![\"bannon.jpg\"](\"https:\/\/redinternacional.net\/wp-content\/uploads\/2018\/09\/bannon.jpg\")
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Estamos retrocediendo. El progreso constante de las sociedades occidentales hacia el empirismo, el racionalismo y la tolerancia est\u00e1 en retroceso.<\/strong><\/p>\n Nos estamos volviendo m\u00e1s tribales, m\u00e1s intuitivos, m\u00e1s indiferentes a la evidencia<\/strong>. Y, curiosamente, est\u00e1 sucediendo, no como resultado de la guerra o de la pobreza, sino en medio de un continuo aumento de los niveles de vida.<\/p>\n Consideremos, para poner un ejemplo reciente, la decisi\u00f3n del New Yorker<\/em> de retirar a Steve Bannon de su “festival de ideas”. No es que Bannon sea de mi tipo en cuanto a lo ideol\u00f3gico: soy un t\u00edpico conservador en favor de un gobierno peque\u00f1o, mientras que \u00e9l es amigo de los populistas europeos de izquierdas que son antiinmigrantes (y que, por lo tanto, est\u00e1n etiquetados incorrectamente como de “extrema derecha”). Pero, despu\u00e9s de haberlo invitado, fue extraordinario retirarle<\/strong> la invitaci\u00f3n<\/strong>. Aparte de ser algo grosero, cobarde y un acto publicitario autodestructivo, demostr\u00f3 hasta qu\u00e9 punto el New Yorker<\/em> (y, de hecho, los medios de comunicaci\u00f3n liberales en general) se han alejado del liberalismo genuino, en el sentido de la apertura a por lo menos escuchar ideas diferentes.<\/strong><\/p>\n Este aspecto del asunto entero es el m\u00e1s preocupante y, a pesar de ello y por desgracia, el menos notable. El New Yorker<\/em> efectivamente dijo: “Tu opini\u00f3n sobre el mundo es tan chocante que podr\u00eda no ser escuchada”.<\/strong> Esa actitud es lo contrario del liberalismo.<\/strong> El pedigr\u00ed del liberalismo, al menos la cepa de habla inglesa que es su mejor y m\u00e1s verdadera variante, se remonta a John Stuart Mill y John Locke, incluyendo tambi\u00e9n a John Milton, el poeta puritano cuya aversi\u00f3n a la autoridad era tan pronunciada que, en el Para\u00edso Perdido<\/em>, no pudo evitar retratar a Dios como arrogante, \u00e1rido y cruel. En 1644, en el apogeo de los conflictos civiles y religiosos de Inglaterra, public\u00f3 Areopagitica<\/em>, la primera defensa moderna de la libertad y la libre expresi\u00f3n. El argumento de Milton era, en ese momento, sumamente revolucionario. (\u00bfSe podr\u00eda decir que vino de la ‘izquierda’?… ) “Aunque todos los vientos de la doctrina se desataran para actuar sobre la tierra, la Verdad tambi\u00e9n estar\u00eda presente, y nosotros hacemos una injusticia al licenciar y prohibir, desconfiando de su fuerza”, escribi\u00f3 el intratable funcionario cromwelliano. “Dejen que ella y la Falsedad luchen; \u00bfqui\u00e9n ha visto a la Verdad llevarse la peor parte en un encuentro libre y abierto?”<\/p><\/blockquote>\n \u00bfAlguien lee a Milton hoy en d\u00eda? \u00bfO a Locke? \u00bfO a Mill? Porque parece que le estamos dando la espalda con una rapidez asombrosa a la idea central de la Ilustraci\u00f3n<\/strong>, a saber, que no sabemos todo lo que hay que saber, y que la mejor manera de mejorar nuestra comprensi\u00f3n es permitir que se escuchen diferentes ideas.<\/p>\n Para ser justos, esa noci\u00f3n es contra-intuitiva. El cerebro humano est\u00e1 dise\u00f1ado para tomar atajos y encontrar patrones. La misma estructura cerebral que nos hace propensos a las teor\u00edas de conspiraci\u00f3n, y que nos hace culpar de los desastres naturales a la maldad humana, tambi\u00e9n nos hace querer buscar toda la verdad en alg\u00fan libro especial. No necesariamente un libro sagrado; los marxistas se ven a s\u00ed mismos como los m\u00e1ximos racionalistas, pero se aferran a los dogmas de sus textos fundacionales con tanta carencia de cr\u00edtica como cualquier wahab\u00ed se aferra al Cor\u00e1n<\/strong>.<\/p>\n S\u00f3lo en tiempos muy recientes se ha difundido la visi\u00f3n de Milton, y aun as\u00ed, ha sido mayoritariamente en Occidente. La mayor\u00eda de la gente se aferra a las reglas generales, lo que los psic\u00f3logos llaman heur\u00edstica<\/em><\/strong>, que ha evolucionado en nuestro cerebro de cazador-recolector. Por ejemplo, nuestra inclinaci\u00f3n natural es juzgar una idea sobre la base de la persona que la propone y no sobre la base de los m\u00e9ritos de la idea. Despu\u00e9s de habernos ense\u00f1ado a no hacer eso (a pensar en la idea misma), ahora parece que estamos volviendo a una heur\u00edstica a\u00fan m\u00e1s antigua, por la cual juzgamos las ideas con base en la tribu de la que provienen. Mi tribu buena, tu tribu mala<\/strong>.<\/p>\n El tribalismo es ahora la base de la pol\u00edtica estadounidense<\/strong>. El partidismo es antiguo, pero la determinaci\u00f3n de creer en hechos diferentes en funci\u00f3n de qui\u00e9n los cita es nueva. Sin embargo, no deber\u00eda sorprendernos, ya que la noci\u00f3n de verdad relativa, la verdad definida por el estatus de la persona que la pronuncia, es ahora dominante en las universidades, que deber\u00edan ser los reductos m\u00e1s fuertes para los valores de la Ilustraci\u00f3n<\/strong>.<\/p>\n Tomemos una declaraci\u00f3n como “El Islam tiene un problema con la homosexualidad”. La forma en que se reciba esa declaraci\u00f3n depender\u00e1 casi totalmente de si el orador es musulm\u00e1n o no musulm\u00e1n, gay o heterosexual, y no de la verdad intr\u00ednseca de la afirmaci\u00f3n.<\/p>\n La pol\u00edtica de identidad es en realidad un resurgimiento de la noci\u00f3n premoderna de las castas<\/strong>, es decir, de que el estatus de una persona se establece al nacer. La mera persistencia de esa idea en todos los continentes y siglos sugiere que nuestra noci\u00f3n de autonom\u00eda personal es la m\u00e1s dif\u00edcil de sostener.<\/p>\n Los valores que hacen posible una sociedad abierta no son innatos. Se nos tiene que ense\u00f1ar que las cosas que no conocemos pueden tener valor, que las personas que no nos gustan pueden tener sabidur\u00eda, que el desacuerdo no implica inmoralidad<\/strong>. \u00bfSeguimos ense\u00f1ando a nuestros j\u00f3venes estas lecciones? Hacer la pregunta es responderla.<\/p>\n Daniel Hannan, 10 septiembre 2018<\/p>\n
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\nLa verdad, argument\u00f3, no era algo que deb\u00eda asumir la autoridad de los sacerdotes, prelados o pr\u00edncipes. M\u00e1s bien, un proceso de debate permitir\u00eda que las buenas ideas, con el tiempo, expulsaran a las falsas.<\/strong><\/p>\n