{"id":8882,"date":"2020-11-18T18:29:22","date_gmt":"2020-11-18T18:29:22","guid":{"rendered":"https:\/\/redinternacional.net\/?p=8882"},"modified":"2020-11-18T18:30:36","modified_gmt":"2020-11-18T18:30:36","slug":"8882","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/redinternacional.net\/2020\/11\/18\/8882\/","title":{"rendered":"Interpretando los sue\u00f1os de la izquierda – por Gilad Atzmon"},"content":{"rendered":"
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“\u00bfPor qu\u00e9 so\u00f1amos? La respuesta de Freud es enga\u00f1osamente simple: la funci\u00f3n \u00faltima del sue\u00f1o es permitir que el so\u00f1ador permanezca dormido.” Slavoj Zizek (2006)<\/p>\n
La Ideolog\u00eda de la Izquierda Tradicional establece una visi\u00f3n de c\u00f3mo “deber\u00eda ser” el mundo. La visi\u00f3n de la Izquierda puede resumirse en la creencia de que la justicia social es el principal requisito para mejorar el mundo, y que este futuro mejor implica la b\u00fasqueda de la igualdad en diversas formas. El ide\u00f3logo de la izquierda cree que es tanto \u00e9tico como moral intentar acercarse a la igualdad en t\u00e9rminos de derechos civiles y riqueza material.<\/p>\n
Pero si la Izquierda se centra en “lo que podr\u00eda ser”, la Derecha se centra en “lo que es”. Si la izquierda opera en el terreno de lo que la gente “podr\u00eda ser”, la derecha opera en el plano donde la gente “est\u00e1” o al menos, donde cree que est\u00e1. La derecha no tiene como objetivo cambiar la realidad social humana, sino m\u00e1s bien celebrarla, e incluso maximizarla.<\/p>\n
La ideolog\u00eda de la izquierda, en consecuencia, tiene la forma de un “sue\u00f1o”. Apuntar a lo que “deber\u00eda ser” en lugar de “lo que es” induce un nivel de ilusorio desapego ut\u00f3pico y describe un mundo igualitario fantasmal a menudo alejado de nuestra abusiva, opresiva y condenada realidad. En este futuro fantasm\u00e1tico, la gente se alejar\u00e1 de la codicia y la gula, trabajar\u00e1 menos y aprender\u00e1 a compartir, incluso a compartir lo que no posee para empezar.<\/p>\n
Este “sue\u00f1o” imaginario ayuda a explicar por qu\u00e9 la ideolog\u00eda de la izquierda (occidental) rara vez apel\u00f3 a las clases en lucha; las masas, consumidas por la b\u00fasqueda del pan y la mantequilla, dif\u00edcilmente se interesar\u00edan en “sue\u00f1os” ut\u00f3picos o experimentos sociales futuristas. Sumidos en la lucha diaria y perseguidos por la existencia, los trabajadores nunca se han adherido realmente a “la revoluci\u00f3n”, generalmente porque estaban demasiado ocupados trabajando. Esto quiz\u00e1s explica por qu\u00e9 tan a menudo fueron agitadores burgueses y de la clase media los que se convirtieron en iconos revolucionarios. Fueron ellos los que tuvieron acceso a un peque\u00f1o recurso extra para financiar sus aventuras revolucionarias.<\/p>\n
El “Sue\u00f1o de la Izquierda” es ciertamente atractivo, pero tal vez demasiado atractivo. La justicia social, la igualdad e incluso la revoluci\u00f3n pueden no ser m\u00e1s que la adictiva prisa de que se realice el cambio y esto es tal vez por qu\u00e9 los agitadores de la Izquierda a menudo encuentran imposible despertar de su fantas\u00eda social de transformaci\u00f3n. Simplemente se niegan a admitir que la realidad se les ha escapado de las manos, prefiriendo permanecer en su acogedor universo fantasmal e ilusorio, protegido por los muros mentales de un gueto construidos con terminolog\u00eda arcaica y cierta correcci\u00f3n pol\u00edtica.<\/p>\n
