{"id":7359,"date":"2019-04-17T00:29:12","date_gmt":"2019-04-17T00:29:12","guid":{"rendered":"https:\/\/redinternacional.net\/?p=7359"},"modified":"2019-04-17T00:29:12","modified_gmt":"2019-04-17T00:29:12","slug":"ejercitos-privados-mercenarios-legales-por-marcelo-colussi","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/redinternacional.net\/2019\/04\/17\/ejercitos-privados-mercenarios-legales-por-marcelo-colussi\/","title":{"rendered":"Ej\u00e9rcitos privados, mercenarios legales – por Marcelo Colussi"},"content":{"rendered":"
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[Los contratistas de guerra ] \u201cno son s\u00f3lo manzanas podridas: son el fruto de un \u00e1rbol muy t\u00f3xico. Este sistema depende del maridaje entre inmunidad e impunidad. Si el gobierno empezara a golpear a las empresas de mercenarios con cargos formales de acusaci\u00f3n de cr\u00edmenes de guerra, asesinato o violaci\u00f3n de los derechos humanos (y no s\u00f3lo a t\u00edtulo simb\u00f3lico), el riesgo que asumir\u00edan estas compa\u00f1\u00edas ser\u00eda tremendo. (\u2026) La guerra es un negocio y el negocio ha ido muy bien\u201d.
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Jeremy Scahill<\/strong> <\/i><\/p>\n

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Con el surgimiento del mundo moderno que trae el capitalismo y el afianzamiento de los Estados nacionales, la defensa de la soberan\u00eda, o las guerras de conquista, cada vez m\u00e1s fueron confi\u00e1ndose a ej\u00e9rcitos regulares bien entrenados, profesionalizados y crecientemente especializados. De tal forma, los mercenarios \u2013figura hist\u00f3rica, legendaria, que existi\u00f3 desde la antig\u00fcedad en todos los contextos (psic\u00f3patas hubo siempre)\u2013 fueron desapareciendo. La sistematizaci\u00f3n de los ej\u00e9rcitos modernos inspirados en el modelo prusiano decimon\u00f3nico termin\u00f3 definitivamente con los combatientes mercenarios (no as\u00ed con los psic\u00f3patas). Pero el neoliberalismo de fines del siglo XX los trajo nuevamente.<\/p>\n

Desde la \u00faltima d\u00e9cada del pasado siglo, la proliferaci\u00f3n de estas empresas militares privadas, habitualmente conocidas como \u201ccontratistas\u201d, ha tenido un aumento exponencial. Si bien muchas potencias las poseen, es en Estados Unidos donde se registra el mayor crecimiento. Entre otras pueden mencionarse: Academi (la m\u00e1s grande del mundo, anteriormente llamada Blackwater \u2013nombre que debi\u00f3 cambiar por cuestiones de imagen al haber sido denunciada por tremendos excesos en las operaciones en que particip\u00f3\u2013, \u201cUna prolongaci\u00f3n patri\u00f3tica de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos<\/i>\u201d, seg\u00fan dijera uno de sus fundadores), DynCorp, Aegis Defense Services, G4S, CACI , Titan Corp,\u00a0<\/i> Triple Canopy, Unity Resources Group, Defion International. La gran mayor\u00eda de ellas son de origen estadounidense, pero el fen\u00f3meno se expandi\u00f3 por todo el mundo. Incluso Rusia, retornando al sistema capitalista, tambi\u00e9n presenta estos \u201ccontratistas\u201d.<\/p>\n

Varios son los motivos que explican este impresionante crecimiento: por un lado, el fabuloso negocio que representan. En la actualidad estos ej\u00e9rcitos privados mueven m\u00e1s de 100,000 millones de d\u00f3lares al a\u00f1o. Como dice el ep\u00edgrafe de Scahill: \u201cLa guerra es un negocio y el negocio ha ido muy bien<\/i>\u201d.<\/p>\n

Las guerras de Irak y Afganist\u00e1n, formalmente desplegadas por coaliciones multinacionales, pero en verdad lideradas por las fuerzas armadas de Estados Unidos, marcaron el uso abierto de ej\u00e9rcitos privados (mercenarios), pagados con dineros federales por Washington. Para inicios del 2008 hab\u00eda en Irak m\u00e1s contratistas privados (se calculan 190,000) que tropas regulares del ej\u00e9rcito. Seg\u00fan un informe del Congreso de ese pa\u00eds, en la guerra del Golfo P\u00e9rsico se pagaron 85,000 millones de d\u00f3lares en el per\u00edodo 2003-2007, lo cual representa el 20% de todo lo desembolsado por Estados Unidos en esa contienda.<\/p>\n

Otro gran motivo que fundamenta este crecimiento es de orden pol\u00edtico: resentida a\u00fan del s\u00edndrome de Vietnam (con alrededor de 60,000 muertos), la clase dirigente estadounidense y su administraci\u00f3n federal prefieren ocultar el n\u00famero de bajas en sus aventuras b\u00e9licas. Los contratistas, al no ser soldados regulares de sus fuerzas armadas, pasan m\u00e1s desapercibidos para lo opini\u00f3n p\u00fablica.<\/p>\n

