{"id":5708,"date":"2018-09-17T22:31:52","date_gmt":"2018-09-17T22:31:52","guid":{"rendered":"https:\/\/redinternacional.net\/?p=5708"},"modified":"2023-07-16T20:38:51","modified_gmt":"2023-07-16T20:38:51","slug":"dossier-revisemos-la-posguerra-la-liberacion-de-francia-y-la-ocupacion-de-alemania-por-ron-unz","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/redinternacional.net\/2018\/09\/17\/dossier-revisemos-la-posguerra-la-liberacion-de-francia-y-la-ocupacion-de-alemania-por-ron-unz\/","title":{"rendered":"DOSSIER: Revisemos la posguerra: La liberaci\u00f3n de Francia y la ocupaci\u00f3n de Alemania – por Ron Unz"},"content":{"rendered":"

\"3563456\"<\/h4>\n

Uno de los peores derramamientos de sangre sectaria en la historia de Francia ha sido rebautizado con dulzura \u201cla liberaci\u00f3n\u201d<\/h4>\n

PARTE 1: FRANCIA<\/strong><\/p>\n

En la escuela secundaria me volv\u00ed un \u00e1vido lector de la segunda guerra mundial, el conflicto m\u00e1s tit\u00e1nico jam\u00e1s peleado. Sin embargo, aunque me gustaba leer las detalladas narrativas de las batallas, especialmente en el frente oriental que en gran medida determin\u00f3 el resultado de la guerra, ten\u00eda mucho menos inter\u00e9s en la historia pol\u00edtica, y simplemente me fiaba de los textos convencionales, los cuales supon\u00eda bastante confiables.<\/p>\n

Validando esa fuerte percepci\u00f3n, dichas fuentes no parec\u00edan ocultar algunos de los\u00a0aspectos m\u00e1s feos<\/a>\u00a0del conflicto y sus secuelas, por ejemplo\u00a0las notables brutalidades que sufrieron los simpatizantes alemanes<\/strong>\u00a0luego de la liberaci\u00f3n de Francia en 1944. Pierre Laval, l\u00edder del gobierno de Vichy y un gran n\u00famero de sus seguidores fueron enjuiciados y ejecutados por traici\u00f3n, e incluso el\u00a0Mariscal Petain<\/strong>, h\u00e9roe franc\u00e9s en la primera guerra mundial, quien en sus \u00faltimos a\u00f1os hab\u00eda dado su nombre al r\u00e9gimen como jefe de estado, fue condenado a muerte, aunque su vida luego perdonada. Colaboradores menos prominentes tambi\u00e9n sufrieron, con las bien conocidas fotos de cientos o miles de mujeres francesas quienes por miedo, amor o dinero tuvieron cierta intimidad con soldados alemanes durante la ocupaci\u00f3n, y como consecuencia sus cabezas fueron rapadas y forzadas a caminar por las calles en desfiles vergonzosos.<\/p>\n

Tales excesos fueron ciertamente desafortunados, pero las guerras y las liberaciones a menudo desatan considerable brutalidad, y esos espect\u00e1culos de humillaci\u00f3n p\u00fablica obviamente no se pod\u00edan comparar con los sangrientos a\u00f1os de control nazi. Por ejemplo, el notorio caso de Oradour-sur-Glane, un pueblo involucrado en la resistencia, donde cientos de hombres, mujeres y ni\u00f1os fueron metidos en una iglesia y quemados vivos. Adem\u00e1s, gran cantidad de franceses hab\u00edan sido deportados a Alemania como trabajo esclavo, violando todo principio legal, creando cierto paralelo con el Gulag stalinista y marcando la similitud entre ambos reg\u00edmenes totalitarios. Esta, en cualquier caso, hab\u00eda sido mi impresi\u00f3n de esa desafortunada era.<\/p>\n

Pero luego, grandes grietas comenzaron a aparecer en esta simple narrativa. Ya he escrito sobre mi descubrimiento de\u00a0John T. Flynn<\/a>, uno de los m\u00e1s prominentes intelectuales liberales norteamericanos en la d\u00e9cada de 1930, que fue purgado de los medios y sus libros relegados debido a su visi\u00f3n discordante en ciertos temas contenciosos. De un modo u otro, hace algunos a\u00f1os, me enter\u00e9 de otro libro publicado en 1953 por la misma editorial que hab\u00eda publicado a Flynn.<\/p>\n

\"\"El autor de\u00a0Odio Incondicional<\/strong>\u00a0(Unconditional Hatred<\/em>) era el capit\u00e1n Russell Grenfell, un oficial naval brit\u00e1nico que sirvi\u00f3 con distinci\u00f3n en la primera guerra mundial, y luego trabaj\u00f3 para el colegio de la marina real, publicando seis libros sobre estrategia naval muy estimados y siendo el corresponsal naval del diario\u00a0Daily Telegraph<\/em>. Grenfell reconoci\u00f3 la enorme cantidad de propaganda que inevitablemente viene con toda guerra, pero luego de a\u00f1os que la guerra terminara, se empez\u00f3 a preocupar: si no se aplicaba un ant\u00eddoto, el veneno remanente de tantas exageraciones permanecer\u00eda y podr\u00eda amenazar la paz de Europa en el futuro.<\/p>\n

Su notable erudici\u00f3n hist\u00f3rica y reservado tono acad\u00e9mico marcan este fascinante libro, que se concentra principalmente en los eventos de ambas guerras mundiales. Uno de los aspectos m\u00e1s intrigantes es que la mayor\u00eda de la propaganda anti-alemana que expone ser\u00eda hoy en d\u00eda considerada tan absurda que ha sido totalmente olvidada, y\u00a0la imagen extremadamente hostil que tenemos hoy de la Alemania de Hitler<\/strong>\u00a0no recibe mucha atenci\u00f3n, posiblemente porque era en ese entonces considerada demasiado bizarra para ser tomada seriamente. Entre otras cosas, reporta c\u00f3mo los m\u00e1s renombrados peri\u00f3dicos brit\u00e1nicos publicaron art\u00edculos detallando las\u00a0horribles torturas infligidas a los prisioneros alemanes durante los juicios por cr\u00edmenes de guerra<\/strong>, con el fin de obtener todo tipo de dudosas confesiones de su parte.<\/p>\n

Muchos de los puntos que se\u00f1ala Grenfell abren dudas sobre varios aspectos de la imagen convencional que tenemos sobre la pol\u00edtica de ocupaci\u00f3n alemana. Nota numerosos casos en la prensa brit\u00e1nica de \u201ctrabajadores esclavos\u201d franceses que luego de la guerra organizaron reuniones amistosas con sus antiguos empleadores alemanes. Reporta tambi\u00e9n que en 1940 esos mismos peri\u00f3dicos brit\u00e1nicos hab\u00edan informado el comportamiento ejemplar de los soldados alemanes para con los civiles franceses, aunque luego de ataques terroristas por parte de grupos comunistas hubo sin dudas represalias.<\/p>\n

