00e9n conocidos como “los cinco grandes”, estuvieron detenidos 71 d\u00edas en una prisi\u00f3n de Brooklyn, donde primero se negaron, y luego no superaron, las pruebas del detector de mentiras. Finalmente, fueron devueltos discretamente a Israel bajo el cargo m\u00ednimo de “violaci\u00f3n de visado”. A continuaci\u00f3n, tres de ellos fueron invitados a un programa de entrevistas de la televisi\u00f3n israel\u00ed en noviembre de 2001, donde uno de ellos declar\u00f3 ingenuamente: “Nuestro prop\u00f3sito era simplemente documentar el evento”.<\/p>\n
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Los cinco “israel\u00edes bailarines”, los \u00fanicos sospechosos detenidos el mismo d\u00eda de los atentados del 11-S, eran s\u00f3lo la punta de un iceberg. En septiembre de 2001, la polic\u00eda federal estaba ocupada desmantelando la mayor red de espionaje israel\u00ed jam\u00e1s descubierta en suelo estadounidense. En el verano que precedi\u00f3 al atentado, la Drug Enforcement Agency (DEA) elabor\u00f3 un informe que ser\u00eda revelado al p\u00fablico por el Washington Post el 23 de noviembre de 2001, seguido de un documental en cuatro partes de Carl Cameron emitido por Fox News el 11 de diciembre de 2001. El 14 de marzo de 2002, un art\u00edculo del diario franc\u00e9s Le Monde, firmado por Sylvain Cypel, tambi\u00e9n se refer\u00eda al informe, poco antes de que la revista francesa Intelligence Online lo hiciera totalmente accesible en Internet[5]Dec\u00eda que 140 esp\u00edas israel\u00edes, de entre 20 y 30 a\u00f1os, hab\u00edan sido detenidos desde marzo de 2001, mientras que otros 60 fueron arrestados despu\u00e9s del 11 de septiembre. Generalmente haci\u00e9ndose pasar por estudiantes de arte, visitaron al menos “36 sitios sensibles del Departamento de Defensa”. “La mayor\u00eda de los interrogados han declarado haber servido en unidades de inteligencia militar, de interceptaci\u00f3n de se\u00f1ales electr\u00f3nicas o de explosivos. Algunos han sido vinculados a oficiales de alto rango del ej\u00e9rcito israel\u00ed. Uno era hijo de un general de dos estrellas, otro sirvi\u00f3 como guardaespaldas del jefe del ej\u00e9rcito israel\u00ed, otro sirvi\u00f3 en una unidad de misi\u00f3n Patriot”. Otro, Peer Segalovitz, oficial del batall\u00f3n 605 de los Altos del Gol\u00e1n, “reconoci\u00f3 que pod\u00eda volar edificios, puentes, coches y cualquier otra cosa que necesitara”[6].<\/p>\n
Resulta especialmente interesante la menci\u00f3n de que “la zona de Hollywood, Florida, parece ser un punto central para estos individuos”[7] M\u00e1s de 30 de los 140 falsos estudiantes israel\u00edes identificados antes del 11-S viv\u00edan en esa ciudad de 140.000 habitantes. Y esta ciudad resulta ser tambi\u00e9n el lugar donde se hab\u00edan reagrupado quince de los diecinueve presuntos secuestradores islamistas del 11-S (nueve en Hollywood, seis en los alrededores), incluidos cuatro de los cinco que supuestamente secuestraron el vuelo AA11. \u00bfCu\u00e1l era la relaci\u00f3n entre los esp\u00edas israel\u00edes y los terroristas islamistas? Las noticias m\u00e1s importantes nos dijeron que los primeros vigilaban a los segundos, pero no informaron de las actividades sospechosas de estos terroristas a las autoridades estadounidenses. De esta presentaci\u00f3n, Israel sale limpio, ya que no se puede culpar a una agencia de espionaje por no compartir informaci\u00f3n con el pa\u00eds en el que esp\u00eda. En el peor de los casos, se puede acusar a la Inteligencia israel\u00ed de “dejar que ocurra”, una garant\u00eda de impunidad. En realidad, los agentes israel\u00edes no se limitaron a vigilar a los futuros “secuestradores”, sino que los financiaron y manipularon, antes de deshacerse de ellos. Sabemos que la israel\u00ed Hanan Serfaty, que alquilaba dos pisos cerca de Mohamed Atta, hab\u00eda manejado al menos 100.000 d\u00f3lares en tres meses. Y tambi\u00e9n nos enteramos por el New York Times, el 19 de febrero de 2009, de que Ali al-Jarrah, primo del presunto secuestrador del vuelo UA93 Ziad al-Jarrah, hab\u00eda pasado veinticinco a\u00f1os espiando para el Mossad como agente encubierto infiltrado en la resistencia palestina y en Hezbol\u00e1.<\/p>\n
Al parecer, los agentes israel\u00edes aprecian operar bajo la cobertura de los artistas. Poco antes del 11 de septiembre, un grupo de catorce “artistas” jud\u00edos bajo el nombre de Gelatin se instal\u00f3 en el piso noventa y uno de la torre norte del World Trade Center. All\u00ed, como obra de “arte callejero”, retiraron una ventana y ampliaron un balc\u00f3n de madera. Para comprender el papel que pudo desempe\u00f1ar este pedazo de andamio, hay que recordar que la explosi\u00f3n supuestamente resultante del impacto del Boeing AA11 en la Torre Norte tuvo lugar entre los pisos noventa y dos y noventa y ocho. Dado que la \u00fanica pel\u00edcula del impacto en la Torre Norte es la de los hermanos Naudet, que est\u00e1n bajo sospecha por numerosas razones, muchos investigadores est\u00e1n convencidos de que ning\u00fan avi\u00f3n impact\u00f3 en esta torre y que la explosi\u00f3n que simula el impacto fue provocada por explosivos precolocados en el interior de la torre.<\/p>\n
