{"id":4513,"date":"2018-08-07T22:32:30","date_gmt":"2018-08-07T22:32:30","guid":{"rendered":"https:\/\/redinternacional.net\/?p=4513"},"modified":"2018-09-03T00:58:33","modified_gmt":"2018-09-03T00:58:33","slug":"lawfare-guerra-juridica-y-guerra-hibrida-la-disputa-geopolitica-en-america-latina","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/redinternacional.net\/2018\/08\/07\/lawfare-guerra-juridica-y-guerra-hibrida-la-disputa-geopolitica-en-america-latina\/","title":{"rendered":"‘Lawfare’ (guerra jur\u00eddica) y guerra h\u00edbrida: la disputa geopol\u00edtica en Am\u00e9rica Latina"},"content":{"rendered":"
\"Mike<\/div>\n
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\n

La mega causa del Lava Jato en Brasil, que condujo al golpe contra el gobierno de Dilma Rousseff y al reciente encarcelamiento de Lula da Silva; las causas abiertas contra Cristina Fern\u00e1ndez de Kirchner y ex-funcionarios de su gobierno en Argentina; el encarcelamiento del ex-vicepresidente Jorge Glas y la amenaza de juicio penal contra el ex-presidente Rafael Correa en Ecuador, tal como trascendi\u00f3 esta \u00faltima semana, son algunos ejemplos de la presencia del\u00a0lawfare<\/em> (guerra jur\u00eddica) en la regi\u00f3n.<\/p>\n

El\u00a0lawfare<\/em>\u00a0puede ser definido como una persecuci\u00f3n pol\u00edtica por la v\u00eda judicial. En Am\u00e9rica Latina es cada vez m\u00e1s frecuente la utilizaci\u00f3n de esta estrategia, en un proceso de reflujo de los gobiernos progresistas y el avance de la derecha neoliberal.Esta persecuci\u00f3n tiene como objetivo la expulsi\u00f3n\/aniquilaci\u00f3n de sectores, personalidades y proyectos de la esfera pol\u00edtica formal; es decir, \u201celiminar al adversario por la v\u00eda judicial\u201d[1]<\/a>.<\/p>\n

Debe recordarse que el concepto de\u00a0lawfare<\/em>\u00a0proviene del \u00e1mbito militar, acu\u00f1ado por el general Charles Dunlap, para quien el concepto \u201cdescribe un m\u00e9todo de guerra no convencional en el que la ley es usada como un medio para conseguir un objetivo militar\u201d[2]<\/a>. Se trata de una \u201cguerra\u201d que, en este caso, se dirime en el terreno jur\u00eddico\/legal y, por ello, hay caracter\u00edsticas que adquieren visibilidad e importancia bajo la lupa de la geopol\u00edtica (en general, ausente en las discusiones de la opini\u00f3n p\u00fablica).<\/p>\n

Hasta ahora, el\u00a0lawfare<\/em>\u00a0-ejemplificado de manera muy gr\u00e1fica en el\u00a0impeachment<\/em>\u00a0a Dilma Rousseff y el encarcelamiento de Lula Da Silva en Brasil- se muestra como un mecanismo que ha ganado legitimidad y aceptaci\u00f3n para la reinstalaci\u00f3n de la v\u00eda neoliberal, en tanto camino exitoso para combatir la \u201ccorrupci\u00f3n end\u00e9mica en la clase pol\u00edtica\u201d -ret\u00f3rica que suele asociarse especialmente a partidos y gobiernos progresistas-.<\/p>\n

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La \u201ccorrupci\u00f3n\u201d como detonante<\/strong><\/p>\n

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Esta \u201clucha contra la corrupci\u00f3n\u201d fue enarbolada tempranamente por organismos e instituciones que han trabajado arduamente para instalar el neoliberalismo como \u00fanica v\u00eda posible en Am\u00e9rica Latina: Banco Mundial (BM), Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID)[3]<\/a>.El ajuste estructural iniciado en los\u201980 fue, en buena medida, justificado por la necesidad de cortar el \u201cderroche\u201d del Estado y aguar la fiesta a los pol\u00edticos corruptos, lo que se extendi\u00f3 a \u201clos pol\u00edticos\u201d, en general.<\/p>\n