M\u00e1s importante a\u00fan, apunta c\u00f3mo\u00a0los enormes bombardeos estrat\u00e9gicos de los aliados contra ciudades francesas y centros industriales mataron una enorme cantidad de civiles, probablemente muchos m\u00e1s que los que murieron en manos alemanas<\/strong>. Y provocaron gran odio como consecuencia inevitable. En Normand\u00eda \u00e9l y otros oficiales brit\u00e1nicos fueron advertidos de permanecer muy cautelosos entre civiles franceses por miedo a ser objeto de ataques mortales.<\/p>\n

Aunque el contenido y el tono de Grenfell es excepcionalmente moderado y sobrio, no todos aprueban su libro. Ninguna editorial brit\u00e1nica estaba dispuesta a publicarlo, y cuando finalmente apareci\u00f3, su existencia fue ignorada en EEUU. M\u00e1s ominosamente aun, Grenfell estaba trabajando en una secuela cuando muri\u00f3 abruptamente en 1954 por causas desconocidas con solo\u00a062 a\u00f1os<\/a>.<\/p>\n

\"\"Una de las referencias de Grenfell es un libro de 1952 titulado \u201cFrancia: los A\u00f1os Tr\u00e1gicos, 1939-1947\u201d (France: The Tragic Years, 1939-1947<\/em>) de Sisley Huddleston, un autor para m\u00ed desconocido. Huddleston fue sin embargo un autor conocido en su \u00e9poca y sus treinta libros sobre Francia lo confirman como un referente en temas franceses para el mundo de habla inglesa. Su entrevista exclusiva con el primer ministro brit\u00e1nico Lloyd George en la conferencia de paz en Par\u00eds tuvo repercusi\u00f3n internacional. Pero\u00a0luego de la segunda guerra mundial le fue muy dif\u00edcil publicar sus libros<\/strong>. Solo la editorial norteamericana Devin-Adair lo hizo de modo p\u00f3stumo en 1955. El trabajo de Huddleston sobre el per\u00edodo de Vichy fue recensionado de modo superficial y derogatorio, por eso compr\u00e9 una copia y lo le\u00ed.<\/p>\n

No puedo atestiguar cu\u00e1n correcta es la obra de 350 p\u00e1ginas de Huddleston sobre Francia durante la guerra y los a\u00f1os luego de \u00e9sta, pero como muy distinguido periodista y observador de largo plazo y testigo presencial de los acontecimientos que \u00e9l describe, escribiendo en un momento en que la narrativa hist\u00f3rica a\u00fan no se hab\u00eda endurecido como una roca, creo que sus opiniones deber\u00edan tomarse muy en serio. El c\u00edrculo personal de Huddleston ciertamente se extendi\u00f3 bastante, con el ex Embajador de los Estados Unidos William Bullitt siendo uno de sus m\u00e1s viejos amigos. Y sin dudas la narrativa de Huddleston es radicalmente diferente a la historia convencional que yo siempre hab\u00eda escuchado.<\/p>\n

Juzgar la credibilidad de una fuente a tal distancia en el tiempo no es f\u00e1cil, pero a veces un \u00fanico detalle proporciona una pista importante. Al revisar el libro de Huddleston, not\u00e9 que casualmente menciona que en la primavera 1940 los franceses y los brit\u00e1nicos hab\u00edan estado al borde de un ataque militar contra la Uni\u00f3n Sovi\u00e9tica, a la que consideraban el aliado crucial de Alemania, y planearon un asalto a Baku, con la intenci\u00f3n para destruir los grandes yacimientos petroleros del C\u00e1ucaso de Stalin mediante una campa\u00f1a de bombardeos estrat\u00e9gicos. Nunca hab\u00eda le\u00eddo una sola menci\u00f3n de esto en ninguna de mis historias de la segunda guerra mundial, y hasta hace poco la habr\u00eda descartado como un rumor absurdo de esa \u00e9poca, hace tiempo desacreditado. Pero luego descubr\u00ed un\u00a0art\u00edculo del 2015<\/a>\u00a0en\u00a0The National Interest\u00a0<\/em>confirmando exactamente estos hechos, 70 a\u00f1os despu\u00e9s de\u00a0haber sido borrados totalmente de todas nuestras narrativas hist\u00f3ricas principales.<\/strong><\/p>\n

En la descripci\u00f3n de Huddleston, el ej\u00e9rcito franc\u00e9s se derrumb\u00f3 en mayo de 1940, y el gobierno llam\u00f3 desesperadamente a Petain, h\u00e9roe de la primera guerra y entonces de m\u00e1s de 80 a\u00f1os, desde su puesto como Embajador en Espa\u00f1a. Pronto el presidente franc\u00e9s le pidi\u00f3 formar un nuevo gobierno y arreglar un armisticio con los victoriosos alemanes, y\u00a0esta propuesta recibi\u00f3 el apoyo casi un\u00e1nime de la asamblea nacional y el senado de Francia, incluyendo el respaldo de pr\u00e1cticamente todos los parlamentarios de izquierda<\/strong>. Petain logr\u00f3 este acuerdo y otro voto casi un\u00e1nime del parlamento franc\u00e9s lo autoriz\u00f3 a negociar un tratado de paz total con Alemania, que ciertamente puso sus acciones pol\u00edticas sobre la base jur\u00eddica m\u00e1s s\u00f3lida posible. En ese momento, casi todos en Europa cre\u00edan que la guerra estaba esencialmente terminada, con Gran Breta\u00f1a lista para hacer la paz.<\/p>\n

Mientras el gobierno franc\u00e9s de Petain, totalmente leg\u00edtimo, negociaba con Alemania, un peque\u00f1o n\u00famero de intransigentes, entre ellos el coronel Charles de Gaulle, desert\u00f3 del ej\u00e9rcito y huy\u00f3 al exterior, declarando que ten\u00edan la intenci\u00f3n de continuar la guerra indefinidamente, aunque inicialmente atrajo un m\u00ednimo de apoyo o atenci\u00f3n. Un aspecto interesante de la situaci\u00f3n fue que de Gaulle hab\u00eda sido durante mucho tiempo uno de los principales protegidos de Petain, y una vez que su perfil pol\u00edtico comenz\u00f3 a levantarse un par de a\u00f1os m\u00e1s tarde, corr\u00edan especulaciones de que \u00e9l y su antiguo mentor hab\u00edan organizado una \u201cdivisi\u00f3n de trabajo,\u201d con uno haciendo la paz oficial con los alemanes y el otro partiendo para convertirse en el centro de la resistencia en el extranjero dada la incertidumbre reinante y a la expectativa que surgieran otras oportunidades.<\/p>\n

Aunque el nuevo gobierno franc\u00e9s de Petain garantiz\u00f3 que su poderosa armada nunca ser\u00eda usada contra los brit\u00e1nicos, Churchill no se arriesg\u00f3, y r\u00e1pidamente lanz\u00f3 un ataque contra la flota de su antiguo aliado, cuyos barcos estaban desarmados y amarrados en puerto, hundiendo la mayor\u00eda de ellos, y matando unos 2.000 franceses en el acto.\u00a0Este incidente no fue del todo diferente al ataque japon\u00e9s a Pearl Harbor el a\u00f1o siguiente, y agravi\u00f3 a los franceses por muchos a\u00f1os.<\/strong><\/p>\n

