{"id":7169,"date":"2019-03-25T21:29:32","date_gmt":"2019-03-25T21:29:32","guid":{"rendered":"https:\/\/redinternacional.net\/?p=7169"},"modified":"2019-03-25T21:29:32","modified_gmt":"2019-03-25T21:29:32","slug":"el-socialismo-chino-y-el-mito-del-fin-de-la-historia-por-bruno-guigue","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/redinternacional.net\/2019\/03\/25\/el-socialismo-chino-y-el-mito-del-fin-de-la-historia-por-bruno-guigue\/","title":{"rendered":"El socialismo chino y el mito del fin de la historia – por Bruno Guigue"},"content":{"rendered":"
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En 1992 el polit\u00f3logo estadounidense Francis Fukuyama se atrevi\u00f3 a anunciar el \u00abfin de la historia\u00bb. \u00abCon el hundimiento de la URSS, dijo, la humanidad entra en una nueva era. Conocer\u00e1 una prosperidad sin precedentes\u00bb.\u00a0Aureolada con su victoria sobre el imperio del mal, la democracia liberal proyectaba su luz salvadora sobre el planeta asombrado. Desembarazada del comunismo, la econom\u00eda de mercado deb\u00eda esparcir sus bondades por todos los rincones del globo, unificando el mundo bajo los auspicios del modelo estadounidense (1). La desbandada sovi\u00e9tica parec\u00eda validar la tesis liberal seg\u00fan la cual el capitalismo \u2013y no su contrario el socialismo- se adaptaba al sentido de la historia. Todav\u00eda hoy la ideolog\u00eda dominante reitera esta idea simple: si la econom\u00eda planificada de los reg\u00edmenes socialistas cay\u00f3, es porque no era viable. El capitalismo nunca estuvo tan bien y ha conquistado el mundo.<\/p>\n
Los partidarios de esta teor\u00eda est\u00e1n tanto m\u00e1s convencidos en cuanto que el sistema sovi\u00e9tico no es el \u00fanico argumento que habla en su favor. Las reformas econ\u00f3micas emprendidas por la China popular a partir de 1979, seg\u00fan ellos, tambi\u00e9n confirman la superioridad del sistema capitalista. \u00bfAcaso no han acabado los comunistas chinos, para estimular su econom\u00eda, admitiendo las virtudes de la libre empresa y el beneficio, incluso pasando por encima de la herencia mao\u00edsta y su ideal de igualdad?<\/p>\n
Lo mismo que la ca\u00edda del sistema sovi\u00e9tico demostrar\u00eda la superioridad del capitalismo liberal sobre el socialismo dirigista, la conversi\u00f3n china a las recetas liberales parece asestar el golpe de gracia a la experiencia \u00abcomunista\u00bb.<\/p>\n
Un doble juicio de la historia, al fondo, pon\u00eda el punto final a una competici\u00f3n entre los dos sistemas que atravesaron el siglo XX.<\/p>\n
El problema es que esa narraci\u00f3n es un cuento de hadas. Occidente repite encantado que China se desarrolla convirti\u00e9ndose en \u00abcapitalista\u00bb. Pero los hechos desmienten esa simplista afirmaci\u00f3n. Incluso la prensa liberal occidental ha acabado admitiendo que la conversi\u00f3n china al capitalismo es un cuento. Los propios chinos lo dicen y dan argumentos s\u00f3lidos. Como punto de partida del an\u00e1lisis hay que empezar por la definici\u00f3n habitual del capitalismo: un sistema econ\u00f3mico basado en la propiedad privada de los medios de producci\u00f3n e intercambio. Ese sistema fue erradicado progresivamente en la China popular en el per\u00edodo mao\u00edsta (1950-1980) y efectivamente se reintrodujo en el marco de las reformas econ\u00f3micas de Deng Xiaoping a partir de 1979. De esta forma se inyect\u00f3 una dosis masiva de capitalismo en la econom\u00eda, pero \u2013la precisi\u00f3n es importante- esa inyecci\u00f3n tuvo lugar bajo la impulsi\u00f3n del Estado. La liberalizaci\u00f3n parcial de la econom\u00eda y la apertura al comercio internacional muestran una decisi\u00f3n pol\u00edtica deliberada.<\/p>\n
