{"id":7276,"date":"2019-04-03T23:45:06","date_gmt":"2019-04-03T23:45:06","guid":{"rendered":"https:\/\/redinternacional.net\/?p=7276"},"modified":"2019-04-03T23:45:38","modified_gmt":"2019-04-03T23:45:38","slug":"dossier-que-es-el-antinorteamericanismo-por-roger-garaudy","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/redinternacional.net\/2019\/04\/03\/dossier-que-es-el-antinorteamericanismo-por-roger-garaudy\/","title":{"rendered":"DOSSIER: \u00bfQu\u00e9 es el antinorteamericanismo? – por Roger Garaudy"},"content":{"rendered":"

\"GARAUDY\"<\/p>\n

“Una gran parte del mundo ya est\u00e1 \u201cnorteamericanizada\u201d y primero nuestra Europa, a tal punto que el antinorteamericanismo se ha vuelto una crisis interior tanto a escala de la naci\u00f3n como de la persona. \u00bfDebemos dejar que esta globalizaci\u00f3n mercantil de la econom\u00eda, de la pol\u00edtica, de la cultura, bajo la \u00fanica regulaci\u00f3n del mercado, reduzca todos los \u201cvalores\u201d (incluso est\u00e9ticos o morales) a valores mercantiles?”<\/strong><\/em><\/p>\n

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\u00bfQu\u00e9 es el antinorteamericanismo?<\/h3>\n

por Roger Garaudy<\/h3>\n

 <\/p>\n

El antinorteamericanismo<\/b> no es una expresi\u00f3n de nacionalismo ni de racismo, ni propugna la exclusi\u00f3n de sus semejantes, o de un pueblo. Es la lucha contra un sistema, contra una concepci\u00f3n del hombre y de un modo de vida<\/b>. Hist\u00f3ricamente, este sistema, naci\u00f3 en el continente que hoy en d\u00eda trata de imponerlo a todo el mundo, vali\u00e9ndose del poder de las oligarqu\u00edas pol\u00edticas, financieras y militares, que dirigen Estados Unidos<\/b>. Pueden hacerlo, puesto que cuentan con la complicidad y el servilismo de los dirigentes de muchos pa\u00edses. <\/span><\/p>\n

Para ser m\u00e1s claros -sobre todo para aquellos que quieren confundir antinorteamericanismo y xenofobia- y para quitarle a la palabra \u201cnorteamericano\u201d, que designa un modo de vida y una concepci\u00f3n del mundo, todo lazo geogr\u00e1fico o \u00e9tnico con aquellos que nacieron o emigraron a Am\u00e9rica del Norte desde 1620 en el \u201cMayflower\u201d, creando un sistema colonial y racial (seg\u00fan sus or\u00edgenes), dominante y mercantilista (seg\u00fan su historia), design\u00f3 como \u201cnorteamericano\u201d, a todos aquellos que en el mundo quieren imponer este modelo. La principal caracter\u00edstica de \u00e9ste es la sumisi\u00f3n de la sociedad a las exigencias de la econom\u00eda de mercado y no la econom\u00eda y el mercado al servicio de la sociedad.<\/p>\n

Margaret Thatcher<\/b> y Tony Blair<\/b>, Chirac<\/b> y Jospin<\/b> (con el \u201cdesvanecimiento del estado ante el mercado\u201d), Schr\u00f6der<\/b>, Solana<\/b> y tantos otros del mismo \u201cgang<\/b>\u201c, son tan \u201cnorteamericanos<\/b>\u201d como Clinton<\/b> o Madeleine<\/b> Albright<\/b>, Kissinger<\/b> o Brz<\/b>ez<\/b>inski<\/b>.<\/p>\n

Este es el fundamento de nuestro \u201cantinorteamericanismo<\/b>\u201c: \u201cest\u00e1 dirigido contra un sistema y sus dirigentes, y luchar para liberar al pueblo norteamericano, que en su gran mayor\u00eda es como nosotros, v\u00edctima del mismo sistema\u201d.<\/p>\n

Tenemos que combatir la ideolog\u00eda norteamericana en todas partes<\/b>. A veces hasta en nosotros mismos, puesto que este sistema, como lo demostraremos, si finalmente triunfara, nos conducir\u00eda al suicidio planetario, al fin del hombre, es decir, al fin de la incesante b\u00fasqueda del sentido humano y divino de la vida y de nuestra historia com\u00fan.<\/p>\n

La ideolog\u00eda norteamericana no lleva este nombre en raz\u00f3n de una supuesta tara propia de un pueblo o de una naci\u00f3n, sino porque es en ese pa\u00eds donde se encuentra el complejo militaro-industrial que dirige la pol\u00edtica estadounidense y posee hoy en d\u00eda, gracias a las dos guerras mundiales, la m\u00e1xima riqueza y poder\u00edo.
\nNuestro an\u00e1lisis tendr\u00e1 como objeto retrasar su g\u00e9nesis, las etapas de su desarrollo, el per\u00edodo actual, las convulsiones de este mundo enfermo que nos conducir\u00eda al precipicio, si no tuvi\u00e9ramos los medios para hacerle frente.<\/p>\n

LOS MITOS FUNDADORES DE LA POL\u00cdTICA NORTEAMERICANA<\/strong><\/p>\n

Se llam\u00f3 \u201cNuevo Mundo\u201d a las nuevas tierras descubiertas, porque el colonialismo ignor\u00f3 y destruy\u00f3 sistem\u00e1ticamente las brillantes civilizaciones que desde hace milenios florec\u00edan en este continente, que hab\u00edan ya conocido en el hemisferio Sur, tales destrucciones desde la llegada de Col\u00f3n<\/b>, que el primer sacerdote ordenado en Am\u00e9rica y que lleg\u00f3 a ser obispo, Monse\u00f1or Bartolom\u00e9 de Las Casas<\/b>, escribi\u00f3 en su libro La Destrucci\u00f3n de las Indias: \u201cla barbarie vino de Europa\u201d.<\/p>\n

En el hemisferio Norte, m\u00e1s all\u00e1 de M\u00e9xico, el colonialismo se introdujo bajo una nueva forma. En 1620, un grupo de emigrantes calvinistas puritanos que hu\u00edan de las persecuciones de Enrique VIII, desembarcaron en Massachusetts y consideraron que su vocaci\u00f3n era la de crear una nueva tierra \u201cprometida\u201d. Esos colonos que llegaron a ser siglos m\u00e1s tarde los creadores de Estados Unidos, se enraizaron en un pa\u00eds que no ten\u00eda historia y que lo fundaron sobre un mito: su partida de Inglaterra era un nuevo \u201c\u00e9xodo\u201d b\u00edblico.<\/p>\n

Am\u00e9rica era la \u201ctierra prometida\u201d destinada a construir el Reino de Dios. Entonces invocaron esta misi\u00f3n divina para justificar la cacer\u00eda de indios y el robo de sus tierras, seg\u00fan el precepto b\u00edblico de Josu\u00e9 y de sus \u201cexterminaciones sagradas\u201d: \u201cEs evidente -escribe uno de ellos- que Dios incita a los colonos a la guerra\u2026 Los indios como probablemente las tribus de los amalecitas y de los filisteos que formaron una coalici\u00f3n con otros pueblos contra Israel\u201d. Truman Nelson<\/b>, \u201cThe puritan of Massachusetts: From Egypt to the Promise Land<\/i>\u201c. (Juda\u00efsm Vol. XVI, 2, 1967)<\/p>\n

La \u201ctierra prometida\u201d lleg\u00f3 a ser desde entonces una tierra conquistada. Esta pr\u00e1ctica de expoliaciones y de matanzas no estaba en contradicci\u00f3n con su concepci\u00f3n religiosa, puesto que el enriquecimiento como la victoria era para ellos el signo de la bendici\u00f3n divina.<\/p>\n

En su discurso inaugural como presidente de Estados Unidos, al proclamar la independencia de Inglaterra \u2013Georges Washington<\/b>, el padre fundador- formul\u00f3 la m\u00e1s perfecta definici\u00f3n de lo que ser\u00eda el principio director de la pol\u00edtica norteamericana hasta nuestros d\u00edas: \u201cNing\u00fan pueblo como Estados Unidos debe agradecer y adorar tanto la mano invisible que conduce los asuntos de los hombres. Cada paso, que los hace avanzar en la v\u00eda de la independencia nacional, parece llevar la marca de la intervenci\u00f3n providencial\u201d.<\/p>\n

La \u201cmano invisible<\/b>\u201d es la expresi\u00f3n inventada por Adam Smith<\/b> para coronar su teor\u00eda econ\u00f3mica: si cada individuo persigue su propio inter\u00e9s personal, el inter\u00e9s general se realizar\u00e1. Una \u201cmano invisible\u201d realizar\u00eda esta armon\u00eda.<\/p>\n

Washington<\/b> ve en esta \u201cmano invisible\u201d la intervenci\u00f3n providencial de Dios, al mismo tiempo que la ley fundamental de la armon\u00eda entre los intereses individuales y el inter\u00e9s general.<\/p>\n

Su sucesor John Adams<\/b>, escrib\u00eda en 1765: \u201cNo ceso de considerar la fundaci\u00f3n de Norteam\u00e9rica como una obra de la Providencia, concebida con vista a guiar y emancipar a la porci\u00f3n de la humanidad que a\u00fan est\u00e1 reducida a la esclavitud\u201d. El escritor Herman Melville<\/b> dec\u00eda en el siglo XIX: \u201cNosotros los norteamericanos, somos un pueblo particular, un pueblo elegido, el Israel de nuestro tiempo, llevamos sobre nuestros hombros el arca de las libertades\u201d. (\u201cAmerica as a civilization\u201d, p\u00e1gina 893.)<\/p>\n

Es significativo c\u00f3mo, a\u00fan en nuestros d\u00edas, se invoca esta profesi\u00f3n de fe. En cada d\u00f3lar est\u00e1n impresos juntos, su primer autor, Washington y un lema inesperado en un billete de banco: \u201cIN GOD WE TRUST\u201d, (Confiamos en Dios).
\nEsta ser\u00e1 una constante de la pol\u00edtica del nuevo \u201cpueblo elegido\u201d: Dios y el d\u00f3lar son las dos tetas del poder.<\/p>\n

El sucesor de Washington<\/b> en la presidencia de Estados Unidos, John Adams, hab\u00eda declarado por su parte: \u201cAm\u00e9rica ha sido creada por la Providencia para que sea el teatro donde el hombre pueda alcanzar su propia estatura.\u201d (Autobiograf\u00eda<\/i>. Tomo I, p\u00e1gina 282)<\/p>\n

Los primeros te\u00f3ricos de la confederaci\u00f3n como el reverendo Dana, no cesaron de subrayar la filiaci\u00f3n divina del nuevo estado: \u201cLa \u00fanica forma de gobierno, expresamente instituida por la Providencia, fue aquella de los hebreos. Era una rep\u00fablica confederal con Jehov\u00e1 a la cabeza\u201d. (Dana. Semons, p\u00e1gina 17)
\nEl tercer presidente de Estados Unidos, Jefferson<\/b>, proclamar\u00eda tambi\u00e9n que su pueblo era \u201cel pueblo elegido por Dios\u201d. (Notas sobre el Estado de Virginia<\/i>. Secci\u00f3n XIX)<\/p>\n

Tambi\u00e9n el presidente Nixon<\/b>, dos siglos despu\u00e9s, dir\u00e1: \u201cDios est\u00e1 con Am\u00e9rica. Dios quiere que Am\u00e9rica dirija el mundo\u201d.<\/p>\n

Todos los presidentes de los EEUU justificar\u00e1n de esta manera sus pol\u00edticas depredadoras.<\/p>\n

La contradicci\u00f3n entre la profesi\u00f3n de fe y su pr\u00e1ctica real es una constante de la pol\u00edtica norteamericana: el presidente Mac Kinley<\/b> parti\u00f3 a la conquista de las Filipinas para \u201ceducarlos, civilizarlos y cristianizarlos\u201d.<\/p>\n

Citemos algunos ejemplos: \u201cDebo proteger a nuestro pueblo y sus propiedades en M\u00e9xico hasta que el gobierno mexicano comprenda que hay un Dios en Israel y que es un deber obedecerle\u201d.<\/p>\n

El lenguaje no ha cambiado desde Washington<\/b> a Clinton<\/b>, Norteam\u00e9rica seg\u00fan los oligarcas que la dirigen, no ha cesado de ser el brazo armado de la Providencia Divina.<\/p>\n

En plena guerra de Vietnam el Cardenal Spellman<\/b>, Arzobispo de Nueva York, hablando en nombre de todos aquellos que \u201ccreen en Norteam\u00e9rica y en Dios\u201d fue a Saig\u00f3n para decirle a los que masacraban vietnamitas: \u201c\u00a1Ustedes son los soldados de Cristo!\u201d.<\/p>\n

Incluso hoy, para justificar el armamentismo y el tr\u00e1fico de armas -que son el fundamento m\u00e1s eficaz de la \u201cprosperidad econ\u00f3mica\u201d de Estados Unidos, gracias a las subvenciones gubernamentales y al financiamiento por parte del Estado de la investigaci\u00f3n y el desarrollo en favor de las industrias de la guerra y la venta de armas en el extranjero, que es el sector m\u00e1s floreciente de las exportaciones norteamericanas-, el ide\u00f3logo del Pent\u00e1gono Samuel Huntington<\/b> en su libro El choque de las civilizaciones<\/i> disfraza los proyectos de hegemon\u00eda mundial de Estados Unidos<\/b> en una cruzada religiosa donde opone \u201cla civilizaci\u00f3n judeo-cristiana al contubernio islamo-confuciano\u201d.<\/p>\n

Los pol\u00edticos, los medios de comunicaci\u00f3n y sus promotores, se encargan de anestesiar al pueblo, disfrazando estos mitos en realidad hist\u00f3rica. Y ello desde sus inicios. Uno de los primeros y de los m\u00e1s penetrantes analistas de la pol\u00edtica norteamericana, Tocqueville<\/b>, anotaba: \u201cNo s\u00e9 si todos los norteamericanos tienen fe en su religi\u00f3n, pero estoy seguro que la consideran necesaria para el sost\u00e9n de sus instituciones republicanas\u201d. Agregando: \u201cLos unos profesan dogmas cristianos porque creen en ellos, los otros porque temen dar la impresi\u00f3n de no creer\u2026 En Estados Unidos el soberano es religioso y en consecuencia, la hipocres\u00eda debe ser com\u00fan\u201d.<\/p>\n

Alexis de Tocqueville<\/b> ya hab\u00eda descubierto este conformismo en su libro La Democracia Americana<\/em> en 1840: \u201cNo conozco un pa\u00eds donde haya tan poca independencia de esp\u00edritu y tan poca discusi\u00f3n como en Estados Unidos\u201d.<\/p>\n

En 1858, el escritor Henry David Thoreau<\/b>, uno de los raros disidentes, autor de Walden <\/b><\/i>o<\/b><\/i> <\/b><\/i>l<\/b><\/i>a vida en los bosques<\/b><\/i>, escrib\u00eda: \u201cNadie tiene necesidad de una ley para controlar la libertad de la prensa. Ella misma se encarga y m\u00e1s de lo necesario. Virtualmente, la comunidad, alcanzando un consenso relativo frente a lo que se puede expresar, ha adoptado una plataforma y ha convenido t\u00e1citamente en excomulgar a cualquiera que se separara de \u00e9sta; tanto es as\u00ed que no hay una persona entre mil que se atreva a expresar una idea diferente\u201d. El acondicionamiento y la manipulaci\u00f3n de la opini\u00f3n p\u00fablica, que constituyen hoy en d\u00eda, en los pa\u00edses cuyos dirigentes han aceptado la tutela norteamericana, el llamado \u201cpensamiento \u00fanico\u201d, fue una de las caracter\u00edsticas del \u201cnorteamericanismo\u201d original.<\/p>\n

El maccarthismo<\/i> no esper\u00f3 a Mac Carthy<\/b>, en 1952, para reinar, pero \u00e9ste dio la marca de f\u00e1brica al \u201cantinorteamericanismo<\/b>\u201d en Estados Unidos mismo, al perseguir las actividades \u201cunamerican<\/b>\u201d (antinorteamericanas<\/b> o \u201cno-norteamericanas<\/b>\u201c), hasta entre los intelectuales m\u00e1s respetables, por ejemplo Oppenheimer<\/b>, uno de los pioneros de la investigaci\u00f3n en energ\u00eda at\u00f3mica.<\/p>\n

Este componente del norteamericanismo, en una \u00e9poca de apogeo de Estados Unidos, es una versi\u00f3n moderna del puritanismo inquisitorial de los or\u00edgenes, cuando los legisladores de Connecticut, por los a\u00f1os 1640-1650, seg\u00fan lo que nos cuenta TOCQUEVILLE<\/b>, dictaban esa ley penal sacada de los \u201clibros sagrados\u201d: \u201cEl que adora a cualquier otro DIOS que el Se\u00f1or ser\u00e1 ajusticiado.\u201d<\/p>\n

La diferencia fundamental, es que se sigue invocando al mismo DIOS para defender otros \u201cvalores\u201d, o m\u00e1s bien, una ausencia de valores que no sean mercantiles: la libertad (de comercio) o los \u201cderechos humanos\u201d (que son la \u00faltima preocupaci\u00f3n de los oligarcas).<\/p>\n

Tal era pues el primer MITO<\/b> de la pol\u00edtica norteamericana, el m\u00e1s sangriento de todos: nosotros somos el \u201cpueblo elegido\u201d y esto ha servido de justificaci\u00f3n a todas las tropel\u00edas nacionalistas y colonialistas, al establecer una jerarqu\u00eda entre razas superiores y razas inferiores con el \u201cderecho\u201d de dominaci\u00f3n que de ah\u00ed se desprende y tambi\u00e9n con la pretensi\u00f3n de situarse, gracias a esta investidura divina, m\u00e1s all\u00e1 de cualquier ley internacional (por ejemplo, las decisiones de la ONU<\/b> que pueda emanar de las voluntad humana. (El Estado de Israel consideraba como \u201cpapel mojado\u201d \u2014 tal es la expresi\u00f3n de Ben Gurion<\/b> \u2014 la primera Resoluci\u00f3n de la ONU: aquella que instituye este Estado y que fija sus fronteras, y por otro lado Estados Unidos llevando a cabo la guerra con Yugoslavia, violando todos las leyes internacionales sobre la soberan\u00eda de los pueblos, y sin mandato de la ONU).<\/p>\n

Por ejemplo, sabemos a qu\u00e9 precio, en su variante hitleriana, la denominaci\u00f3n de \u201cpueblo elegido\u201d condujo a la exaltaci\u00f3n de la superioridad de la \u201craza aria\u201d, del \u201cpueblo elegido\u201d germano, que ten\u00eda por misi\u00f3n crear un \u201chombre nuevo\u201d para instaurar su predominio universal. A tal pretensi\u00f3n de reconocerse como resultado de una \u201celecci\u00f3n divina\u201d, Rousseau<\/b> responde con firmeza: \u201cSu Dios no es el nuestro, les digo a estos sectarios. Aquel comienza por elegir un solo pueblo y proscribe al resto del g\u00e9nero humano, por lo tanto, no es el padre com\u00fan de todos los hombres.\u201d (Emile<\/i>. Libro IV).<\/p>\n

***<\/p>\n

El segundo fundamento del antinorteamericanismo<\/b> es aquel que nace de la Declaraci\u00f3n de la Independencia y de su interpretaci\u00f3n inmediata por el Secretario de Estado a la tesorer\u00eda designado por Washington: Alexandre Hamilton<\/b>.<\/p>\n

Hamilton<\/b> era, esencialmente, un disc\u00edpulo de Adam Smith<\/b>. Consideraba que la propiedad privada era un derecho \u201csagrado\u201d del hombre y que en el mercado (donde se encuentran, guiados sin que lo sepan por una \u201cmano invisible<\/b>\u201c) los intereses personales convergen hacia el \u201cinter\u00e9s general\u201d. Adem\u00e1s el mercado es el \u00fanico regulador de las relaciones sociales.<\/p>\n

Hamilton<\/b> se aleja de Smith<\/b> en un punto solamente: el papel del Estado. Hamilton<\/b> considera que el Estado no debe intervenir para atenuar las crecientes desigualdades que necesariamente engendra el libre juego de la competencia en el mercado, sino por el contrario debe hacer pareja con las empresas m\u00e1s triunfadoras, disminuyendo sus impuestos y las tasas y acord\u00e1ndole el m\u00e1ximo de ayuda o pedidos p\u00fablicos.<\/p>\n

En particular, el Banco Central<\/b> debe gozar de un estatuto aut\u00f3nomo que lo ponga al resguardo de todo control democr\u00e1tico, susceptible de interferir en el enfrentamiento permanente entre los fuertes y los d\u00e9biles.<\/p>\n

Uno de los tratados m\u00e1s sorprendente de la doctrina de Hamilton<\/b> (tan pr\u00f3ximo a Georges Washington<\/b> que fue \u00e9ste quien inspir\u00f3 el discurso de despedida a la Naci\u00f3n, a la hora de su retiro) es el lugar que le acuerda a la \u201ccorrupci\u00f3n<\/b>\u201d como un elemento motor del sistema, ya que es una iniciativa mayor en la b\u00fasqueda del inter\u00e9s personal.<\/p>\n

El caracter\u00edstico papel de la corrupci\u00f3n<\/b> \u2014 indispensable corolario de la econom\u00eda de mercado \u2014 del norteamericanismo<\/b> triunfante hasta hoy en d\u00eda, es decir, el \u201cmonote\u00edsmo del mercado<\/b>\u201d es reconocido como una consecuencia l\u00f3gica e ineluctable del sistema.<\/p>\n

