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Desde hace unos a\u00f1os se celebra en Francia “La Journ\u00e9e de la Jupe” (El D\u00eda de la Falda), se\u00f1alada fecha en la que los chicos (no todos a\u00fan, sin embargo) cambian pantal\u00f3n por falda a fin de protestar contra las “desigualdades” entre ambos sexos.<\/em><\/strong><\/p>\n Ante este arranque sancionador de la cofrad\u00eda de las\u00a0Beatas Hermanas Capadoras<\/strong>, uno no puede sino interrogarse como un Segismundo en su celda:\u00a0\u00bfQu\u00e9 pecado comet\u00ed<\/em>\u00a0contra vosotras naciendo?\u00a0<\/em>Pues precisamente ese:\u00a0ser hombre<\/em>. Algo que no tiene cura, aunque\u00a0nuestra sociedad hace todo lo posible para que los machos heterosexuales, cat\u00f3licos, hispanoparlantes, fumadores, bebedores, futboleros, cazadores y taurinos desaparezcamos de la faz de la tierra<\/strong>. Pero, pese a sus intentos, no todos alcanzamos a calzar bragas ni a ser modistos, ni tertulianos del coraz\u00f3n, ni podemitas con coleta, ni mo\u00f1as vegetarianas, ni blandengues aurigas del carrito del Fary: el\u00a0heteropatriarcado\u00a0<\/em>feroz anida en nuestras g\u00f3nadas y se revuelve con energ\u00edas renovadas cada vez que los y las vulv\u00f3cratas lo creen difunto.\u00a0El\u00a0g\u00e9nero<\/em>\u00a0no est\u00e1 en los genes.<\/strong><\/p>\n La proscripci\u00f3n de la virilidad obedece a una l\u00f3gica que va m\u00e1s all\u00e1 de los impulsos castradores de los peones feministas del Sistema, que forman una simple fuerza de\u00a0polic\u00eda<\/em>\u00a0moral<\/em>\u00a0a pie de calle. La oligarqu\u00eda mundialista est\u00e1 emprendiendo una obra de ingenier\u00eda social sin paralelo hist\u00f3rico: una desnaturalizaci\u00f3n de los pueblos, una pauperizaci\u00f3n en masa de Occidente y una deportaci\u00f3n masiva de millones de personas \u2014lo que el vulgo llama migraciones\u2014 bajo la excusa de las inevitables servidumbres de una\u00a0sociedad abierta<\/em>.\u00a0 Un proceso semejante ha de provocar reacciones.\u00a0Es fundamental evitarlas, inhibir al elemento que tradicionalmente se subleva<\/strong>, se l\u00eda la manta a la cabeza y revienta en un arrebato vand\u00e1lico las sacrosantas leyes de hierro: el hombre. Para ello hay que feminizarlo, avejentarlo, volverlo pac\u00edfico, consumista, urbano, cocinillas y\u00a0emp\u00e1tico<\/em>\u00a0observante de las convenciones sociales;\u00a0hacer que se sienta culpable de ser hombre, cristiano\u00a0<\/strong>y blanco, de haber creado esta\u00a0patol\u00f3gica<\/em>\u00a0cultura europea que tan deleznables frutos ha cosechado: el Parten\u00f3n, Beethoven, la catedral de Chartres, Goya, Rembrandt, Goethe\u2026: una impresentable\u00a0civilizaci\u00f3n\u00a0macho<\/em><\/strong>. Como todas, por cierto.<\/p>\n La mitad del trabajo ya se ha hecho: los varones occidentales estamos mentalmente emasculados y\u00a0nuestro cerebro ya mea en cuclillas<\/strong>, gracias a cincuenta a\u00f1os de lavarlo con el jab\u00f3n\u00a0Lagarto<\/em>\u00a0de la correcci\u00f3n pol\u00edtica y de aplicar el\u00a0Zotal<\/em>\u00a0de los inmortales principios del \u201868. Fueron muchas las cobardes claudicaciones que hemos realizado\u00a0todos\u00a0<\/em>a lo largo de unas vidas demasiado c\u00f3modas y complacientes (\u2026).