El resultado buscado era (y sigue siendo) que la l\u00f3gica empresarial sea el horizonte de la praxis pol\u00edtica[4]<\/a>. Se trata de deslegitimar la esfera de lo p\u00fablico, contraponiendo lo p\u00fablico -asociado a la politizaci\u00f3n, la corrupci\u00f3n y la ineficiencia- frente a lo privado, que ser\u00eda as\u00e9ptico ideol\u00f3gicamente, impoluto y eficiente.<\/p>\n

Con la llegada de gobiernos progresistas, los medios de comunicaci\u00f3n hegem\u00f3nicos retomaron esta bandera como uno de los principales argumentos contra las administraciones p\u00fablicas: el derroche del Estado, el enriquecimiento de los l\u00edderes a costa de las masas empobrecidas, etc.<\/p>\n

Lo que a inicios del siglo XXI era algo m\u00e1s bien \u201cincipiente\u201d e intermitente, adquiri\u00f3 protagonismo y permanencia al concluir la primera d\u00e9cada. La corrupci\u00f3n se fue transformando en el discurso aglutinador de todos los errores y males de los gobiernos de turno: medios masivos, voces expertas de\u00a0think tanks<\/em>\u00a0y ONGs destinaron tiempo, an\u00e1lisis, informes y opiniones en las redes sociales y medios hegem\u00f3nicos afines sobre este fen\u00f3meno que se muestra como un \u201cc\u00e1ncer\u201d que carcome las bases de la democracia[5].<\/p>\n

En los \u00faltimos a\u00f1os, la \u201cguerra contra la corrupci\u00f3n\u201d jug\u00f3 un rol fundamental en el giro de tim\u00f3n a nivel regional, contribuyendo al retorno de las derechas (por la v\u00eda del golpe o de elecciones) al liderazgo en la esfera pol\u00edtica formal. Los nuevos gobiernos en Brasil, Argentina o Ecuador se pronuncian inequ\u00edvocamente del lado de la \u201cley\u201d, comprometidos a acabar con la malversaci\u00f3n de fondos estatales, con el derroche y la ineficiencia de los a\u00f1os de progresismo.<\/p>\n

Un dato curioso es que, desde el \u00e1mbito militar, se postula que la corrupci\u00f3n constituye una de las principales amenazas para la seguridad continental, uno de los problemas m\u00e1s graves de Am\u00e9rica Latina que afectar\u00eda a EE.UU. El almirante Kurt Tidd, comandante del Comando Sur, as\u00ed lo ha advertido en sus alocuciones al Congreso de EE.UU. y en diversos informes;[6]<\/a>su antecesor y actual jefe de gabinete de Trump, John F. Kelly, apuntaba algo similar hace un par de a\u00f1os[7]<\/a>. Seg\u00fan esta visi\u00f3n, la corrupci\u00f3n es peor que el narcotr\u00e1fico, porque mina los pilares de la democracia.<\/p>\n

Algunos analistas llegan a afirmar que la corrupci\u00f3n en Am\u00e9rica Latina hace m\u00e1s permeable al Estado y abre las puertas a la penetraci\u00f3n de grupos terroristas, lo que implica un desaf\u00edo geopol\u00edtico para EE.UU. dada su vecindad.[8]<\/a>\u00a0Desde esta concepci\u00f3n de corrupci\u00f3n como amenaza a la democracia y a la seguridad, se construye un v\u00ednculo con el\u00a0lawfare<\/em>. Lucha contra la corrupci\u00f3n y guerra jur\u00eddica confluyen no s\u00f3lo en el \u00e1mbito de la manufacturaci\u00f3n de consentimiento pautada desde los medios de comunicaci\u00f3n hegem\u00f3nicos, sino en esferas menos visibles a los ojos de la opini\u00f3n p\u00fablica: la de los intereses geopol\u00edticos y geoecon\u00f3micos.<\/p>\n