Huddleston luego discute la compleja pol\u00edtica francesa de los siguientes a\u00f1os, como la guerra continu\u00f3 inesperadamente, con Rusia y EEUU finalmente uni\u00e9ndose a la causa aliada, aumentando grandemente las probabilidades contra una victoria alemana. Durante este per\u00edodo, los l\u00edderes pol\u00edticos y militares franceses tuvieron que hacer equilibrio, resistiendo las demandas alemanas en algunos puntos y consintiendo en otros, mientras que el movimiento interno de la resistencia creci\u00f3 gradualmente, atacando a soldados alemanes y provocando duras represalias. Dada mi falta de experiencia, no puedo juzgar realmente la exactitud de esta narrativa pol\u00edtica, pero me parece bastante realista y plausible, aunque los especialistas pueden disentir.<\/p>\n

Sin embargo, las afirmaciones m\u00e1s notables en el libro de Huddleston vienen al final, ya que describe lo que finalmente se conoci\u00f3 como \u201cla liberaci\u00f3n de Francia\u201d durante 1944-45 cuando las fuerzas alemanas en retirada abandonaron el pa\u00eds. Entre otras cosas, sugiere que\u00a0el n\u00famero de franceses que reclamaron credenciales de \u201cresistencia\u201d creci\u00f3 en un orden de cien veces una vez que los alemanes se retiraron<\/strong>\u00a0y ya no hab\u00eda ning\u00fan riesgo en adoptar esa posici\u00f3n.<\/p>\n

Y en ese momento, un enorme derramamiento de sangre comenz\u00f3, de lejos la peor ola de asesinatos extrajudiciales en toda la historia francesa. La mayor\u00eda de los historiadores coinciden que alrededor de 20.000 personas fueron asesinadas en el notorio \u201cReino del Terror\u201d (NdR. Mr Unz no parece estar al tanto de los asesinatos en la regi\u00f3n de la Vend\u00e9e, que fueron de un orden de magnitud mayor. All\u00ed el Reino del Terror masacr\u00f3 a unos 300<\/em>.000 cristianos<\/em>) durante la revoluci\u00f3n francesa y quiz\u00e1s 18.000 murieron durante la comuna de Par\u00eds de 1870-71 y su supresi\u00f3n brutal. Pero seg\u00fan Huddleston los l\u00edderes norteamericanos estimaron que\u00a0hubo por lo menos 80.000 \u201cejecuciones sumarias\u201d s\u00f3lo en los primeros meses despu\u00e9s de la liberaci\u00f3n<\/strong>, mientras que el diputado socialista que sirvi\u00f3 como ministro del interior en marzo de 1945 y habr\u00eda tenido mejores datos, inform\u00f3 a los representantes de de Gaulle que\u00a0105.000 asesinatos hab\u00edan tenido lugar solo entre agosto de 1944 y marzo de 1945<\/strong>, una figura que fue citada extensamente en c\u00edrculos p\u00fablicos en ese entonces.<\/p>\n

Dado que una gran parte de la poblaci\u00f3n francesa hab\u00eda pasado a\u00f1os comport\u00e1ndose de formas que ahora podr\u00edan considerarse \u201ccolaboradoras\u201d, un gran n\u00famero de personas era vulnerable, incluso en riesgo de muerte, y a veces trataron de salvar sus propias vidas denunciando a conocidos o vecinos. Los comunistas clandestinos hab\u00edan sido durante mucho tiempo un elemento importante de la resistencia, y muchos de ellos tomaron represalias contra sus odiados \u201cenemigos de clase\u201d, mientras que numerosos individuos aprovecharon la oportunidad para resolver problemas personales. Otro factor fue que muchos de los comunistas que hab\u00edan luchado en la guerra civil espa\u00f1ola, incluyendo a miles de miembros de las brigadas internacionales, hab\u00edan huido a Francia despu\u00e9s de su derrota militar en 1938, y ahora tomaron la iniciativa en vengarse contra el mismo tipo de fuerzas conservadoras que antes los hab\u00edan vencido en Espa\u00f1a.<\/p>\n

Aunque el mismo Huddleston era un anciano, muy distinguido periodista internacional con amigos estadounidenses en altos lugares, y hab\u00eda realizado algunos servicios menores para la resistencia, \u00e9l y su esposa se salvaron por poco de ser ejecutados, y menciona una colecci\u00f3n de las numerosas an\u00e9cdotas que escuch\u00f3 de v\u00edctimas menos afortunadas. Lo cierto es que lo que parece haber sido el peor derramamiento de sangre sectaria en la historia de Francia ha sido rebautizado con dulzura \u201cla liberaci\u00f3n\u201d y casi totalmente eliminado de nuestra memoria hist\u00f3rica, excepto por las famosas cabezas rapadas de unas pocas mujeres desgraciadas. En estos d\u00edas Wikipedia constituye la fr\u00eda destilaci\u00f3n de la verdad oficial, y su\u00a0entrada<\/a>\u00a0sobre esos eventos pone el n\u00famero de muertos en apenas una d\u00e9cima parte de las cifras citadas por Huddleston, a quien encuentro una fuente mucho m\u00e1s cre\u00edble.<\/p>\n

***<\/p>\n

La cat\u00e1strofe humana experimentada en la Alemania de la posguerra sin duda se situar\u00eda entre las m\u00e1s grandes en la historia de la paz moderna<\/strong><\/h4>\n

PARTE 2 : ALEMANIA<\/strong><\/p>\n

Hacer el primer agujero en un muro es siempre el m\u00e1s dif\u00edcil. Una vez que me convenc\u00ed de que toda mi comprensi\u00f3n de la historia de la posguerra de Francia estaba totalmente equivocado, naturalmente me volv\u00ed mejor dispuesto a nuevas revelaciones. Si Francia -un miembro destacado de la victoriosa coalici\u00f3n aliada de la segunda guerra mundial- hab\u00eda sufrido realmente una org\u00eda sin precedentes de terror y asesinatos revolucionarios, tal vez mi historia est\u00e1ndar tampoco hab\u00eda sido muy sincera en su descripci\u00f3n del destino de la derrotada Alemania. Sin duda hab\u00eda le\u00eddo sobre los horrores infligidos por las tropas rusas, con tal vez 2 millones mujeres y ni\u00f1as alemanas brutalmente violadas<\/strong>, y tambi\u00e9n hubo una o dos frases sobre la expulsi\u00f3n de muchos millones de alemanes de las tierras controladas por Polonia, Checoslovaquia, y otros pa\u00edses de Europa del este, en venganza despu\u00e9s de sus a\u00f1os bajo el yugo nazi. Tambi\u00e9n se mencion\u00f3 el notablemente vengativo plan<\/strong> Morgenthau<\/strong>, afortunadamente casi abandonado de entrada, y un enfoque en el renacimiento econ\u00f3mico alem\u00e1n bajo la generosidad del plan Marshall. Pero comenc\u00e9 a preguntarme si realmente hab\u00eda m\u00e1s detr\u00e1s de todo esto.<\/p>\n

