Peterson no duda en se\u00f1alar a la principal culpable del \u00abdesconcierto\u00bb que, seg\u00fan \u00e9l, viven los j\u00f3venes de hoy:<\/strong> <\/em><\/p>\n\u00abLa insistencia continua de la extrema izquierda en asegurar que vivimos en una tiran\u00eda patriarcal. Cuando un hombre intenta competir, ganar, hacer algo, se le dice que s\u00f3lo busca apropiarse de un poder injusto obtenido a trav\u00e9s del patriarcado. Muchos se sienten culpables y buscan consuelo en el placer inmediato e impulsivo\u00bb.<\/p>\n\n\nAunque no crea en el patriarcado, s\u00ed que admitir\u00e1 que hay desigualdad…<\/strong><\/em><\/dt>\nEs cierto, la hay entre las madres y el resto. Pero entre hombres y mujeres solteros, es casi inexistente.<\/dd>\n<\/dd>\n<\/dd>\n \u00bfNo es m\u00e1s dif\u00edcil para una mujer obtener un trabajo de \u00e9lite?<\/strong><\/em><\/dt>\nS\u00ed, porque tienen menos tiempo para organizar su vida familiar. Antes de los 35 a\u00f1os, tienen que tomar m\u00e1s decisiones vitales que los hombres.<\/dd>\n<\/dl>\n<\/aside>\nPeterson tambi\u00e9n recurre al determinismo biol\u00f3gico para explicar el dominio masculino de las c\u00fapulas. Seg\u00fan \u00e9l, los hombres tienen \u00abm\u00e1s ansia\u00bb por alcanzar una posici\u00f3n m\u00e1s elevada en la jerarqu\u00eda:<\/strong> <\/em><\/p>\n\u00abPara las mujeres, el estatus es atractivo sexualmente, pero para los hombres no. A ellos les intimidan las mujeres m\u00e1s bellas, ricas y poderosas que ellos. Las mujeres, en cambio, tienden a buscar hombres de igual o mayor estatus que ellas\u00bb.<\/p>\n\n\n<\/div>\n<\/figure>\n
\nElegir ministros bas\u00e1ndote en sus genitales es una irresponsabilidad. S\u00f3lo es tomar el camino m\u00e1s f\u00e1cil para parecer igualitario, tolerante e ilustrado<\/p><\/blockquote>\n<\/aside>\n<\/aside>\n\n<\/h3>\n\n\u00bfEst\u00e1 diciendo que los hombres exitosos se est\u00e1n ‘autoesclavizando’ para resultar atractivos?<\/strong><\/em><\/dt>\nS\u00ed. Es parte del incentivo biol\u00f3gico.<\/dd>\n<\/dd>\n<\/dd>\n Usted sostiene que las mujeres suelen ser m\u00e1s amables y eso las perjudica. Por ejemplo, les resulta m\u00e1s dif\u00edcil pedir un ascenso o una subida de sueldo…<\/strong><\/em><\/dt>\nEs uno de los factores, s\u00ed.<\/dd>\n<\/dd>\n<\/dd>\n \u00bfNo deber\u00edamos cambiar la cultura de las empresas para que estas virtudes femeninas cuenten a su favor?<\/strong><\/em><\/dt>\nNo es tan sencillo. Ser amable no s\u00f3lo significa que ganes menos: tambi\u00e9n te hace ser peor jefe. En el nivel ejecutivo, la gente m\u00e1s arisca es m\u00e1s eficaz, porque no se deja mangonear. Pero, en realidad, la competencia laboral depende de dos factores principales: ser inteligente y concienzudo. Y ambos son parecidos en los dos sexos.<\/dd>\n<\/dl>\n<\/aside>\nLa siguiente pregunta se hace sola: si cree que las cualidades son similares, \u00bfqu\u00e9 opina de las cuotas como las de Pedro S\u00e1nchez o Justin Trudeau en Canad\u00e1? <\/strong><\/em><\/p>\n\u00abElegir ministros bas\u00e1ndote en sus genitales es una irresponsabilidad. S\u00f3lo es tomar el camino m\u00e1s f\u00e1cil para parecer igualitario, tolerante e ilustrado\u00bb.<\/p>\n
Sin cuotas, el mercado tampoco parece autorregularse. No se inmuta cuando escucha que s\u00f3lo tres empresas del Ibex 35 tienen consejeras ejecutivas. O, ya puestos, que la c\u00fapula de este diario es pr\u00e1cticamente masculina. Peterson carraspea antes de proponer su teor\u00eda:<\/strong> <\/em><\/p>\n\u00abLo primero es que casi ning\u00fan hombre ocupa esos puestos: son una minor\u00eda muy reducida. Adem\u00e1s, para ser alto ejecutivo, tienes que ser muy inteligente, digamos que entre el 5% superior: es decir, uno de cada 20. Tambi\u00e9n tienes que ser del 5% m\u00e1s concienzudo: ya vamos por uno entre 400. Luego tienes que trabajar 80 horas a la semana, sin vacaciones, para que nadie te quite el puesto… En realidad, lo sorprendente es que alguien quiera ocupar esos puestos\u00bb.<\/p>\n\n\n\u00bfQu\u00e9 ocurre entonces?<\/strong><\/em><\/dt>\nQue las mujeres deciden que prefieren tener una familia, ni\u00f1os, un trabajo de nueve a cinco… Y, lo m\u00e1s probable es que est\u00e9n casadas con alguien de su mismo nivel econ\u00f3mico, as\u00ed que no tienen trabas.<\/dd>\n<\/dd>\n<\/dd>\n \u00bfY los hombres no?<\/strong><\/em><\/dt>\n\u00a1La mayor\u00eda tambi\u00e9n! Pero hay un min\u00fasculo grupo de hombres que, los pongas donde los pongas, s\u00f3lo trabajan. Pero son una minor\u00eda no representativa. Toda soluci\u00f3n que busque la igualdad de resultados, en vez de la igualdad de oportunidades, acaba agravando el problema. Eso es lo que se llama correcci\u00f3n pol\u00edtica.<\/dd>\n<\/dd>\n<\/dd>\n \u00bfPor qu\u00e9 le irrita tanto?<\/strong><\/em><\/dt>\nPorque pone la identidad del grupo por encima de la identidad individual. Y eso es un juego peligroso que ha ido demasiado lejos.<\/dd>\n<\/dl>\n<\/aside>\nTras casi una hora de charla, Peterson pide un descanso. Pero no se despide sin abordar una de las tesis m\u00e1s pol\u00e9micas de su libro, que la oleada populista, incluido el fen\u00f3meno Trump, tiene sus ra\u00edces en el feminismo: \u00abSi se fuerza a los hombres a feminizarse, cada vez se acercar\u00e1n m\u00e1s a ideolog\u00edas hostiles y fascistas\u00bb. Y a\u00f1ade:<\/strong> <\/em><\/p>\n\u00abSi quieres que los hombres se vuelvan peligrosos, antes hazles sentir d\u00e9biles. En el cole de mi hijo, no es que no le dejen tirar bolas de nieve: \u00a1ni siquiera le dejan tocarla! O esa tonter\u00eda de jugar al f\u00fatbol sin marcador… Si no integras la agresividad masculina mediante el juego, la agresividad no desaparece: simplemente, te acaba estallando en la cara\u00bb.<\/p>\n