Para los dirigentes chinos se trataba de incrementar los capitales extranjeros para acrecentar la producci\u00f3n interna. Asumir la econom\u00eda de mercado era un medio, no un fin. En realidad el significado de las reformas se entiende sobre todo desde un punto de vista pol\u00edtico \u00abChina es un Estado unitario central en la continuidad del imperio. Para preservar su control absoluto sobre el sistema pol\u00edtico, el partido debe alinear los intereses de los bur\u00f3cratas con el bien pol\u00edtico com\u00fan, a saber la estabilidad, y proporcionar a la poblaci\u00f3n una renta real aumentando la calidad de vida. La autoridad pol\u00edtica debe dirigir la econom\u00eda de manera que produzca m\u00e1s riqueza de forma m\u00e1s eficaz. De donde se derivan dos consecuencias: la econom\u00eda de mercado es un instrumento, no una finalidad; la apertura es una condici\u00f3n de eficacia y conduce a esta directiva econ\u00f3mica operativa: alcanzar y superar a Occidente\u00bb (2)<\/p>\n
Es por lo que la apertura de China a los flujos internacionales fue masiva pero rigurosamente controlada. El mejor ejemplo lo proporcionan las Zonas de Exportaci\u00f3n Especiales (ZES). \u00abLos reformadores chinos quieren que el comercio refuerce el crecimiento de la econom\u00eda nacional, no que la destruya\u00bb, se\u00f1alan Michel Aglietta y Guo Bai. En los ZES un sistema contractual vincula a las empresas chinas y las empresas extranjeras. China importa los componentes de la fabricaci\u00f3n de bienes de consumo industriales (electr\u00f3nica, textil, qu\u00edmica). La mano de obra china hace el ensamblaje, despu\u00e9s las mercanc\u00edas se venden a los mercados occidentales. Este reparto de las tareas est\u00e1 en el origen de un doble fen\u00f3meno que no ha dejado de acentuarse desde hace 30 a\u00f1os: el crecimiento econ\u00f3mico de China y la desindustrializaci\u00f3n de Occidente. Medio siglo despu\u00e9s de las \u00abguerras del opio\u00bb (1840-1860) que emprendieron las potencias occidentales para despedazar China, el Imperio del Medio tom\u00f3 su revancha.<\/p>\n
Porque los chinos aprendieron la lecci\u00f3n de una historia dolorosa, \u00abesta vez la liberalizaci\u00f3n del comercio y las inversiones es competencia de la soberan\u00eda de China y est\u00e1n controladas por el Estado. Lejos de ser los enclaves que solo benefician a un pu\u00f1ado de \u201ccompradores\u201d, la nueva liberalizaci\u00f3n del comercio fue uno de los principales mecanismos que han permitido liberar el enorme potencial de la poblaci\u00f3n\u00bb [3]. Otra caracter\u00edstica de esta apertura, a menudo desconocida, es que beneficia esencialmente a la di\u00e1spora china, que entre 1985 y 2005 pose\u00eda el 60 % de las inversiones acumuladas, frente al 25 % por los pa\u00edses occidentales y el 15 % por Singapur y Corea del Sur. La apertura al capital \u00abextranjero\u00bb fue en primer lugar un asunto chino. Movilizando los capitales disponibles, la apertura econ\u00f3mica cre\u00f3 las condiciones de una integraci\u00f3n econ\u00f3mica asi\u00e1tica de la que la China popular es la locomotora industrial.<\/p>\n
