{"id":9143,"date":"2021-04-01T12:17:23","date_gmt":"2021-04-01T12:17:23","guid":{"rendered":"https:\/\/redinternacional.net\/?p=9143"},"modified":"2021-04-01T12:19:17","modified_gmt":"2021-04-01T12:19:17","slug":"el-alma-y-la-sangre-un-ensayo-de-metagenetica-por-laurent-guyenot","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/redinternacional.net\/2021\/04\/01\/el-alma-y-la-sangre-un-ensayo-de-metagenetica-por-laurent-guyenot\/","title":{"rendered":"El alma y la sangre, un ensayo de metagen\u00e9tica – por Laurent Guy\u00e9not"},"content":{"rendered":"

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“Somos m\u00e1quinas de supervivencia: veh\u00edculos rob\u00f3ticos programados ciegamente para preservar las mol\u00e9culas ego\u00edstas conocidas como genes”. As\u00ed habla Richard Dawkins en El gen ego\u00edsta<\/em>. Su teor\u00eda de los genes ego\u00edstas, coment\u00f3 en 1989, “se ha convertido en la ortodoxia de los libros de texto”, porque no es m\u00e1s que “una consecuencia l\u00f3gica del neodarwinismo ortodoxo, pero expresada como una imagen novedosa”.<\/p>\n

La imagen es enga\u00f1osa. Dawkins no cree literalmente que los genes sean entidades ego\u00edstas con voluntad de replicarse. Si lo fueran, ser\u00edan como almas animadoras. En el mundo darwiniano en el que vive Dawkins, los genes no son almas, sino meras mol\u00e9culas regidas por las leyes deterministas de la qu\u00edmica. Y son el resultado de una serie de accidentes qu\u00edmicos a lo largo de millones de a\u00f1os, a partir de la primera prote\u00edna autorreplicante.<\/p>\n

A pesar de las arrogantes afirmaciones de los cient\u00edficos, la funci\u00f3n de los genes sigue siendo muy misteriosa y est\u00e1 sobrevalorada. Si los genes hicieran lo que nos dicen los Dawkins, ser\u00edamos un 99% id\u00e9nticos a los chimpanc\u00e9s. No lo somos. A nivel qu\u00edmico quiz\u00e1s, pero no somos seres qu\u00edmicos. Somos seres espirituales. Obviamente, el hardware<\/em> de la gen\u00e9tica no explica la totalidad de nuestra herencia ancestral innata.<\/p>\n

“La sangre” es el nombre que la gente daba a las cualidades espirituales que pasan de generaci\u00f3n en generaci\u00f3n, antes de que supieran nada del ADN. La idea es que somos seres geneal\u00f3gicos, tanto espiritual como f\u00edsicamente. \u00bfC\u00f3mo funciona eso? \u00bfTenemos un alma colectiva ancestral o racial? \u00bfC\u00f3mo explican la “sangre” o los “genes” el sentido de parentesco que constituye la base de las sociedades org\u00e1nicas -lo que Ludwig Gumplowicz llam\u00f3 el “sentimiento sing\u00e9nico”?<\/p>\n

Al leer sobre la defensa de los blancos y el “realismo racial” durante los \u00faltimos dos a\u00f1os, incluso en http:\/\/unz.com<\/a>, he aprendido mucho sobre lo que es enga\u00f1oso en las ideolog\u00edas liberales, pero no he encontrado una alternativa filos\u00f3fica satisfactoria, una teor\u00eda del hombre que explique la importancia espiritual y social del parentesco, el linaje, la ascendencia, la etnia y la raza.<\/p>\n

Las guerras culturales se libran con armas culturales, y me parece que la mayor\u00eda de los “realistas de la raza” utilizan armas inadecuadas, como el darwinismo o el cristianismo. Esas armas son en realidad las que utilizan nuestros adversarios con mayor eficacia: el dogma darwiniano dominante es que la raza es un mito, y lo \u00fanico que deber\u00eda importar a los cristianos es que bajo Cristo todos los hombres son hermanos. Ya he escrito sobre los defectos de la antropolog\u00eda cristiana (aqu\u00ed<\/a> y <\/u>aqu\u00ed)<\/a>. Ahora quiero centrarme en el darwinismo, nuestro paradigma antropol\u00f3gico agresivamente dominante. Comenzar\u00e9 con una cr\u00edtica al darwinismo, tanto como teor\u00eda nihilista de la vida como paradigma cient\u00edfico moribundo. Luego presentar\u00e9 visiones alternativas de la vida y la evoluci\u00f3n, desde el Dise\u00f1o Inteligente hasta la “resonancia m\u00f3rfica” de Rupert Sheldrake. Son, fundamentalmente, versiones mejoradas del platonismo, que tambi\u00e9n puede llamarse idealismo. Por \u00faltimo, explicar\u00e9 c\u00f3mo esta ciencia plat\u00f3nica de los organismos biol\u00f3gicos es relevante para entender la naturaleza de los organismos sociales, como tambi\u00e9n argumenta Alexander Dugin en su Platonismo pol\u00edtico<\/em>.<\/p>\n

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La cat\u00e1strofe darwiniana<\/h4>\n

En primer lugar, una aclaraci\u00f3n: hay que distinguir entre la teor\u00eda de Darwin sobre c\u00f3mo aparecieron las especies vegetales y animales a partir de lo anterior, y lo que com\u00fanmente se llama “darwinismo social”, pero que en realidad deber\u00eda llamarse spencerismo. Aunque Herbert Spencer, que acu\u00f1\u00f3 la frase “la supervivencia del m\u00e1s fuerte”, expres\u00f3 un gran entusiasmo por el libro de Darwin, sus opiniones sociol\u00f3gicas son anteriores a la teor\u00eda biol\u00f3gica de Darwin y no dependen de ella. Los conceptos sociol\u00f3gicos no pueden validar la teor\u00eda del “origen de las especies” de Darwin, que es lo \u00fanico que merece el nombre de “darwinismo”. Tambi\u00e9n hay que se\u00f1alar, como hace Dawkins, que el concepto de “selecci\u00f3n de grupo”, que es \u00fatil para entender las relaciones raciales, es incompatible con el mecanismo darwiniano de la selecci\u00f3n natural, ya que los individuos altruistas que est\u00e1n dispuestos a sacrificarse por el grupo tienen menos posibilidades de sobrevivir. Por cierto, como el altruismo y la selecci\u00f3n de grupo existen incluso en el reino animal, Darwin ten\u00eda raz\u00f3n cuando dijo “Considero absolutamente seguro que muchas cosas de mi Origen…<\/em> demostrar\u00e1n ser tonter\u00edas”[1].<\/p>\n

Pero antes de exponer la falacia cient\u00edfica del darwinismo, hablemos de su impacto en nuestra civilizaci\u00f3n. Como Nietzsche lo caracteriz\u00f3 correctamente en la segunda<\/a> de sus Meditaciones \u00faltimas<\/em>, obra p\u00f3stuma, el darwinismo significa esencialmente, para el profano, “la falta de toda diferencia radical entre el hombre y la bestia”. Y Nietzsche vio eso como una bomba at\u00f3mica filos\u00f3fica:<\/p>\n

\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 “Si tenemos estas [ideas] empujadas en el pueblo de la manera loca habitual para otra generaci\u00f3n, nadie debe sorprenderse si ese pueblo se ahoga en sus peque\u00f1os y miserables bancos de ego\u00edsmo, y se petrifica en su b\u00fasqueda de s\u00ed mismo. Al principio se desintegrar\u00e1 y dejar\u00e1 de ser un pueblo. En su lugar tal vez aparezcan en el teatro del futuro sistemas individualistas, sociedades secretas para el exterminio de los no miembros y otras creaciones utilitarias similares.”<\/em><\/p>\n

Aunque caracteriz\u00f3 el darwinismo como “una idea verdadera pero fatal”, Nietzsche critic\u00f3 el car\u00e1cter mec\u00e1nico del modelo darwiniano y su olvido de la “voluntad de poder” inherente a la vida, tal como la hab\u00eda aprendido de Arthur Schopenhauer. En su prefacio a la segunda edici\u00f3n de Sobre la voluntad en la naturaleza<\/em> (1836), cinco a\u00f1os antes del Origen de las especies<\/em> de Darwin, Schopenhauer hab\u00eda advertido contra<\/p>\n

