![\"5738457547\"](\"https:\/\/redinternacional.net\/wp-content\/uploads\/2018\/06\/5738457547.jpg\")
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El a\u00f1o 2021, marca el centenario de la fundaci\u00f3n del Partido Comunista de China, y Xi claramente tiene la intenci\u00f3n de que en 2021 China muestre los logros de sus primeros objetivos del centenario. Para entonces, China espera ser la econom\u00eda m\u00e1s poderosa del mundo (ya est\u00e1 all\u00ed, en t\u00e9rminos de paridad del poder de compra) y una potencia emergente de clase mundial, tanto en t\u00e9rminos pol\u00edticos como militares.<\/em><\/p>\n John Mauldin nos entrega una muy pertinente an\u00e9cdota sobre China:<\/p>\n “En la d\u00e9cada de 1990, Robert Rubin, secretario del Tesoro bajo Bill Clinton, estaba negociando los t\u00e9rminos bajo los cuales China podr\u00eda ingresar a la Organizaci\u00f3n Mundial del Comercio. Mis fuentes dicen que b\u00e1sicamente estaba pidiendo muchas de las mismas cosas que Trump quiere ahora… Pero en 1998, en medio del esc\u00e1ndalo de Monica Lewinsky, Clinton quer\u00eda una “victoria” (como el actual presidente). Y Rubin no estaba cumpliendo, manteni\u00e9ndose firme en sus demandas de acceso al mercado y garant\u00edas en materia de propiedad intelectual, etc. Clinton luego quit\u00f3 a Rubin de las negociaciones con China y nombr\u00f3 en su lugar a la secretaria de Estado, Madeleine Albright, con las instrucciones de completarlas satisfactoriamente.<\/em><\/p>\n Al no ser una experta en comercio, Albright no comprend\u00eda los problemas subyacentes. Los chinos reconocieron que estaba jugando una mano d\u00e9bil y se mantuvieron firmes. Brevemente, mis fuentes dicen que efectivamente ella cedi\u00f3. Clinton consigui\u00f3 su “victoria” y nosotros nos quedamos atrapados con un terrible acuerdo comercial. Cuando Trump alega que fuimos enredados en un mal acuerdo comercial, \u00e9l tiene raz\u00f3n, aunque me pregunto si \u00e9l entiende la historia. Tal vez alguien le proporcion\u00f3 los antecedentes, pero nunca lo mencion\u00f3 en ninguno de sus discursos. Ese acceso a la OMC, que finalmente sucedi\u00f3 en 2001, le permiti\u00f3 a China comenzar a capturar mercados por medios legales y acceder a la propiedad intelectual de los Estados Unidos sin pagar por ello…<\/em><\/p>\n \u00bfEn este momento tiene esto alguna relevancia? Probablemente no… Pero nos lleva a la rivalidad que discutimos anteriormente. \u00bfEs posible que tanto Estados Unidos como China permanezcan en una organizaci\u00f3n como la OMC? Trump parece dudar de ello ya que ha amenazado con retirarse de la OMC. Es posible que alg\u00fan d\u00eda volvamos la mirada a este per\u00edodo de un solo organismo dirigiendo el comercio internacional como una aberraci\u00f3n -un sue\u00f1o agradable que nunca fue realista. De ser as\u00ed, prepar\u00e9monos para algunos grandes cambios”.<\/em><\/p>\n Esto conduce al meollo de uno de los mayores problemas geopol\u00edticos que enfrentan Europa y los EE.UU. Mauldin luego nos brinda lo que equivale a la opini\u00f3n mayoritaria que, “a pesar de su ret\u00f3rica, no creo que [Trump] sea ideol\u00f3gicamente contrario al comercio. Creo que solo quiere una “victoria” estadounidense y es flexible en lo que eso significa”. S\u00ed, Trump posiblemente terminar\u00e1 haciendo lo de Clinton, pero \u00bftiene Estados Unidos una alternativa realista que no sea acomodarse a una China en ascenso? El mundo ha cambiado desde la era Clinton: esto ya no es solo una cuesti\u00f3n de discutir los t\u00e9rminos del intercambio comercial.