Alain Cotta<\/b>, en su libro sobre El capitalismo en todos sus estados<\/b><\/i> (Ed. Fayard. Par\u00eds. 1999), define la l\u00f3gica del sistema: \u201cEl aumento de la corrupci\u00f3n<\/b> se asocia al aumento de la actividad financiera y de los medios de informaci\u00f3n. Mientras que la informaci\u00f3n lo permita, con respecto a operaciones financieras de todo tipo \u2014 en particular las de fusi\u00f3n, adquisici\u00f3n y de la OPA \u2014 para amasar en algunos minutos una fortuna que ser\u00eda imposible obtener con el trabajo de toda una vida, la tentaci\u00f3n de comprar y de vender se vuelve irresistible.\u201d El autor agrega: \u201cla econom\u00eda mercantil no puede m\u00e1s que favorecerse por el desarrollo de este aut\u00e9ntico mercado\u2026 La corrupci\u00f3n<\/b> juega un papel an\u00e1logo a un plan.\u201d<\/p>\n

Noam Chomsky<\/b> defini\u00f3 perfectamente el objetivo esencial de la pol\u00edtica exterior norteamericana de defensa de la \u201cdemocracia<\/b>\u201c, es decir, de las sociedades \u201cabiertas<\/b>\u201c: \u201cLa pol\u00edtica exterior de Estados Unidos est\u00e1 concebida para crear y mantener un orden internacional en el marco de la cual las empresas norteamericanas puedan prosperar. Un mundo de \u201csociedades abiertas\u201d, lo que significa, sociedades abiertas a las inversiones fruct\u00edferas, favorables a la expansi\u00f3n del mercado de exportaci\u00f3n de recursos humanos y materiales por las empresas norteamericanas y sus sucursales locales. Las \u201csociedades abiertas<\/b>\u201d, en su verdadera acepci\u00f3n del t\u00e9rmino, son sociedades que est\u00e1n abiertas a la penetraci\u00f3n econ\u00f3mica y al control pol\u00edtico de Estados Unidos\u201d.<\/p>\n

***<\/p>\n

Tales fueron al origen los principales componentes del \u201cnorteamericanismo<\/b>\u201c:<\/p>\n

La convicci\u00f3n de ser el \u201cpueblo elegido\u201d teniendo el \u201cdestino manifiesto\u201d de dominar el mundo para instaurar la ciudad de Dios.<\/p>\n

La certeza que el signo de esta elecci\u00f3n divina es el logro y el \u00e9xito, donde la manifestaci\u00f3n m\u00e1s evidente es la riqueza, sean cuales sean \u2014 seg\u00fan la concepci\u00f3n de Hamilton<\/b>, al alba del sistema \u2014 los medios empleados por los \u201cganadores\u201d para obtener dicha riqueza.<\/p>\n

La desigualdad inicial debido a la raza o a la herencia de una condici\u00f3n social hacen del \u201clibre cambio\u201d una regla de juego eficaz para otorgar a los m\u00e1s fuertes la posibilidad de aplastar a los m\u00e1s d\u00e9biles.<\/p>\n

De esto, se deduce que el logro en los negocios es \u201cun acto moral\u201d, seg\u00fan la expresi\u00f3n de Schlesinger<\/b>, y que los \u201cganadores\u201d, sobre todo los grandes ganadores, ser\u00e1n no s\u00f3lo honorados sino santificados. Tambi\u00e9n John Rockfeller<\/b> evocaba su \u201cmisi\u00f3n\u201d: \u201cDios es quien me ha dado la fortuna\u2026 El poder de ganar dinero es un don de Dios\u2026 Habiendo recibido este don, estimo que es mi deber ganar todos los d\u00edas m\u00e1s dinero y emplearlo para la humanidad seg\u00fan el modo que me dicte mi consciencia.\u201d<\/p>\n

El mismo aroma espiritual se desprende de los sucesos econ\u00f3micos del pa\u00eds, como as\u00ed tambi\u00e9n el de los logros individuales. En un \u201cseminario\u201d sobre el tema de la \u201cSalud econ\u00f3mica y salud espiritual\u201d organizado en Los Angeles, en mayo de 1981, se reunieron 300 jefes de empresas bajo el patrocinio de la Casa Blanca. Nelson Hunt<\/b> \u2014 propietario de la cadena hotelera Hilton \u2014 declaraba: \u201cLo m\u00e1s importante para nuestro pa\u00eds es tener un medio ambiente espiritual que nos permita ganar dinero y que nosotros seamos los ganadores.\u201d (Citado en Les Am\u00e9ricains.<\/i> Ed. Mazarine. 1983)<\/p>\n

Desde 1840, el primero y m\u00e1s perspicaz observador de Estados Unidos, Tocqueville<\/b>, en su libro La democracia en Norteam\u00e9rica<\/i>, analizaba los mecanismos en relaci\u00f3n al naciente Estado: \u201cNo conozco otro pueblo en donde el amor por el dinero tenga un lugar tan grande en el coraz\u00f3n de los hombres. Un pueblo de aventureros y especuladores.\u201d No es esta una apreciaci\u00f3n racista sobre un pueblo, sino la consecuencia de condiciones hist\u00f3ricas del nacimiento de una \u201cnaci\u00f3n\u201d que, como dice Tocqueville<\/b>, era un \u201cconglomerado\u201d de emigrantes sin historia ni cultura com\u00fan. La gran mayor\u00eda de estos hombres, originarios de distintas culturas, ven\u00edan para encontrar trabajo y ganar dinero. El \u00fanico lazo que los un\u00eda \u2014 irlandeses o italianos, mexicanos o chinos \u2014 era an\u00e1logo a los lazos entre el personal de una empresa y quien los contrataba. A ninguna cultura aut\u00f3ctona (los indios estaban excluidos) se le pod\u00eda asignar una finalidad espiritual com\u00fan a tal agrupamiento de desarraigados.<\/p>\n

Incluso si los hechos fueron ocultados por los mitos fundadores (como el de la \u201celecci\u00f3n divina\u201d y el del \u201cdestino manifiesto\u201d), Estados Unidos<\/b> fue desde sus or\u00edgenes una organizaci\u00f3n regulada por la sola racionalidad econ\u00f3mica y tecnol\u00f3gica, en la cual cada individuo participa como productor y consumidor, como roturador o como especulador, como predador rival de todos los otros para apropiarse de la tierra, del petr\u00f3leo o del oro, con el solo objetivo de acrecentar cuantitativamente su poder de compra y, si fuera necesario, con la corrupci\u00f3n del hombre, seg\u00fan el dogma hamiltoniano<\/i> de la primac\u00eda de la corrupci\u00f3n. Toda reflexi\u00f3n sobre la finalidad \u00faltima y el sentido de la vida no tiene en este sistema, ninguna raz\u00f3n de ser y pertenecer\u00e1, como un asunto privado, a una \u00ednfima minor\u00eda resistiendo heroicamente al ambiente de vac\u00edo espiritual en un universo neodarwiniano obediente a, lo que uno de sus m\u00e1s brillante partidario llama, \u201cla ley divina del mercado\u201d.<\/b> [1]<\/p>\n

Esta ausencia de finalidad, m\u00e1s all\u00e1 de la del poder\u00edo y la riqueza, es no s\u00f3lo una caracter\u00edstica del sistema sino una condici\u00f3n de supervivencia.<\/p>\n

Luttwak<\/b> evoca con mucha franqueza y cinismo que \u2014 en el r\u00e9gimen que \u00e9l defiende y que es el \u00faltimo desarrollo del capitalismo \u2014 \u201cla p\u00e9rdida de autenticidad de la persona est\u00e1 de alguna manera prevista. El abandono deliberado de la consciencia por una existencia son\u00e1mbula \u2026 es la mejor opci\u00f3n que queda. Es la garant\u00eda del \u00e9xito por parte de los empresarios de alto vuelo, los pol\u00edticos de primer plano y otros ganadores, y echar\u00e1n a perder todo si en los fines \u00faltimos \u2026 El turbo-capitalismo<\/em> no se conforma s\u00f3lo con conquistar el mercado, sino que extiende su opresi\u00f3n a todas las esferas de la actividad humana.\u201d [2]<\/p>\n

Esta ausencia de toda finalidad propiamente humana o divina es la caracter\u00edstica m\u00e1s profunda del \u201cnorteamericanismo<\/b>\u201d reinante hoy en d\u00eda en el mundo: la confusi\u00f3n entre los medios y los fines, la sustituci\u00f3n del \u201cc\u00f3mo\u201d o del \u201cpor qu\u00e9\u201d. El dinero convertido en religi\u00f3n es el medio que sustituye todos los fines.<\/p>\n

La lucha contra esta enfermedad \u2014 el \u201cnorteamericanismo<\/b>\u201d \u2014 , es una lucha para curar al mismo pueblo norteamericano, v\u00edctima de la oligarqu\u00eda financiera<\/b>, de pol\u00edticos y militares que imponen una vida sin objetivos, una pol\u00edtica y una historia sin significaci\u00f3n; como la que intentan imponer en el mundo entero.<\/p>\n

Una definici\u00f3n profunda del \u201cmonote\u00edsmo del mercado<\/b>\u201c, que es el dogma dominante del norteamericanismo<\/b>, est\u00e1 dada (a prop\u00f3sito de la ense\u00f1anza de la econom\u00eda pol\u00edtica, pero es v\u00e1lida para todos los campos de la cultura) por el economista Michel Albert<\/b> en su libro Capitalismo contra capitalismo<\/i><\/strong> (Ed. du Seuil. 1993. p 230): \u201cEl imperativo categ\u00f3rico de evacuar la cuesti\u00f3n filos\u00f3fica de la finalidad.\u201d<\/p>\n

***<\/p>\n

Haciendo la g\u00e9nesis del norteamericanismo<\/b>, no podemos olvidar que Estados Unidos hab\u00eda proclamado su independencia siendo una colonia; con todo lo que ello implica de racismo fundamental de parte de la \u201craza superior\u201d, es decir, la de los colonos.<\/p>\n

Sin esto, no podremos comprender la contradicci\u00f3n fundamental del sistema, de su proclamaci\u00f3n abstracta de universalismo en favor de la \u201craza blanca\u201d y del rechazo del otro, indios o negros en particular.<\/p>\n

As\u00ed, desde el comienzo de la \u201ccompetici\u00f3n\u201d econ\u00f3mica exige una desigualdad radical.<\/p>\n

Primero, en base al censo de 1790, los esclavos negros estaban excluidos de todo derecho c\u00edvico \u2014 recordemos que constitu\u00edan el 17% de una poblaci\u00f3n de 4 millones de habitantes \u2014 donde entre los blancos de Boston \u2014 para mencionar s\u00f3lo un ejemplo \u2014 el 10% de los m\u00e1s ricos pose\u00edan 5\/8 del conjunto de los bienes de la poblaci\u00f3n, constituida (adem\u00e1s de esclavos negros) por obreros y marinos pobres.<\/p>\n

Los argumentos para justificar la esclavitud fueron variados. En principio fueron religiosos: para los reci\u00e9n llegados, poseedores del proyecto divino de reconstruir la \u201cciudad de Dios\u201d en el \u201cNuevo Mundo\u201d, los indios no eran cristianos, sino el sost\u00e9n del demonio que convendr\u00eda exterminar, tal como fue Josu\u00e9 para los amalecitas.<\/p>\n

Esta justificaci\u00f3n religiosa se sustituye, o mejor se agrega, al argumento fundado sobre una concepci\u00f3n simplista, unilateral y evolucionista<\/b> de la historia: los indios, como las \u201cbestias salvajes\u201d, viven de la caza. \u201cVivir de la agricultura es un hecho del g\u00e9nero humano; vivir de la caza es un hecho del g\u00e9nero animal \u2026 La Revelaci\u00f3n dijo al hombre: trabajar\u00e1s la tierra.\u201d Ello defini\u00f3 la condici\u00f3n humana. (Brackenbrige. Indian atrocites.1782) [3].<\/p>\n

Demon\u00edaco es el argumento que se acopla perfectamente con el argumento racista de \u201cb\u00e1rbaro\u201d y es lo que desencadena la voluntad de destruir a su semejante, diaboliz\u00e1ndolo.<\/p>\n

Franklin<\/b> aconsejaba incitar a los indios al alcoholismo para acelerar su desaparici\u00f3n y, mientras tanto, despojarlos de la Tierra: \u201cSoy de la idea de obligarlos a ceder una porci\u00f3n de su territorio, el que nos convenga mejor para nuestro emplazamiento.\u201d<\/p>\n

En nombre de este mito religioso y racista, Estados Unidos<\/b> comenzar\u00e1 la empresa m\u00e1s grande de \u201cdepuraci\u00f3n \u00e9tnica\u201d de la historia, a trav\u00e9s de la \u201ccaza del indio\u201d, donde la resistencia ser\u00e1 aplastada militarmente reci\u00e9n en 1790, con la masacre de siuxs en Wounded Knee.<\/p>\n

El mismo desprecio colonialista y racista hacia el otro, se desencadenar\u00e1 hacia los negros a trav\u00e9s de la trata de esclavos.<\/p>\n

Aqu\u00ed, nuevamente sirvi\u00f3 de apoyo la referencia b\u00edblica. S. Sewail<\/b>, juez de la corte suprema de Masachusetts (y quien presidir\u00e1 el tribunal que conden\u00f3 a las brujas de Salem) toma de la Biblia y en San Pablo (Primera Ep\u00edstola de los Corintios XII, 13-26) la prueba que Dios ha permitido la esclavitud y que los negros han heredado de Ham la furia divina. [4]<\/p>\n

Despu\u00e9s, bajo la influencia de la \u201cfilosof\u00eda de las luces\u201d, los esclavistas se proclamaron herederos de la ley natural y de la filosof\u00eda de Locke<\/b>; hasta el momento en que aparece el argumento econ\u00f3mico disfrazado en teolog\u00eda: \u201cLa Providencia Divina ha designado esta colonia para que los esclavos negros trabajen, y a diferencia de los europeos, fueron elegidos gracias al clima caluroso al que est\u00e1n habituados mejor que los blancos.\u201d<\/p>\n

En efecto, esto permite poner en relieve el territorio.
\nUna biolog\u00eda racista viene a reforzar y justificar la idea de inferioridad de \u201cesta raza de hombres naturalmente serviles\u201d. [5]<\/p>\n

La contradicci\u00f3n es evidente entre la Declaraci\u00f3n de la Independencia (hecha por colonos propietarios de esclavos) proclamando \u201cigualdad de derechos para todos los hombres\u201d, al mismo tiempo manteniendo la esclavitud durante m\u00e1s de un siglo, y la discriminaci\u00f3n del negro hasta nuestros d\u00edas, y a\u00fan dos siglos despu\u00e9s, en nombre de la \u201cdefensa de los derechos del hombre\u201d contin\u00faan la masacre de ni\u00f1os y civiles a trav\u00e9s de bombardeos a\u00e9reos, de hambruna y de la destrucci\u00f3n de infraestructuras econ\u00f3micas.<\/p>\n

Los esclavos \u2014 excluidos de la participaci\u00f3n civil por la Constituci\u00f3n y sus \u201cinstituciones particulares\u201d \u2014 son, como lo escribi\u00f3 Arist\u00f3teles<\/b> 20 siglos antes, \u201c\u00fatiles parlantes\u201d.
\nLos \u201cderechos del hombre\u201d son los del hombre blanco y, para Estados Unidos, los WASP (White anglo-saxons protestants).[6]<\/p>\n

Ning\u00fan de los \u201cc\u00f3digos de la esclavitud\u201d de los Estados Confederados inclu\u00eda el derecho de voto, ni el derecho a la propiedad, ni el de portar armas; ninguno estaba abrogado por la Constituci\u00f3n.<\/p>\n

En cuanto a los indios, \u00e9stos eran oficialmente excluidos (no pagando los impuestos) de la denominaci\u00f3n de ciudadanos, por las mismas razones racistas.
\nUna ley de 1892 restringi\u00f3 oficialmente la inmigraci\u00f3n de \u201crazas orientales\u201d.<\/p>\n

A partir del siglo XIX la influencia del \u201cdarwinismo social\u201d (la eliminaci\u00f3n del m\u00e1s d\u00e9bil por los m\u00e1s fuertes) extender\u00e1 r\u00e1pidamente esta discriminaci\u00f3n, fundada bajo criterios econ\u00f3micos y sociales.<\/p>\n

***<\/p>\n

Esbozar la trayectoria del norteamericanismo<\/b> es trazar, en el \u201cc\u00edrculo\u201d del Infierno de Dante<\/b>, zonas cada vez m\u00e1s extensas sometidas al sistema. [7]<\/p>\n

El primer c\u00edrculo es el de Am\u00e9rica del Norte<\/b>, el de la \u201cdepuraci\u00f3n \u00e9tnica necesaria<\/b>\u201d para llevar a cabo el genocidio de los indios<\/b>, con el fin de realizar \u2014 para disponer de sus tierras rebosantes el trigo y el ma\u00edz y el subsuelo con oro y petr\u00f3leo \u2014 la acumulaci\u00f3n primitiva necesaria para abordar el segundo c\u00edrculo, el de Am\u00e9rica Central y del Sur<\/b>.<\/p>\n

El punto de partida \u201clegal\u201d de esta primera fase es, simb\u00f3licamente, la segunda enmienda de la Constituci\u00f3n, autorizando a los ciudadanos norteamericanos (es decir, s\u00f3lo los \u201cblancos\u201d cualquiera que sea la nacionalidad de origen) a tener un arma personal. Primitivamente destinada a protegerse contra los \u201cnocivos\u201d (los aut\u00f3ctonos) y destruirlos.<\/p>\n

Esta disposici\u00f3n ten\u00eda un car\u00e1cter primordial e incluso sagrado, al punto que la enmienda es a\u00fan intocable, permitiendo la venta libre de armas a una escala tal que la cantidad vendida sobrepasa hoy en d\u00eda el n\u00famero de ciudadanos norteamericanos (m\u00e1s de 200 millones).
\nLa ruta hacia el Oeste tom\u00f3 una amplitud creciente con la ola de inmigrantes. La composici\u00f3n de \u00e9sta era heterog\u00e9nea: los proscritos, los emigrados pol\u00edticos, los que se escaparon de la represi\u00f3n de la Santa Alianza en Europa o de tiranos de otros continentes. La gran masa estaba constituida por campesinos sin tierra \u00e1vidos por poseer una, obreros sin empleo, venidos a menos y desesperados; pero tambi\u00e9n especuladores, marginados y desertores.<\/p>\n

El \u201csue\u00f1o americano<\/b>\u201d de una extensi\u00f3n gigantesca en donde cada uno puede apoderarse de un terreno, seg\u00fan sus fuerzas, contra una poblaci\u00f3n aut\u00f3ctona poco numerosa e irrisoriamente armada. As\u00ed fue como Am\u00e9rica del Norte<\/b> que contaba con una poblaci\u00f3n de 600.000 indios en 1776, en 1910 esta cifra descendi\u00f3 a 220.000, siendo adem\u00e1s internados en los campos de concentraci\u00f3n<\/b> \u2014 las famosas \u201creservas\u201d \u2014 luego de la matanza de Wounded Knee<\/b> de 1890, y deportados en condiciones inhumanas.<\/p>\n

Pero la violencia desenfrenada no se limitaba solamente a la masacre de aut\u00f3ctonos \u2014 en donde el general norteamericano Sherman<\/b>, que practicaba contra ellos lo que luego dieron en llamar la \u201cguerra total\u201d, daba la definici\u00f3n de \u201cun buen indio es un indio muerto<\/b>\u201d \u2014 sino que los aventureros, que se ofrec\u00edan como \u201croturadores\u201d, se peleaban entre ellos \u2014 individualmente o entre bandas rivales \u2014 para repartirse el bot\u00edn. Numerosas pel\u00edculas norteamericanas, a pesar de su apolog\u00eda, nos muestran lo que fue la jungla salvaje de estos predadores, para quienes el rev\u00f3lver o el fusil eran la \u00fanica ley y justicia.
\nAs\u00ed se formaba, aureolado por el mito de la \u201cfrontera\u201d, la imagen del h\u00e9roe norteamericano, por ejemplo, el mismo que encarna los Tarz\u00e1n<\/b> y los James Bond<\/b>, im\u00e1genes emblem\u00e1ticas de esa violencia siempre victoriosa en las relaciones tanto entre los individuos como con el Estado.
\nLa \u201cfrontera<\/b>\u201d no tiene para los norteamericanos el mismo sentido que para los europeos: no es el l\u00edmite catastral de un Estado (variante seg\u00fan las vicisitudes de las guerras) sino una l\u00ednea siempre en movimiento hasta que el invasor caiga en el Oc\u00e9ano Pac\u00edfico y se proclame entonces \u201cel cierre de las fronteras\u201d. Pero esto est\u00e1 siempre ligado a la lucha donde el hombre es el lobo del hombre y donde la victoria se la lleva el m\u00e1s fuerte, ya se trate de represi\u00f3n o expoliaci\u00f3n de los indios, o de luchas entre blancos por la posesi\u00f3n del bot\u00edn.<\/p>\n

Es por eso que la \u201cGuerra de Secesi\u00f3n<\/b>\u201d entre los Estados del Norte se libr\u00f3 con la misma brutalidad y, simb\u00f3licamente, por los mismos hombres: el general Sherman<\/b> dirig\u00eda contra los sudistas la misma \u201cguerra total<\/b>\u201d en nombre del mismo rechazo y con la misma voluntad de destruir al otro, diaboliz\u00e1ndolo.<\/p>\n

El descubrimiento de yacimientos de oro en California exasper\u00f3 a\u00fan m\u00e1s esta lucha entre rivales para apoderarse de las pepitas.<\/p>\n

La ordenanza de 1785 sobre la \u201cventa\u201d de tierras del Oeste marc\u00f3 la apertura de la caza a los indios y entre rivales, por el derecho de apropiaci\u00f3n de territorios hasta el Pac\u00edfico.<\/p>\n

***<\/p>\n

En 1823, el presidente Monroe<\/b> formula la doctrina que marcar\u00e1 el inicio de la conquista del \u201csegundo c\u00edrculo\u201d. Este considera el continente americano como un todo, donde Estados Unidos ser\u00e1 el protector: \u201cA los europeos el Viejo Continente, a los norteamericanos el Nuevo.\u201d<\/p>\n