Decir que China se convirti\u00f3 en \u00abcapitalista\u00bb despu\u00e9s de haber sido \u00abcomunista\u00bb indica, pues, una visi\u00f3n ingenua del proceso hist\u00f3rico. Que haya capitalistas en China no convierte el pa\u00eds en \u00abcapitalista\u00bb, si se entiende con esta expresi\u00f3n un pa\u00eds donde los due\u00f1os de capitales privados controlan la econom\u00eda y la pol\u00edtica nacionales. En China es un partido comunista con 90 millones de afiliados, que irriga al conjunto de la sociedad, el que tiene el poder pol\u00edtico. \u00bfHay que hablar de sistema mixto, de capitalismo de Estado? Es m\u00e1s conforme a la realidad, pero todav\u00eda insuficiente. Cuando se trata de clasificar el sistema chino, el apuro de los observadores occidentales es evidente. Los liberales se dividen en dos categor\u00edas: los que reprochan a China que siga siendo comunista y los que se alegran de que se haya hecho capitalista. Unos solo ven \u00abun r\u00e9gimen comunista y leninista\u00bb disfrazado, aunque ha hecho concesiones al capitalismo ambiental [4]. Para otros China se ha vuelto \u00abcapitalista\u00bb por la fuerza de las cosas y esa transformaci\u00f3n es irreversible.<\/p>\n
Sin embargo algunos observadores occidentales intentan captar la realidad con m\u00e1s sutileza. As\u00ed Jean-Louis Beffa, en una publicaci\u00f3n econ\u00f3mica mensual, afirma directamente que China representa \u00abla \u00fanica alternativa cre\u00edble al capitalismo occidental\u00bb. \u00abDespu\u00e9s de m\u00e1s de 30 a\u00f1os de un desarrollo in\u00e9dito, escribe, \u00bfno es hora de concluir que China ha encontrado la receta de un contramodelo eficaz al capitalismo occidental? Hasta ahora no hab\u00eda surgido ninguna soluci\u00f3n alternativa y el hundimiento del sistema comunista en torno a Rusia en 1989 consagr\u00f3 el \u00e9xito del modelo capitalista. Pero la China actual no lo suscribe. Su modelo econ\u00f3mico h\u00edbrido combina dos dimensiones que saca de fuentes opuestas. La primera procede del marxismo leninismo, est\u00e1 marcada por un poder controlado del partido y un sistema de planificaci\u00f3n vigorosamente aplicado. La segunda se refiera m\u00e1s a las pr\u00e1cticas occidentales, que se centra en la iniciativa individual y en el esp\u00edritu emprendedor. Cohabitan as\u00ed el control del PCC sobre los negocios y un sector privado abundante\u00bb [5].<\/p>\n
Este an\u00e1lisis es interesante pero vuelve a las dos dimensiones \u2013p\u00fablica y privada- del r\u00e9gimen chino, puesto que es la esfera p\u00fablica, obviamente, la que est\u00e1 al mando. Dirigido por un poderoso partido comunista, el Estado chino es un Estado fuerte. Controla la moneda nacional, incluso la deja caer para estimular las exportaciones, lo que Washington le reprocha de forma recurrente. Controla casi la totalidad del sistema bancario. Vigilados de cerca por el Estado, los mercados financieros no desempe\u00f1an el papel desmesurado que se arrogan en Occidente. Su apertura a los capitales, por otra parte, est\u00e1 sometida a condiciones draconianas impuestas por el Gobierno. En resumen, la conducci\u00f3n de la econom\u00eda china est\u00e1 en la f\u00e9rrea mano de un Estado soberano y no en la \u00abmano invisible del mercado\u00bb querida por los liberales. Algunos se lamentan. Un liberal autorizado, un banquero internacional que ense\u00f1a en Par\u00eds revela que \u00abla econom\u00eda china no es una econom\u00eda de mercado ni una econom\u00eda capitalista. Tampoco un capitalismo de Estado, porque en China es el propio mercado el que est\u00e1 controlado por el Estado\u00bb [6]. Pero si el r\u00e9gimen chino tampoco es un capitalismo de Estado, \u00bfentonces es \u00absocialista\u00bb, ya que es el propietario de los medios de producci\u00f3n o al menos ejerce el control de la econom\u00eda? La respuesta a esta pregunta es claramente positiva.<\/p>\n
La dificultad del pensamiento dominante para nombrar el r\u00e9gimen chino, como vemos, viene de una ilusi\u00f3n contemplada desde hace mucho tiempo: al abandonar el dogma comunista China entrar\u00eda por fin en el maravilloso mundo del capitalismo \u00a1Ser\u00eda estupendo poder decir que China ya no es comunista! Convertida al liberalismo, esta naci\u00f3n entrar\u00eda en el derecho com\u00fan. Con la vuelta al orden de las cosas, la capitulaci\u00f3n validar\u00eda la teolog\u00eda del homo occidentalis. <\/i>Pero sin duda se ha malinterpretado la c\u00e9lebre f\u00f3rmula del reformador Deng Xiaoping: \u00abpoco importa que el gato sea blanco o negro si caza ratones\u00bb.<\/p>\n