<\/p>\n Una de las causas de esta absurda situaci\u00f3n es el no habernos tomado en serio la cosa en sus inicios; ciertamente eran risibles las chorradas de la Beauvoir, las falsedades de la Murray y los disparates de la Wittig. Hoy sabemos de d\u00f3nde Kinsey sac\u00f3 su muestreo (de las c\u00e1rceles) y de por qu\u00e9 sus datos produc\u00edan semejantes resultados, aunque hubieran sido a\u00fan m\u00e1s pol\u00edticamente correctos de repartirse las encuestas cuando falta el bromuro en un frenop\u00e1tico. \u00a0As\u00ed se escribieron y se escriben las mejores p\u00e1ginas de la ideolog\u00eda de g\u00e9nero, ese motor que se gripa cada vez que entran un poco de biolog\u00eda y de gen\u00e9tica por sus conductos. La ciencia y la vida refutaban d\u00eda s\u00ed y d\u00eda tambi\u00e9n estos mitologemas, pero\u00a0las sacerdotisas y los\u00a0castrati\u00a0<\/em>de la nueva religi\u00f3n<\/strong>\u00a0continuaban con su monserga, pese a la obstinaci\u00f3n de la Naturaleza y del sentido com\u00fan en llevarles la contraria.\u00a0 Fieles a Lenin, a Lyssenko y a Mao, pensaban que\u00a0si la realidad se opone al dogma, \u00a1peor para la realidad!<\/strong>\u00a0\u00a0Y la Historia, esa furcia miliciana, les ha dado la raz\u00f3n que la Ciencia les niega.<\/p>\n Seamos francos:\u00a0la ideolog\u00eda de g\u00e9nero es un batiburrillo de melonadas mutuamente contradictorias<\/strong>\u00a0que mueven a risa m\u00e1s que a indignaci\u00f3n. Ese gazpacho maldigerido de pseudociencia, psicoan\u00e1lisis barato y antropolog\u00eda de feriante ha producido una epidemia de\u00a0diarrea mental<\/strong>\u00a0que resulta particularmente aguda \u2014\u00a1c\u00f3mo no!\u2014 en la Academia, siempre en busca de nuevos dogmas que sustituyan al credo fosilizado del marxismo. En el ambiente estrecho, sectario, cerrado, malsano y t\u00f3xico de un departamento universitario puede criarse cualquier\u00a0golem\u00a0<\/em>(v\u00e9ase a los dirigentes de Podemos) y, adem\u00e1s, la\u00a0perspectiva de g\u00e9nero<\/em>\u00a0proporciona nuevas oportunidades para engordar el\u00a0curriculum<\/em>\u00a0con publicaciones, congresos y otras mamandurrias. Hasta aqu\u00ed nada especialmente novedoso. El argumento se complica cuando esas ideas son agua de mayo para las pol\u00edticas maltusianas del gran capital mundialista y su proyecto de\u00a0invierno demogr\u00e1fico<\/em>: entonces las ca\u00f1as del rid\u00edculo se tornan lanzas de la ley.<\/p>\n De no ser por el exceso de poblaci\u00f3n, que amenaza el bienestar y la tranquilidad de la plutocracia mundialista, todo este circo de la ideolog\u00eda de g\u00e9nero no habr\u00eda rebasado los l\u00edmites de nuestro peculiar invernadero universitario, que es donde ahora estar\u00edan aj\u00e1ndose las flores venenosas del 68. Pero la sustituci\u00f3n de la guerra de clases por la guerra de\u00a0g\u00e9neros<\/em>, el fomento de la homosexualidad, el odio a la familia, la mentalidad hedonista y contraria a la asunci\u00f3n de deberes que supone el criar hijos, el desprecio de la maternidad y la decadencia y ruina del matrimonio cl\u00e1sico, producen un resultado evidente: el crecimiento cero. Al tener como principal escenario Europa, a\u00f1aden otra ventaja m\u00e1s: permiten la sustituci\u00f3n progresiva de la cara y exigente mano de obra ind\u00edgena por emigrantes m\u00e1s baratos y con menos p\u00e1jaros en la cabeza, a la vez que as\u00ed se alivia la presi\u00f3n humana del Tercer Mundo que ellos, los plut\u00f3cratas, han creado y quieren mantener como reserva de carne de ca\u00f1\u00f3n laboral. \u00a0La ideolog\u00eda de g\u00e9nero es la excelente coartada ideol\u00f3gica y hasta \u00e9tica para facilitar la servidumbre voluntaria de millones de televidentes<\/strong>. Y como nuevo credo, a medida que crece su fuerza, crece su compulsi\u00f3n.