Este \u201cc\u00edrculo\u201d comienza por la invasi\u00f3n de M\u00e9xico y la anexi\u00f3n de Texas en 1845.<\/p>\n

El despojo de Am\u00e9rica latina<\/b> se efectu\u00f3 mediante dos m\u00e9todos distintos: Primero, por v\u00eda de la penetraci\u00f3n econ\u00f3mica que desembocaba en una intervenci\u00f3n militar y en la anexi\u00f3n pura y simple. Este fue el caso de Puerto Rico.
\nSegundo, alentando a los movimientos de independencia que permitieran expulsar de Am\u00e9rica del Sur<\/b> a los espa\u00f1oles, portugueses e ingleses, para despu\u00e9s instalar gobiernos t\u00edteres que les abrieran las puertas a las inversiones norteamericanas; ora utilizaron dictaduras militares encargadas de reprimir toda resistencia popular; ora alternando el terror<\/b> y la corrupci\u00f3n<\/b>, permitiendo as\u00ed el acceso al poder a dirigentes elegidos pero bajo su bota, con el fin de mantener gracias a la complicidad de los hombres de negocios locales, el control econ\u00f3mico sobre el pa\u00eds.[8]<\/p>\n

***<\/p>\n

La extensi\u00f3n del tercer c\u00edrculo se llev\u00f3 a cabo mediante el avasallamiento de Europa, luego de la \u201cguerra de 30 a\u00f1os<\/b>\u201d (de 1914 a 1945), verdadera \u201cguerra civil\u201d intraeuropea <\/b>que dej\u00f3 una Europa exsang\u00fce en manos de Estados Unidos<\/b> permiti\u00f3 que \u00e9ste detentara, en 1945<\/b>, la mitad de las riquezas del mundo. (Georges Kennan. \u201cPolicy Planning Studies\u201d, 23 de febrero de 1948)<\/p>\n

Ya a fines del Siglo XIX el futuro del sistema y su victoria final parec\u00eda asegurada. En 1898, el senador Beveridge<\/b> abr\u00eda esta perspectiva luminosa: \u201cEl comercio mundial debe ser y ser\u00e1 nuestro, y nosotros lo controlaremos. Surcaremos los mares con nuestra marina mercante; construiremos flotillas a la altura de nuestra grandeza. Tendremos grandes colonias, gobernadas por ellas mismas, donde flamear\u00e1 nuestra bandera, trabajar\u00e1n para nosotros y jalonar\u00e1n nuestras rutas comerciales. Nuestras instituciones seguir\u00e1n nuestro estandarte sobre las alas de nuestro comercio. Y el derecho norteamericano, el orden norteamericano, la civilizaci\u00f3n y la bandera norteamericana llegar\u00e1n a nuestras costas, hasta este momento, sangrientas y desoladas pero que, gracias a Dios, ser\u00e1n muy pronto esplendorosas.\u201d<\/p>\n

La guerra de 1914-1918 confirm\u00f3 esta visi\u00f3n optimista derramando oleadas de sangre sobre Europa y olas de oro hacia Norteam\u00e9rica. Esta vino a socorrerla reci\u00e9n en 1917, despu\u00e9s de las batallas Verd\u00fan y de Somme, cuando el ejercito alem\u00e1n ya no ten\u00eda ninguna esperanza de victoria. Lo mismo sucedi\u00f3 en la segunda guerra \u2014 1939-1945 \u2014 los norteamericanos desembarcaron reci\u00e9n en 1944, despu\u00e9s de la batalla Estalingrado, cuando el ejercito nazi estaba pr\u00e1cticamente derrotado.<\/p>\n

En 1917, la \u201cneutralidad\u201d norteamericana hab\u00eda producido un incremento del 15% de sus exportaciones. La balanza comercial de Estados Unidos pas\u00f3 de un excedente de 436 millones de d\u00f3lares en 1914 a 3.568 millones de d\u00f3lares en 1917.<\/p>\n

El presidente de Estados Unidos, que en ese entonces era Wilson<\/b>, despu\u00e9s de aprobar la guerra hispanoamericana, la conquista de Filipinas, la ocupaci\u00f3n de Puerto Rico y de Cuba, \u201cfue el responsable\u201d \u2014 dice Franck Schoell<\/b> en su libro Historia de Estados Unidos<\/i> (Ed. Payot. Par\u00eds 1965, p. 262) \u2014 de un n\u00famero m\u00e1s grande de intervenciones que el conjunto de las realizadas por Teodoro Roosevelt<\/strong> y Taft<\/strong>. En 1916 en Cuba, Wilson<\/strong> otorg\u00f3 a su embajador el derecho de controlar el presupuesto de ese pa\u00eds\u2026 El mismo a\u00f1o en Nicaragua, sus nav\u00edos de guerra \u201cChattanooga\u201d y \u201cSan Diego\u201d impusieron al obediente presidente Emiliano Chamorro<\/strong>, mientras su ej\u00e9rcito ocupaba Panam\u00e1.<\/p>\n

Este \u201cidealista\u201d, que realizaba tan bien la pol\u00edtica de la ca\u00f1onera contra los Estados m\u00e1s d\u00e9biles, habi\u00e9ndose enterado el 17 de enero de 1917, despu\u00e9s de las batallas de Verdun y de Somme \u2014 que costaron a Francia 300.000 y 200.000 muertos respectivamente, adem\u00e1s de 400.000 v\u00edctimas a Inglaterra \u2014 que el ministro alem\u00e1n de relaciones exteriores proyectaba una alianza con M\u00e9xico para recuperar las tierras de Texas, de Nuevo M\u00e9xico y de Arizona, se decidi\u00f3 (\u201cAmerica first<\/em>\u201c) enviar a Francia al general Pershing, que pocos meses antes hab\u00eda invadido M\u00e9xico.<\/p>\n

(Estamos lejos de la leyenda dorada de \u201cLa Fayette, nous voil\u00e0!<\/i>\u201d \u2014 \u00a1La Fayette, aqu\u00ed estamos!)<\/p>\n

Despu\u00e9s del Tratado de Versalles<\/b>, los aliados que se hab\u00edan endeudado con Estados Unidos, tuvieron que pagar la deuda al \u201cbig business\u201d norteamericano. A su vez, esto condujo a que los aliados impusieran a Alemania las reparaciones de guerra, ocasionando la quiebra y el desempleo en ese pa\u00eds, lo que dio a Hitler<\/b> los mejores argumentos para su demag\u00f3gica propaganda.
\nEl c\u00e9lebre economista Lord Keynes<\/b> escribi\u00f3 en 1919, en su libro Las consecuencias econ\u00f3micas de la paz<\/i>, que \u201csi buscamos deliberadamente empobrecer a Europa Central, me arriesgo a predecir que la venganza ser\u00e1 terrible: de aqu\u00ed a veinte a\u00f1os tendremos una guerra que, sea quien sea el vencedor, destruir\u00e1 la civilizaci\u00f3n.\u201d<\/p>\n

Esto no impidi\u00f3 a Wilson<\/b> presentar en el Congreso del 8 de junio de 1918, los famosos \u201c14 puntos<\/b>\u201d sobre la \u201cdefensa de la democracia<\/b>\u201c. Pero el problema esencial es el de la deuda, y especialmente, la deuda contra\u00edda por los pa\u00edses de la \u201cEntente<\/b>\u201d frente a Estados Unidos<\/b>, deudas comerciales que deb\u00edan ser pagadas. Pero adem\u00e1s estaban las reparaciones exigida por parte de Francia e Inglaterra a Alemania, y que \u00e9sta no pod\u00eda pagar. Estados Unidos organiz\u00f3 un extra\u00f1o circuito: nadando en la abundancia de un capital que no pod\u00eda invertir en una Europa insolvente y arruinada, prestaron dinero a Alemania para pagar las \u201creparaciones\u201d a los aliados y para que \u00e9stos a su vez reembolsaran su deuda a Estados Unidos.
\nLa poderosa econom\u00eda norteamericana produc\u00eda a un ritmo tal que el stock de mercader\u00eda no pod\u00eda venderse y numerosas empresas se encontraron en estado de cesaci\u00f3n de pagos.<\/p>\n

El haber recalentado el sistema en pleno auge condujo a la cat\u00e1strofe. A tal punto que, los nuevos y formidables avances hechos por Estados Unidos \u2014 primera potencia mundial \u2014 gracias a la guerra, desemboc\u00f3 en el primer fracaso del sistema norteamericano, dando origen a la crisis de 1929<\/b> que demostr\u00f3, ante el asombro del mundo, c\u00f3mo la extraordinaria m\u00e1quina del capitalismo norteamericano pod\u00eda desmoronarse en pedazos y llevar a la quiebra no s\u00f3lo a ese pa\u00eds sino al mundo entero.<\/p>\n

Fue el m\u00e1s grande traumatismo hist\u00f3rico que conoci\u00f3 ese pa\u00eds, ya que esta crisis pon\u00eda en cuestionamiento los principios mismos del sistema que, despu\u00e9s de Georges Washington<\/b> y Alexandre Hamilton<\/b>, eran considerados infalibles gracias a sus instituciones divinas, otorg\u00e1ndole libertad absoluta al mercado y poder a los oligarcas de las finanzas, para asegurar el triunfo de Estados Unidos. Este dogma parec\u00eda ratificado por la historia: la posesi\u00f3n de los dos primeros c\u00edrculos que garantizar\u00edan la victoria total a escala mundial. Pero una noche de octubre de 1929 esa tranquila seguridad se desmoron\u00f3<\/b>. Los gigantescos bancos cerraron sus puertas, miles de empresas quebraron, algunos patrones industriales se suicidaron, y muy pronto hubo 9 millones de desempleados (17% de la mano de obra del pa\u00eds) desfilando por las calles, donde se sucedieron las revueltas y las represiones de la polic\u00eda montada.
\nAndr\u00e9 Maurois<\/b> escribi\u00f3: \u201cSi hubieran tenido la ocasi\u00f3n de hacer un viaje hacia fines de invierno (1932-1933), hubiesen encontrado un pueblo completamente desesperado\u2026 Am\u00e9rica del Norte cre\u00eda que el fin de un sistema, de una civilizaci\u00f3n, estaba pr\u00f3ximo a suceder.\u201d<\/p>\n

La terrible crisis estall\u00f3 porque la l\u00f3gica del sistema<\/strong> fue llevada a sus extremas consecuencias: cada uno de los grandes actores del sistema \u201cliberal\u201d estaban tan seguros de la victoria de las empresas debido a la ley del sistema, que se anticiparon e invirtieron en ella toda su fortuna. Fue suficiente algunos perdedores para que la duda se instale, y que esa brusca desconfianza se inscriba en la Bolsa<\/strong>, para que el conjunto se desmorone como las piezas de un domin\u00f3. Una tras otra, las empresas y los bancos se declararon insolventes, y la inversi\u00f3n pesimista sobre la m\u00e1s fuerte especulaci\u00f3n tend\u00eda a bajar, como antes era la especulaci\u00f3n sobre el alza y la victoria.<\/p>\n

En marzo de 1933, asumi\u00f3 sus funciones de presidente Franklin Delano Roosevelt<\/b> y su primera acci\u00f3n fue ir a rezar. \u00bfLa fe en el \u201cdestino manifiesto\u201d lo hizo tambalear? \u00bfEste pa\u00eds estaba abandonado por la Providencia?
\nEn realidad, era el dogma hamiltoniano<\/i> tomado de Adam Smith<\/b> que revelaba la contradicci\u00f3n fundamental del sistema: no es cierto que la suma de intereses individuales tenga como resultado la satisfacci\u00f3n de los intereses generales, sino que por el contrario engendra una jungla donde se enfrentan sin fin los intereses particulares en competencia, impidiendo la constituci\u00f3n de una verdadera comunidad. Es por eso que se plantea una terrible pregunta: \u00bfEstados Unidos es una Naci\u00f3n? \u00bfPodr\u00e1n nuevamente creer en su destino?<\/p>\n

Roosevelt<\/b> apareci\u00f3 como un salvador cuando anunci\u00f3 el \u201cNew Deal<\/b>\u201c, una nueva manera de hacer frente a la depresi\u00f3n. Fundamentalmente sin poner en causa el sistema, atenu\u00f3 el desastre con algunas reformas notables: la reactivaci\u00f3n de la construcci\u00f3n de grandes trabajos p\u00fablicos, en los cuales el Estado intervino con el fin de reducir el desempleo y las tensiones que suscitaba, un papel que el Estado hasta ese momento no ten\u00eda, ya que en la concepci\u00f3n de Hamilton<\/b> las beneficiadas eran las grandes empresas privadas.<\/p>\n

Este reformismo prudente fue un paliativo contra los efectos mort\u00edferos de la crisis. Salieron de la vor\u00e1gine pero con una soluci\u00f3n tan parcial del problema que en 1937 Estado Unidos reca\u00eda nuevamente en la depresi\u00f3n. \u201cEn 1937 -escribe Galbraith<\/b>\u2013 cont\u00e1bamos de nuevo con 9 millones de desempleados.\u201d Hasta que la crisis fue definitivamente superada gracias a la segunda guerra europea. (Estamos lejos de la leyenda dorada de \u201cLa Fayette, nous voil\u00e0!<\/i>\u201d \u2014 \u00a1La Fayette, aqu\u00ed estamos!).<\/p>\n

Despu\u00e9s del Tratado de Versalles<\/b>, los aliados que se hab\u00edan endeudado con Estados Unidos, tuvieron que pagar la deuda al \u201cbig business\u201d norteamericano. A su vez, esto condujo a que los aliados impusieran a Alemania las reparaciones de guerra, ocasionando la quiebra y el desempleo en ese pa\u00eds, lo que dio a Hitler<\/b> los mejores argumentos para su demag\u00f3gica propaganda.
\nEl c\u00e9lebre economista Lord Keynes<\/b> escribi\u00f3 en 1919, en su libro Las consecuencias econ\u00f3micas de la paz<\/i>, que \u201csi buscamos deliberadamente empobrecer a Europa Central, me arriesgo a predecir que la venganza ser\u00e1 terrible: de aqu\u00ed a veinte a\u00f1os tendremos una guerra que, sea quien sea el vencedor, destruir\u00e1 la civilizaci\u00f3n.\u201d<\/p>\n

Esto no impidi\u00f3 a Wilson<\/b> presentar en el Congreso del 8 de junio de 1918, los famosos \u201c14 puntos<\/b>\u201d sobre la \u201cdefensa de la democracia<\/b>\u201c. Pero el problema esencial es el de la deuda, y especialmente, la deuda contra\u00edda por los pa\u00edses de la \u201cEntente<\/b>\u201d frente a Estados Unidos<\/b>, deudas comerciales que deb\u00edan ser pagadas. Pero adem\u00e1s estaban las reparaciones exigida por parte de Francia e Inglaterra a Alemania, y que \u00e9sta no pod\u00eda pagar. Estados Unidos organiz\u00f3 un extra\u00f1o circuito: nadando en la abundancia de un capital que no pod\u00eda invertir en una Europa insolvente y arruinada, prestaron dinero a Alemania para pagar las \u201creparaciones\u201d a los aliados y para que \u00e9stos a su vez reembolsaran su deuda a Estados Unidos.
\nLa poderosa econom\u00eda norteamericana produc\u00eda a un ritmo tal que el stock de mercader\u00eda no pod\u00eda venderse y numerosas empresas se encontraron en estado de cesaci\u00f3n de pagos.<\/p>\n

El haber recalentado el sistema en pleno auge condujo a la cat\u00e1strofe. A tal punto que, los nuevos y formidables avances hechos por Estados Unidos \u2014 primera potencia mundial \u2014 gracias a la guerra, desemboc\u00f3 en el primer fracaso del sistema norteamericano, dando origen a la crisis de 1929<\/b> que demostr\u00f3, ante el asombro del mundo, c\u00f3mo la extraordinaria m\u00e1quina del capitalismo norteamericano pod\u00eda desmoronarse en pedazos y llevar a la quiebra no s\u00f3lo a ese pa\u00eds sino al mundo entero.<\/p>\n

Fue el m\u00e1s grande traumatismo hist\u00f3rico que conoci\u00f3 ese pa\u00eds, ya que esta crisis pon\u00eda en cuestionamiento los principios mismos del sistema que, despu\u00e9s de Georges Washington<\/b> y Alexandre Hamilton<\/b>, eran considerados infalibles gracias a sus instituciones divinas, otorg\u00e1ndole libertad absoluta al mercado y poder a los oligarcas de las finanzas, para asegurar el triunfo de Estados Unidos. Este dogma parec\u00eda ratificado por la historia: la posesi\u00f3n de los dos primeros c\u00edrculos que garantizar\u00edan la victoria total a escala mundial. Pero una noche de octubre de 1929 esa tranquila seguridad se desmoron\u00f3<\/b>. Los gigantescos bancos cerraron sus puertas, miles de empresas quebraron, algunos patrones industriales se suicidaron, y muy pronto hubo 9 millones de desempleados (17% de la mano de obra del pa\u00eds) desfilando por las calles, donde se sucedieron las revueltas y las represiones de la polic\u00eda montada.
\nAndr\u00e9 Maurois<\/b> escribi\u00f3: \u201cSi hubieran tenido la ocasi\u00f3n de hacer un viaje hacia fines de invierno (1932-1933), hubiesen encontrado un pueblo completamente desesperado\u2026 Am\u00e9rica del Norte cre\u00eda que el fin de un sistema, de una civilizaci\u00f3n, estaba pr\u00f3ximo a suceder.\u201d<\/p>\n

La terrible crisis estall\u00f3 porque la l\u00f3gica del sistema fue llevada a sus extremas consecuencias: cada uno de los grandes actores del sistema \u201cliberal\u201d estaban tan seguros de la victoria de las empresas debido a la ley del sistema, que se anticiparon e invirtieron en ella toda su fortuna. Fue suficiente algunos perdedores para que la duda se instale, y que esa brusca desconfianza se inscriba en la Bolsa, para que el conjunto se desmorone como las piezas de un domin\u00f3. Una tras otra, las empresas y los bancos se declararon insolventes, y la inversi\u00f3n pesimista sobre la m\u00e1s fuerte especulaci\u00f3n tend\u00eda a bajar, como antes era la especulaci\u00f3n sobre el alza y la victoria.<\/p>\n

En marzo de 1933, asumi\u00f3 sus funciones de presidente Franklin Delano Roosevelt<\/b> y su primera acci\u00f3n fue ir a rezar. \u00bfLa fe en el \u201cdestino manifiesto\u201d lo hizo tambalear? \u00bfEste pa\u00eds estaba abandonado por la Providencia?
\nEn realidad, era el dogma hamiltoniano<\/i> tomado de Adam Smith<\/b> que revelaba la contradicci\u00f3n fundamental del sistema: no es cierto que la suma de intereses individuales tenga como resultado la satisfacci\u00f3n de los intereses generales, sino que por el contrario engendra una jungla donde se enfrentan sin fin los intereses particulares en competencia, impidiendo la constituci\u00f3n de una verdadera comunidad. Es por eso que se plantea una terrible pregunta: \u00bfEstados Unidos es una Naci\u00f3n? \u00bfPodr\u00e1n nuevamente creer en su destino?<\/p>\n

Roosevelt<\/b> apareci\u00f3 como un salvador cuando anunci\u00f3 el \u201cNew Deal<\/b>\u201c, una nueva manera de hacer frente a la depresi\u00f3n. Fundamentalmente sin poner en causa el sistema, atenu\u00f3 el desastre con algunas reformas notables: la reactivaci\u00f3n de la construcci\u00f3n de grandes trabajos p\u00fablicos, en los cuales el Estado intervino con el fin de reducir el desempleo y las tensiones que suscitaba, un papel que el Estado hasta ese momento no ten\u00eda, ya que en la concepci\u00f3n de Hamilton<\/b> las beneficiadas eran las grandes empresas privadas.<\/p>\n

Este reformismo prudente fue un paliativo contra los efectos mort\u00edferos de la crisis. Salieron de la vor\u00e1gine pero con una soluci\u00f3n tan parcial del problema que en 1937 Estado Unidos reca\u00eda nuevamente en la depresi\u00f3n. \u201cEn 1937 -escribe Galbraith<\/b>\u2013 cont\u00e1bamos de nuevo con 9 millones de desempleados.\u201d Hasta que la crisis fue definitivamente superada gracias a la segunda guerra europea.<\/p>\n

***<\/p>\n

Otra vez aqu\u00ed Estados Unidos<\/b> maniobr\u00f3 en funci\u00f3n de sus propios intereses: desde la derrota de Francia, en 1940, apostaron por el gobierno de Vichy<\/b> y lo reconocieron oficialmente, presentando un embajador. Roosevelt<\/b> envi\u00f3 ante Weygand<\/b>, en Africa del Norte a sus emisarios: el almirante Leahy<\/b> y el c\u00f3nsul Murphy<\/b>.<\/p>\n

Al mismo tiempo alent\u00f3 a Churchil<\/b> para que efectuara bombardeos masivos<\/b>, incluso sobre objetivos civiles, en Alemania y en las zonas ocupadas de B\u00e9lgica y de Francia.
\nDespu\u00e9s de la destrucci\u00f3n de la flota norteamericana en Pearl Harbour<\/b> por la aviaci\u00f3n japonesa (donde curiosamente su avance no hab\u00eda sido detectada por el Estado Mayor norteamericano) y la declaraci\u00f3n de guerra de Alemania y de Italia a Estados Unidos, el 11 de diciembre de 1941, los lazos se volvieron estrechos con el gobierno de Vichy<\/b>, mientras que el general De Gaulle<\/b> era considerado por Roosevelt<\/b> como \u201cel residuo min\u00fasculo y grotescamente anacr\u00f3nico de una historia pasada de moda\u201d.<\/p>\n

