{"id":5635,"date":"2018-09-13T23:48:52","date_gmt":"2018-09-13T23:48:52","guid":{"rendered":"https:\/\/redinternacional.net\/?p=5635"},"modified":"2018-09-13T23:48:52","modified_gmt":"2018-09-13T23:48:52","slug":"en-la-ciencia-tambien-la-disidencia-se-paga-muy-cara","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/redinternacional.net\/2018\/09\/13\/en-la-ciencia-tambien-la-disidencia-se-paga-muy-cara\/","title":{"rendered":"En la ciencia tambi\u00e9n, la disidencia se paga muy cara"},"content":{"rendered":"
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La inteligencia humana<\/strong> es uno de los grandes misterios cuyos secretos la ciencia no ha conseguido desvelar del todo. No es ya llegar a una definici\u00f3n satisfactoria de la inteligencia misma, sino como gradarla. Sabemos que estamos ante alguien inteligente, pero muchas veces no podemos explicar bien por qu\u00e9, ya que la inteligencia es un conjunto de rasgos no precisamente f\u00e1ciles de categorizar, cuantificar y cualificar.<\/ins><\/p>\n Lo que si se ha observado es que entre los hombres hay m\u00e1s variabilidad que entre las mujeres, es decir, que hay m\u00e1s idiotas y m\u00e1s genios<\/strong>. A este fen\u00f3meno los cient\u00edficos han dado en llamarlo Gran Hip\u00f3tesis de la Variabilidad Masculina<\/strong>. No es algo nuevo. Charles Darwin<\/strong> ya lo observ\u00f3 en sus estudios del mundo natural hace m\u00e1s de un siglo. El padre de la teor\u00eda evolucionista apreci\u00f3 que hay m\u00e1s variabilidad en un sinn\u00famero de especie tan dispares entre s\u00ed como los pavos, los salmones, las avispas o los primates.<\/p>\n En nuestra especie tambi\u00e9n se da esa peculiaridad. Los varones est\u00e1n sobre representados en los extremos de la tabla cuando se categorizan variables como la inteligencia, el peso al nacer o en pruebas de aptitud como la lectura o las matem\u00e1ticas. Eso llevado al mundo real se traduce en que hay m\u00e1s premios Nobel entre los varones, pero tambi\u00e9n m\u00e1s asesinos<\/strong>.<\/p>\n Los datos est\u00e1n ah\u00ed para quien quiera echarles un vistazo. Desde que empezase a entregarse el premio Nobel all\u00e1 por 1901 se han concedido un total de 896 galardones. S\u00f3lo 49 los han ganado mujeres, un 5,4%. De esos 49, 31 correspondieron a las categor\u00edas de Literatura, Paz y Econom\u00eda, que son los Nobel m\u00e1s pol\u00edticos, menos atados a m\u00e9ritos concretos f\u00e1cilmente objetivables como la qu\u00edmica, la f\u00edsica o la medicina.<\/p>\n Podr\u00edamos pensar que esta diferencia tan grande se debe a que las mujeres no han tenido acceso a la educaci\u00f3n superior. Pero esto no es todo cierto<\/strong>, al menos desde la segunda mitad del siglo XX en los pa\u00edses del primer mundo, que son lo que copan el 98% de los Nobel concedidos desde su fundaci\u00f3n.<\/p>\n Una relaci\u00f3n similar encontramos en la poblaci\u00f3n reclusa. En 2017 hab\u00eda en Espa\u00f1a 58.814 personas encarceladas, de las cuales 54.449 eran hombres y 4.365 mujeres<\/strong>, es decir, el 8%. Porcentajes similares encontramos en otros pa\u00edses como Estados Unidos, Alemania o Francia.<\/p>\n Hasta aqu\u00ed todo correcto. Todos sabemos que hay m\u00e1s presos que presas y que los ganadores de premios Nobel suelen ser hombres. Lo que los cient\u00edficos se preguntan es por qu\u00e9. Theodore Hill<\/strong>, un prestigioso matem\u00e1tico estadounidense del Instituto Tecnol\u00f3gico de Georgia, se puso hace un tiempo a investigar este tema. Junto a Sergei Tabachnikov<\/strong>, profesor de Matem\u00e1ticas de la Universidad del Estado de Pensilvania, present\u00f3 un argumento matem\u00e1tico basado en principios biol\u00f3gicos y evolutivos para explicarlo.<\/p>\n Hecho esto Hill y Tabachnikov pensaron en publicar sus conclusiones con un paper cient\u00edfico en la revista Mathematical Intelligencer dentro de una secci\u00f3n llamada \u201cPunto de vista\u201d, en la que suelen abordarse temas controvertidos y abiertos al debate. El manuscrito fue sometido a varias revisiones y finalmente aceptado para su publicaci\u00f3n en abril de 2017.<\/p>\n Todo perfectamente normal, as\u00ed es como funciona el trabajo acad\u00e9mico<\/strong> y las publicaciones cient\u00edficas. Tan seguros estaban que Tabachnikov se permiti\u00f3 incluso difundir un avance en su sitio web para que sirviese de cebo a la espera de que la revista lo llevase en la edici\u00f3n antes de final de a\u00f1o.<\/p>\n Ah\u00ed comenz\u00f3 el drama. Una asociaci\u00f3n de la Universidad de Pensilvania llamada Women in Mathematics mont\u00f3 un tercer grado a Tabachnikov acus\u00e1ndole de apoyar \u201cun conjunto de ideas muy controvertido y potencialmente sexista\u201d. A partir de aqu\u00ed el asunto enloqueci\u00f3<\/strong>. Empezaron a volar los correos electr\u00f3nicos y las denuncias. Como guinda, la National Science Foundation (NSF) solicit\u00f3 a los autores que su nombre fuese eliminado de inmediato del apartado de agradecimientos.<\/p>\n Al parecer la presidenta de Women in Mathematics hab\u00eda escrito una carta a NSF acusando a los autores de \u201cpromover ideas pseudocient\u00edficas\u201d. Ese mismo d\u00eda la editora jefe de Mathematical Intelligencer, Marjorie Wikler Senechal<\/strong>, les comunicaba que rechazaba el art\u00edculo a pesar de haberlo aceptado para su publicaci\u00f3n tras cumplimentar todos los tr\u00e1mites un a\u00f1o y medio antes. La raz\u00f3n que dio a los autores era que le hab\u00edan advertido varios colegas que la publicaci\u00f3n \u201cprovocar\u00eda reacciones extremadamente fuertes<\/strong>\u201c.<\/p>\n A cambio les propuso participar en una mesa redonda para debatir sobre el tema, pero ni eso al final pudo ser porque la caza de brujas<\/strong> hacia Hill y Tabachnikov elev\u00f3 tanto la temperatura que un asunto acad\u00e9mico entre matem\u00e1ticos termin\u00f3 en una campa\u00f1a en Facebook contra los autores del paper. Algo simplemente inaudito en el as\u00e9ptico y ordenado mundo de las matem\u00e1ticas.<\/p>\n