{"id":3480,"date":"2018-06-15T23:54:21","date_gmt":"2018-06-15T23:54:21","guid":{"rendered":"https:\/\/redinternacional.net\/?p=3480"},"modified":"2018-06-15T23:54:21","modified_gmt":"2018-06-15T23:54:21","slug":"la-creciente-aversion-masculina-al-matrimonio-y-el-contrario-para-las-mujeres","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/redinternacional.net\/2018\/06\/15\/la-creciente-aversion-masculina-al-matrimonio-y-el-contrario-para-las-mujeres\/","title":{"rendered":"La creciente aversi\u00f3n masculina al matrimonio (y el contrario para las mujeres)"},"content":{"rendered":"
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Que el n\u00famero de matrimonios<\/strong> y el porcentaje de personas casadas disminuye en Occidente es algo que recogen casi todas las estad\u00edsticas (nos referimos al matrimonio convencional o heterosexual). Lo que resulta m\u00e1s controvertido es determinar las causas.<\/p>\n Sin embargo, la evoluci\u00f3n del n\u00famero de matrimonios no permite averiguar si son las mujeres, los hombres, o ambos, quienes se han vuelto m\u00e1s reacios<\/strong> a pasar por el juzgado, o la iglesia, pues casarse requiere la aceptaci\u00f3n de dos. Averiguar la respuesta requiere indagar en el \u00e1mbito de las intenciones, de las actitudes.<\/p>\n La fe en el matrimonio se ha deteriorado entre los varones; pero no entre las f\u00e9minas<\/p><\/blockquote>\n Seg\u00fan una encuesta del Pew Research Center<\/em> de 2012, la fe en el matrimonio se ha ido deteriorando entre los varones; pero no entre las f\u00e9minas<\/a>.\u00a0 El porcentaje de mujeres entre 18 y 34 a\u00f1os que consideraba un matrimonio satisfactorio como uno de los objetivos m\u00e1s importantes de su vida, creci\u00f3 del 28% en 1997 al 37% en 2012<\/strong>. Por el contrario, el porcentaje de hombres con una opini\u00f3n tan elevada sobre el matrimonio descendi\u00f3 en el mismo periodo del 35% al 29%<\/strong>. Una evoluci\u00f3n tan contrapuesta requiere alguna explicaci\u00f3n.<\/p>\n En Men on Strike: Why Men Are Boycotting Marriage, Fatherhood, and the American Dream<\/em> (2014) Helen Smith<\/strong>, se\u00f1ala que los incentivos para casarse han cambiado radicalmente para los hombres porque, para ellos, el matrimonio implica ahora un riesgo mucho mayor<\/strong> y unas ventajas muy inferiores. La Correcci\u00f3n Pol\u00edtica <\/strong>y en especial su n\u00facleo duro,el feminismo posmoderno<\/strong>, ha impuesto en la sociedad una visi\u00f3n del mundo en la que los hombres constituyen un grupo malo, que debe ser castigado<\/strong>.<\/p>\n As\u00ed, se proyecta una visi\u00f3n negativa<\/strong> de los varones como maridos y padres, se promulgan leyes que discriminan flagrantemente a los hombres, vulnerando incluso principios fundamentales<\/strong> que estaban firmemente asentados en Occidente, y se induce a los tribunales a una notable parcialidad<\/strong> a la hora de solventar los conflictos de pareja<\/strong>.<\/p>\n Muchos hombres han decidido que los posibles beneficios\u00a0del matrimonio no compensan los costes y, sobre todo, los enormes riesgos<\/p><\/blockquote>\n En tales circunstancias, gran parte de los hombres ha guardado silencio, aceptado con autocensura,<\/strong>\u00a0convencimiento o sentido de culpa, esta discriminaci\u00f3n. Pero muchos se habr\u00edan declarado en huelga, practicar\u00edan un boicot a una instituci\u00f3n, como el matrimonio, que ya no es neutral sino claramente sesgada a favor de las mujeres<\/strong>. Para Smith, que siendo mujer y casada observa los hechos con cierta perspectiva, la actitud de los hombres responde a una decisi\u00f3n racional<\/strong>: muchos han decidido que los posibles beneficios<\/strong> no compensan los costes y, sobre todo, los enormes riesgos<\/strong>.