En 1942, el senador Truman<\/b> (futuro presidente) escribi\u00f3: \u201csi la Uni\u00f3n Sovi\u00e9tica<\/b> se debilita habr\u00e1 que ayudarla. Si es Alemania<\/b> la que se debilita, tambi\u00e9n la ayudaremos. Lo esencial es que se destruyan entre ellas.\u201d
\nEn noviembre de 1942, en una entrevista realizada por Adrien Texier<\/b> y en la cual asisti\u00f3 Andr\u00e9 Philips<\/b> (portavoz de De Gaulle<\/b>), Roosevelt<\/b> se jactaba de su pragmatismo: \u201cMe interesa sobre todo la eficacia. Tengo problemas que resolver. Los que me quieran ayudar ser\u00e1n bienvenidos. Si hoy Darlan<\/b> me da Argelia, gritar\u00e9: \u00a1Viva Darlan<\/b>! \u2026 Si Quisling<\/b> me da Oslo: \u00a1Viva Quisling<\/b>! \u2026 Y si ma\u00f1ana Laval<\/b> me da Par\u00eds, gritar\u00e9: \u00a1Viva Laval<\/b>! [9].<\/p>\n

De hecho, teniendo a distancia a De Gaulle<\/b>, se realiz\u00f3 el desembarco en Africa del Norte y se entreg\u00f3 el poder a Darlan<\/b>, como as\u00ed tambi\u00e9n en Italia al general Bodoglio<\/b>; que hab\u00eda seguido a Mussolini<\/b> como Darlan<\/b> a Pet\u00e1in<\/b>.
\nPara el desembarco en Francia, las tropas inglesas contribuyeron con el contingente m\u00e1s grande, al igual que los soldados magreb\u00edes que representaban 70% de los efectivos para el desembarco de Provenza.
\nDe Gaulle <\/b>no fue informado de la fecha del desembarco en Normand\u00eda, y las fuerzas de Francia Libre estaban bajo las \u00f3rdenes de los ingleses. El primitivo plan de liberaci\u00f3n preve\u00eda una administraci\u00f3n militar anglonorteamericana. S\u00f3lo De Gaulle<\/b> a trav\u00e9s de una ordenanza se opuso a esto, confiando la acci\u00f3n a la resistencia francesa proclam\u00f3: \u201ccada pedazo de territorio liberado ser\u00e1 administrada por un delegado designado por el CFLN, lo que ser\u00e1 r\u00e1pidamente reconocido por el Consejo Nacional de la Resistencia para constituir un gobierno provisorio de la Rep\u00fablica Francesa.\u201d
\nEstados Unidos<\/b> sacar\u00e1 provecho de la victoria, en primer lugar econ\u00f3mico, imponiendo su protectorado al \u201cTercer c\u00edrculo\u201d.<\/p>\n

Los acuerdos de Bretton Woods<\/b> de 1944, oficializaron la hegemon\u00eda del d\u00f3lar estableci\u00e9ndolo a la paridad con el oro, haciendo de \u00e9ste la moneda internacional hasta nuestros d\u00edas. Por otro lado, los planes bilaterales tales como los acuerdos Blum Byrnes<\/b> para Francia que, en 1944 a cambio de una ayuda de cuatro a\u00f1os de dos mil millones de d\u00f3lares, abrieron sin condici\u00f3n su mercado a las importaciones norteamericanas. Toda Europa se convirti\u00f3 poco a poco en un protectorado norteamericano.
\nEl Plan Marshall <\/b>en 1947 fue una etapa significativa de este vasallaje al \u201cTercer C\u00edrculo\u201d.<\/p>\n

Al d\u00eda siguiente de finalizada la Segunda Guerra Mundial<\/b>, Estados Unidos nadaba en la abundancia frente a una Europa arruinada, encontr\u00e1ndose en la misma situaci\u00f3n de un ni\u00f1o que, despu\u00e9s de haber ganado todas las canicas a sus compa\u00f1eros, se ve en la obligaci\u00f3n de prestar para seguir jugando.<\/p>\n

Por lo tanto, el problema estaba en hacer de Europa una regi\u00f3n solvente para absorberla y hacerle pagar la producci\u00f3n norteamericana, en el momento en que \u00e9sta, dopada desde hac\u00eda cuatro a\u00f1os por exportaciones de materiales de guerra, trabajaba a toda m\u00e1quina.
\nDesde 1947 la CIA<\/b> se\u00f1alaba el doble peligro, econ\u00f3mico y pol\u00edtico, que representaba la situaci\u00f3n en Europa despu\u00e9s de la guerra.<\/p>\n

\u201cEl peligro m\u00e1s grande para la seguridad de Estados Unidos es el riesgo de enfrentamiento econ\u00f3mico en Europa del Oeste y su consecuencia: la ascensi\u00f3n al poder de elementos comunistas.\u201d<\/p>\n

Para evitar ese doble peligro, los dirigentes de Estados Unidos lanzaron el \u201cPlan Marshall<\/b>\u201d destinado \u2014 dijeron ellos \u2014 a construir Europa.<\/p>\n

Pero las condiciones pol\u00edticas para acordar dicho plan fueron estrictas: primero eliminar a los comunistas de los gobiernos occidentales.<\/p>\n

La intervenci\u00f3n extranjera fue evidente:
\nLos ministros comunistas franceses fueron excluidos del gobierno el 4 de mayo de 1947.<\/p>\n

Los ministros comunistas italianos fueron excluidos el 13 de mayo de 1947.<\/p>\n

Los ministros comunistas belgas fueron excluidos del gobierno en ese mismo mes.<\/p>\n

Poco despu\u00e9s de esas exclusiones, el 5 de junio de 1947, fue oficialmente proclamada la \u201cproposici\u00f3n Marshall\u201d.
\nUna vez logrados estos resultados, era posible la aplicaci\u00f3n de este plan que constitu\u00eda, entre otras cosas, un medio de presi\u00f3n pol\u00edtico y un programa de promoci\u00f3n para las exportaciones norteamericanas en Europa.<\/p>\n

En definitiva, \u201cla ayuda\u201d era un objetivo menor del \u201cPlan Marshall\u201d. Un estudio fechado en abril de 1947 observaba que la ayuda norteamericana deb\u00eda consagrarse \u00fanicamente \u201ca los pa\u00edses de inter\u00e9s estrat\u00e9gico, primordial para Estados Unidos\u2026 salvo en los raros casos donde se presente una ocasi\u00f3n permanente para Estados Unidos<\/b> de recibir una aprobaci\u00f3n universal gracias a una acci\u00f3n espectacular humanitaria\u201d. (Joint Chiefs of Staff 1769\/1)<\/p>\n

El secretario de Estado Dean Acheson<\/b> e influyentes senadores norteamericanos se pusieron de acuerdo en 1950, para que \u201csi la hambruna se desatase sobre el continente chino<\/b>, Estados Unidos deber\u00e1 suministrar un poco de ayuda alimentaria. No para calmar el hambre, sino lo suficiente como para anotar un punto en la guerra psicol\u00f3gica\u201d. (Stephen Shalom: Z Magazine<\/i>. Octubre 1990)<\/p>\n

En efecto, en los tiempos del Plan Marshall<\/b> se hablaba mucho de solidaridad y de generosidad, pero en 1948, Georges Kennan<\/b>, que hasta ese momento estaba a la cabeza del Consejo Nacional de Seguridad, escribi\u00f3: \u201cPoseemos alrededor del 50% de las riquezas mundiales pero solamente el 6,3% de poblaci\u00f3n \u2026 En esta situaci\u00f3n es inevitable que seamos objeto de celos y resentimientos. Nuestra verdadera tarea en los per\u00edodos venideros es desarrollar un sistema de relaciones que nos permita mantener esta posici\u00f3n de desigualdad, sin poner en peligro nuestra seguridad nacional. Para realizar esto, tenemos el deber de sacarnos de encima todo sentimentalismo y dejar de so\u00f1ar despiertos. Nuestra atenci\u00f3n deber\u00e1 concentrarse en todos los lugares donde est\u00e9n nuestros objetivos nacionales inmediatos. Es necesario que los tengamos. Hoy en d\u00eda no podemos permitirnos el lujo del altruismo y de la beneficencia a escala mundial. Debemos dejar de hablar de objetivos vagos e irrealizables, por ejemplo, con respecto al Extremo Oriente, los derechos del hombre, el aumento del nivel de vida y la democracia. No estamos muy lejos del d\u00eda en que tendremos que actuar utilizando directamente la fuerza \u2026 En cuanto menos nos guiemos por esl\u00f3ganes idealistas, mejor ser\u00e1.\u201d (Policy Planning Studies. 23 de febrero de 1948)<\/p>\n

Pero un lenguaje tan franco no entra en la tradici\u00f3n mesi\u00e1nica de Norteam\u00e9rica<\/b>. Era necesario luego de dos siglos que la voluntad de poder se disfrazara con una m\u00e1scara moral y teol\u00f3gica. Finalizada la guerra, la carrera armamentista se justific\u00f3 por la necesaria lucha contra el \u201cimperio del mal<\/b>\u201c. El sucesor de Kennan<\/b> lo comprendi\u00f3 muy bien: hab\u00eda que combatir a Sat\u00e1n<\/b>. Y para eso est\u00e1n los \u201cbolcheviques\u201d (lato sensu, todos los pa\u00edses que no aceptaban abrir incondicionalmente sus mercados a las grandes firmas norteamericanas eran considerados como \u201ccomunista\u201d o c\u00f3mplice de la Uni\u00f3n Sovi\u00e9tica). Entonces, el diablo fue claramente designado: primero fue la URSS<\/b> y despu\u00e9s de su desmoronamiento fue, y es a\u00fan hoy en d\u00eda, el Islam<\/b>, o como define Huntington<\/b> \u201cla coalici\u00f3n islamo-confuciana\u201d, es decir, el conjunto del Tercer Mundo<\/b>. La estrategia del complejo militar-industrial ten\u00eda un fundamento metaf\u00edsico misionero y se transformaba en una \u201ccruzada<\/b>\u201d porque \u201c\u00a1As\u00ed lo quiere Dios!\u201d.<\/p>\n

Se podr\u00eda de esta forma, cada vez que la econom\u00eda norteamericana necesite un estimulante, reaccionar por la v\u00eda tranquila de las organizaciones intermediarias o guerrear en los cuatro puntos del mundo para \u201cdefender<\/b>\u201d el Bien<\/b> o sus suced\u00e1neos: la democracia, los derechos del hombre, la injerencia humanitaria, etc.<\/p>\n

El m\u00e9todo \u201csuave\u201d<\/b> (aunque la miseria o la hambruna maten tambi\u00e9n tan eficaz y masivamente como la guerra) fue creado por organismos sat\u00e9lites de la oligarqu\u00eda norteamericana<\/b>, tales como el Fondo Monetario Internacional<\/b> o el Banco Mundial<\/b> (uno y otro creado a Bretton Woods<\/b>) que se extender\u00e1 en todo el mundo bajo la m\u00e1scara de \u201cayuda al desarrollo<\/b>\u201c. Los tent\u00e1culos del pulpo tienen una misi\u00f3n esencial \u201cprestar dinero s\u00f3lo a los pa\u00edses que acepten adaptarse al modelo econ\u00f3mico-pol\u00edtico de Estados Unidos<\/b>, al \u201cliberalismo econ\u00f3mico\u201d mundializado, empleando \u201cajustes estructurales\u201d mayores, donde los principales son:<\/p>\n

– liberaci\u00f3n de precios,
\n– devaluaci\u00f3n de la moneda nacional,
\n– bloqueo, es decir, disminuci\u00f3n de salarios,
\n– reducci\u00f3n del gasto p\u00fablico, a fin de reducir el d\u00e9ficit exterior,
\n– privatizaci\u00f3n de las grandes empresas estatales (bancos, compa\u00f1\u00edas de transportes y firmas industriales),
\n– abrir las fronteras a la competencia internacional,
\n– especializaci\u00f3n en un n\u00famero limitado de producci\u00f3n a las exportaciones.<\/p>\n

Estas exigencias producen por todos lados los mismos efectos. Una vez liberados los precios, estos suben haciendo que los bienes de primera necesidad se vuelvan inaccesibles para una gran parte de la poblaci\u00f3n, mientras que se enriquece una minor\u00eda. La devaluaci\u00f3n de la moneda, que supuestamente incentiva las exportaciones, encarece los productos importados que son muchas veces indispensables para la vida del pa\u00eds y no tiene m\u00e1s que una incidencia insignificante sobre las exportaciones, ya que su proporci\u00f3n con respecto al conjunto sigue siendo irrisoria. El bloqueo o la disminuci\u00f3n de los sueldos acent\u00faa la inflaci\u00f3n, que resulta de la liberaci\u00f3n de los precios, e induce al aumento de la miseria y de la marginalidad de capas sociales ya debilitadas por la corrupci\u00f3n de numerosos gobiernos locales.<\/p>\n

En Europa, el t\u00e9rmino de la conquista del \u201cTercer C\u00edrculo<\/b>\u201d pudo hacerse sin obst\u00e1culos gracias a la abdicaci\u00f3n casi general de los dirigentes pol\u00edticos, fuese cual fuese su etiqueta ideol\u00f3gica.<\/p>\n

En Inglaterra, ese mismo sistema que Reagan<\/b> impon\u00eda en Estados Unidos, fue copiado por la \u201cconservadora\u201d Thatcher<\/b>, y que con la m\u00e1s implacable l\u00f3gica enriquec\u00eda a los m\u00e1s ricos y empobrec\u00eda a los m\u00e1s pobres. Despu\u00e9s de ella, el \u201claborista\u201d Tony Blair<\/b> se comport\u00f3 como un \u201cclon\u201d de Thatcher<\/b>. En Francia, la misma sumisi\u00f3n al sistema se observa mediante unos matices de lenguaje, tanto por la \u201cderecha\u201d del presidente Chirac<\/b>, como por la \u201cizquierda\u201d liderada por el \u201csocialista\u201d Jospin<\/b>.<\/p>\n

Por lo tanto, el \u201cantinorteamericanismo<\/b>\u201c, es decir, la nueva \u201cresistencia<\/b>\u201d frente a esta nueva forma de \u201ccolaboraci\u00f3n\u201d, no tiene una significaci\u00f3n geogr\u00e1fica.<\/p>\n

En Europa, como al otro lado del Atl\u00e1ntico, el mercado dirige cada vez m\u00e1s los gobiernos. Gracias a una pol\u00edtica constante de privatizaci\u00f3n y desrregulaci\u00f3n financiera, las grandes corporaciones extranjeras y especialmente norteamericanas, se apoderan de sectores cada vez m\u00e1s importantes en nuestra econom\u00eda.<\/p>\n

Para no mencionar m\u00e1s que algunos ejemplos franceses:<\/p>\n

– el fondo Wellington es el primer accionario de Rh\u00f4ne-Poulenc;
\n– el fondo norteamericano de Lazard y Templeton entra a la vez en Rh\u00f4ne-Poulenc y en Pechiney, del cual es junto con Fidelty, el accionario mayoritario;<\/p>\n

– el directorio financiero del grupo Schneider, Claude Pessin, admite que \u201cel 30% de nuestro capital est\u00e1 ahora en manos de inversores extranjeros\u201d. Lo mismo pasa con el 33% del capital de Paribas, el 40% del capital de los cementos Lafarge, el 33% de Saint-Gobain, el 25% de la Lyonnaise des Eaux, el 40% de A.G.F., etc.<\/p>\n

En Le Monde<\/b> del 19 de noviembre de 1996, Eric Izraelevicz<\/b> escribe: \u201cLo que llama la atenci\u00f3n es el decaimiento del nacionalismo industrial en Francia. Hoy en d\u00eda, las empresas extranjeras pueden comprar aqu\u00ed todas las joyas que quieren sin provocar reacci\u00f3n.\u201d<\/p>\n

En pocas palabras, la industria europea est\u00e1 pasando bajo control norteamericano. Un pa\u00eds miembro de la OMC<\/b> (Organizaci\u00f3n Mundial del Comercio) \u2014 a excepci\u00f3n de Estados Unidos que se lo permite todo, incluso darle a sus propias leyes una extensi\u00f3n internacional coercitiva, como la ley Helms-Burton<\/b>, que prohibe las inversiones en Cuba, o la ley D\u2019Amato<\/b> para Ir\u00e1n<\/b> y Libia<\/b> \u2014 no puede:
\nlimitar sus importaciones agr\u00edcolas, ni subsidiar sus explotaciones; rechazar la instalaci\u00f3n de firmas multinacionales, a las cuales se les tienen que otorgar las mismas condiciones que a las industrias nacionales.<\/p>\n

Cualquier infracci\u00f3n a esas imposiciones hace del pa\u00eds un delincuente sujeto a represalias econ\u00f3micas, amenaza tan temible como la de las armas. Los pa\u00edses sometidos a las exigencias del F.M.I<\/b>. (Fondo Monetario Internacional) conocen muy bien lo que les ha costado en revueltas y muertos, como en 1988 en Argelia y en 1998 en Indonesia.
\nMaastricht<\/b> marc\u00f3 un momento decisivo en ese proceso de avasallamiento.<\/p>\n

Desde la aceptaci\u00f3n del Tratado de Maastricht<\/b>, m\u00e1s del 70% de las decisiones pol\u00edticas fundamentales ya no son tomadas por el Parlamento, sino por las comisiones de tecn\u00f3cratas de Bruselas que no rinden cuentas a nadie m\u00e1s que a los Doce \u2014 Primeros Ministros \u2014 reunidos algunas horas cada seis meses para avalar orientaciones decisivas para el destino de 340 millones de personas.<\/p>\n

La Europa de Maastricht es una Europa norteamericana.<\/b> Tres veces lo proclama la misma f\u00f3rmula en el texto: \u201cEl objetivo (del Tratado) es desarrollar la Uni\u00f3n Europea Occidental (U.E.O.) como medio de reforzar el pilar europeo de la Alianza Atl\u00e1ntica.\u201d (Declaraci\u00f3n sobre la U.E.O., B.4)<\/p>\n

Y para que nadie se equivoque sobre el vasallaje de esta Europa norteamericana<\/b>, precisa la Declaraci\u00f3n 1 que la eventual defensa com\u00fan deber\u00e1 ser \u201ccompatible con la de la Alianza Atl\u00e1ntica\u201d (1er p\u00e1rrafo), que tiene que hacerse \u201cen el marco de la U.E.O. y de la Alianza Atl\u00e1ntica\u201d y que \u201d la Alianza seguir\u00e1 siendo el foro esencial de consulta\u201d (B.4).<\/p>\n

O sea que no se trata de tener peso, sino de ser simplemente un componente de la pol\u00edtica extranjera norteamericana.<\/p>\n

La Europa de Maastricht<\/b> se sit\u00faa en el contexto de la pol\u00edtica de dominaci\u00f3n mundial de Estados Unidos.
\nEl 8 de marzo de 1992, el New-York Times<\/i> publicaba un documento emitido por el Pent\u00e1gono<\/b>. Ah\u00ed pod\u00eda leerse: \u201cel Departamento de Defensa afirma que la misi\u00f3n pol\u00edtica y militar de Estados Unidos, en el per\u00edodo posterior a la guerra fr\u00eda, consistir\u00e1 en asegurarse que ninguna superpotencia rival pueda surgir en Europa occidental, en Asia, o en el territorio de la C.E.I.\u201c.<\/p>\n

Este informe subraya la importancia del \u201csentimiento de que finalmente, el orden mundial es sostenido por Estados Unidos\u201d, y esboza un mundo en el cual existe un poder militar dominante, cuyos jefes \u201ctienen que mantener los dispositivos que sirven a desalentar a los eventuales competidores que aspirar\u00edan a un papel regional o mundial m\u00e1s importante\u201d.<\/p>\n

\u201cTenemos que procurar impedir la aparici\u00f3n de sistemas de seguridad exclusivamente europeos, que socavar\u00edan la OTAN\u201d<\/b> (International Herald Tribune<\/i>, 9 de marzo de 1992).<\/p>\n

En el acta final de la conferencia de Maastricht, la Declaraci\u00f3n sobre las relaciones con la Alianza Atl\u00e1ntica no deja ninguna duda al respecto: \u201cla Uni\u00f3n Europea actuar\u00e1 en conformidad con las disposiciones adoptadas por la Alianza Atl\u00e1ntica\u201d.<\/p>\n

El tratado preconiza que las instituciones europeas lleven a cabo una pol\u00edtica com\u00fan con \u201ctodos los sectores de la pol\u00edtica extranjera\u201d, lo que significa \u201cal pie de la letra, escribe Paul-Marie<\/b> de la <\/b>Gorce<\/b>, director de la Revue de D\u00e9fense Nationale<\/i>, que no habr\u00e1 m\u00e1s pol\u00edtica nacional\u201c. Esta disposici\u00f3n figura en la cabecera del art\u00edculo J-1 del t\u00edtulo V y tambi\u00e9n en el art\u00edculo J.4.<\/p>\n

Queda muy claro pues que se trata de una Europa norteamericana.<\/p>\n

Lo mismo pasa con la pol\u00edtica econ\u00f3mica y social y con la pol\u00edtica a secas.<\/p>\n

As\u00ed como Bush<\/b> lanz\u00f3 en 1991 la iniciativa de un mercado \u00fanico de todas las Am\u00e9ricas, desde Alaska hasta Tierra del Fuego, tal como le notific\u00f3 al Presidente de Senegal, Abdou Diouf<\/b>, la voluntad norteamericana de una r\u00e1pida unificaci\u00f3n econ\u00f3mica de Africa, igualmente el presidente Reagan<\/b>, que desde el 8 de mayo de 1985, llamaba a \u201campliar la unificaci\u00f3n europea para que se extienda desde Lisboa hasta el interior del territorio sovi\u00e9tico\u201d, Georges Bush<\/b> salud\u00f3 las decisiones hist\u00f3ricas tomadas en Maastricht<\/b>: \u201cUna Europa m\u00e1s unida, dijo, representa para Estados Unidos un asociado m\u00e1s eficaz, dispuesto a asumir mayores responsabilidades.\u201d Clinton<\/b>, en 1998, saluda con entusiasmo la creaci\u00f3n del Euro<\/b>.<\/p>\n

