{"id":815,"date":"2018-04-10T15:29:33","date_gmt":"2018-04-10T15:29:33","guid":{"rendered":"https:\/\/redinternacional.net\/?p=815"},"modified":"2018-04-10T15:29:33","modified_gmt":"2018-04-10T15:29:33","slug":"70-anos-de-el-bogotazo-el-asesinato-que-cambio-la-historia-de-colombia","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/redinternacional.net\/2018\/04\/10\/70-anos-de-el-bogotazo-el-asesinato-que-cambio-la-historia-de-colombia\/","title":{"rendered":"70 a\u00f1os de ‘El Bogotazo’, el asesinato que cambi\u00f3 la historia de Colombia"},"content":{"rendered":"

\"gaitan\"<\/p>\n

La violencia fue abonando poco a poco un proceso que se radicalizar\u00eda en 1948, con la muerte de Jorge Eliecer Gait\u00e1n.<\/p>\n

Este estallido social, que tradicionalmente ha sido\u00a0definido como el\u00a0acontecimiento\u00a0que “dividi\u00f3 la historia de Colombia en dos”, fue el cl\u00edmax de una “espiral violenta\u00a0en la historia contempor\u00e1nea” de ese pa\u00eds, seg\u00fan el historiador Arturo Alape, que dej\u00f3 cientos de miles de muertos y millones de desplazados.<\/p>\n

El l\u00edder liberal se perfilaba como el ganador de las elecciones presidenciales de 1950. “Gait\u00e1n despert\u00f3 al pueblo invisibley lo convoc\u00f3 a una transformaci\u00f3n hist\u00f3rica”, afirma el escritor\u00a0colombiano William Ospina en\u00a0su libro ‘Pa’ que se acabe la vaina’. Por su parte, el soci\u00f3logo y periodista colombiano Alfredo Molano considera que el l\u00edder popular\u00a0“hizo temblar los cimientos de un r\u00e9gimen pol\u00edtico” liderado por la oligarqu\u00eda colombiana, en un art\u00edculo publicado en 2008 en su columna de\u00a0El Espectador.<\/p>\n

\n“Gait\u00e1n sentenci\u00f3, sin pretensi\u00f3n ni arrogancia: ‘sin m\u00ed no hay paz'”,\u00a0recuerda Molano.\u00a0Los a\u00f1os siguientes, tras la muerte del l\u00edder popular, estuvieron caracterizados por una escalada de la violencia, que dej\u00f3 una profunda herida en el pa\u00eds, en medio de reclamos sociales por mayor inclusi\u00f3n y equidad.\u00a0Por ello, surge la pregunta de si la realidad en el pa\u00eds hubiera sido distinta si no le hubieran disparado aquel 9 de abril.<\/p>\n

\n

‘El Bogotazo’<\/strong><\/p>\n

\nTras el asesinato del pol\u00edtico, las masas enardecidas destruyeron\u00a0todo lo que consiguieron a su paso, al grito de ‘Mataron a Gait\u00e1n’. La ciudad, llamada\u00a0la ‘Atenas Sudamericana’ por la clase dominante, como refiere el historiador Ren\u00e1n Vega Cantor en un art\u00edculo publicado en Rebeli\u00f3n, ardi\u00f3 y qued\u00f3 “reducida a cenizas”.<\/p>\n

Esto\u00a0acab\u00f3 con el\u00a0“mito de que Colombia constitu\u00eda la democracia m\u00e1s s\u00f3lida y perdurable de Am\u00e9rica Latina”, escribe el profesor de la Universidad Pedag\u00f3gica Nacional de Bogot\u00e1.<\/p>\n

\nEste hecho es catalogado por el docente universitario\u00a0como “la\u00a0protesta urbana m\u00e1s importante de la primera mitad del siglo XX en todo el continente”, cerr\u00f3 una etapa en la historia colombiana y abri\u00f3 una “caracterizada por el terrorismo de Estado”.<\/p>\n

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Acontecimientos<\/strong><\/p>\n