Pronto encontr\u00e9 referencias a algunos de los escritos de Freda Utley<\/a>, ahora en gran parte olvidados, pero una vez una autora y periodista bastante prominente en EEUU de los a\u00f1os 40 y 50, con un trasfondo personal interesante. Naci\u00f3 inglesa en una familia conectada con George Bernard Shaw y los Fabianos, se hizo comunista y en 1928 se cas\u00f3 con un jud\u00edo sovi\u00e9tico de una persuasi\u00f3n ideol\u00f3gica similar, la pareja luego se traslad\u00f3 a la Uni\u00f3n Sovi\u00e9tica para ayudar a construir la patria de la revoluci\u00f3n socialista. Como fue el caso de tantos comunistas extranjeros, se desilusionaron con la vida en la URSS hasta que un d\u00eda en 1936 su marido fue arrestado en una purga estalinista, para nunca m\u00e1s ser visto. Eventualmente huy\u00f3 de la URSS con su peque\u00f1o hijo Jon, llegando a EEUU en 1939. Casi 70 a\u00f1os m\u00e1s tarde, me hice conocido con Jon Utley a trav\u00e9s de nuestra participaci\u00f3n mutua en la revista The American Conservative<\/em>.<\/p>\n

Dadas las experiencias de primera mano de Utley tras una d\u00e9cada en la URSS, sus puntos de vista sobre el comunismo sovi\u00e9tico fueron decididamente negativos, muy diferentes de los de la mayor\u00eda de la \u00e9lite intelectual y period\u00edstica de Estados Unidos. Como consecuencia, fue r\u00e1pidamente etiquetada como \u201canti-comunista\u201d, y sus numerosos libros y art\u00edculos<\/a> en las siguientes d\u00e9cadas fueron relegados a un reducido grupo de editores, vistos con desaprobaci\u00f3n por los medios de comunicaci\u00f3n principales.<\/p>\n

\"\"En 1948 pas\u00f3 varios meses viajando por la Alemania ocupada, y al a\u00f1o siguiente public\u00f3 sus experiencias en El Alto Costo de la Venganza (The High Cost of Vengeance<\/em>), que me hizo abrir los ojos. A diferencia de la gran mayor\u00eda de los periodistas norteamericanos, que generalmente tomaron breves y muy controladas visitas, Utley hablaba alem\u00e1n y estaba muy familiarizada con el pa\u00eds, habi\u00e9ndolo visitado con frecuencia durante la era de Weimar. Mientras que la discusi\u00f3n de Grenfell fue muy restringida y casi acad\u00e9mica en su tono, su escritura es considerablemente m\u00e1s estridente y emocional, para nada sorprendente dado su encuentro directo con una realidad extremadamente apenante. Sus testimonios de testigos oculares parecen bastante cre\u00edbles, y la informaci\u00f3n f\u00e1ctica que proporciona, apuntalada por numerosas entrevistas y observaciones anecd\u00f3ticas, es conmovedora.<\/p>\n

M\u00e1s de tres a\u00f1os despu\u00e9s del final de las hostilidades, Utley encontr\u00f3 un pa\u00eds todav\u00eda casi totalmente devastado,<\/strong> con grandes porciones de la poblaci\u00f3n obligadas a buscar refugio en s\u00f3tanos da\u00f1ados o compartir peque\u00f1as habitaciones en edificios rotos. La poblaci\u00f3n se consideraba como \u201csin derechos,\u201d a menudo sujeta al tratamiento arbitrario de las tropas de ocupaci\u00f3n u otros elementos privilegiados, que estaban totalmente fuera de la jurisdicci\u00f3n legal del polic\u00eda local regular. Los alemanes en gran n\u00famero eran regularmente sacados de sus casas, que fueron utilizadas por tropas estadounidenses u otros a quienes estos les ca\u00edan bien. Algo que hab\u00eda observado con indignaci\u00f3n por el general George Patton en sus diarios publicados p\u00f3stumamente. Aun en estos a\u00f1os, cualquier soldado extranjero pod\u00eda apoderarse de todo lo que quisiera de civiles alemanes, con consecuencias potencialmente peligrosas si estos protestaban contra el robo. Utley cita a un ex soldado alem\u00e1n que hab\u00eda desempe\u00f1ado funciones de ocupaci\u00f3n en Francia y coment\u00f3 que \u00e9l y sus camaradas hab\u00edan operado bajo la m\u00e1s estricta disciplina y que nunca habr\u00edan imaginado comportarse hacia los civiles franceses de la manera en que la las tropas aliadas ahora trataban a los alemanes.<\/p>\n

Algunas de las afirmaciones citadas por Utley son realmente asombrosas, pero parecen s\u00f3lidamente basadas en fuentes reconocidas y totalmente confirmadas en otros lugares. A lo largo de los tres primeros a\u00f1os de paz, la raci\u00f3n diaria de alimentos asignada a toda la poblaci\u00f3n civil de Alemania era de aproximadamente 1550 calor\u00edas, aproximadamente la misma que la proporcionada a los reclusos de los campos de concentraci\u00f3n alemanes durante la guerra recientemente terminada, y a veces ca\u00eda muy, muy por debajo. Durante el dif\u00edcil invierno de 1946-47, toda la poblaci\u00f3n del Ruhr, el centro industrial de Alemania, s\u00f3lo recibi\u00f3 raciones de hambre de 700-800 calor\u00edas por d\u00eda, e incluso a veces se alcanzaban niveles m\u00e1s bajos.<\/strong><\/p>\n

Influenciada por la hostil propaganda oficial, la actitud generalizada del personal aliado hacia los civiles alemanes fue ciertamente tan mala como las peores soportadas por algunos nativos bajo un r\u00e9gimen colonial europeo. Una y otra vez, Utley nota los paralelos con el tratamiento y la actitud que ella hab\u00eda visto previamente por parte de occidentales hacia chinos durante la mayor parte de los a\u00f1os 30, o que los brit\u00e1nicos hab\u00edan sometido a los indios. Peque\u00f1os ni\u00f1os alemanes, descalzos, indigentes y hambrientos, ansiosamente recuperando pelotas en los clubes deportivos norteamericanos por una miseria. Hoy se disputa si en ciudades de EEUU al final del siglo XIX hubo realmente carteles que dec\u00edan \u201cNo Irish Need Apply,\u201d (no se aceptan irlandeses) pero Utley ciertamente vio los signos que le\u00edan \u201cni perros ni alemanes permitidos\u201d afuera de numerosos establecimientos frecuentados por personal aliado.<\/p>\n

De acuerdo a mis libros de historia convencionales, siempre hab\u00eda cre\u00eddo que existi\u00f3 una diferencia enorme en el comportamiento hacia civiles entre las tropas alemanas que ocuparon Francia desde 1940-44 y las tropas aliadas que ocuparon Alemania desde 1945 en adelante. Despu\u00e9s de leer los detallados relatos de Utley y otras fuentes contempor\u00e1neas, pienso que mi opini\u00f3n estaba absolutamente correcta, pero con la direcci\u00f3n revertida.<\/p>\n