\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 “el celo y la actividad sin parang\u00f3n que se despliegan en todas las ramas de la ciencia natural y que, al estar la mayor parte de las veces en manos de personas que no han aprendido otra cosa, amenaza con conducir a un materialismo burdo y est\u00fapido, cuyo lado m\u00e1s inmediatamente ofensivo no es tanto la bestialidad moral de sus resultados finales como el incre\u00edble absurdo de sus primeros principios, pues con \u00e9l se niega incluso la fuerza vital, y la naturaleza org\u00e1nica se degrada hasta parecer un mero juego de fuerzas qu\u00edmicas.”<\/em><\/p>\n

Setenta a\u00f1os m\u00e1s tarde, el escritor ingl\u00e9s Bernard Shaw, en su prefacio a Back to Methuselah<\/em> (Un pentateuco metabiol\u00f3gico), se preocupaba por la \u00e9tica secular de la competencia despiadada impl\u00edcita en el darwinismo, y lo culpaba de la Gran Guerra:<\/p>\n

“El neodarwinismo en la pol\u00edtica hab\u00eda producido una cat\u00e1strofe europea de una magnitud tan espantosa, y de un alcance tan imprevisible, que mientras escribo estas l\u00edneas en 1920, todav\u00eda no es nada seguro que nuestra civilizaci\u00f3n sobreviva a ella[2].”<\/em><\/p>\n

Mientras Shaw escrib\u00eda esto, el darwinismo se impon\u00eda como el marco metaf\u00edsico de todas las “ciencias humanas” y el fundamento de una nueva idea del hombre, que ya no se distingue del reino animal por un salto cualitativo. Sigmund Freud, entre otros, debi\u00f3 su \u00e9xito al haber refundado la psicolog\u00eda sobre los principios darwinistas, es decir, sobre el predicado de que el esp\u00edritu creador del hombre no era m\u00e1s que un subproducto de sus instintos animales (reprimidos): “No es m\u00e1s que el principio del placer […] el que rige desde el principio las operaciones del aparato ps\u00edquico” (La civilizaci\u00f3n y sus descontentos<\/em>, 1929). Dado que, seg\u00fan la l\u00f3gica darwiniana, la procreaci\u00f3n determina la selecci\u00f3n, fue naturalmente en la pulsi\u00f3n sexual donde Freud encontr\u00f3 la clave de la psique humana.<\/p>\n

Como ahora todos vivimos dentro de la matriz darwiniana, no medimos f\u00e1cilmente su impacto ni vemos hacia d\u00f3nde nos conduce. Tomemos, como un buen indicador, el \u00e9xito de la \u00faltima estrella darwiniana Yuval Noah Harari, que ha vendido cerca de 30 millones de ejemplares en 60 idiomas. En Sapiens: A Brief History of Humankind<\/em> (2015, publicado por primera vez en hebreo en 2011), martillea el punto: no somos diferentes de los animales, y “la vida no tiene gui\u00f3n, ni dramaturgo, ni director, ni productor… y no tiene sentido”. Luego, en Homo Deus<\/em>: Una breve historia del ma\u00f1ana (2017) lleg\u00f3 la buena nueva, la promesa de redenci\u00f3n, la nueva alianza del hombre consigo mismo, la profec\u00eda de su autodeificaci\u00f3n por el milagro de la alta tecnolog\u00eda:<\/p>\n

“Habiendo reducido la mortalidad por inanici\u00f3n, enfermedad y violencia, ahora nos propondremos superar la vejez e incluso la propia muerte. Habiendo salvado a la gente de la miseria abyecta, ahora aspiraremos a hacerla positivamente feliz. Y habiendo elevado a la humanidad por encima del nivel bestial de las luchas por la supervivencia, ahora aspiraremos a convertir a los humanos en dioses, y a convertir al Homo sapiens en Homo deus. […] los bioingenieros tomar\u00e1n el viejo cuerpo sapiens y reescribir\u00e1n intencionadamente su c\u00f3digo gen\u00e9tico, recablear\u00e1n sus circuitos cerebrales, alterar\u00e1n su equilibrio bioqu\u00edmico e incluso har\u00e1n crecer miembros completamente nuevos. De este modo, crear\u00e1n nuevos seres divinos, que podr\u00edan ser tan diferentes de nosotros, los sapiens, como nosotros lo somos del Homo erectus. La ingenier\u00eda ciborg ir\u00e1 un paso m\u00e1s all\u00e1, fusionando el cuerpo org\u00e1nico con dispositivos no org\u00e1nicos, como manos bi\u00f3nicas, ojos artificiales o millones de nanorobots que navegar\u00e1n por nuestro torrente sangu\u00edneo, diagnosticar\u00e1n problemas y reparar\u00e1n da\u00f1os. …”<\/p>\n

“Un enfoque m\u00e1s audaz prescinde de las partes org\u00e1nicas por completo, y espera dise\u00f1ar seres completamente inorg\u00e1nicos. Las redes neuronales ser\u00e1n sustituidas por programas inform\u00e1ticos inteligentes, que podr\u00edan navegar tanto por el mundo virtual como por el no virtual, libres de las limitaciones de la qu\u00edmica org\u00e1nica. Despu\u00e9s de 4.000 millones de a\u00f1os de vagar por el reino de los compuestos org\u00e1nicos, la vida irrumpir\u00e1 en la inmensidad del reino inorg\u00e1nico y adoptar\u00e1 formas que no podemos imaginar ni en nuestros sue\u00f1os m\u00e1s salvajes. Al fin y al cabo, nuestros sue\u00f1os m\u00e1s descabellados siguen siendo producto de la qu\u00edmica org\u00e1nica.”<\/p>\n

\"\"<\/p>\n

As\u00ed reza la doxa neodarwiniana: por alg\u00fan milagroso accidente gen\u00e9tico que produjo la “revoluci\u00f3n cognitiva” hace 70.000 a\u00f1os, el determinismo qu\u00edmico dio lugar al autodeterminismo infinito, y el hombre-mono se est\u00e1 convirtiendo ahora en el hombre-dios. Ahora la “m\u00e1quina-robot” de Dawkins puede empezar a actualizarse en un zombi electr\u00f3nico eterno. Semejante fantas\u00eda de inmortalidad f\u00edsica y omnipotencia suena graciosa en la \u00e9poca actual de la covidofobia, pero por supuesto hay una conexi\u00f3n: se trata de difundir la filosof\u00eda de que el prop\u00f3sito de la vida es evitar la muerte (la muerte f\u00edsica individual, mejor dicho).<\/p>\n

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La visi\u00f3n mec\u00e1nica de la vida<\/h4>\n

Este trastorno mental colectivo que hace que el hombre piense en s\u00ed mismo como una m\u00e1quina (\u00bfhay un nombre para ello en el DSM-5?)[3] se remonta al franc\u00e9s Ren\u00e9 Descartes (1596-1650). Descartes qued\u00f3 fascinado desde la infancia por la nueva maquinaria de su \u00e9poca, e intuy\u00f3 que los animales no son m\u00e1s que sofisticados aut\u00f3matas. Como a todo el mundo, le impresion\u00f3 la afirmaci\u00f3n de Kepler de que “la m\u00e1quina celeste no debe compararse con un organismo divino, sino con un mecanismo de relojer\u00eda”, y decidi\u00f3 que los organismos vivos tampoco eran organismos, sino m\u00e1quinas.<\/p>\n

Seg\u00fan la tradici\u00f3n aristot\u00e9lica seguida por Tom\u00e1s de Aquino, los seres vivos se diferenciaban esencialmente de la materia inanimada por su principio vital inherente, o anima<\/em>, que se conceb\u00eda como rodeando al cuerpo y no dentro de \u00e9l. Pero como el organismo c\u00f3smico estaba ahora privado de su anima mundi<\/em> y convertido en un mecanismo, Descartes quiso deshacerse del anima<\/em> tambi\u00e9n en los animales. Tuvo la precauci\u00f3n de hacer una excepci\u00f3n con el hombre, que ten\u00eda un alma racional situada en la gl\u00e1ndula pineal.<\/p>\n