De hecho, cuanto m\u00e1s atractiva y convincente es la fantas\u00eda revolucionaria, menos dispuestos est\u00e1n sus partidarios a ser despertados por la realidad. Esta ceguera ayuda a explicar por qu\u00e9 la Izquierda ideol\u00f3gica y pol\u00edtica occidental ha fracasado en tantos frentes: so\u00f1aba despierta cuando se introdujo la econom\u00eda de servicios, y no despert\u00f3 cuando se evisceraron la producci\u00f3n y la manufactura. Bostez\u00f3 cuando deber\u00eda haber combatido la cultura de las multinacionales, el dinero en grande y su culto, y se qued\u00f3 dormida cuando la educaci\u00f3n superior se convirti\u00f3 en un lujo. La Izquierda ciertamente roncaba ruidosamente cuando, una tras otra, sus instituciones fueron secuestradas por la pol\u00edtica identitaria de la “Nueva Izquierda”.<\/p>\n
Es importante se\u00f1alar en particular a la llamada “Izquierda” americana contempor\u00e1nea, porque estaba profundamente dormida cuando la clase trabajadora americana se alej\u00f3 hacia el partido republicano. La izquierda americana estaba tan profundamente ensimismada en su “fantas\u00eda revolucionaria” que no se dio cuenta del hecho vergonzoso de que un abrasivo magnate inmobiliario multimillonario se estaba transformando en un icono populista revolucionario para la gente trabajadora. La izquierda americana estaba tan emocionada por su auto-adoraci\u00f3n que pretend\u00eda no ver que toda su operaci\u00f3n estaba de hecho sostenida por magnates de Wall Street y globalistas del peor tipo. La izquierda americana se ha convertido en un aparato de oposici\u00f3n controlada. Pr\u00e1cticamente se encam\u00f3 con los m\u00e1s amargos enemigos de la paz y la justicia, y m\u00e1s de cualquier cosa que se parezca a la “justicia social” y la armon\u00eda humana.<\/p>\n
En uno de sus momentos m\u00e1s perspicaces, Slavoj Zizek profundiz\u00f3 en una comparaci\u00f3n entre la percepci\u00f3n del sue\u00f1o de Freud y Lacan: “\u00bfPor qu\u00e9 so\u00f1amos?” se pregunt\u00f3 Zizek. “La respuesta de Freud es enga\u00f1osamente simple: la funci\u00f3n \u00faltima del sue\u00f1o es permitir al so\u00f1ador permanecer dormido.”<\/p>\n
De acuerdo con esta percepci\u00f3n, el sue\u00f1o est\u00e1 ah\u00ed para mantener el estado de dormici\u00f3n \u00a0contra viento y marea. Reprime cualquier perturbaci\u00f3n externa (ya sea depresi\u00f3n, ansiedad, ruido o incluso una amenaza inmediata) incorpor\u00e1ndola al sue\u00f1o.<\/p>\n
En La interpretaci\u00f3n de los sue\u00f1os<\/em>, Freud cuenta la historia de un padre cuyo joven hijo acaba de morir. El padre se duerme y sue\u00f1a que el ni\u00f1o est\u00e1 de pie junto a su cama en llamas, susurrando un insoportable reproche: “Padre, \u00bfno ves que me estoy quemando? Poco despu\u00e9s, el padre se despierta y descubre que una vela ca\u00edda ha prendido fuego a la mortaja de su hijo muerto. El padre hab\u00eda olido el humo mientras dorm\u00eda e incorpor\u00f3 la imagen de su hijo ardiendo en su sue\u00f1o para prolongar su dormir. Zizek se pregunta: \u00bfdespert\u00f3 el padre porque el est\u00edmulo externo se volvi\u00f3 demasiado fuerte para ser contenido dentro del escenario del sue\u00f1o? \u00bfO fue el anverso, que el padre construy\u00f3 el sue\u00f1o para prolongar su estado dormido, pero lo que encontr\u00f3 en el sue\u00f1o fue a\u00fan m\u00e1s insoportable que la realidad externa, de modo que despert\u00f3 para escapar de ella?