Los pisos noventa y tres a cien de la Torre Norte estaban ocupados por Marsh & McLennan, cuyo director general era Jeffrey Greenberg, hijo del acaudalado sionista (y financista de George W. Bush) Maurice Greenberg, que resulta ser tambi\u00e9n el propietario de Kroll Inc, la empresa encargada de la seguridad de todo el complejo del World Trade Center el 11-S. Los Greenberg eran tambi\u00e9n los aseguradores de las Torres Gemelas y, el 24 de julio de 2001, tomaron la precauci\u00f3n de hacer reasegurar el contrato por la competencia. En noviembre de 2000, se uni\u00f3 al consejo de administraci\u00f3n de Marsh & McLennan (Lewis) Paul Bremer, presidente de la Comisi\u00f3n Nacional sobre el Terrorismo, quien, el 11 de septiembre de 2001, s\u00f3lo dos horas despu\u00e9s de la pulverizaci\u00f3n de la Torre Norte, aparecer\u00eda en la NBC para nombrar a Bin Laden como principal sospechoso, perfectamente tranquilo mientras 400 de sus empleados est\u00e1n desaparecidos (295 ser\u00e1n finalmente declarados muertos). “Es el d\u00eda que cambiar\u00e1 nuestras vidas”, dijo. “Es el d\u00eda en el que la guerra que los terroristas declararon a EE.UU. […] se ha llevado a casa”. En 2003, Bremer ser\u00eda nombrado administrador de la Autoridad Provisional de la Coalici\u00f3n en Iraq para arrasar el Estado iraqu\u00ed y supervisar el robo de casi un bill\u00f3n de d\u00f3lares destinados a su reconstrucci\u00f3n.<\/p>\n
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Con Goldberg y Bremer, hemos llegado al nivel superior de la conspiraci\u00f3n, que comprende una serie de personalidades jud\u00edas influyentes, que trabajan dentro y fuera del gobierno de Estados Unidos – super-sayanim, por as\u00ed decirlo. El m\u00e1s representativo de los que est\u00e1n fuera del gobierno es Larry Silverstein, el tibur\u00f3n inmobiliario que, con su socio Frank Lowy, alquil\u00f3 las Torres Gemelas a la ciudad de Nueva York en la primavera de 2001. El jefe de la Autoridad Portuaria de Nueva York, que concedi\u00f3 a Silverstein y Lowy el contrato de arrendamiento, no era otro que Lewis Eisenberg, otro miembro de la United Jewish Appeal Federation y antiguo vicepresidente del AIPAC. Al parecer, Silverstein hab\u00eda hecho un trato desastroso, porque las Torres Gemelas ten\u00edan que ser descontaminadas de amianto. El proceso de descontaminaci\u00f3n se hab\u00eda pospuesto indefinidamente desde la d\u00e9cada de 1980 debido a su coste, estimado en casi mil millones de d\u00f3lares en 1989. En 2001, la Autoridad Portuaria de Nueva York no tuvo inconveniente en transferir la responsabilidad a Silverstein.<\/p>\n
Inmediatamente despu\u00e9s de adquirir las Torres Gemelas, Silverstein renegoci\u00f3 los contratos de seguro para cubrir los atentados terroristas, duplicando la cobertura hasta los 3.500 millones de d\u00f3lares, y se asegur\u00f3 de conservar el derecho a reconstruir despu\u00e9s de un evento de este tipo. Tras los atentados, llev\u00f3 a sus aseguradoras a los tribunales para recibir una doble indemnizaci\u00f3n, alegando que los dos aviones eran dos atentados distintos. Tras una larga batalla legal, se embols\u00f3 4.500 millones de d\u00f3lares. Silverstein es uno de los principales miembros de la United Jewish Appeal Federation of Jewish Philanthropies de Nueva York, el mayor recaudador de fondos para Israel (despu\u00e9s del gobierno estadounidense, que paga unos 3.000 millones de d\u00f3lares al a\u00f1o en ayudas a Israel). Silverstein tambi\u00e9n mantuvo “estrechos v\u00ednculos con Netanyahu”, seg\u00fan Haaretz (21 de noviembre de 2001): “Los dos han estado en t\u00e9rminos amistosos desde la etapa de Netanyahu como embajador de Israel en las Naciones Unidas. Durante a\u00f1os se mantuvieron en estrecho contacto. Cada domingo por la tarde, hora de Nueva York, Netanyahu llamaba a Silverstein”. Adem\u00e1s de ser un hombre poderoso, Larry es un hombre afortunado: como explic\u00f3 en esta entrevista, todas las ma\u00f1anas de la semana desayunaba en el Windows on the World, en lo alto de la Torre Norte, pero el 11 de septiembre ten\u00eda cita con su dermat\u00f3logo.<\/p>\n
Los c\u00f3mplices del atentado de falsa bandera del 11-S, con fuertes conexiones israel\u00edes, tambi\u00e9n deben ser rastreados en el otro extremo de la trayectoria de los aviones que, seg\u00fan se informa, se estrellaron contra las Torres Gemelas. Los vuelos AA11 y UA175 despegaron del aeropuerto Logan de Boston, que subcontrat\u00f3 su seguridad a International Consultants on Targeted Security (ICTS), una empresa con sede en Israel y dirigida por Menachem Atzmon, tesorero del Likud. Tambi\u00e9n lo hizo el aeropuerto de Newark, donde supuestamente despeg\u00f3 el vuelo UA93 antes de estrellarse en Shanksville.<\/p>\n
Una investigaci\u00f3n seria seguir\u00eda muchas otras pistas, como los mensajes instant\u00e1neos de Odigo recibidos por los empleados del WTC dos horas antes de que se estrellara el avi\u00f3n, como inform\u00f3 Haaretz el 27 de septiembre de 2001. El primer avi\u00f3n choc\u00f3 contra el WTC a la hora exacta anunciada, “casi al minuto”, admiti\u00f3 Alex Diamandis, vicepresidente de Odigo, con sede en Israel. Tambi\u00e9n es inquietante el comportamiento de la rama estadounidense de Zim Israel Navigational, un gigante del transporte mar\u00edtimo que pertenece en un 48% al Estado jud\u00edo (utilizado en ocasiones como tapadera de los servicios secretos israel\u00edes), que traslad\u00f3 sus oficinas del WTC, junto con sus 200 empleados, el 4 de septiembre de 2001, una semana antes de los atentados – “como un acto de Dios, nos trasladamos”, dijo el director general Shaul Cohen-Mintz al ser entrevistado por USA Today, el 17 de noviembre de 2001.<\/p>\n
Pero, por supuesto, ninguna de estas pistas se sigui\u00f3. Esto se debe a que los conspiradores m\u00e1s poderosos estaban en el nivel m\u00e1s alto del Departamento de Justicia. Michael Chertoff era jefe de la Divisi\u00f3n Penal del Departamento de Justicia en 2001, y responsable, entre otras muchas cosas, de conseguir la liberaci\u00f3n de los agentes israel\u00edes detenidos antes y despu\u00e9s del 11-S, incluidos los “israel\u00edes bailarines”. En 2003, este hijo de un rabino y de un pionero del Mossad ser\u00eda nombrado Secretario de Seguridad Nacional, encargado de la lucha antiterrorista en suelo estadounidense, lo que le permiti\u00f3 controlar a los ciudadanos disidentes y restringir el acceso a las pruebas con el pretexto de la Informaci\u00f3n Sensible de Seguridad.<\/p>\n