La teor\u00eda maquinal de la vida de Descartes fue continuamente cuestionada por una escuela de pensamiento que lleg\u00f3 a llamarse “vitalismo” en el siglo XIX. Los vitalistas afirmaban que los fen\u00f3menos de la vida no pueden explicarse plenamente mediante leyes mec\u00e1nicas o qu\u00edmicas derivadas del estudio de sistemas inanimados, y que los procesos de morfog\u00e9nesis y reproducci\u00f3n requieren un factor causal adicional. Para los vitalistas, la evoluci\u00f3n de las especies podr\u00eda explicarse si el “\u00e9lan vital” (Henri Bergson, L’\u00c9volution cr\u00e9atrice<\/em>, 1907) incluye una especie de “voluntad de evolucionar” schopenhaueriana. Bergson escrib\u00eda:<\/p>\n

“Cuanto m\u00e1s fijamos nuestra atenci\u00f3n en esta continuidad de la vida, m\u00e1s vemos que la evoluci\u00f3n org\u00e1nica se asemeja a la evoluci\u00f3n de una conciencia, en la que el pasado presiona contra el presente y provoca el surgimiento de una nueva forma de conciencia, inconmensurable con sus antecedentes[4].”<\/em><\/p>\n

Aunque el t\u00e9rmino “holismo” no fue acu\u00f1ado hasta 1926 por Jan Smuts, aclara c\u00f3mo los vitalistas distinguen los sistemas org\u00e1nicos de los inorg\u00e1nicos. En palabras de Arthur Koestler (The Ghost in the Machine<\/em>, 1967), cada parte de una holarqu\u00eda, llamada hol\u00f3n, “tiene una doble tendencia a preservar y afirmar su individualidad como un todo casi aut\u00f3nomo; y a funcionar como una parte integrada de un todo mayor (existente o en evoluci\u00f3n)”[5] En su desarrollo, los sistemas hol\u00edsticos requieren alg\u00fan tipo de principio teleol\u00f3gico, un plan preexistente, en otras palabras, una “Forma” plat\u00f3nica o aristot\u00e9lica.<\/p>\n

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Una representaci\u00f3n simb\u00f3lica de los sistemas hol\u00edsticos<\/h4>\n

En 1802, Jean-Baptiste de Lamarck pens\u00f3 en derrotar al vitalismo con su doctrina del transformismo, que explicaba c\u00f3mo las especies evolucionaban unas de otras por la herencia de las caracter\u00edsticas adquiridas. Posteriormente, Darwin propuso un mecanismo diferente para la evoluci\u00f3n (“descendencia con modificaci\u00f3n”). Esas teor\u00edas de la evoluci\u00f3n ten\u00edan la ventaja de hacer superflua la hip\u00f3tesis de Dios: las m\u00e1quinas requieren normalmente un dise\u00f1ador (Newton imagin\u00f3 a Dios “muy h\u00e1bil en mec\u00e1nica y geometr\u00eda”), pero los organismos no, si evolucionaron progresivamente mediante variaciones espont\u00e1neas y selecci\u00f3n natural. “El azar y la necesidad<\/a>” crearon todas las formas de vida, desde las bacterias hasta el hombre.<\/p>\n

Con el redescubrimiento de las leyes de la herencia de Mendel, el darwinismo evolucion\u00f3 hacia lo que Julian Huxley llamar\u00eda la “s\u00edntesis moderna” (com\u00fanmente llamada neodarwinismo). En la d\u00e9cada de 1930, gracias al microscopio electr\u00f3nico, la b\u00fasqueda de la explicaci\u00f3n de la vida pas\u00f3 del nivel celular al molecular. La biolog\u00eda pas\u00f3 a concebirse como una rama de la qu\u00edmica. Francis Crick, que comparti\u00f3 un premio Nobel por el descubrimiento de la estructura del ADN, escribi\u00f3 en De mol\u00e9culas y hombres<\/em> (1966) “el objetivo \u00faltimo del movimiento moderno en biolog\u00eda es, de hecho, explicar toda la biolog\u00eda en t\u00e9rminos de f\u00edsica y qu\u00edmica”[6].<\/p>\n

Ir\u00f3nicamente, el enfoque en el nivel molecular desvel\u00f3 la alucinante complejidad de las c\u00e9lulas vivas, lo que pone cada vez m\u00e1s presi\u00f3n sobre el simplista modelo darwiniano de evoluci\u00f3n por mutaciones accidentales.<\/p>\n

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El dise\u00f1o inteligente<\/h4>\n

Michael Behe explica en su exitoso libro La caja negra de Darwin<\/em>:<\/p>\n

“La bioqu\u00edmica ha demostrado que cualquier aparato biol\u00f3gico en el que interviene m\u00e1s de una c\u00e9lula (como un \u00f3rgano o un tejido) es necesariamente una intrincada red de muchos sistemas diferentes e identificables, de una complejidad espantosa. La c\u00e9lula autosuficiente y replicante m\u00e1s “sencilla” tiene la capacidad de producir miles de prote\u00ednas y otras mol\u00e9culas diferentes en distintos momentos y en condiciones variables. La s\u00edntesis, la degradaci\u00f3n, la generaci\u00f3n de energ\u00eda, la replicaci\u00f3n, el mantenimiento de la arquitectura celular, la movilidad, la regulaci\u00f3n, la reparaci\u00f3n, la comunicaci\u00f3n… todas estas funciones tienen lugar en pr\u00e1cticamente todas las c\u00e9lulas, y cada una de ellas requiere la interacci\u00f3n de numerosas partes[7].”<\/em><\/p>\n

 <\/p>\n

\u00bfPuede una complejidad tan tremenda haberse producido por una serie de errores darwinianos en la replicaci\u00f3n de los genes, por mera casualidad? Es importante entender que, seg\u00fan Darwin, el \u00fanico proceso creativo en la evoluci\u00f3n son las “variaciones producidas accidentalmente”. La selecci\u00f3n natural no crea nada; s\u00f3lo act\u00faa negativamente eliminando las variantes desventajosas. Como dice Stephen Meyer en La duda de Darwin<\/em>, la selecci\u00f3n natural explica “s\u00f3lo la supervivencia del m\u00e1s apto, no la aparici\u00f3n del m\u00e1s apto”. Este es un punto crucial, oculto para el p\u00fablico en general, al que se le hace creer ingenuamente que la selecci\u00f3n natural es una fuerza creativa. Richard Dawkins, por ejemplo, enga\u00f1a a sus lectores cuando escribe en El gen ego\u00edsta<\/em> que “la evoluci\u00f3n funciona por selecciones naturales”. Esa afirmaci\u00f3n es descaradamente falsa dentro de la ciencia darwiniana, pero es esencial para el adoctrinamiento darwiniano.<\/p>\n

Y recuerde: Darwin no sab\u00eda nada sobre los genes. La parte m\u00e1s peque\u00f1a del organismo que pod\u00eda ver era la c\u00e9lula, y la c\u00e9lula era para \u00e9l una “caja negra”. No ten\u00eda ni idea de la naturaleza y las causas de las “variaciones producidas accidentalmente” que pod\u00edan dar lugar milagrosamente a ventajas selectivas. No fue hasta la d\u00e9cada de 1940 cuando se determin\u00f3 que las variaciones accidentales eran errores en la replicaci\u00f3n del c\u00f3digo del ADN. Sin embargo, los experimentos demuestran que las mutaciones gen\u00e9ticas espont\u00e1neas o inducidas s\u00f3lo dan lugar a debilidades o monstruos, que suelen ser est\u00e9riles. En otras palabras, la selecci\u00f3n natural tiende a preservar el patrimonio gen\u00e9tico eliminando a los individuos que se desv\u00edan demasiado de la norma.<\/p>\n

Darwin insisti\u00f3, y los neodarwinistas actuales siguen insistiendo, en que cada variaci\u00f3n debe ser muy peque\u00f1a, y que s\u00f3lo la acumulaci\u00f3n gradual de un gran n\u00famero de micromutaciones puede producir un cambio significativo. Behe subraya el mayor obst\u00e1culo de esta teor\u00eda, con lo que llama “complejidad irreducible”. Un sistema es “irreductiblemente complejo” si “se compone de varias partes que interact\u00faan entre s\u00ed y que contribuyen a la funci\u00f3n b\u00e1sica, en la que la eliminaci\u00f3n de cualquiera de las partes hace que el sistema deje de funcionar efectivamente”. El ejemplo cl\u00e1sico es el ojo. El desarrollo gradual del ojo humano parece imposible, ya que sus numerosas y sofisticadas caracter\u00edsticas son interdependientes.<\/p>\n