\nEl 7 de agosto de 1946 se dio una de las m\u00e1s encarnizadas persecuciones de los conservadores, con el apoyo de\u00a0la\u00a0“fuerza p\u00fablica, p\u00e1rrocos, obispos y monse\u00f1ores”, contra los liberales, seg\u00fan una publicaci\u00f3n\u00a0acad\u00e9mica de la periodista Diana De la Rosa Gonz\u00e1lez.<\/p>\n

En este contexto, el 18 de julio de 1947, el abogado colombiano convoc\u00f3 a la llamada Marcha de las Antorchas para denunciar el asesinato sistem\u00e1tico de los miembros de las clases trabajadoras que eran vinculadas con el partido Liberal y como paso previo a su candidatura presidencial. Unas 100.000 personas\u00a0se concentraron en la Plaza de Bol\u00edvar, en Bogot\u00e1, al grito de ‘\u00a1A la carga!’.<\/p>\n

Meses despu\u00e9s, el\u00a07 de febrero de 1948, una multitudinaria marcha silenciosa\u00a0con el dirigente pol\u00edtico al frente\u00a0se hizo en la capital colombiana para\u00a0exigirle al gobierno\u00a0de Ospina P\u00e9rez respeto\u00a0por sus\u00a0derechos. En esa ocasi\u00f3n, en un c\u00e9lebre discurso, el\u00a0l\u00edder liberal se refiri\u00f3 al “derramamiento de sangre” y\u00a0exhort\u00f3 al mandatario a que impidiera la violencia.<\/p>\n

\nTras esta multitudinaria\u00a0protesta, el 9 de abril de ese mismo a\u00f1o, a la 1:05 de la tarde, al salir de su oficina para almorzar con un grupo de amigos, en el centro de la ciudad, Gait\u00e1n recibi\u00f3 tres balazos presuntamente\u00a0propinados por\u00a0Juan Roa Sierra, quien posteriormente fue linchado por una turba y su cad\u00e1ver arrastrado por las calles.\u00a0El pol\u00edtico\u00a0falleci\u00f3 al llegar al hospital.<\/p>\n

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\u00bfQu\u00e9 podr\u00eda haber ocurrido diferente?<\/strong><\/p>\n

\nEl historiador e investigador Boris Caballero Escorcia, al ser consultado,\u00a0expresa que de no haber muerto Gait\u00e1n, hubiera\u00a0ocurrido\u00a0un viraje\u00a0hacia un gobierno “m\u00e1s redistribuidor y m\u00e1s democr\u00e1tico”. No obstante, tambi\u00e9n habr\u00eda cabido la posibilidad de que “la respuesta\u00a0hubiera sido el golpe militar” ante una eventual Presidencia del jurista liberal.<\/p>\n

“Si a Gait\u00e1n no lo matan, hubiese logrado como presidente llevar adelante una reforma agraria” que democratizara el acceso a las tierras, por lo que “el surgimiento de las guerrillas hubiese sido m\u00e1s dif\u00edcil”, agrega el investigador.<\/p>\n

Al preguntarle sobre\u00a0las estrategias para acabar con\u00a0ese hipot\u00e9tico gobierno, comenta que de igual manera la violencia “hubiese sido la estrategia de la \u00e9lite regional y local para contener y descabezar al movimiento campesino gaitanista”, a pesar de que el poder pol\u00edtico estuviera en manos del jefe liberal, pues la “disputa con la oligarqu\u00eda tomar\u00eda una forma violenta” que, en su opini\u00f3n, tendr\u00eda “motivaciones pol\u00edticas y econ\u00f3micas m\u00e1s claras y expl\u00edcitas”.<\/p>\n

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Imposible de\u00a0determinar<\/strong><\/p>\n

\nEl historiador y docente universitario Vega Cantor, tambi\u00e9n entrevistado,\u00a0respondi\u00f3\u00a0que le resulta imposible\u00a0afrontar las pregunta como historiador, pero que “con la muerte de Gait\u00e1n desapareci\u00f3 en Colombia la posibilidad de transformar la estructura injusta, desigual y antidemocr\u00e1tica” que se gener\u00f3 desde la Independencia, a\u00a0principios del siglo XIX.<\/p>\n