Maastricht<\/b> representa una adhesi\u00f3n total, y en principio definitiva, a una econom\u00eda de mercado sin l\u00edmites. El art\u00edculo J.3 estipula expresamente que queda prohibido volver sobre las decisiones.<\/p>\n

Robert Pelletier<\/b>, ex Director general de los servicios econ\u00f3micos del CNPF<\/b> y representante del patronato en el Comit\u00e9 econ\u00f3mico y social de la CEE<\/b>, traza las siguientes perspectivas (Le Monde<\/i> del 23 de junio de 1992): aumento del desempleo en Espa\u00f1a, de aqu\u00ed a 1997, de 16% a 19%; en Italia, \u201cexplosi\u00f3n sin precedente hist\u00f3rico del desempleo\u201d; \u201cc\u00e1lculos que dan v\u00e9rtigo\u201d para Grecia y Portugal; en cuanto a los franceses, \u201cno se les podr\u00e1 disimular demasiado tiempo que la pol\u00edtica llevada a cabo por Maastricht<\/b>, bajo tintes liberales de vuelta a la econom\u00eda de mercado es, en realidad, el modelo m\u00e1s aut\u00e9nticamente reaccionario de estos \u00faltimo sesenta a\u00f1os.\u201d<\/p>\n

As\u00ed, integrada en el mercado mundial dominado por Estados Unidos<\/b>, Europa<\/b> entrega su agricultura, su industria, su comercio, su cine y toda su cultura, a las reglas del libre intercambio de las cuales dice claramente un economista tan prudente como Maurice Allais<\/b>: \u201cYo excluir\u00eda, al menos para el futuro previsible, toda orientaci\u00f3n hacia un libre intercambio mundial, lo que es la tendencia actual.\u201d
\nAlgunos ejemplos recientes y dolorosos justifican sus temores. En primer lugar, en lo concerniente a la agricultura europea, que ha sido estrangulada con el fin de servir a los intereses cerealeros norteamericanos.
\nLos acuerdos del 18 de marzo de 1992, directamente inspirados por Estados Unidos y su Director general norteamericano Arthur Dunkel<\/b>, ponen en tela de juicio la pol\u00edtica agr\u00edcola com\u00fan (PAC) de Europa que permitir\u00eda ayudar a los agricultores europeos a enfrentar el mercado mundial, bajo amenaza de represalias similares a las que ejerce Estados Unidos para imponerle a Europa la importaci\u00f3n de carnes tratadas con hormonas y prohibidas en Bruselas.<\/p>\n

Europa<\/b> obedece inmediatamente a las \u00f3rdenes norteamericanas: el acuerdo europeo, concluido el 21 de mayo de 1992, para reformar la pol\u00edtica agr\u00edcola com\u00fan, exige la reducci\u00f3n de la producci\u00f3n de cereales por la puesta en barbecho del 15% de las tierras cultivables, la disminuci\u00f3n, en tres a\u00f1os, en un 15% de la producci\u00f3n de carne de vaca y en un 2,5% para la manteca.
\nPara bajar la productividad de la carne y la leche, se suprimen los subsidios para vacas lecheras y se reducen en un 2% las cuotas lecheras.<\/p>\n

Este recorte masivo en la agricultura europeas, en un momento en que el 1\/5 de la humanidad padece hambre, deja el campo libre para que los cerealeros norteamericanos respondan al pedido solvente. La clave de esta monstruosa pol\u00edtica agr\u00edcola<\/b>: hacer caer la producci\u00f3n y la productividad, al reducir los precios garantizados y las superficies cultivadas para que el mercado (p\u00fadicamente llamado pedido solvente), siga siendo un coto de caza norteamericano. Los hambrientos insolventes son tachados del mapa mientras que 800.000 toneladas de carne de vaca, 25 millones de toneladas de cereales, 700.000 toneladas de manteca y de leche en polvo son almacenadas, a expensas de la comunidad, para alinearse sobre el sistema agr\u00edcola norteamericano.<\/p>\n

***<\/p>\n

No menos golpeada resulta la industria europea. Desde ya, so pretexto de mantener las reglas de la competencia en Europa, el comisario europeo para la competencia, el ingl\u00e9s Leon Brittan<\/strong>, hab\u00eda prohibido a dos compa\u00f1\u00edas, una francesa y otra italiana, comprar la firma aeron\u00e1utica de Havilland<\/strong>, para no permitirle a un grupo europeo alcanzar una dimensi\u00f3n susceptible de rivalizar con las empresas norteamericanas. Estados Unidos ejerce presi\u00f3n para que los adelantos reembolsables, otorgados a Airbus Industria, no superen el 25% del precio de los aparatos en vez del 35%, por debajo de los cuales, los europeos, no pueden pasar. Los norteamericanos, propagandistas del libre intercambio, amenazan, como represalias, con imponer a los Airbus unas cargas que les cerrar\u00edan el mercado norteamericano.<\/p>\n

As\u00ed es en todos los sectores, desde las aguas minerales, donde Leon Brittan<\/strong> se opone a la compra de Perrier<\/strong> por Nestl\u00e9<\/strong> para impedir, seg\u00fan dice, la concentraci\u00f3n del mercado en Europa (mientras que se trata, en realidad, de no abrir un mercado competitivo con las empresas norteamericanas), hasta la electr\u00f3nica: despu\u00e9s del grupo neerland\u00e9s Phillips<\/strong> y el grupo franco-italiano SGS Thomson<\/strong>, el grupo alem\u00e1n Siemens<\/strong> renuncia a las grandes esperanzas y abandona la producci\u00f3n de masa a la IBM<\/strong> norteamericana. Es f\u00e1cil imaginar las cat\u00e1strofes para el empleo de esa puesta bajo dominio tecnol\u00f3gico norteamericano<\/strong>.<\/p>\n

El ejemplo m\u00e1s t\u00edpico es el del tr\u00e1fico de armas. Poco menos de un a\u00f1o, despu\u00e9s de las promesas de Georges Bush<\/strong> de luchar contra la proliferaci\u00f3n de las armas, incluso las armas convencionales, en el acuerdo de mayo de 1991 entre el Pent\u00e1gono<\/strong> y el Ministro de Defensa Dick Cheney<\/strong>, autoriza al gobierno federal a exponer y vender su armamento.<\/p>\n

Resulta que en 1991, Estados Unidos<\/strong> casi duplic\u00f3 sus exportaciones de armamentos, a los cuales la Guerra del Golfo hizo una publicidad sin precedente. Las ventas progresaron en un 64% en 1991; 23 mil millones de d\u00f3lares contra 14 mil millones en 1990.<\/p>\n

En todos los campos, Europa es un vasallo<\/strong>.<\/p>\n

Agreguemos que esta Europa de los Doce es el club de los antiguos colonialistas. Ah\u00ed est\u00e1n todos. Los pioneros: Espa\u00f1a, Portugal; los grandes imperios: Inglaterra, Francia, B\u00e9lgica, Holanda; los que llegaron tarde: Alemania e Italia. Y a pesar de todo, los acuerdos de Maastricht dedican 21 p\u00e1ginas de sus 66 a la definici\u00f3n de las relaciones con el Tercer Mundo <\/strong>(t\u00edtulo WII, art\u00edculo 130-U), frases caritativas sobre su desarrollo, sobre la lucha contra la pobreza, teniendo como tesis central la inserci\u00f3n de los pa\u00edses en v\u00eda de desarrollo en la econom\u00eda mundial, es decir, lo que los est\u00e1 matando.<\/p>\n

Las ex potencias colonialistas europeas han aceptado hoy, m\u00e1s all\u00e1 de sus antiguas rivalidades, la dominaci\u00f3n norteamericana<\/strong> para constituir un colonialismo de un nuevo tipo, unificado y totalitario.<\/p>\n

As\u00ed sigue siendo Europa, una Europa colonialista, pero subordinada, como en el Golfo, a sus amos norteamericanos.<\/p>\n

El sistema basado en el monote\u00edsmo del mercado<\/strong> engendra violencia y crimen, evasi\u00f3n y droga, m\u00e1s todas las formas de lavado de cerebro (desde los rocks a 130 decibelios, que deja a un joven sin consciencia cr\u00edtica y lo lleva hasta el entorpecimiento y la animalidad), y a la destrucci\u00f3n de toda cultura.<\/p>\n

No retomaremos detalladamente este an\u00e1lisis para no retener m\u00e1s que el aspecto dominante, el m\u00e1s devastador de la colonizaci\u00f3n cultural: el cine y la televisi\u00f3n.<\/strong><\/p>\n

Washington<\/strong> y Hollywood<\/strong>, siguiendo a la OMC<\/strong> (Organizaci\u00f3n Mundial del Comercio, ex G.A.T.T.<\/strong>) y considerando la cultura como un departamento del comercio, quieren imponer, en base a los principios enunciados en un documento titulado US Global Audiovisual Strategy<\/em>, lo siguiente:<\/p>\n

– evitar el refuerzo de las medidas restrictivas (especialmente las cuotas de difusi\u00f3n de obras europeas y nacionales), y cuidar que estas medidas no se extiendan a los servicios de comunicaci\u00f3n;
\n– mejorar las condiciones para las inversiones de las firmas norteamericanas liberalizando las regulaciones existentes;
\n– vincular las cuestiones audiovisuales y el desarrollo de los nuevos servicios de comunicaci\u00f3n y telecomunicaci\u00f3n en el sentido de la desregulaci\u00f3n;
\n– asegurarse que las actuales restricciones vinculadas con los asuntos culturales no constituyan un precedente para las discusiones que van a abrirse en otras instancias internacionales;
\n– multiplicar las alianzas e inversiones norteamericanas en Europa;
\n– buscar discretamente la adhesi\u00f3n de los operadores europeos a las posiciones norteamericanas.<\/p>\n

Incluso basta leer cada semana los programas de televisi\u00f3n<\/strong> para medir la importancia de la invasi\u00f3n y su maleficencia<\/strong>; al constatar el desencadenamiento de la violencia en las pel\u00edculas norteamericanas y, desde el punto de vista formal, la degradaci\u00f3n de los papeles, de los textos y de sus int\u00e9rpretes en beneficio de los efectos especiales, a tal punto que nuestros j\u00f3venes, intoxicados por tales espect\u00e1culos, llaman pel\u00edculas de acci\u00f3n<\/strong> solamente aquellas en que abundan pleitos y balazos, cascadas automovil\u00edsticas, deflagraciones e incendios.<\/p>\n

La parte del mercado cinematogr\u00e1fico franc\u00e9s en Estados Unidos est\u00e1 estancada alrededor de un 0,5% mientras que, en la Europa de los Quince, entre 1985 y 1994, la parte de mercado de las pel\u00edculas norteamericanas ha pasado de 56 a 76%, para alcanzar a veces 90%.<\/p>\n

Entre los 50 canales europeos de televisi\u00f3n (incluso excluyendo las redes por cable o codificadas y dejando nada m\u00e1s lo que sale en claro), las pel\u00edculas norteamericanas representaban, en 1993, 53% de la programaci\u00f3n.<\/p>\n

En el balance comercial del audiovisual europeo frente a Estados Unidos<\/strong>, el d\u00e9ficit pas\u00f3 de mil millones de d\u00f3lares en 1985 a 4 mil millones en 1995. Lo cual llev\u00f3, en diez a\u00f1os, al despido de 250.000 empleos.<\/p>\n

La colonizaci\u00f3n cultural<\/strong> tiene un alcance parecido al de las inversiones: las firmas gigantes como Time Warner-Turner, Disney ABC, Westinghouse CBC, acaparan en Europa los estudios, extienden la red de sus salas m\u00faltiplex, llegan a constituirse en verdaderos amos de las redes por cable, multiplicando los acuerdos locales en que se guardan la mejor parte.<\/p>\n

Penetrando como conquistadores en los pa\u00edses del Este, se est\u00e1n apoderando de las principales cadenas privadas de televisi\u00f3n.<\/p>\n

No menos de 140 monopolios nacionales del audiovisual en Europa fueron devorados por un oligopolio mundial de 5 o 6 grupos bajo direcci\u00f3n norteamericana. En ese sector tambi\u00e9n, se agrava el d\u00e9ficit: de 2,1 mil millones de d\u00f3lares en 1988, pas\u00f3 a 6,3 en 1995.<\/p>\n

El lunes 11 de octubre de 1999<\/strong>, el Profesor Pierre BOURDIEU<\/strong>, ante el Consejo Internacional del Museo de la Televisi\u00f3n y de la Radio, hizo esta pregunta fundamental a los \u201cnuevos due\u00f1os del mundo\u201d (los que quieren con Georges LUCAS<\/strong>, en su \u201cGuerra de las Estrellas\u201d y su primer episodio, la pel\u00edcula num\u00e9rica \u201cla amenaza fantasma\u201d, recrear el pasado de la humanidad y proyectarle su futuro): \u201c\u00bfSaben al menos lo que est\u00e1n haciendo?\u201d. \u00bfSaben que su ley del m\u00e1ximo beneficio va a matar la cultura?<\/strong><\/p>\n

La pel\u00edcula de LUCAS<\/strong> aporta, a esta pregunta, la respuesta m\u00e1s clara: LUCAS<\/strong>, que produjo \u00e9l mismo su pel\u00edcula, reconoce que cost\u00f3 110 millones de d\u00f3lares, pero que desde antes que la pel\u00edcula sea proyectada, y as\u00ed se pueda juzgar su calidad, el marketing ya hab\u00eda hecho lo necesario para que la suma sea amortizada por la venta de \u201cproductos derivados\u201d (maquetas de h\u00e9roes extraterrestres, juguetes para reconstituir los combates, camisetas ilustradas con los episodios, etc.)<\/p>\n

Esto demuestra hasta qu\u00e9 punto la preocupaci\u00f3n comercial, y en especial la b\u00fasqueda del provecho m\u00e1ximo, precede la creaci\u00f3n y determina el contenido. La difusi\u00f3n, que depende totalmente del marketing y de la publicidad, dirige la producci\u00f3n. Lo mismo rige para la edici\u00f3n donde, sobre todo para los grandes grupos, no hay buenos o malos libros, sino s\u00f3lo libros que, llevados por la publicidad y las modas, seducen al mayor n\u00famero de consumidores. Por lo tanto, obras de artista como Stendhal<\/strong> o, en pintura, Van Gogh<\/strong> ser\u00edan condenadas a una gloria p\u00f3stuma.<\/p>\n

Siendo todo mercader\u00eda, \u00bfqu\u00e9 editor, qu\u00e9 m\u00fasico, qu\u00e9 cineasta, qu\u00e9 pintor podr\u00eda rivalizar, a escala mundial, con Coca Cola<\/b>, Disneyland<\/b> o McDonald\u2019s<\/b>?<\/p>\n

Tal es el resultado de un sistema en donde \u201ccomo cualquier valor es mercantil\u201d y en donde la pel\u00edcula, el cuadro, el canto, sin hablar de la televisi\u00f3n y su \u201caudimat\u201d, del peri\u00f3dico con su emisi\u00f3n y su publicidad, son mercader\u00edas como cualquier otra, m\u00e1s rentables a\u00fan por ser desarraigadas y capaces de atraer a un p\u00fablico \u201cmundializado\u201d y manipulado por la publicidad comercial y la potencia conjugada de \u201cel dinero y los medias\u201d, como escribe Bourdieu.<\/p>\n

A\u00fan queda etapas por pasar para destruir todo lo que pod\u00eda subsistir de la autonom\u00eda de las naciones. Primero, el derecho de acu\u00f1ar moneda que constitu\u00eda desde hace siglos el criterio fundamental de la soberan\u00eda, y tiene que cerrarse el siglo XX y abrirse el XXI con el proyecto de moneda \u00fanica, el Euro.<\/p>\n

Quedaba por terminar la gran empresa de mundializaci\u00f3n, es decir de destrucci\u00f3n definitiva de las econom\u00edas y culturas de todos los pueblos en beneficio de la mundializaci\u00f3n del imperio norteamericano y su monote\u00edsmo de mercado.
\nFue el proyecto de Acuerdo Multilateral de Inversi\u00f3n (AMI)<\/strong> que pudo tacharse, con toda la raz\u00f3n, de \u201cmaquina infernal para desestructurar al mundo<\/strong>\u201c.<\/p>\n

En efecto, despu\u00e9s de la reglamentaci\u00f3n desp\u00f3tica aplicada por Estados Unidos<\/strong> al sistema monetario mundial (por el FMI<\/strong>) y al comercio internacional (por la OMC<\/strong>), la atadura final del mundo implicaba un tratado multilateral sobre la libertad de las inversiones.<\/p>\n

Esta \u00faltima carta del liberalismo salvaje<\/strong> tiene por objeto instaurar en el mundo entero la monarqu\u00eda absoluta del mercado<\/strong>, destruyendo todos los obst\u00e1culos que se interpongan a las inversiones. Todas las multinacionales<\/strong> deben beneficiarse de las mismas ventajas que los inversores nacionales: libertad de inversi\u00f3n pero tambi\u00e9n libertad de despido de su personal, de traslado de los centros de producci\u00f3n y de investigaci\u00f3n, de transgresi\u00f3n de las leyes del trabajo y del medio ambiente y adem\u00e1s los Estados deben aceptar \u201csin condici\u00f3n, someter los litigios de arbitraje a una C\u00e1mara de Comercio Internacional (CCI<\/strong>)\u201d.<\/p>\n

De este organismo supranacional<\/strong> emite decisiones que tienen un car\u00e1cter de \u201csentencia arbitral es definitiva y obligatoria\u201d excluyendo, por consecuencia, todo derecho a un recurso. Incluso est\u00e1 previsto \u201cpara que los inversores puedan reaccionar contra el Estado que los acoge: el da\u00f1o, aunque inmediato, no debe necesariamente haber sido causado antes que el diferendo pueda ser sometido a un arbitraje.\u201d<\/p>\n

Este proyecto reconoce abiertamente que el \u201cAMI<\/strong> como todo acuerdo internacional de car\u00e1cter obligatorio tendr\u00e1 por efecto moderar, en cierta medida, el ejercicio de la autoridad nacional\u201d.<\/p>\n

Este proyecto, que regir\u00e1 para todos los pa\u00edses del mundo, fue secretamente discutido<\/strong>, desde hace tres a\u00f1os, s\u00f3lo por los miembros de la OCDE<\/strong>, que agrupa \u00fanicamente a los pa\u00edses m\u00e1s ricos y excluye a todos aquellos denominados Tercer Mundo<\/strong>, en circunstancias que conllevan consecuencias temibles con respecto al empleo y al desempleo, la salud, los servicios p\u00fablicos, la protecci\u00f3n social y el medio ambiente; en buenas cuentas: se trata de la independencia nacional.<\/p>\n

En el plano social, la OCDE insiste sobre los beneficios de la desigualdad, definiendo el \u201cprofundizaci\u00f3n de la desigualdad\u201d como \u201cla l\u00f3gica econ\u00f3mica recomienda\u201d. No se interroga sobre la pertinencia de esta l\u00f3gica, s\u00f3lo evoca \u201cel aguij\u00f3n de la pobreza\u201d y acusa a las intervenciones p\u00fablicas y encierra a los individuos en \u201cuna l\u00f3gica de dependencia.\u201d<\/p>\n

Es sorprendente c\u00f3mo en este programa \u2014 que implica no s\u00f3lo la privatizaci\u00f3n total de las empresas, sino la exclusi\u00f3n de toda intervenci\u00f3n del Estado para proteger a los m\u00e1s d\u00e9biles \u2014 los dirigentes franceses \u2014 tanto de derecha como de izquierda<\/strong> \u2014 no hacen otra objeci\u00f3n m\u00e1s que invocar la \u201cexcepci\u00f3n cultural\u201c. Es cierto que este es un terreno particularmente sensible, ya que tal acuerdo conducir\u00e1 a la ruina, entre otras cosas, del cine franc\u00e9s, incrementando a\u00fan m\u00e1s el sangriento cine de Hollywood<\/strong> que invade nuestras pantallas de cine y televisi\u00f3n, asegurando las inversiones de los magnates norteamericanos de la informaci\u00f3n desenfrenada en la prensa y la difusi\u00f3n. Los esp\u00edritus y los cuerpos estar\u00edan expuestos a la manipulaci\u00f3n de la l\u00f3gica mercantil.<\/strong><\/p>\n

Por lo tanto, es toda nuestra vida y su sentido la que tiene que liberarse de los tent\u00e1culos del pulpo, o sea, de las todopoderosas multinacionales de los 29 pa\u00edses miembros de la OCDE<\/strong> que controlan los 2\/3 de los flujos mundiales de inversiones, es decir, 340.000 millones de d\u00f3lares en 1995.<\/p>\n

***<\/p>\n

Paralelamente a esta conquista del tercer c\u00edrculo<\/b> por el simple juego de la penetraci\u00f3n econ\u00f3mica y de su corolario, el avasallamiento pol\u00edtico, el sistema se extend\u00eda hacia el cuarto c\u00edrculo<\/b>, el de Asia<\/b>, pero con otro m\u00e9todo: el de la agresi\u00f3n militar. Pero siempre con pretextos \u201cmisioneros\u201d.<\/p>\n

La defensa de la \u201cseguridad\u201d norteamericana empez\u00f3 a miles de kil\u00f3metros de sus costas m\u00e1s all\u00e1 del Pac\u00edfico, en Corea, inaugurando una \u201cmundializaci\u00f3n<\/b>\u201d de la \u201cguerra fr\u00eda\u201d. El pretexto<\/b> fue un \u201cataque sorpresa\u201d de Corea del Norte<\/b> \u2014 aliada con la Uni\u00f3n Sovi\u00e9tica<\/b> \u2014 contra Corea del Sur<\/b>, base norteamericana. En 1950, el mercado para la econom\u00eda norteamericana, creado por el Plan Marshall<\/b>, ya no alcanzaba para satisfacer las necesidades de la m\u00e1quina industrial norteamericana, lanzada a plena velocidad desde la segunda guerra europea. Hac\u00eda falta provocar guerras nuevas para mantener el voraz sistema de \u201cdesarrollo<\/b>\u201d de dicha econom\u00eda.<\/p>\n