El ojo funciona como un todo o no funciona. Entonces, \u00bfc\u00f3mo lleg\u00f3 a evolucionar mediante mejoras darwinianas lentas, constantes e infinitesimales? \u00bfEs realmente plausible que miles y miles de mutaciones afortunadas se produjeran por casualidad para que el cristalino y la retina, que no pueden funcionar el uno sin el otro, evolucionaran de forma sincronizada? \u00bfQu\u00e9 valor de supervivencia puede tener un ojo que no ve?[8].<\/p>\n

Obs\u00e9rvese que la alternativa al gradualismo de Darwin conocida como “saltacionismo<\/a>” no resuelve ese problema, como tampoco lo hace la teor\u00eda del “equilibrio puntuado<\/a>” de Stephen Jay Gould: la aparici\u00f3n de cualquier \u00f3rgano “irreductiblemente complejo” sigue siendo probabil\u00edsticamente imposible por mera mutaci\u00f3n ciega.<\/p>\n

Michael Behe es un destacado bioqu\u00edmico que defiende la hip\u00f3tesis del “dise\u00f1o inteligente”. Como este movimiento sostiene que la complejidad de la vida, que parece cada vez mayor con cada nuevo descubrimiento<\/a>, es la prueba m\u00e1s convincente de la existencia de Dios -o de la Mente, o del Prop\u00f3sito-, los cient\u00edficos deicidas han entrado en modo cruzada. De ah\u00ed la agresiva campa\u00f1a para prohibir a los profesores universitarios favorables al Dise\u00f1o Inteligente, como se documenta en la pel\u00edcula Expulsados: No Intelligent Allowed<\/em>.<\/a> Ahora hay una selecci\u00f3n darwiniana en el mundo acad\u00e9mico para eliminar a los cient\u00edficos no darwinistas. Resulta que lo he experimentado a peque\u00f1a escala, cuando, despu\u00e9s de recibir mi t\u00edtulo de doctor, se me neg\u00f3 un puesto de profesor universitario por la \u00fanica raz\u00f3n -se me indic\u00f3 claramente- de que hab\u00eda traducido, editado y prologado el libro de Phillip Johnson, Darwinism on Trial<\/em><\/a>.<\/em><\/p>\n

El defensor del Dise\u00f1o Inteligente y populista Stephen Meyer desarrolla otro argumento clave en su libro La duda de Darwin<\/em>:<\/p>\n

“las entidades que confieren ventajas funcionales a los organismos -nuevos genes y sus correspondientes productos proteicos- constituyen largas matrices lineales de subunidades secuenciadas con precisi\u00f3n, bases de nucle\u00f3tidos en el caso de los genes y amino\u00e1cidos en el caso de las prote\u00ednas. Sin embargo, seg\u00fan la teor\u00eda neodarwiniana, estas entidades complejas y altamente especificadas deben surgir primero y proporcionar alguna ventaja antes de que la selecci\u00f3n natural pueda actuar para preservarlas. Dado el n\u00famero de bases presentes en los genes, y de amino\u00e1cidos presentes en las prote\u00ednas funcionales, normalmente tendr\u00eda que producirse un gran n\u00famero de cambios en la disposici\u00f3n de estas subunidades moleculares antes de que pudiera surgir una nueva prote\u00edna funcional y seleccionable. Para que surja incluso la unidad m\u00e1s peque\u00f1a de innovaci\u00f3n funcional -una nueva prote\u00edna-, tendr\u00edan que producirse muchos reordenamientos improbables de las bases de los nucle\u00f3tidos antes de que la selecci\u00f3n natural tuviera algo nuevo y ventajoso que seleccionar”[9].<\/em><\/p>\n

 <\/p>\n

Meyer subraya que la revoluci\u00f3n de la bioqu\u00edmica ha permitido comprender que la vida no es fundamentalmente materia, sino informaci\u00f3n. El ADN “codifica” la informaci\u00f3n, que puede ser “transcrita” en mol\u00e9culas de ARN, y luego “traducida” en una secuencia de amino\u00e1cidos cuando se sintetizan las mol\u00e9culas de prote\u00ednas. “Desde que la revoluci\u00f3n de la biolog\u00eda molecular puso de manifiesto la primac\u00eda de la informaci\u00f3n para el mantenimiento y la funci\u00f3n de los sistemas vivos, las cuestiones sobre el origen de la informaci\u00f3n han pasado decididamente al primer plano de las discusiones sobre la teor\u00eda evolutiva”[10] Los cambios aleatorios o accidentales en cualquier secuencia portadora de informaci\u00f3n degradan la informaci\u00f3n y no pueden en modo alguno a\u00f1adir nueva informaci\u00f3n. Por ello, el mayor desaf\u00edo al darwinismo ha venido de los matem\u00e1ticos: en 1966, un distinguido grupo de matem\u00e1ticos, ingenieros y cient\u00edficos convoc\u00f3 una conferencia en el Instituto Wistar de Filadelfia llamada “Desaf\u00edos matem\u00e1ticos a la interpretaci\u00f3n neodarwinista de la evoluci\u00f3n”[11].<\/p>\n

 <\/p>\n

Campos morfogen\u00e9ticos y resonancia m\u00f3rfica<\/h4>\n

Para Stephen Meyer, “el descubrimiento de informaci\u00f3n digital incluso en las c\u00e9lulas vivas m\u00e1s simples indica la actividad previa de una inteligencia dise\u00f1adora en el origen de la primera vida”[12] Pero esta “inteligencia dise\u00f1adora” no tiene por qu\u00e9 ser concebida como un Dios trascendente, externo a su creaci\u00f3n. En otras palabras, el paradigma del Dise\u00f1o Inteligente no debe reducirse a una versi\u00f3n moderna del relojero (el fabricante de ordenadores), que crea nuevos modelos de vez en cuando. Tambi\u00e9n es posible seguir una l\u00ednea de pensamiento m\u00e1s pante\u00edsta o animista y suponer que la inteligencia (o la mente, que incluye la voluntad y la emoci\u00f3n) es inherente a la vida misma. Los documentales sobre la inteligencia de las plantas pueden ayudar (<\/u>aqu\u00ed<\/a>, <\/u>aqu\u00ed<\/a> o <\/u>aqu\u00ed<\/a>).<\/u><\/p>\n

El bi\u00f3logo de Cambridge Rupert Sheldrake argumenta en esta l\u00ednea: “Los organismos vivos pueden tener una creatividad interna, como nosotros mismos”[13] Pero Sheldrake se pone m\u00e1s interesante cuando introduce la noci\u00f3n de “campos morfogen\u00e9ticos”. \u00c9l no la invent\u00f3, y da cr\u00e9dito a Hans Spemann, Alexander Gurwitsch y Paul Weiss, quienes a principios de los a\u00f1os 20 propusieron que la morfog\u00e9nesis est\u00e1 organizada por campos “de desarrollo”, “embrionarios” o “morfogen\u00e9ticos”. Estos campos organizan el desarrollo del embri\u00f3n y gu\u00edan los procesos de regulaci\u00f3n y regeneraci\u00f3n tras un da\u00f1o.<\/p>\n

La naturaleza espec\u00edfica de los campos, seg\u00fan Weiss, hace que cada especie de organismo tenga su propio campo morfogen\u00e9tico, aunque los campos de especies afines puedan ser similares. Adem\u00e1s, dentro del organismo hay campos subsidiarios dentro del campo general del organismo, de hecho una jerarqu\u00eda anidada de campos dentro de campos[14].<\/p>\n

Pensar en t\u00e9rminos de campos es necesario, argumenta Sheldrake, porque la informaci\u00f3n gen\u00e9tica no puede localizarse s\u00f3lo dentro de los genes:<\/p>\n

