![\"346845784578\"](\"https:\/\/redinternacional.net\/wp-content\/uploads\/2018\/08\/346845784578.jpg\")
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El fen\u00f3meno de la pol\u00edtica de identidad que se extiende por todo el mundo occidental es una estrategia de dividir y conquistar que impide el surgimiento de una resistencia genuina hacia las \u00e9lites<\/strong>.<\/p>\n Uno de los principios b\u00e1sicos del socialismo es la idea de una solidaridad supranacional global que una a la clase obrera internacional y anule cualquier factor que pueda dividirla, como la naci\u00f3n, la raza o el g\u00e9nero. Los trabajadores de todas las naciones son socios, con igual valor y responsabilidad, en una lucha contra aquellos que se benefician de sus cerebros y sus m\u00fasculos.<\/p>\n El capitalismo, especialmente en su forma m\u00e1s evolucionada, explotadora y despiadada (el imperialismo) ha perjudicado a ciertos grupos de personas m\u00e1s que a otros. Los imperios coloniales tend\u00edan a reservar su mayor brutalidad para los pueblos subyugados mientras que a la clase obrera de estas naciones imperialistas le iba mejor en comparaci\u00f3n, por estar m\u00e1s cerca de las migajas que ca\u00edan de la mesa del imperio. La lucha de clases internacional tiene como objetivo liberar a todos los pueblos de todo el mundo de la opresi\u00f3n capitalista, independientemente de su grado de opresi\u00f3n pasado o presente. La consigna “un perjuicio contra uno es un perjuicio contra todos<\/a>” resume esta mentalidad y entra en conflicto con la idea de dar prioridad a los intereses de una facci\u00f3n de la clase obrera por encima de todo el colectivo.<\/p>\n Desde finales del siglo XX, se ha consolidado una tendencia de inspiraci\u00f3n liberal en la izquierda (al menos en Occidente) que fomenta el abandono de una identidad \u00fanica basada en la clase a favor de identidades m\u00faltiples basadas en el g\u00e9nero, la sexualidad, la raza o cualquier otro factor de divisi\u00f3n. Cada subgrupo, cada vez m\u00e1s alejado de los dem\u00e1s, se centra en la identidad compartida y las experiencias \u00fanicas de sus miembros y da prioridad a su propio empoderamiento<\/strong>. Cualquiera fuera de este subgrupo es degradado al rango de aliado, en el mejor de los casos.<\/p>\n Al momento de escribir este art\u00edculo, aparentemente hay m\u00e1s de 70 opciones de g\u00e9nero<\/a> diferentes en Occidente, sin mencionar las numerosas sexualidades (hasta ahora, el acr\u00f3nimo tradicional LGBT ha crecido hasta convertirse en LGBTQQIP2SAA<\/a>). Agregar la raza a la mezcla resulta en un n\u00famero a\u00fan mayor de posibles permutaciones o identidades. Cada subgrupo tiene su propia ideolog\u00eda<\/strong>. Se invierte un tiempo precioso luchando contra los que se consideran menos oprimidos y dici\u00e9ndoles que “examinen sus privilegios” conforme se desarrolla el orden jer\u00e1rquico siempre cambiante de las “Olimp\u00edadas de la Opresi\u00f3n”. Las reglas de este deporte son tan fluidas como las identidades que participan en \u00e9l<\/strong>. Uno de los \u00faltimos dilemas que afectan al movimiento de las pol\u00edticas de identidad es la cuesti\u00f3n de si los hombres en transici\u00f3n hacia el sexo femenino merecen reconocimiento y aceptaci\u00f3n o “si las mujeres trans no son mujeres<\/a> y aparentemente est\u00e1n “violando”<\/em> a lesbianas”.