La guerra de Corea<\/b> en 1950, la de Vietnam<\/b> que durar\u00e1 hasta 1973, la de Panam\u00e1<\/b> en 1989, la del Golfo<\/b> 1991 y luego la de Kosovo<\/b> en 1999, responden a esa necesidad interna del sistema. Los pretextos<\/b> invocados sirven para disfrazar esta l\u00f3gica sangrienta.<\/p>\n

En Corea, as\u00ed como en Vietnam, se trataba de repeler la progresi\u00f3n (roll back<\/i>) del \u201cImperio del Mal\u201d.<\/p>\n

En Panam\u00e1, castigar a un traficante de droga, el general Noriega<\/b>, que hab\u00eda hasta ese momento recibido de la CIA<\/b> (dirigida por el se\u00f1or Bush<\/b>) un tratamiento igual al de un presidente de Estados Unidos<\/b>, precisamente por haberse infiltrado en la mafia de la droga.<\/p>\n

En el Golfo, se trataba tambi\u00e9n de castigar una invasi\u00f3n como jam\u00e1s se hab\u00eda hecho, por ejemplo, cuando se produjo la anexi\u00f3n, condenada por la ONU<\/b>, de Cisjordania<\/b>, del Golan<\/b>, el sur del L\u00edbano<\/b> e incluso Jerusal\u00e9n<\/b>.<\/p>\n

Una movilizaci\u00f3n gigantesca de los medios de comunicaci\u00f3n logr\u00f3 hacer olvidar que jam\u00e1s K<\/b>u<\/b>w<\/b>a<\/b>it<\/b> hab\u00eda sido independiente, ni bajo el Imperio Otomano, ni bajo el protectorado brit\u00e1nico, hasta que en 1961, despu\u00e9s de la decisi\u00f3n del general Kassem de nacionalizar el subsuelo iraqu\u00ed (donde 94% estaba hasta ese momento en manos de compa\u00f1\u00edas petroleras occidentales de la Irak Petroleum<\/i>), el gobierno ingl\u00e9s, bajo la amenaza de una intervenci\u00f3n militar, le quit\u00f3 K<\/b>uwa<\/b>it<\/b> a Irak (recordemos que Irak abastec\u00eda la mitad de la producci\u00f3n petrolera del pa\u00eds) y puso en el poder, bajo su tutela, a uno de los jefes de tribu m\u00e1s corrupto de Medio Oriente.<\/p>\n

A pesar de las proposiciones de negociaci\u00f3n pac\u00edfica y de retiro de sus tropas de Kuwait hechas por el gobierno iraqu\u00ed, bajo condici\u00f3n de medidas an\u00e1logas para los ocupantes sin t\u00edtulo de otros territorios de la regi\u00f3n, Estados Unidos repiti\u00f3 la misma operaci\u00f3n colonialista inglesa de 1961, al precio de decenas de miles de muertos iraqu\u00edes.<\/p>\n

La opini\u00f3n p\u00fablica fue anestesiada por el montaje de las agencias publicitarias de repercusi\u00f3n mundial por los medios de informaci\u00f3n. El caso m\u00e1s revelador fue el de una joven dando testimonio de la ferocidad de los soldados iraqu\u00edes saqueando las incubadoras para matar a los ni\u00f1os reci\u00e9n nacidos. Despu\u00e9s de la guerra se supo que la \u201ctestigo\u201d era la propia hija del embajador de Kuwait en Washington y estaba fuera de Kuwait en el momento de las presuntas \u201catrocidades\u201d.<\/p>\n

El verdadero motivo de la destrucci\u00f3n de Irak<\/b> no pod\u00eda escapar a los que conocen los mecanismos del sistema.<\/p>\n

El ex presidente Nixon<\/b>, liberado del \u201cderecho de reserva\u201d a causa de su retiro, escribi\u00f3 en el New York Times<\/i> del 7 de enero de 1991: \u201cNo vamos all\u00e1 para defender la democracia porque Kuwait no es un pa\u00eds democr\u00e1tico y no hay ning\u00fan pa\u00eds democr\u00e1tico en esa regi\u00f3n. No vamos all\u00e1 a combatir una dictadura, como no fuimos a Siria. Tampoco vamos all\u00e1 a defender la legalidad internacional. Vamos all\u00e1, y es nuestro deber ir, porque no permitiremos que toquen nuestros intereses vitales.\u201c<\/p>\n

Otro analista sagaz, antiguo ministro del general De Gaulle<\/b>, Alain Peyrefitte<\/b>, despu\u00e9s de haber evocado el papel del grupo de presi\u00f3n pro israel\u00ed en Washington<\/strong>, deseosos de sacarse de encima a Sadam Hussein<\/b>, agreg\u00f3 en Le<\/i> Figaro<\/i> del 5 de noviembre de 1990: \u201cEl \u2018lobby de negocios<\/i>\u2018 ha llegado a pensar que la guerra podr\u00eda relanzar la econom\u00eda. La Segunda Guerra Mundia<\/strong>l y los pedidos comerciales hechos a Estados Unidos<\/strong>, \u00bfpusieron fin a la crisis de 1929, de la que verdaderamente jam\u00e1s se recuper\u00f3? La guerra de Corea \u00bfprovoc\u00f3 un nuevo boom?<\/p>\n

\u00a1Bienaventurada la guerra que llevar\u00e1 la prosperidad a Norteam\u00e9rica!\u201d<\/p>\n

Jam\u00e1s se ha definido con tanta lucidez un mensaje como el de Jean Jaur\u00e8s<\/b>: \u201cEl capitalismo trae en s\u00ed mismo la guerra como la nube trae la tormenta.\u201d<\/p>\n

En cuanto a la agresi\u00f3n norteamericana contra Yugoslavia<\/b>, ten\u00eda las mismas motivaciones, nada m\u00e1s que con matices distintos.<\/p>\n

Sin ning\u00fan mandato del Consejo de seguridad de la ONU<\/b>, atacaron a un pa\u00eds que no hab\u00eda violado fronteras ajenas y lo sometieron a bombardeos sangrientos so pretexto de una \u201cintervenci\u00f3n humanitaria<\/b>\u201d que jam\u00e1s hab\u00eda sido invocada, por ejemplo, por tropel\u00edas cometidas por los turcos<\/b> contra los kurdos<\/b>, o de Israel<\/b> contra los palestinos<\/b>.<\/p>\n

Para tratar de legitimar la acci\u00f3n de la coalici\u00f3n militar de la OTAN<\/b> (la cual no fue creada para dichas misiones y ya que no ten\u00eda raz\u00f3n de ser despu\u00e9s del derrumbe de la Uni\u00f3n Sovi\u00e9tica<\/b> y la disoluci\u00f3n del Pacto de Varsovia<\/b> creado para contrarrestarla), la intrusi\u00f3n del ej\u00e9rcito norteamericano en plena Europa<\/b> fue disfrazada como una intervenci\u00f3n de la \u201ccomunidad internacional<\/b>\u201c, en circunstancias que la coalici\u00f3n sat\u00e9lite estaba compuesta por el club de los antiguos colonialistas rodeados por algunas comparsas, como si la \u201ccomunidad internacional\u201d ignorase Asia, Africa, Am\u00e9rica Latina, o sea, los tres cuartos de la humanidad.<\/p>\n

Pero esta impostura presentaba grandes ventajas: primero, tratar con consideraci\u00f3n a la clientela de los m\u00e1s pa\u00edses \u00e1rabes ricos present\u00e1ndose como defensores de los musulmanes, mientras que se los masacraba en Irak<\/b> y que se los dejaba aplastar, por ejemplo, en Turqu\u00eda<\/b> y Palestina<\/b>.<\/p>\n

Luego, dar un paso m\u00e1s, despu\u00e9s de Bosnia<\/b>, hacia los Balcanes<\/b> y, m\u00e1s all\u00e1, hacia Medio Oriente y su petr\u00f3leo: un simple mapa del trazado de los oleoductos de Dag<\/b>u<\/b>est<\/b>\u00e1<\/b>n<\/b> y de la infiltraci\u00f3n de los \u201cWahabit<\/b>a<\/b>s<\/b>\u201c, el aliado de Estados Unidos en Chechenia<\/b> y Dag<\/b>u<\/b>est<\/b>\u00e1<\/b>n<\/b>, en las cercan\u00edas del Mar Caspio y de sus petr\u00f3leos, sugiere sin problema las pr\u00f3ximas etapas de la operaci\u00f3n, en previsi\u00f3n de la ineluctable ca\u00edda de Ye<\/b>ltsin<\/b>, ese pol\u00edtico prostituido que entrega su pa\u00eds a Estados Unidos<\/b>. La restauraci\u00f3n del capitalismo bajo su forma m\u00e1s s\u00f3rdida, en algunos a\u00f1os, ha transformado la segunda potencia del mundo en un pa\u00eds del Tercer Mundo<\/b> explotado por una mafia de traficantes vueltos multimillonarios gracias a su colaboraci\u00f3n con el proveedor de fondos, mientras que la inmensa mayor\u00eda de un gran pueblo cay\u00f3 en el desempleo, la mendicidad, el tr\u00e1fico y consumo de droga y la delincuencia.<\/p>\n

***<\/p>\n

La doctrina inspiradora del sistema a trav\u00e9s del m\u00e1s potente sistema militaro-industrial <\/i>en el mundo, dej\u00f3 de ser un secreto.<\/p>\n

Le debemos a un profundo analista de la geopol\u00edtica<\/b> y de las relaciones internacionales, M. Paul-Marie de la Gorce<\/b>, la publicaci\u00f3n de dos informes fundamentales sobre las l\u00edneas directrices de la estrategia norteamericana a escala mundial. Uno es de Paul D. Wolfowitz<\/b> y el otro es del Almirante Jerem\u00edas<\/b>, adjunto al presidente del Comit\u00e9 de los jefes de Estado Mayor.<\/p>\n

Aqu\u00ed transcribimos algunos extractos de estos documentos del Pent\u00e1gono<\/b>:<\/p>\n

\u201cAl fin y al cabo, el orden internacional est\u00e1 garantizado por Estados Unidos<\/b> y \u00e9stos tienen que ponerse en situaci\u00f3n de actuar independientemente cuando no puede organizarse una acci\u00f3n colectiva o, en caso de crisis, requiriendo una acci\u00f3n inmediata.\u201d<\/p>\n

\u201cTenemos que actuar con el fin de impedir la emergencia de un sistema de seguridad exclusivamente europeo que podr\u00eda desestabilizar a la OTAN<\/b>.\u201d<\/p>\n

\u201cLa integraci\u00f3n de Alemania<\/b> y Jap\u00f3n<\/b> en un sistema de seguridad colectiva dirigido por Estados Unidos\u2026<\/b>\u201c<\/p>\n

\u201cConvencer a eventuales rivales que no necesitan aspirar a jugar un papel m\u00e1s importante.\u201d Para llegar a ello, este estatuto de superpotencia \u00fanica \u201ctiene que apoyarse en una actitud constructiva y una fuerza militar para disuadirlas a desafiar el liderazgo norteamericano o cuestionar el orden\u201d y \u00e9stos \u201ctienen que tomar en cuenta los intereses de las naciones industriales avanzadas, suficiente como para disuadirlas de desafiar el liderazgo norteamericano o procurar cuestionar al orden econ\u00f3mico y pol\u00edtico establecido\u201d.<\/p>\n

(Citados por Paul-Marie de la Gorce<\/b> en Le Monde Diplomatique<\/i> de abril de 1992)<\/p>\n

Entre varios textos p\u00fablicos \u00e9ste, publicado en la revista especializada de la marina de guerra norteamericana, confirma dichos objetivos:<\/p>\n

Tenemos que mantener nuestro \u201cacceso sin trabas a los mercados econ\u00f3micos del mundo entero y a los recursos necesarios para apoyar nuestras necesidades industriales\u201d. Lo cual requiere: \u201cuna capacidad cre\u00edble de penetraci\u00f3n armada\u201d con \u201cfuerzas verdaderamente expedicionarias\u201d capaces de llevar a cabo un abanico de misiones que van desde la contrainsurrecci\u00f3n hasta la guerra psicol\u00f3gica, pasando por el despliegue de \u201cfuerzas de toda \u00edndole\u201d.<\/p>\n

\u201cTenemos que tener presente el r\u00e1pido desarrollo tecnol\u00f3gico de armas a las que las nuevas potencias regionales del Tercer Mundo podr\u00e1n tener acceso; as\u00ed es que tenemos que desarrollar las capacidades militares destinadas a explotar las implicaciones de la electr\u00f3nica, de la gen\u00e9tica y dem\u00e1s tecnolog\u00eda\u2026 si nuestra Naci\u00f3n quiere afirmar su credibilidad militar a lo largo del siglo venidero.\u201d<\/p>\n

Gray<\/b>: \u201cMarine Corps Gazette\u201d (Mayo de 1990)<\/p>\n

El 3 de octubre de 1990, Estados Unidos viola unilateralmente, al mismo tiempo el tratado que proh\u00edbe totalmente las pruebas nucleares y los acuerdos firmados en Mosc\u00fa con los norteamericanos sobre los misiles antimisiles, pues la l\u00f3gica de dichos armamentos iba a multiplicar por el mundo los centros de lanzamiento de armas at\u00f3micas para saturar las defensas del enemigo aquellos que, junto con Reagan<\/b>, sue\u00f1an en la \u201cguerra de la estrellas\u201d.<\/p>\n

El \u00faltimo experimento norteamericano del 3 de octubre, dotado de un presupuesto de 10.500 millones de d\u00f3lares recuerda tristemente \u201cla iniciativa de defensa estrat\u00e9gica\u201d de Reagan<\/b> y da la se\u00f1al de partida de una nueva etapa en la carrera armamentista nuclear.<\/p>\n

Estados Unidos<\/b> prepara el desequilibrio del terror<\/b>.
\nNo se trata de una innovaci\u00f3n reciente, sino de una constante en la estrategia del sistema. Por ejemplo, recuerda un historiador de la diplomacia norteamericana, que ya era la opini\u00f3n del presidente Eisenhower<\/b> en cuanto a estrategia, anota el historiador Richard Immerman<\/b> que \u201cpara \u00e9l [Eisenhower], la fuerza y la seguridad norteamericana depend\u00edan esencialmente del acceso a los mercados y las materias primas del mundo, y en especial del Tercer Mundo, el cual hab\u00eda de ser estrechamente controlado.\u201d
\nImmerman<\/b> \u201cDiplomatic history<\/i>\u201d (verano de 1990)<\/p>\n

***<\/strong><\/p>\n

El resultado global del norteamericanismo<\/b> es una polarizaci\u00f3n creciente de la riqueza en manos de grandes grupos industriales y la miseria de las multitudes, en especial en los pa\u00edses \u201csubdesarrollados<\/b>\u201d por su dependencia hacia el antiguo y el nuevo colonialismo, que los convirtieron en ap\u00e9ndices de la metr\u00f3polis por el monocultivo<\/b> y la monoproducci\u00f3n<\/b>, en detrimento de las huertas y de las actividades que satisfacen necesidades de los aut\u00f3ctonos [10].<\/p>\n

Entre 1975 y 1992 se triplicaron los grupos transnacionales<\/b>: pasando de 11.000 grupos con 82.000 filiales a 37.500 grupos que controlan 207.000 filiales.
\nEstos grupos poseen la mitad de las riquezas productivas mundiales y el 80% de ellos tiene su sede en Estados Unidos, Europa o Jap\u00f3n.<\/p>\n

Este movimiento de concentraci\u00f3n del capital no ha dejado de amplificarse, hasta tal punto que la \u201cConferencia de las Naciones Unidas sobre el Comercio y el Desarrollo\u201d (CNUCED<\/b>) mostr\u00f3 en su informe de 1998 sobre inversiones mundiales que cien grupos econ\u00f3micos han llegado a ser los \u201cdue\u00f1os del mundo<\/b>\u201d en el sistema actual de \u201cmundializaci\u00f3n<\/b>\u201c, gracias a un n\u00famero creciente de \u201cfusiones\u201d, las cuales son facilitadas por el juego dominante de las privatizaciones. La CNUCED<\/b> subraya que las transacciones de este tipo ocurridas en el primer trimestre de 1999 ya equivalen al total de las \u201cfusiones\u201d de 1998.<\/p>\n

Por esta v\u00eda no deja de profundizarse el abismo entre pa\u00edses ricos y pa\u00edses pobres [11]. As\u00ed es como Africa, el m\u00e1s desheredado de los continentes, no recibi\u00f3, el a\u00f1o pasado, m\u00e1s que el 1,3% de las inversiones.
\nEn treinta a\u00f1os, entre 1950 y 1980, la diferencia entre el Norte y el Sur que era de 1 a 30, ha pasado de 1 a 150. \u00a1Es lo que pol\u00edticos y medios de informaci\u00f3n llaman \u201clas d\u00e9cadas del desarrollo<\/b>\u201c!<\/p>\n

Esta ca\u00edda prosigue: si en 1980, el 33% de la poblaci\u00f3n del Tercer Mundo estaba subalimentada, en 1988 la cifra llegaba a 37% (UNICEF: \u201cSituaci\u00f3n mundial de la ni\u00f1ez\u201d, 1990).<\/p>\n

Las leyes del sistema hacen que crezca la distancia, incluso en los pa\u00edses \u201cricos\u201d entre los que tienen y los despose\u00eddos: en 1991, el 5% de los norteamericanos poseen, en Estados Unidos, el 90% del patrimonio nacional. En Francia, 6% de la poblaci\u00f3n posee el 50% del patrimonio nacional, mientras que el 94% dispone de la otra mitad.<\/p>\n

***<\/p>\n

El balance global del sistema del norteamericano<\/b>, es aquel del capitalismo<\/b> en su forma m\u00e1s acabada: haber fabricado un \u201cmundo dividido\u201d \u2014 primero entre el Norte y el Sur \u2014 en el cual cada a\u00f1o mueren 45 millones de seres humanos de hambre o desnutrici\u00f3n, entre los cuales figuran 13,5 millones de ni\u00f1os (cifras de la UNICEF). Es decir que el modelo de crecimiento del cual Estados Unidos es el ejemplo m\u00e1s perfecto, aunque ampliamente imitado o impuesto en el mundo, le cuesta a la humanidad un n\u00famero de muertos equivalente a un Hiroshima<\/b> cada dos d\u00edas [12].<\/p>\n

Cuando el se\u00f1or Bush<\/b> proclama: \u201cHay que crear una zona de libre mercado desde Alaska hasta Tierra de Fuego\u201d, y cuando su Secretario de Estado, John Baker<\/b> agrega: \u201cHay que crear una zona de libre mercado desde Vancouver hasta Vladivostok\u201d, el debate m\u00e1s importante del siglo viene a ser: \u00bfdejaremos crucificar a la humanidad en esa cruz de oro?<\/p>\n

***<\/p>\n

Hemos intentado comprender y analizar el mecanismo interno del norteamericanismo<\/b>, su origen m\u00edtico, extraterrestre, extrahist\u00f3rico, que le confiere, por derecho divino, el dominio del mundo al que tiene por misi\u00f3n recrear.<\/p>\n

En ello lo gu\u00eda la \u201cmano invisible<\/b>\u201d que es a la vez la de DIOS y la del mercado providencial concebido por Adam Smith.<\/b><\/p>\n

Su objetivo no es participar en la creaci\u00f3n continua de la Historia, como los otros pueblos, sino al contrario, a trav\u00e9s del triunfo total de los objetivos de su \u201cdestino manifiesto\u201d, alcanzar \u201cel fin de la Historia\u201d, as\u00ed como lo defini\u00f3 Fukuyama<\/b> \u201ccuando las leyes divinas del mercado reinen sin obst\u00e1culo en el mundo entero.\u201d<\/p>\n

Por supuesto, este proyecto divino est\u00e1 inscrito en una historia, as\u00ed como siempre lo han sido todos los mensajes y mensajeros de Dios, pero, igual que en la L\u00f3gica de Hegel<\/b>, el resultado final ya estaba virtualmente contenido en el proyecto inicial.<\/p>\n

O sea, no estamos ante una naci\u00f3n o un imperio que se fija, en tal coyuntura favorable, una ambici\u00f3n imperial a trav\u00e9s de conquistas sucesivas adue\u00f1\u00e1ndose de los territorios de otras naciones, sino un desarrollo suprahist\u00f3rico. Aqu\u00ed, el mandatario de Dios recupera en dos siglos su propio territorio, que es el planeta entero, del que Dios le ha confiado la recreaci\u00f3n, aportando la \u201ccivilizaci\u00f3n\u201d, la \u00fanica aut\u00e9ntica, y la \u201cmodernidad\u201d del desarrollo, a veces a unos b\u00e1rbaros como los indios o negros, a veces a naciones demasiado atrasadas como para poder defender sus identidades particulares y sus culturas.<\/p>\n

Una gran parte del mundo ya est\u00e1 \u201cnorteamericanizada<\/b>\u201d y primero nuestra Europa<\/b>, a tal punto que el antinorteamericanismo<\/b> se ha vuelto una crisis interior tanto a escala de la naci\u00f3n como de la persona. \u00bfDebemos dejar que esta globalizaci\u00f3n mercantil de la econom\u00eda, de la pol\u00edtica, de la cultura, bajo la \u00fanica regulaci\u00f3n del mercado, reduzca todos los \u201cvalores\u201d (incluso est\u00e9ticos o morales) a valores mercantiles? \u00bfO vamos a unirnos a los primeros centros de resistencia<\/b> que, desde Am\u00e9rica Latina<\/b> hasta Asia<\/b>, resisten a la nivelaci\u00f3n de los esp\u00edritus por exigencias ciegas de la competitividad, que vuelve a los ricos cada vez m\u00e1s ricos y menos numerosos, y a los pobres, cada vez m\u00e1s pobres y m\u00e1s numerosos? \u00bfResistiremos al aplastamiento darwiniano de las multitudes por los oligarcas de las finanzas, de la comunicaci\u00f3n y de las armas?<\/p>\n