Otro jefe del encubrimiento fue Philip Zelikow, director ejecutivo de la Comisi\u00f3n presidencial del 11-S creada en noviembre de 2002. Zelikow es un autodenominado especialista en el arte de fabricar “mitos p\u00fablicos” mediante la “‘agudizaci\u00f3n’ o ‘moldeado’ de los acontecimientos [que] adquieren una importancia ‘trascendente’ y, por lo tanto, conservan su poder incluso cuando la generaci\u00f3n que los vive pasa de largo” (Wikipedia). En diciembre de 1998, firm\u00f3 un art\u00edculo para Foreign Affairs titulado “Catastrophic Terrorism” (Terrorismo catastr\u00f3fico), en el que especulaba sobre lo que habr\u00eda ocurrido si el atentado del WTC de 1993 (ya atribuido a Bin Laden) se hubiera realizado con una bomba nuclear: “Un acto de terrorismo catastr\u00f3fico que matara a miles o decenas de miles de personas y\/o interrumpiera las necesidades de vida de cientos de miles, o incluso millones, ser\u00eda un acontecimiento decisivo en la historia de Estados Unidos. Podr\u00eda suponer una p\u00e9rdida de vidas y bienes sin precedentes en tiempos de paz y socavar la sensaci\u00f3n fundamental de seguridad de los estadounidenses dentro de sus propias fronteras de una manera similar a la prueba de la bomba at\u00f3mica sovi\u00e9tica de 1949, o quiz\u00e1s incluso peor. … Al igual que Pearl Harbor, el acontecimiento dividir\u00eda nuestro pasado y nuestro futuro en un antes y un despu\u00e9s. Estados Unidos podr\u00eda responder con medidas draconianas que reduzcan las libertades civiles, permitiendo una mayor vigilancia de los ciudadanos, la detenci\u00f3n de sospechosos y el uso de la fuerza letal”. Este es el hombre que control\u00f3 la investigaci\u00f3n gubernamental sobre los ataques terroristas del 11-S. Thomas Kean y Lee Hamilton, que nominalmente dirigieron la comisi\u00f3n, revelaron en su libro Without Precedent: The Inside Story of the 9\/11 Commission (2006), que la comisi\u00f3n “estaba preparada para fracasar” desde el principio. Seg\u00fan ellos, Zelikow ya hab\u00eda redactado una sinopsis y una conclusi\u00f3n para el informe final antes de la primera reuni\u00f3n. Control\u00f3 todos los grupos de trabajo, impidi\u00f3 que se comunicaran entre s\u00ed y les encomend\u00f3 como \u00fanica misi\u00f3n probar la historia oficial; al equipo 1A, por ejemplo, se le encarg\u00f3 “contar la historia de la operaci\u00f3n m\u00e1s exitosa de Al-Qaeda: los atentados del 11-S”.<\/p>\n
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El control estricto de los medios de comunicaci\u00f3n es quiz\u00e1s el aspecto m\u00e1s delicado de toda la operaci\u00f3n. No profundizar\u00e9 en ese aspecto, pues todos sabemos lo que se puede esperar de los medios de comunicaci\u00f3n. Para un argumento innovador sobre la medida en que el 11-S fue una operaci\u00f3n psicol\u00f3gica orquestada por los MSM, recomiendo el documental de Ace Baker de 2012 9\/11 The Great American Psy-Opera, cap\u00edtulos 6, 7 y 8.<\/p>\n
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Si subimos al nivel m\u00e1s alto de la conspiraci\u00f3n, nos encontramos con Tel Aviv. La preparaci\u00f3n del 11-S coincidi\u00f3 con la llegada al poder de Benjam\u00edn Netanyahu en 1996, seguido de Ehud Barak en julio de 1999, y de Ariel Sharon en marzo de 2001, quien volvi\u00f3 a colocar a Netanyahu como ministro de Asuntos Exteriores en 2002 (y Netanyahu volvi\u00f3 a ser primer ministro en 2009). Hay que se\u00f1alar que tanto Netanyahu como Ehud Barak estaban temporalmente fuera del gobierno israel\u00ed en septiembre de 2001, al igual que Ben-Gurion en el momento del asesinato de Kennedy (lea mi art\u00edculo sobre JFK). Unos meses antes del 11-S, Barak, antiguo jefe de la inteligencia militar israel\u00ed, fue “reclutado” como consultor de una empresa tapadera del Mossad, SCP Partner, especializada en seguridad y situada a menos de siete millas de Urban Moving Systems[8]. Una hora despu\u00e9s de la explosi\u00f3n de la Torre Norte, Barak estaba en la BBC World para se\u00f1alar a Bin Laden (el primero en hacerlo), y concluy\u00f3: “Es el momento de lanzar una guerra operativa y completa contra el terror”.<\/p>\n
En cuanto a Netanyahu, no nos sorprende o\u00edrle jactarse, en la CNN en 2006, de haber predicho en 1995 que “si Occidente no despierta a la naturaleza suicida del Islam militante, lo siguiente que ver\u00e1n es al Islam militante derribando el World Trade Center”. Netanyahu es un ejemplo de la cada vez m\u00e1s estrecha “relaci\u00f3n especial” entre Estados Unidos e Israel, que comenz\u00f3 con Truman y floreci\u00f3 con Johnson. Netanyahu ha vivido, estudiado y trabajado en Estados Unidos desde 1960 hasta 1978, entre sus 11 y 27 a\u00f1os -excepto durante su servicio militar- y de nuevo despu\u00e9s de los 33 a\u00f1os, cuando fue nombrado embajador adjunto en Washington y luego delegado permanente ante las Naciones Unidas. Netanyahu aparec\u00eda regularmente en la CNN a principios de la d\u00e9cada de 1990, contribuyendo a la transformaci\u00f3n del principal canal de noticias del mundo en una importante herramienta de propaganda sionista. Su destino pol\u00edtico se planific\u00f3 y configur\u00f3 en gran medida en Estados Unidos, bajo la supervisi\u00f3n de los que ahora llamamos neoconservadores, y lo \u00fanico que le distingue de ellos es que, por razones de relaciones p\u00fablicas, no posee la nacionalidad estadounidense.<\/p>\n