Utley cre\u00eda que parte de la raz\u00f3n de esta situaci\u00f3n desastrosa fue pol\u00edtica deliberada del gobierno norteamericano. Aunque el plan de Morgenthau<\/strong> \u2014 destinado a eliminar la mitad de la poblaci\u00f3n de Alemania \u2014 hab\u00eda sido oficialmente abandonado y reemplazado por el plan Marshall que promov\u00eda el renacimiento alem\u00e1n, descubri\u00f3 que muchos aspectos del primero en realidad todav\u00eda ten\u00edan influencia en la pr\u00e1ctica. Incluso en 1948, grandes partes de la base industrial alemana siguieron siendo desmanteladas y enviadas a otros pa\u00edses, mientras que se mantuvieron muy estrictas restricciones a la producci\u00f3n y a las exportaciones alemanas. De hecho, el nivel de pobreza, miseria y opresi\u00f3n que vio en todas partes casi parec\u00eda deliberadamente calculado para lograr que los alemanes se vuelquen contra Estados Unidos y sus aliados occidentales, tal vez facilitando simpat\u00edas comunistas. Tales sospechas se fortalecen sin duda cuando consideramos que este sistema hab\u00eda sido ideado por Harry Dexter White, m\u00e1s tarde expuesto como un agente sovi\u00e9tico.<\/p>\n

Utley es especialmente sarc\u00e1stica sobre la perversi\u00f3n total de cualquier noci\u00f3n b\u00e1sica de justicia humana del Tribunal de Nuremberg y varios otros juicios por cr\u00edmenes de guerra<\/strong>, un tema al que dedica dos cap\u00edtulos completos. Estos procedimientos judiciales exhibieron el peor tipo de doble standard legal, y los principales jueces aliados afirmaron expl\u00edcitamente que sus propios pa\u00edses no estaban en absoluto obligados por las mismas convenciones jur\u00eddicas internacionales que aplicaban contra acusados alemanes<\/strong>. A\u00fan m\u00e1s impactante fueron algunas de las medidas utilizadas, con juristas y periodistas estadounidenses escandalizados al revelarse que se empleaban regularmente torturas, amenazas, chantajes y otros medios totalmente ileg\u00edtimos para obtener confesiones o denuncias de terceros, una situaci\u00f3n que sugiere fuertemente que un n\u00famero muy considerable de los condenados y ahorcados eran totalmente inocentes.<\/p>\n

Su libro tambi\u00e9n provee una cobertura sustancial a las expulsiones organizadas de alemanes de Silesia, los Sudatenland, Prusia oriental<\/strong>, y varias otras partes de Europa central y del este donde hab\u00edan vivido pac\u00edficamente por muchos siglos, con<\/strong> el n\u00famero total de tales expulsiones estimado generalmente en 13 a 15 millones<\/strong>. A las familias se les daban a veces tan s\u00f3lo diez minutos para dejar las casas en las que hab\u00edan residido durante un siglo o m\u00e1s, y luego obligadas a marchar a pie, a veces por cientos de kil\u00f3metros, hacia una tierra lejana que nunca hab\u00edan visto, con sus \u00fanicas posesiones siendo solo lo que pod\u00eda llevar con sus propias manos. En algunos casos, todos los hombres sobrevivientes fueron separados y enviados a campos de trabajo esclavo, produciendo as\u00ed un \u00e9xodo exclusivamente de mujeres, ni\u00f1os y ancianos. Todas las estimaciones indican que al menos un par de millones perecieron en el camino, por hambre, enfermedad o exposici\u00f3n a los elementos.<\/p>\n

Hoy en d\u00eda leemos sin cesar las dolorosas discusiones sobre el notorio \u201csendero de las l\u00e1grimas\u201d sufrida por los indios cherokees en el pasado lejano de principios del siglo XIX, pero este acontecimiento similar del siglo XX fue casi mil veces m\u00e1s grande de tama\u00f1o. A pesar de esta enorme diferencia en magnitud y distancia mucho mayor en el tiempo, me imagino que el evento de los cherokees puede est\u00e1 mil veces m\u00e1s fresco en la conciencia del norteamericano ordinario. De ser as\u00ed, esto demostrar\u00eda que un abrumador control de los medios puede cambiar f\u00e1cilmente la realidad percibida por un factor de un mill\u00f3n o m\u00e1s<\/strong>.<\/p>\n

Este movimiento de poblaci\u00f3n ciertamente parece haber representado la mayor limpieza \u00e9tnica en la historia del mundo<\/strong>, y si la Alemania hubiera hecho algo incluso remotamente similar durante sus a\u00f1os de victorias y conquistas europeas, conmovedoras escenas de un enorme diluvio de refugiados desesperados y caminantes seguramente se habr\u00edan convertido en una pieza central de un sinf\u00edn de pel\u00edculas en los \u00faltimos 70 a\u00f1os. Pero como nunca sucedi\u00f3 nada de eso, los guionistas de Hollywood perdieron una tremenda oportunidad.<\/p>\n

\"\"La representaci\u00f3n extremadamente sombr\u00eda de Utley est\u00e1 fuertemente corroborada por numerosas otras fuentes. En 1946, V\u00edctor Gollanz, un prominente editor brit\u00e1nico socialista de origen jud\u00edo, hizo una larga visita a Alemania, y public\u00f3 En la Alemania M\u00e1s Oscura (In Darkest Germany<\/em>) al a\u00f1o siguiente, contando su enorme horror por las condiciones que all\u00ed descubri\u00f3. Sus afirmaciones de desnutrici\u00f3n atroz, enfermedades e indigencia total fueron aseveradas por m\u00e1s de un centenar de fotograf\u00edas escalofriantes<\/strong>, y la introducci\u00f3n a la edici\u00f3n norteamericana fue escrita por el presidente de la Universidad de Chicago, Robert M. Hutchins, uno de los intelectuales p\u00fablicos de mejor reputaci\u00f3n de esa \u00e9poca. Pero su delgado volumen parece haber atra\u00eddo relativamente poca atenci\u00f3n en los medios de comunicaci\u00f3n estadounidenses, aunque su libro algo similar Nuestros Valores Amenazados (Our Threatened Values<\/em>), publicado el a\u00f1o anterior y basado en la informaci\u00f3n de fuentes oficiales hab\u00eda recibido un poco m\u00e1s de inter\u00e9s. Cosecha Horripilante (Gruesome Harvest<\/em>) de Ralph Franklin, tambi\u00e9n publicada en 1947, re\u00fane \u00fatilmente un gran n\u00famero de declaraciones oficiales e informes de los principales medios de comunicaci\u00f3n, que generalmente apoyan exactamente esta misma imagen de los primeros a\u00f1os de Alemania bajo ocupaci\u00f3n aliada.<\/p>\n

\"\"Durante 1970 y 1980 este angustiante t\u00f3pico fue tomado por Alfred M. de Zayas<\/a>, quien ten\u00eda una licenciatura en derecho en Harvard y doctorado en historia, y sirvi\u00f3 una larga e ilustre carrera como abogado internacional de derechos humanos, largamente afiliado a las Naciones Unidas. Sus libros como N\u00e9mesis en Potsdam, Una Terrible Venganza, y El Bur\u00f3 de Cr\u00edmenes de Guerra de la Wehrmacht, 1939-1945 (Nemesis at Potsdam<\/em>, A Terrible Revenge<\/em>, and The Wehrmacht War Crimes Bureau, 1939-1945<\/em>) se centraron especialmente en la limpieza \u00e9tnica masiva de las minor\u00edas alemanas<\/strong>, y se basaron en numerosas investigaciones de archivos. Recibieron considerable elogio acad\u00e9mico en las principales revistas especializadas y vendieron cientos de miles de ejemplares en Alemania y otras partes de Europa, pero \"\"apenas parecen haber penetrado la conciencia norteamericana o de los pa\u00edses de habla inglesa.<\/p>\n