\u00bfQU\u00c9 HACER?<\/b><\/p>\n

El norteamericanismo<\/b> es una enfermedad que se ha propagado hoy en d\u00eda en todo el planeta y que debemos combatir en el interior de nosotros mismos y nuestros pa\u00edses.<\/p>\n

El medio m\u00e1s eficaz no debe ser la violencia; primero, porque servir\u00eda al mantenimiento del sistema que como ya lo hemos visto, necesita peri\u00f3dicamente una guerra para \u201cmantener la coyuntura econ\u00f3mica\u201d, y despu\u00e9s porque su poder de destrucci\u00f3n es considerable. Aunque su ej\u00e9rcito sea uno de los m\u00e1s mediocres del mundo, no por la cobard\u00eda individual de los soldados, sino porque no est\u00e1n motivados por ning\u00fan proyecto. Sus generales s\u00f3lo les dan como objetivo: destruir<\/b>. El discurso del general norteamericano, comandante en jefe en Yugoslavia<\/b>, no les asignaba otra cosa que: \u201cVenimos a destruir\u2026\u201d.<\/p>\n

El otro axioma fundamental del Pent\u00e1gono<\/b> es la guerra \u201ccero muerto<\/b>\u201c, es decir, el poder de destrucci\u00f3n sin riesgos, llevada a cabo por bombardeos<\/b> a una altitud inaccesible para la defensa. Es significativo c\u00f3mo el Estado Mayor sabe que \u2014 despu\u00e9s de la guerra de Vietnam \u2014 una batalla en tierra contra adversarios motivados por un ideal, los conducir\u00e1 a un desastre, incluso si la correlaci\u00f3n de fuerzas materiales est\u00e1 a favor del atacante.<\/p>\n

El mito de los \u201cgolpes quir\u00fargicos\u201d est\u00e1 destinado a ocultar el hecho de que \u2014 por ejemplo, durante la guerra del Golfo \u2014 s\u00f3lo el 7 % de la aviaci\u00f3n norteamericana estaba equipada de este dispositivo, que pretend\u00eda ser infalible, para llegar a objetivos militares, y que el 93 % de los bombardeos se contentan con largar ciegamente sus misiles, destruyendo indistintamente: desde escuelas hasta hospitales, desde f\u00e1bricas de medicamentos (como en Sud\u00e1n) hasta aglomeraciones civiles. En Kosovo bombardeaban de tan lejos que confundieron un tractor con un tanque.<\/p>\n

Esto no implica ninguna condena a la resistencia armada<\/b>. La \u201cIntifada<\/b>\u201d de los palestinos es, desde este punto de vista, ejemplar, a pesar del costo humano. Un pueblo desarmado, sin m\u00e1s que las piedras de su patria milenaria, para desafiar a un ocupante armado hasta los dientes. A pesar de la relaci\u00f3n de fuerza de mil contra uno, la resistencia de este pueblo pon\u00eda fin al mito de una \u201ctierra sin pueblo para un pueblo sin tierra\u201d. Viejo eslogan sionista retomado a\u00fan por Golda Meir<\/b>. As\u00ed, un pueblo demuestra, con su resistencia heroica, su existencia y su fe.<\/p>\n

Pero la victoria final vendr\u00e1 cuando el gigantesco aparato destructor del complejo militar-industrial de Estados Unidos no pueda mantener ya m\u00e1s en el mundo sus fuerzas mort\u00edferas.<\/p>\n

Ahora bien, este coloso con los pies de arcilla tiene un punto d\u00e9bil: la vida artificial de la Bolsa, donde los bancos despu\u00e9s de mucho tiempo no cumplen el papel que les corresponde: el de recolectar ahorros para invertir en las empresas productivas de bienes y servicios; en cambio se entregan a una actividad especulativa deduciendo \u201ccomisiones\u201d sobre transacciones reales o ficticias, sobre \u201cvalores\u201d que no tienen a veces otra realidad que su cotizaci\u00f3n en la Bolsa.<\/p>\n

Es suficiente que la duda se instale, sobre la solvencia de esos t\u00edtulos, para que la cesaci\u00f3n de pago en cadena se desmorone como un castillo de cartas o un domin\u00f3. Los bancos que hab\u00edan apostado, como en el casino, sobre acciones que vuelta a vuelta se alumbraban y daban beneficios fabulosos e instant\u00e1neos, o se apagaban con el m\u00ednimo viento de rumores burs\u00e1tiles, ya que apostaban sobre \u201cespeculaciones\u201d (en el sentido financiero pero tambi\u00e9n filos\u00f3fico de la palabra) y no sobre una econom\u00eda real. [13]<\/p>\n

***<\/p>\n

LOS MITOS DE LA HAZA\u00d1A DE LA ECONOM\u00cdA NORTEAMERICANA<\/b><\/p>\n

1.-El crecimiento<\/b><\/p>\n

En Estados Unidos el crecimiento es m\u00e1s fuerte que en Europa. Ello se debe a dos factores:<\/p>\n

a.- Los trabajadores norteamericanos han aceptado una intensificaci\u00f3n del ritmo de trabajo, a una prolongaci\u00f3n del tiempo de trabajo y a una fuerte reducci\u00f3n de salarios en los empleos menos calificados, en otras palabras, han consentido en una aumentaci\u00f3n de la desigualdad.<\/p>\n

b.- Las presiones ejercidas sobre el nivel de salarios en Estados Unidos, son tanto m\u00e1s fuertes que los bajos salarios impuestos en los pa\u00edses m\u00e1s pobres (no s\u00f3lo en el sudeste de Asia sino en M\u00e9xico, por ejemplo, despu\u00e9s de los acuerdos de ALENA <\/b>[Accord de libre-\u00e9change nord-am\u00e9ricain<\/i> \u2013 Tratado de Libre Comercio de Am\u00e9rica del Norte \u2013 TLCAN<\/strong><\/em>] ) apremiando a los obreros norteamericanos a aceptar salarios \u201ccompetitivos\u201d, donde la tendencia es aproximarse a los salarios de los mexicanos o al de los asi\u00e1ticos.<\/p>\n

Una forma de \u201ccrecimiento<\/b>\u201d como esta implica necesariamente \u201cdesigualdades\u201d a escala nacional como internacional.<\/p>\n

2.-La tasa de desempleo es menor en Estados Unidos que en los pa\u00edses europeos.<\/b><\/p>\n

Primero porque Estados Unidos literalmente ha \u201cexportado\u201d el desempleo hacia Europa, en particular por la manipulaci\u00f3n monetaria: la devaluaci\u00f3n del d\u00f3lar que ha \u201cdopado\u201d las exportaciones haciendo bajar los precios. Despu\u00e9s, como escribi\u00f3 Luttwak<\/b>: \u201cla casi ausencia de desempleados, en Estados Unidos, se explica por la simple raz\u00f3n de que el Estado no se ocupa de indemnizarlos.\u201d<\/p>\n

Llevando \u00e9sta l\u00f3gica hasta su m\u00e1s absurda crueldad, podr\u00edamos, de un d\u00eda para otro, terminar con la desocupaci\u00f3n no indemnizando nunca m\u00e1s a nadie. Habr\u00e1 cad\u00e1veres en las cunetas pero las estad\u00edsticas ser\u00e1n resplandecientes: no habr\u00e1 m\u00e1s desempleados. Evidentemente esta \u201cl\u00f3gica\u201d es la del sistema neodarwiniano: la eliminaci\u00f3n de los m\u00e1s d\u00e9biles.<\/p>\n

3.-El \u201cnivel de vida\u201d de la mayor\u00eda de los norteamericanos es superior a la de los europeos.<\/b><\/p>\n

Esto es verdad si no se tiene en cuenta que 33 millones de norteamericanos viven por debajo del nivel de pobreza y de hecho un ni\u00f1o sobre ocho, en el pa\u00eds m\u00e1s rico del mundo, no se alimenta suficientemente.<\/p>\n

El d\u00e9ficit del Estado alcanz\u00f3 los 620 millones de d\u00f3lares en 1995, y 1.550 mil millones de d\u00f3lares en 1998, y en el estado actual alcanzar\u00e1 los 3.450 mil millones de d\u00f3lares en el 2000, es decir, 36% del \u201cproducto nacional bruto \u201c.
\nEl endeudamiento del sector privado supera los 5.000 millones de d\u00f3lares. En pocas palabras, Estados Unidos gasta m\u00e1s de lo que gana y vive por debajo de la media. No es necesario ser un \u201ceconomista distinguido\u201d para comprender que una deriva de este tipo no puede prolongarse indefinidamente.<\/p>\n

Como escribe el profesor Michel Beaud<\/b>: \u201cA primera vista, est\u00e1n dadas todas las condiciones para una crisis burs\u00e1til\u201d.<\/p>\n

Por lo tanto, actualmente existe la amenaza de una explosi\u00f3n de la \u201cbola especulativa\u201d, una amenaza de que el \u201cturbo-capitalismo<\/b>\u201d produzca un crac m\u00e1s catastr\u00f3fico que el de 1929.<\/p>\n

Primero, porque el Estado norteamericano ser\u00e1 incapaz de parar la avalancha a causa de su deuda, la deuda de los municipios y de los condados, que han pasado de 150 millones en 1970 a 598 millones de d\u00f3lares en 1989.
\n\u201cHay un defecto fatal en el funcionamiento del actual sistema; los bancos, que son los pilares, no tienen objetivamente ning\u00fan inter\u00e9s en hacer inversiones (o lo que sea) a largo plazo. Las ganancias no vienen de dividendos, intereses o beneficios ligados a actividades productivas, sino de comisiones provenientes de cada transacci\u00f3n. Cada vez que los banqueros otorgan un pr\u00e9stamo reciben una comisi\u00f3n. Existen corrientemente comisiones de varios millones de d\u00f3lares; millones de d\u00f3lares ganados en unos d\u00edas o en algunas horas y ese dinero es generosamente otorgado, bajo forma de salario o prima, a los mismos banqueros de negocios. El dinero<\/b> realmente invertido a fines productivos es, desde su punto de vista, dinero que duerme y que es in\u00fatil. Lo que buscan son transacciones tan numerosas como posibles.<\/p>\n

El resultado de todo esto es desviar millones de d\u00f3lares (que podr\u00edan haber ido a la construcci\u00f3n, a los fabricantes de equipos o a la investigaci\u00f3n) hacia las cuentas corrientes personales de los banqueros.<\/p>\n

En Estados Unidos<\/b>, en plena penuria de capitales, consecuencia del consumo desenfrenado, de la debilidad del ahorro y del financiamiento de gastos p\u00fablicos por pr\u00e9stamos incesantes en lugar de impuestos, las penurias de capitales \u2018pacientes\u2019 disponibles es a\u00fan m\u00e1s grande. Por lo tanto, toda inversi\u00f3n realmente productiva debe ser paciente: las f\u00e1bricas no se construyen en un d\u00eda.\u201d [14]<\/p>\n

\u201cEl endeudamiento privado alcanza el nivel colosal de cinco mil millones de d\u00f3lares, cifra igual a 9 d\u00e9cimos del total de ingresos privados.\u201d [15]<\/p>\n

Entre otras cosas, a pesar de la devaluaci\u00f3n sucesiva del d\u00f3lar, la balanza comercial es, a corto plazo, ampliamente deficitaria. Su d\u00e9ficit se incrementa a causa de una consumici\u00f3n desenfrenada, que hace vivir la naci\u00f3n por debajo de su media (de ah\u00ed el monto de la deuda privada). Otros motivos son: el empobrecimiento del Tercer Mundo, el crecimiento del desempleo \u2014 incluso en los pa\u00edses m\u00e1s desarrollados \u2014 baja constante de ingresos de la mayor\u00eda de la poblaci\u00f3n. Incluso en Estados Unidos, es evidente que un crecimiento de este tipo no puede ser indeterminado, ya que el n\u00famero de clientes solventes en el mundo es cada vez m\u00e1s restringido.<\/p>\n

Es ah\u00ed donde se encuentran los medios m\u00e1s eficaces (y los m\u00e1s pac\u00edficos) de lucha, y, al mismo tiempo, las responsabilidades personales de cada uno. No se trata de manifestar dando balidos contra le norteamericanismo<\/b>, que presenta un peligro mortal para nuestra econom\u00eda, para nuestra independencia pol\u00edtica, nuestra cultura, nuestras artes y nuestra espiritualidad; en pocas palabras, para el sentido mismo de nuestra vida<\/b>. La econom\u00eda norteamericana no podr\u00eda soportar, incluso parcial, la p\u00e9rdida de uno o dos millones de sus clientes. Ir\u00e1 indefectiblemente a la quiebra.<\/p>\n

La inmensa mayor\u00eda de nuestra poblaci\u00f3n sufre la invasi\u00f3n norteamericana en todas las dimensiones de la vida<\/b>: multitudes visten el uniforme norteamericano con sus pantalones y remeras Levi\u2019s y los hombres s\u00e1ndwichs para las publicidades de marca o incluso las universidades estadounidenses. Una gran mayor\u00eda de nuestros j\u00f3venes prefieren la Coca Cola<\/i> en lugar de otras bebidas y fuman Marlboro<\/i>, los ni\u00f1os consideran casi siempre que una comida en un McDonald\u2019s<\/i> es una recompensa; las pel\u00edculas de violencia o de terror (y los casetes videos y disquetes que las reproducen) dominan el mercado en un 80%, y los juegos interactivos que inculcan el gusto por el terror, entregados a domicilio por la televisi\u00f3n hollywoodiense<\/b> que reina desde Ta\u00ee-peh a Sao Paulo, como desde Par\u00eds a D\u00e1kar.<\/p>\n

Y sobre todo, los gobiernos que abastecen al Pent\u00e1gono<\/b> con sus \u201cyanaconas\u201d y sus escuderos bajo \u00f3rdenes norteamericanas, comprando por millones de d\u00f3lares aviones de combate y otros armamentos a las grandes firmas norteamericanas que completan, de esta forma, los regalos del gobierno norteamericano a las grandes empresas: su presupuesto toma a cargo la investigaci\u00f3n y el desarrollo a intervalos de \u201choras\/guerra\u201d, lo dijo Alain Peyrefitte<\/b>, y que aseguran peri\u00f3dicamente un boom confortable a la econom\u00eda.<\/p>\n

Ahora bien, todo esto es posible gracias a nuestro cobarde consentimiento.<\/b><\/p>\n

\u00bfPor qu\u00e9 no exigirles a todos los candidatos a un Parlamento?:<\/p>\n

El compromiso, sin equ\u00edvocos, de no aceptar ning\u00fan contrato de compra de armamento a Estados Unidos (ya que ah\u00ed radica el principal desaf\u00edo).<\/p>\n

El compromiso, sin equ\u00edvocos, de exigir de parte del gobierno su retiro de organizaciones que son, alrededor del mundo, los tent\u00e1culos del pulpo, tales como el Fondo Monetario Internacional<\/b> y el Banco Mundial<\/b>, que ya han arruinado al Tercer Mundo, y en donde los m\u00e9todos de \u201cprivatizaci\u00f3n\u201d, de reducci\u00f3n de prestaciones sociales, de fusiones, de OPA, de regulaci\u00f3n, de traslado, conducen a despidos y a la \u201cflexibilidad salarial<\/b>\u201d, es decir, a aceptar resignados la reducci\u00f3n de salarios.<\/p>\n

Aqu\u00ed comienza a ejercerse directamente las responsabilidades personales<\/b>: rehusar el pago de la tasa televisiva, por organizaciones de televidentes haci\u00e9ndolas masivas, si nuestras pantallas contin\u00faan saturadas de pel\u00edculas de segunda categor\u00eda provenientes de la producci\u00f3n hollywoodiense con sus \u201cterminators\u201d y sus Tarzanes ensalzando al m\u00e1s fuerte. Lo mismo para las salas de cine que nos proyectan la misma basura.<\/p>\n

Acordarse que todo consumo de Coca Cola<\/i> y de McDonald\u2019s<\/i> son subvenciones para el ocupante<\/strong>. No hay que olvidar que los Disneylandias<\/i> son no s\u00f3lo unos explotadores de mano de obra barata, sino que contribuyen masivamente a la corrupci\u00f3n y a la destrucci\u00f3n de nuestra cultura, retomando los temas exteriores a nuestro folclore para transformarlos en m\u00e1scara espectacular de sus valores: la victoria de la fuerza, de la riqueza y de la trampa.<\/p>\n

Tampoco hay que olvidar la corrupci\u00f3n<\/b> que nos han introducido. Por ejemplo, en nuestro deporte, que no tiene otra vocaci\u00f3n que la de formar a j\u00f3venes deportistas sanos y robustos, reina la publicidad. O la compra de alg\u00fan campe\u00f3n, hacer espect\u00e1culos rentables a trav\u00e9s de la venta a los canales de televisi\u00f3n o la publicidad en los estadios, o la edici\u00f3n de camisetas de \u00eddolos que se alquilan a la medios publicitarios, o por la explotaci\u00f3n de j\u00f3venes obligados a realizar proezas y que no tienen otra elecci\u00f3n que la de ser comprados por clubes ricamente patrocinados o ser excluidos y perder su empleo y su carrera, y como si no fuera suficiente, est\u00e1n obligados a aceptar drogas y doparse para mantenerse en el equipo.<\/p>\n

Por \u00faltimo, el 74 % de los recursos naturales se encuentra en el Tercer Mundo, pero son controlados y consumidos por s\u00f3lo el 20 % de privilegiados del planeta. Es posible, gracias a un cambio radical de nuestras relaciones con el tercer Mundo, proceder, no a \u201ctecnol\u00f3gicas\u201d -que aumentan la dependencia y no responden a las necesidades de los pueblos- sino mediante \u201ctrueque\u201d, que eliminar\u00eda as\u00ed al d\u00f3lar como moneda internacional de intercambio, d\u00e1ndole nuevamente a cada pueblo la posibilidad de desarrollarse en un sentido verdaderamente humano, seg\u00fan su historia, su cultura, seg\u00fan lo que puedan aportar y no seg\u00fan las modas econ\u00f3micas importadas de pa\u00edses donde la riqueza de una minor\u00eda tiene como corolario , la miseria de los m\u00e1s numerosos. Se trata de un aporte no en funci\u00f3n de la \u2018mundializaci\u00f3n<\/b>\u2018 imperial [made in USA<\/i>] al servicio del colonialismo unificado, sino de un nuevo universalismo fecundado rec\u00edprocamente por todas las civilizaciones.<\/p>\n

Depender\u00e1 de nosotros (sin olvidar que esto implica un sacrificio personal) impedir que los provisorios amos del mundo nos conduzcan, en el siglo XXI, a un suicidio planetario debido al agotamiento y la contaminaci\u00f3n del medio ambiente, al empobrecimiento y la destrucci\u00f3n de hombres y mujeres, a la explotaci\u00f3n, la corrupci\u00f3n y la exclusi\u00f3n del ser humano en nombre de un neodarwinismo social que implica la eliminaci\u00f3n del m\u00e1s d\u00e9bil, o a trabajar colectivamente y personalmente por la resurrecci\u00f3n.<\/p>\n

El problema del antinorteamericanismo<\/b>, no es geogr\u00e1fico ni racial, sino fundamentalmente religioso<\/b>. Puesto que es un acto de fe<\/b> escoger entre una vida desprovista de sentido y la resurrecci\u00f3n de los hijos del hombre, porque es del hombre de quien se trata.<\/p>\n

Roger Garaudy<\/b><\/p>\n

*<\/p>\n

\n

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*<\/p>\n


\n

ANEXO<\/b><\/p>\n

Las Ediciones Odile Jacob<\/i> han publicado un libro consagrado al an\u00e1lisis del \u201csistema\u201d capitalista<\/b>. Est\u00e1 escrito por un especialista norteamericano creador de empresas, te\u00f3rico de lo que \u00e9l mismo llama \u201cturbo capitalismo\u201d<\/b>, experto de varias instituciones econ\u00f3micas privadas y p\u00fablicas en Estados Unidos.<\/p>\n

Partiendo de un punto de vista opuesto al nuestro, nos da los mismos an\u00e1lisis sobre el sistema, \u00e9l con alabanzas y proponiendo su universalizaci\u00f3n, nosotros a trav\u00e9s de la cr\u00edtica y del llamado a su destrucci\u00f3n.<\/p>\n

Este paralelismo testimonia una gran fuerza de objetividad<\/b> de dos an\u00e1lisis describiendo un mismo fen\u00f3meno. Por eso nos ha parecido deseable invitar a todos los que se interrogan sobre el sentido del movimiento hist\u00f3rico de nuestra \u00e9poca, a que lean el libro de Edward N. Luttwak<\/b> para constatar que, sea cual sea el punto de vista en el cual nos coloquemos (alabadores o cr\u00edticos), se trata de la misma realidad, del mismo movimiento.<\/p>\n

Es por eso que nos parece necesario, para presentar el libro de Luttwak<\/b>, adjuntar un informe sin tergiversaci\u00f3n, d\u00e1ndole al autor la palabra (la \u00faltima palabra) anexada a nuestra formulaci\u00f3n. Extractos hechos a partir de sus propias citaciones para incitar al lector a leer la obra en su integridad, con el fin de poder juzgar en el debate que nosotros proponemos.<\/p>\n

Aconsejamos meditar atentamente sobre este libro: uno de los m\u00e1s profundos dentro del estudio de la econom\u00eda de nuestro siglo, se trata de<\/p>\n

\u201cLe turbo-capitalisme<\/b><\/i>\u201d de Edward N. Luttwak<\/b>,<\/h4>\n

Ed. Odile Jacob<\/i>. Par\u00eds. 1999. He aqu\u00ed unos extractos significativos:<\/p>\n