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Lawfare<\/em>\u00a0como estrategia de guerra h\u00edbrida para el cambio de r\u00e9gimen<\/strong><\/p>\n

Desde inicios del siglo XXI est\u00e1 cobrando fuerza un nuevo concepto entre los analistas militares, el de \u201cguerra h\u00edbrida\u201d. Si bien todav\u00eda es un t\u00e9rmino que necesita mayor precisi\u00f3n y asentamiento, existe cierto consenso en que la guerra h\u00edbrida ser\u00eda una combinaci\u00f3n de la guerra regular, de la guerra irregular y la asim\u00e9trica.Se trata de un tipo de guerra que puede ser ejercida por actores estatales o no estatales que act\u00faan \u201cincorporando todo el espectro de modos de guerra, incluyendo todas las capacidades militares convencionales, t\u00e1cticas y unidades de combate no convencionales, de acciones terroristas, caos desafiante, violencias discriminatorias, ciberguerra, guerra financiera, medi\u00e1tica, etc.\u201d[9]<\/p>\n

La ventaja de su uso para los actores estatales radica en pueden realizar acciones de guerra \u201cque pueden ser en, gran medida, no imputables y, por tanto, aplicables en aquellas situaciones en las que acciones m\u00e1s abiertas -y atendiendo a su grado de exposici\u00f3n-, podr\u00edan generar rechazo\u201d.[10] Recordemos que las intervenciones en la d\u00e9cada de los \u201990 en la ex Yugoslavia o en Irak sacaron a la luz el \u201cpunto d\u00e9bil del liderazgo occidental\u201d, \u201cla alta sensibilidad a la opini\u00f3n p\u00fablica\u201d.[11]<\/p>\n

El\u00a0lawfare<\/em>\u00a0constituye, por tanto, un instrumento de la guerra h\u00edbrida encaminado al prop\u00f3sito de \u201cerosionar y deslegitimar el prestigio interno y externo, la reputaci\u00f3n y el apoyo de una fuerza militar superior, un aparato estatal u organizaciones internacionales\u201d.[12] En este caso, manipulando la ley para llevar a cabo cambios de r\u00e9gimen que tendr\u00edan mayores costos pol\u00edticos, en t\u00e9rminos de imagen p\u00fablica, si se dieran a trav\u00e9s de los golpes militares tradicionales.<\/p>\n

El hecho de que la mayor\u00eda de procesos judiciales, sentencias, denuncias o insinuaciones por casos de corrupci\u00f3n, se concentren en ex-mandatarios o mandatarios latinoamericanos de gobiernos progresistas (aunque no exclusivamente), da pistas de que nos encontramos ante una novedosa estrategia de disputa geopol\u00edtica.<\/p>\n

Cabe recordar que durante el ciclo pol\u00edtico que se inaugura con la victoria electoral de Hugo Ch\u00e1vez en Venezuela en 1998 -seguida de distintos triunfos de una plural izquierda regional- los pa\u00edses gobernados por la izquierda en Am\u00e9rica Latina emprendieron una serie de pol\u00edticas soberanas tanto en lo pol\u00edtico, como en lo econ\u00f3mico y lo militar, en distintos grados e intensidades.<\/p>\n

Estas pol\u00edticas fueron reforzadas con la creaci\u00f3n de organismos de integraci\u00f3n y\/o concertaci\u00f3n pol\u00edtica de car\u00e1cter latinoamericanista que mostraban una visi\u00f3n geopol\u00edtica alternativa a la de los intereses estadounidenses. Los golpes de Estado judiciales, o las derrotas electorales empezaron a modificar el mapa pol\u00edtico dando lugar a una reversi\u00f3n conservadora.<\/p>\n