A finales de la d\u00e9cada de 1980, este acalorado debate hist\u00f3rico tom\u00f3 un nuevo giro notable. Mientras visitaba Francia durante 1986 en preparaci\u00f3n para un libro diferente, un escritor canadiense llamado James Bacque<\/strong> tropez\u00f3 sobre las pistas de uno de los secretos m\u00e1s terribles de la Alemania de la posguerra que hab\u00eda permanecido totalmente ocultado, y pronto se embarc\u00f3 en una extensa investigaci\u00f3n sobre el tema, finalmente publicando Otras P\u00e9rdidas (Other Losses<\/em>) en 1989. Bas\u00e1ndose en considerables pruebas, incluidos registros gubernamentales, entrevistas personales y testimonio registrado de testigos oculares, argument\u00f3 que despu\u00e9s del final de la guerra, los estadounidenses hab\u00edan matado de hambre a alrededor de un mill\u00f3n de prisioneros alemanes<\/strong>, aparentemente como un acto deliberado, un crimen de guerra que seguramente se clasificar\u00eda entre los m\u00e1s grandes de la historia.<\/p>\n

Durante d\u00e9cadas, los propagandistas occidentales atacaron implacablemente a los sovi\u00e9ticos con aseveraciones de que estaban reteniendo a un mill\u00f3n o m\u00e1s de prisioneros alemanes \u201cperdidos\u201d como trabajadores esclavos en el Gulag, mientras que los sovi\u00e9ticos negaron sin cesar tales acusaciones. Seg\u00fan Bacque, los sovi\u00e9ticos hab\u00edan estado diciendo la verdad, y los soldados desaparecidos estaban entre el enorme n\u00famero que hab\u00eda huido hacia el oeste al final de la guerra, buscando lo que asumieron ser\u00eda un mejor tratamiento a manos de los anglo-americanos. Pero en cambio, se les negaron todas las protecciones legales normales, y los confinaron en condiciones horribles donde r\u00e1pidamente perecieron de hambre, enfermedad y exposici\u00f3n a la intemperie<\/strong>.<\/p>\n

Sin intentar de resumir el extenso material de apoyo de Bacque, algunos de sus elementos concretos merecen menci\u00f3n. Al cierre de las hostilidades, el gobierno estadounidense emple\u00f3 un taimado razonamiento legal argumentando que los muchos millones de tropas alemanas que hab\u00edan capturado no deb\u00edan considerarse \u201cprisioneros de guerra\u201d<\/strong> y, por lo tanto no estaban protegidos por las disposiciones de la Convenci\u00f3n de Ginebra. Poco despu\u00e9s, los intentos de la Cruz Roja Internacional de suministrar alimentos a los vastos campos de prisioneros de los aliados fueron reiteradamente rechazados, y se publicaron avisos en todas las ciudades y aldeas alemanas cercanas que a cualquier civil que intentara contrabandear alimentos a los desesperados prisioneros se le disparar\u00eda de inmediato. Estos hechos hist\u00f3ricos innegables parecen sugerir ciertas oscuras posibilidades.<\/p>\n

Aunque fue publicado inicialmente por un editor poco conocido, el libro de Bacque pronto se convirti\u00f3 en una sensaci\u00f3n y un bestseller internacional. Pinta al General Dwight Eisenhower<\/strong> como el culpable principal de la tragedia, haciendo notar que las muertes de los prisioneros de guerra fueron mucho m\u00e1s bajas en \u00e1reas fuera de su control, y sugiere que como un \u201cgeneral pol\u00edtico\u201d altamente ambicioso y de ascendencia germana, pudo haber estado bajo presi\u00f3n intensa para demostrar su \u201cdureza\u201d hacia el enemigo derrotado.<\/p>\n

\"\"El historiador Stephen Ambrose, quien tuvo una carrera lucrativa produciendo muchos vol\u00famenes hagiogr\u00e1ficos de Eisenhower y la segunda guerra mundial, gracias a un extenso plagio<\/a>, reaccion\u00f3 horrorizado por las aserciones de Bacque, y organiz\u00f3 r\u00e1pidamente un volumen grupal bajo auspicios del centro Eisenhower, con la esperanza de refutar las acusaciones monstruosas que se hab\u00edan levantado contra su h\u00e9roe. Pero aunque me pareci\u00f3 que Ambrose y sus reclutados coautores expresaron algunas dudas v\u00e1lidas sobre algunas de las evidencias de Bacque, fueron incapaces de hacer frente efectivamente a la mayor\u00eda de ellas, excepto quiz\u00e1s argumentando que algo tan enorme no podr\u00eda haber sido mantenido oculto durante tanto tiempo. M\u00e1s aun, Ambrose y sus colegas admitieron a rega\u00f1adientes que las estad\u00edsticas oficiales norteamericanas sobre las tasas de mortalidad de prisioneros de guerra\u2014 que ninguno de ellos hab\u00eda cuestionado anteriormente \u2014 eran incre\u00edblemente bajas, y decidieron resolver esta dificultad cuadruplicando en forma arbitraria esas cifras, lo que no necesariamente aumenta la confianza en sus m\u00e9todos.<\/p>\n

Adem\u00e1s, una vez que la guerra fr\u00eda termin\u00f3 y los archivos sovi\u00e9ticos fueron abiertos, su contenido parece haber validado fuertemente la tesis de Bacque. Observa que aunque los archivos contienen evidencia expl\u00edcita de muchas atrocidades estalinistas largo tiempo negadas como la masacre del bosque de Katyn<\/strong>, no muestran absolutamente ninguna se\u00f1al de un mill\u00f3n de prisioneros de guerra alemanes desaparecidos, quienes en cambio muy probablemente murieron de hambre y enfermedad en los campos de exterminio de Eisenhower. Bacque apunta que el gobierno alem\u00e1n ha emitido graves amenazas legales contra cualquier persona que pretenda investigar los lugares probables de las fosas comunes que podr\u00edan contener los restos de esos prisioneros<\/strong>, y en una edici\u00f3n actualizada, tambi\u00e9n menciona la promulgaci\u00f3n en Alemania de severas nuevas leyes y fuertes penas de prisi\u00f3n a cualquiera que meramente cuestione la narrativa oficial de la segunda guerra mundial.<\/strong><\/p>\n

Bacque ir\u00f3nicamente se\u00f1ala que los registros sovi\u00e9ticos de archivos de prisioneros de guerra alemanes muestran una tasa de mortalidad razonablemente alta pero generalmente normal a lo largo de los a\u00f1os de cautiverio, sin nada como las enormes p\u00e9rdidas que supuestamente ocurrieron tan r\u00e1pido en los campos aliados en suelo alem\u00e1n, y esto a pesar de una pobreza mucho mayor en la URSS de la posguerra. Pero realmente no se deber\u00eda considerar este hecho tan sorprendente. Stalin, un georgiano, rein\u00f3 como un autarca sovi\u00e9tico, y en el pasado hab\u00eda ordenado tranquilamente la muerte de un gran n\u00famero de sus propios s\u00fabditos, rusos o no, con el fin de hacer cumplir su mandato. Los alemanes se le hab\u00edan opuesto y luchado en su contra, y hab\u00edan sufrido mucho por ello, pero una vez que su resistencia termin\u00f3 y que estaban bajo su poder, \u00bfpor qu\u00e9 se sentir\u00eda especialmente vengativo hacia ellos? Friedrich von Paulus, el mariscal del campo que hab\u00eda peleado en Stalingrado, declar\u00f3 m\u00e1s adelante su lealtad a los sovi\u00e9ticos y fue dado un puesto de honor en Alemania del Este, as\u00ed que los prisioneros de guerra ordinarios que obedecieran y trabajaran productivamente ser\u00edan ciertamente alimentados.<\/p>\n