“El concepto de programas gen\u00e9ticos se basa en una analog\u00eda con los programas de ordenador. La met\u00e1fora implica que el \u00f3vulo fecundado contiene un programa preformado que coordina de alg\u00fan modo el desarrollo del organismo. Pero el programa gen\u00e9tico debe implicar algo m\u00e1s que la estructura qu\u00edmica del ADN, porque se transmiten copias id\u00e9nticas del ADN a todas las c\u00e9lulas; si todas las c\u00e9lulas estuvieran programadas de forma id\u00e9ntica, no podr\u00edan desarrollarse de forma diferente”[15].<\/p>\n

Parte de la informaci\u00f3n que “da forma” al organismo, por tanto, no est\u00e1 codificada materialmente; pertenece a los campos morfogen\u00e9ticos, no al ADN. Sheldrake utiliza una sencilla met\u00e1fora para hacer que esta idea sea f\u00e1cil de entender:<\/p>\n

\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 “Considere la siguiente analog\u00eda. La m\u00fasica que sale del altavoz de un aparato de radio depende tanto de las estructuras materiales del aparato como de la energ\u00eda que lo alimenta y de la transmisi\u00f3n a la que est\u00e1 sintonizado el aparato. Por supuesto, la m\u00fasica puede verse afectada por cambios en el cableado, los transistores, los condensadores, etc., y cesa cuando se retira la bater\u00eda. Alguien que no supiera nada sobre la transmisi\u00f3n de vibraciones invisibles, intangibles e inaudibles a trav\u00e9s del campo electromagn\u00e9tico podr\u00eda concluir que se puede explicar enteramente en t\u00e9rminos de los componentes de la radio, la forma en que est\u00e1n dispuestos y la energ\u00eda de la que depende su funcionamiento. Si alguna vez considerara la posibilidad de que algo entrara desde el exterior, la descartar\u00eda al descubrir que el aparato pesaba lo mismo encendido y apagado. Por lo tanto, tendr\u00eda que suponer que los patrones r\u00edtmicos y arm\u00f3nicos de la m\u00fasica surg\u00edan dentro del conjunto como resultado de interacciones inmensamente complicadas entre sus partes. Tras un cuidadoso estudio y an\u00e1lisis del conjunto, podr\u00eda incluso ser capaz de hacer una r\u00e9plica del mismo que produjera exactamente los mismos sonidos que el original, y probablemente considerar\u00eda este resultado como una prueba sorprendente de su teor\u00eda. Pero a pesar de su logro, seguir\u00eda ignorando por completo que, en realidad, la m\u00fasica se origin\u00f3 en un estudio de radiodifusi\u00f3n a cientos de kil\u00f3metros de distancia[16].”<\/em><\/p>\n

Sobre la noci\u00f3n de campos morfogen\u00e9ticos, Sheldrake construye la noci\u00f3n de “resonancia m\u00f3rfica”. Dado que los campos morfogen\u00e9ticos contienen una memoria inherente, esa memoria podr\u00eda no ser inmutable, sino que podr\u00eda estar influenciada por la retroalimentaci\u00f3n. En otras palabras, todos los organismos (u \u00f3rganos, o c\u00e9lulas) movidos por un determinado campo entran en resonancia entre s\u00ed, y esa resonancia constituye el propio campo.<\/p>\n

La resonancia m\u00f3rfica se produce en funci\u00f3n de la similitud. Cuanto m\u00e1s parecido sea un organismo a otros anteriores, mayor ser\u00e1 su influencia sobre \u00e9l por resonancia m\u00f3rfica. Y cuantos m\u00e1s organismos similares haya habido, m\u00e1s poderosa ser\u00e1 su influencia acumulada[17].<\/p>\n

Esto es lo que Sheldrake llama tambi\u00e9n “causalidad formativa”: “seg\u00fan la hip\u00f3tesis de la causalidad formativa, la forma de un sistema depende de la influencia m\u00f3rfica acumulativa de sistemas similares anteriores”; “los campos m\u00f3rficos no est\u00e1n definidos con precisi\u00f3n, sino que son estructuras de probabilidad que dependen de la distribuci\u00f3n estad\u00edstica de formas similares anteriores”[18] Eso sigue sin explicar la aparici\u00f3n de nuevas especies, cuesti\u00f3n que Sheldrake deja abierta.<\/p>\n

No puedo entrar en m\u00e1s detalles sobre las teor\u00edas de Sheldrake, pero aqu\u00ed est\u00e1 su propio resumen, de La presencia del pasado:<\/em><\/p>\n

“Recordemos las propiedades hipot\u00e9ticas de estos campos en todos los niveles de complejidad: Son conjuntos autoorganizados. Tienen un aspecto espacial y temporal, y organizan patrones espacio-temporales de actividad vibratoria o r\u00edtmica. Atraen a los sistemas bajo su influencia hacia formas y patrones de actividad caracter\u00edsticos, cuya llegada al ser organizan y cuya integridad mantienen. Los fines u objetivos hacia los que los campos m\u00f3rficos atraen a los sistemas bajo su influencia se denominan atractores. Las v\u00edas por las que los sistemas suelen llegar a estos atractores se denominan cr\u00e9odes. \u00c9stos interrelacionan y coordinan las unidades m\u00f3rficas u holones que se encuentran en su interior, que a su vez son conjuntos organizados por campos m\u00f3rficos. Los campos m\u00f3rficos contienen otros campos m\u00f3rficos dentro de ellos en una jerarqu\u00eda anidada u holarqu\u00eda. Son estructuras de probabilidad y su actividad organizadora es probabil\u00edstica. Contienen una memoria incorporada dada por la autorresonancia con el propio pasado de una unidad m\u00f3rfica y por la resonancia m\u00f3rfica con todos los sistemas similares anteriores. Esta memoria es acumulativa. Cuanto m\u00e1s a menudo se repitan determinados patrones de actividad, m\u00e1s habituales tender\u00e1n a ser.”<\/em><\/p>\n

 <\/p>\n

El platonismo y la sociedad org\u00e1nica<\/h4>\n

Quiz\u00e1s el logro m\u00e1s alto del pensamiento europeo precristiano haya sido el concepto filos\u00f3fico de la Inteligencia Creativa divina, a menudo personificada como Hagia Sophia<\/em>, la Santa Sabidur\u00eda. En aquella \u00e9poca, los eruditos eran “fil\u00f3sofos”, amantes de Sophia, que cre\u00edan que la Inteligencia que dise\u00f1aba y animaba el cosmos pod\u00eda ser abordada por la inteligencia humana en la que se reflejaba.<\/p>\n

Plat\u00f3n, el pr\u00edncipe de los fil\u00f3sofos, consideraba que todas las manifestaciones de este mundo de la experiencia sensorial eran reflejos imperfectos de las Formas o Ideas arquet\u00edpicas. Con el Dise\u00f1o Inteligente y la Resonancia M\u00f3rfica de Sheldrake, estamos asistiendo al regreso de Plat\u00f3n. Esta es una tendencia general en la ciencia, donde los conceptos de campos de energ\u00eda est\u00e1n reemplazando a la materia. Werner Heisenberg, uno de los fundadores de la mec\u00e1nica cu\u00e1ntica, escribi\u00f3:<\/p>\n

En este punto la f\u00edsica moderna se ha decidido definitivamente por Plat\u00f3n. Porque las unidades m\u00e1s peque\u00f1as de la materia no son, de hecho, objetos f\u00edsicos en el sentido ordinario de la palabra; son formas, estructuras o, en el sentido de Plat\u00f3n, ideas, de las que s\u00f3lo se puede hablar sin ambig\u00fcedad en el lenguaje de las matem\u00e1ticas[19].<\/p>\n

Dado que la tesis central de Plat\u00f3n es la realidad de las Ideas, el platonismo puede llamarse “idealismo”. En sentido amplio, el Idealismo afirma la existencia de otro mundo, m\u00e1s real que el mundo material pero inaccesible a nuestros sentidos f\u00edsicos. El idealismo es la teor\u00eda que postula la primac\u00eda de la Mente sobre la Materia.<\/p>\n

