![\"4784784788487\"](\"https:\/\/redinternacional.net\/wp-content\/uploads\/2018\/06\/4784784788487.jpg\")
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73 a\u00f1os han pasado desde la muerte de Hitler, 73. Pues parece que no han ocurrido cosas desde entonces. Que no ha cambiado el mundo. Que no ha pasado el tiempo\u2026 Porque la prensa internacional no se quita a Hitler de la cabeza.<\/span><\/span><\/span><\/p>\n Las parrillas de \u2018National Geografic\u2019, de \u2018Discovery\u2019 o del mal llamado \u2018Canal de Historia\u2019 se rigen por una obsesi\u00f3n: Hitler. Los inventos de Hitler, las mujeres de Hitler, Hitler y los alien\u00edgenas, Megaestructuras nazis, el fondo de armario de Hitler\u2026<\/p>\n Los grandes medios publican, cada dos por tres, art\u00edculos sobre alg\u00fan aspecto insospechado de la personalidad del cabo austr\u00edaco: que si Hitler dorm\u00eda con calcetines, que si hac\u00eda ruido al masticar, que si com\u00eda pipas y tiraba las c\u00e1scaras por la ventana\u2026 No importa lo rid\u00edculo que pueda parecer o lo sospechosamente dudosas que resulten sus fuentes. Es Hitler, hombre. Es obligatorio hablar mal de \u00e9l.<\/p>\n No voy a llegar yo ahora a defender al F\u00fchrer, no. Que la sacrosanta Constituci\u00f3n me libre. Pero el asunto huele un poco. Ya no es s\u00f3lo el hecho de que esta obstinaci\u00f3n en desacreditar a un se\u00f1or que hace mucho que perdi\u00f3 la guerra resulte mosqueante. Es que la bajeza de los argumentos que emplean da mucho asco.<\/p>\n Y porque todos sabemos que los excelentes profesionales que elaboran esos art\u00edculos son un dechado de virtudes democr\u00e1ticas y \u00e9tica period\u00edstica, que si no, podr\u00edan confundirse con una legi\u00f3n de voceros que echan espumarajos por la boca.<\/p>\n Casualmente los mismos medios que se afanan en ense\u00f1ar el lado humano de un pederasta o en mostrar a la asesina de un ni\u00f1o como si fuera un ser de luz, jam\u00e1s encuentran un gesto positivo en Adolf Hitler. Los que no indagan en la \u201cencantadora\u201d personalidad de Churchill, ni en sus vicios, ni cuestionan su forma de proyectar masacres como la de Dresde. Los que nunca hablan de las man\u00edas de Lenin o Stalin. Ni cuestionan la forma de vida de Carlos Marx o la homofobia del Che. Que no tienen una mala palabra al hablar de Carrillo o La Pasionaria.<\/p>\n Los medios que jam\u00e1s enturbiar\u00e1n la memoria de ninguno de los prohombres de este nuevo orden mundial, a pesar de que huelan tanto a podrido como el mundo que crearon. Los que publicitan a pies juntillas la versi\u00f3n de la historia que estamos obligados a acatar por ley.<\/p>\n Esos son los que vienen a llamar drogadicto a un herido de guerra que sufri\u00f3 de por vida las secuelas de los ataques con gas nervioso en la Primera Guerra Mundial. Los que califican de trastorno a una forma de pensar que comparti\u00f3 medio mundo, pero ven normal cualquier tipo de degeneraci\u00f3n. Los que exigen condenas para nonagenarios por actos ocurridos hace 75 a\u00f1os, pero piden pasar p\u00e1gina por matanzas que a\u00fan ti\u00f1en de sangre las calles de Europa. Los que trucan fotos hist\u00f3ricas, los que inventan genocidios, los que llevan m\u00e1s de 70 a\u00f1os intoxicando a la opini\u00f3n p\u00fablica.<\/p>\n Los que no conseguir\u00e1n cambiar la historia, por muchos documentales sobre el aliento de Hitler que inventen.<\/p>\n A. Pav\u00f3n, 12 junio 2018<\/p>\n