<\/p>\n Xi Jinping se encuentra en la c\u00faspide del sistema pol\u00edtico chino. Su influencia ahora impregna todos los niveles. \u00c9l es el l\u00edder m\u00e1s poderoso desde el presidente Mao. Kevin Rudd (ex primer ministro de Australia y amplio conocedor de China) se\u00f1ala, “nada de esto es para los d\u00e9biles de coraz\u00f3n… Xi se ha formado en la pol\u00edtica partidista china tal y como se conduce en los niveles m\u00e1s altos. A trav\u00e9s de su padre, Xi Zhongxun… ha pasado por una “clase magistral” no solo de c\u00f3mo sobrevivirla, sino tambi\u00e9n de c\u00f3mo prevalecer en ella. Por estas razones, ha demostrado ser el pol\u00edtico m\u00e1s formidable de su \u00e9poca. Ha tenido \u00e9xito en anticipar, flanquear, superar y eliminar a cada uno de sus adversarios pol\u00edticos. El t\u00e9rmino cordial que se aplica esto es, consolidaci\u00f3n de poder. En eso, Xi ciertamente ha tenido \u00e9xito”.<\/p>\n Y aqu\u00ed est\u00e1 el problema: el mundo que Xi visualiza es totalmente incompatible con las prioridades de Washington. Xi no solo es m\u00e1s poderoso que cualquier predecesor que no sea Mao, \u00e9l lo sabe, y tiene la intenci\u00f3n de dejar su huella en la historia mundial. Que iguale, o incluso supere, lo de Mao.<\/p>\n Lee Kuan Yew, quien antes de su muerte en 2015 era el principal observador de China en el mundo, ten\u00eda una respuesta penetrante sobre la impresionante trayectoria de China en los \u00faltimos 40 a\u00f1os: “El tama\u00f1o del desplazamiento de China del equilibrio mundial es tal que el mundo debe encontrar un nuevo equilibrio. No es posible pretender que este es simplemente otro gran protagonista. Este es el protagonista m\u00e1s grande en la historia del mundo”.<\/em><\/strong><\/p>\n El a\u00f1o 2021, marca el centenario de la fundaci\u00f3n del Partido Comunista de China, y Xi claramente tiene la intenci\u00f3n de que en 2021 China muestre los logros de sus primeros objetivos del centenario. Para entonces, China espera ser la econom\u00eda m\u00e1s poderosa del mundo (ya est\u00e1 all\u00ed, en t\u00e9rminos de paridad del poder de compra) y una potencia emergente de clase mundial, tanto en t\u00e9rminos pol\u00edticos como militares. Seg\u00fan Richard Haas, presidente del US Council for Foreign Relations, o Consejo de Estados Unidos para Relaciones Exteriores, <\/em>“la ambici\u00f3n a largo plazo de [China] es desmantelar el sistema de alianzas de Estados Unidos en Asia, reemplaz\u00e1ndolo con un orden de seguridad regional m\u00e1s benigno (desde la perspectiva de Beijing) en la que goce de la posici\u00f3n m\u00e1s prominente e, idealmente, una esfera de influencia acorde con su poder\u201d. (En todo caso, Haas puede estar minimizando las cosas).<\/p>\n Para alcanzar el primero de los dos objetivos del centenario (el segundo concluye en 2049), China tiene una predominante faceta econ\u00f3mica \/ pol\u00edtica, y una faceta pol\u00edtica \/ militar para el logro de sus objetivos.