<\/p>\n La ideolog\u00eda de la pol\u00edtica de identidad afirma que el hombre blanco heterosexual est\u00e1 en el v\u00e9rtice de la pir\u00e1mide de privilegios y es responsable de la opresi\u00f3n de todos los dem\u00e1s grupos. Su pecado original lo condena a la verg\u00fcenza eterna. Si bien es cierto que los hombres blancos heterosexuales (como grupo) han enfrentado menos obst\u00e1culos que las mujeres, los hombres no heterosexuales o las minor\u00edas \u00e9tnicas, la mayor\u00eda de los hombres blancos heterosexuales, en el pasado y en el presente, tambi\u00e9n luchan por sobrevivir de un sueldo a otro y no est\u00e1n personalmente involucrados en la opresi\u00f3n de ning\u00fan otro grupo<\/strong>. Si bien la mayor\u00eda de las personas m\u00e1s ricas<\/a> del mundo son hombres cauc\u00e1sicos, existen millones de hombres blancos que son pobres e impotentes. La idea de la ”blancura” es en s\u00ed misma un concepto ambiguo que implica la elaboraci\u00f3n de perfiles raciales. Por ejemplo, los irlandeses, los eslavos y los jud\u00edos asquenazis pueden verse blancos pero han sufrido m\u00e1s que su cuota justa de hambrunas, ocupaciones y genocidios a lo largo de los siglos. La idea de vincular el privilegio de un individuo a su apariencia es en s\u00ed misma una forma de racismo ideado por “intelectuales” liberales (algunos dir\u00edan privilegiados) de mentalidad confusa que ser\u00edan superfluos en cualquier sociedad socialista<\/strong>.<\/p>\n \u00bfAcaso la minor\u00eda \u00e9tnica lesbiana de clase media que vive en Europa Occidental est\u00e1 m\u00e1s oprimida que la siria de aspecto blanquecino que vive bajo la ocupaci\u00f3n de ISIS? \u00bfRealmente el hombre blanco brit\u00e1nico de la clase obrera es m\u00e1s privilegiado que una mujer de clase media de la misma sociedad? Los estereotipos basados en la raza, el g\u00e9nero o cualquier otro factor s\u00f3lo conducen a la alienaci\u00f3n y la animosidad. \u00bfC\u00f3mo puede haber unidad en la izquierda si s\u00f3lo somos leales a nosotros mismos y a los m\u00e1s parecidos a nosotros?<\/strong> Algunos hombres ‘blancos’ que sienten que la izquierda no tiene nada que ofrecerles han decidido participar en el juego de la pol\u00edtica de identidad en busca de la salvaci\u00f3n y se han inclinado hacia el apoyo a Trump (un multimillonario con el que no tienen nada en com\u00fan) o a los movimientos de extrema derecha, lo que resulta en una mayor alienaci\u00f3n, animosidad e impotencia que a su vez s\u00f3lo fortalece la posici\u00f3n del 1% superior. La gente de todo el mundo est\u00e1 m\u00e1s dividida por su clase que por cualquier otro factor.<\/p>\n Es mucho m\u00e1s f\u00e1cil “luchar” contra un grupo igual o ligeramente menos oprimido que tomarse el tiempo y el esfuerzo de unirse con ellos contra el enemigo com\u00fan: el capitalismo. Luchar contra la opresi\u00f3n a trav\u00e9s de la pol\u00edtica de identidad es, en el mejor de los casos, una forma perezosa, perversa y fetichista de la lucha de clases dirigida por activistas, en su mayor\u00eda liberales, de clase media y con educaci\u00f3n terciaria, que entienden poco de la teor\u00eda pol\u00edtica de izquierdas. En el peor de los casos, es otra herramienta utilizada por el 1% superior para dividir el otro 99% en 99 o 999 grupos diferentes que compitan entre s\u00ed y que est\u00e9n demasiado ocupados luchando por su propio peque\u00f1o sector como para desafiar el statu quo<\/em><\/strong>. Es ir\u00f3nico que uno de los principales donantes al movimiento de falsa izquierda de la pol\u00edtica de identidad sea el privilegiado hombre blanco cisg\u00e9nero multimillonario George Soros<\/a>, cuyas ONG ayudaron a orquestar las protestas de las eurodiputadas en Ucrania que dieron paso al surgimiento de movimientos de extrema derecha y neonazis: el tipo de personas que creen en la superioridad racial y no ven con buenos ojos la diversidad.<\/p>\n Existe una idea err\u00f3nea cuidadosamente elaborada de que la pol\u00edtica de identidad deriva del pensamiento marxista y la frase sin sentido del ”marxismo cultural” (que tiene m\u00e1s que ver con la cultura liberal que con el marxismo) se utiliza para vender esta l\u00ednea de pensamiento. La pol\u00edtica de identidad no s\u00f3lo no tiene nada en com\u00fan con el marxismo, el socialismo o cualquier otra corriente del pensamiento tradicional de izquierda, sino que es un anatema para el concepto mismo.<\/p>\n