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<\/p>\nLos chalecos amarillos paralizan Francia, cortando las rutas. El gobierno de Macron corta las rutas que rodean el Palacio del El\u00edseo. Francia, sus calles, en manos de los ciudadanos, lo que augura mal del futuro del gobierno. Cuando la toma de la Bastilla Louis XVI pregunt\u00f3: “\u00bfEs una revuelta?”. El duque de La Rochefoucauld-Liancourt lo sac\u00f3 de su error: “No sire, es una Revoluci\u00f3n”. Cuando los ciudadanos dicen BASTA…<\/p>\n
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Una chispa suele encender la pradera, es un t\u00f3pico. Sobre todo cuando la chispa la origina el aumento del precio de los carburantes. Ciudadanos hastiados de verse exprimir como limones mientras el riquer\u00edo escapa a todo \u2013impuestos, restricciones, inseguridad, contaminaci\u00f3n, limitaciones de todo tipo\u2013 decidieron movilizarse. Solos. Sin la intervenci\u00f3n de ning\u00fan sindicato, ning\u00fan partido pol\u00edtico, ninguna asociaci\u00f3n, ninguna estructura social.<\/p>\n
Hoy Francia amaneci\u00f3 paralizada por m\u00e1s de 2.300 manifestaciones de bloqueo de rutas, incluyendo los Campos El\u00edseos, organizadas por cientos de miles de ciudadanos movilizados contra lo que estiman un saqueo organizado del pobrer\u00edo.<\/p>\n
Al medio d\u00eda hab\u00eda un muerto (una manifestante atropellada por una automovilista), 47 heridos, de los cuales tres graves. Las manifestaciones contin\u00faan, los polit\u00f3logos se precipitan a los canales de TV a explicar el porqu\u00e9 del c\u00f3mo, y el c\u00f3mo del porqu\u00e9, sin comprender ellos mismos lo que ocurre.<\/p>\n
Sin embargo es simple: los miserables se cansaron de pagar con sus dificultades financieras los excesos de los poderosos.<\/p>\n
El tema viene de lejos. Llegado al poder, una de las primeras medidas de Sarkozy consisti\u00f3 en reducir los impuestos de las grandes fortunas en m\u00e1s de 15 mil millones de euros, al tiempo que aumentaba los impuestos que paga la inmensa mayor\u00eda. Su gobierno, de derecha, de esos arrogantes que dicen saber c\u00f3mo manejar la econom\u00eda, se sald\u00f3 por un incremento de la deuda p\u00fablica de m\u00e1s de 600 mil millones de euros.<\/p>\n
Le sucedi\u00f3 Hollande, un socialista, en fin un socialdem\u00f3crata, un picha floja, un tipo que declar\u00f3 \u201cmi \u00fanico enemigo es el mundo de las finanzas\u201d, para luego, llegado al palacio de gobierno, reducir los impuestos de los privilegiados en un monto superior a los 10 mil millones de euros. Para compensar, congel\u00f3 las pensiones de los jubilados durante cinco a\u00f1os. No satisfecho, invent\u00f3 un programa de \u201cayuda a las empresas para facilitar la creaci\u00f3n de empleo\u201d. Costo del programa: 50 mil millones de euros al a\u00f1o. In\u00fatil precisar que del mill\u00f3n de empleos prometidos las grandes empresas no crearon ni uno. Pero se quedaron con los 50 mil millones de euros anuales.<\/p>\n
\u00bfQui\u00e9n era el consejero econ\u00f3mico de Hollande? Un banquero de negocios venido directamente del Banco Rothschild, un cierto Emmanuel Macron. Que traicion\u00f3 a Hollande y, financiado por las grandes fortunas, se lanz\u00f3 en una carrera presidencial como candidato \u201cni de izquierda, ni de derecha\u201d sino de todo un poco.<\/p>\n