“\u00bfQu\u00e9 es un neoconservador?”, le pregunt\u00f3 una vez Bush 43 a su padre Bush 41, despu\u00e9s de m\u00e1s de tres a\u00f1os en la Casa Blanca. “\u00bfQuieres nombres o una descripci\u00f3n?”, respondi\u00f3 41. “Descripci\u00f3n”. “Bueno”, dijo 41, “te la dar\u00e9 en una palabra: Israel”[9] Esa an\u00e9cdota, citada por Andrew Cockburn, lo resume todo. El movimiento neoconservador naci\u00f3 en la redacci\u00f3n de la revista mensual Commentary, que hab\u00eda sustituido al Contemporary Jewish Record en 1945 como \u00f3rgano de prensa del American Jewish Committee. “Si hay un movimiento intelectual en Estados Unidos cuya invenci\u00f3n puedan reclamar exclusivamente los jud\u00edos, es el neoconservadurismo”, escribi\u00f3 Gal Beckerman en el Jewish Daily Forward, el 6 de enero de 2006. “Es un hecho que, como filosof\u00eda pol\u00edtica, el neoconservadurismo naci\u00f3 entre los hijos de inmigrantes jud\u00edos y ahora es en gran medida el dominio intelectual de los nietos de esos inmigrantes”.<\/p>\n
Los padres fundadores del neoconservadurismo (Norman Podhoretz, Irving Kristol, Donald Kagan, Paul Wolfowitz, Adam Shulsky) se autoproclamaron disc\u00edpulos de Leo Strauss, un inmigrante jud\u00edo alem\u00e1n que daba clases en la Universidad de Chicago. Strauss puede ser caracterizado como un meta-sionista en el sentido de que, aunque era un ardiente partidario del Estado de Israel, rechazaba la idea de que Israel como naci\u00f3n deb\u00eda estar contenida dentro de unas fronteras; Israel debe conservar su especificidad, que es estar en todas partes, dijo en esencia en su conferencia de 1962 “Por qu\u00e9 seguimos siendo jud\u00edos”. Strauss tambi\u00e9n aprobar\u00eda que se le llamara maquiav\u00e9lico, ya que en sus Pensamientos sobre Maquiavelo, alab\u00f3 “la intrepidez de su pensamiento, la grandeza de su visi\u00f3n y la gr\u00e1cil sutileza de su discurso” (p. 13). El modelo de pr\u00edncipe de Maquiavelo era C\u00e9sar Borgia, el tirano que tras haber nombrado al cruel Ramiro d’Orco para someter la provincia de Ruman\u00eda, lo hizo ejecutar con total crueldad, cosechando as\u00ed la gratitud del pueblo tras haber desviado su odio hacia otro. Maquiavelo, escribe Strauss, “es un patriota de un tipo particular: se preocupa m\u00e1s por la salvaci\u00f3n de su patria que por la salvaci\u00f3n de su alma” (p. 10). Y resulta que eso es exactamente lo que es el juda\u00edsmo, seg\u00fan pensadores jud\u00edos como Harry Waton: “Los jud\u00edos que tienen una comprensi\u00f3n m\u00e1s profunda del juda\u00edsmo saben que la \u00fanica inmortalidad que hay para el jud\u00edo es la inmortalidad en el pueblo jud\u00edo” (lea m\u00e1s aqu\u00ed). De hecho, en la Jewish World Review del 7 de junio de 1999, Michael Ledeen, neoconservador y miembro fundador del Jewish Institute for National Security Affairs (JINSA), asumi\u00f3 que Maquiavelo deb\u00eda ser un “jud\u00edo secreto”, ya que “si escuchas su filosof\u00eda pol\u00edtica oir\u00e1s m\u00fasica jud\u00eda”.<\/p>\n
Los neoconservadores de la primera generaci\u00f3n se situaron originalmente en la extrema izquierda. Irving Kristol, uno de los principales editores de Commentary, hab\u00eda afirmado durante mucho tiempo ser trotskista. Fue poco despu\u00e9s de la exitosa anexi\u00f3n de los territorios \u00e1rabes por parte de Israel en 1967 cuando los straussianos experimentaron su conversi\u00f3n al militarismo de derechas, al que deben su nuevo nombre. Norman Podhoretz, redactor jefe de 1960 a 1995, pas\u00f3 de ser un activista antib\u00e9lico a un promotor del presupuesto de defensa a principios de los a\u00f1os 70. En 1979 dio la siguiente explicaci\u00f3n: “El apoyo estadounidense a Israel depend\u00eda de la continua participaci\u00f3n de Estados Unidos en los asuntos internacionales, de lo que se deduc\u00eda que una retirada estadounidense hacia el tipo de estado de \u00e1nimo aislacionista [. . .] que ahora parec\u00eda que pronto podr\u00eda prevalecer de nuevo, representaba una amenaza directa para la seguridad de Israel”. (Breaking Ranks, p. 336). Llevar a Estados Unidos a la guerra en beneficio de Israel es la esencia de los maquiav\u00e9licos cripto-sionistas conocidos enga\u00f1osamente como neoconservadores.<\/p>\n
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La historia de c\u00f3mo los neoconservadores llegaron a la posici\u00f3n de influencia que ocuparon bajo el mandato de George W. Bush es complicada y s\u00f3lo puedo esbozarla. Entraron en el aparato estatal por primera vez en el equipaje de Rumsfeld y Cheney, durante la remodelaci\u00f3n del gabinete del presidente Ford conocida como la “Masacre de Halloween”, tras la dimisi\u00f3n de Nixon. Cuando la Guerra Fr\u00eda se calm\u00f3 despu\u00e9s de que Estados Unidos evacuara sus tropas de Vietnam en 1973, y la CIA produjo an\u00e1lisis tranquilizadores sobre las capacidades y ambiciones militares de la URSS, Rumsfeld (como Secretario de Defensa) y Cheney (como Jefe de Gabinete) persuadieron a Ford para que nombrara un comit\u00e9 independiente, conocido como Equipo B, para revisar al alza las estimaciones de la CIA sobre la amenaza sovi\u00e9tica, y reactivar una actitud b\u00e9lica en la opini\u00f3n p\u00fablica, el Congreso y la Administraci\u00f3n. El Equipo B estaba presidido por Richard Pipes y copresidido por Paul Wolfowitz, ambos presentados por Richard Perle.<\/p>\n
Durante el par\u00e9ntesis dem\u00f3crata de la presidencia de Carter (1976-80), los neoconservadores se esforzaron por unificar al mayor n\u00famero de jud\u00edos en torno a sus pol\u00edticas, fundando el Instituto Jud\u00edo para Asuntos de Seguridad Nacional (JINSA), que se convirti\u00f3 en el segundo lobby pro-Israel m\u00e1s poderoso despu\u00e9s del AIPAC. Seg\u00fan su “declaraci\u00f3n de objetivos”, se “dedica a educar a los responsables de la toma de decisiones en materia de seguridad nacional, tanto militares como civiles, sobre los intereses estrat\u00e9gicos y de defensa estadounidenses, principalmente en Oriente Medio, cuya piedra angular es una s\u00f3lida cooperaci\u00f3n en materia de seguridad entre Estados Unidos e Israel”. En 1980, los neoconservadores fueron recompensados por Ronald Reagan por su apoyo con una docena de puestos en seguridad nacional y pol\u00edtica exterior: Richard Perle y Douglas Feith en el Departamento de Defensa; Richard Pipes en el Consejo de Seguridad Nacional; Paul Wolfowitz, Lewis “Scooter” Libby y Michael Ledeen en el Departamento de Estado. Ayudaron a Reagan a intensificar la Guerra Fr\u00eda, regando con miles de millones de d\u00f3lares el complejo militar-industrial.<\/p>\n