<\/p>\n Made in China 2025,<\/em> es una pol\u00edtica industrial amplia que est\u00e1 recibiendo una financiaci\u00f3n masiva estatal en I+D o Investigaci\u00f3n y Desarrollo ($232 mil millones en 2016), que incluye una potencial integraci\u00f3n expl\u00edcita de doble uso en la innovaci\u00f3n militar. Su principal objetivo, adem\u00e1s de mejorar la productividad, es convertir a China en el “l\u00edder tecnol\u00f3gico” del mundo, y que China se vuelva autosuficiente en un 70% en materiales y componentes clave. Esto puede ser bien conocido en teor\u00eda, pero tal vez el paso hacia la autosuficiencia tanto de China como de Rusia sugiere algo m\u00e1s deslumbrante. Estos estados se est\u00e1n alejando del cl\u00e1sico modelo de comercio liberal hacia un modelo econ\u00f3mico basado en la autonom\u00eda y una econom\u00eda dirigida por el estado (como la defendida por economistas como Friedrich List, antes de eclipsarse por el predominio del pensamiento de Adam Smith).<\/p>\n El segundo pilar de la pol\u00edtica es la famosa iniciativa ‘Belt and Road’ que une a China con Europa. Sin embargo, el elemento econ\u00f3mico a menudo es objetado en Occidente como “simple infraestructura”, aunque a gran escala. Su concepci\u00f3n, m\u00e1s bien, representa un golpe directo al modelo econ\u00f3mico occidental h\u00edper-financiarizado. En un famoso comentario cr\u00edtico dirigido a la desmedida confianza de China en el crecimiento al estilo occidental, inducido por la deuda, un autor an\u00f3nimo (que se cree pudo ser Xi o un colega cercano) se\u00f1al\u00f3 (sarc\u00e1sticamente) la noci\u00f3n de que los \u00e1rboles grandes podr\u00edan crecer “en el aire\u201d. Lo que quiere decir: que los \u00e1rboles necesitan tener ra\u00edces y crecer en el suelo. En lugar de la “actividad” financiera y “virtual” de Occidente, la actividad econ\u00f3mica real proviene de la econom\u00eda real, con ra\u00edces en la tierra. El ‘Belt and Road’ es solo esto: pensado como un catalizador may\u00fasculo para la econom\u00eda real.<\/p>\n Su aspecto pol\u00edtico, por supuesto, es evidente: crear\u00e1 un inmenso (Remimbi) bloque de comercio e influencia, y al estar basado en tierra, desplazar\u00e1 el poder estrat\u00e9gico occidental sobre el dominio mar\u00edtimo a las rutas terrestres sobre las cuales el poder militar convencional occidental es limitado, del mismo modo que transferir\u00e1 el poder financiero del sistema de reserva de d\u00f3lares al Remimbi y otras monedas.<\/p>\n El otro aspecto, que ha recibido mucha menos atenci\u00f3n, es c\u00f3mo Xi ha podido encajar sus objetivos con los de Rusia. Inicialmente cauteloso con el proyecto ‘Belt and Road’ cuando Xi lo lanz\u00f3 en 2013, el Kremlin empez\u00f3 a entusiasmarse con la idea tras el golpe de occidente contra sus intereses en Ucrania, y con el proyecto conjunto de Estados Unidos y Arabia Saudita para colapsar el precio del petr\u00f3leo (Arabia Saudita quer\u00eda presionar a Rusia para que abandonara a Assad, y EE. UU para debilitar al presidente Putin, al debilitar el rublo y las finanzas del gobierno).<\/p>\n De ah\u00ed que para el 2015, el presidente Putin se hab\u00eda comprometido a establecer un v\u00ednculo entre la Uni\u00f3n Econ\u00f3mica Euroasi\u00e1tica de Rusia y el Cintur\u00f3n Econ\u00f3mico de la Ruta de la Seda de China, y dos a\u00f1os m\u00e1s tarde, Putin fue el principal invitado de honor en la cumbre ‘One Belt, One Road’ celebrada en Beijing.<\/p>\n Lo que es interesante es c\u00f3mo Rusia ha integrado la visi\u00f3n de Xi con su propia idea de la “Gran Eurasia”, concebido como la ant\u00edtesis central al orden mundial, financiero, liderado por los estadounidenses. El Kremlin, por supuesto, entiende perfectamente que en el \u00e1mbito comercial y financiero, la posici\u00f3n de Rusia en Eurasia es mucho m\u00e1s d\u00e9bil que la de China. (La econom\u00eda de China es de ocho a diez veces m\u00e1s grande que la de Rusia).