Aunque ahora bastante anciano, hace un par de a\u00f1os Bacque dio una larga entrevista radial, y los interesados pueden escucharlo aqu\u00ed<\/a>.<\/p>\n

\"\"La discusi\u00f3n de Bacque sobre la nueva evidencia de los archivos del Kremlin constituye una porci\u00f3n relativamente peque\u00f1a de su secuela, Cr\u00edmenes y Misericordias (Crimes and Mercies<\/em>) de 1997, que se centr\u00f3 en un an\u00e1lisis a\u00fan m\u00e1s explosivo, y tambi\u00e9n se convirti\u00f3 en un bestseller internacional.<\/p>\n

Como se ha descrito anteriormente, los observadores de primera mano de la Alemania de posguerra en 1947 y 1948, como Gollanz y Utley, hab\u00edan informado directamente sobre las terribles condiciones que descubrieron, y afirmaron que durante a\u00f1os las raciones de alimentos oficiales para toda la poblaci\u00f3n hab\u00edan sido comparables a la de los reclusos de los campos de concentraci\u00f3n nazis<\/strong> y a veces muy inferiores, lo que condujo a la desnutrici\u00f3n y la enfermedad generalizada que presenciaron a su alrededor. Tambi\u00e9n tomaron nota de la destrucci\u00f3n de la mayor\u00eda de las viviendas y de la severa aglomeraci\u00f3n producida por la llegada de millones de miserables refugiados de etnia alemana expulsados de otras partes de Europa central y oriental. Pero estos observadores carec\u00edan de acceso a estad\u00edsticas confiables de poblaci\u00f3n, y s\u00f3lo pod\u00edan especular sobre el enorme n\u00famero de muertes que el hambre y la enfermedad hab\u00edan infligido, y que sin duda continuar\u00eda si las pol\u00edticas no fueran cambiadas r\u00e1pidamente.<\/p>\n

A\u00f1os de investigaci\u00f3n de archivos por parte de Bacque intentan responder a esta cuesti\u00f3n, y la conclusi\u00f3n que proporciona no es para nada agradable. Tanto el gobierno militar aliado como las autoridades civiles alemanas posteriores parecen haber hecho un esfuerzo concertado para ocultar u oscurecer la verdadera magnitud de la calamidad que sufrieron los civiles alemanes durante los a\u00f1os 1945-1950<\/strong>, y las estad\u00edsticas oficiales de mortalidad encontradas en los informes del gobierno son simplemente demasiado fant\u00e1sticas para ser correctas, aunque se convirtieron en la base para las historias subsecuentes de ese per\u00edodo. Bacque observa que estas cifras sugieren que la tasa de mortalidad durante las terribles condiciones de 1947, recordada durante mucho tiempo como el \u201ca\u00f1o del hambre\u201d (Hungerjahr<\/em>) y descrita v\u00edvidamente por Gollancz, era en realidad m\u00e1s baja que la de la pr\u00f3spera Alemania de finales 1960. Adem\u00e1s, los informes privados de funcionarios norteamericanos, las tasas de mortalidad de localidades individuales y otras pruebas contundentes demuestran que estos n\u00fameros agregados aceptados desde hace mucho tiempo son esencialmente ficticios.<\/p>\n

En cambio, Bacque intenta proporcionar estimaciones m\u00e1s realistas basadas en un estudio de los totales poblacionales de los diversos censos alemanes junto con la llegada registrada del gran n\u00famero de refugiados alemanes del este. Bas\u00e1ndose en este simple an\u00e1lisis, presenta un caso razonablemente fuerte que las muertes alemanas adicionales<\/u> durante ese per\u00edodo ascendieron a por lo menos 10 millones, y posiblemente varios millones m\u00e1s<\/strong>. Adem\u00e1s, proporciona pruebas sustanciales de que el hambre fue deliberado<\/strong> o, al menos, enormemente agravado por la resistencia del gobierno norteamericano a los esfuerzos de socorro con alimentos del extranjero. Tal vez estos n\u00fameros no deber\u00edan ser tan sorprendentes, dado que el plan oficial de<\/strong> Morgenthau hab\u00eda previsto la eliminaci\u00f3n de alrededor de 20 millones alemanes<\/strong>, y como demuestra Bacque, los l\u00edderes norteamericanos silenciosamente acordaron continuar esa pol\u00edtica en la pr\u00e1ctica, m\u00e1s all\u00e1 que la descartaran en teor\u00eda.<\/p>\n

Asumiendo que estos n\u00fameros sean m\u00e1s o menos correctos, las implicaciones son notables. La cat\u00e1strofe humana experimentada en la Alemania de la posguerra sin duda se situar\u00eda entre las m\u00e1s grandes en la historia de la paz moderna<\/strong>, superando en gran medida las muertes ocurridas durante la hambruna ucraniana (Holodomor<\/em>) de principios de la d\u00e9cada de 1930 y posiblemente incluso acerc\u00e1ndose al total de muertes involuntarias durante el gran salto hacia adelante<\/em> de Mao de 1959-61. Adem\u00e1s, las p\u00e9rdidas alemanas de la posguerra ser\u00edan muy superiores a cualquiera de estos otros sucesos terribles en t\u00e9rminos porcentuales y esto seguir\u00eda siendo cierto incluso si las estimaciones de Bacque se redujeran considerablemente. Sin embargo, dudo que incluso una fracci\u00f3n de un 1% de los estadounidenses sean hoy conscientes de esta enorme calamidad humana. Presumiblemente los recuerdos son mucho m\u00e1s fuertes en la propia Alemania, pero dada la all\u00ed creciente represi\u00f3n legal sobre puntos de vista discordantes, sospecho que cualquiera que discuta el tema con demasiada energ\u00eda corre el riesgo de ser encarcelado de inmediato.<\/p>\n

En gran medida, esta ignorancia hist\u00f3rica ha sido fuertemente fomentada por nuestros gobiernos, a menudo utilizando medios ladinos o incluso nefastos. Al igual que en la vieja y decadente URSS, gran parte de la actual legitimidad pol\u00edtica del gobierno estadounidense y sus diversos estados vasallos europeos se basa en una particular narrativa hist\u00f3rica de la segunda guerra mundial,<\/strong> y desafiar esa narrativa podr\u00eda producir serias consecuencias pol\u00edticas. Bacque relata algunos de los esfuerzos para disuadir a cualquier peri\u00f3dico o revista importante de publicar art\u00edculos que discutan los hallazgos terribles de su primer libro, imponiendo un \u201capag\u00f3n\u201d destinado a minimizar absolutamente cualquier cobertura medi\u00e1tica. Estas medidas parecen haber sido bastante efectivas, ya que hasta hace ocho o nueve a\u00f1os, no creo haber escuchado jam\u00e1s una palabra sobre estas ideas, y ciertamente nunca las he visto seriamente discutidas en ninguno de los numerosos peri\u00f3dicos o revistas que he le\u00eddo en las \u00faltimas tres d\u00e9cadas.<\/p>\n