La planificaci\u00f3n a largo plazo del 11-S probablemente comenz\u00f3 entonces. Se dice que Isser Harel, fundador de los servicios secretos israel\u00edes (Shai en 1944, Shin Bet en 1948, Mossad hasta 1963) profetiz\u00f3 en 1980, en una entrevista con el sionista cristiano Michael Evans, que el terrorismo isl\u00e1mico acabar\u00eda golpeando a Estados Unidos en su “s\u00edmbolo f\u00e1lico”: “Su mayor s\u00edmbolo f\u00e1lico es la ciudad de Nueva York y su edificio m\u00e1s alto ser\u00e1 el s\u00edmbolo f\u00e1lico que golpear\u00e1n”[10]. (Se necesitar\u00eda un art\u00edculo entero para documentar y explicar el resurgimiento del don jud\u00edo de la profec\u00eda apocal\u00edptica en las \u00faltimas d\u00e9cadas).<\/p>\n
En 1996, durante los a\u00f1os de Clinton, los neoconservadores pusieron todo su empe\u00f1o en su \u00faltimo think tank, el Proyecto para el Nuevo Siglo Americano (PNAC), dirigido por William Kristol y Robert Kagan. El PNAC recomendaba aprovechar la derrota del comunismo para reforzar la hegemon\u00eda estadounidense impidiendo la aparici\u00f3n de cualquier rival. Su Declaraci\u00f3n de Principios promet\u00eda ampliar la actual Pax Americana, lo que implicaba “un ej\u00e9rcito fuerte y preparado para afrontar los retos presentes y futuros”. En su informe de septiembre de 2000, titulado Rebuilding America’s Defenses, el PNAC preve\u00eda que las fuerzas estadounidenses deb\u00edan ser “capaces de desplegar r\u00e1pidamente y ganar m\u00faltiples guerras simult\u00e1neas a gran escala”. Esto requer\u00eda una profunda transformaci\u00f3n, incluyendo el desarrollo de “una nueva familia de armas nucleares dise\u00f1adas para hacer frente a nuevos conjuntos de requisitos militares.” Desgraciadamente, seg\u00fan los autores del informe, “el proceso de transformaci\u00f3n […] es probable que sea largo, a falta de alg\u00fan acontecimiento catastr\u00f3fico y catalizador, como un nuevo Pearl Harbor”. Ciertamente no es una coincidencia que la superproducci\u00f3n de tres horas Pearl Harbor se estrenara en el verano de 2001, afianzando convenientemente el meme de “Nuevo Pearl Harbor” en la mente de millones de personas.<\/p>\n
Los arquitectos del PNAC jugaron la carta de la hegemon\u00eda estadounidense envolvi\u00e9ndose en el discurso superpatri\u00f3tico de la misi\u00f3n civilizadora de Estados Unidos. Pero su duplicidad queda expuesta en un documento que sali\u00f3 a la luz p\u00fablica en 2008: un informe publicado en 1996 por el think tank israel\u00ed Institute for Advanced Strategic and Political Studies (IASPS), titulado A Clean Break: A New Strategy for Securing the Realm, escrito espec\u00edficamente para el nuevo primer ministro israel\u00ed, Benjamin Netanyahu. El equipo responsable del informe estaba dirigido por Richard Perle, e inclu\u00eda a Douglas Feith y David Wurmser, que figuraban ese mismo a\u00f1o entre los firmantes del PNAC. Como sugiere su t\u00edtulo, el informe Clean Break invitaba a Netanyahu a romper con los Acuerdos de Oslo de 1993, que compromet\u00edan oficialmente a Israel a la devoluci\u00f3n de los territorios que ocupaba ilegalmente desde 1967. En su lugar, el nuevo primer ministro deber\u00eda “dedicar toda su energ\u00eda a la reconstrucci\u00f3n del sionismo” y reafirmar el derecho de Israel a Cisjordania y la Franja de Gaza.<\/p>\n
En noviembre de 2000, Bush hijo fue elegido en condiciones que suscitaron protestas de fraude electoral. Dick Cheney, que hab\u00eda dirigido su campa\u00f1a, se nombr\u00f3 a s\u00ed mismo vicepresidente y present\u00f3 a dos docenas de neoconservadores en puestos clave de la pol\u00edtica exterior. El Departamento de Estado fue confiado a Colin Powell, pero \u00e9ste se rode\u00f3 de ayudantes neoconservadores como David Wurmser. Como asesora de Seguridad Nacional, Condoleezza Rice, especialista en Rusia sin experiencia en Oriente Medio, depend\u00eda totalmente de su asesor neoconservador Philip Zelikow. William Luti y Elliott Abrams, y m\u00e1s tarde Eliot Cohen, tambi\u00e9n se encargaron de dirigir a Rice. Pero los neoconservadores m\u00e1s influyentes pudieron dise\u00f1ar la pol\u00edtica exterior y militar de Estados Unidos principalmente desde el Departamento de Defensa, bajo el mando de Donald Rumsfeld. Richard Perle ocup\u00f3 el puesto crucial de director del Consejo de Pol\u00edtica de Defensa, responsable de definir la estrategia militar, mientras que Paul Wolfowitz se convirti\u00f3 en el “alma del Pent\u00e1gono” como subsecretario con Douglas Feith como subsecretario.<\/p>\n
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Tras ocho meses en la presidencia, Bush se enfrent\u00f3 al “acontecimiento catastr\u00f3fico”, el “nuevo Pearl Harbor” que el PNAC hab\u00eda deseado un a\u00f1o antes. El 11-S fue un verdadero “milagro de Hanukkah” para Israel, comentaron el jefe del Mossad, Ephraim Halevy, y el presidente del Consejo de Seguridad Nacional israel\u00ed, Uzi Dayan. Netanyahu se alegr\u00f3: “Es muy bueno […] generar\u00e1 una simpat\u00eda inmediata […], reforzar\u00e1 el v\u00ednculo entre nuestros dos pueblos, porque nosotros hemos experimentado el terror durante tantas d\u00e9cadas, pero Estados Unidos ha experimentado ahora una hemorragia masiva de terror”. El 21 de septiembre, public\u00f3 un art\u00edculo de opini\u00f3n en el New York Post titulado “Hoy, todos somos estadounidenses”, en el que pronunci\u00f3 su frase propagand\u00edstica favorita: “Para los Bin Laden del mundo, Israel no es m\u00e1s que un espect\u00e1culo secundario. Estados Unidos es el objetivo”. Tres d\u00edas despu\u00e9s, el New Republic respondi\u00f3 con un titular en nombre de los estadounidenses: “Ahora todos somos israel\u00edes”. Los estadounidenses vivieron el 11-S como un acto de odio del mundo \u00e1rabe, y sintieron una inmediata simpat\u00eda por Israel, que los neoconservadores explotaron sin descanso. Uno de los objetivos era animar a los estadounidenses a considerar la opresi\u00f3n de los palestinos por parte de Israel como parte de la lucha global contra el terrorismo isl\u00e1mico.<\/p>\n