<\/p>\n Las fortalezas esenciales de Rusia tradicionalmente se encuentran en los \u00e1mbitos pol\u00edtico-militar y diplom\u00e1tico. De ah\u00ed que Mosc\u00fa, dejando las iniciativas econ\u00f3micas a China, asume el papel de arquitecto principal de la arquitectura pol\u00edtica y de seguridad eurasi\u00e1tica, un concierto de las principales potencias asi\u00e1ticas y productores de energ\u00eda.<\/p>\n En cierto sentido, el presidente Putin ha encontrado la simetr\u00eda rusa y la complementariedad con la pol\u00edtica de la “ruta y corredor” de Xi (un equilibrio ruso asim\u00e9trico, si se quiere, con la fortaleza econ\u00f3mica absoluta de Xi) en su \u2018One Map; Three Regions\u2019<\/em> (“Mapa \u00fanico”; la pol\u00edtica de tres regiones<\/em>). Bruno Ma\u00e7\u00e3es ha escrito:<\/p>\n En octubre de 2017, el director ejecutivo de Rosneft, Igor Sechin, tom\u00f3 la inusual medida de presentar un informe geopol\u00edtico sobre los “ideales de la integraci\u00f3n de Eurasia” a una audiencia en Verona, Italia. Uno de los mapas proyectados en la pantalla durante la presentaci\u00f3n mostr\u00f3 el supercontinente, lo que los c\u00edrculos rusos llaman “Gran Eurasia”, dividido entre tres regiones principales. Para Sechin, la divisi\u00f3n crucial no es entre Europa y Asia, sino entre las regiones de consumo de energ\u00eda y las regiones de producci\u00f3n de energ\u00eda. Los primeros est\u00e1n organizados en los bordes occidental y oriental del supercontinente: Europa, incluyendo a Turqu\u00eda, y Asia Pac\u00edfico, incluyendo a la India.<\/em><\/p>\n Entre ellos encontramos tres regiones de producci\u00f3n de energ\u00eda: Rusia y el \u00c1rtico, el Caspio y el Medio Oriente. Curiosamente, el mapa no divide estas tres regiones, prefiriendo dibujar una l\u00ednea de delimitaci\u00f3n alrededor de las tres. Son contiguos, formando as\u00ed un solo bloque, al menos desde una perspectiva puramente geogr\u00e1fica.<\/em><\/p>\n El mapa, se\u00f1ala Ma\u00e7\u00e3es, \u201cilustra un punto importante sobre la nueva autoimagen de Rusia. Desde el punto de vista de la geopol\u00edtica energ\u00e9tica, Europa y Asia Pac\u00edfico son perfectamente equivalentes, proporcionando fuentes alternativas de demanda de recursos energ\u00e9ticos… Y, al considerar las tres \u00e1reas [que el mapa] delimita, resulta evidente que dos de ellas est\u00e1n ya organizadas y lideradas por un actor principal: Alemania en el caso de Europa; y China para el Asia Pac\u00edfico\u201d.<\/p>\n Es desde esta perspectiva que se debe entender el renovado inter\u00e9s e intervenci\u00f3n de Rusia en el Medio Oriente. Al consolidar las tres regiones productoras de energ\u00eda bajo su liderazgo, Rusia puede colocarse en un plano de igualdad a China en la configuraci\u00f3n del nuevo sistema euroasi\u00e1tico. Sus intereses residen ahora m\u00e1s decisivamente en la organizaci\u00f3n de una voluntad pol\u00edtica com\u00fan para en n\u00facleo de la regi\u00f3n productora de energ\u00eda, que en la recuperaci\u00f3n de los “viejos anhelos” de ser parte de Europa.<\/p>\n Y la ‘voluntad pol\u00edtica’ es tambi\u00e9n el proyecto de Xi: mientras que la Revoluci\u00f3n Cultural de Mao intent\u00f3 borrar el antiguo pasado de China y reemplazarlo por el “nuevo hombre socialista” del comunismo, Xi ha retratado cada vez m\u00e1s al partido como el heredero y sucesor de un imperio chino de 5,000 a\u00f1os de antig\u00fcedad humillado y saqueado por Occidente, escribe Graham Allison<\/em>, autor de Destined for War<\/em>: Can America y China Escape the Thucydides’s Trap?