Eso no significa que de igual el capitalismo o el socialismo, sino que se juzgar\u00e1 a cada uno por sus resultados. Se ha inyectado una fuerte dosis de capitalismo en la econom\u00eda China, controlada por el Estado, porque era necesario estimular el desarrollo de las fuerzas productivas. Pero China permanece en un Estado fuerte que dicta su ley a los mercados financieros y no al rev\u00e9s. Su \u00e9lite dirigente es patriota. Incluso aunque conceda una parte del poder econ\u00f3mico a los capitalistas \u00abnacionales\u00bb, no pertenece a la oligarqu\u00eda financiera globalizada. Adepta a la \u00e9tica de Confucio, dirige un Estado que solo es leg\u00edtimo porque garantiza el bienestar de 1.400 millones de chinos.<\/p>\n
Adem\u00e1s no hay que olvidar que la orientaci\u00f3n econ\u00f3mica adoptada en 1979 ha sido posible por los esfuerzos realizados en el per\u00edodo anterior. Al contrario que los occidentales, los comunistas chinos subrayan la continuidad \u2013a pesar de los cambios efectuados- entre el mao\u00edsmo y el posmao\u00edsmo. \u00abMuchos tuvieron que sufrir por el ejercicio del poder comunista. Pero la mayor\u00eda se adhiere a la apreciaci\u00f3n emitida por Deng Xiaoping, el cual ten\u00eda alguna raz\u00f3n para querer a Mao Zedong: 70 % positivo y 30 % negativo. Hoy existe una frase muy extendida entre los chinos que revela su opini\u00f3n sobre Mao Zedong: Mao nos puso de pie, Deng nos hizo ricos. Y esos chinos consideran perfectamente normal que el retrato de Mao figure en los billetes de banco. Todo el apego que todav\u00eda hoy tienen los chinos a Mao Zedong se debe a que lo identifican con la dignidad nacional recuperada\u00bb [7].<\/p>\n
Es cierto que el mao\u00edsmo acab\u00f3 con 150 a\u00f1os de decadencia, de caos y de miseria. China estaba fragmentada, devastada por la invasi\u00f3n japonesa y la guerra civil. Mao la unific\u00f3. En 1949 era el pa\u00eds m\u00e1s pobre del mundo. Su PIB per c\u00e1pita era alrededor de la mitad del de \u00c1frica y menos de tres cuartas partes del de la India. Pero de 1950 a 1980, durante el per\u00edodo mao\u00edsta, el PIB creci\u00f3 de forma regular (2,8 % de media anual), el pa\u00eds se industrializ\u00f3 y la poblaci\u00f3n pas\u00f3 de 552 a 1.017 millones de habitantes. Los progresos en materia de salud fueron espectaculares y se erradicaron las principales epidemias. El indicador que resume todo, la esperanza de vida pas\u00f3 de 44 a\u00f1os en 1950 a 68 a\u00f1os en 1980. Es un hecho indiscutible. A pesar del fracaso del \u00abGran salto adelante\u00bb y a pesar del embargo occidental \u2013que siempre se olvida mencionar- la poblaci\u00f3n china gan\u00f3 24 a\u00f1os de esperanza de vida con Mao. Los progresos en materia de educaci\u00f3n fueron masivos, especialmente en la primaria: el porcentaje de poblaci\u00f3n analfabeta pas\u00f3 del 80 % en 1950 al 16 % en 1980. Finalmente las mujeres chinas \u2013que \u00absostienen la mitad del cielo\u00bb, dec\u00eda Mao- fueron educadas y liberadas de un patriarcado ancestral. En 1950 China estaba en ruinas. Treinta a\u00f1os despu\u00e9s todav\u00eda era un pa\u00eds pobre desde el punto de vista del PIB por habitante. Pero era un Estado soberano unificado, equipado y dotado de una industria naciente. El ambiente era frugal, pero la poblaci\u00f3n estaba nutrida, cuidada y educada como no hab\u00eda estado en el siglo XX.<\/p>\n
