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12 esp\u00edas rusos acusados de pirater\u00eda inform\u00e1tica en Estados Unidos.<\/p>\n
El asesor especial Robert Mueller ha redactado una acusaci\u00f3n de 29 p\u00e1ginas (*) contra 12 esp\u00edas rusos del GRU, el servicio de inteligencia militar.<\/p>\n
Un gran jurado de Washington ha emitido 11 acusaciones contra ellos.<\/p>\n
La primera es que los piratas rusos accedieron a las cuentas de correo de John Podesta y otros miembros de la campa\u00f1a electoral de Hillary Clinton, revelando el contenido de sus correos electr\u00f3nicos.<\/p>\n
Tambi\u00e9n les acusan de instalar programas para espiar los servidores del Partido Dem\u00f3crata y extraer los correos electr\u00f3nicos y otros datos de dicho Partido.<\/p>\n
Los correos electr\u00f3nicos fueron luego entregados a DCLeaks y Guccifer II, dos piratas an\u00f3nimos, y m\u00e1s tarde a Wikileaks. Mueller asegura que DCLeaks y Guccifer II trabajaban para el GRU, mientras que Wikileaks, a la que llama \u201cOrganizaci\u00f3n 1\u201d, a\u00fan no ha sido acusada formalmente, aunque aparece claramente involucrada.<\/p>\n
Hay otro Gran Jurado diferente para las interminables demandas contra Julian Assange y Wikileaks. Assange siempre ha negado que los correos electr\u00f3nicos que public\u00f3 procedieran de fuentes rusas. Por su parte, Craig Murray, un antiguo embajador brit\u00e1nico, ha confesado que recibi\u00f3 los correos electr\u00f3nicos en un viaje a Washington y fue quien se los entreg\u00f3 a Wikileaks.<\/p>\n
Seg\u00fan Mueller, para acceder a los ordenadores del Partido Dem\u00f3crata, contrataron varios servidores y nombres de dominio, aunque en la acusaci\u00f3n hay poca o ninguna evidencia de ello. Se trata de la forma habitual de proceder en el mundo de la pirater\u00eda inform\u00e1tica.<\/p>\n
Las acusaciones 2 a 9 de Mueller se refieren a la suplantaci\u00f3n de identidad, ya que los intrusos utilizaron los nombres de usuario y claves de cuentas personales pertenecientes a terceros.<\/p>\n
La acusaci\u00f3n 10 es por lavar dinero an\u00f3nimamente por medio de criptodivisas, como bitcoin. Los esp\u00edas rusos hicieron circular bitcoins a trav\u00e9s de docenas de cuentas y transacciones y luego los utilizaron para contratar servidores, acceder a una red privada virtual (VPN) y a los nombres de dominio utilizados en la operaci\u00f3n.<\/p>\n
La acusaci\u00f3n n\u00famero 11 afirma que algunos de los acusados piratearon los colegios electorales y las empresas estadounidenses que proporcionan los programas de las campa\u00f1as electorales.<\/p>\n
Como se ve, las acusaciones son muy amplias, lo que denota una vasta operaci\u00f3n, tan grande que hubiera resultado bastante f\u00e1cil encontrar alguna prueba de ella; pero no hay ni indicios de nada de lo que Mueller alega.<\/p>\n
Hay que tener en cuenta que, como han reconocido varios informes, el ataque inform\u00e1tico, no caus\u00f3 ninguna modificaci\u00f3n en los resultados de las elecciones. Quien quiera que fuera su autor, fracas\u00f3 por completo (si realmente es cierto que el objetivo hubiera sido modificar los resultados electorales, lo cual ser\u00eda discutible).<\/p>\n
Vayamos a las coincidencias conspiranoicas: la acusaci\u00f3n se publica precisamente poco antes del final del campeonato mundial de f\u00fatbol en Rusia y de la primera cumbre entre Trump y Putin. Conclusi\u00f3n: su prop\u00f3sito es sabotear las conversaciones entre ambos.<\/p>\n
El otro prop\u00f3sito es m\u00e1s de lo mismo: seguir sosteniendo la campa\u00f1a de intoxicaci\u00f3n contra Rusia.<\/p>\n
Casi todo el mundo sabe (y Mueller tambi\u00e9n) que su acusaci\u00f3n nunca llegar\u00e1 ante ning\u00fan tribunal, por varias razones. No s\u00f3lo porque no tiene pruebas, ni tampoco porque los acusados son rusos y Mosc\u00fa no va a admitir su extradici\u00f3n, sino porque el abogado m\u00e1s inepto le va a hacer una pregunta muy sencilla que no quiere contestar: \u00bfde d\u00f3nde ha obtenido Usted toda esa informaci\u00f3n?<\/b><\/p>\n
Estados Unidos no es como Espa\u00f1a, donde la m\u00e1s m\u00ednima referencia al CNI paraliza cualquier investigaci\u00f3n.<\/p>\n
La cuesti\u00f3n es la siguiente: no es que Mueller se haya inventado una historieta de la nada o que no tenga pruebas de una parte -al menos- de lo que asegura con tanta rotundidad. El verdadero problema es que lo que tiene no lo puede mostrar sin descubrir su \u00fanica baza: su acusaci\u00f3n se apoya en el espionaje de la NSA, que es ilegal<\/b>.<\/p>\n
Pero nos podemos equivocar y entonces nos encontraremos, como en febrero, con una gran y grata sorpresa cuando Mueller acus\u00f3 a la Agencia Rusa de B\u00fasqueda en Internet, una empresa de pirater\u00eda inform\u00e1tica con objetivos comerciales, de influir en las elecciones estadounidenses. Tambi\u00e9n entonces esperamos que no hubiera juicio y, para nuestra sorpresa, Concord Management, una de las empresas rusas acusadas, acept\u00f3 el desaf\u00edo y exigi\u00f3 que se le comunicaran los documentos del expediente.<\/p>\n
Pero Mueller se sorprendi\u00f3 m\u00e1s todav\u00eda e intent\u00f3 retrasar la divulgaci\u00f3n de los documentos. El asunto todav\u00eda est\u00e1 bajo debate.<\/p>\n
No podemos cerrar esta entrada sin contar algo m\u00e1s que las grandes cadenas de comunicaci\u00f3n no van a contar: en la rueda de prensa en la que present\u00f3 la acusaci\u00f3n, el sicario de Mueller, Rosenstein, agreg\u00f3 que la acusaci\u00f3n no significa que los estadounidenses cuya identidad fue suplantada en el operativo fueran conscientes o c\u00f3mplices de los rusos, por lo que no han cometido ning\u00fan delito.<\/p>\n
Tambi\u00e9n reconoci\u00f3 que dicho operativo no cambi\u00f3 los resultados electorales. \u201cPara ese viaje no es menester alforjas\u201d, dice uno de los m\u00e1s castizos refranes castellanos.<\/p>\n