De hecho, parte del giro a la derecha en los gobiernos de la regi\u00f3n se ha materializado en importantes modificaciones en el plano geopol\u00edtico, considerando especialmente la carrera por acceso a recursos estrat\u00e9gicos (petr\u00f3leo, agua, biodiversidad). Ello, a su vez, se plasma en modificaciones de lineamientos de seguridad y defensa que van redefiniendo roles de las Fuerzas Armadas (FF.AA.) a nivel nacional-regional (incluida la funci\u00f3n y visibilidad de los militares en la esfera pol\u00edtica) y sus v\u00ednculos a nivel internacional: ejercicios de entrenamiento y capacitaci\u00f3n, compra de armas, desarrollo cient\u00edfico-tecnol\u00f3gico asociado al complejo industrial de la seguridad, etc. Todo esto opera en paralelo y como complemento del giro hacia la derecha.<\/p>\n

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Algunos ejemplos<\/strong><\/p>\n

En el caso de Brasil, como hemos advertido en varias oportunidades,[13]<\/a>\u00a0los intereses del complejo industrial militar de EE.UU., las petroleras y empresas de desarrollo de tecnolog\u00edas de seguridad y ciberseguridad (incluidas las empresas israel\u00edes) han adquirido gran protagonismo desde el golpe a Dilma Rousseff, apuntalado por discursos y pr\u00e1cticas que legitiman esta presencia.[14]
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\nEn Argentina, el martes 5 de junio el bloque oficialista presion\u00f3 para sesionar sobre el desafuero de Cristina Fern\u00e1ndez de Kirchner, en el marco de la causa Nisman (la votaci\u00f3n se pospuso hasta fin de a\u00f1o). Por un lado, es una continuidad del\u00a0lawfare<\/em>\u00a0contra el Gobierno anterior, con el objetivo de expulsar de la esfera pol\u00edtica formal a una de las l\u00edderes de la oposici\u00f3n. Recientemente, la C\u00e1mara Federal argentina volvi\u00f3 a arremeter contra la ex-presidenta argumentando que el fiscal Alberto Nisman fue asesinado y que el motivo fue la denuncia del fiscal contra el Gobierno de Cristina Fern\u00e1ndez por haber firmado un memor\u00e1ndum con Ir\u00e1n.[15]
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\nLa asociaci\u00f3n (sin pruebas) de la ex-mandataria con el caso Nisman abre un enlace con el \u201cterrorismo internacional\u201d (siendo Ir\u00e1n una amenaza clave) en un proceso de alineaci\u00f3n del actual gobierno de Macri al discurso y recetas de la guerra contra las drogas + guerra contra el terrorismo, impulsada desde EE.UU. Esto se tradujo en una mayor articulaci\u00f3n con fuerzas de seguridad estadounidense en la Triple Frontera (incluida la Administraci\u00f3n de Control de Drogas, DEA) para la lucha antinarc\u00f3ticos, y por la presunta presencia de Hezbollah (en actividades delictivas, lavado de dinero, etc.)[16]<\/a>. La Argentina, a su vez, est\u00e1 liderando el comit\u00e9 antiterrorista en la OEA[17]<\/a>.En Ecuador, por su parte, el ex vicepresidente Jorge Glas se encuentra encarcelado por presuntos delitos de corrupci\u00f3n con la empresa brasile\u00f1a Odebrecht,[18]<\/a>\u00a0una de las grandes protagonistas de la \u201ccruzada contra la corrupci\u00f3n\u201d -en buena medida pautada desde el Departamento de Justicia de EE.UU.[19]<\/a>-. El caso Glas se enmarca en un giro de tim\u00f3n dado por la gesti\u00f3n de Moreno hacia posturas amigables con el derrotero neoliberal, incluyendo un acercamiento EE.UU. que incluye, entre otras cuestiones, el haberle quitado la seguridad adicional a Julian Assange, refugiado en la Embajada ecuatoriana en Londres.<\/p>\n