Fue un gran \u00e9xito. En los a\u00f1os anteriores al 11 de septiembre, la reputaci\u00f3n de Israel hab\u00eda tocado fondo; hab\u00edan llovido condenas de todo el mundo por su pol\u00edtica de apartheid y colonizaci\u00f3n, y su guerra sistem\u00e1tica contra las estructuras de mando palestinas. Un n\u00famero cada vez mayor de voces norteamericanas cuestionaban los m\u00e9ritos de la relaci\u00f3n especial entre Estados Unidos e Israel. Desde el d\u00eda de los atentados, todo se acab\u00f3. Como ahora los estadounidenses pretend\u00edan luchar a muerte contra los terroristas \u00e1rabes, dejar\u00edan de exigir a Israel represalias m\u00e1s razonables y proporcionadas contra los terroristas suicidas y los cohetes palestinos.<\/p>\n
En cambio, los discursos del presidente (escritos por el neocon David Frum) caracterizaron los ataques del 11-S como el desencadenante de una guerra mundial de nuevo tipo, una guerra contra un enemigo invisible disperso por todo Oriente Medio. En primer lugar, la venganza debe llegar no s\u00f3lo contra Bin Laden, sino tambi\u00e9n contra el Estado que lo alberga: “No haremos distinci\u00f3n entre los que cometieron estos actos y los que los albergan” (11 de septiembre). En segundo lugar, la guerra se extiende al mundo: “Nuestra guerra contra el terror comienza con Al Qaeda, pero no termina ah\u00ed. No terminar\u00e1 hasta que todos los grupos terroristas de alcance mundial hayan sido encontrados, detenidos y derrotados” (20 de septiembre). En tercer lugar, cualquier pa\u00eds que no apoye a Washington ser\u00e1 tratado como un enemigo: “O est\u00e1s con nosotros, o est\u00e1s con los terroristas” (20 de septiembre).<\/p>\n
En un art\u00edculo publicado en el Wall Street Journal el 20 de noviembre de 2001, el neoconservador Eliot Cohen calific\u00f3 la guerra contra el terrorismo de “Cuarta Guerra Mundial”, una formulaci\u00f3n de la que pronto se hicieron eco otros sionistas estadounidenses (la extra\u00f1a elecci\u00f3n del nombre Cuarta Guerra Mundial en lugar de Tercera Guerra Mundial se debe, sospecho, a la visi\u00f3n etnoc\u00e9ntrica del mundo de los neoconservadores, en la que cada guerra mundial es un paso hacia el Gran Israel; como un paso importante se dio en 1967, la Guerra Fr\u00eda cuenta como Tercera Guerra Mundial). En septiembre de 2004, en una conferencia en Washington titulada “La cuarta guerra mundial: por qu\u00e9 luchamos, contra qui\u00e9n luchamos, c\u00f3mo luchamos”, Cohen dijo “El enemigo en esta guerra no es el ‘terrorismo’ […] sino el Islam militante”. Al igual que la Guerra Fr\u00eda, la inminente guerra mundial, seg\u00fan la visi\u00f3n de Cohen, tiene ra\u00edces ideol\u00f3gicas, tendr\u00e1 implicaciones globales y durar\u00e1 mucho tiempo, implicando toda una serie de conflictos. La profec\u00eda autocumplida de una nueva guerra mundial centrada en Oriente Medio tambi\u00e9n ha sido popularizada por Norman Podhoretz, en “How to Win World War IV” (Commentary, febrero de 2002), seguido de un segundo art\u00edculo en, “World War IV: How It Started, What It Means, and Why We Have to Win”, (septiembre de 2004), y finalmente un libro titulado World War IV: The Long Struggle Against Islamofascism (2007)[11].<\/p>\n
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En el caso del 11-S, como en el de Kennedy, la oposici\u00f3n controlada opera a muchos niveles, y muchos estudiosos honestos se dan cuenta ahora de que el propio movimiento de la Verdad del 11-S est\u00e1 en parte canalizado por individuos y grupos que secretamente pretenden alejar las sospechas de Israel. Tal es ciertamente el caso de los tres j\u00f3venes jud\u00edos (Avery, Rowe y Bermas) que dirigieron la pel\u00edcula Loose Change (2005), la pel\u00edcula sobre la conspiraci\u00f3n del 11-S m\u00e1s vista desde su primera versi\u00f3n en 2005. Engancharon toda su tesis en una comparaci\u00f3n con el proyecto de falsa bandera nunca llevado a cabo, la Operaci\u00f3n Northwoods (oportunamente revelada al p\u00fablico en mayo de 2001 en el libro Body of Secrets de James Bamford, escrito con el apoyo del ex director de la NSA Michael Hayden, que ahora trabaja para Michael Chertoff), pero no mencionaron el ataque al USS Liberty, un ataque de falsa bandera bien documentado por Israel contra su aliado estadounidense. No dijeron ni una palabra sobre la lealtad de los neoconservadores a Israel, y trataron de antisemita a cualquiera que citara el papel de Israel en el 11-S. Lo mismo puede decirse de la pel\u00edcula m\u00e1s reciente de Bermas, El imperio invisible (2010), tambi\u00e9n producida por Alex Jones: una compilaci\u00f3n de clich\u00e9s antiimperialistas centrados en los Bush y los Rockefeller, sin una sola alusi\u00f3n a los (((Otros))).<\/p>\n