Con esto podemos empezar a formar una teor\u00eda pol\u00edtica org\u00e1nica. Una comunidad o una naci\u00f3n s\u00f3lo puede ser org\u00e1nica u hol\u00edstica si tiene vida propia, un \u00e1nima, un alma colectiva que une a los hombres en resonancia m\u00f3rfica no s\u00f3lo f\u00edsica y socialmente, sino espiritualmente. Curiosamente, fue Herbert Spencer quien estableci\u00f3 la primera comparaci\u00f3n sistem\u00e1tica entre la estructura de los organismos individuales y la de las sociedades, en un art\u00edculo titulado “El organismo social”. Al igual que los organismos biol\u00f3gicos, se\u00f1al\u00f3, los organismos sociales crecen y aumentan su complejidad y diferenciaci\u00f3n a medida que crecen. Ambos est\u00e1n formados por microorganismos interdependientes. Una civilizaci\u00f3n es la forma m\u00e1s desarrollada de los organismos sociales[20].<\/p>\n

La teor\u00eda pol\u00edtica impl\u00edcita de la sociedad liberal occidental se basa en el individualismo y el materialismo, los opuestos exactos del holismo y el idealismo. Se declara que el individuo es la \u00faltima, de hecho la \u00fanica, realidad humana. La concepci\u00f3n individualista del hombre condujo primero a las teor\u00edas pol\u00edticas “contractualistas”, empezando por Thomas Hobbes (Leviat\u00e1n<\/em>, 1651)[21] Tras \u00e9l lleg\u00f3 Bernard Mandeville, que argument\u00f3 en The Fable of the Bees<\/em>, o Private Vices, Publick Benefits<\/em> (1714) que el vicio es el motivo indispensable que produce una sociedad de lujo, mientras que la virtud es in\u00fatil o quiz\u00e1 perjudicial para la prosperidad p\u00fablica. Luego vino Adam Smith (La riqueza de las naciones<\/em>, 1776). Postulando, como Hobbes, que los seres humanos est\u00e1n motivados exclusivamente por su propio beneficio personal, Smith especul\u00f3 que en una sociedad de libre competencia, la suma del ego\u00edsmo de todos crear\u00eda una sociedad justa: “Cada individuo […] s\u00f3lo tiene la intenci\u00f3n de obtener su propio beneficio, y en \u00e9ste, como en muchos otros casos, es conducido por una mano invisible a promover un fin que no formaba parte de su intenci\u00f3n”. Conocemos el resultado: el dinero no es la sangre de un organismo social hecho de c\u00e9lulas y \u00f3rganos, sino el combustible de una m\u00e1quina social en la que los individuos son reducidos a piezas prescindibles e intercambiables.<\/p>\n

En un ensayo reciente, Alexander Dugin echa la culpa al “nominalismo”, la filosof\u00eda que desafi\u00f3 al idealismo plat\u00f3nico (tambi\u00e9n llamado “esencialismo” o “realismo”) al negar la existencia de universales en el siglo XIV. “El nominalismo sent\u00f3 las bases del futuro liberalismo, tanto en lo ideol\u00f3gico como en lo econ\u00f3mico. En \u00e9l, los seres humanos eran vistos s\u00f3lo como individuos y nada m\u00e1s, y todas las formas de identidad colectiva (religi\u00f3n, clase, etc.) deb\u00edan ser abolidas”. Seg\u00fan Dugin, el nominalismo caus\u00f3 el mayor da\u00f1o al destruir “la identidad colectiva de la Iglesia”, entendida como “el cuerpo m\u00edstico de Cristo”.<\/p>\n

Es cierto, pero la Iglesia es un organismo sobrenatural, no natural. Y con su exclusivismo, ha contribuido a socavar otros sistemas hol\u00edsticos. A principios del siglo V, el poeta cristiano Prudencio protest\u00f3 contra el respeto que se deb\u00eda al “genio” protector de Roma, negando que tal “fantasma” tuviera la m\u00e1s m\u00ednima realidad. Seg\u00fan Edward Gibbon, fueron los cristianos, con sus ojos puestos en la Ciudad de Dios, los que provocaron la ca\u00edda del Imperio Romano al mostrar un “desprecio indolente, o incluso criminal, por el bienestar p\u00fablico”[22] El cristianismo ha sustituido al h\u00e9roe pagano que sacrifica su vida por su comunidad, por el santo que renuncia a los lazos familiares y muere por su credo, \u00a1o se muere de hambre en el desierto! \u00bfQui\u00e9n necesita a San Antonio o a San Ignacio? Es com\u00fanmente aceptado que, con su concepto igualitario y atomista del alma humana y su enfoque en la salvaci\u00f3n individual, el cristianismo engendr\u00f3 el individualismo, y m\u00e1s tarde la democracia moderna: de “una salvaci\u00f3n por persona” a “un voto por persona”[23].<\/p>\n

As\u00ed que estoy a favor de que los realistas cristianos de la raza luchen con “La Espada de Cristo”, pero la noci\u00f3n de que los blancos necesitan volver a la fe cristiana para salvarse colectivamente es un enga\u00f1o peligroso. Tambi\u00e9n podr\u00edamos hacer la “Danza del Fantasma”.<\/p>\n

El antrop\u00f3logo Weston La Barre utiliz\u00f3 la Danza de los Fantasmas como s\u00edmbolo de la teor\u00eda de que la relaci\u00f3n con los ancestros muertos es la base de las sociedades tradicionales (The Ghost Dance: The Origins of Religion<\/em>, 1970). Esto da que pensar.<\/p>\n

Pero perm\u00edtanme se\u00f1alar otra lecci\u00f3n del concepto: con la Danza de los Fantasmas, los nativos americanos intentaban poner un fin m\u00e1gico a su propio genocidio. El movimiento termin\u00f3 con la masacre de Wounded Knee. Diez d\u00edas antes, Lyman Frank Baum, editor del Aberdeen Saturday Pioneer<\/em> de Dakota del Sur (y futuro autor de El Mago de Oz<\/em>), escribi\u00f3<\/p>\n

\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 “La nobleza de los pieles rojas se ha extinguido, y los pocos que quedan son una manada de malditos quejumbrosos que lamen la mano que los golpea… Los blancos, por ley de conquista, por justicia de la civilizaci\u00f3n, son los amos del continente americano y la mejor seguridad de los asentamientos fronterizos se garantizar\u00e1 con la aniquilaci\u00f3n total de los pocos indios que quedan. \u00bfPor qu\u00e9 no aceptar la aniquilaci\u00f3n? Su gloria ha huido, su esp\u00edritu se ha roto, su hombr\u00eda se ha borrado; mejor que mueran en vez de vivir como los miserables que son [24].<\/em><\/p>\n

Sustituyan “Pieles Rojas” por “Blancos” y “Blancos” por “Jud\u00edos”, y tendr\u00e1n una visi\u00f3n del futuro de los americanos blancos como a algunos les gustar\u00eda. Seguramente hay una conexi\u00f3n k\u00e1rmica entre los dos escenarios: el destino colectivo significa responsabilidad colectiva. Exterminar a los indios que no pod\u00edan ser esclavizados e importar inhumanamente a millones de africanos, en cambio, supuso una maldici\u00f3n para la civilizaci\u00f3n blanca. Tal vez Yahv\u00e9 os oblig\u00f3 a hacerlo (Schopenhauer achac\u00f3 la barbarie occidental al esp\u00edritu judaico), y Yahv\u00e9 os hace pagar ahora (a nosotros) por ello.<\/p>\n

 <\/p>\n

El factor transgeneracional<\/h4>\n

Pero a\u00fan no estamos preparados para la Danza de los Fantasmas. Los blancos luchar\u00e1n por sus vidas, su identidad, su dignidad, su libertad de expresi\u00f3n, su leg\u00edtimo lugar de liderazgo. Nos esperan tiempos muy dif\u00edciles.<\/p>\n

Conocemos la fuerza de nuestro enemigo: Los jud\u00edos, escribi\u00f3 Martin Buber, hacen de la sangre “el estrato m\u00e1s profundo y potente de [su] ser”. El jud\u00edo percibe “qu\u00e9 confluencia de sangre le ha producido. […] Percibe en esta inmortalidad de las generaciones una comunidad de sangre”[25] (m\u00e1s de lo mismo en mi art\u00edculo “Israel como un solo hombre”).<\/u> Nuestra debilidad es el individualismo. Nuestro sentido de la sangre es d\u00e9bil. Para la mayor\u00eda de los blancos, la propia palabra no evoca m\u00e1s que lo que prolonga su miserable vida individual. \u00bfD\u00f3nde m\u00e1s que en Estados Unidos se puede comprar sangre?<\/p>\n