Bajo su punto de vista,\u00a0el homicidio del\u00a0jefe del partido Liberal frustr\u00f3 la posibilidad de\u00a0“hacer realidad un proyecto democr\u00e1tico-popular”.<\/p>\n

\nTras 70 a\u00f1os de ‘El Bogotazo’, sigue pendiente la “agenda de democratizaci\u00f3n, de romper con la desigualdad, de terminar con las exclusiones”, pues en su opini\u00f3n, en su pa\u00eds “nunca ha existido ning\u00fan tipo de reformismo real” que haya “tocado el poder de los terratenientes, de los grandes capitalistas”.<\/p>\n

Para este profesor titular, los objetivos que Gait\u00e1n plante\u00f3 siguen teniendo vigencia: soberan\u00eda nacional, ataque a la desigualdad,\u00a0redistribuci\u00f3n de la riqueza, entre otros.<\/p>\n

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La violencia<\/strong><\/p>\n

\n‘El Bogotazo’ estuvo\u00a0precedido por la violencia interpardista de los a\u00f1os 30, seg\u00fan Caballero Escorcia. “Com\u00fanmente se vende la idea de que la violencia en Colombia, como etapa hist\u00f3rica, no se hubiese dado si no matan a Gait\u00e1n”.<\/p>\n

La etapa conocida como\u00a0‘La Violencia’, que se extendi\u00f3 por unos veinte a\u00f1os, comenz\u00f3\u00a0a\u00a0delinearse con m\u00e1s claridad durante\u00a0el\u00a0gobierno del conservador Mariano Ospina P\u00e9rez (1946-1950),\u00a0cuando\u00a0“el pa\u00eds ya viv\u00eda la desesperanza de estar al borde del abismo de la violencia pol\u00edtica”,\u00a0dice\u00a0William Ospina.<\/p>\n

Seg\u00fan el narrador colombiano, las\u00a0“huellas de sangre” ya pisaban las distintas regiones de Colombia. En el departamento de Caldas y en\u00a0el sur “comenzaban a contarse los muertos en una suma interminable”, y en el\u00a0occidente de Boyac\u00e1\u00a0hab\u00eda aparecido la polic\u00eda chulavita, compuesta por bandas armadas conformadas bajo la tutela de la oligarqu\u00eda colombiana para\u00a0exterminar a los seguidores de Gait\u00e1n, seg\u00fan explica su propia hija, Gloria Gait\u00e1n,\u00a0en un art\u00edculo publicado en Aporrea.<\/p>\n

\nLos liberales atacados conformaron guerrillas con el apoyo de sus jefes pol\u00edticos, pero “no hab\u00eda combates: era una oscura guerra de emboscadas, de asaltos y ejecuciones”, armada por la “aristocracia bipartidista”, donde\u00a0“solo se sacrificaba al pueblo”,\u00a0explica\u00a0Ospina.<\/p>\n

“La\u00a0discriminaci\u00f3n, el desamparo, la pobreza y el resentimiento” fueron germen del proceso de organizar “guerrillas defensivas”, que empezaron a conformarse durante el gobierno de Gustavo Rojas Pinilla (1953-1957), los a\u00f1os 60 (FARC, ELN y EPL) y los 70 (M-19),\u00a0asevera el\u00a0autor colombiano en su libro.<\/p>\n

Setenta a\u00f1os despu\u00e9s de las llamas y los pa\u00f1uelos ensangrentados en las calles de Bogot\u00e1, las\u00a0FARC se constituyeron como un partido pol\u00edtico en 2017, tras la firma del acuerdo de paz. Este nueve de abril, en v\u00edsperas de las elecciones presidenciales, y con m\u00e1s de 30 l\u00edderes sociales asesinados en lo que va de a\u00f1o, los colombianos llevar\u00e1n en sus manos flores en homenaje a las m\u00e1s de\u00a0ocho millones v\u00edctimas del conflicto, donde fueron asesinadas\u00a0por lo menos\u00a0un mill\u00f3n de personas.<\/p>\n

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Fuente : RT 10 abril 2018<\/a><\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"

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