P\u00e1gina 19. El mundo entero esta condenado a adoptar, en muy corto plazo, el nuevo modelo econ\u00f3mico inventado por Estados Unidos<\/b>.<\/p>\n

P\u00e1gina 50. Se resume as\u00ed: privatizaci\u00f3n + desrregulaci\u00f3n + mundializaci\u00f3n = turbo capitalismo = prosperidad<\/p>\n

P\u00e1gina 53. Sus seguidores no lo nombran as\u00ed. Se contentan con el t\u00e9rmino \u201clibre mercado\u201d, pero lo que entienden por tal va mucho m\u00e1s all\u00e1 que la simple facultad de comprar y vender. Ellos veneran, profesan y reivindican un modelo: el de las empresas privadas, liberadas del control administrativo, que escapan al contrapoder de sindicatos eficaces, desprovisto de consideraciones sentimentales concernientes a la suerte de los empleados y de las colectividades locales, ignorar las barreras aduaneras o las limitaciones a las inversiones y liberarse, lo m\u00e1s que se pueda, de las punciones de los impuestos. Esto reclaman con insistencia, la privatizaci\u00f3n en todas las esferas, y la conversi\u00f3n de todas las instituciones p\u00fablicas \u2014 desde las universidades hasta los jardines bot\u00e1nicos, desde las prisiones hasta las bibliotecas, desde las escuelas primarias hasta los geri\u00e1tricos \u2014 en empresas administradas seg\u00fan los criterios de rentabilidad.<\/p>\n

P\u00e1gina 150. El movimiento de privatizaci\u00f3n de las empresas p\u00fablicas apunta a acrecentar la productividad, eliminando el exceso de personal y reemplazando, cada vez que sea posible, los empleados eficientes por maquinarias a\u00fan m\u00e1s eficaces. En Gran Breta\u00f1a, la privatizaci\u00f3n de compa\u00f1\u00edas de tel\u00e9fono, de gas, de electricidad y la sider\u00fargica, la British Airways y la British Rail, condujo a la supresi\u00f3n de m\u00e1s de 300.000 empleos.<\/p>\n

P\u00e1gina 150. En Francia y en Italia, donde el sector p\u00fablico controla sectores enteros de la econom\u00eda, las privatizaciones permitir\u00e1n una ganancia significativa de productividad. Las consecuencias ser\u00e1n favorables para el producto nacional bruto y desastrosas para el mercado del trabajo.<\/p>\n

P\u00e1gina 153. La modificaci\u00f3n de la legislaci\u00f3n del trabajo debe apuntar a facilitar los despidos (preaviso limitado a un mes y reducci\u00f3n de las indemnizaciones), limitar las vacaciones pagadas y el costo de las horas suplementarias, etc.<\/p>\n

P\u00e1gina 93. Para los dirigentes de empresas, evitar por todos los medios los despidos incentivando la formaci\u00f3n permanente, a fin de desarrollar las competencias y la lealtad del personal, evoca para ellos una incorregible sensibler\u00eda femenina, totalmente desplazada en nuestro universo neodarwiniano.<\/p>\n

P\u00e1gina 88. Reduciendo el personal en todos los niveles \u2014 desde la cadena de ensamblaje hasta las oficinas de estudio, desde los servicios administrativos a los ejecutivos \u2014 , Boeing ha logrado desembarazarse de 45.000 empleados entre 1992 y 1996. Wall Street est\u00e1 entusiasmada constatando que la reducci\u00f3n de sus costos de producci\u00f3n se acompa\u00f1an de un crecimiento de las ventas en el mercado de la aviaci\u00f3n civil, en plena fase de expansi\u00f3n.
\nP\u00e1gina 89. En Wall Street, las acciones, hasta ese momento deprimidas, registran un aumento de 1,69 d\u00f3lares, para alcanzar el pico de 50,63 d\u00f3lares. \u2026 analistas y agentes de cambio interpretan las previsiones de despidos masivos como \u00edndice de una brillante gesti\u00f3n. [16]<\/p>\n

P\u00e1gina 112. Una empresa que crea empleos \u2014 seg\u00fan los c\u00e1nones de la nueva ortodoxia que condena todo factor susceptible de reducir la rentabilidad \u2014 est\u00e1 mal administrada.<\/p>\n

P\u00e1gina 114. Es evidente deducir de esta comparaci\u00f3n que, donde el capital es fruct\u00edfero, el empleo es raro, y viceversa.<\/p>\n

P\u00e1gina 112. No dejaremos de citar los sucesos de la exportaci\u00f3n de alta tecnolog\u00eda norteamericana, en particular la inform\u00e1tica, orgullosa de los nuevos titanes, para ilustrar la legitimidad de la liberaci\u00f3n de cambios, es decir, los esfuerzos logrados por Estados Unidos para unificar la econom\u00eda mundial negociando el levantamiento de todas las barreras sobre el comercio, las inversiones o las licencias. En contrapartida, la p\u00e9rdida neta de casi dos millones de empleos \u2014 seg\u00fan las estimaciones menos sombr\u00edas \u2014 ligados a las importaciones en otros sectores, es considerada una negligencia porque se trata de empleos poco calificados en ramas en decadencia.<\/p>\n

P\u00e1gina 25. El turbo capitalismo<\/b>, gran destructor de privilegios, no afecta solamente a los trabajadores sindicalizados. Los peque\u00f1os comerciantes, que gozan de monopolios locales para la distribuci\u00f3n de sus productos, son empujados a la quiebra a causa de la proliferaci\u00f3n de supermercados o de negocios en cadena.<\/p>\n

La mundializaci\u00f3n<\/b><\/p>\n

P\u00e1gina 30. La mundializaci\u00f3n<\/b> consiste al fin de cuentas y por lo esencial, en trasladar la producci\u00f3n y no en acrecentarla; sin embargo, toda transferencia internacional pone en juego intercambios de divisas y casi siempre otras operaciones financieras, como la toma de posici\u00f3n en los mercados, para compensar las tasas de cambio desfavorables.
\nEn consecuencia, la llegada del turbo capitalismo<\/b> se acompa\u00f1a en todas partes de un aumento del sector financiero y burs\u00e1til, sin relaci\u00f3n con la \u201ceconom\u00eda real\u201d, es decir, el de las haciendas, las f\u00e1bricas y los comercios.<\/p>\n

P\u00e1gina 279. Naturalmente, la repartici\u00f3n de los ingresos cambiar\u00e1 a\u00fan m\u00e1s, llegando a ser m\u00e1s desigual, seg\u00fan el modelo de Estados Unidos, donde los ahorros de los m\u00e1s ricos, es decir un 5% del total, han visto aumentar sus ingresos de 15-16%, en los a\u00f1os 70, a 17-18%, a comienzos de la d\u00e9cada siguiente, luego en 1996 a 21,4%.<\/p>\n

P\u00e1gina 40. Una noci\u00f3n importante subentiende la regla del turbo capitalismo norteamericano: digan lo que digan las Sagradas Escrituras, la posesi\u00f3n de riquezas no constituye una traba a la virtud. Al contrario, seg\u00fan la doctrina de la predestinaci\u00f3n, se\u00f1ala un favor divino.<\/p>\n

P\u00e1gina 41. Los m\u00e1ximos ganadores no son s\u00f3lo respetados por su \u201csavoir faire<\/i>\u201c, sino tambi\u00e9n por simplemente saber, al menos para aquellos que (les prestan). Adem\u00e1s son casi siempre solicitados para responder a las grandes cuestiones de la actualidad, incluso se trata de temas alejados de su competencia. Por ejemplo, en el transcurso del a\u00f1o 1997, Bill Gates<\/b>, campe\u00f3n de marketing de programas inform\u00e1ticos, y Georges Soros<\/b>, campe\u00f3n de la especulaci\u00f3n de divisas, han sido citados sin descanso y con la m\u00e1s gran deferencia, por el conjunto de los medios de difusi\u00f3n norteamericanos, sobre temas tan diversos como los del porvenir de la educaci\u00f3n p\u00fablica o la legislaci\u00f3n sobre las drogas. Sus interlocutores consideraban como una evidencia que la condescendiente sabidur\u00eda era igual a la envergadura de sus ingresos. Esta consideraci\u00f3n deriva en l\u00ednea directa de la regla n\u00famero uno, donde las implicaciones van m\u00e1s all\u00e1 de una simple legitimaci\u00f3n moral, acorde con el enriquecimiento. Lejos de ser estigmatizados por sus ansias, los ganadores son altamente estimados. Y los m\u00e1ximos ganadores ser\u00e1n santificados.<\/p>\n

P\u00e1gina 44. As\u00ed como la facultad de enriquecerse confirma la santidad, la incapacidad a escapar de la pobreza otorga tenaz un olor a pescado.<\/p>\n

P\u00e1gina 130. La explosi\u00f3n hacia la cumbre de los ingresos se combina con la exclusi\u00f3n a la base.<\/p>\n

P\u00e1gina 131. Dejemos de lado la visi\u00f3n holliwoodiense que asocia la pobreza con color de la piel para volcarnos sobre las cifras. En Estados Unidos, en 1996, sobre un total de 36.529.000 personas calificadas oficialmente como pobres, 24.650.000 eran blancos, de los cuales 16.267.000 \u201cblancos no hisp\u00e1nicos\u201d, y 9.694.000 negros.<\/p>\n

P\u00e1gina 277. Para 60 millones de asalariados sus ingresos en d\u00f3lares reales eran m\u00e1s elevados a principio de 1970, cuando la econom\u00eda estaba todav\u00eda reglamentada. Por otro lado, m\u00e1s de 17 millones de asalariados a tiempo completo \u2014 haciendo 40 horas por semana, en 50 semanas al a\u00f1o \u2014 se encontraban por debajo del nivel de pobreza.<\/p>\n

P\u00e1gina 100. Le existencia de este desecho econ\u00f3mico explica la tasa de criminalidad excepcionalmente elevada en Estados Unidos y la persistencia de \u201czonas prohibidas\u201d en inmensas ciudades.<\/p>\n

P\u00e1gina 21. Entre estos 60 millones de norteamericanos con menos suerte, numerosos son los que, despu\u00e9s de haber perdido su puesto en la industria o en los servicios, han tenido que aceptar empleos precarios y mal pagados dentro del ramo de la venta, servicios de vigilancia, comida al paso, manutenci\u00f3n o limpieza. Esta movilidad hacia abajo ha tenido como efecto arrojar del mundo del trabajo a los subproletarios. Sus representantes constituyen \u2014 seg\u00fan las estad\u00edsticas m\u00e1s recientes \u2014 el grueso batall\u00f3n de 1,8 millones de norteamericanos que pueblan las prisiones. A todo esto hay que agregarle 3,7 millones de personas en libertad condicional o en espera de un juicio. As\u00ed, el total de la poblaci\u00f3n criminal asciende a 5,5 millones de personas, es decir, el 2,8% de la poblaci\u00f3n adulta, dos veces m\u00e1s que en 1980, cuando el turbo capitalismo<\/b> estaba en sus primeros balbuceos.<\/p>\n

P\u00e1gina 86. En 1995, 4,9 millones de norteamericanos estaban bajo control judicial: 2,8 millones condenados a penas en suspenso, 671.000 en libertad condicional, 958.704 encerrados en prisiones del Estado, 95.034 en prisiones federales y 446.000 en prisiones locales. Comparado con la poblaci\u00f3n total del pa\u00eds (hombres, mujeres y ni\u00f1os) estas cifras significan que 1 individuo sobre 189 se encuentra detr\u00e1s de las rejas, lo que representa un aumento espectacular con relaci\u00f3n a las cifras, de por s\u00ed muy elevadas en 1980, de 1 sobre 480. Desde entonces las cifras no dejan de progresar: a fines del primer semestre de 1997 ascendi\u00f3 a 5,5 millones.
\nLos norteamericanos ya no se asombran de las dimensiones gigantescas de esta \u201csedici\u00f3n\u201d permanente, mismo si los 18 millones de robos menores, los 3 millones de robos con violencia, los 1,6 millones de robos de autos, el mill\u00f3n de agresiones a mano armada, las 639.000 estafas, las 102.000 violaciones y las 23.000 muertes, y seg\u00fan las \u00faltimas cifras han aumentado en la proporci\u00f3n de 6 a 10% por a\u00f1o y se expanden desde hace tiempo en la periferia y en las peque\u00f1as ciudades, que en otros tiempos eran tranquilas.<\/p>\n

El FBI cont\u00f3 una muerte todos los veintid\u00f3s minutos, una violaci\u00f3n todos los cinco minutos, un robo todo los cuarentainueve segundos, un robo de auto todo los treinta segundos, un robo con agresi\u00f3n todos los diez segundos, etc.<\/p>\n

P\u00e1gina 138. De ciertas encuestas surge el hecho que el tr\u00e1fico de drogas genera un ingreso de 12.500 d\u00f3lares por a\u00f1o. En 1987, representaba la profesi\u00f3n m\u00e1s rentable que se ofrec\u00eda a aquellos sin educaci\u00f3n. En otros t\u00e9rminos, toda la informaci\u00f3n disponible corroboraba que el \u201cpersonal\u201d implicado en el tr\u00e1fico de droga hab\u00eda elegido la orientaci\u00f3n m\u00e1s racional y ni siquiera el mejor consultor en recursos humanos pudo oponer argumentos decisivos.<\/p>\n

P\u00e1gina 138. En realidad, cada pa\u00eds desarrollado est\u00e1 condenado a engendrar su propia \u201cclase peligrosa\u201d de desempleados cr\u00f3nicos y sus respectivos asociados. \u00bfA qu\u00e9 ritmo? Tan r\u00e1pido como los servicios p\u00fablicos sean concedidos a actores privados, o por la p\u00e9rdida de sus recursos, o por la desaparici\u00f3n de reglamentaciones comerciales, o por todo otro obst\u00e1culo en el funcionamiento del mercado; nuestro nuevo mercado libre, informatizado y mundializado.<\/p>\n

P\u00e1gina 137. La criminalidad por s\u00ed sola cumple una funci\u00f3n social. Lejos de ser la expresi\u00f3n de una deriva, aparece como una elecci\u00f3n racional. Una investigaci\u00f3n llevada a cabo sobre el tr\u00e1fico de droga en Washington, y analizando en detalle el conjunto de las sentencias invalida las opiniones establecidas. Seg\u00fan sus conclusiones s\u00f3lidamente sostenidas, el tr\u00e1fico crea una buena cantidad de empleos y permite inversiones fruct\u00edferas. La investigaci\u00f3n demuestra tambi\u00e9n que la elecci\u00f3n de los empresarios y los empleados que se dedican a esta actividad resultan de un an\u00e1lisis consecuente de la situaci\u00f3n. La investigaci\u00f3n se vuelca sobre los casos de m\u00e1s de 11.000 traficantes regulares y alrededor de 13.000 ocasionales. Para el conjunto de la corporaci\u00f3n, el ingreso neto despu\u00e9s de los gastos asciende a 300 millones de d\u00f3lares. Incluso si se imputan, seg\u00fan los m\u00e9todos de las compa\u00f1\u00edas de seguros, un valor monetario al riesgo real de muertes violentas o de heridos dentro del marco de una competencia feroz, o al riesgo menor de arresto y de condena.<\/p>\n

El gran dilema<\/b><\/p>\n

P\u00e1gina 296. Dar rienda suelta al turbo capitalismo<\/b>, a la manera norteamericana y brit\u00e1nica, conducir\u00e1 a agravar las desigualdades de los ingresos, a cambio de un crecimiento econ\u00f3mico no tan extraordinario. Resistir al turbo capitalismo, protegiendo los salarios y manteniendo las reglamentaciones comerciales, o incluso el sector p\u00fablico que pesa sobre las firmas, desalentando el esp\u00edritu de empresa, frenando la innovaci\u00f3n t\u00e9cnica, desembocar\u00e1 en un crecimiento menor y en un desempleo estructural mucho m\u00e1s importante.<\/p>\n

El turbo capitalismo<\/b> se propaga sin ning\u00fan obst\u00e1culo para llevar a cabo la fragmentaci\u00f3n de las sociedades en donde habr\u00e1 una peque\u00f1a minor\u00eda de ganadores, una masa de perdedores, o pobres m\u00e1s o menos a gusto, y rebeldes que no respetan m\u00e1s las leyes. No s\u00f3lo los lazos sociales est\u00e1n desgarrados, sino tambi\u00e9n los lazos familiares corro\u00eddos.<\/p>\n

P\u00e1gina 297. Tal es el gran dilema al cual estamos hoy en d\u00eda confrontados. Hasta el momento, ning\u00fan gobierno occidental ha propuesto algo mejor que dejar que el turbo capitalismo <\/b>se propague sin trabas, con la esperanza que un crecimiento m\u00e1s r\u00e1pido resuelva todas las dificultades. En lugar de esto, el turbocapitalismo<\/b> intensificar\u00e1 la fractura entre la Silicon Valley <\/b>de los h\u00e9roes y el desfile de los desesperados. L\u00f3gicamente todo conduce a esto, pero las fuerzas pol\u00edticas dominantes no quieren verlo<\/b>.<\/p>\n

Comparado a la esclavitud de la difunta econom\u00eda comunista, de la debilidad del socialismo burocr\u00e1tico y de los grotescos fracasos de los nacionalismos econ\u00f3micos, el turbocapitalismo<\/b> es globalmente superior en el plano material y a despecho de su poder de corrosi\u00f3n sobre la sociedad, la familia y la cultura, no es verdaderamente inferior en el plano moral. Por lo tanto, aceptar que el turbocapitalismo<\/b> extienda su imperio en todas las esferas \u2014 desde las artes hasta el deporte, sin hablar de la econom\u00eda \u2014 no puede constituir la finalidad de la especie humana.<\/p>\n


\n

NOTAS<\/b><\/p>\n

[1] Edward N. Luttwak, Le turbo-capitalisme, Ed. Odile Jacob, Paris, 1999.
\n[2] Idem.<\/p>\n

[3] Ver Elise Marienstrass: Les mythes fondateurs de la nation am\u00e9ricaine<\/i>. Ed. Complexe. Bruxelles. 1992.
\n[4]Thoughts en Indian treatries. Americain Museum. 1971.
\n[5] Samuel Sewall: The selling of Joseph (p.83-87) Citado por Elise Marienstrass (Obra cit. p. 237)
\n[6] Elise Marienstrass (Obra cit. p. 229)
\n[7] Blancos anglosajones protestantes.
\n[8] Sobre la expansi\u00f3n norteamericana a trav\u00e9s sus diversos \u201cc\u00edrculos, dirigirse al libro de Michel Bugnon-Mordant: L\u2019Am\u00e9rique totalitaire <\/i>(Ed. Favre. Lausanne. 1997)<\/p>\n

[9] Sobre esta dominaci\u00f3n de Estados Unidos sobre Am\u00e9rica latina (segundo c\u00edrculo) ver el art\u00edculo de Pe\u00f1a Torres.
\n[10] Citado por Brugnon-Mordant en Norteam\u00e9rica totalitaria. (Prefacio de Pierre Salinger. Ed. Fauve. Lausanne. 1997)
\n[11] Ver Brugnon-Mordant. Obra Cit.
\n[12] Tomando en cuenta que esas apelaciones abstractas enmascaran una realidad m\u00e1s tr\u00e1gica: los pa\u00edses \u201cricos\u201d cuentan con un sinn\u00famero de pobres, y los pa\u00edses \u201cpobres\u201d, con un pu\u00f1ado de ricos, mafiosos y c\u00f3mplices de los gigantes mundiales.
\n[13] Ver Susan George: \u201cJusqu\u2019au cou<\/i>\u201c, Ed. La D\u00e9couverte, Paris 1992.
\n[14] Ver Kennet Galbraith, sobre los mecanismos del crac de 1929.
\n[15] Edward N. Luttwak. \u201cr\u00eave am\u00e9ricain en danger<\/i>\u201d Ed. Odile Jacob. 1995. p. 165-166.
\n[16] Edward N. Luttwak. \u201cturbo capitalisme<\/i>\u201d (Obra cit. p. 22)
\nEl ejemplo ha sido imitado en Francia, con los mismos efectos: los despidos lograron un aumento de las acciones de la sociedad en la Bolsa, donde Michelin fue uno de los casos.
\nSin embargo, no hay que acusar a Michelin<\/strong> de todos los males, a pesar de que fue el extremo. En ocasi\u00f3n de la \u201cUniversidad\u201d de MEDEF, Jean Boissonnat<\/strong> declar\u00f3 recientemente con el aplauso de los patrones, que ni el empleo ni el progreso social constituyen la finalidad de la empresa, mientras que el patr\u00f3n de los patrones, el bar\u00f3n Ernest-Antoine Seilli\u00e8re<\/strong> sobrepujaba a\u00fan m\u00e1s agregando que es \u201cnormal para una gran empresa reducir su personal del 3% por a\u00f1o\u201d. Incluso la pol\u00edtica antisindical de Michelin no es una excepci\u00f3n. En efecto, si s\u00f3lo se cuenta con un 4% del personal sindicalizado en el sector privado es porque, en las empresas francesas, se los echa con m\u00e1s ensa\u00f1amiento que en los tiempos de la guerra fr\u00eda.
\nEdouard Michelin<\/strong>, formado en Estados Unidos, tres meses despu\u00e9s de haber instalado en la empresa, y mientras sus beneficios aumentaban de m\u00e1s del 18% en un a\u00f1o, anunci\u00f3 una reducci\u00f3n del personal de 7.500 efectivos en Europa \u2014 mismo en Francia y en Auvernia \u2014 para \u201csatisfacer a los accionistas\u201d y \u201ctomar la delantera, a fin de preparar desde hoy los logros para ma\u00f1ana\u201d. La Bolsa respond\u00eda como lo previsto: mientras se anunciaba los despidos futuros, los t\u00edtulos aumentaron un 12,6%.<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"

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