![\"delacroix\"](\"https:\/\/redinternacional.net\/wp-content\/uploads\/2018\/04\/delacroix.jpg\")
<\/p>\nEra necesario acelerar las cosas. El nuevo r\u00e9gimen era impaciente, y hab\u00eda tanto que destruir, tanto que pillar, tanto que robar\u2026 La oleada de vandalismos y saqueos revolucionarios fue voluntariamente planeada. No se destroza todo lo que se destroz\u00f3 por simple expansi\u00f3n.<\/p>\n
Hubo cosas a\u00fan peores que la destrucci\u00f3n y el robo del patrimonio art\u00edstico y cultural. La Revoluci\u00f3n llev\u00f3 a cabo un sistem\u00e1tico\u00a0memoricidio, algo parecido a lo que aqu\u00ed se quiere poner en pr\u00e1ctica con la Ley de la Memoria Hist\u00f3rica,\u00a0con los s\u00edmbolos de la realeza, la aristocracia y la Iglesia. Hubo torres de\u00a0templos que cayeron porque, al decir de los destructores,\u00a0representaban un desaf\u00edo a la igualdad.<\/p>\n
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Asimismo, la Revoluci\u00f3n\u00a0acab\u00f3 para siempre con la primac\u00eda de los Borbones (franceses y espa\u00f1oles) en el mar y abri\u00f3 paso al dominio brit\u00e1nico. Francia sufri\u00f3 un grave deterioro econ\u00f3mico, y un todav\u00eda m\u00e1s grave baj\u00f3n demogr\u00e1fico.<\/p>\n
Se expoliaron los bienes de la Iglesia de una forma al tiempo desp\u00f3tica y chapucera. No se hizo el menor intento de elaborar una argumentaci\u00f3n jur\u00eddica seria que justificara el robo. Y, obviamente, se llev\u00f3 a cabo una represi\u00f3n brutal, sistem\u00e1tica, que llev\u00f3 a la tortura y asesinato de decenas de miles de personas cuyo \u00fanico delito consist\u00eda en ser sacerdotes o arist\u00f3cratas, o porque, simplemente,\u00a0no formaban en las filas de la brutalidad revolucionaria.<\/p>\n
Hasta hace relativamente poco tiempo la historiograf\u00eda francesa se cerraba en banda ante cualquier cr\u00edtica\u00a0a la Revoluci\u00f3n. Hoy mismo sigue siendo sorprendente ver c\u00f3mo reacciona un franc\u00e9s corriente, no digamos ya un acad\u00e9mico, ante el repudio de la misma, pues la tienen por la clave fundadora de la\u00a0R\u00e9publique\u00a0y de sus valores \u2013y, para no quedarse cortos, de la modernidad.<\/p>\n
Acaba de aparecer un nuevo volumen\u00a0revisionista,\u00a0y ya ha suscitado el consabido esc\u00e1ndalo. Se trata de\u00a0Le Livre Noir de la Revolution Fran\u00e7aise, y, como el\u00a0Libro Negro del comunismo\u00a0a prop\u00f3sito de la praxis de la ideolog\u00eda de Marx, Lenin y compa\u00f1\u00eda, aspira a ser un balance de aquel per\u00edodo criminal de la historia europea. Como su\u00a0antecesor, est\u00e1 compuesto de cap\u00edtulos breves, muchos de ellos de intensidad extraordinaria, que ofrecen un compendio desmitificador de algunos de algunos de los altos s\u00edmbolos de la\u00a0R\u00e9volution\u00a0(la toma de la Bastilla y el 14 de julio de 1789, por ejemplo). Hay algunos apartados fascinantes, como los dedicados al martirio de la Familia Real\u00a0y al genocidio de\u00a0la Vend\u00e9e;\u00a0uno de ellos, tan sorprendente\u00a0como sugestivo, hace de Saint-Just un precursor del fascismo. (Ya Malraux lo hab\u00eda declarado precursor de los totalitarios nazis y comunistas).<\/p>\n
El objetivo de\u00a0Le Livre Noir…\u00a0no es proclamar que la Revoluci\u00f3n tuvo unos efectos colaterales nocivos, sino cuestionar el propio significado de la Revoluci\u00f3n y enfrentar al lector con la realidad de un cambio que requer\u00eda, por su propia naturaleza, la violencia totalitaria; o, por decirlo de otro modo, que no se explica sin la pulsi\u00f3n totalitaria.<\/p>\n
Finalmente, una antolog\u00eda de textos nos enfrenta directamente a la monstruosidad del primer experimento totalitario moderno, con p\u00e1ginas como el discurso de Robespierre en que exigi\u00f3 que se ejecutara al Rey sin someterle a juicio, porque esto \u00faltimo supondr\u00eda admitir que el reo podr\u00eda ser inocente y, por tanto, que la Rep\u00fablica fuera culpable o ileg\u00edtima.<\/p>\n
El balance de estas p\u00e1ginas es desolador. Lo que se ha mitificado como elemento clave de la modernidad europea fue una gigantesca estafa que a la torpeza y las bajas pasiones a\u00f1adi\u00f3 la voluntad criminal. Es imposible, y as\u00ed lo recuerdan los autores en varias ocasiones, no evocar lo que habr\u00eda sido de la dulce Francia, y del resto de Europa, si se hubiera conseguido detener esta carrera al abismo, este error monumental que determinar\u00eda durante d\u00e9cadas, incluso siglos, el porvenir del Viejo Continente, pues se elabor\u00f3 una mitolog\u00eda del corte revolucionario en la que se inspir\u00f3 obses\u00edvamente el progresismo.<\/p>\n
Entre los autores encontramos algunos tan prestigiosos como Emmanuel LeRoy-Ladurie, Pierre Chaunu,\u00a0Jean de Vigerie, Ghislain de Diesbach o Jean Sevillia,\u00a0periodista este \u00faltimo que se ocupa de las conmemoraciones de la barbarie. Pero no se trata de una obra para historiadores. Es un libro apasionado, capaz de enganchar al lector porque demuestra hasta qu\u00e9 punto siguen doliendo todav\u00eda hoy algunas de las heridas abiertas por la Revoluci\u00f3n, y c\u00f3mo siguen pesando las mentiras que \u00e9sta ha venido suscitando desde hace m\u00e1s de doscientos a\u00f1os.<\/p>\n