Incluso se emplearon medios ilegales para obstaculizar los esfuerzos de este solitario pero determinado erudito. A veces, las l\u00edneas telef\u00f3nicas de Bacque fueron escuchadas, su correo interceptado, y sus materiales de investigaci\u00f3n copiados clandestinamente, mientras que su acceso a algunos archivos oficiales fue bloqueado. Algunos de los ancianos testigos oculares que corroboraron personalmente su an\u00e1lisis recibieron notas amenazantes y sus propiedades fueran vandalizadas.<\/p>\n

En su pr\u00f3logo a este libro de 1997, de Zayas, el eminente abogado internacional de derechos humanos, elogi\u00f3 la investigaci\u00f3n innovadora de Bacque, y expres\u00f3 la esperanza de que pronto conducir\u00eda a un importante debate acad\u00e9mico dirigido a reevaluar los verdaderos hechos de estos acontecimientos hist\u00f3ricos que hab\u00eda tenido lugar medio siglo atr\u00e1s. Pero en la edici\u00f3n de 2007, expres\u00f3 su indignaci\u00f3n de que nunca se haya producido tal discusi\u00f3n, y en cambio el gobierno alem\u00e1n simplemente aprob\u00f3 una serie de duras leyes con sentencias de prisi\u00f3n para cualquiera que cuestionara sustancialmente la narrativa establecida de la segunda guerra mundial<\/strong> y sus secuelas inmediatas<\/strong>, tal vez por centrarse demasiado en el sufrimiento de los civiles alemanes.<\/p>\n

Aunque ambos libros de Bacque se convirtieron en bestsellers internacionales, la ausencia casi completa de cualquier cobertura en los medios logr\u00f3 que nunca entraran en profundamente en el conocimiento p\u00fablico. Otro factor importante es el alcance desproporcionado de los medios impresos y electr\u00f3nicos. Un bestseller puede ser le\u00eddo por muchas decenas de miles de personas, pero una pel\u00edcula de \u00e9xito podr\u00eda llegar a decenas de millones, y siempre y cuando Hollywood cree pel\u00edculas sin parar denunciando las atrocidades de los nazis, pero ni una sola con la otra campana, los verdaderos hechos de esta historia dif\u00edcilmente van a ganar mucha tracci\u00f3n.<\/p>\n

Al evaluar los factores pol\u00edticos que produjeron un n\u00famero de muertos tan enorme y aparentemente deliberado de civiles alemanes mucho despu\u00e9s de que terminaran los combates, deber\u00eda marcarse un punto importante. Los historiadores que intentan demostrar la maldad de Hitler o sugerir su responsabilidad por todos los cr\u00edmenes cometidos durante la segunda guerra, son obligados a tamizar regularmente decenas de miles de sus palabras impresas buscando una frase sugestiva aqu\u00ed y all\u00e1, y luego interpretar estas vagas alusiones como declaraciones absolutamente concluyentes. Aquellos que no distorsionan las fuentes, como el renombrado historiador David Irving<\/a>, a veces ver\u00e1n sus carreras destruidas debido a su coraje.<\/p>\n

\"\"Pero ya en 1940, un jud\u00edo americano llamado Theodore Kaufman<\/strong> enfurecido por lo que consideraba como maltrato de Hitler a los jud\u00edos alemanes, public\u00f3 un libro corto evocativamente titulado \u00a1Alemania Debe Morir!, (Germany Must Perish!<\/em>,) en el que propuso expl\u00edcitamente el total exterminio del pueblo alem\u00e1n<\/strong>. Y ese libro aparentemente recibi\u00f3 una recensi\u00f3n favorable, aunque quiz\u00e1s no totalmente seria, en muchos de los medios de comunicaci\u00f3n m\u00e1s prestigiosos, incluyendo el New York Times<\/em>, el Washington Post<\/em>, y la revista Time<\/em>. Si tales sentimientos se expresaban libremente en ciertos ambientes incluso antes de la entrada de EEUU en la guerra, entonces tal vez las pol\u00edticas largamente ocultas que Bacque parece haber descubierto no deber\u00edan llamarnos la atenci\u00f3n.<\/p>\n

Los c\u00ednicos han observado a menudo que un aspecto ir\u00f3nico de Hollywood en televisi\u00f3n y pel\u00edculas es el anti-realismo abrumador exhibido regularmente en todo lo que tenga un tinte ideol\u00f3gico. Pel\u00edculas de acci\u00f3n invariablemente muestran mujeres venciendo a numerosos y grandes antagonistas masculinos con golpes y patadas justo a tiempo, mientras que los afroamericanos son muy frecuentemente retratados como brillantes cient\u00edficos, pero muy raramente como delincuentes callejeros. As\u00ed que unas tres generaciones despu\u00e9s de la segunda guerra, la corriente continua de pel\u00edculas que retratan a los alemanes de manera tan grotesca deber\u00eda entenderse mejor en estos t\u00e9rminos.<\/p>\n

Ron Unz, 9 julio 2018<\/p>\n

Fuente original<\/a><\/p>\n

Fuente traducci\u00f3n<\/a><\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"

Uno de los peores derramamientos de sangre sectaria en la historia de Francia ha sido rebautizado con dulzura \u201cla liberaci\u00f3n\u201d PARTE 1: FRANCIA En la escuela secundaria me volv\u00ed un \u00e1vido lector de la segunda guerra mundial, el conflicto m\u00e1s tit\u00e1nico jam\u00e1s peleado. Sin embargo, aunque me gustaba leer las...<\/p>\n","protected":false},"author":1,"featured_media":5709,"comment_status":"open","ping_status":"open","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"footnotes":""},"categories":[5207,1376,1383,1411,1366,6064],"tags":[2836,1514,4065,1492,2575,4062,4064,1650,1523,4063],"class_list":["post-5708","post","type-post","status-publish","format-standard","has-post-thumbnail","hentry","category-destacados","category-analisis","category-historia","category-libros","category-all","category-unz-ron","tag-alemania","tag-asesinatos","tag-estudios-historicos","tag-francia","tag-masacres","tag-posguerra","tag-revisar-historia","tag-revisionismo","tag-segunda-guerra-mundial","tag-venganza"],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/redinternacional.net\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/5708","targetHints":{"allow":["GET"]}}],"collection":[{"href":"https:\/\/redinternacional.net\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/redinternacional.net\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/redinternacional.net\/wp-json\/wp\/v2\/users\/1"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/redinternacional.net\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=5708"}],"version-history":[{"count":2,"href":"https:\/\/redinternacional.net\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/5708\/revisions"}],"predecessor-version":[{"id":7590,"href":"https:\/\/redinternacional.net\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/5708\/revisions\/7590"}],"wp:featuredmedia":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/redinternacional.net\/wp-json\/wp\/v2\/media\/5709"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/redinternacional.net\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=5708"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/redinternacional.net\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=5708"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/redinternacional.net\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=5708"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}