En este cambio de rumbo, que procura mostrar distancia respecto a la anterior gesti\u00f3n, resulta fundamental \u201cajusticiar\u201d al m\u00e1ximo representante del previo proyecto de pa\u00eds, Rafael Correa. En las primeras semanas de junio, el Fiscal General, a trav\u00e9s de la Corte Nacional de Justicia, lanz\u00f3 un pedido de enjuiciamiento penal contra Correa por su supuesta implicaci\u00f3n en una causa de secuestro. De acuerdo a representantes de la bancada corre\u00edsta, la declaraci\u00f3n es improcedente porque deber\u00eda ser la Asamblea Nacional la que emita dicha autorizaci\u00f3n[20]<\/a>.<\/p>\n

En Venezuela, la creaci\u00f3n de un Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) en el \u201cexilio\u201d, paralelo al existente en territorio venezolano y avalado por la OEA, podr\u00eda ser utilizado como \u201ctribunal h\u00edbrido\u201d dispuesto a intervenir, ampar\u00e1ndose en la doctrina de la \u201cresponsabilidad de proteger\u201d que justific\u00f3 \u201cintervenciones humanitarias\u201d de EE.UU. en Hait\u00ed o la ex Yugoslavia[21]<\/a>.<\/p>\n<\/div>\n

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A modo de cierre<\/strong><\/p>\n

Estos ejemplos permiten introducirnos en la hip\u00f3tesis de las guerras h\u00edbridas como conjunto de estrategias que operan -a veces de modo paralelo y combinado- en espacios en disputa con recursos estrat\u00e9gicos clave, donde existen tensiones pol\u00edticas y escenarios \u201cinestables\u201d, de polarizaci\u00f3n o de conflictividad. Con ellos recuperamos el argumento inicial sobre\u00a0lawfare<\/em>, rescatando su costado militar y recordando que \u201ces una forma de presionar legalmente al opositor actuando, en muchas ocasiones, de modo conjunto con operaciones militares que obligar\u00e1n al enemigo a defenderse en diferentes \u00e1reas\u201d[22].Desde esta perspectiva y atendiendo al modo en que se viene implementando el\u00a0lawfare<\/em>\u00a0en la regi\u00f3n, entendemos que la guerra jur\u00eddica forma parte de un concepto m\u00e1s amplio (en tiempo y espacio) de guerra, la denominada \u201cguerra h\u00edbrida\u201d. De hecho, el concepto acu\u00f1ado por el General Dunlap fue publicado por primera vez en un libro titulado Unrestricted Warfare, es decir, guerra irrestricta (o de amplio alcance) que podr\u00eda, sin demasiado problema, coincidir con objetivos y alcance de la guerra h\u00edbrida.<\/p>\n

En conclusi\u00f3n, en Am\u00e9rica Latina, a la guerra convencional contra el \u201cnarcotr\u00e1fico\u201d y el \u201cterrorismo\u201d (con un indudable trasfondo de intereses geopol\u00edticos en juego), debemos sumar la guerra jur\u00eddica, en el marco de una guerra h\u00edbrida librada contra los procesos de cambio que atentan contra la v\u00eda neoliberal.<\/p>\n

Esta guerra jur\u00eddica es s\u00f3lo una de las modalidades que se est\u00e1n aplicando para modificar el mapa econ\u00f3mico, pol\u00edtico y de seguridad latinoamericano, pues una de las caracter\u00edsticas de la guerra h\u00edbrida es la simultaneidad de t\u00e1cticas, objetivos y escenarios b\u00e9licos.<\/p>\n

Las guerras h\u00edbridas han llegado para quedarse, de modo que su estudio y comprensi\u00f3n son clave para anticipar y poner en evidencia sus mecanismos de funcionamiento.[23]<\/a><\/p>\n<\/div>\n

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Centro Estrat\u00e9gico Latinoamericano de Geopol\u00edtica (CELAG<\/a>)<\/em><\/p>\n<\/div>\n