<\/p>\n Existe, adem\u00e1s, otra ventaja de tipo antropol\u00f3gico: la supresi\u00f3n de las diferencias entre los seres humanos permite la homogeneidad universal: ya no hay hombres y mujeres, espa\u00f1oles o belgas, cristianos o musulmanes, sino\u00a0individuos,<\/em>\u00a0\u00e1tomos sin sexo, n\u00f3madas sin patria, contenedores sin esp\u00edritu, ceros a la izquierda, factores de producci\u00f3n y consumo uniformes, habitantes de una\u00a0Gotham<\/em>\u00a0o Cosm\u00f3polis sin otros lazos sociales que los del dinero, que vegetan en una realidad sustitutoria\u00a0fabricada por las series de televisi\u00f3n, encargadas de difundir los valores de la nueva mentalidad post-humanista<\/strong>: la ideolog\u00eda de g\u00e9nero y el libre mercado. Es la apoteosis de la\u00a0normativizaci\u00f3n<\/em>\u00a0capitalista a escala planetaria, algo muy provechoso como para dejar que lo estropeen viejos dioses, rancios patriotismos, tradiciones obsolescentes y primitivos impulsos sexuales.<\/p>\n La ideolog\u00eda de g\u00e9nero se ha vuelto credo con dogmas, santo oficio, rituales y un hist\u00e9rico puritanismo represor<\/strong>\u00a0que ve en el hombre el\u00a0vas impurum<\/em>, la sentina del pecado, el origen de todos los males. De ah\u00ed las prohibiciones, tan neur\u00f3ticas como los tab\u00faes de cualquier pueblo primitivo, con sus palabras malditas y sus rituales de purificaci\u00f3n. Basta con leer las leyes de g\u00e9nero recientes para comprender hasta qu\u00e9 punto es un\u00a0casus belli<\/em>\u00a0la disidencia y c\u00f3mo, con esta legislaci\u00f3n en la mano, la libertad de conciencia ha dejado de existir. Al igual que sucede con la\u00a0Ley de Memoria Hist\u00f3rica<\/em>\u00a0y sus derivados, una mordaza se ha impuesto a todo el pensamiento que se sale del c\u00edrculo cada vez m\u00e1s estrecho de la correcci\u00f3n pol\u00edtica. Legalmente, en Espa\u00f1a, la persecuci\u00f3n por las ideas y los principios religiosos est\u00e1 admitida por el sistema jur\u00eddico cuando alguien\u00a0se atreve a contradecir la nueva religi\u00f3n de Estado.<\/strong><\/p>\n Porque el invierno demogr\u00e1fico en Europa, ese experimento que despu\u00e9s se trasladar\u00e1 a todo el planeta, ha de cumplirse por la fuerza si hace falta. Por eso,\u00a0la polic\u00eda del pensamiento<\/strong>\u00a0que forman los defensores de la correcci\u00f3n pol\u00edtica ser\u00e1 cada vez m\u00e1s violenta.\u00a0Los que resistimos nos empecinamos en permanecer en nuestra esencia, en defender lo que somos<\/strong>: el legado de siglos, la herencia de generaciones, las ofrendas en los viejos altares y el futuro de nuestra estirpe; nuestro hogar, nuestro derecho y nuestro trabajo; y la identidad que no queremos que nos borren porque no es negocio para unos cuantos megamillonarios. Y somos muchos, demasiados. Tarde o temprano, los\/las khmeres rosas se cargar\u00e1n a alguien. Ya matan civilmente. Ya encarcelan. Ya linchan con la ley en la mano. S\u00f3lo se trata de dar un pasito m\u00e1s. Y no es broma. Hay en muy altas esferas quien cree que s\u00f3lo as\u00ed aprenderemos; los atavismos jacobinos y chekistas de sus siervos lo facilitar\u00e1n. Llega la hora del khmer rosa; sus fines son los mismos que los de Pol Pot: crear un mundo nuevo y arrasar hasta el recuerdo del antiguo, ese del que t\u00fa y yo, lector, formamos parte. Date por advertido, hombre.<\/p>\n Sertorio, 22mayo 2017<\/p>\n