Es interesante notar que el escenario del 11-S presentado por Loose Change hab\u00eda sido preescrito por Hollywood: el 4 de marzo de 2001, Fox TV emiti\u00f3 el primer episodio de la serie The Lone Gunmen (Los Pistoleros Solitarios), visto por 13 millones de estadounidenses. La trama trata de unos piratas inform\u00e1ticos que trabajan para una c\u00e1bala secreta del gobierno de Estados Unidos, que secuestran un avi\u00f3n por control remoto con la intenci\u00f3n de estrellarlo contra una de las Torres Gemelas, haciendo creer que ha sido secuestrado por terroristas isl\u00e1micos. En los \u00faltimos segundos, los pilotos consiguen recuperar el control del avi\u00f3n. El objetivo de la operaci\u00f3n fallida era desencadenar una guerra mundial con el pretexto de luchar contra el terrorismo. Los investigadores de la escuela del “trabajo interno” creen que este episodio debe haber sido escrito por alg\u00fan informante dentro de la Fox. Es poco probable.<\/p>\n
Hay, por supuesto, algo de verdad en la teor\u00eda del “trabajo interno”, como dije al principio. Israel (en el sentido m\u00e1s amplio) no podr\u00eda llevar a cabo una operaci\u00f3n semejante y salirse con la suya, sin la complicidad del m\u00e1s alto nivel del gobierno estadounidense. \u00bfC\u00f3mo funciona eso? M\u00e1s o menos como en el caso del asesinato de Kennedy, si se tiene en cuenta que el pa\u00eds estaba entonces gobernado por su vicepresidente Dick Cheney, siendo el presidente un mero mu\u00f1eco (v\u00e9ase Lou Dubose y Jake Bernstein, Vice: Dick Cheney and the Hijacking of the American Presidency, Random House, 2006). En mi libro JFK-9\/11, he propuesto un escenario plausible de c\u00f3mo Israel hab\u00eda secuestrado de hecho un ataque de falsa bandera m\u00e1s peque\u00f1o contra el Pent\u00e1gono fabricado por el Estado profundo estadounidense, con el prop\u00f3sito limitado de justificar el derrocamiento de los talibanes en Afganist\u00e1n, un objetivo totalmente apoyado por “Grandes jugadores” como Zbigniew Brzezinski, pero que no interesaba en s\u00ed mismo a los neoconservadores.<\/p>\n
Lo que los neoconservadores quer\u00edan era una nueva guerra contra Irak y luego una conflagraci\u00f3n general en Oriente Medio que llevara al desmoronamiento de todos los enemigos de Israel, con Siria e Ir\u00e1n a la cabeza de la lista. As\u00ed que superaron la oferta de todo el mundo y dieron a la operaci\u00f3n la escala que quer\u00edan con la ayuda de su super-sayan neoyorquino Silvertein. George W. Bush, Colin Powell, Condoleezza Rice y otros gentiles que se hab\u00edan mantenido al margen, al verse envueltos en maquinaciones geopol\u00edticas de alcance mundial, s\u00f3lo pudieron intentar salvar la cara. Los d\u00edas 19 y 20 de septiembre, el Consejo de Pol\u00edtica de Defensa de Richard Perle se reuni\u00f3 en compa\u00f1\u00eda de Paul Wolfowitz y Bernard Lewis (inventor de la profec\u00eda autocumplida del “choque de civilizaciones”) pero en ausencia de Powell y Rice. Prepararon una carta para Bush, escrita con el membrete del PNAC, para recordarle su misi\u00f3n hist\u00f3rica: “Aunque las pruebas no vinculen a Irak directamente con el atentado, cualquier estrategia encaminada a la erradicaci\u00f3n del terrorismo y de sus patrocinadores debe incluir un esfuerzo decidido para sacar a Saddam Hussein del poder en Irak. Si no se lleva a cabo ese esfuerzo, se producir\u00e1 una rendici\u00f3n temprana y quiz\u00e1 decisiva en la guerra contra el terrorismo internacional”[12] Se trataba de un ultim\u00e1tum. Bush era ciertamente consciente de la influencia que los neoconservadores hab\u00edan adquirido sobre los principales medios de comunicaci\u00f3n impresos y televisivos. Estaba obligado, so pena de acabar en el proverbial cubo de basura de la historia, a respaldar la invasi\u00f3n de Irak que su padre hab\u00eda rechazado a los sionistas diez a\u00f1os antes.<\/p>\n
En cuanto a Brzezinski y otros aut\u00e9nticos imperialistas estadounidenses, su apoyo a la invasi\u00f3n de Afganist\u00e1n hizo que sus t\u00edmidas protestas contra la guerra de Irak fueran ineficaces. Fue un poco tarde, en febrero de 2007, cuando Brzezinski denunci\u00f3 ante el Senado “una calamidad hist\u00f3rica, estrat\u00e9gica y moral […] conducida por impulsos maniqueos y por la arrogancia imperial”. En 2012 declar\u00f3, a prop\u00f3sito del riesgo de conflagraci\u00f3n con Ir\u00e1n, que Obama deb\u00eda dejar de seguir a Israel como una “mula est\u00fapida”. Pronto desapareci\u00f3 de los MSM, como un idiota \u00fatil que ya no sirve.<\/p>\n
La “media verdad” de la teor\u00eda exclusivamente del “trabajo interno”, que denuncia el 11-S como una operaci\u00f3n de falsa bandera perpetrada por el Estado estadounidense contra sus propios ciudadanos, funciona como una falsa bandera secundaria que oculta a los verdaderos responsables de la operaci\u00f3n, que son en realidad agentes al servicio de una naci\u00f3n extranjera. Uno de los objetivos de esta oposici\u00f3n controlada desde dentro es obligar a los funcionarios estadounidenses a mantener la mascarada de “Bin Laden lo hizo”, a sabiendas de que el desmantelamiento de la falsa bandera isl\u00e1mica s\u00f3lo revelar\u00eda la bandera estadounidense, no la israel\u00ed. Al no controlar ya los medios de comunicaci\u00f3n, no tendr\u00edan los medios para levantar este segundo velo para exponer a Israel. Cualquier esfuerzo por llegar a la verdad ser\u00eda un suicidio pol\u00edtico. Todo el mundo entiende lo que est\u00e1 en juego: si un d\u00eda, bajo la creciente presi\u00f3n de la opini\u00f3n p\u00fablica o por alguna otra raz\u00f3n estrat\u00e9gica, los principales medios de comunicaci\u00f3n abandonan la historia oficial de Bin Laden, el bien ensayado eslogan “el 11-S fue un trabajo interno” habr\u00e1 preparado a los estadounidenses para que se vuelvan contra su propio gobierno, mientras que los sionistas neoconservadores seguir\u00e1n siendo intocables (el m\u00e9todo de Maquiavelo: haz que otro cumpla tus sucios fines, y luego vuelve la venganza popular contra \u00e9l). Y Dios sabe lo que ocurrir\u00e1, si para entonces el gobierno no ha conseguido desarmar a sus ciudadanos mediante operaciones psicol\u00f3gicas tipo Sandy Hook. A los funcionarios del gobierno no les queda m\u00e1s remedio que atenerse al cuento de Al-Qaeda, al menos durante los pr\u00f3ximos cincuenta a\u00f1os.<\/p>\n