Esta revisi\u00f3n del per\u00edodo mao\u00edsta es necesaria para comprender la China actual. Fue entre 1950 y 1980 cuando el socialismo puso las bases del desarrollo futuro. En los a\u00f1os 70, por ejemplo, China recog\u00eda el fruto de sus esfuerzos en materia de desarrollo agr\u00edcola. Una silenciosa revoluci\u00f3n verde hab\u00eda hecho su camino aprovechando los trabajos de una Academia China de Ciencias Agr\u00edcolas creada por el r\u00e9gimen comunista. A partir de 1964 los cient\u00edficos chinos obtienen sus primeros \u00e9xitos en la reproducci\u00f3n de variedades de arroz de alto rendimiento. La restauraci\u00f3n progresiva del sistema de riego, los progresos realizados en la reproducci\u00f3n de semillas y la producci\u00f3n de abonos nitrogenados transformaron la agricultura. Como los progresos sanitarios y educativos, esos avances agr\u00edcolas hicieron posibles las reformas de Deng que han constituido la base del desarrollo posterior. Y ese esfuerzo de desarrollo colosal solo pod\u00eda ser posible bajo el impulso de un Estado planificador. La reproducci\u00f3n de las semillas, por ejemplo, necesitaba inversiones imposibles en el marco de las explotaciones individuales [8].<\/p>\n
En realidad la China actual es hija de Mao y Deng, de la econom\u00eda dirigida que la unific\u00f3 y de la econom\u00eda mixta que la ha enriquecido. Pero el capitalismo liberal al estilo occidental no aparece en China. La prensa burguesa cuenta con lucidez la indiferencia de los chinos hacia nuestros caprichos. Se puede leer en Les Echos<\/i>, por ejemplo, que los occidentales \u00abhan cometido el error de pensar que en China el capitalismo de Estado podr\u00eda ceder el paso al capitalismo de mercado\u00bb. \u00bfQu\u00e9 se reprocha en definitiva a los chinos?<\/p>\n
La respuesta no deja de sorprender en las columnas de un semanario liberal: \u00abChina no tiene la misma noci\u00f3n del tiempo que los europeos y los americanos. \u00bfUn ejemplo? Nunca una empresa occidental financiar\u00eda un proyecto que no fuera rentable. No es el caso de China, que piensa a largo plazo. Con su poder financiero p\u00fablico acumulado desde hace dos decenios, China no se preocupa prioritariamente de una rentabilidad a corto plazo si sus intereses estrat\u00e9gicos lo exigen\u00bb. Despu\u00e9s el analista de Les E <\/i> chos <\/i> concluye: \u00abAs\u00ed es mucho m\u00e1s f\u00e1cil que el Estado mantenga el control de la econom\u00eda. Lo que es impensable en el sistema capitalista tal y como lo practica Occidente no lo es en China\u00bb. \u00a1No se puede decir mejor! (9).<\/p>\n
Obviamente este destello de lucidez es poco habitual. Cambia la letan\u00eda acostumbrada seg\u00fan la cual la dictadura comunista es abominable, Xi Jinping es dios, China se desmorona bajo la corrupci\u00f3n, su econom\u00eda se tambalea, su deuda es abismal y su tasa de crecimiento se halla a media asta. Un escaparate de t\u00f3picos y falsas evidencias en apoyo de la visi\u00f3n que dan de China los medios dominantes que pretenden entender a China seg\u00fan categor\u00edas preestablecidas muy apreciadas en el peque\u00f1o mundo medi\u00e1tico. \u00bfComunista, capitalista, un poco de ambos u otra cosa? En las esferas medi\u00e1ticas pierden los chinos. Es dif\u00edcil admitir, sin duda, que un pa\u00eds dirigido por un partido comunista haya conseguido en 30 a\u00f1os multiplicar por 17 su PIB por habitante. Ning\u00fan pa\u00eds capitalista lo ha conseguido nunca.<\/p>\n