<\/p>\n La imagen del hombre, como padre y marido, que proyecta la nueva ideolog\u00eda dominante no es precisamente muy edificante<\/p><\/blockquote>\n La imagen del hombre<\/strong>, como padre y marido, que proyecta la nueva ideolog\u00eda dominante no es precisamente muy edificante. Hace d\u00e9cadas, la figura del padre de familia era respetada<\/strong>; hoy es m\u00e1s objeto de mofa y escarnio<\/strong> que de respeto. En la actualidad, los medios, las series de televisi\u00f3n o ciertas pel\u00edculas tienden a representarlo como torpe, payaso, un desastre que sirve para muy poco, siempre superado<\/strong> en conocimiento <\/strong>y habilidad por su mujer y sus hijos. Seg\u00fan Smith, se representa al marido como alguien relegado dentro de su propia casa aunque sea el principal proveedor de ingresos. Un papel que no atrae precisamente a los candidatos.<\/p>\n Pero los problemas no se limitan a la mera imagen. Si el matrimonio fracasa, si sobreviene el divorcio, las leyes y los tribunales no suelen ser <\/strong>precisamente ben\u00e9volos con los hombres<\/strong>. Es demasiado t\u00edpico el esposo que debe abandonar el domicilio conyugal, aunque la casa sea de su exclusiva propiedad, perdiendo los hijos y el\u00a0 dinero. En la mayor\u00eda de los pa\u00edses, los tribunales han tendido a otorgar la custodia<\/strong> de los hijos de manera sistem\u00e1tica a la madre, fijando costosas obligaciones econ\u00f3micas para el padre que, en ocasiones, despojado de su patrimonio, queda en una situaci\u00f3n financiera<\/strong> muy precaria<\/strong>.<\/p>\n Hay quienes conectan las elevadas tasas de suicidio masculinas<\/strong> a los reveses relacionados con el divorcio. Pero es dif\u00edcil corroborar este extremo porque hoy d\u00eda el suicidio es objeto de gran secretismo y censura.<\/p>\n Otro elemento bastante singular es que, en caso de impago<\/strong> de una pensi\u00f3n establecida tras el divorcio, el hombre puede ser encarcelado<\/strong>, tal como ha ocurrido a muchos. Sostiene Smith que, en los Estados Unidos, los tribunales encarcelan a los varones que no pagan acus\u00e1ndolos de desacato<\/strong> o desobediencia al Tribunal. Y este asunto tiene mucha enjundia pues refleja una regresi\u00f3n a tiempos muy remotos<\/strong>.<\/p>\n La posibilidad de encarcelamiento por deudas privadas fue abolida a principios del siglo XIX. Si alguien incumple una obligaci\u00f3n de pago puede ser embargado pero nunca enviado a prisi\u00f3n, salvo que concurra fraude o estafa, ya que se trata de un litigio civil. Lo ins\u00f3lito de la situaci\u00f3n es que, en el fondo, se ha recuperado la prisi\u00f3n por deudas privadas<\/strong>, una figura que surgi\u00f3 en la antigua Roma pero desapareci\u00f3 con los cambios pol\u00edticos de las revoluciones modernas.<\/p>\n Y, en algunos pa\u00edses, la obligaci\u00f3n financiera del c\u00f3nyuge que no ostenta la custodia, casi siempre el padre, no se extingue cuando los hijos alcanzan la mayor\u00eda de edad<\/strong>: se prolonga hasta que sean econ\u00f3micamente independientes<\/strong><\/em>. Es como si la mayor\u00eda de edad<\/strong> implicase derechos\u2026 pero no deberes<\/strong>.<\/p>\n Giuseppe Andreoli, divorciado, fue obligado por un tribunal italiano a proveer una pensi\u00f3n mensual de 775 euros a su hijo Marco, de treinta a\u00f1os, graduado en derecho y propietario de una casa en el barrio m\u00e1s elegante de N\u00e1poles<\/p><\/blockquote>\nLos hombres\u2026 en huelga<\/h2>\n
Leyes y tribunales poco imparciales<\/h2>\n