<\/p>\n En el “Sue\u00f1o de Izquierda”, la revoluci\u00f3n cosmopolita ocurre por s\u00ed misma, ya que sus condiciones est\u00e1n “determinadas” por un inevitable cambio de conciencia de las masas. En el “Sue\u00f1o de Izquierda” la revoluci\u00f3n es inevitable, por as\u00ed decirlo. En la “pesadilla de la izquierda”, sin embargo, la realidad demuestra todo lo contrario; las condiciones para la revoluci\u00f3n est\u00e1n al alcance de la mano, pero entonces, como surgiendo de la nada, el mismo gui\u00f3n se repite, surge una figura estilo “Hitler” saliendo “de la nada” y aleja a las masas de la “revoluci\u00f3n” para llev\u00e1rselas tras la “bandera”. Pero una cosa est\u00e1 clara. En el Sue\u00f1o de Izquierda no hay ninguna salida de escape para abrirle paso a la realidad. A diferencia del padre que se despierta devastado por la imagen de su hijo siendo quemado, no hay un sue\u00f1o de Izquierda donde las masas en lucha puedan expresar alguna opini\u00f3n propia. En el Sue\u00f1o de Izquierda Americano, por ejemplo, no hay lugar para “hombres blancos sin educaci\u00f3n” que aparecen de la nada y se preguntan: \u00bfqu\u00e9 pasa con nosotros? \u00bfPor qu\u00e9 nos han abandonado? En el Sue\u00f1o de la Izquierda Americana a este tipo de gente “blanca” se les \u00a0llama “Trumpistas”, “Deplorables”, “Supremacistas Blancos”, “Nacionalistas Blancos”, etc. En el sue\u00f1o de la Izquierda Americana contempor\u00e1nea no hay camino de vuelta a la realidad.<\/p>\n Los pocos izquierdistas que despiertan de golpe por alg\u00fan tipo de control de la realidad se encuentran efectivamente expulsados de la izquierda, sin otra opci\u00f3n que cambiar de bando (pol\u00edtico). Esto puede explicar por qu\u00e9 los estudios demogr\u00e1ficos revelan que la gente en la juventud se siente pertenecer a la izquierda, pero termina o entre los conservadores. La madurez, seg\u00fan parece, implica una creciente aceptaci\u00f3n del “pesimismo realista”. La gente tiende a despertar, pero el sue\u00f1o no.<\/p>\n Uno puede preguntarse: \u00bfd\u00f3nde estaba la izquierda alemana cuando la popularidad de Hitler aument\u00f3 entre la clase obrera alemana a una velocidad que deja atr\u00e1s a nuestro Covid-19? \u00bfD\u00f3nde estaba la izquierda brit\u00e1nica cuando Margaret Thatcher, que destruy\u00f3 muchas de las industrias brit\u00e1nicas y socav\u00f3 los sindicatos, se hizo tan popular entre los trabajadores brit\u00e1nicos por hacer posible que fueran due\u00f1os de sus casas? \u00bfD\u00f3nde estaba la izquierda brit\u00e1nica cuando la popularidad de Corbyn y los laboristas se hizo a\u00f1icos?<\/p>\n Tambi\u00e9n es fascinante mirar a la izquierda israel\u00ed, ya que Israel se form\u00f3 alrededor de la idea del sionismo laborista. El partido laborista israel\u00ed que domin\u00f3 la pol\u00edtica israel\u00ed hasta 1977 se desvaneci\u00f3 literalmente, porque que su “sue\u00f1o” de una metamorfosis proletaria hebrea no pudo sostenerse. Debido al hecho de que el sionismo laborista se form\u00f3 y oper\u00f3 en el marco de un sue\u00f1o, nunca pudo adaptarse a una realidad pol\u00edtica moldeada por su propio sue\u00f1o.<\/p>\n La izquierda es a menudo demasiado ciega a las condiciones pol\u00edticas y sociales en las que opera. Nunca detecta la creciente ola de resentimiento que se provoca a s\u00ed misma porque operar en un marco de ensue\u00f1o inflige una severa forma de tiro por la culata.<\/p>\n Como Freud se dio cuenta, el sue\u00f1o est\u00e1 ah\u00ed para preservar al dormido. Ignora la oposici\u00f3n pol\u00edtica reduci\u00e9ndola a un “ruido” exterior. Establece ciertas zonas de puntos ciegos (ce lo de la correcci\u00f3n pol\u00edtica) o alternativamente define regiones crecientes de “parias pol\u00edticos” (Trumpistas, Fascistas, Racistas, Deplorables, Supremacistas Blancos etc.)<\/p>\n En noviembre de 2016 Hillary Clinton estaba en un estado de shock total cuando se despert\u00f3 un d\u00eda, y se enter\u00f3 de que Donald Trump ganaba las elecciones. En su sue\u00f1o Hillary ya hab\u00eda ganado la elecci\u00f3n, el acto de votar era s\u00f3lo un procedimiento formal. Cuatro a\u00f1os m\u00e1s tarde, Biden, el DNC y casi todos los medios de comunicaci\u00f3n siguieron exactamente a los mismos encuestadores que ya estaban totalmente fuera de lugar en 2016. Anticiparon una “victoria aplastante”.