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Tras llegar a esta conclusi\u00f3n en JFK-9\/11, tuve la satisfacci\u00f3n de comprobar que Victor Thorn, en un libro que se me hab\u00eda escapado (Made in Israel: 9-11 and the Jewish Plot Against America, Sisyphus Press, 2011), ya lo hab\u00eda expresado en t\u00e9rminos m\u00e1s duros: “En esencia, el ‘movimiento de la verdad del 11-S’ fue creado antes del 11 de septiembre de 2001 como un medio para suprimir las noticias relacionadas con la complicidad israel\u00ed. En 2002-2003, los ‘truthers’ empezaron a aparecer en los m\u00edtines con pancartas que dec\u00edan ‘9-11 was an inside job’. Al principio, estas pancartas daban esperanzas a quienes no cre\u00edan en las absurdas historias de cobertura del gobierno y de los medios de comunicaci\u00f3n dominantes. Pero entonces surgi\u00f3 una horrible realidad: El eslogan “El 11-S fue un trabajo interno” era posiblemente el mayor ejemplo de propaganda israel\u00ed jam\u00e1s concebido. […] El mantra, ‘el 11-S fue un trabajo interno’ es s\u00f3lo parcialmente cierto y es inherentemente perjudicial para el ‘movimiento de la verdad’ porque desv\u00eda toda la atenci\u00f3n del ataque traidor de Israel contra Estados Unidos. […] Los l\u00edderes de estos falsos grupos del 11-S conocen la verdad sobre la barbarie israel\u00ed del 11-S. Su voluntad de perpetuarla o encubrirla les hace, en \u00faltima instancia, tan culpables y viles como los que lanzaron los ataques. No hay grados de separaci\u00f3n en este asunto. Es una cuesti\u00f3n en blanco y negro. Diga toda la verdad sobre la c\u00e1bala de Israel Murder, Inc. o duerma en la misma cama infectada en la que yacen estos perros asesinos. […] Los falsos conspiranoicos se quejan de que el gobierno y las fuentes de noticias no dicen la verdad, y sin embargo han erigido un apag\u00f3n total sobre los datos relativos a Israel y el 11-S”.<\/p>\n
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Algunos lectores se quejar\u00e1n de que estoy haciendo que una operaci\u00f3n muy compleja parezca demasiado simple. Me declaro culpable: Simplemente he intentado aqu\u00ed esbozar el caso contra Israel en el corto alcance de un art\u00edculo. Pero soy plenamente consciente de que la creaci\u00f3n del Gran Israel a trav\u00e9s de una guerra mundial librada por Estados Unidos podr\u00eda no haber sido la \u00fanica consideraci\u00f3n en la preparaci\u00f3n del 11-S. Tuvieron que intervenir muchos intereses privados. Sin embargo, creo que ninguno de ellos interfiri\u00f3 en el plan de Israel, y la mayor\u00eda lo apoy\u00f3.<\/p>\n
Est\u00e1, por ejemplo, el oro desaparecido en el s\u00f3tano del WTC: se recuperaron 200 millones de d\u00f3lares de los 1.000 millones que se calcula que hab\u00eda almacenados: \u00bfqui\u00e9n se llev\u00f3 el resto? Pero eso no es nada comparado con los 2,3 billones de d\u00f3lares que faltaron en las cuentas del Departamento de Defensa para el a\u00f1o 2000, adem\u00e1s de los 1,1 billones que faltaron para 1999, seg\u00fan una declaraci\u00f3n televisada realizada el 10 de septiembre de 2001, la v\u00edspera de los atentados, por Donald Rumsfeld. S\u00f3lo para comparar, esto es m\u00e1s de mil veces las colosales p\u00e9rdidas de Enron, que desencaden\u00f3 una cadena de quiebras ese mismo a\u00f1o. Todo este dinero se evapor\u00f3 en el aire bajo la mirada de William Cohen, Secretario de Defensa durante el segundo mandato de Bill Clinton. En 2001, el hombre al que se le encomend\u00f3 la tarea de ayudar a rastrear los billones desaparecidos fue el Subsecretario de Defensa (Contralor) Dov Zakheim, miembro del PNAC y rabino ordenado. Pr\u00e1cticamente, el misterio tuvo que ser resuelto por los analistas financieros de Resource Services Washington (RSW). Por desgracia, sus oficinas fueron destruidas por “Al Qaeda” a la ma\u00f1ana siguiente. Los “secuestradores” del vuelo AA77, en lugar de impactar contra el centro de mando en el lado este del Pent\u00e1gono, optaron por intentar una espiral descendente te\u00f3ricamente imposible a 180 grados para impactar contra el lado oeste del edificio, precisamente en el lugar donde se encontraban las oficinas de contabilidad. Los 34 expertos de RSW perecieron en sus oficinas, junto con otros 12 analistas financieros, como se se\u00f1ala en la biograf\u00eda del jefe del equipo, Robert Russell, para el National 9\/11 Pentagon Memorial: “El fin de semana anterior a su muerte, toda su oficina asisti\u00f3 a un fest\u00edn de cangrejos en la casa de Russell. Estaban celebrando la finalizaci\u00f3n del presupuesto del a\u00f1o fiscal. Tr\u00e1gicamente, todas las personas que asistieron a esa fiesta estuvieron implicadas en la explosi\u00f3n del Pent\u00e1gono, y actualmente est\u00e1n desaparecidas”.<\/p>\n
Por una incre\u00edble coincidencia, uno de los expertos financieros que intentaba dar sentido a la p\u00e9rdida financiera del Pent\u00e1gono, Bryan Jack, muri\u00f3 en el lugar exacto de su oficina, no porque estuviera trabajando all\u00ed ese d\u00eda, sino porque estaba de viaje de negocios en el vuelo AA77. En palabras de la base de datos del Washington Post: “Bryan C. Jack era el responsable de elaborar el presupuesto de defensa de Estados Unidos. Era un pasajero del vuelo 77 de American Airlines, con destino a un asunto oficial en California cuando su avi\u00f3n choc\u00f3 contra el Pent\u00e1gono, donde, en cualquier otro d\u00eda, Jack habr\u00eda estado trabajando en su ordenador”. Yahv\u00e9 debe tener un gran sentido de la insolencia.<\/p>\n
Laurent Guy\u00e9not, 11 de septiembre de 2021<\/p>\n
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