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REFERENCIAS<\/strong><\/em><\/div>\n
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[1] www.celag.org\/wp-content\/uploads\/2017\/03\/LawfareT.pdf\u00a0<\/a>
\n[2]http:\/\/harvardnsj.org\/2012\/04\/offensive-lawfare-and-the-current-conflict\/<\/a>
\n[3] https:\/\/openscholarship.wustl.edu\/law_globalstudies\/vol4\/iss3\/8\/<\/a>
\n[4] http:\/\/estadoycomunes.iaen.edu.ec\/index.php\/EstadoyComunes\/article\/view\/183<\/a>
\n[5] Vitullo, Gabriel (2012) (org) A ideolog\u00eda do \u2018Terceiro Setor\u2019. Ensaios cr\u00edticos. Natal: Universidad Federal do Rio Grande do Norte, pp. 193-221
\n[6]http:\/\/www.southcom.mil\/Portals\/7\/Documents\/Posture%20Statements\/SOUTHCOM_2018_Posture_Statement_FINAL.PDF?ver=2018-02-15-090330-243<\/a>
\n[7] http:\/\/csis.org\/multimedia\/leading-nexus-development-and-defense<\/a>
\n[8] https:\/\/www.intdemocratic.org\/es\/2017\/06\/corruption-in-latin-america-is-a-geo-political-challenge\/\u00a0<\/a>
\n[9] Andrei Josan, Cristina (2015) \u201cHybrid wars in the age of asymmetric conflicts\u201d. Review of Air Force Academy. N\u00b01, Vol 28, p. 50.
\n[10] Garc\u00eda Guindo, Miguel y Mart\u00ednez-Valera Gonz\u00e1lez, Gabriel (2015). \u201cLa guerra h\u00edbrida: nociones preliminares y su repercusi\u00f3n en el planeamiento de los pa\u00edses y organizaciones occidentales\u201d. Documento de Trabajo del Instituto Espa\u00f1ol de Estudios Estrat\u00e9gicos (IEEE), 02\/2015, Granada, pp. 16-17.
\n[11] Ibid, p. 5.
\n[12] Dov Bachmann, Sacha and Munoz Mosquera, Andres B (2015). \u201cLawfare and hybrid warfare- how Russia is using the law as weapon\u201d. Amicus Curiae, Issue 102, Summer, p. 2.
\n[13] http:\/\/www.celag.org\/brasil-y-el-cono-sur-en-la-geopolitica-estadounidense\/<\/a>
\n[14] https:\/\/www.celag.org\/eeuu-avanza-sobre-el-brasil-de-temer\/<\/a>
\n[15] https:\/\/www.pagina12.com.ar\/119049-que-falta-de-respeto-que-atropello-a-la-razon<\/a>
\n[16] https:\/\/www.infobae.com\/america\/america-latina\/2018\/05\/16\/alerta-en-estados-unidos-por-un-informe-que-asegura-que-hezbollah-esta-lavando-dinero-en-la-triple-frontera\/<\/a>
\n[17] https:\/\/actualidad.rt.com\/actualidad\/272636-cooperar-subordinar-argentina-agenda-seguridad-norteamericana<\/a>
\n[18] https:\/\/www.opendemocracy.net\/democraciaabierta\/manuella-libardi\/odebrecht-largest-corruption-network-in-latin-america<\/a>
\n[19] http:\/\/www.celag.org\/la-corrupcion-problema-america-latina-2\/<\/a>
\n[20] https:\/\/www.eltelegrafo.com.ec\/noticias\/politica\/3\/correistas-pleno-asamblea-juicio-penal-rafael-correa<\/a>
\n[21] https:\/\/www.geopolitica.ru\/en\/article\/hybrid-warfare-hybrid-lawfare<\/a>
\n[22] Nonne, Gregory (2010) \u201cLawfare or strategic communications?\u201d Case Western Reserve Journal of International Law, vol 43, N\u00b01, p. 74.
\n[23] https:\/\/www.geopolitica.ru\/en\/article\/hybrid-wars-and-democratic-security<\/a><\/div>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"

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