La burda maniobra funcion\u00f3: el PS franc\u00e9s se deshoj\u00f3 como una margarita: sus dirigentes m\u00e1s mediocres y m\u00e1s ambiciosos corrieron a abrazar la candidatura del conejo que la derecha econ\u00f3mica sac\u00f3 de la chistera de la caricatura de un banquero. Lo mismo ocurri\u00f3 con los cuadros de la derecha tradicional, los mal llamados gaullistas, que no resistieron ni 24 horas: tambi\u00e9n se precipitaron a socorrer la victoria, con la esperanza \u2013r\u00e1pidamente satisfecha\u2013 de dirigir al gobierno. El Primer Ministro sali\u00f3 de sus filas, as\u00ed como el ministro de Finanzas. La progres\u00eda transe\u00fante y venal, los socialistas vergonzantes, lograron algunos cargos sin importancia ejecutiva.<\/p>\n
Al asumir el cargo, Macron tom\u00f3 una medida urgente: eliminar el impuesto a la fortuna, con el objetivo declarado de darle plata a los ricos para que estos inviertan, y as\u00ed creen empleo. Reducci\u00f3n total del impuesto: m\u00e1s de 5 mil millones de euros. Puede parecer inimaginable, pero este discurso para imb\u00e9ciles aun da el pego, cala en algunos sectores aburridos de no salir de perdedores, y que buscan alguna salida a las dificultades de la vida cotidiana. El desempleo aumenta, a pesar de que los ricos son m\u00e1s ricos.<\/p>\n
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Para compensar, \u2013hay que equilibrar los presupuestos del Estado como exige Bruselas\u2013 Macron le aument\u00f3 los impuestos a los jubilados, re-congel\u00f3 las pensiones, y cometi\u00f3 el error excesivo: aument\u00f3 las tasas e impuestos de los carburantes. La gota que desbord\u00f3 el vaso…<\/p>\n
Pasa que el pobrer\u00edo, al que se le exige movilidad para encontrar empleo, debe utilizar un autom\u00f3vil, o una moto, para ir a trabajar. O para trabajar. Y en el presupuesto dom\u00e9stico del pobrer\u00edo 20 o 30 euros al mes equivalen a darle de comer a la familia durante dos o tres d\u00edas. Peor aun: muchos hogares modestos tienen calefacci\u00f3n a \u201cfioul\u201d, un carburante cuyo precio no cesa de aumentar. El costo de la calefacci\u00f3n para una familia de 4 personas gira en torno a los 2 mil euros anuales.<\/p>\n
Emmanuel Macron, apodado justamente \u201cel presidente de los ricos\u201d, no conoce esa realidad. En su distinguida arrogancia de banquero de negocios, cuando un joven diplomado de horticultura le explica que no encuentra empleo, Macron le responde: \u201cYo, atravieso la calle y le encuentro empleo inmediatamente\u201d. Se refer\u00eda a un empleo de lavador de vajilla en un restaurant, o a un empleo de servidor de copas en el bar de la esquina.<\/p>\n
El desprecio por los esfuerzos de quien estudia para dotarse de un oficio calificado, fue demasiado. Vino de un se\u00f1orito que, en un discurso en una estaci\u00f3n de ferrocarriles dijo, literalmente: \u201cEn las estaciones de ferrocarril uno encuentra todo tipo de personas. Unos cuantos que han tenido \u00e9xito, y muchos que no son nada\u201d (sic).<\/p>\n
Esa es la genealog\u00eda del movimiento espont\u00e1neo de estos ciudadanos que para identificarse se ponen el chaleco amarillo que exige la seguridad rutera.<\/p>\n
Y en eso estamos. El gobierno sabe que la represi\u00f3n no resuelve porque ser\u00eda arrojarle carburante al fuego. Y es consciente de que la calle est\u00e1 en manos de los ciudadanos, lo que augura mal de su futuro. Una vez m\u00e1s Francia hace gala de sus \u201cparticularidades\u201d. La toma de la Bastilla comenz\u00f3 as\u00ed.<\/p>\n
Cuando un peque\u00f1o grupo de ciudadanos estim\u00f3 que ya no daba para m\u00e1s.<\/p>\n
Luis Casado, nov. 2018<\/p>\n
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