\"\"<\/p>\n

Si hay algo de verdad en la ciencia de la vida que he presentado aqu\u00ed, hay tambi\u00e9n una lecci\u00f3n, un camino filos\u00f3fico para liberarse del individualismo y empezar a escuchar a nuestro ser gen\u00e9tico interior. En cierto sentido, la met\u00e1fora de Dawkins tiene su valor, si s\u00f3lo a\u00f1adimos la dimensi\u00f3n espiritual que falta. Los genes, escribe, “nos crearon, cuerpo y mente; y su preservaci\u00f3n es la raz\u00f3n \u00faltima de nuestra existencia”[26] Pero la “preservaci\u00f3n” es un concepto equivocado: uno comparte sus genes cuando se aparea; mezcla su sangre, su linaje, con otro. Esta es la m\u00e1xima responsabilidad humana. La herencia gen\u00e9tica es la verdadera riqueza de las naciones. Hubo una vez, por cierto, un movimiento europeo basado enteramente en esa idea: ahora que los estadounidenses lo han destruido, pueden leerlo en Johann Chapoutot, The Law of Blood: Thinking and Acting as a Nazi<\/em> (La ley de la sangre: pensando y actuando como un nazi, 2018).<\/p>\n

Nuestra identidad central, nos guste o no, es que todos somos miembros de \u00e1rboles geneal\u00f3gicos. Nuestra mentalidad liberal podr\u00eda decirnos lo contrario, pero la sangre no miente. Nuestros antepasados viven dentro de nosotros. A veces luchan dentro de nosotros; pensemos en la guerra racial que se libra dentro de la cabeza de un hombre de origen mixto pero siempre identificado como negro, nunca como blanco.<\/p>\n

Probablemente sea un privilegio de la vejez darse cuenta de hasta qu\u00e9 punto nuestra psicolog\u00eda y nuestro destino fueron moldeados por nuestra genealog\u00eda. A sus ochenta a\u00f1os, Carl Jung dijo<\/p>\n

“Siento fuertemente que estoy bajo la influencia de cosas o preguntas que fueron dejadas incompletas y sin respuesta por mis padres y abuelos y antepasados m\u00e1s lejanos. A menudo parece como si hubiera un karma impersonal en la familia, que se transmite de padres a hijos. Siempre me ha parecido que ten\u00eda que responder a las preguntas que el destino hab\u00eda planteado a mis antepasados y que a\u00fan no hab\u00edan sido contestadas, o como si tuviera que completar, o quiz\u00e1s continuar, cosas que las \u00e9pocas anteriores hab\u00edan dejado inacabadas. Es dif\u00edcil determinar si estas preguntas son m\u00e1s bien de car\u00e1cter personal o m\u00e1s bien de car\u00e1cter general (colectivo). Me parece que es esto \u00faltimo[27].”<\/em><\/p>\n

La psicolog\u00eda transgeneracional ha aportado una sorprendente confirmaci\u00f3n de la intuici\u00f3n de Jung. Un pionero fue Ivan Boszormenyi-Nagy, que document\u00f3 esas “lealtades invisibles” que nos conectan inconscientemente con nuestros antepasados y dan forma a nuestro destino, sobre la base de un sistema de valores, deudas y m\u00e9ritos[28] El soci\u00f3logo franc\u00e9s Vincent de Gaulejac habla de “impasses geneal\u00f3gicos”, nudos neur\u00f3ticos del tipo “No quiero ser lo que soy”. El individuo que intenta desprenderse de su familia “permanece sobredeterminado por una filiaci\u00f3n que se le impone aunque crea escapar de ella”[29] El bestseller franc\u00e9s sobre el tema fue escrito por la “psicogenealogista” Anne Ancelin Schutzenberger, y se traduce como El s\u00edndrome del antepasado: Transgenerational Psychotherapy and the Hidden Links in the Family Tree<\/em> (Routledge, 1998). Tuve el privilegio de conocer a la autora durante un seminario sobre psicogenealog\u00eda. El tema me interesa desde hace tiempo por razones personales. Crec\u00ed en una familia atormentada por uno de esos “secretos familiares” que parecen producir misteriosamente neurosis transgeneracionales. Cuando por fin descubr\u00ed de qu\u00e9 se trataba, tras d\u00e9cadas de especulaciones, empec\u00e9 a entender por qu\u00e9 la “paternidad extrapareja” (el t\u00e9rmino t\u00e9cnico antropol\u00f3gico) se considera un factor gravemente destructivo en la mayor\u00eda de las sociedades civilizadas (pero no para los himba<\/a>).<\/p>\n

La antropolog\u00eda ense\u00f1a que la compleja red de relaciones sangu\u00edneas y matrimoniales que rodea a cada persona desde el nacimiento hasta la muerte (lo que Lewis H. Morgan llam\u00f3 en 1871 “sistemas de consanguinidad y afinidad”) forma la estructura distintiva de toda sociedad. Nuestro antiguo sistema de parentesco, heredado del mundo romano, se ha hecho pedazos. Tanto si queremos salvar nuestra civilizaci\u00f3n como preparar una nueva, quiz\u00e1 debamos trabajar en la restauraci\u00f3n del clan desde la base. Construir una nueva cultura de clan es todo un reto, porque el clan s\u00f3lo puede sostenerse sobre la base de jerarqu\u00edas naturales, que chocan con nuestros “valores” democr\u00e1ticos y mercantiles.<\/p>\n

Pero si damos prioridad a la construcci\u00f3n de familias grandes, fuertes, sanas y sostenibles, de ellas saldr\u00e1n buenos hombres y mujeres, quiz\u00e1 h\u00e9roes. Algunos fracasar\u00e1n, otros ser\u00e1n asesinados, pero su memoria perdurar\u00e1 y vendr\u00e1n otros nuevos. Me recuerda algo que Laurence Leamer escribi\u00f3 sobre los Kennedy:<\/p>\n

\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 Joseph P. Kennedy cre\u00f3 una gran cosa en su vida, y fue su familia. […] Joe ense\u00f1\u00f3 que la sangre mandaba y que deb\u00edan confiar los unos en los otros y aventurarse en un mundo peligroso lleno de traiciones e incertidumbre, volviendo siempre al santuario de la familia[30].<\/em><\/p>\n

El doctor Laurent Guy\u00e9not es el autor de De Yahv\u00e9 a Si\u00f3n: Dios celoso, pueblo elegido, tierra prometida… Choque de civilizaciones<\/em>, 2018, y JFK-9\/11: 50 a\u00f1os de Estado profundo<\/em>, 2014 (prohibido en Amazon). Ha recopilado algunos de sus anteriores art\u00edculos de Unz Review en Nuestro Dios tambi\u00e9n es vuestro Dios, pero nos ha elegido: Ensayos sobre el poder jud\u00edo.<\/em><\/p>\n

Laurent Guyenot, 27 marzo 2021<\/p>\n

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Articulo original<\/a><\/p>\n

Traducci\u00f3n: MP para Red Internacional<\/a><\/p>\n

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Art\u00edculos publicados en espa\u00f1ol:<\/p>\n

\u2013 \u00bfTerminar\u00e1 alguna vez la desnazificaci\u00f3n?<\/p>\n

https:\/\/redinternacional.net\/2021\/03\/13\/terminara-alguna-vez-la-des-nazificacion-por-laurent-guyenot\/<\/a><\/p>\n

\u2013 El cristianismo y la gran mentira, c\u00f3mo pudo Yahv\u00e9 conquistar a Roma (2021)https:\/\/redinternacional.net\/2021\/01\/09\/el-cristianismo-y-la-gran-mentira-como-pudo-yahve-conquistar-a-roma-laurent-guyenot\/?fbclid=IwAR3YZlUS3oZqSuN5i9HRmh5qWgF-6xbaaEbbub_H4_HtB1_QE95fr4AH590<\/a>:<\/p>\n