<\/em> De ah\u00ed que el Partido haya evocado humillaciones pasadas a manos de Jap\u00f3n y Occidente “para crear un sentimiento de unidad que se hab\u00eda fracturado y para definir una identidad china fundamentalmente re\u00f1ida con la modernidad estadounidense”.<\/p>\n Finalmente, Xi se ha comprometido a conseguir que China vuelva a ser fuerte nuevamente. \u00c9l cree que un ej\u00e9rcito que es “capaz de luchar y ganar guerras” es esencial para realizar todos los dem\u00e1s componentes del “rejuvenecimiento” de China. Estados Unidos tiene m\u00e1s ‘estructura’ militar que China, pero Mosc\u00fa tiene armas tecnol\u00f3gicamente superiores \u2013a este respecto China tambi\u00e9n se est\u00e1 poniendo al d\u00eda r\u00e1pidamente con occidente. La cooperaci\u00f3n militar estrat\u00e9gica directa entre China y Rusia (China respald\u00f3 a Rusia tanto militar como pol\u00edticamente) fue evidente en la reciente guerra informativa de EE. UU y el Reino Unido -Skripal y armas qu\u00edmicas en Siria- contra Rusia. Act\u00faa como un elemento de disuasi\u00f3n contra la acci\u00f3n militar de los EE. UU dirigida a ambos estados.<\/p>\n En Washington existen, a diferencia de Pek\u00edn, m\u00faltiples voces que intentan definir c\u00f3mo Estados Unidos debe interactuar con China. Trump ha sido el m\u00e1s ruidoso, pero tambi\u00e9n hay ide\u00f3logos que exigen un replanteamiento fundamental de los t\u00e9rminos de intercambio comercial y de los derechos de propiedad intelectual. Pero los militares de los EE. UU tambi\u00e9n insisten en que Estados Unidos debe seguir siendo el hegem\u00f3n militar en la regi\u00f3n de Asia y el Pac\u00edfico y que no se le puede permitir a China expulsar a Estados Unidos. Sin embargo, existe una rara unidad en Washington -entre los “think-tankers” y entre los dos principales partidos pol\u00edticos- en un punto, y en un solo punto: que China constituye la amenaza “N\u00famero Uno” para el orden global liderado por Estados Unidos… y su tama\u00f1o debe ser reducido.<\/p>\n Pero \u00bfqu\u00e9 es lo que los EE.UU -entre los objetivos de China esbozados anteriormente- creen que de alguna manera pueden “revertir” y “reducir a China” de manera m\u00e1s sustancial, sin ir a la guerra?<\/p>\n De manera realista, Xi puede otorgar a Trump suficientes concesiones menores (es decir, sobre propiedad y cuestiones de propiedad intelectual) para permitir que Trump se atribuya una “victoria” (es decir, a la Clinton nuevamente), y ganar unos pocos a\u00f1os de paz econ\u00f3mica fr\u00eda, mientras que EE. UU contin\u00faa acumulando d\u00e9ficits comerciales y presupuestarios. Pero, en \u00faltima instancia, Estados Unidos tendr\u00e1 que decidirse por adaptarse a la realidad o arriesgarse a una recesi\u00f3n en el mejor de los casos, o una guerra en el peor.<\/p>\n Estar\u00e1 cargado tanto econ\u00f3mica como geopol\u00edticamente, especialmente porque quienes dicen conocer a Xi, parecen estar convencidos de que, aparte de querer convertir a China en el “mayor protagonista en la historia del mundo”, Xi tambi\u00e9n aspira a ser \u00e9l quien, finalmente, re\u00fana a China: incluyendo no solo a Xinjiang y al T\u00edbet en el continente, sino tambi\u00e9n a Hong Kong y Taiw\u00e1n. \u00bfPueden los EE.UU absorber culturalmente la idea de Taiw\u00e1n “democr\u00e1tico” siendo militarmente unificado a China? \u00bfPodr\u00eda intercambiar eso por una soluci\u00f3n a la cuesti\u00f3n norcoreana? Parece improbable.<\/p>\n Alastair Crooke, 1 mayo 2018<\/p>\n