Como de costumbre los hechos son testarudos. El Partido Comunista de China no renuncia a su papel dirigente en la sociedad y proporciona su armaz\u00f3n a un Estado fuerte. Heredero del mao\u00edsmo, este Estado conserva el control de la pol\u00edtica monetaria y del sistema bancario. Reestructurado en los a\u00f1os 90, el sector p\u00fablico sigue siendo la columna vertebral de la econom\u00eda china, representa el 40 % de los activos y el 50 % de los beneficios generados por la industria, predomina en el 80-90 % en los sectores estrat\u00e9gicos: siderurgia, petr\u00f3leo, gas, electricidad, energ\u00eda nuclear, infraestructuras, transportes, armamento. En China todo lo que es importante para el desarrollo del pa\u00eds y para su proyecci\u00f3n internacional est\u00e1 estrechamente controlado por el Estado soberano. Un presidente de la Rep\u00fablica china nunca malvender\u00eda al capitalismo estadounidense una joya industrial comparable a Alstom, ofrecida por Macron envuelta en papel de regalo.<\/p>\n
Si se lee la resoluci\u00f3n final del Decimonoveno Congreso del Partido Comunista Chino (octubre de 2017), se comprueba la amplitud de los desaf\u00edos. Cuando dicha resoluci\u00f3n afirma que \u00abel Partido debe unirse para alcanzar la victoria decisiva de la edificaci\u00f3n integral de la sociedad de clase media, hacer que triunfe el socialismo chino de la nueva era y luchar sin descanso para lograr el sue\u00f1o chino de la gran renovaci\u00f3n del pa\u00eds\u00bb, hay que tomar esas declaraciones en serio. En Occidente la visi\u00f3n de China est\u00e1 oscurecida por las ideas recibidas. Se imagina que la apertura a los mercados internacionales y la privatizaci\u00f3n de numerosas empresas hacen doblar las campanas por el \u00absocialismo chino\u00bb. Nada m\u00e1s lejos de la realidad. Para los chinos esa apertura es la condici\u00f3n del desarrollo de las fuerzas productivas, no el preludio de un cambio sist\u00e9mico. Las reformas econ\u00f3micas han permitido salir de la pobreza a 700 millones de personas, es decir, el 10 % de la poblaci\u00f3n mundial. Pero se inscriben en una planificaci\u00f3n a largo plazo en la que el Estado chino conserva el control. Hoy nuevos desaf\u00edos esperan al pa\u00eds: la consolidaci\u00f3n del mercado interior, la reducci\u00f3n de las desigualdades, el desarrollo de las energ\u00edas verdes y la conquista de las altas tecnolog\u00edas.<\/p>\n
Al convertirse en la primera potencia econ\u00f3mica del mundo, la China popular elimina el pretendido \u00abfin de la historia\u00bb. Env\u00eda al segundo puesto a un Estados Unidos moribundo minado por la desindustrializaci\u00f3n, el sobreendeudamiento, el desmoronamiento social y el fracaso de sus aventuras militares. Al contrario que Estados Unidos, China es un imperio sin imperialismo. Ubicado en el centro del mundo, el Imperio del Medio no necesita expandir sus fronteras. Respetuosa del derecho internacional, China se conforma con defender su esfera de influencia natural. No practica el \u00abcambio de r\u00e9gimen\u00bb en el extranjero.<\/p>\n
\u00bfNo quieren vivir como los chinos? No importa, ellos no pretenden convertirlos. Centrada en s\u00ed misma, China no es conquistadora ni proselitista. Los occidentales libran una batalla contra su propio declive mientras los chinos hacen negocios para desarrollar su pa\u00eds. En los \u00faltimos treinta a\u00f1os China no ha hecho ninguna guerra y ha multiplicado su PIB por 17. En el mismo per\u00edodo Estados Unidos ha emprendido una decena de guerras y ha precipitado su decadencia. Los chinos han erradicado la pobreza mientras Estados Unidos desestabiliza la econom\u00eda mundial y vive a cr\u00e9dito. En China retrocede la miseria mientras en Estados Unidos avanza. Nos guste o no el \u00absocialismo chino\u00bb humilla al capitalismo occidental. Decididamente el \u00abfin de la historia\u00bb puede ocultar otro.<\/p>\n
Fuente original<\/a><\/p>\n