\u2013 Dossier: \u00bfEs la circuncisi\u00f3n la fuente de la tribulaci\u00f3n jud\u00eda? Mutilaci\u00f3n genital y trauma ps\u00edquico\u00a0 \u00a0https:\/\/redinternacional.net\/2019\/03\/25\/dossier-es-la-circuncision-la-fuente-de-la-tribulacion-judia-mutilacion-genital-y-trauma-psiquico-por-laurent-guyenot\/<\/a><\/p>\n

\u2013 \u00bfFue Martin Luther King sacrificado por Si\u00f3n?<\/p>\n

https:\/\/redinternacional.net\/2018\/04\/09\/fue-martin-luther-king-sacrificado-por-zion-por-laurent-guyenot\/<\/a><\/p>\n

11 de septiembre \u00bfuna operaci\u00f3n que se organiz\u00f3 desde adentro, o una operaci\u00f3n del Mossad?\u00a0https:\/\/www.voltairenet.org\/article180189.html<\/a>\u00a0(25 de septiembre de 2013)<\/p>\n

\u2013 Kennedy, el lobby y la bomba :\u00a0https:\/\/www.voltairenet.org\/article178407.html<\/a>\u00a0(2 de mayo de 2013)<\/p>\n

 <\/p>\n

*<\/p>\n

Notas<\/strong><\/em><\/p>\n

1] Darwin a Falconer en 1862, citado en Stephen Jay Gould, The Structure of Evolutionary Theory<\/em>, Harvard UP, 2002, p. 2. Darwin a\u00f1adi\u00f3 (pero se equivoc\u00f3): “pero espero y deseo que el marco se mantenga”. Es cierto que el concepto de “selecci\u00f3n de grupo” fue introducido por el propio Darwin en The Descent of Man<\/em>, y Selection in Relation to Sex<\/em> (1871), pero eso no cambia el hecho de que sea incompatible con el darwinismo, al menos con el neodarwinismo.<\/p>\n

2] Bernard Shaw, prefacio de Back to Methuselah<\/em> (1921), en www.gutenberg.org.<\/p>\n

3] Curiosamente, Darwin se quej\u00f3 de ello en su autobiograf\u00eda: “Mi mente parece haberse convertido en una especie de m\u00e1quina para moler leyes generales a partir de grandes colecciones de hechos” (p. 144).<\/p>\n

4] Henri Bergson, L’\u00c9volution cr\u00e9atrice<\/em>, citado en Rupert Sheldrake, The Presence of the Past: La resonancia m\u00f3rfica y los h\u00e1bitos de la naturaleza<\/em>, Icon Books, 2011<\/p>\n

5] Arthur Koestler, The Ghost in the Machine<\/em> (1967), citado en Rupert Sheldrake, The Science Delusion: Freeing the Spirit of Enquiry<\/em>, Coronet, 2012.<\/p>\n

6] Citado en Rupert Sheldrake, The Science Delusion<\/em>.<\/p>\n

7] Michael Behe, Darwin’s Black Box: The Biochemical Challenge to Evolution<\/em>, S&S International, 2006, p. 46.<\/p>\n

8] Michael Behe, Darwin’s Black Box<\/em>, p. 37.<\/p>\n

9] Stephen Meyer, La duda de Darwin: El origen explosivo de la vida animal y el caso del dise\u00f1o inteligente<\/em>, HarperOne, 2013, p. 177.<\/p>\n

[10] Stephen C. Meyer, La duda de Darwin<\/em>, p. 168.<\/p>\n

[11] Stephen C. Meyer, La duda de Darwin<\/em>, p. 170.<\/p>\n

[12] Stephen C. Meyer, Darwin’s Doubt<\/em>, p. 159.<\/p>\n

13] Rupert Sheldrake, The Science Delusion<\/em>.<\/p>\n

14] Rupert Sheldrake, La presencia del pasado: La resonancia m\u00f3rfica y los h\u00e1bitos de la naturaleza<\/em>, Icon Books, 2011.<\/p>\n

15] Rupert Sheldrake, Morphic Resonance: The Nature of Formative Causation<\/em>, Park Street Press, 2009, p. 9.<\/p>\n

16] Rupert Sheldrake, Morphic Resonance<\/em>, pp. 111-112.<\/p>\n

17] Rupert Sheldrake, La presencia del pasado<\/em>.<\/p>\n

18] Rupert Sheldrake, Morphic Resonance<\/em>, pp. 94, 109.<\/p>\n

19] Citado en Rupert Sheldrake, The Presence of the Past<\/em>.<\/p>\n

20] Herbert Spencer, Social Statics: or the Conditions Essential to Human Happiness Specified, and the First of Them Developed<\/em>, Appleton-Century-Crofts, 1888, p. 497, citado aqu\u00ed.<\/p>\n

21] T. D. Weldon las llam\u00f3 “teor\u00edas pol\u00edticas mec\u00e1nicas”, por oposici\u00f3n a las org\u00e1nicas, en States and Morals<\/em>, 1947.<\/p>\n

[22] Edward Gibbon, Historia de la decadencia y ca\u00edda del Imperio Romano<\/em>, citado en Catherine Nixey, The Darkening Age: The Christian Destruction of the Classical World<\/em>, Houghton Mifflin Harcourt, 2018, p. 31.<\/p>\n

[23] Louis Dumont, Ensayos sobre el individualismo: Modern Ideology in Anthropological Perspective<\/em>, University of Chicago Press, 1992, pp. 23-59.<\/p>\n

24] Citado en David E. Stannard, American Holocaust: The Conquest of the New World<\/em>, Oxford UP, 1992, p. 126.<\/p>\n

25] Citado por Brendon Sanderson en su rese\u00f1a de Jewish Tradition and the Challenge of Darwinism<\/em>, de Geoffrey Cantor y Mark Swetlitz, en The Occidental Observer<\/em>.<\/p>\n

26] Me pregunto, por cierto, c\u00f3mo justifica Dawkins haber tenido un solo hijo en tres matrimonios. \u00bfEs m\u00e1s inteligente que sus genes?<\/p>\n

27] Carl Jung, Memories, Dreams, Reflections<\/em>, grabado y editado por Aniela Jaff\u00e9 (1963), Vintage Books.<\/p>\n

28] Ivan Boszormenyi-Nagy, Invisible Loyalties: Reciprocity in Intergenerational Family Therapy<\/em>, Harper & Row, 1973.<\/p>\n

29] Vincent de Gaulejac, L’Histoire en h\u00e9ritage. Roman familial et trajectoire sociale<\/em>, Payot, 2012, pp. 141-142, 146-147.<\/p>\n

30] Laurence Leamer, Hijos de Camelot: The Fate of an American Dynasty<\/em>, HarperCollins, 2005.<\/p>\n

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“Somos m\u00e1quinas de supervivencia: veh\u00edculos rob\u00f3ticos programados ciegamente para preservar las mol\u00e9culas ego\u00edstas conocidas como genes”. As\u00ed habla Richard Dawkins en El gen ego\u00edsta. Su teor\u00eda de los genes ego\u00edstas, coment\u00f3 en 1989, “se ha convertido en la ortodoxia de los libros de texto”, porque no es m\u00e1s que “una...<\/p>\n","protected":false},"author":1,"featured_media":9146,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"footnotes":""},"categories":[1376,2689,1385,1366],"tags":[5863,5686,5855,5862,5865,5864],"class_list":["post-9143","post","type-post","status-publish","format-standard","has-post-thumbnail","hentry","category-analisis","category-guyenot-laurent","category-religion-etica-filosofia-cultura","category-all","tag-darwinismo","tag-darwinismo-social","tag-laurent-guyenot","tag-metagenetica","tag-schopenhauer","tag-voluntad-de-poder"],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/redinternacional.net\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/9143","targetHints":{"allow":["GET"]}}],"collection":[{"href":"https:\/\/redinternacional.net\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/redinternacional.net\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/redinternacional.net\/wp-json\/wp\/v2\/users\/1"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/redinternacional.net\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=9143"}],"version-history":[{"count":2,"href":"https:\/\/redinternacional.net\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/9143\/revisions"}],"predecessor-version":[{"id":9148,"href":"https:\/\/redinternacional.net\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/9143\/revisions\/9148"}],"wp:featuredmedia":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/redinternacional.net\/wp-json\/wp\/v2\/media\/9146"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/redinternacional.net\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=9143"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/redinternacional.net\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=9143"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/redinternacional.net\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=9143"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}