<\/p>\n El hecho de que Donald Trump se encontrara con tantos seguidores en sus m\u00edtines abiertos debe haberse enfocado en el contexto del “Sue\u00f1o de la Izquierda” como simple conjunto de ruidosos disturbios. Cuando Michael Moore advirti\u00f3 a la izquierda americana que los republicanos y Trump podr\u00edan volver a triunfar, nadie en el universo progresista americano se preocup\u00f3 de sus preocupaciones. Cuando una persona est\u00e1 dormida se espera que la persona cercana camine de puntillas…<\/p>\n Supongo que el sue\u00f1o voluptuoso de la izquierda americana contempor\u00e1nea es f\u00e1cil de describir: Te acuestas con Donald Trump en la Casa Blanca, te despiertas y ya, se ha ido. Este simple sue\u00f1o describe exactamente lo que pas\u00f3 en la ma\u00f1ana del 4 de noviembre de 2020. Am\u00e9rica se durmi\u00f3 aceptando que Trump, contra todo pron\u00f3stico, iba a repetir su haza\u00f1a. En la madrugada, los corredores de apuestas del mundo entero apostaban por su \u00e9xito en una proporci\u00f3n de 7 a 1. Por la ma\u00f1ana, de repente, la situaci\u00f3n cambi\u00f3: Trump estaba alej\u00e1ndose del poder. A primera vista, el sue\u00f1o de la izquierda americana se ha materializado.<\/p>\n Am\u00e9rica est\u00e1 obviamente dividida por el medio. Aquellos que favorecen a Biden insisten en que \u00e9l gan\u00f3 las elecciones. Los que apoyan a Trump est\u00e1n convencidos de que algo inusualmente deshonesto sucedi\u00f3 durante esa noche y en los d\u00edas siguientes.<\/p>\n No tengo los recursos ni la intenci\u00f3n de decir o incluso tratar de determinar qui\u00e9n gan\u00f3 las elecciones; pero est\u00e1 claro que el DNC, Biden, Harris y todos los medios de comunicaci\u00f3n estadounidenses no dejan que el tsunami de la desconfianza hacia su bando interfiera con su “sue\u00f1o materializado”. Biden no parece muy preocupado por el hecho de que Am\u00e9rica actualmente parezca una rep\u00fablica bananera. Como en una rep\u00fablica bananera tropical, los americanos ya no conf\u00edan en su sistema pol\u00edtico ni en sus instituciones. La gente que vive en las rep\u00fablicas bananeras aprende r\u00e1pidamente a esperar lo inesperado hasta el punto de que lo inesperado se convierte en la nueva normalidad. Biden no deja que la realidad interfiera con el sue\u00f1o. Como “presidente electo” no pierde tiempo, trabaja con su equipo de transici\u00f3n, mantiene la fantas\u00eda a flote. Estados Unidos est\u00e1 al borde de una guerra civil, pero ni siquiera eso molesta al “presidente electo” y su equipo de transici\u00f3n. En el sue\u00f1o progresista, el juramento de “unir a la naci\u00f3n” es mucho m\u00e1s fuerte que la realidad de una aguda divisi\u00f3n.<\/p>\n En 2006, Zizek proporcion\u00f3 una visi\u00f3n lacaniana de la realidad que vemos actualmente en los Estados Unidos. “La realidad”, escribi\u00f3 Zizek, “es para aquellos que no pueden sostener el sue\u00f1o”. Siempre es la gente trabajadora que lucha por el pan y la mantequilla la que no puede sostener la fantas\u00eda del cambio social. Siempre son las clases trabajadoras las que presionan por la concreci\u00f3n. Quieren que Am\u00e9rica vuelva a ser grande (Trump), quieren que Gran Breta\u00f1a sea tan “grande” como su nombre indica (Brexit), quieren que Francia sea francesa (los Chalecos amarillos). Antes de que sea demasiado tarde, aquellos que vieron a los llamados “Trumpistas” ayer en Washington DC deben aceptar que la realidad patri\u00f3tica encarnada por la bandera debe ser al menos tan significativa como el “sue\u00f1o” identitario de “los otros, unidos”.<\/p>\n Glad Atmon, 15 de noviembre de 2020<\/p>\n <\/p>\n