Existe otro motivo m\u00e1s, no muy expl\u00edcito, pero de gran peso: los mercenarios, por no ser miembros de una fuerza regular sino personal \u201cindependiente\u201d, no est\u00e1n sujetos a regulaciones internacionales que norman las guerras, como las Convenciones de Ginebra. Si bien Estados Unidos firm\u00f3 esos tratados, no los ratific\u00f3, por lo que no se somete a ellos. De esa cuenta, los ej\u00e9rcitos privados est\u00e1n en un cierto limbo legal, lo cual les excluye del Derecho Internacional. As\u00ed, las tropel\u00edas y excesos que puedan cometer (y que de hecho cometen) quedan relativamente fuera de toda normativa. Ejemplos al respecto hay numerosos. La tristemente c\u00e9lebre empresa Blackwater, ahora rebautizada Academi para borrar su anterior mala imagen, est\u00e1 asociada a los peores cr\u00edmenes de guerra, pero pese a ello, el gobierno federal de Estados Unidos sigue asign\u00e1ndole millonarios contratos. La corrupci\u00f3n y la impunidad, como se ve, no son patrimonio de los \u201catrasados\u201d pa\u00edses del Sur. (A t\u00edtulo complementario: Donald Trump insiste enfermizamente en la construcci\u00f3n del muro en la frontera con M\u00e9xico\u2026 \u00a1porque est\u00e1 ligado a empresas constructoras!).<\/p>\n

Las empresas contratistas militares se especializan en todo tipo de servicio que tenga que ver con una avanzada b\u00e9lica; se encargan de aspectos log\u00edsticos y aprovisionamiento de la tropa, de telecomunicaciones, tareas de enlace, vigilancia, adiestramiento de combatientes y, por supuesto, de combate abierto (las torturas o acciones \u201coscuras\u201d no se declaran, pero tambi\u00e9n las hacen, como fue el caso de la famosa c\u00e1rcel de Abu Ghraib, en Irak, o las operaciones encubiertas para provocar a Venezuela realizadas desde territorio colombiano, donde participan \u201cparamilitares\u201d de difusa procedencia). En lo tocante a lucha frontal, la experiencia de numerosas intervenciones en distintos puntos del globo muestra que efectivamente tienen una gran capacidad operativa, pues act\u00faan al lado de las fuerzas regulares, en muchos casos con veh\u00edculos blindados, helic\u00f3pteros artillados y armamento de asalto de alta tecnolog\u00eda.<\/p>\n

El personal que contratan est\u00e1 dado, en general, por ex miembros de ej\u00e9rcitos con alta capacitaci\u00f3n y experiencia de combate; muchas veces son comandos especializados, soldados de \u00e9lite (a tal punto, que muchos cuerpos de estas unidades regulares de lujo se han visto afectados, dado que sus integrantes prefieren la paga de una empresa privada a la recibida en su puesto estatal). Un mercenario en algunas de estas contratistas puede llegar a cobrar 1,000 d\u00f3lares diarios. El negocio de la muerte paga bien, sin dudas. \u00a1Eso es el capitalismo!<\/p>\n

Dentro de las fronteras estadounidenses, despu\u00e9s de la fiebre paranoica desatada con la ca\u00edda de las Torres Gemelas en el 2001, proliferaron estas empresas privadas ofreciendo \u201cseguridad\u201d. De ah\u00ed que hoy es com\u00fan ver a contratistas custodiando puertos, aeropuertos, c\u00e1rceles y centrales nucleares. Salvando las distancias, sucede lo mismo que en un \u201cpobre paisucho atrasado\u201d como Guatemala; all\u00ed, ante la proliferaci\u00f3n fabulosa de agencias de seguridad privada (\u00a1que no pagan 1,000 d\u00f3lares diarios a sus agentes contratados!), es aleccionador lo dicho por un ex pandillero: \u201cNo soy soci\u00f3logo ni polit\u00f3logo, pero me doy cuenta que hay una relaci\u00f3n entre un chavo marero al que le dan la orden de cobrarle extorsi\u00f3n a todas las tiendas de una comunidad y el diputado que tiene una agencia de seguridad, y al d\u00eda siguiente est\u00e1 ofreciendo sus servicios<\/i>\u201d.
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El negocio de la guerra, o si se quiere, el negocio de la violencia \u2013que se alimenta del miedo de la gente\u2013 da muy buenas ganancias. Palabras altisonantes como libertad, democracia, derechos humanos y otras preciosuras por el estilo, quedan perforadas por los disparos. \u201cDonde hay balas sobran las palabras<\/i>\u201d, rezaba una pinta callejera en alg\u00fan arrabal latinoamericano. Lamentablemente, es cierto.<\/p>\n

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Marcelo Colussi, 6 marzo 2019<\/div>\n
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Fuente<\/a><\/div>\n

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Blog del autor: https:\/\/mcolussi.blogspot.com\/<\/a><\/div>\n<\/div>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"

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