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Un pormenorizado trabajo publicado el 17 de abril en el portal GlobalGeoNews con la firma del periodista franc\u00e9s Maxime Chaix, autor del libro \u00a0La Guerra en la Sombra en Siria \u00a0aporta importante informaci\u00f3n acerca de los or\u00edgenes de la sorpresiva vinculaci\u00f3n protag\u00f3nica de Estados Unidos en la guerra anti-Assad en Siria. \u00a0Timber Sycamore \u00a0es el nombre en clave de una operaci\u00f3n encubierta autorizada oficialmente por el entonces Presidente estadounidense Barack Obama en junio de 2013 para entrenar y equipar los rebeldes contra su hom\u00f3logo sirio. Pero en realidad ese \u00a0apoyo \u00a0comenz\u00f3 en octubre de 2011, cuando la CIA estaba operando a trav\u00e9s del MI6 (el servicio de inteligencia exterior brit\u00e1nico) para evitar tener que notificar al Congreso que estaba armando a los rebeldes en Siria. Originalmente, la CIA y el MI6 establecieron una red de suministro de armas a los rebeldes en Siria desde Libia, un plan en el que participaron los servicios de inteligencia saud\u00edes, qatar\u00edes y turcos.<\/div>\n
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En la primavera de 2012, Obama firm\u00f3 de mala gana una orden ejecutiva de alto secreto, que autoriz\u00f3 a la CIA a proporcionar “apoyo no letal” a los rebeldes en Siria. En concreto, lo que hizo la CIA fue vincular a sus aliados de Qatar y Arabia Saud\u00ed con una serie de fabricantes de armas de los Balcanes (Bulgaria, Ruman\u00eda, Serbia, Croacia, etc.). Con el apoyo de la OTAN, que controla las exportaciones de armas de los Balcanes a trav\u00e9s de la EUFOR, los servicios secretos de Qatar y Arabia Saud\u00ed empezaron a comprar armas y municiones de estos pa\u00edses para equipar ilegalmente a los rebeldes sirios. En octubre de 2012, el New York Times revel\u00f3 que este vasto tr\u00e1fico de armas patrocinado por la CIA iba a apoyar principalmente a grupos yihadistas en Siria, mientras que las exportaciones de armas por v\u00eda a\u00e9rea iban en aumento, con la inyecci\u00f3n de armas en territorio sirio desde “teatros de operaciones” en Turqu\u00eda y Jordania, a trav\u00e9s de la FSA (“Ej\u00e9rcito Libre de Siria”) y de traficantes de armas locales. Finalmente, result\u00f3 que estos “quir\u00f3fanos” fueron improvisados por quince servicios de inteligencia occidentales y de Oriente Medio, entre ellos la DGSE y el MI6, aunque todav\u00eda no se sabe exactamente qu\u00e9 papel desempe\u00f1aban estas agencias en esta guerra secreta.<\/div>\n
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Lo que est\u00e1 claro es que decenas de miles de toneladas de armas y millones de cartuchos de municiones fueron introducidos en el escenario de guerra sirio por esta operaci\u00f3n. Tambi\u00e9n se ha comprobado que estos armamentos fueron destinados en su mayor\u00eda a equipar a los grupos yihadistas, incluyendo a la milicia terrorista que se proclam\u00f3 a s\u00ed misma “Estado Isl\u00e1mico” en junio de 2014.<\/div>\n
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Finalmente, Donald Trump decidi\u00f3 eliminar esta operaci\u00f3n a principios del verano de 2017. Este fue un gran rev\u00e9s para la CIA, ya que el Presidente de los Estados Unidos pronosticaba una derrota de Estados Unidos y sus aliados rusos, iran\u00edes y libaneses en la guerra contra Siria. El papel coordinador de la Agencia fue confirmado en junio de 2018 por Ben Rhodes, asesor principal de Obama de 2009 a 2017 quien argument\u00f3 que la inclusi\u00f3n de al-Nusra en el listado de organizaciones terroristas del Departamento de Estado en diciembre de 2012 fue un movimiento “esquizofr\u00e9nico”, ya que era obvio que la milicia yihadista era una “parte importante” de la oposici\u00f3n anti-Assad.<\/div>\n
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Seg\u00fan el periodista Mehdi Hasan la CIA hab\u00eda desempe\u00f1ado un papel de coordinaci\u00f3n en este vasto comercio de armas y la participaci\u00f3n de Estados Unidos en esta guerra en la sombra hab\u00eda sido mucho mayor de lo que se pensaba. Seg\u00fan el Washington Post, \u00e9sta fue una de las mayores operaciones encubiertas” de la CIA en su historia. En enero de 2016, el New York Times lo confirm\u00f3, se\u00f1alando que las maniobras de la CIA para derrocar a Assad formaban parte de una campa\u00f1a multinacional que inclu\u00eda miles de millones de petrod\u00f3lares de los estados del Golfo, invertidos principalmente por Arabia Saudita. Esta guerra secreta marc\u00f3 el comienzo, entre 2011 y 2017, de una estrecha cooperaci\u00f3n entre los servicios secretos occidentales y sus hom\u00f3logos turcos y del Cercano Oriente.<\/div>\n
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As\u00ed, muchos expertos y periodistas comet\u00edan el error de analizar las operaciones de las distintas potencias de Oriente Medio de forma aislada de las de los gobiernos occidentales. Por el contrario, como admiti\u00f3 el ex primer ministro de Qatar en 2017, se trataba de una operaci\u00f3n conjunta y coordinada en la que participaban todos esos servicios de inteligencia. Debido al n\u00famero r\u00e9cord de financiadores p\u00fablicos y privados que apoyan esta campa\u00f1a, y a las decenas de miles de muyahidines anti-Assad que fueron ayudados directa o indirectamente por la CIA y sus aliados, creo que esta podr\u00eda ser la operaci\u00f3n clandestina m\u00e1s masiva en la historia de la Agencia. Sin embargo, no se he podido determinar eso con certeza debido al secretismo de esta guerra en la sombra, que impide el acceso a los archivos y limita severamente la cantidad de filtraciones a la prensa.<\/div>\n